1939 Segunda Acta de Fundacion

a lo divino y se ha esforzado con éxito por una gran intimidad con Cristo y por un amor
filial a Dios Padre.
(...) Ella puede y debe ser también fin parcial orgánico de nuestra labor apostólica. Esto
corresponde a toda la historia de nuestra Familia. Su prueba es José Engling.
Corresponde al anhelo de nuestro corazón, pues de lo que abunda el corazón habla la
boca, y lo que se ha experimentado y vivido en uno mismo se desea comunicar a otros.
Corresponde al hecho de que el hombre moderno se deja captar por lo sensible. Dios
sale al encuentro en la imagen de María.
(...) Nuestro poder en blanco encierra una proclamación renovada, clara e irrevocable de
este apostolado mariano. Nosotros nos entregamos enteramente a la MTA y a su obra.
Esto debe encendernos en amor por su obra y movernos a encender a otros en un cálido
entusiasmo por Ella. (...) El corazón de María nos ofrece mayor protección que
cualquier otro lugar. Cuando hay verdadero amor no existen dificultades en hallar
medios y caminos para ganar siempre más personas que se entreguen y sirvan a María.
Nuestra preocupación por propagar la devoción mariana es un fin parcial orgánico de la
misión de nuestra Familia. La vinculación a Ella es un camino orgánico y no un fin
último de nuestras aspiraciones. Es un medio valioso para estampar en el mundo la faz
de Cristo.
(...)Sin embargo, con esto, no está totalmente definido el carácter mariano de nuestra
Familia. Ella es también método pastoral y pedagógico. Es el punto de convergencia de
lo natural con lo sobrenatural. Es la encarnación de la unión armónica entre naturaleza y
gracia, garantía de una pedagogía y ascética orgánica.(...) Nuestro poder en blanco en
cierra en sí una renovada y consciente afirmación del pensar orgánico. Nos obliga no
sólo a una entrega total a María, sino también a su obra. Y a Schoenstatt pertenece la
doctrina del organismo. Una devoción mariana esclarecida y profunda, impulsa a un
pensar y actuar orgánicos.
(...)Aceptamos la tarea de ayudar a salvar: la polaridad entre personalidad y comunidad,
entre libertad ordenada y obediencia libre. Pensamos en la sana valentía cristiana y en
una poderosa autonomía, en un desinteresado y heroico espíritu de servicio, en el
espíritu de Inmaculada y en el amor por la verdad. En la lucha por la paz y al amor a
Dios. En una palabra, en el nuevo tipo de hombre, el santo moderno de la vida diaria,
como Dios lo pide en las circunstancias actuales y lo presenta como ejemplo en José
Engling.
3) Colocar nuevamente en primer término las contribuciones al capital de
gracias de nuestra Madre Tres veces Admirable.
Ha estado presente desde los inicios de nuestra Historia en toda la labor fructífera de
Schoenstatt. Ha llegado a ser expresión de la entrega total a nuestra Madre de
Schoenstatt y a su obra. Ha llegado a ser medida para la fidelidad y disponibilidad
eficaz de cada miembro de la Familia. Por el poder en blanco le devolvemos al capital
de gracias la importancia que tuvo en la lucha y aspiraciones de José Engling. (...) El
florecimiento de un reino depende de la fidelidad a las fuerzas fundamentales que lo
forjaron en sus comienzos. La existencia de nuestra Familia se la debemos a las
contribuciones al capital de gracias. Con las contribuciones al capital de gracias surge o
decae la Familia y su fecundidad. A eso se añade el hecho de que viene un tiempo en
que las contribuciones al capital de gracias pueden ser, no sólo el apostolado mariano
6