Turismo y Desarrollo: herramientas para una mirada crÃtica - Alba Sud
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Ernest Cañada & Jordi Gascón<br />
En las sociedades indígenas que han desarrollado el turismo, por ejemplo, el rol<br />
de guías locales suele ser copado por aquellos individuos bilingües o que conocen<br />
alguno de los idiomas dominantes entre los visitantes, como el inglés o el castellano.<br />
No es infrecuente encontrar un desfase entre las esperanzas colocadas en el desarrollo<br />
de la industria turística y sus efectos reales. En ocasiones, la posibilidad de atraer<br />
turistas se ve como la panacea que ha de resolver los problemas económicos de la<br />
comunidad, al punto que la simple expectativa puede cambiar comportamientos y<br />
generar impactos. Se sobrevalora el volumen del fenómeno (hay turistas <strong>para</strong> todos),<br />
su comportamiento (el turista huye de los que son de su condición y está siempre a<br />
la zaga de lugares “vírgenes”) o las peculiaridades nativas (tenemos lo que el turista<br />
busca, en gran cantidad y/o de inmejorable calidad). Y en base a ello, sin conocer la<br />
complicación que supone convencer a los operadores turísticos de abrir <strong>una</strong> nueva<br />
oferta, los reales requerimientos que el turista impone o la competencia de otras áreas<br />
que presentan propuestas similares, se destina esfuerzos y recursos (acondicionamiento<br />
de infraestructuras, legalizaciones, publicidad) en el falso convencimiento de que se<br />
trata de <strong>una</strong> inversión que se recuperará rápidamente, y que a partir de ahí, todo será<br />
beneficios. Es el efecto “Bienvenido, Mister Marshall” del turismo.<br />
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El caso de las ciudades de Elmina y Cape Coast, en Ghana, evidencia el problema de<br />
las expectativas frustradas. La ilusión de sus habitantes, que creían que el turismo<br />
se convertiría en el motor del desarrollo económico, en línea con lo que sucede en el<br />
conjunto del país donde esta actividad se ha convertido en los últimos veinte años en<br />
la tercera industria generadora de ingresos, no se cumplió.<br />
A ambas ciudades llegan turistas, pero no causan el efecto esperado: la mayoría no<br />
pasa la noche, ya que si bien cuentan con monumentos de importante valor histórico,<br />
son visitables en pocas horas y sus playas no están tan acondicionadas como otras del<br />
país. Resultado: el turismo deja pocos beneficios a los lugareños 12 .<br />
Sucede, a veces, que el turismo llega a la comunidad, y en eso las expectativas se<br />
cumplen. Pero no en que ello recaiga en provecho de todos los grupos domésticos; de<br />
alg<strong>una</strong> manera, como ya hemos visto, un sector de la comunidad o agentes foráneos<br />
consiguen monopolizar los beneficios. En este caso, a la expectativa frustrada se<br />
puede sumar el resquemor, desembocar en conflicto, o cuanto menos, generar <strong>una</strong><br />
actitud de rechazo frente al turista.<br />
12. Teye, V. & Sönmez, S.F. & Sirakaya, E. “Residents’ attitudes toward tourism development”,<br />
Annals of Tourism Research 29(3): 668-688. 2002