03.05.2015 Views

Jesus el Cristo - Cumorah.org

Jesus el Cristo - Cumorah.org

Jesus el Cristo - Cumorah.org

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

everentemente, <strong>Cristo</strong> ascendió a su Padre; y entonces volvió a la tierra para continuar su ministerio<br />

en su estado resucitado.<br />

María Magdalena y las otras mujeres r<strong>el</strong>ataron a los discípulos la maravillosa narración de lo que<br />

había acontecido a cada una de <strong>el</strong>las, pero los hermanos no podían creer lo que decían, y "les parecían<br />

locura las palabras de <strong>el</strong>las, y no las creían". h Después de todo lo que <strong>Cristo</strong> les había enseñado<br />

concerniente a su resurrección de los muertos al tercer día, 1 los apóstoles no eran capaces de aceptar la<br />

realidad de lo ocurrido; en sus pensamientos la resurrección era un acontecimiento misterioso y<br />

remoto, no una posibilidad actual. No existía ni precedente ni analogía para las cosas que estas<br />

mujeres contaban—de que una persona muerta volviese a vivir con un cuerpo de carne y huesos que<br />

pudiera verse y palparse—con excepción de los casos d<strong>el</strong> joven de Naín, la hija de Jairo y <strong>el</strong> querido<br />

Lázaro de Betania; pero en la restauración de éstos a una vida terrenal, y la resurrección rumorada de<br />

Jesús, <strong>el</strong>los veían diferencias esenciales. Una perplejidad profunda y dudas inquietantes reemplazaron,<br />

en este primer día de la semana, la angustia y sensación de pérdida irreparable que caracterizaron sus<br />

pensamientos <strong>el</strong> día de reposo de ayer. Pero mientras los apóstoles vacilaban en creer que <strong>Cristo</strong><br />

realmente había resucitado, las mujeres, menos escépticas y más confiadas, lo sabían; porque no sólo<br />

lo vieron, sino oyeron su voz, y algunas le habían tocado los pies.<br />

FRAUDULENTA CONSPIRACIÓN SACERDOTA.<br />

Cuando los guardas romanos se hubieron recobrado lo suficiente de su temor para huir<br />

precipitadamente d<strong>el</strong> sepulcro, fueron a los principales sacerdotes, bajo cuyas órdenes Pilato los había<br />

puesto, e informaron de los acontecimientos sobrenaturales que habían presenciado. Estos jerarcas<br />

eran saduceos, y uno de los rasgos distintivos de su partido o secta consistía en negar que era posible<br />

la resurrección de los muertos. Se convocó una sesión d<strong>el</strong> Sanedrín, y se dio consideración al<br />

inquietante informe de los guardas. Con <strong>el</strong> mismo espíritu con que habían procurado matar a Lázaro, a<br />

fin de sofocar <strong>el</strong> interés popular manifestado en <strong>el</strong> milagro de su restauración a la vida, estos<br />

engañadores sacerdotales ahora conspiraron para desacreditar la verdad de la resurrección de <strong>Cristo</strong><br />

sobornando a los soldados para que mintiesen. Se les aconsejó que dijeran: "Sus discípulos vinieron de<br />

noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos", ofreciéndoles mucho dinero si esparcían esta<br />

mentira. Los soldados aceptaron la tentadora proposición e hicieron lo que les fue mandado, ya que<br />

este paso les parecía la mejor manera de salir de una situación crítica. En caso de que los declarasen<br />

culpables de dormirse en sus puestos, serían ejecutados en <strong>el</strong> acto; 1 pero los judíos los alentaron con<br />

esta promesa: "Si esto lo oyere <strong>el</strong> gobernador, nosotros le persuadiremos, y os pondremos a salvo." Se<br />

debe tener presente que se puso a los soldados a las órdenes de los principales sacerdotes, y se supone,<br />

por tanto, que no estaban obligados a informar los detalles de sus hechos a las autoridades romanas.<br />

El cronista agrega que hasta <strong>el</strong> día en que él estaba escribiendo, se había extendido entre los judíos<br />

la calumnia de que los discípulos habían sacado d<strong>el</strong> sepulcro <strong>el</strong> cuerpo de <strong>Cristo</strong>. La totalmente<br />

insostenible posición de la falsa comunicación es palpable. Si todos los soldados se durmieron —<br />

ocurrencia sumamente improbable en vista de que esta negligencia constituía una ofensa capital—<br />

¿cómo les fue posible saber que alguien se había acercado al sepulcro? Y con mayor particularidad,<br />

¿cómo podían comprobar su declaración, aun cuando hubiese sido cierto que <strong>el</strong> cuerpo fue hurtado, y<br />

los discípulos habían sido los ladrones? Fueron los principales sacerdotes y ancianos d<strong>el</strong> pueblo los<br />

que inventaron la falsa noticia. Sin embargo, no todos los d<strong>el</strong> círculo sacerdotal participaron en <strong>el</strong> acto.<br />

Algunos que quizá habían sido discípulos secretos de Jesús antes de su muerte, ya no tuvieron temor<br />

de identificarse manifiestamente con la Iglesia, después de quedar completamente convertidos con la<br />

evidencia de la resurrección d<strong>el</strong> Señor. Leemos que pocos meses después "muchos de los sacerdotes<br />

obedecían a la fe".<br />

357

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!