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170 Echarán Fuera Demonios<br />
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a<br />
vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus<br />
ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.<br />
(Mateo 6:14-15)<br />
Hay varias formas de tortura a las cuales podemos estar sujetos. Está,<br />
por ejemplo, la tortura física. Un ejemplo es la artritis: retuerce, tortura,<br />
incapacita, ata. No estoy sugiriendo que toda artritis tiene una causa de~<br />
moníaca, pero llama la atención la frecuencia con que la artritis está en<br />
realidad asociada a una actitud interna de resentimiento, falta de perdón,<br />
amargura. (En el capítulo 20 daré un sorprendente ejemplo de liberación<br />
de la artritis).<br />
Luego está la tortura mental. Una forma común es el temor de volverse<br />
loco. Me ha sorprendido el número de cristianos que están atormentados<br />
por este miedo. Frecuentemente tienen vergüenza de confesarlo a nadie.<br />
Como la fascinación por hacer el mal, este ataque demoníaco también<br />
puede asumir una forma verbal: Tu tía Luisa acaba de ingresar en un manicomio,<br />
y tu vecino ha sufrido un colapso nervioso. ¡Y tú serás el próximo!<br />
Normalmente este temor es la obra de demonios acusadores que de manera<br />
continua bombardean la mente de la persona.<br />
Otra forma de tortura espiritual es una acusación interna que dice:<br />
Has cometido el pecado imperdonable. Cuando una persona me dice que está<br />
siendo asediada por este pensamiento, siempre contesto: "No pasa de una<br />
acusación de un espíritu de mentira. Si realmente hubieses cometido el pe~<br />
cado imperdonable, estarías tan endurecido que no te importaría. El hecho<br />
de que estás preocupado por ello prueba que no 10 has cometido".<br />
4. Los demonios obligan<br />
Ninguna palabra es más característica de la actividad demoníaca que<br />
el término compulsivo. Detrás de la mayoría de las compulsiones está un<br />
demonio (por ejemplo, fumar de manera compulsiva o el consumo com~<br />
pulsivo de alcoholo de las drogas). Está bien establecido que estas activi~<br />
dades producen una reacción química en el cerebro. Esto abre un sitio de<br />
debilidad en un área muy sensible a través de la cual los demonios pueden<br />
entrar fácilmente.