Alpe d'Huez nº2
Revista Nº2 de Alpe d'Huez. Link de descarga: http://bit.ly/1CBN96A
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y el Tour de Francia, y que tenía a George Hincapie<br />
como hombre para conseguir resultados<br />
en las clásicas de pavé. Tom Boonen, en la<br />
misma semana de la París-Roubaix, fue séptimo<br />
en la Gante-Wevelgem y en París-Roubaix dejó<br />
claro quién iba a dominar las piedras en el futuro.<br />
La carrera comenzó a decidirse en el bosque de<br />
Arenberg, una recta interminable de casi 2 kilómetros<br />
de pavé en muy mal estado a unos 100<br />
kilómetros de meta. En la fuga Cassani atacó y<br />
seleccionó la fuga quedando ocho corredores<br />
entre los que se encontraba Boonen. En el pelotón<br />
se formó un grupo que empezó a reducir<br />
la ventaja de la fuga con muchos de los favoritos<br />
como Museeuw, Hincapie, Wesemann y el español<br />
Pedro Horrillo, compañero esa temporada<br />
de Óscar Freire en Mapei, estructura que al año<br />
siguiente pasó a ser Quick Step.<br />
Al paso por un tramo muy resbalizo se cayeron<br />
varios corredores del grupo perseguidor y se<br />
fueron por delante Museeuw, Knaven, Hincapie<br />
y Michaelsen. Unos kilómetros después,<br />
otro grupo de siete corredores enlazó por detrás<br />
y atraparon a la fuga. A continuación vendría el<br />
arreón definitivo del León de Flandes, Museeew,<br />
en el tramo de Merignies, a algo menos de 40<br />
km de meta. Nadie pudo seguirle. Por detrás,<br />
Tom Boonen hizo una auténtica exhibición,<br />
llevó todo el peso de la persecución tirando<br />
como un poseso de su compañero de equipo<br />
Hincapie después de estar en la fuga del día y<br />
casi llegaron a dar caza a Museeuw, llegando a<br />
estar a 24 segundos. Después Hincapie, en el<br />
tramo de Camphin-En-Pévèle, se cayó por una<br />
zanja de más de medio metro y Boonen se<br />
quedó solo. Wesemann cazó a Boonen, y Museeuw<br />
entró victorioso en el velódromo de<br />
Roubaix, completamente embarrado, con una<br />
ventaja de tres minutos y levantando los diez<br />
dedos de la mano indicando que era su décima<br />
victoria de una carrera de la Copa del Mundo y<br />
consiguiendo así su tercera y última París-Roubaix.<br />
Boonen comenzó a destacar en las clásicas de primavera de 2002.<br />
Foto de Simon Aughton<br />
Aunque Wesemann ganó el sprint a Boonen, el<br />
belga fue la gran revelación de la carrera, comenzando<br />
su idilio con París-Roubaix, en la que<br />
ha conseguido cuatro victorias (2005, 2008,<br />
2009, 2012) y un segundo puesto (2006). Este<br />
año, por desgracia, debido a una luxación en el<br />
codo, no estará en la salida, pero ojalá le volvamos<br />
a ver en lo más alto del podio en el velódromo<br />
de Roubaix.<br />
190 corredores tomaron la salida, acabaron 57<br />
y salvaron el fuera del control 41 en aquella<br />
dura edición del reto anual que supone el Infierno<br />
del Norte<br />
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