You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
uscaban <strong>el</strong> honor d<strong>el</strong> servicio verdadero en la causa de Dios.<br />
Se había estado refiriendo a la autoridad que le había sido ot<strong>org</strong>ada para hacer juicio; ahora les<br />
explicó que no pensaran que El los iba a acusar d<strong>el</strong>ante d<strong>el</strong> Padre; uno menor que El los acusaría, es<br />
decir, Moisés, otro de sus testigos en quien aparentaban tener tanta confianza, y al cual todos<br />
afirmaban creer. Y haciéndoles sentir <strong>el</strong> efecto completo de su vehemente impugnación, <strong>el</strong> Señor<br />
concluyó: "Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero si no creéis<br />
a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?"<br />
Tales fueron las instrucciones iluminantes, mezcladas con ferviente denunciación, que estos<br />
hombres suscitaron por medio de su fútil tentativa de declarar culpable a Jesús de profanar <strong>el</strong> día de<br />
reposo. No fue sino una de muchas maquinaciones impías con las cuales conspiraron resu<strong>el</strong>tamente,<br />
intentando tildar con <strong>el</strong> estigma de profanador d<strong>el</strong> día de reposo, e imponer <strong>el</strong> castigo correspondiente,<br />
a Aqu<strong>el</strong> que había decretado <strong>el</strong> día de reposo, y que en verdad y efectivamente era su único Señor.<br />
SE ACUSA A IOS DISCÍPULOS DE VIOLAR EL DÍA DE REPOSO.<br />
Podemos considerar provechosamente, en r<strong>el</strong>ación con lo anterior, otros ejemplos de buenas obras<br />
que efectuó nuestro Señor en <strong>el</strong> día de reposo, y podemos hacerlo sin apartamos indebidamente d<strong>el</strong><br />
orden cronológico de los acontecimientos. Nuevamente hallamos a Jesús en Galilea, aunque si fue<br />
antes o después de su visita a Jerusalén al tiempo de la fiesta desconocida, cuando efectuó <strong>el</strong> milagro<br />
en <strong>el</strong> estanque de Betesda, poco importa. Cierto día de reposo pasaban El y sus discípulos por un<br />
sembrado," y teniendo hambre, éstos empezaron a arrancar algunas de las espigas más maduras y,<br />
frotándolas para desgranarlas, empezaron a comer. El hecho estaba desprovisto de todo <strong>el</strong>emento de<br />
hurto, pues la ley mosaica disponía que al pasar por la viña o sembrado de otra persona, uno podía<br />
arrancar uvas o maíz para satisfacer <strong>el</strong> hambre; pero estaba prohibido usar la hoz en <strong>el</strong> campo o<br />
llevarse las uvas en un cesto. El permiso disponía únicamente para <strong>el</strong> alivio de una necesidad<br />
momentánea.<br />
Cuando los discípulos se valieron de este privilegio legítimo, los espiaron los fariseos, quienes<br />
inmediatamente fueron al Maestro y dijeron: "He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en<br />
<strong>el</strong> día de reposo." Los acusadores indudablemente estaban pensando en <strong>el</strong> decreto rabínico de que <strong>el</strong><br />
frotar la espiga entre las manos era una forma de trillar, y soplar la paja constituía una forma de<br />
aventar; y no era lícito trillar o aventar <strong>el</strong> día de reposo. Por cierto, algunos ilustres rabinos sostenían<br />
que era pecado andar sobre <strong>el</strong> césped <strong>el</strong> día de reposo, en vista de que <strong>el</strong> césped podría estar dando<br />
semilla, y pisar las semillas sería igual que trillar <strong>el</strong> grano.<br />
Jesús defendió a los discípulos citando un precedente de mucho mayor importancia, aplicable al<br />
caso. El ejemplo fue <strong>el</strong> de David, que con una compañía pequeña de hombres había pedido pan al<br />
sacerdote Ahimilec, porque tenían hambre e iban huyendo. El sacerdote no tenía sino <strong>el</strong> pan consagrado,<br />
los panes de la proposición que se colocaban en <strong>el</strong> santuario de cuando en cuando, y de los<br />
cuales nadie podía comer sino los sacerdotes. En vista de la situación de necesidad apremiante, <strong>el</strong><br />
sacerdote había dado los panes de la proposición a estos hombres. 1 Jesús también hizo recordar a los<br />
fariseos críticos que los sacerdotes d<strong>el</strong> templo solían trabajar mucho en <strong>el</strong> día de reposo degollando las<br />
víctimas para los sacrificios y atendiendo a los servicios generales d<strong>el</strong> altar, y sin embargo, no eran<br />
culpados por motivo de los requerimientos más importantes de la adoración que exigían tales obras; y<br />
entonces añadió con énfasis solemne: "Pues os digo que uno mayor que <strong>el</strong> templo está aquí." También<br />
citó la palabra de Dios hablada por Oseas: "Misericordia quiero, y no sacrificio"; 7 al mismo tiempo<br />
reprendió su ignorancia y su c<strong>el</strong>o impío diciéndoles que si hubiesen entendido <strong>el</strong> significado de esa<br />
escritura, no habrían condenado a los que eran sin culpa. Era menester recordar que "<strong>el</strong> día de reposo<br />
fue hecho por causa d<strong>el</strong> hombre, y no <strong>el</strong> nombre por causa d<strong>el</strong> día de reposo".<br />
A este reproche siguió la afirmación de su supremacía personal: "Por tanto, <strong>el</strong> Hijo d<strong>el</strong> Hombre es<br />
119