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migración y derechos humanos - Observatorio de Migraciones

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Migración y <strong><strong>de</strong>rechos</strong> <strong>humanos</strong>: elementos para el <strong>de</strong>bate<br />

asociación, reunión, participación electoral, sufragio<br />

universal), propios <strong>de</strong> la concepción liberal. En un segundo<br />

momento se integran los <strong><strong>de</strong>rechos</strong> <strong>de</strong> segunda<br />

generación, los <strong><strong>de</strong>rechos</strong> sociales y económicos<br />

conquistados por los trabajadores en el siglo XX (<strong><strong>de</strong>rechos</strong><br />

laborales, a la seguridad social, a la educación,<br />

a la garantía <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> existencia y <strong>de</strong><br />

bienestar) y que fueron puestos en marcha por los<br />

estados <strong>de</strong> bienestar.<br />

Este tipo <strong>de</strong> ciudadanía poco a poco se trasladó a<br />

América Latina durante el surgimiento <strong>de</strong> las repúblicas<br />

in<strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong>l colonialismo español y portugués.<br />

Fue una pieza clave en las lucha emancipadoras,<br />

pero su ejercicio en el siglo XIX fue bastante<br />

limitado así tuviera la intención <strong>de</strong> integrar a negros,<br />

indígenas y mulatos en el nuevo or<strong>de</strong>n republicano.<br />

Los indígenas no eran ciudadanos sino menores <strong>de</strong><br />

edad. Los negros eran aun esclavos o recién manumisos<br />

sin po<strong>de</strong>r acce<strong>de</strong>r a los <strong><strong>de</strong>rechos</strong> ciudadanos.<br />

Poco a poco en el siglo XX la ciudadanía se abre paso<br />

y es sólo a fines <strong>de</strong>l siglo que se activa como fuerza<br />

política en el continente.<br />

Estos dos conjuntos <strong>de</strong> <strong><strong>de</strong>rechos</strong>, los <strong>de</strong> primera y<br />

segunda generación, que componen el núcleo <strong>de</strong>l<br />

concepto <strong>de</strong> ciudadanía presentan una tensión. Los<br />

<strong><strong>de</strong>rechos</strong> <strong>de</strong> primera generación –civiles y políticos–<br />

exigen, para su plena realización un Estado mínimo,<br />

un Estado regulador que permita y facilite la expansión<br />

<strong>de</strong> las liberta<strong>de</strong>s. Mientras los <strong><strong>de</strong>rechos</strong> <strong>de</strong> segunda<br />

generación –<strong><strong>de</strong>rechos</strong> sociales y económicos–<br />

<strong>de</strong>mandan, por su parte, una presencia más fuerte<br />

<strong>de</strong>l Estado para ser realizados, Estado que se concretizó<br />

en el siglo XX en los diferentes estados <strong>de</strong> bienestar.<br />

Esta tensión ha conducido en la época actual<br />

a un <strong>de</strong>bate sobre si los <strong><strong>de</strong>rechos</strong> <strong>de</strong> segunda generación<br />

son o no constitutivos <strong>de</strong> la ciudadanía.<br />

Quienes se oponen al Estado como garante <strong>de</strong> los<br />

<strong><strong>de</strong>rechos</strong> sociales y plantean que es el mercado el<br />

que genera las condiciones para su realización, consi<strong>de</strong>ran<br />

que estos <strong><strong>de</strong>rechos</strong> no constituyen parte<br />

esencial <strong>de</strong> la ciudadanía, sino que están supeditados<br />

a la expansión <strong>de</strong> las liberta<strong>de</strong>s, en particular<br />

<strong>de</strong>l libre mercado, y al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia<br />

representativa. Es la tesis neoliberal. Ella olvida, por<br />

un lado, que el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l mercado y la <strong>de</strong>mocracia<br />

formal no genera <strong>de</strong> por sí las condiciones estructurales<br />

para garantizar los medios <strong>de</strong> existencia y <strong>de</strong><br />

bienestar, sino en la medida en que haya: 1) mecanismos<br />

<strong>de</strong> redistribución <strong>de</strong> las riquezas, y, 2) altos<br />

niveles <strong>de</strong> participación política y social <strong>de</strong> la ciudadanía<br />

en el diseño <strong>de</strong> las políticas públicas sociales.<br />

Por otro lado, <strong>de</strong>sconoce que: 1) la ciudadanía es un<br />

concepto que se analiza en una perspectiva histórica<br />

y política, esto es, es un concepto que se ha venido<br />

construyendo en el <strong>de</strong>venir <strong>de</strong> las dinámicas sociales<br />

y en el proceso <strong>de</strong> empo<strong>de</strong>ramiento <strong>de</strong> diversos actores<br />

que han sido excluidos <strong>de</strong>l ejercicio pleno <strong>de</strong> su<br />

ciudadanía y 2) los <strong><strong>de</strong>rechos</strong> tienen un carácter <strong>de</strong><br />

integralidad. No existen <strong><strong>de</strong>rechos</strong> <strong>de</strong> primera categoría<br />

y otros <strong><strong>de</strong>rechos</strong> <strong>de</strong> segunda o tercera categoría.<br />

El surgimiento histórico <strong>de</strong> los <strong><strong>de</strong>rechos</strong> <strong>de</strong> primera<br />

generación no los clasifica como los primogénitos<br />

únicos here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> la dignidad humana. Los <strong><strong>de</strong>rechos</strong><br />

<strong>humanos</strong> son integrales porque la dignidad humana<br />

se concreta en el respeto a sus liberta<strong>de</strong>s y en<br />

la existencia <strong>de</strong> condiciones a<strong>de</strong>cuadas <strong>de</strong> carácter<br />

socioeconómico, cultural y ambiental.<br />

En efecto, la comunidad internacional y sobre todo la<br />

jurispru<strong>de</strong>ncia mo<strong>de</strong>rna han ratificado en varias oportunida<strong>de</strong>s,<br />

como principio rector <strong>de</strong> los <strong><strong>de</strong>rechos</strong> <strong>humanos</strong>,<br />

el <strong>de</strong> la integralidad exhortando a los Estados<br />

a consi<strong>de</strong>rar todos los <strong><strong>de</strong>rechos</strong> en el mismo plano<br />

<strong>de</strong> igualdad. Por tanto, es preciso recalcar que los<br />

Derechos Humanos son innatos o inherentes a todas<br />

las personas ya que sin distinción alguna todo ser<br />

humano nace con <strong><strong>de</strong>rechos</strong> que le pertenecen por<br />

su misma condición <strong>de</strong> hacer parte <strong>de</strong> la especie<br />

humana. Su origen no es el Estado o las leyes, <strong>de</strong>cretos<br />

o títulos, o los dioses, sino la propia naturaleza o<br />

dignidad <strong>de</strong> la persona humana.<br />

“Se requiere una <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la integralidad, indivisibilidad<br />

e inter<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia entre los <strong><strong>de</strong>rechos</strong> <strong>humanos</strong><br />

para que las personas y colectivida<strong>de</strong>s puedan<br />

llevar a cabo los modos <strong>de</strong> vida que consi<strong>de</strong>ran valiosos<br />

para sí mismos, esto <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l respeto a la diversidad<br />

social y cultural. (…). En la última década,<br />

muchas <strong>de</strong> las conquistas logradas tanto a nivel <strong>de</strong><br />

los <strong><strong>de</strong>rechos</strong> civiles y políticos como <strong>de</strong> los <strong><strong>de</strong>rechos</strong><br />

sociales, se han visto amenazadas y restringidas por<br />

10 DIÁLOGOS MIGRANTES

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