o_19koohlu11ggm1joh6p01pp51fe93b.pdf
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
196 Echarán Fuera Demonios<br />
Los evangelios registran que Jesús curó al mudo, al sordo y al ciego,<br />
expulsando los demonios (véase Mateo 9:32-33; 12:22; Lucas 11:14). En<br />
Lucas 13:11-16, Jesús encontró a una mujer que había sufrido de lo que<br />
podemos llamar una desviación de la columna o esclerosis durante dieciocho<br />
años. Aunque su estado de salud parecía ser puramente físico, Jesús<br />
declaró que había estado atada por un "espíritu de enfermedad". Basándose<br />
en eso la liberó y ella fue completamente curada. En Marcos 9:17-29,Jesús<br />
trató con un muchacho que tenía los síntomas de epilepsia, y sin embargo,<br />
los confrontó como un "espíritu mudo y sordo" (versículo 25). Cuando el<br />
demonio fue expulsado, el muchacho fue sanado.<br />
Han pasado casi dos mil años, pero aún se aplican los mismos principios.<br />
A lo largo de más de treinta años, he visto a cientos de personas<br />
sanadas de muchos tipos de enfermedades o dolencias por medio de la liberación<br />
de demonios. Mencionaré sólo unos cuantos casos.<br />
Epilepsia<br />
Al principio de los años 1970 unajoven de dieciocho años nos buscó a<br />
Lydia y a mí para que oráramos por ella. Se le había diagnosticado epilepsia,<br />
la cual estaba controlada por medicación. Cuando oyó algunas de mis<br />
enseñanzas, se preguntó si su epilepsia podría estar causada por un espíritu<br />
maligno.<br />
Cuando Lydia y yo oramos por ella y ordenamos al demonio de epilepsia<br />
que la dejara, él salió. Pero entonces sentí que el Señor me decía:<br />
Tu trabajo no está terminado. Entonces le pregunté a la muchacha: "¿Cómo<br />
empezaron tus ataques? ¿Fue por una enfermedad física?"<br />
"Sí", contestó. "Sufrí el golpe de una pelota de béisbol en la cabeza, y<br />
después de eso, empezaron los ataques".<br />
Le expliqué que la herida física había abierto la "puertá' a través de la<br />
cual el espíritu de epilepsia entró. "Ahora que ha salido el espíritu", dije,<br />
"tenemos que cerrar la puerta para que no pueda volver a entrar".<br />
Entonces Lydia y yo impusimos las manos sobre su cabeza y oramos<br />
por la sanidad de su cerebro.<br />
Mantuvimos contacto con lajoven durante unos dos años. Durante ese<br />
tiempo no tomó ninguna medicación, ni tampoco sufrió ningún ataque.