Estilo de vida y arquitectura de consumo emulativo - Topofilia

Estilo de vida y arquitectura de consumo emulativo - Topofilia Estilo de vida y arquitectura de consumo emulativo - Topofilia

topofilia.net
from topofilia.net More from this publisher
20.03.2015 Views

carro, a tu hijo, te invitaban a pasar a su casa, te brindaban un café, y aquí [en el fraccionamiento cerrado] ya tienes que traspasar ciertas fronteras, no es la misma relación, quizá porque acabamos de cambiarnos de casa pero de entrada se nota que es otro tipo, que la gente tiende a estar más adentro de sus casas, a salir poco y a refugiarse. Sí se pierde el hecho de que en los otros espacios conocías hasta el vecino de la tienda, al señor que te podía arreglar tu jardín, aquí todo lo tienes que contactar por teléfono, por recomendaciones. Sin duda, es otro marco de relaciones. Allá todavía se seguía conservando la unidad de la procedencia, aquí por ejemplo, tengo a un vecino que es iraquí […], tengo otro que es del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos […], hay gente de Guadalajara, de Yucatán, de México, de Chihuahua, eso te da un universo diferente. En cambio donde yo vivía prácticamente era gente de Obregón, de Ures, de Guaymas, de Sahuaripa, de Banamichi, de la Colorada, de Baviácora, de Rayón, era más tradicional, te identificabas rápidamente y aquí no. Son otras costumbres. Tiene sus riesgos, tienes sus bondades -son más, pero vas a perder algo de la idiosincrasia sonorense, de las pertenencias a tu forma de ser como provinciano. Jorge, residente. El fragmento anterior remite a los párrafos presentados por Svampa –caso bonaerense- en el que los nuevos residentes de los barrios cerrados continúan frecuentando los lugares de consumo cercanos a su antiguo barrio abierto. En contraparte, esa nostalgia por las relaciones sociales -coloquiales, despreocupadas, de confianza- que algunos de los residentes de los nuevos fraccionamientos cerrados ponen de manifiesto, puede ser, como indican Blakely y Snyder una razón más por la que el fraccionamiento cerrado es tan exitoso en la ciudad de Hermosillo y, en general en las ciudades medias y grandes de Latinoamérica y de los Estados Unidos. Israel, arquitecto diseñador de varias casas en fraccionamientos cerrados señala la experiencia varios amigos de la infancia: 114

Creo que era necesario para mucha gente el sentirse parte otra vez de una calle. Literalmente, te lo puedo decir, […] la gente busca la gente con la cual integrarse en una calle, en una cerrada y dan por entendido, creo, por su educación que se van a llevar bien todos, que va a ver una... que ellos son parte de una calle que van a tener ese control sobre muchas de las cuestiones de las que de niños no tuvieron, por ejemplo, yo me pongo en el caso de los amigos que vivieron en la colonia las Quintas y de un tiempo para acá las Quintas, hace unos 5 ó 10 años, creció la gente, creció la población de carros, creció... ¡todo creció! y la gente realmente tenía necesidad de otra vez pues sentirse como que a gusto sin tantos carros, sin tanto, gente que no conocían, porque la colonia como las casas como que se fueron vaciando, llenando de gente que rentaba o que venía de fuera y ya la gente que originalmente vivía ahí ya no era, entonces los amigos digamos de la cuadra se perdieron pero curiosamente se reencuentran en esa cerrada ya que crecen, que pueden comprar casa o que pueden ya generar su propio estilo de vida y ya unos se están reencontrando en esa cerrada, como que se buscan, aunque parezca lo contrario. Arquitecto y diseñador independiente. De este modo, para muchos residentes del fraccionamiento cerrado, esta modalidad de habitar y de conformar el nuevo barrio responde a la necesidad –insoluta- de fortalecer las relaciones sociales y de sentirse “seguros”, entre iguales. La solución ha sido la sujeción de la voluntad propia a la de unos cuantos –los que tienen la opción de participar en la asociación o comité de vecino, o en el peor de los casos a los lineamientos de promotoras e inmobiliarias. Así como una apropiación intensa –y excluyente- del espacio común, que en la mayoría de los casos sigue siendo la calle. Hasta dónde el fraccionamiento cerrado confina a una comunidad es un tema que se discutirá en el cuarto y último apartado de este capítulo. En los siguientes apartados se presentan varias de las características del fraccionamiento cerrado que fueron identificadas como correlacionadas a las nociones de 115

carro, a tu hijo, te invitaban a pasar a su casa, te brindaban un café, y aquí [en el fraccionamiento<br />

cerrado] ya tienes que traspasar ciertas fronteras, no es la misma relación, quizá porque acabamos <strong>de</strong><br />

cambiarnos <strong>de</strong> casa pero <strong>de</strong> entrada se nota que es otro tipo, que la gente tien<strong>de</strong> a estar más a<strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong> sus casas, a salir poco y a refugiarse. Sí se pier<strong>de</strong> el hecho <strong>de</strong> que en los otros espacios conocías<br />

hasta el vecino <strong>de</strong> la tienda, al señor que te podía arreglar tu jardín, aquí todo lo tienes que contactar<br />

por teléfono, por recomendaciones. Sin duda, es otro marco <strong>de</strong> relaciones. Allá todavía se seguía<br />

conservando la unidad <strong>de</strong> la proce<strong>de</strong>ncia, aquí por ejemplo, tengo a un vecino que es iraquí […],<br />

tengo otro que es <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Agricultura <strong>de</strong> los Estados Unidos […], hay gente <strong>de</strong><br />

Guadalajara, <strong>de</strong> Yucatán, <strong>de</strong> México, <strong>de</strong> Chihuahua, eso te da un universo diferente. En cambio<br />

don<strong>de</strong> yo vivía prácticamente era gente <strong>de</strong> Obregón, <strong>de</strong> Ures, <strong>de</strong> Guaymas, <strong>de</strong> Sahuaripa, <strong>de</strong><br />

Banamichi, <strong>de</strong> la Colorada, <strong>de</strong> Baviácora, <strong>de</strong> Rayón, era más tradicional, te i<strong>de</strong>ntificabas<br />

rápidamente y aquí no. Son otras costumbres. Tiene sus riesgos, tienes sus bonda<strong>de</strong>s -son más, pero<br />

vas a per<strong>de</strong>r algo <strong>de</strong> la idiosincrasia sonorense, <strong>de</strong> las pertenencias a tu forma <strong>de</strong> ser como<br />

provinciano. Jorge, resi<strong>de</strong>nte.<br />

El fragmento anterior remite a los párrafos presentados por Svampa –caso<br />

bonaerense- en el que los nuevos resi<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> los barrios cerrados continúan frecuentando<br />

los lugares <strong>de</strong> <strong>consumo</strong> cercanos a su antiguo barrio abierto. En contraparte, esa nostalgia<br />

por las relaciones sociales -coloquiales, <strong>de</strong>spreocupadas, <strong>de</strong> confianza- que algunos <strong>de</strong> los<br />

resi<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> los nuevos fraccionamientos cerrados ponen <strong>de</strong> manifiesto, pue<strong>de</strong> ser, como<br />

indican Blakely y Sny<strong>de</strong>r una razón más por la que el fraccionamiento cerrado es tan<br />

exitoso en la ciudad <strong>de</strong> Hermosillo y, en general en las ciuda<strong>de</strong>s medias y gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

Latinoamérica y <strong>de</strong> los Estados Unidos.<br />

Israel, arquitecto diseñador <strong>de</strong> varias casas en fraccionamientos cerrados señala la<br />

experiencia varios amigos <strong>de</strong> la infancia:<br />

114

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!