El Estilo de vida en los fraccionamientos privados de la ... - Topofilia

además de ser partidaria al desarrollo de disciplinas deportivas, musicales y de
aprendizaje, preocupada, al mismo tiempo, por la moda y el buen gusto.
Ante la necesidad de la clase media de diferenciarse, explica Featherstone, el
aprendizaje y dominio de temas diversos, el manejo de tecnología y la información
resultan primordiales. El acceso a medios impresos y multimedia es, por ende,
indispensable, sobre todo aquellas secciones donde se explica cómo alcanzar un estilo
de vida satisfactorio. Las formas de consumo actúan informando a otros que se está
actuando de manera adecuada. Crece entonces la oferta de especialistas quienes brindan
sus servicios con el fin de hacerles la labor más llevadera. (2000, pp.156-160). Con esto,
el conocimiento actúa, también, como exclusivo de clase. Tras estar al tanto del manejo
atinado de objetos y servicios, será frecuente detectar a aquellos quienes no cuentan con
juicio tal, así como a otros principiantes en la materia.
En un inicio de la clase media, la ciudad se manifestó como una experiencia de
espectáculo y emociones unidas, integrando sonidos, inclinaciones, imágenes, gente,
objetos, ocasionando la producción en exceso de todo tipo de artículos para la
satisfacción del estilo. Bataille( 1988) detecta el problema de la producción en exceso y
su manejo pues explica su destino con futuro en la ostentación y el regocijo, más que a
otra parte, siendo también éste un resultado del capitalismo, exponiéndose incluso en
lugares urbanos como centros comerciales y deportivos, entre otros. Así, la ciudad se
convierte, junto a otros sitios, en seducción y deseos, transformándose en el siglo XX en
sitios de “desorden ordenado” con la combinación de la simulación y el ideal. (en
Featherstone, 2000, p.187)
El autor expone a la clase media como una cultura lúdica, que goza de
experimentar la diversidad, compartiendo frívolamente valores, conocimientos y gustos
basados en afectos superfluos. Si bien este aspecto pudiese parecer excedido Wouters
(1986, en Featherstone, 2000, p.89) defiende la rigurosa necesidad de autocontrol para
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