La crisis mundial y sus impactos polÃticos en América del Sur - CEFIR
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<strong>La</strong> <strong>crisis</strong> <strong>mundial</strong> y <strong>sus</strong> <strong>impactos</strong> políticos <strong>en</strong> América <strong>del</strong> <strong>Sur</strong> 57<br />
rias y aun dictatoriales, <strong>en</strong> contraposición con un des<strong>en</strong>canto más o m<strong>en</strong>os instalado<br />
respecto a las valoraciones sobre la democracia. <strong>La</strong> relación democracia vs. autoritarismo-militarismo<br />
arrojaba una evolución sorpr<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> especial si se ti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>en</strong><br />
cu<strong>en</strong>ta las valoraciones que proyectaban estas comparaciones a la salida de las dictaduras<br />
de la seguridad nacional (cotejo sin duda bastante improced<strong>en</strong>te desde el punto<br />
de vista teórico y argum<strong>en</strong>tal). Un 53% de los <strong>en</strong>cuestados manifestaba <strong>en</strong> 2008<br />
que no le importaría el carácter «no democrático» de un gobierno si este resolvía<br />
los problemas económicos. Este guarismo debía conceptuarse como grave habida<br />
cu<strong>en</strong>ta de que se producía luego de un lustro de continuo y fuerte crecimi<strong>en</strong>to económico,<br />
con mejoría g<strong>en</strong>eral de indicadores sociales y bajo el liderazgo de regím<strong>en</strong>es<br />
democráticos. De todos modos, <strong>en</strong> el contin<strong>en</strong>te permanecían de acuerdo al <strong>La</strong>tinobarómetro<br />
2008 otras hipótesis de tolerancia respecto a gobiernos autoritarios y aun<br />
militaristas, las sociedades se mostraban más proclives a def<strong>en</strong>der los valores de la<br />
seguridad y <strong>del</strong> ord<strong>en</strong> sobre los de la libertad (t<strong>en</strong>sión histórica que aparece desbalanceada<br />
<strong>en</strong> el contin<strong>en</strong>te ante los cuadros de inseguridad y viol<strong>en</strong>tismos desatados<br />
<strong>en</strong> los últimos tiempos).<br />
Los grados de satisfacción o insatisfacción con relación al funcionami<strong>en</strong>to de las instituciones<br />
revelaban también contrastes significativos. Un 57% de los <strong>en</strong>cuestados acompañaba<br />
la aseveración de que «no puede haber democracia sin Congreso nacional», al<br />
tiempo que un 32% manifestaba confianza <strong>en</strong> la acción <strong>del</strong> Parlam<strong>en</strong>to, 5% más que <strong>en</strong><br />
1996 pero sobre todo 15% más que <strong>en</strong> el 2003, cuando se registró el mínimo histórico<br />
<strong>del</strong> período (17%). Sin embargo, si bi<strong>en</strong> un 56% se manifestaba de acuerdo con la idea<br />
que «no puede haber democracia sin partidos», sólo un 30% evaluaba positivam<strong>en</strong>te<br />
su trabajo y ap<strong>en</strong>as un 21% expresaba confianza <strong>en</strong> ellos, ap<strong>en</strong>as un 1% más que <strong>en</strong><br />
1996 pero también casi el doble <strong>del</strong> 2003, año que <strong>en</strong> el marco de la última <strong>crisis</strong> y de la<br />
recesión se llegó al mínimo de confianza <strong>en</strong> el período (11%).<br />
En lo que refiere a la int<strong>en</strong>ción o prop<strong>en</strong>sión a votar, es de destacar que no se<br />
detectaban <strong>en</strong> el Informe 2008 desc<strong>en</strong>sos o variaciones preocupantes <strong>en</strong> cuanto a<br />
la expectativa que g<strong>en</strong>eran las elecciones <strong>en</strong> tanto instancia de cambio <strong>en</strong> el rumbo<br />
de los gobiernos y de <strong>sus</strong> políticas públicas. Si bi<strong>en</strong> el 59% de los <strong>en</strong>cuestados<br />
coincidía <strong>en</strong> que «lo más efectivo para cambiar las cosas es votar», la población se<br />
dividía por mitades <strong>en</strong> la respuesta sobre si votaría por un partido o no. De todos<br />
modos, la participación política por la vía de los partidos y las elecciones superaba<br />
muy claram<strong>en</strong>te al reducido porc<strong>en</strong>taje de los <strong>en</strong>cuestados (16%) que señalaba que<br />
«lo más efectivo para cambiar las cosas es participar <strong>en</strong> movimi<strong>en</strong>tos de protesta».<br />
<strong>La</strong> pregunta acerca de cuánto podría impactar la <strong>crisis</strong> (ya vista como inmin<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> <strong>sus</strong> <strong>impactos</strong> sobre el contin<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el 2008) <strong>en</strong> las evaluaciones de los latinoamericanos<br />
sobre la política <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral y sobre la visión acerca de la democracia<br />
<strong>en</strong> particular, constituyó uno de los c<strong>en</strong>tros de análisis de la «sinóptica política»<br />
cont<strong>en</strong>ida <strong>en</strong> el Informe 2008 y cuya autoría pert<strong>en</strong>eció a Daniel Zovatto, miembro