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La crisis mundial y sus impactos políticos en América del Sur - CEFIR

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<strong>La</strong> <strong>crisis</strong> <strong>mundial</strong> y <strong>sus</strong> <strong>impactos</strong> políticos <strong>en</strong> América <strong>del</strong> <strong>Sur</strong> 17<br />

ciertas etnias y los pobres. Este sistema legal truncado g<strong>en</strong>era lo que se ha llamado<br />

una ciudadanía de baja int<strong>en</strong>sidad. <br />

Por definición, toda construcción democrática resulta inacabada e inacabable,<br />

vive <strong>en</strong> el cambio y a través <strong>del</strong> cambio. Democratizar la democracia constituye una<br />

tarea compleja, que con seguridad demandará <strong>en</strong> el corto plazo reformas políticas,<br />

institucionales, electorales y sociales, pero que también deberá <strong>en</strong>fatizar <strong>en</strong> las dim<strong>en</strong>siones<br />

<strong>del</strong> poder tal como este se ejerce a difer<strong>en</strong>tes niveles de la sociedad, <strong>en</strong><br />

la educación <strong>en</strong> principios democráticos de la ciudadanía, así como <strong>en</strong> la reafirmación<br />

y r<strong>en</strong>ovación de aspectos <strong>sus</strong>tantivos de la cultura política. En otras palabras,<br />

a contramano de algunas propuestas simplistas, las demandas no se agotan <strong>en</strong> la<br />

apelación —a m<strong>en</strong>udo retórica y sin correspond<strong>en</strong>cia efectiva <strong>en</strong> la realidad— a<br />

mayores cauces de participación social, como vía de configuración de una «democracia<br />

participativa» que t<strong>en</strong>dería paulatinam<strong>en</strong>te a <strong>sus</strong>tituir a la «democracia<br />

repres<strong>en</strong>tativa» clásica, <strong>en</strong> una lógica de alternativa rígida sin posibilidades de síntesis<br />

superadoras. Por cierto que también se necesitan cambios estructurales más<br />

profundos y concretos, d<strong>en</strong>tro de los cuales resulta imprescindible incluir propuestas<br />

(específicas y no meram<strong>en</strong>te <strong>en</strong>unciativas) sobre cómo implem<strong>en</strong>tar una democracia<br />

inclusiva que a la vez pueda ser más efectivam<strong>en</strong>te participativa y mejorar de<br />

modo simultáneo su calidad de repres<strong>en</strong>tación.<br />

Como es sabido, los debates académicos e ideológicos acerca de las definiciones<br />

y cont<strong>en</strong>idos de la democracia, además de eternos, viv<strong>en</strong> <strong>en</strong> estos tiempos una<br />

coyuntura especialm<strong>en</strong>te agitada. Hoy <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tamos un nuevo problema que ha<br />

dado <strong>en</strong> calificarse como el de la «confusión democrática»: bajo el rótulo prestigioso<br />

e incontrastable de la democracia se «hac<strong>en</strong> pasar» cont<strong>en</strong>idos y prácticas muy<br />

poco democráticos, lo que redobla la exig<strong>en</strong>cia de una mirada rigurosa y at<strong>en</strong>ta,<br />

lejana por igual de la autocomplac<strong>en</strong>cia conformista como <strong>del</strong> atajo catastrofista o<br />

la simple estafa retórica.<br />

T<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta las dificultades y la indeseabilidad de cualquier posición absolutista<br />

<strong>en</strong> sociedades democráticas, a la hora de respetar la heterog<strong>en</strong>eidad interna<br />

que marcan las complejas y plurales sociedades de la América <strong>La</strong>tina contemporánea,<br />

no podemos aspirar a respuestas concluy<strong>en</strong>tes ni mucho m<strong>en</strong>os a recetas aplicables<br />

a tan distintos contextos. Lo que sí podemos promover es la r<strong>en</strong>ovación de espacios<br />

de discusión político-intelectual de proyección efectivam<strong>en</strong>te regional, <strong>en</strong> los que,<br />

<strong>en</strong>tre otras cuestiones, sea posible debatir de manera consist<strong>en</strong>te y sin «dobleces»<br />

sobre ciertos «filtros conceptuales» inclaudicables para la calificación de una democracia<br />

g<strong>en</strong>uina, para precisar qué pert<strong>en</strong>ece o no al ámbito de la política democrática,<br />

qué significa o no ser un ciudadano, cómo incorporar las dim<strong>en</strong>siones comunitarias y<br />

<br />

PNUD, <strong>La</strong> democracia <strong>en</strong> América <strong>La</strong>tina. Hacia una democracia de ciudadanas y ciudadanos, Montevideo,<br />

PNUD, 2004, p. 63.

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