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20.03.2015 Views

clausurar a todo aquel que no pertenezca al interior del mismo. Los cotos otorgan el aislamiento y tranquilidad buscados, al convivir en el encierro con gente conocida de comportamiento y gusto similar: los conceptos adquiridos en un coto, al igual que la cultura de consumo, “…están más cerca, en apariencia, de satisfacer la individualidad y las diferencias que siempre prometió.” (Featherstone, 1991, p.148) El hecho de conservar el concepto deseado de vida tiene que ver con el tipo de particularidades en los servicios y productos consumidos, el sitio donde se consumen, pero sobretodo, con quién más lo consumen. Solo con el conocimiento de estas respuestas, su valor social y la utilización de las mismas de manera natural, se continuará como parte del ideal. Varios aspectos de consumo, para Méndez y Rodríguez (2005), dan lugar a la formación de lazos afectivos. El consumo marca la pauta del tipo de gente que se es, el prestigio que se gana y la posición social que se alcanza. Los habitantes contemporáneos consideran su vivienda, los alrededores e incluso el automóvil como una “extensión de su persona”; todos estos son interpretados por otros con el fin de evaluar la falta o existencia de buen gusto. (Featherstone, 1991, pp.109- 147) El saber vivir en la comunidad de un coto, conocer las ventajas y guardar el estilo dentro es una referencia al ciudadano y consumo postmoderno, quien no únicamente necesita usar un producto, resulta más importante el conocer cómo se usa, utilizarlo de manera familiar y vivir como si en verdad se pertenece al sitio. Esto otorga mayor aceptación, de no manipularse habitualmente se reconocerá a los “intrusos”, quienes han llegado sin la educación y refinamiento adecuados: “los recién llegados, los autodidactas, inevitablemente emitirán signos sobre el peso que representan los logros y las insuficiencias de su competencia cultural” (Featherstone 1991, p.49). El miedo a la inseguridad se reduce mediante la auto-comparación con otros de “menor gusto”, y mayor confianza a los habitantes “de antaño”. Entre los productos y conocimientos deseables para grupo referido, cuestiones como la educación, el arte, el automóvil y el 72

ocio obtienen los sitios más importantes. “El arte se transformo en la visión estética de la burguesía” (Zukin, 2004, p.23), situación que el marketing inmobiliario incluye junto a la promesa de vida, y a los compradores al éxito y plusvalía social. Además de productos, la sociedad descrita cuenta con ciertos factores de comportamiento característicos, como son el disfrute y el placer como fin y el gusto por explorar con los sentidos y las emociones a cada instante. De este aspecto los cotos son fieles representantes: el cuidado destinado al entorno interior detonan un gran placer visual al ingresar, la armonía elegida para los fines de semana, y el cambio en cualquier momento hacia otro concepto distinto y más novedoso concedido por un nuevo fraccionamiento que bien lograremos obtener. La inseguridad ligada a la violencia en las áreas urbanas se presenta como el elemento principal del auge de los Cotos privados. Sin embargo, la sociedad contemporánea sentada en el consumo cotidiano genera también inseguridad, pero está vinculada al individuo mismo, a la no aceptación, al fracaso económico y social, a quedar fuera de los semejantes, a la competencia con muchos otros. Los motivos de la elección de vivir en un coto, dedejarse convencer” por un estilo de vida promovido por una estrategia de mercadotecnia pueden tener raíces más profundas que el miedo a la inseguridad al exterior. Los motivos del individuo contemporáneo viajan en centrifuga y bajo esta situación valen ser comprendidos. 1.1.5 Convivencia y espacio interior En cuanto a la estructura, el cambio más notable parte del exterior, contrariamente a lo que sucedía en las plazas y parques públicos donde se llevaban a cabo actividades sociales y se consumían productos locales (helados, frituras), de producción fresca e inmediata, en los jardines del interior de los cotos se muestran productos provenientes de Wal-Mart en paquetes múltiples de orígenes. 73

c<strong>la</strong>usurar a todo aquel que no pert<strong>en</strong>ezca al interior <strong>de</strong>l mismo. Los cotos otorgan el<br />

ais<strong>la</strong>mi<strong>en</strong>to y tranquilidad buscados, al convivir <strong>en</strong> el <strong>en</strong>cierro con g<strong>en</strong>te conocida <strong>de</strong><br />

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cultura <strong>de</strong> consumo, “…están más cerca, <strong>en</strong> apari<strong>en</strong>cia, <strong>de</strong> satisfacer <strong>la</strong> individualidad y<br />

<strong>la</strong>s difer<strong>en</strong>cias que siempre prometió.” (Featherstone, 1991, p.148)<br />

<strong>El</strong> hecho <strong>de</strong> conservar el concepto <strong>de</strong>seado <strong>de</strong> <strong>vida</strong> ti<strong>en</strong>e que ver con el tipo <strong>de</strong><br />

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(2005), dan lugar a <strong>la</strong> formación <strong>de</strong> <strong>la</strong>zos afectivos. <strong>El</strong> consumo marca <strong>la</strong> pauta <strong>de</strong>l tipo<br />

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habitantes contemporáneos consi<strong>de</strong>ran su vivi<strong>en</strong>da, <strong>los</strong> alre<strong>de</strong>dores e incluso el<br />

automóvil como una “ext<strong>en</strong>sión <strong>de</strong> su persona”; todos estos son interpretados por otros<br />

con el fin <strong>de</strong> evaluar <strong>la</strong> falta o exist<strong>en</strong>cia <strong>de</strong> bu<strong>en</strong> gusto. (Featherstone, 1991, pp.109-<br />

147)<br />

<strong>El</strong> saber vivir <strong>en</strong> <strong>la</strong> comunidad <strong>de</strong> un coto, conocer <strong>la</strong>s v<strong>en</strong>tajas y guardar el<br />

estilo <strong>de</strong>ntro es una refer<strong>en</strong>cia al ciudadano y consumo postmo<strong>de</strong>rno, qui<strong>en</strong> no<br />

únicam<strong>en</strong>te necesita usar un producto, resulta más importante el conocer cómo se usa,<br />

utilizarlo <strong>de</strong> manera familiar y vivir como si <strong>en</strong> verdad se pert<strong>en</strong>ece al sitio. Esto otorga<br />

mayor aceptación, <strong>de</strong> no manipu<strong>la</strong>rse habitualm<strong>en</strong>te se reconocerá a <strong>los</strong> “intrusos”,<br />

qui<strong>en</strong>es han llegado sin <strong>la</strong> educación y refinami<strong>en</strong>to a<strong>de</strong>cuados: “<strong>los</strong> recién llegados, <strong>los</strong><br />

autodidactas, inevitablem<strong>en</strong>te emitirán signos sobre el peso que repres<strong>en</strong>tan <strong>los</strong> logros y<br />

<strong>la</strong>s insufici<strong>en</strong>cias <strong>de</strong> su compet<strong>en</strong>cia cultural” (Featherstone 1991, p.49). <strong>El</strong> miedo a <strong>la</strong><br />

inseguridad se reduce mediante <strong>la</strong> auto-comparación con otros <strong>de</strong> “m<strong>en</strong>or gusto”, y<br />

mayor confianza a <strong>los</strong> habitantes “<strong>de</strong> antaño”. Entre <strong>los</strong> productos y conocimi<strong>en</strong>tos<br />

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