lomas country club - asociacionlomascountry.org

{ }
¿Te has preguntado lo asombroso que puede ser, estar parado en un lugar
que resguarda en sus tierras tantas épocas a la vez? Florencia, “la cuna del
renacimiento” como es llamada por muchos, es un lugar donde la modernidad
converge con lo antiquísimo; y al fin de cuentas lo antiguo es la eterna
modernidad, pues en estas tierras “lo bueno, bello y verdadero” forman
la trilogía perfecta que enmarca esta hermosísima ciudad, misma que
también da pie a su eterno renacer.
15
esta ciudad; y como todo lugar
iluminado tiene sus fragmentos de
oscuridad, mismos que, incluso con
el pasar de los años, se vuelven
más luz que la propia luz; en este
periodo hubo personalidades
insulsas y problemáticas como
lo fue el radical monje Girolamo
Savonarola, quien a pesar
de establecer un periodo de
gran democracia, cometió
muchos crueles asesinatos en el
nombre de la fe; también está
el famoso Nicolás Maquiavelo,
a quien debemos la palabra
maquiavélico, cuyos consejos
para la regeneración de Florencia
bajo un liderazgo fuerte, han sido
con frecuencia vistos como la
legitimación de la conveniencia
política e incluso del abuso de
autoridad. Parte importante del
gran éxito del Renacimiento, tuvo
que ver con una revisión hacia épocas pasadas, para así mejorar en
todos los sentidos; pues, la crisis de la Iglesia Católica, unida a los efectos
catastróficos de la Peste Negra, llevaron a una reevaluación de los
valores medievales, dando como resultado, el desarrollo de una cultura
humanista, estimulada por los trabajos de Petrarca y Boccaccio; estos
hechos, propiciaron una revisión y estudio de la antigüedad clásica, de la
cual surgió el Renacimiento.
EDAD MODERNA: Más adelante, en la Edad Moderna, Florencia sustituyó a
Turín como capital de Italia en 1865, estableciendo el primer parlamento
del país, que fue suplantado por Roma seis años más tarde.
SIGLO XX: Ya acercándonos más a nuestra época, en el siglo XX, primero
se triplicó la población con el aumento del turismo, comercio, servicios
financieros e industria; pero después, a causa de la Segunda Guerra
Mundial (1943-1944) hubo muchas modificaciones, como por ejemplo,
la Piazza del Mercato Vecchio, que fue destruida y renombrada Piazza
Vittorio Emanuele II, entre otras plazas, zonas y monumentos.
Sin embargo, una ciudad capaz de cambiar conforme los tiempos sin
perder su esencia, es aquella que merece ser ovacionada. Hoy en día
Florencia es una de las ciudades más vanguardistas en cuanto a moda
y modernidad sin perder su respeto, admiración y conocimiento por su
belleza de antaño.