You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
principales de hecho y de ley. Para una consideración más extensa referimos al lector a los<br />
siguientes tratados: Life and Times of Jesús the Messiah, por Edersheim; Life of our Lord, por<br />
Andrews; Jesús before Caiaphas and Pilate, por Dupin; Criminal Jurisprudence of the Ancient<br />
Hebrews, por Mend<strong>el</strong>sohn; Institutions of Moses, por Salvador; The Triol of Jesús Christ, por Innes;<br />
Sanhedrin, por Maimonides; Jesús befare the Sanhedrin, por M. M. Lemann; Criminal Code of the<br />
Jews, por Benny; The Triol of Jesús from a Lawyer's Standpoint, por Walter M. Chandler, de la Barra<br />
de Nueva York. Esta obra se compone de dos tomos que tratan respectivamente "El Juicio Hebreo" y<br />
"El JUÍCÍO Romano", y contiene citas de las obras anteriores y de muchas otras<br />
Edersheim (tomo 2, págs. 556-558) sostiene que la comparecencia nocturna de Jesús en la casa de<br />
Caifas no constituyó un juicio ante <strong>el</strong> Sanedrín, y llama la atención a las irregularidades e ilegalidades<br />
d<strong>el</strong> proceso como evidencia de que <strong>el</strong> Sanedrín no pudo haber hecho lo que se llevó a cabo esa noche.<br />
Citando extensamente a fin de corroborar los requisitos legales especificados, <strong>el</strong> autor dice: "Por otra<br />
parte, <strong>el</strong> juicio y sentencia de Jesús en <strong>el</strong> palacio de Caifas habría violado todo principio de las leyes y<br />
procesos criminales de los judíos. Únicamente en la sala acostumbrada de reuniones d<strong>el</strong> Sanedrín<br />
podían juzgarse tales causas y pronunciarse la pena capital, no en <strong>el</strong> palacio d<strong>el</strong> sumo sacerdote, como<br />
sucedió en este caso; ningún proceso, mucho menos uno de esta naturaleza, podía iniciarse durante la<br />
noche, ni aun al atardecer; pero en caso de que la discusión hubiera durado todo <strong>el</strong> día, se podía dictar<br />
la sentencia en la noche. Además no podía haber ningún enjuiciamento en día de reposo o en un día<br />
festivo, ni aun en vísperas de estos días, aunque no por <strong>el</strong>lo se habrían abrogado los pasos dados; por<br />
otra parte podrá argúirse que <strong>el</strong> enjuiciamiento de uno que había incitado al pueblo debía verificarse,<br />
incluso la imposición de la sentencia, preferentemente en días de fiesta públicos, para que sirviera de<br />
advertencia a todos. Por último, cuando se trataba de una ofensa capital, existía un sistema muy<br />
complejo para advertir y prevenir a los testigos; pero puede afirmarse con seguridad que en un juicio<br />
oficial, los jueces judíos por predispuestos que estuviesen, no habrían actuado como los miembros d<strong>el</strong><br />
Sanedrín y Caifas lo hicieron en esta ocasión. . . Pero aun cuando <strong>el</strong> Sanedrín no juzgó y sentenció a<br />
<strong>Cristo</strong> en una reunión formal, no puede haber duda, desgraciadamente, de que su condenación y<br />
muerte fueron obra, si no d<strong>el</strong> Sanedrín entonces de los miembros d<strong>el</strong> mismo, es decir, d<strong>el</strong> cuerpo<br />
entero ('todo <strong>el</strong> concilio'), porque expresaron <strong>el</strong> criterio y propósito de todo <strong>el</strong> concilio supremo y<br />
gobernantes de Isra<strong>el</strong>, salvo contadas excepciones. Tengamos presente que la resolución de sacrificar a<br />
<strong>Cristo</strong> se había decretado desde hacía ya algún tiempo."<br />
Citamos lo anterior para mostrar, de acuerdo con autoridades reconocidas y eminentes, algunas de<br />
las ilegalidades d<strong>el</strong> juicio nocturno de Jesús, <strong>el</strong> cual, como se acaba de indicar—y así lo hace constar<br />
la narración bíblica—fue obra d<strong>el</strong> sumo sacerdote y "<strong>el</strong> concilio" o Sanedrín, de un modo<br />
palpablemente irregular a ilícito. Si los miembros d<strong>el</strong> concilio juzgaron y condenaron, no estando en<br />
sesión en calidad de Sanedrín, la atrocidad d<strong>el</strong> acto cobra un aspecto aún más insidioso y tenebroso.<br />
En la exc<strong>el</strong>ente obra de Chandler, (tomo I, "El Juicio Hebreo") se examina minuciosamente <strong>el</strong><br />
expediente de los hechos r<strong>el</strong>acionados con la causa así como la ley criminal hebrea correspondiente.<br />
Sigue entonces un extenso "Memorial", en <strong>el</strong> cual se exponen por orden los siguientes puntos:<br />
"Punto primero: El arresto de Jesús fue ilegal, porque se efectuó de noche, y por medio de a<br />
traición de Judas, un compice. Ambos hechos estaban expresamente prohibidos en la ley judía de esa<br />
época.<br />
"Punto segundo: La audiencia privada de Jesús ante Anas o Caifas fue ilegal, porque: (1) Se llevó<br />
a cabo de noche: (2) estaba expresamente prohibido <strong>el</strong> examen de cualquier causa por 'un solo juez';<br />
(3) come lo dice Salvador: 'Uno de los principios que perpetuamente se reproducen en las escrituras<br />
hebreas se refiere a las dos condiciones de publicidad y libertad.<br />
"Punto tercero: La acusación presentada contra Jesús fue ilegal en cuanto a forma. 'Todo <strong>el</strong><br />
sistema procesal d<strong>el</strong> código mosaico en materia criminal se basa en cuatro reglas: Certeza en cuanto a<br />
la acusación; publicidad en la discusión; completa libertad concedida al acusado; y protección de todo<br />
p<strong>el</strong>igro o errores de testimonio.'—Salvador, pág. 365. 'El Sanedrín ni originaba ni podía originar los<br />
337