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N O T I C I A S
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de Ley (cadena alimentaria e integración
de cooperativas) presentados por el Ministerio
de Agricultura, Alimentación y
Medio Ambiente para reformar el sector
agroalimentario. Los datos facilitados
por el Ministro de Agricultura, Alimentación
y Medio Ambiente, sobre el sistema
agroalimentario, nos muestra que todas
sus fases -producción, transformación,
comercialización y distribución-, representan
casi un 7,8% del PIB, genera casi
1.800.000 puestos de trabajo y supone un
10% del empleo en España. Además, se
trata de un sector que, según sus palabras,
ha incrementado notablemente sus
exportaciones, contribuye a la reducción
del déficit comercial y es muy innovador.
Atendiendo a lo expuesto, el objetivo de
esta norma es lograr que las cooperativas
españolas crezcan en dimensión y
capacidad y sean más competitivas. De
ahí que su desarrollo normativo se centre
en el favorecer su competitividad,
redimensionamiento, modernización e
internacionalización y, de esta manera,
corregir los problemas del sector cooperativo
español, que se caracteriza por su
atomización y en donde en la actualidad
ninguna cooperativa española está entre
las veinticinco más grandes de la Unión
Europea. Hay que tener presente que una
vez aprobado el anteproyecto modificará
la Ley de Cooperativas, de 1999, y en la
Ley sobre régimen fiscal de las Cooperativas,
de 1990, dirigidas a contribuir y facilitar
el desarrollo del sector cooperativo
en España, mediante la ampliación de sus
fines y actividades, lo que supone una revisión
de su regulación básica, tanto de
índole sustantivo como fiscal.
A continuación, D. Victorio Teruel.
Jefe de Área de Gestión de Riesgos Químicos.
Subdirección General de Gestión
de Riesgos Alimentarios. AESAN expuso
la ponencia: Situación actual de la normativa
aplicable a los contenidos de nitratos
en frutas y hortalizas y perspectiva de futuro.
Comentó que los nitratos son compuestos
presentes en el medio ambiente
de forma natural como consecuencia del
ciclo del nitrógeno, pero puede ser alterado
por diversas actividades agrícolas e
industriales. Estos compuestos están ampliamente
distribuidos en los alimentos,
siendo la principal fuente de exposición
humana a nitratos el consumo de verduras
y hortalizas y, en menor medida, el
agua de bebida y otros alimentos. Algunas
especies de vegetales acumulan los
nitratos en sus partes verdes. Por tanto,
los cultivos de hoja como las lechugas y
espinacas generalmente presentan mayores
concentraciones de nitratos. Los nitratos
también son usados en agricultura
como fertilizantes y en el procesado de
alimentos como aditivo alimentario autorizado.
El nitrato en sí es relativamente
poco tóxico. Su toxicidad viene determinada
por su conversión a nitrito. El nitrato
puede transformarse en nitrito por
reducción bacteriana tanto en los alimentos
(durante el procesado y el almacenamiento),
como en el propio organismo (en
la saliva y el tracto gastrointestinal). Los
nitritos en sangre oxidan el hierro de la
hemoglobina produciendo metahemoglobinemia,
incapaz de transportar el oxígeno,
muy frecuente en bebés (“Síndrome
del bebé azul”). Por otro lado, los nitratos
reaccionan con los aminoácidos de los
alimentos en el estómago, produciendo
nitrosaminas y nitrosamidas, sustancias
que han demostrado tener efectos cancerígenos.
Debido a que las condiciones
climáticas tienen una gran influencia en
los niveles de nitrato en determinadas
hortalizas tales como las lechugas y las
espinacas, se han establecido diferentes
contenidos máximos en función de la estación.
Los actuales límites máximos para
nitratos están regulados a nivel comunitario
en el Reglamento 1881/2006 por el
que se fija el contenido máximo de determinados
contaminantes en los productos
alimenticios, en espinacas, lechugas y alimentos
infantiles.
En la tarde del día 9, D. José Francisco
García Quintana, Jefe del Servicio
del Registro de Variedades de la OEVV del
Ministerio de Agricultura, alimentación y
Medio Ambiente expuso la ponencia: Sistemas
de Protección de las obtenciones
vegetales: Internacional, Europea y Española.
El señor García Quintana comentó
que Nunca las semillas ni el sector obtentor
de variedades han tenido la pujanza
que hoy día han alcanzado debido al notable
incremento del uso de nuevas variedades.
La Ley 30/2006 de semillas y plantas
de vivero y de recursos fitogenéticos,
lo describe claramente en su preámbulo
cuando dice que, “el empleo de semillas y
plantas de vivero es un factor básico para
la actividad agraria ya que constituye una
de las inversiones con un efecto multiplicador
más elevado, por su significativa
y positiva incidencia en la capacidad
productiva, resistencia a agentes adversos
y calidad de las cosechas, lográndose
así una transferencia de tecnología de
vanguardia, con la obtención de nuevas
variedades, a los campos de cultivos e
invernaderos”.
La mutua dependencia de obtentores,
agricultores, comerciantes, industrias
EMPRESAS
agroalimentarias, distribuidores y consumidores
hace necesario el establecimiento
de normas para que los derechos y
obligaciones de cada sector queden claramente
definidos. Estas necesidades de los
distintos sectores implicados encontraron
su eco en las Directivas Comunitarias de
catálogo que se han ido incorporando al
derecho positivo de cada uno de los Estados
miembros de la Unión Europea. Como
consecuencia de ello, se creó el Registro
de Variedades Comerciales y el Registro
de Variedades Protegidas en España y, a
nivel comunitario, surgieron los Catálogos
Comunes de Variedades de especies agrícolas
y hortícolas (que es la suma de los
catálogos nacionales) y se creó la Oficina
Comunitaria de Variedades Vegetales que
ha establecido un derecho de propiedad
sobre las nuevas obtenciones vegetales
con ámbito en toda la Unión Europea.
Mientras el Registro de Variedades
Comerciales tiene un triple cometido,
asegurar que las variedades registradas
sean distintas de las demás, mantengan
la homogeneidad en todos sus individuos
y que tales caracteres se mantengan estables
con cada multiplicación o reproducción,
asegurarse que las variedades
conserven sus características específicas
a lo largo de toda su vida útil, y hacer del
registro un requisito previo y obligatorio a
la producción y comercialización de semillas
o plantas de vivero de las variedades
vegetales como modo de asegurar al consumidor-agricultor-viverista
las características
de las variedades y que se mantengan
inalteradas. El Registro de Variedades
Protegidas también tiene una triple función,
dos de ellas coinciden plenamente
con otras dos funciones del Registro de
Variedades Protegidas, nos referimos a
esos tres aspectos de Distinción, Homogeneidad
y Estabilidad y a la necesidad de
conservar inalteradas las características
varietales. Sin embargo la tercera función
difiere completamente de la última función
del Registro de Variedades Comerciales,
aquí la inscripción es puramente
voluntaria y tiene una finalidad desconocida
para el RVC, que consiste en otorgar
o su Titular un monopolio de explotación
exclusivo, un derecho de propiedad limitado
en el tiempo que permita al obtentor
resarcirse de la inversión empleada en la
obtención de una variedad, además de
obtener un rendimiento económico añadido
que le permita seguir invirtiendo en la
obtención de nuevas variedades.
Intervino posteriormente D. Antonio
Villarroel López de la Garma, abogado
y Secretario General de Anove (Asocia-
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