Urbanizaciones turísticas de sol y playa Estudio del ... - Topofilia

que yo había vivido antes que es el barrio de pescadores. Entonces ese barrio de
cincuenta casas que Antonio también vino a vivir allí con sus padres y yo con los míos [
y Kiko también verdad?] Kiko también. Ese barrio venimos de pequeños y nosotros
hemos crecido ahí al lado del mar y eso hay sido maravilloso; los vecinos, todo el rollo
que había… como eso ya no lo vamos a encontrar.”
Asimismo, destaca la separación entre La Punta y Roses, reconociéndose una separación
en la ciudad de Roses, por la Rambla, que parte la Riera. En expresión de uno de los
jubilados de Roses, “Aquí en Roses hay una cosa que no se si se lo han dicho. Roses
son dos barrios [la punta y roses] yo soy de la punta, y ella es de Roses, o sea... pero la
riera donde estaba la rambla, la riera partía y era, tu vivías en la punta y yo vivo en
Roses, tu no eres de Roses, tu eres de la Punta. Eran los dos únicos barrios, porque roses
empezó a crecer a partir de 1814, 1815, porque antes el pueblo estaba dentro de la
muralla, el pueblo… fuera del pueblo había cuarenta y dos mansos, que todas las
propiedades eran de cuarenta y dos terratenientes que iban dando a la gente pequeñas
fincas para que las cultivaran a a partir de un censo. Luego en el caso de ellos y en el
caso nuestro, porque mis descendientes son de Palau y uno se casó con una chica de ahí
que ya tenían tierra, y ellos en su caso también. Tenían ya tierras de los bisabuelos y de
esa tierras se fue cultivando... se cultivaban las tierras. El pequeño y el mediano
agricultor cultivaron la tierra hasta el año cincuenta y seis, que fue cuando aquí se llama
el año del frío. En el cincuenta y seis Roses llegamos a dieciséis grados bajo cero. Y los
olivos, teníamos, y en la suya, teníamos olivos que yo, mi padre y mi tío no los
podíamos abrazar, partidos por la mitad y muertos. Y luego los fuegos terminaron de
arrasarlo todo. Pero eso, mirando así veías esas montañas bien cuidadas que aprecian
jardines. A mitad de camino de Cadaques todos los bancales parecían un jardín de
cuidados y arreglados [ahora están muy abandonados, queda un paisaje muy lindo pero
esta descuidado..] es un paisaje con arbusto que es lo que ha crecido, pero las fincas
completamente abandonadas, y eso se trabajaba todo a mano porque no podías subir con
el tractos. Ellos y nosotros teníamos fincas que aún subía el animal con el arado y en
casa de mis abuelos tenían una burrita para cultivar esas montañas, o sea que…”
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