03.05.2015 Views

Jesus el Cristo - Cumorah.org

Jesus el Cristo - Cumorah.org

Jesus el Cristo - Cumorah.org

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ey se presentaría en persona, cada cual tuvo que estar debidamente vestido. Sin embargo, <strong>el</strong> que no<br />

estaba preparado había entrado por otra parte en alguna forma, y en vista de que se había introducido<br />

sin pasar por los que estaban cuidando la puerta, era de aqu<strong>el</strong>los a quienes <strong>el</strong> Señor previamente tildó<br />

de ladrones y robadores, porque, no habiendo entrado por la puerta, había subido por otra parte. 7 El rey<br />

dio la orden, y sus ministros ataron al ofensor y lo echaron d<strong>el</strong> palacio a las tinieblas de afuera donde<br />

la angustia d<strong>el</strong> remordimiento provoca <strong>el</strong> llanto y <strong>el</strong> crujir de dientes.<br />

En calidad de resumen y epílogo de las tres grandes parábolas que constituyen esta serie, <strong>el</strong> Señor<br />

pronunció estas palabras de importancia solemne: "Porque muchos son llamados y pocos escogidos." 3<br />

Cada una de las parábolas contiene su propio tesoro de sabiduría, y las tres unánimemente declaran la<br />

gran verdad de que aun los hijos d<strong>el</strong> convenio serán rechazados a menos que se hagan merecedores de<br />

su título, obrando piadosamente; y que por otra parte, se abrirán las puertas d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o a los paganos y<br />

pecadores, si por medio d<strong>el</strong> arrepentimiento y obediencia a las leyes y ordenanzas d<strong>el</strong> evang<strong>el</strong>io<br />

merecen la salvación.<br />

La historia de la fiesta de bodas d<strong>el</strong> rey fue la última de las parábolas que nuestro Señor pronunció<br />

públicamente a un grupo mixto. Dirigió otras dos a los apóstoles mientras solemnemente conversaba<br />

con <strong>el</strong>los sentado sobre <strong>el</strong> Monte de los Olivos después de la conclusión de su ministerio público.<br />

NOTAS AL CAPITULO 30.<br />

1. La higuera.—"La higuera es sumamente común en Palestina (Deut. 8:8). Su fruto es un<br />

alimento bien conocido y altamente estimado. En <strong>el</strong> Oriente se producen tres variedades: (1)<br />

El higo tempranero que se madura como a fines de junio; (2) <strong>el</strong> higo veraniego que se madura en<br />

agosto; (3) <strong>el</strong> higo de invierno, más grande y obscuro que <strong>el</strong> segundo, permanece en <strong>el</strong> árbol y se<br />

madura ya tarde, aun después que se han caído las hojas, y ocasionalmente se recoge en la primavera.<br />

La flor de la higuera se encuentra dentro d<strong>el</strong> receptáculo o fruta así llamada; no se ve<br />

exteriormente, y la fruta empieza a desarrollarse antes que las hojas. De manera que en esta<br />

higuera, cubierta de hojas antes de su tiempo normal, uno naturalmente esperaría hallar alguna fruta<br />

(Marc. 11:13); sin embargo, sólo estaba aparentando."—Comparable Bible Dictionary por Smith.<br />

2. Los dos hijos de la parábola.—Aunque esta exc<strong>el</strong>ente parábola fue dirigida particularmente a<br />

los principales sacerdotes, escribas y ancianos que se presentaron hostilmente para exigir a<br />

<strong>Cristo</strong> las credenciales de su autoridad, la lección que contiene es de aplicación<br />

universal. Los dos hijos viven aún en todo grupo humano, uno de <strong>el</strong>los haciendo alarde de su<br />

pecado, <strong>el</strong> otro un fingidor hipócrita. Jesús no encomió la áspera respuesta d<strong>el</strong> primer hijo, cuyos<br />

servicios <strong>el</strong> padre solicitó con toda justicia; fue su arrepentimiento subsiguiente, acompañado de las<br />

obras, lo que lo hizo superior a su hermano que prometió ir de buena gana, pero no cumplió. Hay<br />

muchos en la actualidad que se jactan de no tener r<strong>el</strong>igión y nunca aparentan una vida piadosa. Esta<br />

franqueza no mitigará sus pecados; simplemente indica que en tre sus numerosas ofensas no figura<br />

cierto género de hipocresía. Sin embargo, <strong>el</strong> hecho de que un hombre sea inocente de cierto<br />

vicio, digamos de la borrachera, en ninguna manera disminuye la medida de su culpabilidad si es<br />

mentiroso, ladrón, adúltero o asesino. Los dos hijos de que habla la parábola eran pecadores; pero<br />

uno se volvió de sus malos caminos que hasta entonces había recorrido con notoriedad<br />

patente, mientras <strong>el</strong> otro continuó sus hechos tenebrosos de pecado que intentó cubrir con un<br />

manto de hipocresía. Nadie piense que porque se embriaga en una cantina pública ya por eso es<br />

menos borracho que aqu<strong>el</strong> que ingiere la "bebida infernal" en secreto; y éste no solamente es borracho<br />

sino hipócrita. El único contraveneno salvador para estos pecados, así como para todos los<br />

demás, es <strong>el</strong> arrepentimiento sincero.<br />

3. Isra<strong>el</strong> es representado por la viña y las vides.—Los judíos no pudieron menos que percibir<br />

la forma tan apta en que nuestro Señor representó a Isra<strong>el</strong> valiéndose de la viña, pues para<br />

285

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!