migración y derechos humanos - Observatorio de Migraciones
migración y derechos humanos - Observatorio de Migraciones
migración y derechos humanos - Observatorio de Migraciones
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Migración y <strong><strong>de</strong>rechos</strong> <strong>humanos</strong>: elementos para el <strong>de</strong>bate<br />
se fundamenta en la igualdad y la libertad, tal como<br />
lo establece el Artículo 1 <strong>de</strong> la Declaración Universal<br />
cuando establece que “todos los seres <strong>humanos</strong> nacen<br />
libres e iguales en dignidad y <strong><strong>de</strong>rechos</strong>”.<br />
Marshall y Bottomore (1998, p.22) aclaran que los<br />
tres elementos <strong>de</strong> la ciudadanía, civil, política y social,<br />
en un inicio “tres hilos <strong>de</strong> la misma hebra”, se<br />
entremezclaban porque había instituciones y mecanismos<br />
que, en cierta medida los hacían vigentes y<br />
viables, pero que con el correr <strong>de</strong>l tiempo se separaron<br />
rompiéndose su relación. Hasta el punto que se<br />
pue<strong>de</strong> asignar el período formativo <strong>de</strong> los <strong><strong>de</strong>rechos</strong><br />
relacionados con dichos elementos a un siglo distinto:<br />
los <strong><strong>de</strong>rechos</strong> civiles al siglo XVIII, los políticos al XIX y<br />
los sociales al XX, tal como ya lo hemos señalado.<br />
Este <strong>de</strong>bate se agudiza cuando incluimos en la reflexión<br />
otro tipo <strong>de</strong> <strong><strong>de</strong>rechos</strong>, en particular los conocidos<br />
como <strong>de</strong> tercera generación y logrados durante<br />
la segunda mitad <strong>de</strong>l siglo XX. Se trata <strong>de</strong> los <strong><strong>de</strong>rechos</strong><br />
no <strong>de</strong> los individuos sino <strong>de</strong> colectivida<strong>de</strong>s o<br />
grupos <strong>humanos</strong>, como los <strong><strong>de</strong>rechos</strong> a la auto<strong>de</strong>terminación<br />
<strong>de</strong> los pueblos, el <strong>de</strong>recho a la paz, al medio<br />
ambiente, al <strong>de</strong>sarrollo, incluso los <strong><strong>de</strong>rechos</strong> <strong>de</strong><br />
gran<strong>de</strong>s sectores discriminados y que han sido reconocidos<br />
en tratados internacionales como los <strong><strong>de</strong>rechos</strong><br />
<strong>de</strong> las minorías étnicas, los <strong><strong>de</strong>rechos</strong> <strong>de</strong> la mujer<br />
(más allá <strong>de</strong> sus <strong><strong>de</strong>rechos</strong> civiles y políticos), los<br />
<strong><strong>de</strong>rechos</strong> <strong>de</strong> la niñez y <strong>de</strong> los jóvenes. Y esta inclusión<br />
tiene sentido. ¿Pue<strong>de</strong> la mujer o una minoría<br />
étnica hablar <strong>de</strong> ciudadanía plena si es discriminada?<br />
¿Es posible tener calidad <strong>de</strong> vida si es ciudadano<br />
<strong>de</strong> “segunda categoría” al no serle reconocidos a<br />
plenitud todos sus <strong><strong>de</strong>rechos</strong>?<br />
Actualmente se habla <strong>de</strong> los <strong><strong>de</strong>rechos</strong> <strong>de</strong> “cuarta<br />
generación” relativos a la bioética. Incluso hay autores<br />
(BORJA, Jordi, 2003) que plantean, en el contexto<br />
actual, una nueva ampliación y a la vez precisión <strong>de</strong><br />
<strong><strong>de</strong>rechos</strong> <strong>de</strong> la ciudadanía, entre otros: <strong>de</strong>recho a la<br />
i<strong>de</strong>ntidad colectiva <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la ciudad, <strong>de</strong>recho al<br />
espacio público, <strong>de</strong>recho al acceso y uso <strong>de</strong> las tecnologías<br />
<strong>de</strong> la información y comunicación, <strong>de</strong>recho<br />
a la justicia local, y en particular el <strong>de</strong>recho a la ciudad<br />
o sea el <strong>de</strong>recho a ejercer el conjunto <strong>de</strong> liberta<strong>de</strong>s<br />
urbanas. Y un migrante que también construye<br />
ciudad, <strong>de</strong>be ejercer las liberta<strong>de</strong>s urbanas y el <strong>de</strong>recho<br />
a la ciudad. De lo contrario se estaría legitimando<br />
la jerarquización perversa <strong>de</strong> ciudadanos <strong>de</strong> primera,<br />
segunda o tercera categoría.<br />
Ese entramado <strong>de</strong> <strong><strong>de</strong>rechos</strong> aparece en la formación<br />
<strong>de</strong> la ciudadanía como una conquista y muestra un<br />
complejo proceso: la necesidad <strong>de</strong> evi<strong>de</strong>nciar unos<br />
<strong><strong>de</strong>rechos</strong> que van surgiendo como legítimos pero que<br />
a la vez son negados a muchos pobladores, lo que<br />
lleva a pensar que el objetivo <strong>de</strong> la luchas sociales y<br />
políticas es convertir a los excluidos y discriminados<br />
en ciudadanos, mediante nuevas legislaciones y tratados,<br />
instituciones y mecanismos <strong>de</strong> diverso or<strong>de</strong>n,<br />
pero ante todo a través <strong>de</strong> la intensa movilización y<br />
participación ciudadana. Y los migrantes, ciudadanos<br />
<strong>de</strong>l mundo, no son una excepción como ya lo hemos<br />
planteado; y mas aún, son el centro <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate <strong>de</strong> los<br />
<strong><strong>de</strong>rechos</strong> <strong>humanos</strong> en un contexto <strong>de</strong> globalización y<br />
relaciones internacionales. Los nuevos excluidos<br />
transnacionales, los in<strong>de</strong>seables en los territorios <strong>de</strong>l<br />
progreso, los objetos <strong>de</strong> discriminación y <strong>de</strong>sposeídos<br />
<strong>de</strong> sus <strong><strong>de</strong>rechos</strong> son ingentes masas <strong>de</strong> migrantes<br />
que no pudieron realizar en sus propios países los<br />
sueños <strong>de</strong> futuro y han buscado al menos poner en<br />
marcha sus proyectos <strong>de</strong> vida parciales en países<br />
don<strong>de</strong> aun no los consi<strong>de</strong>ran sujetos <strong>de</strong> plenos <strong>de</strong><br />
<strong><strong>de</strong>rechos</strong>.<br />
Como bien lo narra Oscar Gómez, “Los migrantes tienen<br />
que batallar para no ser explotados, discriminados,<br />
ni victimizados por re<strong>de</strong>s criminales, o por la intolerancia<br />
o la violencia xenófoba; el camino <strong>de</strong> la<br />
aceptación está lleno <strong>de</strong> múltiples obstáculos, es un<br />
viaje sin muchas alternativas: triunfas o pier<strong>de</strong>s.<br />
“Triunfas” a un costo enorme en todos los aspectos<br />
<strong>de</strong> la vida, don<strong>de</strong> las privaciones y las restricciones<br />
<strong>de</strong> todo or<strong>de</strong>n se imponen con el propósito <strong>de</strong> ser<br />
aceptado e “integrado”; o “pier<strong>de</strong>s” al ser expulsado,<br />
<strong>de</strong>portado o “retornado <strong>de</strong> manera voluntaria”,<br />
al no lograr la adaptación, o el “reconocimiento” para<br />
sentirse ciudadano <strong>de</strong> esa otra sociedad a la cual<br />
viajó con tantas ilusiones y esfuerzos” (GÓMEZ,<br />
2008).<br />
En la actualidad la tensión en los estados mo<strong>de</strong>rnos,<br />
en un ambiente creciente <strong>de</strong> movilidad humana<br />
12 DIÁLOGOS MIGRANTES