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VENTILACIÓN CON FLUJO CONTINUO Joan Marco Valls ...

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<strong>VENTILACIÓN</strong> <strong>CON</strong> <strong>FLUJO</strong><br />

<strong>CON</strong>TINUO<br />

<strong>Joan</strong> <strong>Marco</strong> <strong>Valls</strong><br />

Corporació Sanitaria Parc Taulí<br />

Sabadell<br />

INTRODUCCION<br />

Aunque no podemos considerar a los niños como adultos pequeños, en general<br />

podríamos decir que las técnicas de ventilación que aplicamos a los adultos pueden<br />

adaptarse para su uso en los niños mayores. Sin embargo, en los niños menores de 3<br />

años, (menos de 15 Kg.), los pacientes cambian mucho cuanto más pequeños son y se<br />

deben aplicar técnicas de ventilación especificas con equipos e instrumental adecuado.<br />

Así, los lactantes y recién nacidos (< de 1 año) merecen especial atención en este<br />

sentido ya que tienen marcadas diferencias anatomo-fisiológicas y de mecánica<br />

ventilatoria con resistencias muy elevadas y compliancias muy bajas (Figura 1) (1), que<br />

condicionan la técnica ventilatoria a elegir.<br />

El objetivo de la ventilación mecánica en los lactantes es asegurar un adecuado<br />

intercambio de gases, evitando las atelectasia y controlando el volutrauma (por<br />

distensión alveolar) y el atelectrauma (cizallamiento de las paredes alveolares por<br />

colapso y reexpansión repetida) secundarios a la misma técnica.<br />

Diferencias anatomo-fisiológicas<br />

Hay importantes diferencias anatómicas con repercusión en el manejo de la vía aérea y<br />

la ventilación. (2)(Figura 2).<br />

- La lengua es de mayor tamaño relativo, con tendencia a la obstrucción.<br />

- La laringe está en una posición más alta (C3-C4), condicionando la<br />

visualización que es más difícil.


- La epiglotis, en forma de U invertida, esta más angulada hacia atrás y es de<br />

difícil desplazamiento.<br />

- Las cuerdas vocales tienen una inclinación hacia abajo, desde la parte<br />

anterior a la posterior, lo que hace que el tubo endotraqueal contacte con la<br />

parte anterior.<br />

- Hay una mayor estrechez de la subglotis en relación a las cuerdas vocales,<br />

zona que condiciona la elección del tubo endotraqueal.<br />

- La tráquea tiene una longitud en el lactante de 5 cm, por lo que la intubación<br />

selectiva accidental es frecuente.<br />

Estas condiciones con una mayor tendencia a la obstrucción hacen que, durante la<br />

inducción y el despertar, muchos anestesiólogos pediátricos prefieran la ventilación con<br />

equipos manuales tipo Mapleson, buscando una mayor sensibilidad y control de la<br />

ventilación con la monitorización a través de la bolsa en la mano.<br />

Para la intubación se ha demostrado que la correcta elección y cuidadosa utilización de<br />

los tubos con neumo en lactantes, no incrementa los casos de estridor postintubación,<br />

con las ventajas de evitar la laringoscopia repetida y las fugas (3,4). No obstante si<br />

elegimos un tubo demasiado pequeño con neumo tenemos un elevado incremento de las<br />

resistencias. En general un tubo endotraqueal (con o sin neumo) se considera<br />

inadecuadamente pequeño si se producen fugas a bajas presiones de insuflación (< 20<br />

cm H2O), y demasiado grande si no hay fuga a presiones elevadas ( 30-35 cm H2O)<br />

<strong>CON</strong>SIDERACIONES PREVIAS A LA VENTILACION<br />

Prevención de la creación de atelectasias<br />

Cualquier actuación debe estar encaminada, ya en la inducción de la anestesia, a evitar<br />

el colapso de la vía aérea. La obstrucción se produce inicialmente debido a la relajación<br />

de la musculatura orofaríngea secundaria a cualquier sedación. Asimismo, falla también<br />

la función diafragmática y cae la CRF que ya de por si es mucho menor en el lactante<br />

(relación Ventilación Alveolar / CRF = 5/1) (Figura 3). Se produce el cierre de las<br />

pequeñas vías respiratorias, ya que el volumen de cierre es superior a la CRF y se sitúa


en el área de volumen corriente y se generan microatelectasias con el consiguiente<br />

“shunt”.<br />

Se ha demostrado que un cierto grado de presión positiva continua (CPAP 5-6 cm H2O)<br />

aplicada durante la inducción y el mantenimiento de la anestesia, contribuye a mantener<br />

la vía aérea abierta, reduciendo la obstrucción y mejorando el trabajo respiratorio (5,6).<br />

La disminución del trabajo respiratorio reduce el consumo de oxígeno, que en el<br />

lactante es el doble (en ml/kg) en relación al adulto, disminuyendo asimismo el riesgo<br />

de fallo respiratorio por fatiga muscular.<br />

Ante esta problemática, actualmente se aconseja utilizar siempre ventilación asistida<br />

(aplicación de CPAP,..) en cualquier procedimiento quirúrgico con sedación en<br />

lactantes, y elegimos intubación y ventilación controlada según la técnica anestésica<br />

elegida, la duración del procedimiento y el estado físico del paciente.<br />

Maniobras de reclutamiento alveolar<br />

En caso de microatelectasias ya instauradas (desaturación, shunt, etc.) la única maniobra<br />

posible para solucionarlas es la maniobra de reclutamiento alveolar. Se requieren<br />

presiones mucho más altas para abrir los alvéolos cerrados, que para mantenerlos<br />

abiertos una vez reclutados. Igual que en el adulto, en el lactante se proponen maniobras<br />

de distensión alveolar a presión constante para restaurar las atelectasias, que por las<br />

especiales características del lactante se producen simplemente tras un período corto de<br />

apnea, como sucede en la inducción. Actualmente, aún no está definida en lactantes cual<br />

es la mejor maniobra de reclutamiento, ni cuantas veces debe realizarse. Se proponen<br />

maniobras de reexpansión a presiones de 30 cm de H2O durante 10 o más segundos.<br />

Así, nos colocamos durante unos segundos en la parte alta de la curva de P-V hasta<br />

alcanzar el punto de inflexión superior del asa inspiratoria, abriendo los alvéolos (7,8).<br />

Volúmenes pulmonares<br />

Una vez efectuadas las maniobras de expansión, las tendencias ventilatorias están<br />

encaminadas a controlar el volutrauma (por distensión alveolar) y el atelectrauma<br />

(cizallamiento de las paredes alveolares por colapso y reexpansión repetida). En este<br />

sentido se prefiere actualmente utilizar volúmenes corrientes inferiores a 10 ml/kg (de<br />

6-8 ml/kg) (9), con una PEEP adecuada y suspiros o maniobras de reclutamiento<br />

programadas. Siempre resulta difícil determinar el grado óptimo de PEEP, pero<br />

inicialmente parece prudente no emplear niveles superiores a 4-7 cm de H2O.<br />

Problema del volumen compresible<br />

De todas maneras una vez programado el volumen corriente a administrar debemos<br />

asegurarnos de que este se entrega realmente. Así, vemos situaciones en las que la<br />

compliancia del paciente es muy baja (recién nacidos y lactantes) y que la compliancia


del respirador es muy alta, siendo el volumen atrapado por el respirador prácticamente<br />

igual al volumen corriente que debería ir al paciente.<br />

En este sentido y a modo de ejemplo, para un paciente de 10 kg, al que programamos<br />

100 ml de volumen corriente, el volumen atrapado puede ser según el respirador igual a<br />

este volumen corriente, es decir no conseguimos ventilar al paciente (Tabla I). De cada<br />

respirador debemos conocer la compliancia interna y en todo caso compensarla.<br />

Tabla I. Volumen compresible del respirador en relación a la compliancia del<br />

mismo.<br />

Compliancia respirador<br />

Presión meseta<br />

Volumen compresible<br />

(ml/cm H2O)<br />

aplicada (cm H2O) Respirador (ml)<br />

0.25 20 5<br />

1 20 20<br />

5 (muchos respiradores) 20 100<br />

VENTILACION <strong>CON</strong> <strong>FLUJO</strong> <strong>CON</strong>TINUO<br />

Para paciente con edades inferiores a 3 años (< 15 Kg) es necesario aplicar<br />

técnicas especificas, en concreto una de las técnica de elección es la ventilación por<br />

flujo continuo que permite ajustar con facilidad los tan pequeños volúmenes necesarios<br />

y efectuar un lavado continuo del circuito para evitar cualquier mínima reinhalación que<br />

pudiera darse. Además, facilita la abertura de las válvulas, prácticamente traslada el<br />

generador de flujo a la boca del paciente presurizando levemente el circuito<br />

minimizando el efecto de su compliancia interna y generan unos flujos de insuflación lo<br />

más bajos posibles para garantizar la entrega del volumen a través de las altas<br />

resistencias de las vías de los neonatos consiguiendo las presiones más bajas posibles<br />

minimizando las compresiones (Figura 4). Se debe eliminar cualquier elemento que no


sea imprescindible entre la “Y” y el paciente a fin de minimizar el espacio muerto, a<br />

título de ejemplo una conexión acodada 22/15 presenta 10 ml de volumen, si éste se<br />

añade al espacio muerto son 10 ml de ventilación que deben movilizarse y que no<br />

participan en el intercambio, estos 10 ml no son nada despreciables si los volúmenes<br />

que se administran al paciente están alrededor de 30 ó 50 ml. Cualquier otro elemento<br />

que sea de mayor volumen que esta mínima conexión repercutirá notablemente en la<br />

ventilación del paciente.<br />

El respirador y el circuito (tubuladuras) deben ser de mínima<br />

compliancia, con circuito abierto, la técnica de flujo continuo permite<br />

monitorizar la mecánica respiratoria (compliancia y resistencia) y<br />

cualquier cambio de la misma (1,10). Para seleccionar el volumen con<br />

una relación I/E de 1/2, debemos programar 3 veces el volumen<br />

minuto: 1 parte para la inspiración y 2 para la espiración, ya que el<br />

flujo circula constantemente por el circuito. El flujo sobrante escapa<br />

junto con el espirado por la válvula espiratoria durante la fase<br />

espiratoria, proporcionando un lavado continuo del circuito evitando<br />

posibles reinhalaciones (Figura 4). La técnica del flujo continuo<br />

permite rebajar las altísimas presiones, secundarias a las altas<br />

resistencias de los lactantes, utilizando flujos inspiratorios lo más<br />

bajos posible y que permitan entregar el volumen programado. Estas<br />

altas presiones en boca, son debidas fundamentalmente al paso del<br />

gas a través del tubo endotraqueal. Estos aumentos de presión en el<br />

circuito pueden provocar la abertura del límite de presión de<br />

seguridad, aumentan las pérdidas por fugas al ser una presión más<br />

alta y producen compresiones en el circuito, mermando el volumen<br />

entregado al paciente. Es por todo ello que interesa que estas<br />

presiones suban lo menos posible, dentro de los valores necesarios y<br />

es por ello también que es muy importante que el sistema respiradorcircuito<br />

no disponga de compliacia interna, es decir, que no tenga<br />

volúmenes internos sometidos a presurización (caníster, concertinas<br />

y/o pistón, circuito corto y de pequeño calibre). Existen dos<br />

posibilidades de aplicación: la primera, donde empleando un flujo<br />

igual a 3 veces el volumen minuto (I/E=1/2), puede detectarse<br />

cualquier cambio en la resistencia o en la compliancia del paciente, ya<br />

que cambia también la presión de insuflación en el respirador, para<br />

mantener el mismo nivel de volumen minuto a pesar del aumento de<br />

la impedancia respiratoria; y, la segunda, donde empleando un flujo<br />

superior, conseguimos una más rápida apertura de los alvéolos con<br />

mayor tiempo de intercambio gaseoso, pero en este caso debemos<br />

establecer un límite de presión perdiendo el control sobre los cambios<br />

en la mecánica respiratoria. En este último caso debemos tener en<br />

cuenta que a nivel experimental, usando ventilación por presión con<br />

flujos desacelerados muy rápidos, la rápida entrada de flujo podría<br />

ser la responsable de lesión alveolar(11).<br />

Actualmente existen dispositivos en algunas máquinas que permiten<br />

ventilar con una presión “plateau” con el primer método sin tener de


incorporar límite de presión y conociendo por tanto la mecánica<br />

respiratoria y sus variaciones.<br />

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para médicos residentes. Ed. Ergon. Madrid 2001; 5-18


11.- Villagrá A, López Aguilar J, Bernabé F et al. Flujo inspiratorio y lesión pulmonar<br />

inducida por el ventilador en un modelo de atelectasia. Beca FIS PI 021820, RED gira,<br />

Lilly SEMICYUC 2002 y FPT. Corporació Sanitaria Parc Taulí. Sabadell.<br />

Figura 1. Las propiedades mecánicas, compliancia y resistencia, son determinantes<br />

según la edad. La compliancia aumenta de forma lineal con la edad y el peso, y por<br />

tanto con el tamaño pulmonar, siendo en los lactantes cercanas a los 4 ml/cm H2O. Las<br />

resistencias disminuyen de forma exponencial decreciente ( R=8×L×v / p×r 4 ), con<br />

un angulamiento claro cerca de los 3 años (20 Kg) presentando unos valores muy altos<br />

cuanto más pequeño sea el paciente.<br />

Figura 2. Anatomía de la vía aérea superior


Figura 4.- Circuito de ventilación por flujo continuo

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