Urbanizaciones turísticas de sol y playa Estudio del ... - Topofilia

decir en invierno tienes un ambiente de pueblo grande, de acuerdo? En el que la vida
tampoco ha cambiado tanto, la gente va al mercado, va a las tiendas del pueblo etcétera,
etcétera. Y a partir de la primavera pues se va convirtiendo en una especie de marabunta
que te intenta superar, de la manera que puede, con todo el tema de los ruidos por la
noche, esta claro, el tema del tráfico, la gente por la calle, la playa.” (MEM-RES11).
En entrevista con el Presidente de la Asociación de Comerciantes en Roses (junio de
2009), señala que “(…) ni muy triste, ni muy alegre, porque tenemos, digamos, en
verano, es un pueblo magnífico, es muy alegre, digamos, se pueden hacer muchas cosas
aquí en este pueblo. En invierno, es más tranquilo, más asiduo. Hay turistas que
prefieren venir en invierno porque están más tranquilos, pueden ir donde quieran… Y en
verano, pues pasamos de…, habitualmente estamos en 20,000 habitantes, y de 20,000
pasamos a 100,000.” (PRO-LAB16).
El cambio de estación, el sol del verano y la obscuridad del invierno, se expresa en
opinión de un cocinero de Roses (agosto de 2009), con la siguiente reflexión “¿Cómo es
el ambiente de Rosas? A ver, yo creo que los sitios, los sitios en…, cuando hay luz
siempre alegre, siempre es alegre. Cuando no hay luz, siempre son tristes. Como hay
muchos días de luz, ¿no?, la gente está bastante alegre.” (PRO-LAB17).
Identificándose una ciudad del turismo alegre y triste, durante más de la mitad de los
meses del año es triste, señala Sergi Corretjá (junio de 2009), Hotelero en Roses, que
“(..) seis meses quizá en invierno, sea más triste, porque, bueno, hay poca gente, el
tiempo tampoco acompaña, hace frío. Los meses de temporada, pues, bueno,
lógicamente es más alegre. Tampoco es un sitio para venir de fiesta hasta altas horas de
la madrugada, pero sí que, bueno, es un sitio que, que, durante una temporada, la gente
es más alegre.” (PRO-LAB13).
Asimismo, en opinión de un Docente en Roses (noviembre de 2008), señala: “Veras, yo
estoy aquí nueve meses al año y es bastante triste en invierno, oscuro, frío, solitario…
Los meses de verano lo poco que he vivido es bullicioso, ruidoso [P/ o sea que hay una
dualidad.] es muy diferente, mucho, mucho.” (MEM-RES6).
Entre alegrías y tristezas de la ciudad de Roses, se reconoce que es un territorio turístico
cálido con temporal hostil que se destaca por el viento dominante del norte que sobre
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