Turismo y Desarrollo: herramientas para una mirada crítica - Alba Sud

Turismo y Desarrollo
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La Unión de Cooperativas Tierra y Agua es una de las pocas organizaciones cooperativas
que sobreviven hoy día en Nicaragua. Al igual que el resto del campesinado, lleva
años sufriendo la progresiva pérdida de rentabilidad de las actividades primarias. Las
causas son varias y están directamente relacionadas con el contexto de liberalización
económica que enfrentan. Desde hace años, el Gobierno nicaragüense facilita la
importación de granos básicos que compiten en precio con la producción local. El
campesinado de escasos recursos no tiene acceso a la tecnología, utiliza insumos
importados y, en ocasiones, emplea prácticas agresivas con el medio natural, lo cual
repercute negativamente en la productividad y rentabilidad de su trabajo. En el
ámbito de la comercialización, las dificultades tienen relación con la imposibilidad
de controlar el precio final de venta de sus excedentes: la mayoría de las familias,
presionadas por la urgencia constante de ingresos económicos, trata de vender sus
productos en los mismos momentos del año, lo que hace que caigan los precios y se
reduzca el margen de rentabilidad. Para retener las cosechas y esperar tiempos y
precios mejores, es necesario contar con el ahorro suficiente para mantener familias
numerosas durante meses. Esta situación se traduce para la gente del campo en
dificultades constantes para sobrevivir con el producto de su trabajo.
En mayor o menor grado, las cooperativas y las familias que las componen, se mantienen
con economías de subsistencia, víctimas de la liberalización de los aranceles a las
importaciones de granos básicos y del dumping que practican sistemáticamente
economías más potentes, como la de Estados Unidos o la de la Unión Europea. A
todo ello hay que sumar la falta de apoyo del Estado nicaragüense. De hecho, la
administración pública está ausente en estas comunidades, quienes sobreviven
gracias a su propia organización y al apoyo de organismos de cooperación para el
desarrollo.
Además del contexto económico global, las familias campesinas de la UCA, al igual que
otras tantas personas en el país, padecen un deterioro progresivo en sus condiciones
sociales: bajos niveles de escolarización entre la población adulta (mayores entre
la población joven); ausencia de servicios de salud asequibles y de calidad; menor
calidad de la educación primaria rural y ausencia de centros de educación secundaria;
uso abusivo del alcohol y del juego como actividades de entretenimiento; ausencia de
oferta cultural, deportiva o de esparcimiento; alta tasa de embarazo adolescente.
Una apuesta por la diversificación económica
Muchos de estos problemas son compartidos por el conjunto del campesinado del
país. Sin embargo y, a pesar de estos, una de las grandes ventajas de la UCA Tierra y
Agua es que ha logrado mantener en pie una organización colectiva. Esto explica la
voluntad de superación y, en buena medida, la experiencia desarrollada.