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¿Cómo entran los demonios? 109<br />
4. Choque emocional o presión<br />
emocional prolongada<br />
En 1 Pedro 3:6, el apóstol explica que las mujeres cristianas pueden ca~<br />
lificarse de hijas de Sara "si hacéis el bien, y no estáis amedrentadas de ningún<br />
temor". La palabra griega traducida como "temor" tiene un gran abanico de<br />
significados. Un léxico la describe como "cualquier emoción vehemente;<br />
excitación apasionada". Otro la define tanto activamente como "intimida~<br />
ción" o pasivamente como "temor".<br />
Las mujeres frecuentemente, pero no siempre, tienen defensas emocio~<br />
nales más débiles que los hombres. Están especialmente sujetas al temor.<br />
Una mujer por la que he orado me dijo que el espíritu de temor había en~<br />
trado en ella cuando tuvo lugar un aterrorizador accidente de automóvil<br />
justo frente a ella.<br />
Hoy, la amplia cobertura de los medios de comunicación implica que<br />
millones alrededor del mundo son expuestos a incidentes inesperados y<br />
chocantes. Un asesinato brutal o la explosión de un autobús o un edificio<br />
explotando pueden dejar una impresión indeleble no sólo en las víctimas<br />
que sobreviven, sino en todos los hombres, mujeres y niños que ven el ho~<br />
rror una y otra vez en la televisión.<br />
Los hombres, así como las mujeres, están sujetos a muchas otras for~<br />
mas de presión emocional. Tanto los hombres como las mujeres están su~<br />
jetos, por ejemplo, a la excitación apasionada del deseo sexual. El rendirse<br />
de manera inesperada y no premeditada a tal deseo puede con frecuencia<br />
abrir la puerta a un espíritu de lujuria. El entregarse a las fantasías sexuales<br />
o asistir programas pornográficos pueden tener el mismo efecto.<br />
A veces pasa, también, que un niño o una persona joven sometida al<br />
abuso sexual puede de esa forma, sin darse cuenta, abrirse a un espíritu<br />
de lujuria. El demonio no tiene ningún respeto por la "inocencia", sino que<br />
simplemente usa ese momento de debilidad para forzar su camino hacia<br />
dentro. Desde ese momento, el niño o la personajoven están sujetos a pre~<br />
siones de lujuria que no son la expresión de nada en su carácter.<br />
Pero no es sólo un repentino impulso emocional que abre la puerta a<br />
un demonio. Puede ser alguna presión persistente y constante. Un hombre<br />
que sin culpa alguna tiene que pasar muchos meses preocupado sin trabajo