Revista INAP (pdf) - Jefatura de Gabinete de Ministros
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60 | Perspectivas sobre el Estado<br />
construcción <strong>de</strong> ciudadanía social, ni siquiera bajo la apelación a<br />
enfoques contingentes 20 o <strong>de</strong> nuevas políticas sociales 21 , si el<br />
juego instituido en el sector público <strong>de</strong>bilita el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l Estado y<br />
<strong>de</strong> la ciudadanía y crea condiciones adversas para la ayuda mutua<br />
y la solidaridad, tanto al interior <strong>de</strong>l Estado (entre sus organizaciones<br />
y niveles) como entre él y la sociedad. Como postula Sen (n.d.),<br />
las instituciones y los valores son inter<strong>de</strong>pendientes, y, como recuerda<br />
Habermas (ápud O’Donnell, 2010, p. 194), la libertad (tan<br />
mentada por las corrientes hegemónicas), para que sea integral,<br />
no pue<strong>de</strong> ser alcanzada por un solo individuo: “<strong>de</strong>be ser compartida<br />
en una sociedad que sostiene una cultura que cultiva esa libertad<br />
e instituciones que le dan efecto”.<br />
20<br />
Después <strong>de</strong> la crisis <strong>de</strong> 2008, diversos<br />
estudiosos reconocen que el resurgimiento<br />
<strong>de</strong>l rol <strong>de</strong>l Estado es un<br />
fenómeno multifacético que envuelve<br />
su retiro en algunos asuntos, así como<br />
su afirmación en otros, y sostienen que<br />
la respuesta acerca <strong>de</strong>l camino a seguir<br />
<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>, entre otros asuntos, <strong>de</strong> cuál<br />
es el sector en cuestión, cuáles son los<br />
intereses y capacida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los actores<br />
clave y cuál es el contexto institucional<br />
en referencia (Ramesh y Araral, 2010;<br />
Batley y Larbi, 2004).<br />
21<br />
En Chile, país emblemático y pionero<br />
en la instalación <strong>de</strong> las reformas con<br />
enfoque <strong>de</strong> mercado, han emergido,<br />
sobre todo a partir <strong>de</strong>l año 2000, nuevas<br />
políticas <strong>de</strong> protección social que,<br />
según lo reconoce Larrañaga (2010, p.<br />
14), “expan<strong>de</strong>n significativamente la cobertura<br />
y los montos <strong>de</strong> los beneficios<br />
respecto <strong>de</strong> aquellas que priorizaban la<br />
superación <strong>de</strong> la pobreza en décadas<br />
anteriores, pero que no aspiran a cubrir<br />
toda la población ni a sustituir los mecanismos<br />
<strong>de</strong> mercado existentes” (cursivas<br />
nuestras).<br />
Consi<strong>de</strong>rando este cuadro, es altamente probable que un juego alternativo<br />
exija <strong>de</strong> transformaciones <strong>de</strong> gran envergadura en los propósitos<br />
<strong>de</strong> la reforma <strong>de</strong>l Estado y, en particular, <strong>de</strong> la<br />
administración pública, teniendo en cuenta a su vez los límites y<br />
obstáculos <strong>de</strong>l sen<strong>de</strong>ro previo a las reformas.<br />
Invocaciones en este sentido están ya en el ambiente, apelando a<br />
la necesidad <strong>de</strong> una redistribución <strong>de</strong> las relaciones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r a<br />
favor <strong>de</strong> la sociedad (en vez <strong>de</strong>l mercado) y <strong>de</strong> instituciones y valores<br />
que encarnen la lógica <strong>de</strong> la ciudadanía (en vez <strong>de</strong> la lógica<br />
<strong>de</strong>l mercado); o sea, ‘un nuevo juego’. Aludiremos a continuación<br />
a algunos <strong>de</strong> sus elementos.<br />
Primero, aparece una condición básica: la revisión <strong>de</strong> los fundamentos<br />
teóricos sobre los cuales se basan las transformaciones<br />
en el sector público, y específicamente <strong>de</strong> sus supuestos sobre la<br />
conducta humana. Nos hemos referido antes a la ‘profecía autocumplida’:<br />
seres egoístas y calculadores creados por los propios<br />
incentivos institucionales que asumen tales supuestos. Por tanto,<br />
un cambio al respecto, según lo sustentan ya algunos estudiosos,<br />
exige <strong>de</strong> una nueva filosofía pública que cree un fundamento nor-