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128 Echarán Fuera Demonios<br />
padres era muy mala. Les amaba por causa deJesús, pero no podía<br />
tener una actitud civilizada hacia ellos durante más de una hora.<br />
Tras un breve período de tiempo, el odio y la ira afloraban y mi<br />
suplicio se esparcía a todos los que me rodeaban. Intenté suprimir<br />
mis presiones internas, pero éstas se hacían presentes en mi fuerte<br />
deseo por el alcohol y la comida. Yo medía 1,70 m y pesaba 98<br />
kilos.<br />
¿Realmente era salvo? ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! Pasaba horas llorando por<br />
las almas perdidas, memorizando las Escrituras, testificando y en~<br />
señando la Palabra. Lo que era tan trágico era que todavía nadie<br />
nunca me había dicho que la Percepción Extrasensorial, las tablas<br />
Ouija (o güija) y los libros sobre los fenómenos psíquicos me esta~<br />
ban prohibidos como creyente. Por tanto, se lo enseñaba a mi clase<br />
de la Primera Unión de Formación Bautista, suscitando en ellos,<br />
de esta manera, la misma idolatría y brujería que mi abuela había<br />
promovido en mí años antes.<br />
Alabado sea Dios, porque cuando un día le conté a un hermano<br />
creyente acerca de mi percepción extrasensorial, él me dijo que no<br />
me metiera con eso, ya que las Escrituras advertían sobre ello. ¡Ah,<br />
cómo le agradezco a Dios por ese hombre! Su sencilla advertencia<br />
me ayudó a empezar a caminar en el sendero de la liberación.<br />
Queriendo obedecer al Señor, interrumpí todo contacto con el rei~<br />
no satánico. Fue un buen comienzo, pero lo que realmente nece~<br />
sitaba era renunciar por completo a Satanás y la liberación de los<br />
demonios que habían entrado en mí a causa de mi interés por el<br />
ocultismo.<br />
¿Cómo sé que tenía demonios? El día que dejé de flirtear con<br />
Satanás y empecé a obedecer la Palabra, mis problemas y temores<br />
interiores se intensificaron. La ira y el odio empeoraron. Empecé<br />
a tener alucinaciones día y noche que presentaban al Jesús que yo<br />
amaba de una manera muy profana. Aunque estaba felizmente ca~<br />
sado, mi problema con la masturbación era incontrolable. Mi tor~<br />
mento más grande era que yo era un homosexual latente. Nunca<br />
me entregué a ello, aunque tenía que luchar contra ello constante~<br />
mente. Tenía terribles pensamientos acerca de estar con hombres,