katz-las-rebeliones-rurales-en-mc3a9xico-l
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currió un año sin que se produjera un levantami<strong>en</strong>to rural de algún tipo <strong>en</strong><br />
algún lugar de México.<br />
2] La magnitud: Dos de esos levantami<strong>en</strong>tos tuvieron alcance nacional En<br />
contraste con los levantami<strong>en</strong>tos de indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de América del Sur, <strong>en</strong>cabezados<br />
por Simón Bolívar y José de San Martín, los movimi<strong>en</strong>tos de indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia<br />
mexicanos <strong>en</strong>cabezados e inspirados por Miguel Hidalgo y José<br />
María Morelos fueron grandes alzami<strong>en</strong>tos <strong>rurales</strong>. En la Revolución Mexicana<br />
de 1910-1920, la participación campesina fue probablem<strong>en</strong>te mayor que' <strong>en</strong><br />
cualquier otra revolución social del siglo XX <strong>en</strong> América Latina, con la posible<br />
excepción de Bolivia <strong>en</strong> los años 1950 y Nicaragua <strong>en</strong> los set<strong>en</strong>ta. Incluso <strong>las</strong><br />
revueltas regionales de base campesina, como la guerra de castas de Yucatán,<br />
son mucho más raras <strong>en</strong> otros países de América Latina.<br />
3] Limitado impacto inmediato sobre la población rural: Aunque <strong>las</strong> revueltas<br />
<strong>rurales</strong> han t<strong>en</strong>ido profundas consecu<strong>en</strong>cias para la evolución g<strong>en</strong>eral<br />
de México, tanto <strong>en</strong> el siglo xix como <strong>en</strong> el XX, su efecto inmediato<br />
sobre la situación de los campesinos y los miembros de <strong>las</strong> c<strong>las</strong>es inferiores<br />
de la sociedad rural mexicana parece haber sido limitado, a corto plazo.<br />
Los ejércitos de Hidalgo y Morelos <strong>en</strong> la revolución de 1810-1820 y de<br />
Emiliano Zapata y Francisco Villa <strong>en</strong> la de 1910-1920 —ambos compuestos<br />
principalm<strong>en</strong>te por campesinos y portavoces de fuertes demandas agrarias—<br />
fueron derrotados. Al final de la revolución de 1810-1820 y de la de<br />
1910-1920, la haci<strong>en</strong>da seguía si<strong>en</strong>do la forma predominante de t<strong>en</strong><strong>en</strong>cia de<br />
la tierra <strong>en</strong> México. En el siglo XIX, el sistema de haci<strong>en</strong>das se vio incluso<br />
reforzado como resultado de la recién adquirida indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de México.<br />
La revolución de 1910-1920 debilitó considerablem<strong>en</strong>te la haci<strong>en</strong>da, aunque<br />
este proceso sólo adquirió verdadera significación <strong>en</strong> los años 1934-1940, un<br />
cuarto de siglo después de iniciada la revolución. La experi<strong>en</strong>cia de México<br />
difiere radicalm<strong>en</strong>te de <strong>las</strong> grandes revoluciones sociales de otras partes de<br />
América Latina y de países como Francia, Rusia y Cuba, donde <strong>las</strong> grandes<br />
propiedades tradicionales fueron parcial o <strong>en</strong>teram<strong>en</strong>te destruidas a los pocos<br />
años del estallido de la revolución, lo que no significa que <strong>en</strong> todos los<br />
casos sus tierras se repartieran <strong>en</strong>tre los campesinos.<br />
4] Cont<strong>en</strong>ido: No sólo <strong>las</strong> revueltas nacionales sino incluso <strong>las</strong> revueltas<br />
locales del siglo XIX y principios del xx t<strong>en</strong>dían con frecu<strong>en</strong>cia a impugnar la<br />
legitimidad del ord<strong>en</strong> social exist<strong>en</strong>te y estaban con frecu<strong>en</strong>cia dirigidas no<br />
sólo contra los funcionarios locales sino contra el gobierno federal como tal.<br />
5] Sistemas de alianzas: Las revueltas <strong>rurales</strong> con frecu<strong>en</strong>cia se superponían<br />
a levantami<strong>en</strong>tos de caciques regionales contra el gobierno c<strong>en</strong>tral y <strong>en</strong> muchos<br />
casos ambas sublevaciones combinaban sus fuerzas. G<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te, los caciques<br />
empezaban por asumir la dirección, aunque no siempre lograban conservar<br />
el control del movimi<strong>en</strong>to una vez que éste había cobrado fuerza.<br />
6] Objetivos: Las protestas por <strong>las</strong> expropiaciones de tierras y la deman-<br />
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da de derechos sobre tierras, aguas y pastos suel<strong>en</strong> constituir los objetivos<br />
principales de los levantami<strong>en</strong>tos <strong>rurales</strong> a fines del siglo XIX y durante la<br />
Revolución Mexicana de 1910-1920, aunque <strong>las</strong> protestas por los impuestos<br />
y por la reducción de la autonomía local también son importantes:<br />
7] Vínculos con la frontera: Aunque la exist<strong>en</strong>cia de fronteras es una<br />
característica de la mayoría de los países del contin<strong>en</strong>te americano,' México<br />
fue uno de los pocos <strong>en</strong> que la frontera no contribuyó a la estabilización del<br />
ord<strong>en</strong> social exist<strong>en</strong>te, sino que por el contrarío constituyó un importante<br />
c<strong>en</strong>tro de revolución social.<br />
8] Escasa influ<strong>en</strong>cia sobre ¡ospeones dé<strong>las</strong> haci<strong>en</strong>das: Con algunas notables<br />
excepciones, los habitantes perman<strong>en</strong>tes de <strong>las</strong> haci<strong>en</strong>das, con frecu<strong>en</strong>cia<br />
llamados peones, rara vez se sublevaron. Las excepciones son la revolución de<br />
1810-1820 y, <strong>en</strong> m<strong>en</strong>or grado, la de 1910-1920, <strong>en</strong> que participó un número<br />
importante (pero, con todo, una pequeña minoría) de los peones de México.<br />
Algunos peones se rebelaron contra sus amos y contra el gobierno. Otros<br />
fueron movilizados por sus propios patrones, que <strong>en</strong> ocasiones los armaban y<br />
los conducían a la revolución. Suele resultar difícil considerar a estos peones<br />
como "revolucionarios". Eran principalm<strong>en</strong>te criados armados que luchaban<br />
por sus amos, y no hombres que int<strong>en</strong>taran alterar su situación social o económica<br />
sublevándose. Con algunos pocos casos excepcionales, aunque significativos,<br />
<strong>en</strong> que los gobiernos revolucionarios se opusieron a los hac<strong>en</strong>dados<br />
durante la revolución de 1910-1920, fueron los gobiernos los que incitaron a<br />
los peones a desafiar a sus patrones.<br />
Estos rasgos característicos de <strong>las</strong> revueltas de los siglos XIX y xx están<br />
íntimam<strong>en</strong>te relacionados, con un contexto social y económico <strong>en</strong> rápida<br />
transformación. A principios del siglo XIX, el control de la tierra estaba<br />
predominantem<strong>en</strong>te <strong>en</strong>.manos de cuatro difer<strong>en</strong>tes grupos o instituciones:<br />
los grandes terrat<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes, la Iglesia, el Estado (que poseía principalm<strong>en</strong>te<br />
los terr<strong>en</strong>os públicos •baldíos) y los habitantes de los pueblos libres, es decir,<br />
los pueblos que poseían tierras comunales y disfrutaban de un cierto<br />
grado de autonomía administrativa; Una pequeña parte de <strong>las</strong> tierras pert<strong>en</strong>ecía<br />
a campesinos individuales^ g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te d<strong>en</strong>ominados "rancheros".<br />
Aparte de los hac<strong>en</strong>dados y sus administradores, la población rural estaba<br />
dividida <strong>en</strong> tres grupos. El primero estaba integrado por los habitantes<br />
de los pueblos Ubres, que t<strong>en</strong>ían diversos grados de riqueza e indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia<br />
económica. Algunos t<strong>en</strong>ían tierra sufici<strong>en</strong>te para vivir, mi<strong>en</strong>tras<br />
que otros se veían forzados a trabajar parte del año <strong>en</strong> <strong>las</strong>.grandes fincas o<br />
<strong>en</strong> <strong>las</strong> minas y empresas urbanas. El segundo grupo era el de los resid<strong>en</strong>tes<br />
de <strong>las</strong> haci<strong>en</strong>das, cuyas relaciones con éstas variaban <strong>en</strong>ormem<strong>en</strong>te. Algunos<br />
eran arr<strong>en</strong>datarios ricos o. criados privilegiados; otros, peones <strong>en</strong>deudados<br />
que llevaban una exist<strong>en</strong>cia de esclavos.. Había un tercer grupo, mucho<br />
m<strong>en</strong>or, de trabajadores libres y sin tierras, que migraban y trabajaban por<br />
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