Revista2015.pdf
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SEMANA SANTA 2015<br />
Dios y por hacer presente, con sus acciones, la<br />
bondad de ese Dios, como ha venido ocurriendo<br />
y ocurre hoy, veinte siglos después, con muchos<br />
sacerdotes, religiosas y misioneros.<br />
La Cruz como triunfo y no como fracaso. La<br />
Cruz como camino a la salvación. Y la Iglesia<br />
como la gran familia de Dios. No podemos, ni<br />
debemos intentar ser satélites independientes de<br />
la Iglesia. No podemos, ni debemos caminar con<br />
el paso cambiado. No podemos, ni debemos<br />
intentar ser parte de la Iglesia sólo cuando nos<br />
interesa.<br />
Cristo es la razón y la esencia de la Semana<br />
Santa. Nos equivocamos si pensamos otra cosa,<br />
que lo pensamos. Para muchos, la mayoría, ser<br />
cofrade, es salir de nazareno, costalero, penitente,<br />
mantilla…. en una cofradía.<br />
Cada Jueves Santo Cristo muere en ese atrio<br />
de mi infancia. Cristo nuevamente en el centro.<br />
El Cristo de los Remedios es la más fiel<br />
representación de la muerte por excelencia. Es<br />
una completa lección de anatomía que aún<br />
conserva en su ojo ese último hilo que le une a la<br />
vida. Cristo muere en un trono de caoba, es una<br />
muerte dulce, serena. Agotado, exhausto,<br />
dormido, dulce, sereno… Es, sin duda, la<br />
madera viva del hombre perfecto. El Cristo de<br />
los Remedios resucita las esencias que perviven<br />
siempre en el alma.<br />
Pero no deja de ser el mismo que, la tarde<br />
antes, cargaba con la cruz de nuestros pecados por<br />
la Puerta de la Villa seguido de sus penitentes que<br />
buscan en ÉL alivio, esperanza y respuestas. Ese<br />
Dios que carga nuestros males sobre sus espaldas,<br />
con heridas y carnes abiertas que se convierte en<br />
apoteosis de amor y entrega.<br />
¿Quién eres Nazareno?<br />
¿Por qué te siguen?<br />
¿En qué piensan?<br />
¿Por qué se cuentan por cientos tus promesas?<br />
Me hablas con tus silencios.<br />
Me gritas y no te entiendo.<br />
Eres pasión y sufrimiento,<br />
perfección de Dios en la madera<br />
¿Por qué no puedo mirarte, Nazareno?<br />
Yo quiero aguantarte la mirada.<br />
Más, aparto mi vista cuando me miras,<br />
porque soy incapaz de mirarte a la cara.<br />
¿Qué tiene tu mirada nazareno?<br />
¿Qué misterio, esencia guardas?<br />
Cuando te vemos llegar,<br />
entre roces de cadena y brezo.<br />
Clavas tu pie en el suelo emeritense,<br />
y con tu fuerza nos bendices,<br />
mirada al frente, rostro humilde,<br />
soberbio avanzar hacia la muerte.<br />
MÉRIDA<br />
Pensándolo bien, Padre Santo,<br />
no podemos aguantarte la mirada,<br />
porque en tu mirada encierras<br />
todas las miserias humanas, NA ZA RE NO<br />
LA CELEBRACIÓN TURÍSTICA<br />
Cuando preguntamos sobre el significado de<br />
las Estaciones de penitencia todo se enfoca al<br />
disfrute, al turismo y a la economía. La pasión,<br />
muerte y resurrección de Cristo están ausentes del<br />
pensamiento popular. Sacamos las imágenes a la<br />
calle para que las contemplen aquellos que no se<br />
acercan a las Iglesias. Para que cumplan una<br />
función catequética, para que inspiren a la<br />
devoción y, por ende, el clamor popular.<br />
Nosotros no estamos aquí para cuantificar el<br />
Turismo. Sí tenemos que disfrutar con lo que hacemos,<br />
porque se puede disfrutar evangelizando,<br />
mostrando nuestras Hermandades desde la Fe.<br />
Hacemos un gran esfuerzo para que las imágenes,<br />
los pasos, sean atractivos. El problema, hermanos,<br />
es que en ocasiones, los intentamos hacer tan<br />
atractivos que los disfrazamos.<br />
Y así ocurre que cuesta encontrar el equilibrio<br />
a la hora de explicar cuál es nuestra misión. Y<br />
tampoco es que la ciudad nos lo ponga fácil.<br />
Tendremos mucho título de Interés Turístico,<br />
que sólo es eso… un título y que ni siquiera es<br />
apreciado, en su justa medida, por la propia<br />
ciudad. O, ¿acaso hay algún elemento en Mérida,<br />
algún rincón que reconozca su Semana Santa?<br />
Cualquier ciudad que arropa su Semana Santa<br />
cuenta con un rinconcito donde se reconoce el<br />
trabajo y el esfuerzo de los que hacen posible la<br />
Semana Santa. Un rinconcito desde el que se<br />
presume, de forma civil y oficial de la Semana<br />
Santa<br />
Y es que, hermanos, las imágenes que<br />
procesionamos llevan en sus manos y en sus pies<br />
el beso de tantos emeritenses que están en el<br />
balcón de los buenos cofrades y que lucharon