Turismo y Desarrollo: herramientas para una mirada crítica - Alba Sud

Ernest Cañada & Jordi Gascón
Texto 6: Ocupación femenina en el sector turístico en las Islas
Baleares
La tasa de actividad femenina en las Islas Baleares ha aumentado 9,26 puntos entre
1991 y 2001, muy superior a la media española que ha sido de 6,15 puntos. Por el
contrario, la actividad de los hombres, en el mismo período, ha sufrido un retroceso
de un punto y medio, prácticamente equiparable al resto del Estado. Este hecho
no puede hacernos olvidar que la diferencia en las tasas de actividad entre ambos
géneros supera aun los 25 puntos.
Existe sin embargo un “punto negro” a destacar: la composición del paro. Las tasas
de paro femeninas suponen el 69,9% del total de la población desempleada, mientras
que en el caso de la población activa tan sólo alcanzan el 42%, frente al 39,1% de
los hombres. El desempleo tiene mayor o menor incidencia según el nivel de estudios
y la formación recibida; el mayor índice de paro se produce en mujeres sin estudios
(el 34%), seguido de las que han obtenido el título de EGB o equivalente, mientras
que la menor tasa de paro se encuentra en las mujeres con estudios universitarios. A
pesar de ello, en este colectivo también existe discriminación, ya que el 4,9% de las
mujeres universitarias se encuentran en paro, frente al 1,7% de los hombres.
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Esto significa que la mujer sufre una doble discriminación: una menor tasa de
ocupación y un mayor índice de desempleo. A pesar de los indudables avances de
los últimos años, que han supuesto una importante incorporación de la mujer en el
mercado de trabajo, sigue habiendo una gran diferencia entre hombres y mujeres por
lo que respecta a las tasas de paro, ya que las mujeres sufren un índice de desempleo
muy superior al de los hombres.
Una de las características del mercado de trabajo en el conjunto del Estado es
su elevada tasa de temporalidad (triplicando a la europea). Si esto es así a nivel
nacional, podemos afirmar que, conjuntamente con la rotación de la ocupación, las
Islas Baleares son una de las comunidades donde la situación de temporalidad se da
con una especial incidencia.
El análisis de los contratos registrados muestra cómo el 76% de todos los contratos
efectuados durante el año 2000 fueron de carácter temporal, el 18,5% a tiempo parcial
y tan sólo un 4,7% fueron de carácter indefinido. También en este caso podemos
encontrar diferencias significativas entre hombres y mujeres, en especial en una
modalidad contractural claramente feminizada: el Contrato a Tiempo Parcial, que en
más del 60% de los casos tuvieron como destinatarias a mujeres.