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Jesus el Cristo - Cumorah.org

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que nosotros llamaríamos una carta poder, para actuar en <strong>el</strong> nombre de su amo. Fue llamado a cuentas<br />

porque las nuevas de su despilfarro y descuido habían llegado a oídos de su señor. El mayordomo no<br />

negó sus faltas, por lo que en seguida se le avisó que sería destituido. Sabiendo que necesitaría un<br />

tiempo considerable para preparar sus cuentas y disponerlas a fin de entregar la mayordomía a su<br />

sucesor, determinó utilizar <strong>el</strong> intervalo, durante <strong>el</strong> cual todavía retendría su autoridad, para sus propios<br />

fines hasta donde le fuera posible, aún cuando significaría mayor perjuicio para los intereses de su<br />

amo. Consideró la situación de dependen-cía en la que en breve se hallaría. Debido a sus derroches y<br />

extravangancias no había ahorrado nada de sus utilidades; había desperdiciado sus propios bienes así<br />

como los de su señor. Le pareció que no estaba capacitado para un arduo trabajo manual; y le daría<br />

vergüenza pedir limosna, especialmente en la comunidad donde había gastado con prodigalidad y era<br />

conocido como persona de influencia. Con la mira de comprometer a otros, a fin de que cuando fuese<br />

despedido pudiera ap<strong>el</strong>ar a <strong>el</strong>los más eficazmente, llamó a los deudores de su señor y los autorizó para<br />

que cambiaran sus bonos, cuentas o pagarés en tal forma que indicaran una cantidad grandemente<br />

reducida. No cabe duda que estos hechos fueron injustos; defraudó a su patrón y enriqueció a los deudores<br />

por medio de quienes esperaba beneficiarse. A la mayor parte de nosotros causa sorpresa leer<br />

que <strong>el</strong> amo, al enterarse de lo que su previsor, pero a la vez egoísta e ímprobo mayordomo había<br />

hecho, condonó la ofensa y aun encomió su prevención, o "por haber hecho sagazmente" como<br />

leemos.<br />

Al indicar la lección moral de la parábola, Jesús dijo: 1 "Porque los hijos de este siglo son más<br />

sagaces en <strong>el</strong> trato con sus semejantes que los hijos de luz. Y yo os digo: Ganad amigos por medio de<br />

las rijuezas injustas para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas." El propósito de<br />

nuestro Señor fue mostrar <strong>el</strong> contraste entre <strong>el</strong> cuidado, consideración y devoción de los hombres que<br />

se ocupan en los asuntos económicos de la tierra, y los esfuerzos desganados de muchos que declaran<br />

estar buscando las riquezas espirituales. Los hombres de pensamientos mundanos no se olvidan de<br />

providenciar para sus años futuros, y frecuentemente los hallamos impíamente ansiosos de acumular<br />

bienes en abundancia; por otea parte, los "hijos de luz", o sea aqu<strong>el</strong>los que creen que las riquezas<br />

espirituales son superiores a todas las posesiones terrenales, son menos enérgicos, prudentes o sagaces.<br />

Las "riquezas injustas" nos dan a entender la riqueza material o las cosas mundanas. Aunque<br />

muy inferior a los tesoros c<strong>el</strong>estiales, <strong>el</strong> dinero o las cosas que representa pueden ser los medios para<br />

efectuar cosas buenas y ad<strong>el</strong>antar los propósitos de Dios. La amonestación de nuestro Señor fue que<br />

utilicemos en buenas obras las riquezas, mientras duren, porque algún día faltarán, y lo único que<br />

perdurará serán los resultados logrados mediante su uso. u Si <strong>el</strong> mayordomo infi<strong>el</strong>, al ser echado de la<br />

casa de su amo por motivo de su indignidad, tenía esperanza de ser recibido en los hogares de aqu<strong>el</strong>los<br />

que él había favorecido, ¡con cuánta mayor confianza pueden esperar ser recibidos en las mansiones<br />

eternas de Dios aqu<strong>el</strong>los que sinceramente se dedican a las cosas buenas! Esto es lo que parece ser<br />

parte de la lección.<br />

Sin embargo, lo que se alabó no fue la falta de honradez d<strong>el</strong> mayordomo, sino su prudencia y<br />

previsión; pues aunque abusó de los bienes de su amo, dio alivio a los deudores, y en esto no excedió<br />

sus facultades legales, porque todavía era <strong>el</strong> mayordomo, aun cuando moralmente culpable de malversación.<br />

La lección puede sintetizarse en esta forma: Emplead vuestras riquezas de tal manera que os<br />

logre amigos en la otra vida. Sed diligentes; porque pronto pasará <strong>el</strong> día en que podéis usar vuestras<br />

riquezas terrenales. Aprended aun de las personas fraudulentas y malvadas, pues si tienen la sagacidad<br />

suficiente para proveerse de lo necesario para <strong>el</strong> único futuro que conocen, ¡cuánto más debéis<br />

vosotros, que creéis en un futuro eterno, preveniros para éll Si no habéis aprendido a ser sabios y<br />

prudentes en <strong>el</strong> uso de las "riquezas injustas", ¿cómo se os pueden confiar las riquezas más duraderas?<br />

¿Si no habéis aprendido a emplear debidamente los bienes de otro, que se os han confiado en calidad<br />

de mayordomos,¿cómo esperáis lograr <strong>el</strong> éxito en <strong>el</strong> manejo de riquezas de gran valor, si os las<br />

entregaran para que fuesen vuestras? Seguid <strong>el</strong> ejemplo d<strong>el</strong> mayordomo infi<strong>el</strong> y los amantes de.<br />

tesoros, no en lo que respecta a su falta de honradez, codicia y avarienta acumulación de valores, que<br />

cuando mucho no son sino transitorios; pero sí su c<strong>el</strong>o, previsión y preparativos para lo futuro.<br />

Además, no permitáis que las riquezas os gobiernen; conservadlas en su categoría de sirviente, pues<br />

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