You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
que sus rostros y vestidos brillaron con un fulgor semejante al de la faz y ropa d<strong>el</strong> Señor, a tal grado<br />
que "no podía haber sobre la tierra cosa tan blanca como su blancura".<br />
Por segunda y por tercera vez Jesús se apartó y oró al Padre, y aunque <strong>el</strong> pueblo comprendió <strong>el</strong><br />
significado de su oración, también confesó y testificó que "tan grandes y maravillosas fueron las<br />
palabras de su oración, que no pueden ser escritas, ni tampoco puede <strong>el</strong> hombre proferirlas". El Señor<br />
se regocijó a causa de la fe d<strong>el</strong> pueblo, y dijo a los discípulos: "Jamás he visto fe tan grande entre<br />
todos los judíos; por tanto, no pude mostrarles tan grandes milagros por motivo de su incredulidad. En<br />
verdad os digo que ninguno de <strong>el</strong>los ha visto cosas tan grandes como las que habéis visto vosotros, ni<br />
oído tan grandes cosas como las que habéis oído." Entonces <strong>el</strong> Señor administró la Santa Cena en la<br />
misma manera que <strong>el</strong> día anterior, pero <strong>el</strong> pan, así como <strong>el</strong> vino, fueron provistos sin ayuda humana.<br />
La santidad de la ordenanza quedó expresada en estos términos: "El que come de este pan, come de<br />
mi cuerpo para su alma; y <strong>el</strong> que bebe de este vino, bebe de mi sangre para su alma; y su alma nunca<br />
padecerá hambre ni sed, mas quedará satisfecha."<br />
Siguieron entonces instrucciones concernientes al pueblo d<strong>el</strong> convenio, Isra<strong>el</strong>, d<strong>el</strong> cual los nefitas<br />
eran parte, y la manera en que se r<strong>el</strong>acionarían con las naciones gentiles en <strong>el</strong> futuro desenvolvimiento<br />
de los propósitos divinos. Jesús declaró que El era <strong>el</strong> Profeta cuya venida Moisés predijo, y <strong>el</strong> <strong>Cristo</strong><br />
acerca de quien todos los profetas habían testificado. Además de la supremacía provisional de los<br />
gentiles, mediante la cual se efectuaría un esparcimiento adicional de Isra<strong>el</strong>, se predijo <strong>el</strong> recogimiento<br />
final d<strong>el</strong> pueblo d<strong>el</strong> convenio, y se hicieron frecuentes referencias a las palabras inspiradas de Isaías<br />
sobre <strong>el</strong> asunto.' Se declaró que en un tiempo futuro los descendientes de Lehi caerían en la<br />
incredulidad a causa de sus iniquidades, y que como consecuencia de <strong>el</strong>lo los gentiles llegarían a ser<br />
un pueblo fuerte sobre <strong>el</strong> continente occidental, a pesar d<strong>el</strong> decreto de que esa tierra llegaría a ser la<br />
herencia final de la casa de Isra<strong>el</strong>. Así fue como se predijo <strong>el</strong> establecimiento de la entonces futura y<br />
hoy existente nación norteamericana, a la cual se caracterizó de ser "un pueblo libre". Los propósitos<br />
de Dios en <strong>el</strong>lo quedaron expresados en estas palabras: "Porque en la sabiduría d<strong>el</strong> Padre, deben ser -<br />
establecidos en esta tierra e instituidos como pueblo libre por <strong>el</strong> poder d<strong>el</strong> Padre, para que estas cosas<br />
procedan de <strong>el</strong>los al resto de vuestra posteridad, a fin de que se cumpla la alianza que <strong>el</strong> Padre ha<br />
hecho con su pueblo, oh casa de Isra<strong>el</strong>".<br />
Como indicación de la época en que habría de efectuarse <strong>el</strong> recogimiento de las varías ramas de<br />
Isra<strong>el</strong> de su larga dispersión, <strong>el</strong> Señor señaló la prosperidad de los gentiles en América y la parte que<br />
desempeñarían en llevar las Escrituras al remanente degenerado de la posteridad de Lehi, o sea los<br />
indios americanos. Claramente se explicó que todos los gentiles que quisieran arrepentirse y aceptar<br />
<strong>el</strong> evang<strong>el</strong>io de <strong>Cristo</strong> por medio d<strong>el</strong> bautismo, serían contados entre <strong>el</strong> pueblo d<strong>el</strong> convenio y<br />
disfrutarían de las bendiciones consiguientes a los postreros días, en los cuales se establecería la<br />
Nueva jerusalén sobre <strong>el</strong> continente americano. Jehová resucitado también repitió a su redil nefita la<br />
gozosa noticia d<strong>el</strong> recogimiento de Isra<strong>el</strong>, tal como lo había anunciado previamente por boca de su<br />
profeta Isaías. Amonestándoles que estudiaran las palabras de los proíetas que entonces existían entre<br />
<strong>el</strong>los, y que prestaran atención a las nuevas Escrituras que El les había rev<strong>el</strong>ado, e instruyendo a los<br />
Doce en forma especial que continuaran enseñando al pueblo las cosas que El había explicado, <strong>el</strong><br />
Señor les hizo saber las rev<strong>el</strong>aciones dadas por conducto de Malaquías y mandó que se escribieran.<br />
Las profecías reiteradas por El—fuente de la inspiración mediante la cual Malaquías las profirió—<br />
palpablemente se referían entonces a una época futura, y aún hoy no se han cumplido totalmente. El<br />
advenimiento d<strong>el</strong> Señor, que estas Escrituras testifican, es futuro todavía; pero <strong>el</strong> hecho de que Elias <strong>el</strong><br />
Profeta, que había de venir antes de ese día, ha aparecido para dar cumplimiento a su misión<br />
particular— de hacer volver <strong>el</strong> corazón de los hijos vivientes a sus progenitores muertos, y <strong>el</strong> corazón<br />
de los padres fallecidos a su posteridad que aún estuviese en <strong>el</strong> estado terrenal—atestigua que ese<br />
tiempo, conocido como <strong>el</strong> grande y terrible día d<strong>el</strong> Señor, "está próximo". k<br />
El ministerio personal de <strong>Cristo</strong> durante su segunda visita duró tres días, y en esta ocasión<br />
comunicó al pueblo muchas Escrituras que previamente había dado a los judíos, porque así mandó <strong>el</strong><br />
Padre; y les explicó los propósitos de Dios, desde <strong>el</strong> principio hasta <strong>el</strong> día en que <strong>Cristo</strong> ha de volver<br />
380