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190 Echarán Fuera Demonios<br />

multitudes cambian de un régimen a otro, sin nunca alcanzar su objetivo<br />

de un peso moderado y estable. Están tan atados a la comida, como he<br />

explicado en el capítulo 18, como otros lo están al alcoholo a la nicotina.<br />

Asimismo, las consecuencias espirituales y físicas de comer en demasía no<br />

son, en absoluto, menos perjudiciales que aquellas asociadas a la nicotina<br />

o al alcohol.<br />

Salomón ofrece una oración que sería adecuada a los cristianos atados<br />

por esos apetitos:<br />

Cazadnos las zorras,<br />

Las zorras pequeñas [los pequeños demonios] que arruinan las viñas,<br />

Pues nuestras viñas están en fiar.<br />

(Cantar de los Cantares 2:15, LBLA)<br />

Aunque puedan parecer sin importancia, estos pequeños demonios<br />

semejantes a zorras pueden echar a perder los tiernos frutos del Espíritu<br />

Santo que Dios busca encontrar en nuestras vidas. Una forma de fruto<br />

espiritual que inevitablemente sufre los ataques de las pequeñas zorras<br />

es el fruto del autodominio. No puede coexistir con la autocomplacencia.<br />

Tenemos que acordarnos de la advertencia de Jesús en Juan 10:10: "Elladrón<br />

no viene sino para hurtar, matar y destruir". Los demonios pueden venir<br />

por medio de varios apetitos y lujurias, incluyendo el alcohol, la nicotina y<br />

la comida, pero sin importar la puerta por la cual entran, todos tienen la<br />

misma motivación: hacer todo el daño que puedan.<br />

Con frecuencia la barrera que no se reconoce para recibir liberación es<br />

el orgullo. Puede resultar difícil para los cristianos que frecuentan la iglesia<br />

llamar a sus problemas por el nombre correcto y reconocer que necesitan<br />

ser liberados de un demonio. La mujer cuyo demonio de glotonería salió<br />

por medio del vómito estaba avergonzada, pero con certeza aquella vergüenza<br />

temporal fue un precio pequeño a pagar por la liberación de tan<br />

humillante y destructiva atadura.<br />

Además de estos deseos de la carne, están también los "deseos de los<br />

ojos" (1 Juan 2:16). Demonios específicos entran a través de la puerta de los<br />

ojos. Un demonio que ya fue mencionado, que se proyecta regularmente<br />

por los medios de comunicación, es la pornografía. Esta palabra se deriva

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