03.05.2015 Views

Jesus el Cristo - Cumorah.org

Jesus el Cristo - Cumorah.org

Jesus el Cristo - Cumorah.org

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Jesucristo, los élderes que vayan a efectuar la ordenanza deberán solicitar la fe de todos los creyentes<br />

presentes, indicando que se ejercite en bien d<strong>el</strong> enfermo. Al tratarse de niños pequeños y personas<br />

inconscientes, es palpablemente inútil requerir de <strong>el</strong>los una manifestación activa de la fe; de modo que<br />

tanto más se necesita la fe sostenedora de sus parientes y amigos.<br />

2. El poder que se desarrolla mediante la oración y <strong>el</strong> ayuno.— Las palabras d<strong>el</strong> Salvador<br />

referentes al espíritu inmundo que los apóstoles no pudieron sujetar—"pero este género no<br />

sale sino con oración y ayuno"—indica una graduación en la malignidad y poder inicuo de los<br />

demonios, así como en los resultados de los varios grados de fe. Los apóstoles que fracasaron<br />

en la ocasión de referencia habían echado fuera demonios en otros casos. El ayuno, llevado a cabo<br />

con prudencia y acompañado de la oración sincera, conduce <strong>el</strong> desarrollo de la fe con su poder<br />

consiguiente para hacer <strong>el</strong> bien. Provechosamente podemos hacer una aplicación individual de este<br />

principio: ¿Tenéis alguna debilidad hostigadora, algún vicio pecaminoso que en vano habéis tratado de<br />

vencer? Igual que <strong>el</strong> demonio inmundo que <strong>el</strong> <strong>Cristo</strong> increpó en <strong>el</strong> joven, vuestro pecado podría ser de<br />

esa clase que únicamente por medio de la oración y <strong>el</strong> ayuno puede salir.<br />

3. Nada le es imposible a la fe.—Muchas personas han impug nado la verdad literal de la<br />

declaración d<strong>el</strong> Señor, de que mediante la fe es posible quitar las montañas de su lugar. Claro está,<br />

desde luego, que tendría que haber un propósito concordante con <strong>el</strong> pensamiento y plan divinos, a fin<br />

de que pudiera ejercerse, en primer lugar, la fe para efectuar tal empresa. Ninguna posibilidad existe<br />

de obrar un milagro como éste, o cualquier otro, para satisfacer un anh<strong>el</strong>o curioso, ni para<br />

ostentar, o buscar un beneficio personal o satisfacción egoísta. <strong>Cristo</strong> nunca efectuó ningún milagro<br />

para tal objeto; persisten temente se negó a mostrar señales a los que no buscaban otra cosa. Pero<br />

negar la posibilidad de que una montaña pueda ser quitada de su lugar por medio de la fe, en<br />

condiciones que convirtieran <strong>el</strong> acto en aceptable ante Dios, es impugnar su palabra, no sólo en cuanto<br />

a esta posibilidad particular, sino en la afirmación general de que "nada le será imposible" al que<br />

tenga la fe adecuada para lograr <strong>el</strong> fin deseado. Es digno de notarse, sin embargo, que los judíos<br />

de la época de <strong>Cristo</strong>, así como de días subsiguientes, frecuentemente empleaban la frase "quitar<br />

montañas" como expresión figurada para dar a entender la resolución de dificultades. De acuerdo<br />

con Lightfoot y otras autoridades, <strong>el</strong> hombre que podía resolver problemas complicados, o que poseía<br />

alguna facultad particular para debatir o pers picacia para juzgar, era conocido como "movedor de<br />

montañas".<br />

4. El tributo d<strong>el</strong> templo.—Se desprende, por la especificación de "didracma" (di, dos, y<br />

dracma) mencionada en <strong>el</strong> texto, que <strong>el</strong> dinero d<strong>el</strong> impuesto a que se hace referencia era una<br />

contribución judía para <strong>el</strong> templo, y no un tributo recaudado por <strong>el</strong> gobierno romano. La didracma<br />

equivalía a medio sicío, calculado "conforme al siclo d<strong>el</strong> santuario", cantidad fija que anualmente<br />

debía pagar todo varón "de veinte años arriba", con la estipulación de que "ni <strong>el</strong> rico aumentará, ni <strong>el</strong><br />

pobre disminuirá d<strong>el</strong> medio siclo" (Éxodo 30:13-15). Si hubiera sido una contribución impuesta por<br />

las autoridades políticas, no se habría llamado didracma. Además, si <strong>el</strong> cobrador que interrogó a<br />

Pedro hubiera sido uno de los publícanos oficiales, probablemente le habría exigido <strong>el</strong> impuesto más<br />

bien que preguntarle si <strong>el</strong> Maestro iba a ser uno de los contribuidores.<br />

Una de las muchas humillaciones que tuvieron que soportar Jos judíos en años posteriores, tras la<br />

destrucción d<strong>el</strong> templo, fue <strong>el</strong> pago compulsivo a los romanos de lo que había sido su impuesto para<br />

<strong>el</strong> templo, y que éstos instituyeron para la conservación d<strong>el</strong> templo pagano de Júpiter Capitolino. Dice<br />

Josefo (Wars of ihe ]ews, vii, 6:6), refiriéndose al emperador Vespasiano: "Que también les impuso un<br />

tributo, dondequiera que estuviesen, y mandó que cada uno de <strong>el</strong>los enviase dos dracmas anualmente<br />

al capitolio, tal como acostumbraban pagarlas al templo de Jerusalén."<br />

5. Talentos y denarios.—Es palpable que al fijar en diez mil talentos la cantidad de la deuda que<br />

se debía al rey, y en cien denarios la que debía <strong>el</strong> consiervo, <strong>el</strong> Señor tenía por objeto presentar<br />

un ejemplo de gran disparidad y un contraste disimilar. Las cantidades en sí mismas no tienen gran<br />

significado en lo que respecta a la narración. No nos es declarada la clase o variedad de talento; había<br />

talentos áticos y talentos hebreos de plata y oro, cuyo valor era distinto. En uno de los comentarios<br />

214

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!