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La crisis mundial y sus impactos políticos en América del Sur - CEFIR

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<strong>La</strong> <strong>crisis</strong> <strong>mundial</strong> y <strong>sus</strong> <strong>impactos</strong> políticos <strong>en</strong> América <strong>del</strong> <strong>Sur</strong> 31<br />

medir la corrupción. 16 Este magro desempeño <strong>en</strong> materia de transpar<strong>en</strong>cia pública y<br />

gestión democrática ha conspirado, sin duda, contra la credibilidad y legitimidad de<br />

las instituciones políticas, lo cual a corto o mediano plazo puede redundar <strong>en</strong> <strong>crisis</strong><br />

institucionales. Por otra parte, la g<strong>en</strong>eralización de una cultura de corrupción afecta<br />

al funcionami<strong>en</strong>to de la economía, <strong>en</strong> tanto los ag<strong>en</strong>tes económicos requier<strong>en</strong> parámetros<br />

claros, reglas inequívocas y estables para operar (invertir, producir y comerciar)<br />

<strong>en</strong> el mercado, con niveles mínimos de previsibilidad. Finalm<strong>en</strong>te, la corrupción<br />

política y, más <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, la falta de respeto por la legalidad vig<strong>en</strong>te, ambi<strong>en</strong>tan<br />

la aparición de la viol<strong>en</strong>cia social, lo que termina alim<strong>en</strong>tando un círculo vicioso de<br />

inestabilidad y fragilidad democrática. Y todo ello termina afectando la vig<strong>en</strong>cia efectiva<br />

de los derechos humanos, no sólo de los civiles y políticos sino <strong>en</strong> particular de<br />

los económicos, sociales y culturales.<br />

Si como se ha señalado, la expansión de la democracia <strong>en</strong> el contin<strong>en</strong>te constituye<br />

un signo al<strong>en</strong>tador de los tiempos que corr<strong>en</strong>, el panorama político más actual<br />

no está pues libre de señales preocupantes y, <strong>en</strong> algunos casos, auténticam<strong>en</strong>te<br />

alarmantes. <strong>La</strong>s diversas <strong>crisis</strong> que han atravesado varios países de la región <strong>en</strong> los<br />

últimos años, los avances aún insufici<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> materia social, los f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os de corrupción<br />

y la inseguridad física que afecta a importantes segm<strong>en</strong>tos de la población<br />

<strong>en</strong> las grandes metrópolis y <strong>en</strong> las áreas rurales, los cuadros de polarización política<br />

y social, la dificultad <strong>en</strong> algunos casos creci<strong>en</strong>te por vislumbrar y concretar un futuro<br />

mejor para nuestros países <strong>en</strong> lo que hace a su inserción competitiva <strong>en</strong> los nuevos<br />

contextos internacionales, la persist<strong>en</strong>cia de países con evid<strong>en</strong>tes síntomas de «malestar»<br />

con la política, dibujan un esc<strong>en</strong>ario <strong>en</strong> el que la afirmación de la democracia<br />

resulta una tarea de primer ord<strong>en</strong>, fa<strong>en</strong>a por otra parte inacabada e inacabable.<br />

En el Informe <strong>del</strong> PNUD <strong>del</strong> 2004 titulado <strong>La</strong> democracia <strong>en</strong> América <strong>La</strong>tina, <strong>en</strong>tre<br />

otros datos extraordinariam<strong>en</strong>te preocupantes, resulta imposible omitir la m<strong>en</strong>ción<br />

de algunos: «<strong>en</strong> el año 2003, vivían <strong>en</strong> la pobreza 225 millones de latinoamericanos,<br />

es decir el 43,9%, de los cuales 100 millones eran indig<strong>en</strong>tes (19,4%)»; «El 10% más<br />

rico de la población percibe 30 veces el ingreso <strong>del</strong> más pobre», lo que convertía a<br />

América <strong>La</strong>tina <strong>en</strong> el contin<strong>en</strong>te más desigual <strong>del</strong> planeta. Por su parte, <strong>en</strong> el citado<br />

informe también se m<strong>en</strong>cionaba esta t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de opinión pública:<br />

En 2002 el 57% de las ciudadanas y los ciudadanos de América <strong>La</strong>tina prefería la democracia<br />

respecto a cualquier otro régim<strong>en</strong>. Sin embargo, de los que dic<strong>en</strong> preferir la democracia<br />

a otros regím<strong>en</strong>es, un 48,1% prefiere el desarrollo económico a la democracia y<br />

un 44,9% apoyaría un gobierno autoritario si éste resolviera los problemas económicos<br />

de su país (PNUD Encuesta, elaboración propia con base <strong>en</strong> <strong>La</strong>tinobarómetro 2002). 17<br />

16 Cfr. al respecto las mediciones de los últimos años de Transpar<strong>en</strong>cy Internacional.<br />

17 PNUD, <strong>La</strong> democracia <strong>en</strong> América <strong>La</strong>tina. Hacia una democracia de ciudadanas y ciudadanos, Bu<strong>en</strong>os Aires,<br />

PNUD, 2004, 288 pp. Ver también PNUD, <strong>La</strong> democracia <strong>en</strong> América <strong>La</strong>tina. Hacia una democracia de<br />

ciudadanas y ciudadanos. Contribuciones para el debate, Bu<strong>en</strong>os Aires, PNUD, 2004.

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