SISTEMA DE CIUDADES EN ESPAÃA
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concentran población y actividad económica, además de los más importantes<br />
centros de decisión, investigación e innovación tecnológica.<br />
Evolución del sistema de ciudades en España<br />
Se entiende por sistema urbano la disposición de las ciudades sobre el territorio y<br />
las relaciones que mantienen entre sí y en relación con su entorno, a través de<br />
flujos de diferente naturaleza: de información, de capital, de tráfico de personas y<br />
mercancías, sociales...<br />
El sistema urbano español ha conocido diferentes etapas en su evolución; a cada<br />
una de ellas corresponde un modelo propio. Así, podemos hablar del modelo de<br />
sistema de ciudades correspondiente a la etapa industrial, frente al modelo de<br />
ciudades perteneciente a la etapa postindustrial o actual.<br />
Sistema de ciudades en la España industrial<br />
Aunque sus cimientos se remontan a la época romana, el actual sistema urbano<br />
español se consolida a mediados del siglo XX, coincidiendo con los efectos de la<br />
industrialización. A partir de entonces pierde importancia el sistema urbano<br />
regional de la época preindustrial, surge el sistema urbano provincial y se fortalece<br />
el sistema urbano estatal. En la consolidación de este último influyó de manera<br />
decisiva la creación de las vías de ferrocarril y de las carreteras nacionales.<br />
El sistema urbano español está basado en dos grandes centros urbanos: Madrid y<br />
Barcelona. Esto se debe tanto al desarrollo industrial, localizado fundamentalmente<br />
en el País Vasco y Cataluña, como al peso de Madrid como capital del Estado.<br />
Otras ciudades que aumentan su importancia son Valencia, Murcia, Zaragoza y, en<br />
general, las capitales de provincia, que se convierten en centros rectores del<br />
sistema urbano de ámbito provincial.<br />
Las características del proceso de industrialización y urbanización de estos años<br />
conllevaron la aparición de fuertes desequilibrios territoriales, de modo que la<br />
actividad y riqueza se concentró en unas pocas ciudades, mientras el resto quedó<br />
en situación de desventaja y dependencia respecto a aquellas. Cuando la<br />
industrialización se extiende, el empleo se concentra y los datos de distribución de<br />
empleo entre regiones comienzan a mostrar una disparidad regional creciente; así,<br />
en 1965 cuatro áreas urbanas, Cataluña, Madrid, Cantábrico y Levante, concentran<br />
más del 50% del empleo industrial y terciario.