Cc: Oficina Civil de la Sociedad - UNAIDS - icaso

El dispositivo, desde sus inicios, es de frecuencia semanal de una hora de duración
aproximadamente. La asistencia al mismo nunca fue obligatoria, se ha invitado a participar a
todos los pacientes, sean seropositivos o no, no haciendo diferenciaciones respecto a si
participaban siempre o esporádicamente, si recién habían ingresado al servicio o si ya
estaban de alta.
Al principio se generó resistencia por parte de aquellos seronegativos que decían no
interesarse por el tema. Comenzamos a pegar folletos informativos en la cartelera, seguimos
invitándolos a participar cada semana, y realizamos una lista con los nombres de quienes
participaban, que también pusimos en la cartelera. Esto último tuvo por efecto cierto
reconocimiento y generó el interés de “ser parte” de esta actividad.
Al poco tiempo de comenzar falleció un paciente del Servicio 14, lo cual movilizó a muchos y
el taller hizo de soporte, comenzando a adquirir dicho espacio las características de un grupo
terapéutico. A partir de ese momento, además del intercambio de información, que
posibilitaba la elaboración, reelaboración y circulación de conocimientos y vivencias, se pudo
empezar a hablar desde diferentes lugares y posiciones.
El grupo continuó demostrando avidez por adquirir nuevos conocimientos y ha actuado
muchas veces como contención ante diferentes situaciones críticas para sus miembros.
Dichas crisis tenían lugar a partir de circunstancias tales como anoticiarse de que eran
seropositivos o bien el hecho de poner en conocimiento a sus familias de que lo eran,
situaciones de discriminación, así también como encontrarse con dificultades para sostener
los controles infectológicos y los tratamientos antirretrovirales que se realizan dentro y fuera
del hospital, etc.
La respuesta en cuanto a la integración grupal superó nuestras expectativas. El grupo como
unidad los convocó a adquirir una nueva identidad y una nueva denominación con rasgos
más saludables. Ya no se trata del “Taller de VIH” sino que pasó a llamarse “Grupo
VEIHACE”, lo cual significa “ver la realidad y actuar en consecuencia”, es decir, difundir
información, cuidar/cuidarse, respetar el tratamiento, hacerse los controles de laboratorio,
tanto los seropositivos como los que no lo eran. La nueva dinámica grupal también implica un
cambio de posición desde una actitud de poco compromiso y quejosa frente a la enfermedad,
hacia una nueva, activa, por medio de la cual afrontan la problemática de una manera más
saludable tanto para sí como para el ámbito circundante. Podría agregarse que al sacar la
letra hache, (muda) cobra aún más sentido, pues, la circulación de la palabra rompió con el
silencio fantasmático poblado de miedo, hostilidad, negación, etc. creando un efecto de
sentido diferente para cada uno de los miembros del grupo.
Desde la coordinación del espacio, se lo pensó como un medio para la realización de
prevención en sus diferentes niveles. A nivel primario, se abordó la temática desde una
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