APROXIMACIONES A LA OBRA LITERARIA DE JIMÉNEZ URE
«[…] URE, además de ser ese preocupado intelectual, el temido polemista, es también el creador de una mitología curiosísima que, entre la propuesta por un BORGES o CIORAN, tiende a asustar a los espíritus débiles, a los terroristas de tertulia y a cuantos estólidos pululan en nuestros ambientes literarios […]»
(Fernando BÁEZ)
«[…] URE, además de ser ese preocupado intelectual, el temido polemista, es también el creador de una mitología curiosísima que, entre la propuesta por un BORGES o CIORAN, tiende a asustar a los espíritus débiles, a los terroristas de tertulia y a cuantos estólidos pululan en nuestros ambientes literarios […]»
(Fernando BÁEZ)
Tomando como imagen inicial una hermosa tradición de Los Andes Venezolanos, el «Día de Reyes», JIMÉNEZ URE construye un cuento donde se manifiestan plenamente las cualidades que animan y fundan su prosa: su simultaneidad de tiempos y espacios reales y míticos, ambigüedad en la atmósfera. El «Niño Jesús» es buscado. Alguien pinta la escena. Un escritor libra una batalla con un niño que desea asesinarlo. ¿Quién busca a quién, quién ha matado al otro? El hacedor de ficciones no nos permitirá estar seguros de nada: nos ha tentado a seguir el viaje y debemos echar de nuevo las cartas, soltarnos como sonámbulos detrás de la noche, encender lámparas en busca del niño: padecer el insomnio de la una vida que nunca fue real sino en el momento en que, fuera de lugar, la imaginamos. Cuatro libros de relatos (Espectros, 1976; Acertijos, 1979; Inmaculado, 1982; Suicidios, 1982), una novela corta titulada Lucífugo (1982) y otra en preparación integran el importante y poético mundo narrativo de Alberto JIMÉNEZ URE: un escritor nacido en Tía Juana, Estado Zulia, en 1952, a quien admiro desde hace veinte años y cuyos textos releo con devoción,
desde que los descubrí una tarde calurosa de Octubre en que inicié la nostalgia de un descubrimiento siempre maravillosamente aplazado, siempre comenzando. Nunca he cesado de girar en busca de un niño que mueve sus brazos intentando apresar la hojilla con la que yo inútilmente trataré de matarlo a él, antes de que los dos seamos buscados por una turba que tocará a las puertas, con encendidas lámparas, tratando de saber quién ha perdido a un niño, quién lo halló, quién lo busca. Recientemente cayó entre mis manos otro libro poseedor de un signo inequívoco. Sí. La misma procedencia. Un libro titulado simplemente Lucífugo. En él me hundí unas horas, seis días, diez meses, veinte años. Cuando terminé de leer me di cuenta que no había comenzado aún: estaba en una calle, la calle donde comienza la narración, atrapado en la misma vereda poblada de cardones que se transforman en pájaros. Pero ellos aún no partían del sitio donde yo continuaba leyendo, sin advertir que habían transcurrido ocho años y que era Octubre de 1991. Pero en mi cuarto, como en la calle, habitaban los pájaros: no cruzaban el espacio, no salían. Oía su canto. Estuve
- Page 18 and 19: nacionalismos, hasta cierta conduct
- Page 20 and 21: la Creación Artística, otros a pa
- Page 22 and 23: producen cosas nuevas. El culto a l
- Page 24 and 25: nuestros intelectuales con argument
- Page 27 and 28: -III- INMACULADO DE JIMÉNEZ URE (M
- Page 29 and 30: portador de una representación, si
- Page 31 and 32: pero concebible. Es en este sentido
- Page 33 and 34: fuera locamente, la coherencia de s
- Page 35 and 36: un mínimo de amor, sigue aquí su
- Page 37 and 38: -IV- ALBERTO JIMÉNEZ URE: TEMÁTIC
- Page 39 and 40: propensión del lector: cuando dice
- Page 41 and 42: sibilina de la Creación, mechado c
- Page 43 and 44: En un tiempo virtual más cercano,
- Page 45 and 46: Gustavonovof a «Yo», el narrador,
- Page 47 and 48: habla suave, tierna, de los chileno
- Page 49 and 50: plena calle con o contra una mujer
- Page 51: ealidad. Y corrobora la insurgencia
- Page 54 and 55: (Universidad de Los Andes, 1982) es
- Page 56 and 57: creador. Así lo podemos observar e
- Page 58 and 59: Vacas Gordas (Monte Ávila Editores
- Page 61 and 62: -VI- LA NARRATIVA DE JIMÉNEZ URE O
- Page 63 and 64: huía y regresaba bajo el relieve d
- Page 65 and 66: hay la persuasión que exige el art
- Page 67: «mundo real» a reinventarse media
- Page 71 and 72: -VII- FACIA O LA OBSESIÓN POR EL R
- Page 73 and 74: manera impecable, sin cortes brusco
- Page 75 and 76: -VIII- ALBERTO JIMÉNEZ URE: LA POE
- Page 77 and 78: -IX- TRASNOCHOS (POEMAS, 1979-1986)
- Page 79 and 80: poemas de Trasnochos reflejan el pe
- Page 81: transcribo: «[…] Amo la contamin
- Page 84 and 85: sede de Los Bomberos hasta La Hechi
- Page 86 and 87: una cualidad más abominable que la
- Page 88 and 89: -Mi literatura no es para niños. P
- Page 90 and 91: «bucólicos». Lo «conjetural» f
- Page 93 and 94: LOS «PENSAMIENTOS DISPERSOS» DE J
- Page 95 and 96: esquemas a la hora de la verdad y m
- Page 97: supersticiones y el crimen cuando n
- Page 100 and 101: filosóficas, estableciéndose una
- Page 102 and 103: Evidentemente, estas ideas desperta
- Page 105 and 106: -XIII- SOBRE PENSAMIENTOS DISPERSOS
- Page 107 and 108: ideas de este escritor es posible e
- Page 109 and 110: de un Zeus. Ellos se ufanan de cont
- Page 111 and 112: SUMARIO PRESENTACIÓN P/03 -I- ACER
- Page 113: P/99 -XIII- SOBRE PENSAMIENTOS DISP
Tomando como imagen inicial una hermosa<br />
tradición de Los Andes Venezolanos, el «Día de<br />
Reyes», <strong>JIMÉNEZ</strong> <strong>URE</strong> construye un cuento<br />
donde se manifiestan plenamente las<br />
cualidades que animan y fundan su prosa: su<br />
simultaneidad de tiempos y espacios reales y<br />
míticos, ambigüedad en la atmósfera. El «Niño<br />
Jesús» es buscado. Alguien pinta la escena. Un<br />
escritor libra una batalla con un niño que desea<br />
asesinarlo. ¿Quién busca a quién, quién ha<br />
matado al otro? El hacedor de ficciones no nos<br />
permitirá estar seguros de nada: nos ha tentado<br />
a seguir el viaje y debemos echar de nuevo las<br />
cartas, soltarnos como sonámbulos detrás de la<br />
noche, encender lámparas en busca del niño:<br />
padecer el insomnio de la una vida que nunca<br />
fue real sino en el momento en que, fuera de<br />
lugar, la imaginamos.<br />
Cuatro libros de relatos (Espectros, 1976;<br />
Acertijos, 1979; Inmaculado, 1982; Suicidios,<br />
1982), una novela corta titulada Lucífugo (1982)<br />
y otra en preparación integran el importante y<br />
poético mundo narrativo de Alberto <strong>JIMÉNEZ</strong><br />
<strong>URE</strong>: un escritor nacido en Tía Juana, Estado<br />
Zulia, en 1952, a quien admiro desde hace<br />
veinte años y cuyos textos releo con devoción,