El Estilo de vida en los fraccionamientos privados de la ... - Topofilia

UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
CENTRO UNIVERSITARIO DE ARTE, ARQUITECTURA Y DISEÑO
“El Estilo de vida en los fraccionamientos privados de la Zona Metropolitana de
Guadalajara: un aporte al conocimiento de las ciudades, 2000-2006.”
Tesis para obtener el grado de:
DOCTOR
DOCTORADO EN CIUDAD, TERRITORIO Y SUSTENTABILIDAD
Doctorando: Tzitlalin Durán Valdés
Director de Tesis: Dra. Raquel Edith Partida Rocha
Codirector: Dr. Juan Manuel Durán Juárez
Zapopan, Jalisco, México
Diciembre del año 2008
1

ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 1
Planteamiento del problema 3
Hipótesis 6
Objetivo general 6
Objetivos particulares 7
I. MARCO CONCEPTUAL 8
a) La ciudad contemporánea 8
b) Los cotos residenciales 11
c) Los fraccionamientos cerrados en la ZMG 13
d) Generalidades sobre el consumo y los estilos de vida 19
II. METODOLOGÍA 23
A) Operacionalización de los conceptos centrales 26
1. Comprensión del Estilo de vida 26
2. Dimensiones de estudio: Construcción de variables e indicadores 27
B) Técnicas e instrumentos metodológicos 33
1. Universo de estudio 33
2. Muestra 34
3. Diseño de Instrumentos Metodológicos 35
a) Diseño de Cuestionario piloto 36
b) Diseño de la entrevista 37
c) Diseño de puntos de observación 40
d) Otras fuentes de información 41
III. Capitulario 45
2

CAPÍTULO I
Acercamientos teóricos a los conceptos centrales: Fraccionamientos cerrados y
Estilos de vida 48
1.1 Una nueva tendencia urbana: los fraccionamientos privados 50
1.1.1 La ciudad y la ciudad postmoderna 51
1.1.2 Segregación socio-espacial en las ciudades postmodernas 59
1.1.3 El discurso social de los fraccionamientos privados 62
1.1.4 El discurso urbano de los fraccionamientos privados 64
1.1.5 Convivencia y Espacio interior 66
1.1.6 Aislamiento y espacio exterior 69
1.1.7 Los cotos desde un complejo histórico: Estados Unidos y México 70
1.1 8 El tipo en arquitectura y urbanismo 73
1.2 El estilo de vida: Un resultado del consumo postmoderno 80
1.2.1 Modos de vida y estilos de vida 93
1.2.2 El estudio del estilo de vida: cambio social y dimensiones 94
1.2.3 El estilo de vida: un ideal 104
1.2.3.1 La feminización del espacio 107
1.2.4 Los códigos culturales en la formación del espacio 109
1.2.4.1 La distinción y la clase 112
1.2.4.2 Los medios de comunicación 114
1.2.4.3 El papel de los agentes de ventas 116
1.2.4.3.1 Mercadotecnia y publicidad 118
1.2.4.3.2 El crédito 120
1.2.4.3.3 La clase media 121
Conclusiones del Capítulo I 125
3

CAPÍTULO II
Del fracaso del modelo en colonias abiertas al boom inmobiliario: ZMG. 128
2.1 De la ciudad libre a la periferia en cotos 129
2.1.1 El fracaso del modelo de colonias abiertas 131
2.1.1.1 Incorporación del norponiente 138
2.1.1.2 De los sembradíos y poblados a la periferia en cotos 140
2.1.1.3 La llegada masiva de inmobiliarias y la plusvalía
en la zona 145
2.1.1.4 El cerramiento accidental de los fraccionamientos
populares en la Periferia Norponiente de ZMG 146
2.1.2 Delimitación del área de estudio 158
Conclusiones del Capítulo II 159
CAPÍTULO III
Dimensión Residencial 160
3.1 La organización de los fraccionamientos cerrados 161
3.2 Estructura Física de los Fraccionamientos 162
3.2.1 Fraccionamientos cerrados clase alta 163
3.2.2 Fraccionamientos cerrados de clase media 164
3.2.3 Fraccionamientos cerrados clase baja 168
3.3 Los fraccionamientos clase media: composición urbana y
arquitectura 170
3.3.1 Las viviendas 171
3.3.1.1 Elementos centrales y espacios
interiores 172
3.3.1.2 Perfiles y cubiertas 174
3.3.1.3 Proporciones de la casa tradicional 175
3.3.1.4 Proporciones de la casa contemporánea 177
4

3.3.1.5 Ingreso 179
3.3.1.6 Patios 179
3.3.1.7 Formación de microclimas 180
3.3.1.8.Materiales 180
3.3.1.9 Utilidad, comodidad, perpetuidad y
belleza 181
3.3.2 Traza urbana 182
3.4 Generalidades de fraccionamientos elegidos como muestra 184
3.4.1 Esencia Residencial 186
3.4.2 Quintas La Soberana 189
3.5 Los habitantes 192
3.5.1 Proyectos de vida y orígenes 192
3.5.2 Elecciones residenciales 193
3.5.3 Tipos de habitantes 198
3.5.4 Movilidad residencial 200
3.5.5 Proxémica como refuerzo a la estructura social 206
Conclusiones del Capítulo III 209
CAPÍTULO IV
Dimensión ocupacional 212
4.1 Generación de ingresos: una representación del deseo 213
4.1.1 Representatividad de los estilos de vida 213
4.1.2 Pre-identificación residencial 218
4.1.3 Constitución de grupos 226
4.1.3.1 Categorías de habitantes 228
4.1.3.1.1 Las parejas jóvenes 229
4.1.3.1.2 Solteros profesionistas 230
4.1.3.1.3 Parejas mayores 230
5

4.1.3.1.4 Segunda residencia 231
4.2 Generación de tiempo libre 231
4.2.1 Patrones de organización 237
4.2.2 Esferas sociales de referencia 239
4.2.2.1 Implicaciones en la residencia 240
4.2.3 Valoración del trabajo 241
4.2.3.1 Valoración del trabajo en la estructura tradicional 242
4.2.3.2 Valoración del trabajo en estructura activa 243
Conclusiones del Capítulo IV 245
CAPÍTULO V
Dimensión del ocio 247
5.1 El estilo de vida propuesto por los agentes de ventas 248
5.1.1 El proceso de venta y el estilo de vida 249
5.1.1.1 Las ventajas del encierro en el discurso de venta 251
5.1.1.2 La residencia tipo en el discurso de venta 254
5.1.1.3 La ubicación en el discurso de venta 255
5.1.1.4 Los sistemas constructivos en el discurso de ventas 256
5.1.1.5 El crédito en el discurso de ventas 256
5.2 Acciones y actividades de acuerdo al interés de vida 258
5.2.1 Modelos de acción por el tipo de intereses sociales
en las residencias 259
5.2.1.1 Modelo centrado en la familia 259
5.2.1.2. Modelo centrado en un proyecto integral 260
5.2.2 Adaptación 261
5.3 Identidad y apropiación 262
6

5.3.1 Identidad y apropiación en un trasfondo socio-espacial. 264
5.3.1.1 Identidad y apropiación de acuerdo al tipo de interés
social en las residencias 270
5.3.1.1.1 Identidad y apropiación con un patrón aspiracional 271
5.3.1.1.1.1 El estilo de vida 272
5.3.1.1.2 Identidad y apropiación con un patrón patrimonial 277
5.3.1.1.2.1 El estilo de vida 278
5.3.1.1.3 Identidad y apropiación con un patrón de proyecto final 284
5.3.1.1.3.1 El estilo de vida 286
5.3.2 Identidad y apropiación de acuerdo a las categorías de habitantes 288
Conclusiones del Capítulo V 291
CONCLUSIONES 294
BIBLIOGRAFÍA CITADA 304
Bibliografía consultada 314
7

INTRODUCCIÓN
El tema de los cotos cerrados y su impulso social adquiere cada vez más interés
nacional y global entre urbanistas, instituciones gubernamentales, promotores
inmobiliarios y científicos sociales, debido a que este nuevo concepto de vivir es una de
las principales tendencias urbanas de la ciudad contemporánea. Este tema, amerita que
la propuesta examine el fenómeno desde dos perspectivas, la urbana y la del consumo.
Se parte de los puntos que determinan la unión, las cuales, no pueden ser comprendidas
de no estar al tanto de los principios que guían la fascinación de la sociedad ocasionada
por este novedoso concepto.
En la actualidad, es una realidad la proliferación de los cotos habitacionales
cerrados, los cuales brindan a los habitantes una serie de beneficios propios del consumo
de bienes y que conforman todo un sistema social de valores en los que el estatus, la
diferenciación, la privacidad y la amplitud, que en general pueden llegar a brindar estos
espacios de vivienda a quienes los adquieren, se constituyen en el éxito del concepto
habitacional.
Investigaciones realizadas por autores como Blakely (2002), Giglia (2003),
Cabrales (2002) y Méndez (2005), aportan explicaciones sobre el fenómeno de la
aparición de los cotos desde distintas perspectivas, principalmente la proveniente de la
inseguridad y violencia de las grandes ciudades. Es muy probable que en ciudades como
el Distrito Federal., donde instalan “plumas” en ingresos de calles para limitar el acceso
de vehículos, por seguridad de los vecinos, no tenga relación directa con el concepto de
“defensa” y “protección”, y sí con la idea comercial que los promotores de cotos en la
actualidad utilizan para la venta del producto inmobiliario; estas acuden a motivaciones
en las que la sociedad contemporánea fundamenta sus decisiones y están encaminadas
hacia la creación de una individualidad y la formación de estilos de vida, donde la
“autosegregación” y el “encierro” encuentran atracción psicológica y competitiva, en
términos sociales. Si bien tampoco se desconoce que la seguridad y la integridad que
8

inda este tipo de viviendas a los habitantes tienen un importante peso específico, la
presencia de otras variables en estas decisiones es también trascendental.
Son aún muy escasos los estudios realizados en México sobre los cotos privados,
y poco se conoce acerca de las motivaciones de los compradores de este tipo de espacios
habitacionales o de la influencia que este nuevo comportamiento de consumo y estilo de
vida habitacional genera. Ante la falta de información de esta naturaleza, esta tesis
aporta en dicha línea del conocimiento, cimentada en un enfoque metodológico
cualitativo basado en categorías de análisis de elementos de vida no advertidos hasta hoy
en este campo del conocimiento. La presente investigación se apoya en diversas
perspectivas teóricas que permiten dar sustento y precisión al objeto de estudio, así
como generar información de primera fuente a partir de las experiencias de algunos de
los habitantes, que permitan identificar cierta lógica de comportamiento en este sector
de población, cuyo análisis y estudio brinde elementos de juicio pertinentes para
profundizar en este tipo de estudio, tanto desde el punto de vista arquitectónicourbanístico,
como desde la perspectiva social.
El abordaje de este tema, surge de los estudios mundiales acerca de las
influencias de los estilos de vida en diversos ámbitos y de las investigaciones sobre el
consumo, en particular en la producción y el mercadeo de objetos, y del cómo éstos
adquieren valores más allá de lo material, a partir de un discurso social cuyas
interpretaciones son las responsables del valor que éstos adquieren en determinado
momento. Como se puede apreciar, son rasgos de la psicología del consumo que aplican
los desarrolladores de este tipo de vivienda mediante la explotación de la variable de
“estilos de vida”.
Esta investigación se une con otros dos intereses. Primero, desde el punto de
vista urbanístico con la conformación de la ciudad contemporánea; y segundo, desde la
perspectiva social, los aspectos particulares de consumo al cual se vinculan los estilos de
9

vida. Los antecedentes propuestos por Remy y Voyé (1976) aportan una perspectiva, e
incluso mostraron en su tiempo, el porqué y cómo surgen los fraccionamientos cerrados.
Dichos autores hablan de tres sistemas: el social, el cultural y el de la personalidad,
desde los que puede ser comprendida la ciudad. Estas perspectivas, empatan con la
visión del consumo y sus variables económicas hechas por Cortina (2002) quien las
identifica como sociológicas y culturales las cuales concretan los estilos de vida. En sí,
se pueden comprender las ciudades desde el sistema de la personalidad, para vincularla
entonces con la manera contemporánea de consumir, las formas de vivir dentro de
estilos de vida diferenciados, tras entender también las maneras en que se conforma y
cómo el ciudadano la experimenta día a día.
El interés primordial, radica en explicar cómo se constituye la ciudad actual, y
cómo se conciben los ciudadanos de las distintas composiciones sociales, lo que las
teorías modernas de Simmel (1977), Bourdieu (1991) y Borja (2003) explican mejor y
desde nuevas perspectivas de análisis. Este estudio constituye una serie de reflexiones
que pretenden descubrir cómo vive, dentro de urbanizaciones cerradas, el individuo
moderno en la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Dichos comportamientos implican cambios en los núcleos sociales, por lo que se
ha estimado conveniente cuestionar cómo se desarrollan las nuevas formas urbanas de
acuerdo a los ritmos y categorías de vida de los habitantes, siendo el núcleo residencial
la estructura básica para el comienzo, mientras que los ámbitos ocupacional y recreativo
permiten comprender el panorama a partir de otras influencias importantes en la vida de
las personas.
Planteamiento del problema
Con el fin de lograr propuestas de desarrollo urbano congruentes, resulta de interés el
tener presentes variables que nos permitan un mejor desempeño en la planeación, lo cual
suele incorporar, además de una buena dosis de conocimientos técnicos en materia
10

urbanística, variables propias del sector social en que se realiza. Para ello, la
información proveniente del mercado, y directamente del ciudadano, habrá de resultar
siempre pertinente para la toma de decisiones en este nivel. A lo largo de las siguientes
páginas el lector encontrará, además de la visión urbanística de los espacios
habitacionales conocidos como cotos, un análisis de los elementos que orientan las
formas como quisieran vivir los individuos, con base en información que muestra las
tendencias y preferencias de aquellas personas que suelen consumir estos productos, lo
cual puede redundar en beneficio de un mejor proyecto social y urbana en este nuevo
tipo de aspectos en la ciudad.
Resulta difícil, y en ocasiones riesgoso, dejar el desarrollo de la metrópoli en
manos de quienes proceden de formación académica de corte administrativo
(contaduría, mercadotecnia o administración, por ejemplo) o con un enfoque exclusivo
de negocios, con la pretensión de que sean verdaderamente conscientes de la
importancia de otras disciplinas en el desempeño social, sea como parte de una
organización a la que le brindan servicios o sea como personas emprendedoras que
realizan proyectos por cuenta propia. Los proyectos mencionados dictan, más aun, como
consideran los desarrolladores inmobiliarios que se debería vivir. Sin embargo, ignorar
elementos o variables que participan con un peso específico importante en los deseos de
vida del ciudadano, en este caso del consumidor de bienes raíces, es básico,
indiscutiblemente, para desarrolladores urbanos y constructores; el disponer de
información, que permita orientar ambos enfoques de desarrollo, a partir de las
declaraciones de los usuarios de dichos espacios urbanos sobre lo que encuentran
positivo en estos asentamientos, resulta ahora primordial para un futuro acorde a quienes
construyen día a día una propia historia de vida.
Sin embargo, si se considera que las decisiones de los compradores de casa en
cotos tienen una base social muy importante en la que intervienen motivaciones
psicológicas, resulta indispensable que esta investigación se involucre en el estudio y
11

análisis de distintas teorías en la materia, que permitan al lector derivar información
completa acerca de las motivaciones que, efectivamente, mueven a los ciudadanos a
adquirir y habitar un espacio con ciertas características, lo cual es (o debería) ser igual
de importante que otras cuestiones, de índole económico, por ejemplo.
Esto es, comprender a fondo el tema de investigación que aquí se presenta,
demandó una indagación abierta a temas complementarios del urbanismo en cuanto a las
ciencias sociales, la antropología y la economía, principalmente en cuestiones de
mercadeo y psicología de consumo, con la que se integraron los significados de las
diversas prácticas y las valoraciones sociales sugeridas por los actores involucrados.
Dado el conflicto que representaría concretar una investigación de tipo
multidisciplinaria, se optó por el ámbito de consumo sobre el cual orientar esta
exposición, donde las últimas dos áreas citadas toman la prerrogativa.
No puede perderse de vista que a nivel de doctorado, un documento de este tipo
debe involucrar, casi obligadamente, nuevas bases de conocimiento para la disciplina o
especialidad respectiva, por lo que el relacionar temas novedosos como la psicología del
consumidor, las razones de sus decisiones, las estrategias de venta y otros elementos
que de alguna manera están presentes en las decisiones cotidianas, habrán de permitir al
lector hacer conciencia de la importancia de éstos y de más enfoques que pueden
seguirse para la evaluación de las decisiones para quienes tenemos en nuestras manos el
desarrollo de un proyecto de ciudad.
Desde el enfoque social, específicamente bajo los proyectos de vida, este estudio
involucra a actor de acuerdo a las dimensiones subjetivas como modos de
comportamiento y las valoraciones, actividades y deseos las cuales son resultado de
actitudes, percepciones y sentimientos (formas de pensar) que, en general, se manipulan
para la formación de categorías personales basadas en motivaciones de actitudes
vivenciales. Si bien este estudio toma también en cuenta la existencia de otros actores,
12

como la industria inmobiliaria, el gobierno y la empresa, la exposición puntualiza el
análisis en los habitantes internos, pues en los estudios y propuestas científicas y urbanas
suelen ser los menos recordados, aún cuando son ellos quienes al final deciden la
habitabilidad de los fraccionamientos. Hasta hoy, no se les ha contemplado como
principales actores dentro de los trabajos anteriormente expuestos, por lo que su
incorporación a este análisis resulta a todas luces prudente.
Es por ello que, enseguida, se dará respuesta a la siguiente pregunta de
investigación, la cual, además, permite delimitar los alcances del propio trabajo:
I. ¿Cómo influyen los estilos de vida dentro de los fraccionamientos privados de
la Zona norponiente de la ciudad de Guadalajara, así como su repercusión en las
propuestas inmobiliarias en la conformación de la ciudad contemporánea?
Se presenta enseguida la hipótesis de investigación.
Hipótesis.
- Los estilos de vida forman un aspecto decisivo en la configuración de la ciudad
y los habitantes, tanto en los usos como en arquitectura, de lo cual, los
fraccionamientos privados son representantes.
Objetivo general:
Identificar las motivaciones que, desde el punto de vista individual y psicológico,
mueven a la selección de habitar en los fraccionamientos cerrados en la zona
Norponiente de Guadalajara, desde una perspectiva de “estilo de vida” y a partir del
análisis de la relación que los habitantes de este tipo de desarrollos habitacionales tienen
con la estructura urbana.
13

Objetivos particulares
Para cumplir con las propuestas anteriores, se ha definido un esquema que comprende
cinco objetivos particulares, de los cuales se podrán derivar los aspectos generales y
detalles con que se dará forma a la investigación.
Los objetivos particulares son:
1.1 Comprender los puntos principales sobre los que se construyen los estilos de vida,
sobre los cuales definir una metodología conveniente, mediante la construcción de
variables e indicadores que permitan el acercamiento y comprensión del concepto y
las implicaciones de estos con los habitantes y la ciudad.
1.2 Buscar quienes son los habitantes de los fraccionamientos en cuestión, a partir de la
composición de los hogares, con el fin de lograr categorías de análisis simplificadas,
en las cuales basar el resto del estudio.
1.3 Comprender las propuestas físicas y comerciales de la promoción inmobiliaria desde
los estilos de vida implicados en el discurso de venta respecto a la disposición de las
diversas áreas de los fraccionamientos.
1.4 Comprender los usos de la estructura urbana interna y externa y los significados
respecto al estilo de vida de los habitantes en el coto, tanto en tiempos libres
como durante la generación de ingresos.
1.5 Determinar si los estilos de vida encontrados en los cotos se ven reflejados en los
aspectos urbano y arquitectónico dentro y fuera del mismo.
Para analizar y aplicar los puntos anteriores, se ha operacionalizado el concepto central
estilos de vida en tres dimensiones: Residencial, Ocupacional y Ocio. Sobre cada una de
estas, se han construido variables de estudio, con los indicadores que permitirán su
medición. El desglose del contenido se encuentra explicado más adelante, en el apartado
de Metodología.
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I. MARCO CONCEPTUAL
Esta revisión presenta, brevemente, las propuestas teóricas que han explicado el
fenómeno de estudio de manera concreta. Se divide en cuatro apartados organizados
para describir, primero, la formación de la ciudad contemporánea, para en un segundo
segmento lograr argumentos sobre los fraccionamientos privados, con hincapié en los
estudios sobre la Ciudad de Guadalajara. El cuarto apartado expone los sustentos
sociales del consumo y algunas variantes involucradas en la formación de los estilos de
vida, que más tarde darán secuencia a nuestra interacción de variables.
a) La ciudad contemporánea
Los cotos o fraccionamientos privados son una tendencia urbana de la sociedad
postmoderna. La de hoy, es una sociedad cuya particularidad común es el consumo, por
lo tanto, es prudente estudiar el urbanismo y sus desarrollos como parte de los
comportamientos marcados por el mismo, donde los cotos son una resultante clara de
esta coalición.
Estas formas urbanas son una respuesta a la vida presente, la cual se estructura
conforme a los nuevos y cambiantes sistemas económicos, sociales y tecnológicos; la
ciudad se transforma rutinariamente, y con ella los habitantes, deseos e ideologías. La
ciudad postmoderna merece ser observada, con el fin de comprender las innovaciones
abruptas que presenta y sugerir propuestas acordes a formas de vida jamás encontradas
en el pasado.
La condición de mercadeo sobre la que se erigen las ciudades, es sustentada por
Simmel (1977, p.38) quien considera a la metrópolis moderna como un nuevo sitio, cuyo
valor fundamental es el económico y deja atrás toda costumbre añeja. Hace referencia,
al igual que Remy y Voyé (1976), a los segmentos bien definidos que dividen funciones
y clases sociales, donde se evita aceptar diversidades y problemas. Simmel acuerda
también lo estético como tema principal, y resalta la idea de espectacularidad en los
15

entornos y edificaciones, pues se conciben aparentes, elegantes y brillantes, dentro de
los cuales se encuentran diversos elementos para activar el movimiento de capitales.
Estas ideas pueden resumirse en palabras de Cabrales (2002, p.20), quien determina la
congregación demográfica, la tecnología y la segregación socio espacial como las tres
características de la urbanización moderna.
Remy y Voyé, en el estudio sobre “La ciudad y la urbanización” (1976, p. 16)
ofrecen la novedosa idea de “mostrar que los diversos componentes del fenómeno
urbano, lejos de originar unos efectos mecánicos homogéneos, producen incidencias
diferentes, según el modelo cultural y la estructura social de que se trate.” Proponen
anexar elementos para la comprensión y estudio, desde distintos ángulos, de los cambios
urbanos, los cuales generan reacciones distintas, incluso en sitios idénticos, sujetos a
transformaciones aun contra la idea construida para los mismos. Como ejemplo, ilustran
el desperfecto en Wirth (1938), cuyas indicaciones son tomadas como parámetro de
desarrollo por urbanistas y arquitectos, quienes, mediante la creación de viviendas, se
creen con la capacidad de guiar la vida social, sin considerar los ajustes personales de
los ciudadanos, una vez habitado el sitio. Se determina, tras compartir el pensamiento de
los autores, que el espacio será vivenciado de acuerdo a las propias expectativas de los
pobladores, por lo que efectuarán las transformaciones necesarias para lograr hacer de
éste, un sitio propio de resguardo. Indiscutiblemente, los espacios urbanos y
habitacionales son una respuesta de las necesidades de la época en que se desarrollan;
ahora, nos encontramos en un momento determinado por factores industriales vinculados
a la producción y al consumo de diversas maneras, donde cabe establecer el
cuestionamiento específico de Duhau (2001) sobre la sociedad postindustrial, la cual es
“profundamente diferente con respecto a la anterior, ¿porqué el espacio urbano debería
ser como antes?”(2001, pp.3, 4). Por otra parte, y como complemento, Castells (2006)
añade el hecho de transformar los espacios urbanos en zonas de trabajo y servicios,
como situación generadora del exilio hacia sitios residenciales de tipo campirano, cuya
16

plusvalía radica en la facilidad de unirse por medio de vías rápidas y
tecnologías de la información. (La ciudad informacional. Castells, 2006, pp.33-35)
diversas
Es verdad que el siglo actual se muestra empapado, e incluso regido, por
tendencias mercantiles, lo que origina propensiones consideradas, frecuentemente,
superficiales; sobre esto, autores como Featherstone (2000) y Jameson (1991) señalan
una cara distinta sobre las ventajas de cada postura: Featherstone, a lo largo del tratado
“Cultura de consumo y postmodernismo” muestra la inconveniencia de ver en el
pasado lo aceptable y mejor, contrario a lo que considera Jameson (1991) en “El
postmodernismo o la lógica cultural del capitalismo avanzado” donde establece una
crítica a la cultura posmodernista por ser demasiado imaginativa y poco real, dada,
principalmente, a la diversidad y la carencia de estilo. Featherstone avala la propuesta al
referirse, específicamente, a las oportunidades de crecimiento de la clase baja, con las
que no se contaba en los pasados defendidos por Jameson. Ambas posturas, explican
una parte de la realidad sobre la que se construye la ciudad contemporánea, llena de
diversidades y estilos, de invitaciones y experiencias, de vacíos y objetos para
ocuparles, pero, al mismo tiempo, con mayores formas de participación y aislamiento
voluntarios. Es, en este último par de características, cuando el nuevo urbanismo
encuentra bases al formar ciudades donde el individuo, voluntariamente, decide su
capacidad de intervención y recogimiento, para hacer del hábitat una experiencia de
vida.
Este documento no intenta defender a toda costa los beneficios de la ciudad
contemporánea, ni juzgar los fracasos sociales que suceden comúnmente. Aquí, se
presentara un estudio que tiene como fin comprender cuáles son las características y
motivaciones humanas bajo las que se edifica la nueva ciudad, así como construir
indicadores fieles de análisis para futuros procesos urbanos.
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) Los cotos residenciales
Uno de los resultados del enfoque de la sociedad de consumo, es la segregación socioresidencial,
que se presenta como característica relevante de la ciudad contemporánea, y
son los fraccionamientos cerrados los mejores representantes de esta nueva forma de
vivir. Las investigaciones sobre el espacio privado y los cotos, han aflorado al tiempo
que los mismos se han multiplicado, desde sus inicios, destinados a clases privilegiadas,
hasta la fecha, cuando existen para todos los mercados, incluso el medio bajo. Los
estudios coinciden, principalmente, en abordar el tema desde el elemento seguridad,
aunque la explicación siempre va aunada al aspecto de mercadeo mediante el que se
desarrolla la adquisición y selección.
Un ejemplo claro sobre la seguridad que representa el espacio privado es
explicado por Giglia (2003), quien hace referencia a la pérdida de intensidad de lo
público mientras este pueda ser adquirido por algunos: es decir, comprado. Lo público
entonces lo es tanto menos si el poder adquisitivo y el valor son mayores. En la ciudad
contemporánea, se compran los entornos, el ambiente, los vecinos y los modos; ahora
todo es privatizable.
En cuanto al origen del concepto, las perspectivas de Blakely (2002) y Low (s/f)
muestran estudios internacionales, específicamente en Estados Unidos como punto de
partida con las “Comunidades Fortificadas” o “Gated Communities”. La seguridad por
medios físicos, para Blakely (2002), aparece como factor principal de la formación de
estos núcleos, y considera que alrededor de 4 millones de personas Estadounidenses
tienden a seguir este concepto como protección de los inconvenientes urbanos. Blakely
clasifica tres categorías del concepto de acuerdo a los estímulos con que son elegidos: en
un principio de análisis histórico, basa dos de ellas en el estilo de vida deseado: la
primera categoría en la creación de residencias de descanso para jubilados
norteamericanos o millonarios, previstos de campos de golf y clubes deportivos, y la
segunda, cuando el sistema se derivó a clases medias a partir de los años 80, donde “las
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ejas simbolizan distinción y prestigio”, cuyos habitantes fueron ejecutivos de alto nivel.
Blakely señala la tercer categoría ajena a la idea de “estilo de vida” y perteneciente a una
“zona de seguridad”. Aquí, se trata de la defensa de los criminales a quienes se les teme
y por los que se justifica el encierro. El fenómeno es considerado por este autor como
una tendencia metropolitana, y no aun nacional, pero afirma que la demanda de
vivienda encerrada crece al tiempo que se incrementa la plusvalía de las casas en el
interior.
Low (s/f), por otra parte, se enfoca en la descripción socio-urbana que ocurre en
las “Gated Communities”, pues son fraccionamientos cerrados enclavados en medio de
una zona “protegida” o de “reserva”, de igual manera en algún sitio un tanto aislado por
vías rápidas o áreas desoladas, en cuyos límites se erigen muros o bardas con un acceso
restringido y tantas veces vigilado, tal como se restringe el uso de instalaciones,
servicios y vialidades, lo que marca un aislamiento no sólo físico, sino también
psicológico tanto para los residentes como para los no residentes. (Low, s/f )
La seguridad en los fraccionamientos privados en México también es abordada
por varios autores, y se muestra desde el título de artículos como: “Islas de seguridad y
distinción dentro del caos. Los fraccionamientos cerrados en Tijuana y Nogales”
expuesto por Jesús Ángel Enríquez (2005), quien presenta algunos casos de
fraccionamientos en esas ciudades, los cuales surgieron después de la introducción de
industrias maquiladoras, con gran necesidad por “mantener servicios básicos,
infraestructura y equipamiento de calidad” lo que, aunado a la inseguridad urbana,
originó el encierro de viviendas en grupos (2005, p.3). Giglia (2004), del mismo modo,
presenta cómo, dentro de algunas zonas de la ciudad de México, la policía privada se
responsabiliza “del señalamiento de eventuales sujetos sospechosos.”, y Rodríguez
Chumillas (2003) puntualiza la “autoprotección” como uno de los elementos principales
del urbanismo privado.
19

Consientes de esto, los cotos se presentan desde la perspectiva de consumo como
un concepto ideal el cual, de adquirirse, puede convertirse en realidad. Al efectuar la
compra de una vivienda, se posee también la seguridad y los vecinos deseados: “La
imagen simbólica de la seguridad constituye el centro del marketing inmobiliario con el
que se venden dentro de la idea de la vivienda como producto de consumo” (Rodríguez,
2003, p.6). La vivienda entonces forma parte de un todo más amplio; no sólo satisface la
necesidad de habitación y protección contra los fenómenos naturales, sino también el
sentido de pertenencia a cierto grupo y estilo que habrá de ser conservado si se desea
seguir siendo parte del mismo. Esta nueva mezcla de identidad-consumo-vivienda
cerrada es denominada por Méndez y Rodríguez (2005) como “nuevo código
identitario”, donde personas similares se unen con el fin de obtener la seguridad que no
se puede lograr, debido la diversidad de la ciudad contemporánea.
Innegablemente, los encierros voluntarios y en comunidad, tienen origen en
algún aspecto de seguridad (o inseguridad) percibida por quienes buscan dicho concepto.
Las dimensiones de las nuevas metrópolis, además de muchos beneficios comunes, traen
consigo una carga de incertidumbre sobre los comportamientos de aquellos a quienes no
se conoce, o con quienes no se identifica, así como también experiencias propagadas por
los medios de comunicación, temas que provocan una sociedad deseosa de controlar, por
lo menos, un momento y espacio de vida propios; ser dueño de la decisión sobre con
quién y cómo se convive, lo cual debe referirse, preferentemente, a personas que
parezcan de confianza, con el fin de lograr la seguridad física, emocional y percibida.
c) Los fraccionamientos cerrados en la Zona Metropolitana de
Guadalajara
A partir del año 2001, tras la reforma a la ley de vivienda propuesta por el presidente
Vicente Fox Quesada, se facilita la obtención de créditos hipotecarios bajo distintos
regímenes y montos, y toma auge la comercialización de viviendas construidas, y no
solo de lotes, en formas urbanas abiertas y cerradas. Se ofrece, dentro del urbanismo
20

cerrado, un concepto en cada coto, el cual es integrado en todo el contexto e incluso en
pisos, techos y acabados constructivos. Este sistema se ha extendido por toda la
República Mexicana, y se han convertido en una directriz floreciente en las últimas tres
décadas también en la Zona Metropolitana de Guadalajara; la promoción se logra desde
una perspectiva de consumo, añadiendo al espacio físico un sentido simbólico de “vivir
bien”, con lo que se crean nuevas formas urbanas con peculiares maneras de convivencia
delimitadas por la condición misma del consumo.
Los cotos se caracterizan por incluir residencias dentro de muros circundantes
con un único acceso (en ocasiones dos) cuyo paso es bloqueado con casetas de
vigilancia o canceles los que sólo los integrantes de familias residentes pueden traspasar,
y ocasiona exclusión física y social del resto del mundo. Allí, se vive dentro de un
concepto adquirido junto con la vivienda, el cual habrá de sostenerse para lograr
permanecer en el grupo, muy distinto a los “de afuera”.
La construcción desmedida de fraccionamientos residenciales privados de tipo
clase media y media alta al Poniente de la Zona Metropolitana de Guadalajara, (y
recientemente transportado a los demás puntos cardinales para las clases medias bajas)
es una respuesta a diversos factores influyentes en la aceptación del nuevo rol
ciudadano-consumidor. Temas generales han sido aprovechados por la promoción
inmobiliaria, donde la libertad de vivir en un espacio propio, dotado de áreas verdes
estipuladas, y otros elementos, resulta prometedor, sobre todo tras los fracasos del solo
ciudadano, cansado de suplicar atención a los conflictos sociales y paisajísticos
existentes en colonias y los jardines públicos de antaño. Los conflictos de carácter
jerárquico-social 1 , al igual que la venta de áreas de reserva con fines lucrativos,
1 El factor de tipo socio-demográfico tiene que ver con la auto segmentación. Los jardines públicos son frecuentados por
representantes de varios niveles socioeconómicos: aquellos ubicados en zonas de nivel medio bajo y bajo no serian visitadas por habitantes
de niveles superiores, sin embargo, a aquellos en zonas privilegiadas de nivel medio alto y alto acuden familias de distintos niveles
21

ocasionan inseguridad psicológica y desencanto entre los habitantes, quienes optan por
la autorregulación y segregación, como forma de supervivencia.
La falta de planeación comprometida, permite que se eliminen áreas importantes
con el resultado de la devaluación del medio urbano, y la sobre valuación de zonas
privatizadas, como en el caso de Guadalajara, donde el Poniente se ha desarrollado de
una manera muy distinta y superior al resto de los cuadrantes. Cabrales y Canosa (2001)
describen la polarización social de la ciudad tras un éxito que concluye en los años 70 e
iniciado a mitades del siglo XX con el arranque de industrias pequeñas, al principio
locales y más tarde respaldadas por capital extranjero y arribo de transnacionales,
específicamente en la rama manufacturera y electrónica. Además, la situación
ocasionando la renuente mezcla . Este ejemplo se presenta en los limites del Parque Rubén Darío, en la Colonia Providencia, el cual si bien
llegó a ser , por décadas, un elemento urbanístico de prestigio y plusvalía , ha decaído y ocasionado éxodo de habitantes al convertirse en
centro de reunión de clases obreras. Esto es explicado por Gustavo González López, CIMA NOTICAS/MEXICO DF. OCTUBRE 23,2003
“…a los reclamos de los residentes de la Providencia, porque "las indígenas se habían apropiado
de su parque.
Así, bajo el pretexto de "ingerir bebidas embriagantes", las fuerzas policiales implementaron un operativo para detener a las indígenas “
“…de los indígenas que se reúnen todos los domingos en el parque Rubén Darío de la colonia Providencia en ésta ciudad. La mayoría de
ellos son Nahuas y provienen de Huejutla, municipio ubicado en el noroeste del estado de Hidalgo..”
Horacio Hernández Casillas,Erika Julieta Vázquez Flores, Centro INAH-Jalisco, PERIODICO EL INFORMADOR
SECCION D , AVISO DE OCASIÓN Y ARTES, GUADALAJARA JALISCO MEXICO, Jueves 25 de Noviembre de 1999
Por otra parte, la inseguridad concebida en estos grandes espacios de libre acceso, en veces desolados principalmente al caer
la noche, provocan la fuga de habitantes aunado a la venta-remate de los mismos predios. Un ejemplo en la ZMG se aprecia alrededor del
parque Metropolitano, en la zona Norponiente de la ciudad, donde
terrenos baldíos y residencias en venta predominan sobre las pocas
viviendas habitadas.
22

económica del país, marcada por diversas crisis que aumentan el número de sectores
populares impedidos a la compra legal de vivienda originaron la multiplicación de
asentamientos irregulares, del cual se deriva la gran segregación determinante en la
ZMG de modelo “Poniente-Rico/ Oriente-Pobre” cuyo límite es punteado, según estos
autores, por la Colonia Chapalita, (1943, primera en organización y autorregulación por
los mismos residentes, además de autosuficientes en servicios como agua potable) para
extenderse hacia las zonas más favorecidas en cuanto a calidad ambiental, como el
Bosque de la Primavera y los Colomos. (En Cabrales, 2002, pp. 94-99).
Ickx (2002) en la tesis “Los fraccionamientos cerrados en la Zona Metropolitana
de Guadalajara”, construye un cuadro del cómo la ciudad, al integrar funciones
distintas a la original (comercio y manufactura principalmente), forma un entorno
distinto, al que denomina “posturbano”, donde la necesidad de encontrar sitios
exclusivamente residenciales dan pié a un nuevo diseño durante los años 80: los
fraccionamientos privados. Este autor, divide los fraccionamientos cerrados en dos
periodos bien establecidos: el tipo campestre, durante los años 60, cuyo valor principal
fue el acercamiento con la naturaleza y los equipamientos tales como campo de golf y
casa club. De estos, se contabilizan únicamente tres o cuatro representativos: Santa
Anita, Bosques de San Isidro, Rancho Contento y más tarde El Palomar; mientras que
los fraccionamientos residenciales constituyen el segundo periodo y datan, de acuerdo a
este autor, de los años 80, es decir, veinte años después, y con mayor auge que durante la
primera etapa. Aquí destacan fraccionamientos como Puerta de Hierro y Royal Country,
que si bien carecen de un campo de golf, como sucedió con todos los de la primera
etapa, cuentan con casa club e instalaciones necesarias para una amena distracción. (En
Cabrales, 2002, pp.123-126)
23

Cuadro 1.
Dos periodos de cotos establecidos por Ickx Wonne
PERIODO Característica Valor Representantes
Años ´60 Tipo campestre Contacto con naturaleza Sta. Anita, Bosques de
San Isidro, Pinar de la
Venta
Años ´80 Clase Acomodada Espacios verdes, casas club y
cercanía a vialidades principales
Propuesta de estudio
Fuente: Ickx Wonne (2002), En Cabrales, 2002.
Puerta de Hierro,
Colomos Patria, Valle
Real
La zona norponiente, además de contar con una ubicación privilegiada dentro del
mapa de la ciudad, se encuentra en el municipio de Zapopan, con gran capacidad de
expansión dadas las condiciones orográficas y naturales. Además, el modo
gubernamental se encuentra cargado con la intención de convertir el municipio, de una
pequeña ciudad, a un gran proyecto, por lo que otorga grandes apoyos institucionales
para el desarrollo de los fraccionamientos y la inclusión y conclusión de ejes de acceso a
la ciudad. Así, de acuerdo a las edificaciones inmobiliarias, fueron determinados 3 ejes
de desarrollo: Carretera Saltillo-Zacatecas, Av. Patria y Periférico, Carretera a Morelia.
(Cabrales y Canosa, 2001; en Cabrales, 2002, pp. 104-106)
Los éxitos anteriores arrojan dos aspectos fundamentales en el sitio en cuestión.
Por una parte, el mercado de mayor nivel socioeconómico deseoso de vivir en la zona.
Por otra, la posibilidad de las inmobiliarias de ofrecer vivienda de más alto costo y
servicios, propiciado por la nueva ley de vivienda del año 2000, y las oportunidades
bancarias y crediticias de capital privado y la unión con Instituto del Fondo Nacional
de la Vivienda para los Trabajadores (Cofinavit). Existe incluso un tercer factor, que
puede ser el primero de tipo indirecto en esta sobre valuación, y es la conservación de
las áreas verdes prometidas, sin aras de ser construidas, como ha sucedido en casos de
algunos sectores de la ciudad donde parques y áreas verdes, que fueron contemplados
como públicos, ahora se han privatizado o vendido para ser edificados. El estrecho
vínculo con la llamada “calidad de vida” se ha relacionado con propiedad privada, con
24

el manifiesto de lo mejor para unos cuantos, sin un compromiso colectivo. En esta zona
de estudio, la promesa de privacidad va aliada con un concepto desde un inicio, que
aunado al deseo de “calidad de vida”, causa que los que tienen más, por ende, pretendan
vivir mejor.
Dentro de la promesa de calidad de vida ofrecida en los cotos, los espacios
públicos-privados, esto es accesibles solo para los residentes, idealizan aun más el buen
nivel al ser complementados por grandes accesos viales, clubes deportivos, espacios
recreativos y otros elementos de equipamiento para reforzar la imagen urbana de ese
nicho socio-residencial, con un enmarcado control paisajístico y ambiental de acuerdo a
la solicitud de los clientes (habitantes) y los proveedores (agentes inmobiliarios). Así se
deriva una nueva manera de habitar mediante el consumo de viviendas de buena
concepción; la Mc Donaldizacion (Ritzer, 2002) de los fraccionamientos, que se formula
mediante la adquisición de un estilo anhelado, que significa a un mismo tiempo
satisfacción (hacia uno) y éxito (para todos los demás).
La ciudad de Guadalajara, se ha convertido en un claro expositor del urbanismo
cerrado, con todas las implicaciones anteriormente descritas. De acuerdo a la propuesta
de Ickx (2000) descrita anteriormente, los dos periodos de fraccionamientos cerrados se
encuentran enmarcados en la clase “acomodada”, pero el éxito se ha llevado al resto de
los niveles socioeconómicos de la población; se encuentran ahora los fraccionamientos
destinados específicamente a las personas con ingresos medios (clase media) construidos
después del año 2001 y, principalmente fuera del anillo periférico, con la nueva
modalidad de otorgamiento de la residencia completa: modelos en serie que cubren las
necesidades mínimas de personas clase media con varias de las comodidades de los
fraccionamientos de lujo. Terrenos mas pequeños con servicios privados de alumbrado
y terraza para la seguridad de los niños, junta condominal y acceso restringido. Estos
fraccionamientos abarcan una gran parte de la periferia de la ciudad, extendiéndose a
25

varios kilómetros a la redonda y hacia todos los puntos cardinales, con el predominio de
la plusvalía sobre la Zona Norponiente de la Metrópoli.
De esta manera, la ciudad se convierte en una muestra que permite nuevas líneas
de investigación, conforme se formulan distintos conceptos provenientes del original. La
facilidad otorgada, dadas las características de auto segregación de la población misma,
dan una pauta para el estudio de esta tendencia, ya no únicamente desde el aspecto
urbano, sino también desde el social, el económico y el motivacional; es menester
adentrarse a la vida de los habitantes en este sistema que se reproduce día a día, y parece
ser la propensión futura de la vida en la metrópoli.
d) Generalidades sobre el consumo y los estilos de vida
En el desarrollo y éxito de los fraccionamientos privados, distintos autores concuerdan
que, además del deseo de “autoprotección”, el estilo de vida y el consumo son razones
importantes, o complementarias, sobre los cuales se idealiza el concepto y el entorno
mismo. (Referente a esto, López y Rodríguez (2003) señalan el miedo a los conflictos
sociales de las grandes ciudades, en especifico la inseguridad, y el consumo como
“elementos clave del nuevo discurso de la oferta inmobiliaria reciente, que inventa una
amplia variedad de estilos de vida.”(2003, p.1)). El estilo de vida es un término de
reciente estudio, distinto al modo de vida o al nivel de vida. Este se trata de las
percepciones que un individuo tiene sobre sí mismo, y los ideales que desea alcanzar
mediante las actitudes, comportamientos y motivaciones, aspectos sobre los cuales, los
cotos otorgan el aislamiento y tranquilidad buscados, al convivir en el encierro con gente
conocida de comportamiento similar.
No se tienen datos del inicio del tópico, sin embargo se encuentran diversas
referencias y enfoques que, aun cuando el concepto no se encuentre integrado como tal,
dan origen y pautas para el estudio. En primera instancia, es probablemente Maffesoli
(1993) quien hace una alusión específica sobre el sentido de “estilo de vida” imputado a
26

una razón de mercado, particularmente para la regulación de oferta productiva y
consumo, bajo un estudio de sociología cultural. Las implicaciones del tema se vinculan
directamente al área de mercado, pero desde un trasfondo ideológico, que a nuestro
parecer se alimenta de los estilos de pensamiento explicados por Douglas (1998)
basados en juicios de valor habituales cuyos alcances repercuten en formas de elección
comunes a grupos sociales y de pertenencia, que se hacen visibles en los estilos en que
se desenvuelven las actividades cotidianas, no solo de apariencia, como el vestido y el
auto, sino también sensoriales, como alimentos y bebidas.
Se comprende con estas bases, que el concepto de estilo de vida germina tras la
ansiedad de comprender la agrupación de individuos que no necesariamente revela
niveles culturales o económicos, aunque los vincule indiscutiblemente sin conocerse ni
contar con una historia de vida común, por lo menos durante algunos años. Chaney
(1996) es quien ha organizado la documentación en el tratado llamado tal cual
“lifestyles” y donde describe estos como los “modelos de acción que diferencian a la
gente”.
Profundizando un poco, se puede acordar que el concepto está compuesto de
matices multitemáticos, que envuelven tanto objetos materiales como individuos,
necesariamente relacionados mediante conductas cargadas de símbolos, de manera
sistémica. Este autor asume que los estilos de vida tienen origen en el mundo moderno,
pues quienes viven en estas sociedades utilizan algunos conceptos de estilos de vida
para describir los comportamientos mismos y de las otras personas. En sí, comenta que
este concepto es un “conjunto de prácticas y actitudes” que describe lo que la gente
hace, pero también el porqué y qué significa para ella hacerlo, lo cual es válido
únicamente en determinados contextos. (Chaney, 1996, pp.4, 5 y 18)
De la misma manera, Sobel (1981) distingue los estilos de vida como
comportamientos expresivos los cuales tienen su sentir en servicios y productos de
27

consumo, a lo que concluye de igual manera “respuestas funcionales a la
modernidad”. Los productos y servicios entonces, se consumen con un fin de alcanzar
el estilo deseado. Los productos toman la palabra al ser capaces de comunicar hacia
donde voy y quien soy como persona, mis logros y mis objetivos, por lo que son
seleccionados de manera cautelosa por los individuos, para evitar así transmitir una
personalidad que no se tiene. (Sobel, 1981, p.3)
El consumo cuenta hoy con algunos criterios recientes de estudio, entre los que
citaremos a Cortina (2002) quien concibe al ciudadano contemporáneo regido por ciertos
“afanes” de comportamiento; Featherstone (2000) que defiende de cierta manera a la
condición postmoderna de vida, dadas las oportunidades que esta presenta; Ritzer
(2002), quien fundamenta la sociedad moderna conforme los estándares y procesos de la
cadena americana de comida rapida McDonalds y los parques temáticos de Disney;
Jameson (1991), Haro (1973), Lipovestky (2004) y Campbell (1987), entre los mas
destacados, y por supuesto, los autores Bordieu, en su tratado “Distinction”(1984),
donde se propone una manera original para el estudio de las clases sociales, y
Baudrillard( 1969) quien explica a los individuos metidos en un sistema de consumo de
objetos llenos de significados y símbolos.
Del mismo modo, el urbanismo tiene líneas de investigación que datan de siglos
atrás, desde los estudios Marcus Vitruvius en el siglo I a.c., y donde este tema se
abordara desde las propuestas de Remy y Voyé (1976), Giglia (2004), Cabrales (2001) y
Valenzuela (2001). Se pretende entonces ejecutar un vínculo donde los contenidos
comunes de estas disciplinas se acoplen para comprender la situación vigente de la
ciudad. El enlace de los temas propuestos ha sido considerado por algunos autores
(Méndez y Rodríguez, 2005) y a estos se une la investigación presente, tras
inmiscuirnos en estas formas urbanas por completo. Se tomará como eje los cotos
cerrados, de acuerdo a los nuevos estilos de vida generados a partir de comportamientos
28

de consumo y las transformaciones interiores de la arquitectura y urbanismo
adquiridos.
Por lo anterior, la presente tesis pretende abonar en a los discursos de la ciudad
desde la perspectiva del habitante quien la vive a diario, y para quien se formulan los
nuevos proyectos urbanos. Por este motivo, este estudio se considera pertinente y
original ya que aporta, sin duda, en una línea de investigación urbana y social basada en
la generación del conocimiento.
29

II. METODOLOGÍA
La presente tesis se plantea a partir de un modelo metodológico cualitativo. Se analizan
las razones por las que los habitantes habitan en los fraccionamientos privados de
reciente creación, de acuerdo a las estructuras sociales existentes en el entorno, donde
predominan los factores de relación y motivación humana, en términos de consumo,
destacándose la importancia que esta información puede llegar a tener en el ámbito
urbano y social, de donde habrán de derivarse aspectos sentados en los estilos de vida
en el desarrollo de la ciudad contemporánea y que resultan, a todas luces pertinentes,
para el ejercicio del desarrollo urbano.
Se resalta información para el estudio de lo que se denomina “Estilos de vida”, pues
aquello que más dificultó la construcción de variables, fue la falta de un método de
análisis de dicho tema. Si bien el concepto se ha abordado, durante un par de décadas,
desde el área mercadológica, antropológica y social, ninguna de éstas otorgó un
conocimiento completo y manipulable para poder replicar las directrices del estudio. Se
encuentra, además, un gran vacío en lo que respecta al fenómeno urbano, salvo las
aportaciones literarias de Wirth-Nesher 2 (1996). Esta tesis, aun cuando está lejos de ser
un tratado sobre el tema, determina algunos puntos que, durante el tiempo de
investigación y recolección de datos, se mostraron repetitivos y relevantes, sobre los
cuales se han construido los estilos de vida.
Comprender las implicaciones de un estilo de vida como parte del proceso de
elección en cualquier individuo y, en este caso, en los residentes de cotos en la ciudad,
demanda el conocimiento de sus significados y objetivos presentes, siempre con una
implicación en el futuro. En cuanto al conocimiento del pasado, éste resulta únicamente
interesante en los factores determinantes para un proceso de elección, como costumbres
diarias o sitios frecuentados y recordados. Para efectos de este trabajo, sin embargo, no
se creyó que el análisis profundo de una historia del individuo o de las ciudades en
2 WIRTH-NESHER,Hana.(1996) En su novela “City Codes” hace una lectura sobre la ciudad contemporánea( Nueva York y Chicago, entre otras) desde un enfoque cultural.
30

general, fuera indispensable. Esto debido a que los estilos van más dirigidos a un
proyecto posterior, lo que no necesita el cómo, exactamente, se desarrolló la zona de
estudio o las vidas de los individuos, sino comprender, en un pasado cercano, cuáles
fueron los aspectos que llevaron a la zona tanto a las empresas inmobiliarias y, más
tarde, a sus pobladores.
La presente, investigación al ser de tipo empírica, tiene contenido original y
demostrativo de análisis cualitativo con algunos elementos cuantitativos indispensables;
es, además, observacional, ya que no intenta modificar las variables en juego, sino sólo
darlas a conocer a los lectores; y transversal, ya que la observaciones (entrevistas) se
hicieron en un momento determinado y por una sola ocasión en cada familia. La
investigación de campo fue iniciada en el año 2005 y concluida en 2007, a efecto de
lograr el 70% de ocupación requerida en los fraccionamientos.
Cabe aclarar que la investigación es un estudio sobre los pobladores y sus motivos
de elección, por lo que no intenta entregar propuestas concretas de desarrollo urbano o
social, ni tampoco averiguar la situación o efectos en la vida en que se encuentran los
distintos grupos pobladores de la zona. Tampoco se adentra a reconocer si las respuestas
de la densificación poblacional (como la instalación de centros de servicios y
distribuidores de productos antes inexistentes) es benéfica o no. Cada uno de estos
contenidos se aborda en el estudio como parte integral, y son tratados como integrantes
del contexto que ha dado un distinto valor a la zona, con la que se ha mostrado un
cambio fundamental para la elección de los fraccionamientos. Sin embargo, el objetivo
del documento es el conocimiento de los nuevos habitantes, quienes tienen una historia
de vida anterior y una por construir, y para los cuales se generan las propuestas urbanas,
y con ellas, el diseño de la ciudad actual.
Esta investigación no pretende mostrar únicamente lo positivo del fenómeno. Desde
el punto de vista crítico aceptamos que, lejos de los discursos empresariales y
31

económicos sobre los que se sustentan estos fraccionamientos, se identifican también
varias cuestiones sociales y urbanas, las cuales se acentúan dadas las limitantes físicas
ejercidas en los mismos. Se presentan, por ejemplo, los fenómenos de segregación
social, muy cercana a la marginación, la evasión del contexto urbano tradicional y sus
respuestas de vida tipo “pueblerino”. Además, las situaciones legales (o ilegales) bajo
los que se ha urbanizado la zona en general (existente también en los residenciales no
cerrados) mediante la invasión de ejidos, construcción de áreas de reserva y falta
planificación. Aun así, insistimos en vislumbrar estas propuestas urbanas como un
producto de necesidades y deseos bajo los que efectúan elecciones los ciudadanos, por lo
que debemos comprenderles, antes que criticarles o imponerles, con el fin de apoyar
nuevos planes, con la implementación de estos aspectos relevantes dentro del fenómeno.
En sí, se desea informar de qué manera y cómo las nuevas propuestas inmobiliarias,
que tratan las viviendas al modo de productos de venta masiva, con estrategias y
discursos ad hoc con la sociedad contemporánea, influyen en la aceptación de los
valores de elección de los pobladores (o compradores) y, qué tanto, éstos, se
comprometen a conservar la propuesta adquirida. Los últimos capítulos de la
investigación reducen el estudio de los estilos de vida hacia las estrategias de
adaptación de los residentes, como un aspecto decisivo en la configuración de los
fraccionamientos, sobre la cuestión exclusiva del estilo de vida y sus afanes, como
muchos imaginan.
Esta investigación tomará como objeto el estilo de vida de los habitantes de cotos
privados en el poniente de la ZMG, construidos después del año 2001, dada la fecha
de apertura de créditos descritos anteriormente, y tratara de indagar si los consumos y el
deseo de un estilo de vida pasan por encima de cuestiones sociales, urbanas,
económicas y sustentables, no siempre convenientes para los ciudadanos, incluyendo a
los propietarios de los mismos.
32

A) Operacionalización de los conceptos centrales
1. Comprensión del Estilo de vida
El estilo de vida es un concepto de reciente estudio, distinto al modo de vida o al nivel
de vida. Este se trata de las percepciones que un individuo tiene sobre sí mismo y los
ideales que desea alcanzar mediante sus actitudes, comportamientos y motivaciones.
Tras la definición del término, es precisa la operacionalización del concepto. El
objetivo primordial, es lograr una respuesta sobre el cómo y porqué viven los individuos
en los fraccionamientos privados y cómo se adaptan y transforman el sitio. Para ello, se
requiere conocer grosso modo los ingresos percibidos y la disposición de los mismos;
esto es, encontrar la respuesta a una tercera pregunta sobre el ¿para qué trabajan y en qué
se ocupan los individuos?, pues es la base determinante tanto para la vida como para la
adaptación al entorno.
Encontrar las respuestas a las anteriores cuestiones, implica retomar propuestas
teóricas de distintos autores quienes, de una u otra manera, se han acercado al tema
desde distintas perspectivas.(Chaney,1996; Mc Kendrick,1983; Cortina, 2002) con que
se concretan los aspectos que hacen manipulable y sobre los que se construye el término
estilo de vida. El análisis de los mismos, permite sugerir, entonces, los siguientes
componentes rectores: Valor de la vida social y familiar, Discurso publicitario y Estatus
buscado.
Es necesario, tras dichos componentes, construir las dimensiones que harán
observable el objeto de estudio. Se ha decidido unir las aportaciones teóricas antes
mencionadas con aquellas que estudian los “Modos de vida” (Lindón, 1999) dado que,
aun cuando se explican diferente, tanto modos como estilos tienen que ver con la vida
cotidiana, sus placeres, labores e intenciones. Así, se ha llegado al siguiente formulario,
dividido en tres dimensiones principales:
33

2. Dimensiones de estudio
a) Residencial
b) Ocupacional
c) Ocio
a) Dimensión Residencial.
La información principal parte de la dimensión residencial, de donde se determinarán
con precisión las características en la estructura física del inmueble y las características
de los habitantes. Para el correcto estudio de esta dimensión, se toman las propuestas
de Schutz (1972, p.205) sobre su explicación del tiempo, sumergido en los “Horizontes
temporales”, los cuales componen el pasado del individuo , así como el futuro buscado.
De ellos, se comprenden los motivos y situaciones específicas que se tuvieron para la
elección de cambiar de residencia a un fraccionamiento cerrado ( o permanecer en uno,
si es el caso), como pudiese ser el aumento salarial, cambio de empleo o modificación de
la composición familiar, y al mismo tiempo, los proyectos y perspectivas en presente
y a futuro, que serán los que indiquen las modificaciones, cambios o abandono en la
estructura del fraccionamiento y la vivienda.
1. Características de la estructura física: Se refiere a la composición y concepto
de las viviendas y los fraccionamientos. Estas son arquitectónicas y urbanas,
pero basadas completamente en el ámbito social comprendido dentro de las
residencias, lo cual nos permite comprender las características de la familia
(o residentes aun cuando no sean familia) y como estas se ven implicadas en
la residencia y el fraccionamiento, pues es dentro del núcleo familiar donde
mejor se puede detectar los estilos construidos o a construir a futuro.
2. Características de los habitantes: La información familiar requerida se basa
en el ideal o futuro de vida que los personajes intentan y en el cómo
piensan alcanzarlo, mediante las actividades que se realizan con este único
34

fin, como puede ser: mantenimiento del hogar, actividades en familia o
independientes y la preocupación por el vestuario, la tecnología o la
educación, por mencionar algunos..De esta dimensión no nos interesan en si
los roles en el hogar, pues esto pertenece más al estudio de un modo de vida,
a menos que sea, en algún caso, determinante para la construcción de
elementos que detonan en los estilos de vida.
Cuadro 2.
Dimensión Residencial
Variables
1. Características
estructurales
2. Características del
habitante
Fuente: Elaboración propia
Indicadores
.Viviendas: composición urbana y arquitectónica
.Proyecto de vida
.Orígenes de los habitantes
b) Dimensión Ocupacional.
La dimensión ocupacional es la que atañe en menor grado. Esta se considera únicamente
como generadora de ingresos, tema fundamental en las transformaciones y adecuaciones
residenciales, y como generadora del tiempo libre.
1.Generación de ingresos: Es necesario conocer el rango de ocupación al que
pertenecen los habitantes y el tiempo y destino donde se labora, con el fin de
encontrar concordancias; sin embargo, no resulta importante conocer con
exactitud la actividad que se ejerce o la empresa o institución, pues no se
realizara un análisis de estadísticas laborales, a menos que alguna labor se
llevase a cabo dentro de la residencia , o esta se viera sumamente implicada en la
correcta realización de la misma (como pudiese ser el caso de cursos u oficina
montada dentro de ella, y que por lo tanto, se requiera también alguna
adecuación para este fin). En cuanto a los tiempos de traslado, estos nos indican
35

cuánto se impone el estilo de vida ante cuestiones como la comodidad o la
cercanía, y se cree se verán implicados mayormente en las transformaciones por
agrado para su recompensa.
2.Generación de tiempo libre: A la anterior opinión, se integra también el
ámbito social y del tiempo libre, en donde los sitios frecuentados, su
periodicidad , compañías buscadas y grupos sociales adquieren significados,
tanto de la estructura física como de la comparación y competitividad, que más
tarde son llevados a la dimensión residencial, con el uso de modelos o patrones
que se ven reflejados en las modificaciones o adaptaciones tanto de casa como
del fraccionamiento.
Cuadro 3.
Dimensión ocupacional
Variables
Indicadores
1. Generación de ingresos .Representatividad de los estilos de vida.
.Constitución de grupos de acuerdo a la estructura
ocupacional.
2. Generación de tiempo libre .Patrones de organización
.Esferas sociales de referencia
.Valoración del trabajo
Fuente: Elaboración propia
c) Dimensión del Ocio.
Los estilos de vida, si bien abarcan las dimensiones mencionadas, serán estudiados
principalmente desde la vida social y tiempo libre de los habitantes, durante las horas
en que los habitantes no tienen alguna labor obligatoria y/o que genere ingreso necesario
para el bienestar familiar. Estos tiempos van desde las mañanas o tardes, antes y después
del trabajo, hasta los fines de semana. Son éstos los momentos en que las personas
pueden o no hacerse cargo del hogar, con modificaciones o abandonos en el mismo, y
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es en el tiempo cuando se toman las decisiones para generar cambios en la morfología
del fraccionamiento de acuerdo a sus intereses principales.
De esta dimensión, se derivarán principalmente conceptos como lujo,
comodidad, aceptación y seguridad, siendo trabajo de esta tesis encontrar el cómo se
reflejan éstos dentro del fraccionamiento y vivienda. Así mismo, es justamente durante
el tiempo libre y de ocio, cuando se pueden sugerir y llevar a cabo las adecuaciones,
por lo que las horas y horarios dedicados a este rubro cobran importancia. La dimensión
del ocio, se recatará de los siguientes indicadores:
1) El estilo de vida propuesto por los agentes de ventas: Parte estratégica de la
promoción inmobiliaria y el éxito de la misma, radica en la integración de los
estilos de vida junto con los momentos de ocio de los individuos, dentro del
discurso de ventas. Este se torna importante desde la manera en que se
explican los espacios y conceptos durante la compra, y los deseos que
representan en caso de adquirir el inmueble.
2) Acciones y actividades: De acuerdo a las dimensiones anteriores, se
determina que los momentos y oportunidades para actuar conforme a lo
deseado, se verán guiados y limitados de alguna manera, tanto por elementos
económicos, sociales y temporales. El individuo, entonces, debe ajustar las
directrices de acción, las cuales están determinadas por interéses
individuales, sociales y de adaptación, que se reflejarán en diversos entornos
de vida.
3) Identidad y apropiación: En este punto, se especifican tres entornos de vida
sobre los que se actúa y manifiestan los intereses antes descritos.
Primero, el entorno residencial, como estructura física primaria de
apropiación e intimidad; segundo, el fraccionamiento y los espacios
37

inmediatos, donde se percibe de mejor manera el interés social y de
adaptación; y tercero, el uso del resto de la ciudad, donde los principios de
aceptación y seguridad dan movimiento a los grupos humanos quienes se
adecuan a las propuestas urbanas.
El espacio de la casa implica todo aquel que se encuentre dentro de sus
límites, y donde la familia realiza sus actividades básicas, como descansar o
vivir, pudiéndose dividir de dos modos:
1ero. Área social y áreas comunes
2do. Área privada y familiar
Las divisiones permiten un estudio más preciso sobre los intereses de los
individuos, pues se detecta fácilmente si las transformaciones se promueven en
mayor manera para el interior y bienestar de la familia (como es la ampliación
de una recámara o mejoramiento de la cocina), o/y para el bienestar con el resto
de la sociedad, amigos y familiares, con la ampliación de una terraza, sala o bar.
La adaptación de áreas de servicios, también dan lugar a indagar si se
llevan a cabo mejoras a fracciones como el sitio de lavado, los cuartos de baño e
incluso las cocheras, pues esta área es la que implica mayor comodidad a cada
persona, así como mayores gastos y menos exposición social, donde se denota un
estilo de vida orientado al cuidado individual.
Sobre el fraccionamiento privado, es de nuestro interés el comprender si
este es o no utilizado por las familias, o si bien, únicamente actúa como
“pantalla” o “colchón” para satisfacción visual y experiencia personal. En caso
de su utilización, se requiere conocer cuales miembros de la familia lo utilizan y
de qué manera, intuyendo cuales son los beneficios internos que satisface su uso.
También se conocerá la importancia de los niños como producto estatuario (de
38

acuerdo a la propuesta de McKendrikc, 1983), y el estilo de vida que ellos dan a
los padres y a sí mismos.
Las estructuras tales como caseta, arcos o puerta de ingreso y terraza
serán analizados primeramente desde su forma y ubicación dentro del
fraccionamiento, y luego el significado para los habitantes; con esto, se
procederá, una vez más a la evaluación del interés social y personal de acuerdo a
las respuestas encontradas.
El espacio en la ciudad influye en el modo en que se vive y se refleja
dentro del fraccionamiento. Es decir, mientras más se frecuenten espacios en la
ciudad, menos será utilizado el espacio privado, y por lo tanto el interés de
adaptarlo quizás decrezca. Por otra parte, se podrán considerar las influencias
que el resto de la ciudad ejerza dentro del habitante, por ejemplo en materiales,
acondicionamientos y formas que se tomen de sitios para ser adaptados a la
vivienda o al fraccionamiento. En este rubro se incluyen también signos de
tránsito o letreros organizadores que pueden ser incluidos como parte de un estilo
de vida de mayor élite y educación.
Cuadro 4.
Dimensión del Ocio
Variables
Indicadores
1. Proceso de venta y estilo de vida . El proceso de venta y el estilo de vida
2. Acciones y actividades . Interés de vida
. Adaptación
3. Identidad y apropiación .Trasfondo socio-espacial
. Estilo de vida
Fuente: Elaboración propia
39

B) Técnicas e instrumentos metodológicos
1. Universo de estudio
Los cotos elegidos para esta investigación son aquellos pensados para la denominada
clase media y media alta, construidos y promovidos después del año 2001 y hasta el año
2006, por el cambio de gobierno de la República Mexicana, así como por la reforma a la
ley de vivienda. Los residentes de este tipo de viviendas son matrimonios jóvenes,
profesionistas con cargos ejecutivos o gerenciales, en su mayoría asalariados (motivo
con el cual son mejores sujetos de crédito para vivienda con apoyos gubernamentales) y
en ellos aparece con mayor frecuencia el concepto de “cliente” y su aceptación al
consumo cotidiano con valor simbólico.
Los montos estimados para el gasto en vivienda de esta clase fluctúan entre
$860,000.00 pesos hasta $1,819,868.64 pesos de acuerdo a la población dentro del rango
3 al 5 de salarios mínimos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares,
INEGI 1992-2004, cuya ganancia es de los “8 y más de 14 salarios mínimos” y lo
establecido con base en la “Política de vivienda” del Plan Nacional de Desarrollo 2001-
2006, donde el Esquema de Crédito SHF con apoyo INFONAVIT determina: “El valor
máximo de vivienda para operar con esta modalidad es el equivalente a 1,230 veces el
Salario Mínimo Mensual del DF; es decir, 1,230 veces 1,479.57 = $1,819,868.64
(Monto máximo establecido por INFONAVIT vigente a partir del 1ro. De enero de
2006). Los solicitantes derechohabientes del INFONAVIT tienen un beneficio para el
Ingreso Mínimo Requerido (IMR) para ser elegibles al crédito, según la modalidad del
apoyo INFONAVIT y del esquema de crédito seleccionado”. De esta manera, la clase
elegida cuenta con los beneficios de apoyos para vivienda como otorgado por
INFONAVIT, además de poseer un excedente económico. Ambas situaciones, unidas,
permiten elegir a un mejor nivel de vivienda deseada.
40

Los cotos correspondientes a este monto se encuentran localizados al Poniente de
la Zona Metropolitana de Guadalajara, en su mayoría en el municipio de Zapopan, con
nuevos desarrollos en Tlajomulco. Para nuestro estudio, se ha delimitado la zona
inmediata a la periferia Norponiente de la Ciudad, en el polígono formado por las
avenidas: Carretera a Nogales (o Av. Vallarta) al sur, Camino a la Base Aérea al
poniente, Antiguo camino a Tesistán al Norte y Periférico Manuel Gómez Morín. Las
dimensiones de las viviendas serán de 90 a 140 metros cuadrados con tres o cuatro
recámaras y de dos y medio a tres baños, en fraccionamientos cerrados de más de 35
casas, con equipamiento mínimos de terraza y área común, alberca y juegos infantiles
opcionales, caseta o casetas de vigilancia al ingreso.
b) Muestra
Fraccionamiento:
Se identificarán los fraccionamientos cerrados, creados después del año 2001 y
hasta el año 2006, habitados en más del 70% de su capacidad, y que cumplan con
las características siguientes:
. Casa tipo, es decir ya construida, que se venda junto con un concepto.
. Caseta de ingreso
. De tipo habitacional (no campestre)
. Área común con uno o más de los siguientes elementos: área verde,
terraza para eventos, área de juegos infantiles, alberca, gimnasio,
estacionamiento para invitados.
. En las inmediaciones de la periferia norponiente de la ciudad.
pesos
Habitantes.
Se elegirán habitantes de fraccionamientos representativos (después de un
análisis exploratorio) de acuerdo al costo y tamaño de vivienda:
1. 90 m 2 de superficie mínima con costo de $860,000.00 a $1´350,000.00 de
2. 100 m 2 de superficie mínima con costo hasta de 1´860,000.00 pesos
41

Los datos son obtenidos de la Ley de vivienda 2001-2006 e Información de la
Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, publicada en el Diario Oficial de la
Federación del 26 de diciembre de 2005, donde se establecen los salarios mínimos
generales y profesionales para el 2006, vigentes a partir del 1 de enero de 2006.
3. Diseño de Instrumentos Metodológicos
Las actividades cotidianas, proyectos y modificaciones a residencias serán mediciones
cuantitativas, que permitirán la construcción de una base de datos confiable y concreta,
mientras que los discursos sobre las representaciones, significados y deseos se
analizarán cualitativamente, y darán respuesta a los conceptos sobre “estilo de vida”
antes explicados.
La obtención de la información se llevará a cabo mediante entrevistas a los
habitantes de los núcleos residenciales, y comprenderá las tres dimensiones
anteriormente mencionadas, con división entre una y otra para su respuesta.
Algunos otros temas, como la hipoteca y las opiniones sobre los vecinos, se han
incluido, pues amplían los datos sobre la percepción económica (en caso de hipoteca, el
monto de ingreso se reduce, para reducir las probabilidades de modificación residencial)
y la atmósfera de vida. La última nos incumbe dado que, de no ser positiva, pudiese ser
que la inquietud se incline mas por la huida del lugar que por su mejora en calidad y
estilo, lo que respaldaría la hipótesis de la trascendencia del estilo de vida, pero
aminoraría las probabilidades de una respuesta concreta sobre adecuaciones
arquitectónicas.
Esta fase se ha dividido en dos etapas. La primera, mediante el diseño y
aplicación de una encuesta piloto de la cual se obtienen datos duros y más relevantes
sobre los cuales fundamentar la segunda etapa. Esta última consiste en una entrevista
42

de preguntas abiertas, dirigidas al tema que concierne. Las dos etapas se explican
enseguida.
a) Diseño de Cuestionario piloto
Con el fin de obtener datos confiables, primeramente se ha llevado a cabo el diseño de
un cuestionario de tipo inductivo como prueba piloto.
Este consta de preguntas cerradas con 5 respuestas de opción múltiple cada una
que fundan un cuadro general sobre las características más sobresalientes del habitante,
sus gustos y motivaciones hacia el fraccionamiento. El cuestionario es personal, donde
se proporciona a cada uno de los residentes un formulario y señala con su propia
escritura la respuesta correcta.
Las preguntas son formuladas en base a los tres dimensiones de acción:
Ocupacional, Residencial y Ocio, donde las respuestas no dan opción a ampliar una
percepción personal o bien, la opción de ampliación es ligera tras un ¿Por qué? , para
únicamente dar pie a resaltar entre lo que forma y no forma parte de un estilo de vida.
Las respuestas a elegir tienen tendencia. Tres de ellas orientadas a preferencias y
pretensiones, entre las que destacan los conceptos de distinción, diseño y comodidad;
una más al nivel económico, con conceptos como mejor nivel, plusvalía y más o menos
costoso; y otro de tipo familiar y social, con los conceptos de tranquilidad, vida
familiar y amistad.
Con este cuestionario no se busca un resultado de tipo cualitativo, e incluso
tampoco totalmente cuantitativo, aunque sí con cierta tendencia estadística que orienta
hacia donde llevar las entrevistas; para seleccionar información útil e inútil, comprobar
la disponibilidad de los encuestados, verificar información de acuerdo a Leyes y
reglamentos (Ley de Vivienda, Ingresos INEGI) y determinar cuáles de los aspectos
43

que resulta más conveniente evaluar en una entrevista a fondo. Por ejemplo, la prueba
piloto aplicada con preguntas cerradas de opción múltiple determinó que el cargo y
ocupación de los residentes resulta poco importante en la selección del estilo de vida así
como en la transformación de la vivienda, sin embargo aspectos como la ubicación del
sitio laboral es esencial.
Mediante los datos arrojados de esta primera prueba piloto, se puede entonces
diseñar la entrevista abierta, sin tiempos o preguntas muertas que no den por resultado el
objetivo deseado, y sin dar pié a extensas respuestas que salen del rumbo de la
investigación.
b) Diseño de la entrevista.
Una vez identificado la problemática más común, se diseña la entrevista a profundidad,
la cual se lleva a cabo personalmente y es grabada con el fin de no perder detalle de
información cualitativa. La guía de la entrevista se rigió de acuerdo a las normas
sugeridas por el autor Raúl Rojas Soriano (1987)
De ser posible, las entrevistas se deben llevar a cabo dentro de la vivienda, para
verificación de datos, y en un momento de tranquilidad, para evitar respuestas
estresadas o falsas como encubrimiento de situaciones difíciles de tipo personal, familiar
o social.
La entrevista está dividida en las tres dimensiones de interés: ocupacional,
residencial y ocio.
La dimensión ocupacional cubre los datos clasificatorios principales de los
habitantes y concernientes a la investigación. El ingreso se obtiene de la agencia
inmobiliaria, pues la aceptación de crédito merece una cantidad mínima para su
apertura. Por ello, aun cuando existe la intención de obtener una respuesta concreta
44

sobre el ingreso familiar, no se espera una cifra dura, sino algo cercano a la realidad, ya
que no se afecta la investigación. Sin embargo, el porcentaje del monto total adeudado
a la vivienda es sumamente relevante en este rubro, pues se interpreta una merma
constante al ingreso familiar, la cual priva a los residentes de realizar todas las
transformaciones deseadas, lo que interfiere por completo en los resultados de esta
investigación.
Laboralmente también es requerida información sobre la ocupación de las
personas adultas, pero con una tendencia de nivel. Es decir, lo que se indaga es la
ocupación laboral con relación al estatus y no tanto a las actividades desempeñadas, con
excepción de aquellas que se lleven a cabo dentro de la vivienda y, por tanto, influyan
en las decisiones de cambio o modificación de la misma.
Los horarios de trabajo se toman de acuerdo a las horas libres restantes. En sí, el
horario no es lo que importa, sino el número de horas que se destinan a la obtención de
ingresos con respecto a la cantidad de horas destinadas a la relajación y
aprovechamiento de lo obtenido. También se incluyen en esto los traslados, para
conocer el grado de relevancia que tiene sobre la elección del fraccionamiento y el estilo
de vida.
Las preguntas de la dimensión residencial tienen que ver con las prioridades de
gasto personal, familiar y del cuidado y el mantenimiento del hogar en beneficio de los
residentes. Esta parte resulta primordial para los resultados de investigación, pues el
tiempo dedicado al mantenimiento de la vivienda (limpieza, riego del jardín,
impermeabilización, pintura, arreglos varios) así como las preferencias en el cuidado
personal y familiar son, en sí, lo más determinante del estilo de vida y, por tanto,
influirá de manera directa en toda decisión de transformación y adecuación de los
espacios inmediatos de vida.
45

Respecto a la dimensión social existen dos cuestiones que establecen la lógica de
comportamiento y forman la raíz del estudio cualitativo: primero, los elementos de la
vida más importantes para cada residente entre los que se consideran la persona misma,
la vida familiar, la vida social, la relación laboral, la superación, el entretenimiento o los
proyectos futuros. En seguida, se complementa el primer punto desde las actividades
presentes que se realizan cotidianamente y en las que se emplean las horas no laborales,
con lo que se concreta y verifica la información sobre elementos de vida; es decir, se
busca, además de complementar, también una congruencia entre las pretensiones
mencionadas en elementos de vida, y las prácticas actuales para lograrlo. Con esta
averiguación se intenta construir una tendencia, o tendencias agrupadas, que de cierto
modo determinen cualidades o características de transformación del espacio de acuerdo
al proyecto presente o futuro, dado el valor de la vida social.
La dimensión residencial compone los elementos estructurales y sólidos de la
encuesta, donde se sientan las bases que guían el camino de las transformaciones
arquitectónicas y urbanas dentro del fraccionamiento, principal ayuda del estudio
cuantitativo. En esta sección se indaga sobre los orígenes y trayectorias de residencia,
para conocer si la cultura vivida anterior al fraccionamiento tuvo o no influencias en la
elección del mismo o bien, si encaminó a las transformaciones presentes respecto a una
vida pasada y conocida, ya sea de menor, mayor o igual nivel. Con esto, se conocen
también las motivaciones principales de elección de determinada ubicación, tipo de
vivienda y obtención de concepto para el estudio cualitativo, al tiempo que se rescatan
las percepciones individuales sobre cada una de las estructuras arquitectónicas y urbanas
que dan forma al fraccionamiento en que se habita, esto es : arcos de ingreso, calles,
bardas perimetrales, terrazas y equipamientos de ocio, jardines y vegetación, materiales,
tipo de vivienda y otras comodidades ofrecidas por la inmobiliaria en la creación del
concepto.
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El formato de pregunta abierta permite que el habitante se explaye en su
respuesta sin tendencias, como resulta en el cuestionario piloto, pero la correcta
formulación de la pregunta se torna indispensable, para no alargar la entrevista más de lo
necesario. Existe, al principio de la entrevista, una pregunta clasificatoria, únicamente
con el fin de conocer el tipo de individuo que responde, pero no pretende ser un
análisis de tipificación por género o edad.
La grabación de la entrevista se considera de mayor eficiencia que las notas, ya
que captura el momento preciso, así como las emociones, que dan pie a profundizar
sobre los temas sugeridos. Estas grabaciones serán la base para interpretar y concluir los
aspectos sociales de esta investigación.
c) Diseño de puntos de Observación.
Para obtener información del comportamiento de los habitantes de los fraccionamientos
en la muestra, se recurre a la técnica de observación ordinaria, donde el investigador se
encuentra fuera del grupo observado y no tiene participación alguna con los sucesos de
vida de las personas estudiadas. (Rojas, 1987, p.127)
El sitio de observación es al interior de los fraccionamientos, en específico en
las vialidades y las áreas comunes, tales como jardín de juegos, parques o casas club.
Los días y horarios de observación fueron aleatorios, en los tres momentos del día,
(mañana, tarde y noche) y cualquier día de la semana, sin privilegiar u omitir alguno en
particular, como fines de semana, días laborales o vacaciones; pero tampoco se fomentó
la igualdad en porcentajes en los tiempos de observación.
Los datos a recopilar en esta observación son:
Tipo de grupo demográfico, social y económico: homogéneo o heterogéneo.
Participantes, por tipo, en las áreas comunes.
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Actividades y convivencia en las áreas comunes.
Usos de las áreas comunes y del fraccionamiento.
Integración de los habitantes y viviendas al fraccionamiento.
Estado y mantenimiento del fraccionamiento.
d) Otras fuentes de información
. Periódicos y publicaciones.
Debido a la actualidad del objeto de estudio tratado, se rescatarán diversos artículos
de periódicos que aborden el tema desde varias perspectivas. Los apoyos encontrados
en ámbitos como el desarrollo urbano, la ocupación de ejidos, la reglamentación y la
comercialización, se pueden llevar a cabo gracias a la existencia de las publicaciones
que a diario se originan alrededor del contexto establecido.
. Archivos del Ayuntamiento de Zapopan.
Los datos duros, tales como el conteo de permisos otorgados para la construcción de
viviendas y los distintos regímenes de constitución de los fraccionamientos, entre los
años 2000 y hasta septiembre del año 2006, serán rescatados de los archivos del
Ayuntamiento de Zapopan, en el departamento de obras Publicas del mismo Municipio.
Se agendarán entrevistas personales con directivos y encargados de estos procesos, con
el fin de obtener la información más confiable para el uso en la presente tesis.
.Publicidad
Se pretende realizar una recopilación de material publicitario, para ser analizado y
presentado como una de las fuentes de información principales, dada la cantidad de
datos gráficos y verbales que exhiben. El tipo de material a recopilar es variable, de
48

acuerdo a la empresa de promoción inmobiliaria de cada fraccionamiento; sin embargo,
con el fin de establecer una línea clara, y de acuerdo a la experiencia previa, se eligiran
los folletos otorgados en el sitio de venta, así como los carteles colgados en postes de
las avenidas y calles de la zona de estudio, como los recursos de estudio publicitario.
La información a recabar con estos artículos es de tipo cualitativa. La base de
interpretación está directamente relacionada con las teorías mencionadas, de donde se
adquieren datos sobre estatus, valores de vida, proyectos y categorías de grupos
sociales, que repercuten, de acuerdo a los objetivos de la publicidad, en las decisiones
del individuo contemporáneo.
49

Cuadro 5.
ESQUEMA METODOLÓGICO.
ETAPAS DE DESARROLLO
Comprensión y Operacionalización
de concepto central
Desarrollo y selección de técnicas e
instrumentos metodológicos
Operacionalización de concepto central: Estilo de vida
Dimensiones de estudio y construcción de variables e indicadores:
Dimensión Residencial
Variables
1. Características
estructurales
2. Características del
habitante
Indicadores
.Viviendas: composición urbana y arquitectónica
.Proyecto de vida
.Orígenes de los habitantes
Dimensión Ocupacional
1. Generación de
ingresos
2. Generación de
tiempo libre
.Representatividad de los estilos de vida.
.Constitución de grupos de acuerdo a la estructura
ocupacional.
.Patrones de organización
.Esferas sociales de referencia
.Valoración del trabajo
Dimension Ocio
1. Proceso de venta y
estilo de vida
2. Acciones y
actividades
3. Identidad y
apropiación
. El proceso de venta y el estilo de vida
. Interés de vida
. Adaptación
.Trasfondo socio-espacial
. Estilo de vida
Fuente: Elaboración Propia
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Cuadro 6.
Desarrollo y selección de técnicas e instrumentos metodológicos
1era Etapa
2da Etapa
Instrumento
Diseño y aplicación de
cuestionario piloto
Diseño y aplicación de entrevista
a profundidad
Información a recabar
Cualitativa.
.Preferencias
.Nivel económico
.Familiar social
Cualitativa
.Clasificatorios por ocupación
.Horarios y ocio
. Intereses de vida personales, sociales y
residenciales
.Selección residencial y adaptación
2da Etapa Observación Cualitativa
.Grupos demográficos, sociales y económicos
.Participación en áreas comunes
.Integración de habitantes en fraccionamientos
.Mantenimiento y estado físico de los
fraccionamientos
1era y 2da
Etapa
Periódicos y publicaciones
Cualitativa y De orden publico
. Desarrollo urbano y fraccionamientos
. Ocupación de ejidos
. Reglamentación y comercialización
.Opiniones e intereses externas
2da Etapa Archivos de Gobierno Legislación
.Permisos de construcción recientes en la zona
.Regímenes de constitución de fraccionamientos
1era y 2da
Etapa
Publicidad
Cualitativa
.Propuestas inmobiliarias
.Discurso de venta
.Categorías de grupos de viviendas
Fuente: Elaboración Propia
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III. CAPITULARIO
La presente tesis se conforma por cinco capítulos donde se forjan los aspectos teóricos y
materiales que puedan generar indicadores para la investigación, la cual, presentará
casos concretos donde se comprenda mejor el objeto de estudio.
El Capítulo I advertirá los sustentos teóricos que describen los conceptos
centrales, en específico los estilos de vida y el tema de los cotos privados desde varias
perspectivas de estudio y desde sus orígenes, en particular Estados Unidos de
Norteamérica. El concepto de estilo de vida se desglosa a partir de varios esquemas
propuestos por distintos autores pues, al tratarse de un estado ideológico y de gusto del
individuo contemporáneo, pudiese parecer pretenciosa su medición. Sin embargo, al
volcarnos sobre algunas disertaciones sobre modos y mundos de vida, se encuentran las
bases sociales para un buen despegue, mientras que las teorías sobre el consumo
contemporáneo dan pié a su comprensión e interpretación. El punto 1.2 divide en dos
partes el estilo de vida; se realiza una memoria en el plano personal, es decir, lo que
proyecta al propio individuo esta forma de comportamiento basado, antes que nada, en
un ideal de sí mismo, y de manera social, donde se describe las expectativas
pretendidas respecto al resto de la comunidad, con sus códigos e interpretaciones dentro
de los grupos humanos con que se relaciona y a los cuales se desea complacer.
Sobre el tema de los fraccionamientos privados, se han tomado citas de
investigaciones que explican el fenómeno desde distintas perspectivas; este documento,
salva aquellos rubros donde se explican los significados sociales y urbanos como
respuesta a la conformación de las urbes contemporáneas. Si bien una concordancia de
análisis radica en la búsqueda de seguridad ante los grandes desarrollos urbanos de
nuestra época, se efectúa un sondeo con el fin de encontrar las teorías que expliquen la
tendencia desde otros enfoques, como de tipo personal, valorativo y social, así como las
52

propensiones
que marcan a las ciudades contemporáneas en un intenso caos, con la
promesa de tranquilidad en la vivienda unifamiliar.
El Capítulo II habla de la ciudad en la globalización y, en particular, de la Zona
Metropolitana de Guadalajara en la actualidad, el crecimiento de los últimos 30 años y la
ocupación de la periferia por fraccionamientos de diversas clases. Se hará un énfasis
sobre la segmentación socio-espacial que los cambios han mostrado, con los ejemplos
recientes más sobresalientes que ilustren el tema; se logra, más que un estudio urbano,
una comprensión social del origen y rápida multiplicación del concepto de
fraccionamientos privados.
Este segundo capítulo muestra también ejemplos claros de la preferencia de
varios grupos sociales hacia la elección de habitar en un fraccionamiento privado, sobre
las respuestas negativas en cuanto a la residencia independiente, así como un análisis de
la estructura urbana de los cotos privados existentes en la ZMG, mediante una reseña
sobre el éxito y el boom de los mismos.
Este capítulo, se adentra a la zona de análisis en un listado puntual sobre los
elementos que han propiciado la expansión, y más tarde la selección de esta ubicación
sobre otras coordenadas de la ciudad, basándonos en estudios precisos sobre los grandes
convenientes no sólo naturales, sino también situacionales bajo los que se ha
desenvuelto la zona por más de 3 décadas, y de manera privilegiada.
En el Capítulo III se muestra la situación actual de los fraccionamientos cerrados,
tanto en su estructura física como de los individuos quienes los habitan. Para esto, se
retoman fundamentos históricos sobre la trayectoria de los cotos desde su origen, (Santa
Anita Club de Golf), hasta los actuales, de los que se lleva a cabo el estudio, mediante
un apartado de cotos por su tipo y ubicación, con el fin de facilitar el muestreo al
53

momento de la investigación, y se presentaran datos sobre la preferencia y facilidad de
venta de una vivienda en el interior sobre una localizada en el exterior de un coto.
Los Capítulos III y IV explican los hallazgos hechos a través de entrevistas y
observación de campo, durante dos años consecutivos, respecto a los habitantes de los
fraccionamientos de la muestra, y el logro de haber realizado ciertas categorías
repetitivas de acuerdo a las formas de elección de la vivienda y su vínculo con un
determinado proyecto de vida: cuestiones personales, sociales y laborales, basadas en
valoraciones de tipo psicológico, con el fin de poder, en el último capítulo, materializar
esta información en aspectos del urbanismo y la arquitectura adquiridos.
A lo largo del Capítulo V se describen los principios de vida sobre las bases
metodológicas que dan sustento al trabajo en su conjunto. Se aplican a la muestra los
métodos y técnicas, así como los instrumentos diseñados para derivar información de
primera mano de los habitantes de los espacios urbanos, sujetos de estudio para esta
tesis, con el fin de concretar la relación hecha con las categorías anteriormente descritas
y su materialización en la arquitectura y forma urbana de los fraccionamientos. Se
presentan también las respuestas e implicaciones en el resto de la ciudad y el trato con
los demás ciudadanos. Se analizan los significados que cada parte del fraccionamiento
adquiere para sus habitantes y los usos y transformaciones hechas, o por llevar a cabo,
para la correcta adecuación del espacio y los estilos de vida, acompañado todo por los
discursos de venta de los tiempos de adquisición.
Cada capítulo mostrará una conclusión propia, de donde se tomarán las
enseñanzas fundamentales para la conclusión y síntesis final.
54

CAPÍTULO I
Acercamientos teóricos a los conceptos centrales: Fraccionamientos cerrados y
Estilos de vida
La zona propuesta para este estudio, se encuentra en los bordes inmediatos del Anillo
Periférico, al Norponiente de la Zona Metropolitana de Guadalajara. Esta ubicación es
considerada privilegiada desde diversos aspectos sociales, económicos y físicos, a pesar
de ser muy reciente su incorporación total al resto de la urbe, debido a que tanto la
construcción de vías de acceso como instalaciones de abasto de todo tipo de
suministros aún se siguen efectuando. En sí, su integración comenzó a finales de los
años „80, pero ha sido hasta el siglo XXI que se ha llevado a cabo por completo el
desarrollo urbano y comercial, con la transformación absoluta de ejidos en tierra urbana.
La zona se ha convertido en objetivo principal para la oferta comercial, laboral e
inmobiliaria, dadas las condiciones esencialmente económicas del sector de población
que se ve persuadido por ella, a pesar de las diferencias tan abruptas entre las formas y
habitantes de antaño contra las nuevas propuestas. El área muestra diversos tipos de
encantos y desencantos, principalmente en el orden urbano y social, pues se ha
desarrollado fuera de una planeación correcta, donde el futuro no parece prometedor. El
crecimiento sobrepasa ya, hoy día, las necesidades de acceso y movilidad dentro y fuera
de la zona, aún cuando apenas comienza el verdadero desarrollo, además del contraste
de grupos sociales que varía de un momento a otro y repetidamente. No obstante, estos
no han sido temas de estudio, pues han sido detectados durante el progreso del trabajo.
Esta investigación es motivada por cuestionamientos que surgieron tras el rápido
fraccionamiento, venta y ocupación de los nuevos desarrollos, en su mayoría privados,
cuyas respuestas parecían obvias, al basarlas en una lógica de mercado igual a aquella
encontrada en los fraccionamientos cerrados de lujo, promovidos durante las dos
últimas décadas del siglo pasado que sirvieron de modelo para la nueva ciudad y sus
habitantes. Dentro de los núcleos recientes, si bien existen réplicas de lujo, también se
55

encuentran los destinados a clases menos pudientes, pero aun de buen perfil económico
y cultural, que se han movido a la zona en menos de seis años, la cual ha sido llamada
por los grupos inmobiliarios como “Zona Real” con fines de mercado, cuyo nombre es
tomado de dos de los fraccionamientos icnográficos de la ciudad. “Valle Real”, para una
clase alta y empresaria y “Jardín Real” para una clase media alta; ambos del grupo
constructor e inmobiliario GIG. Las estrategias de venta de los nuevos cotos clase media
se han apoyado sobre esta posición, han construido y promovido sus núcleos más por
estilo que por el valor que puede representar el poseer un bien inmueble.
Primero, surge la pregunta de que si los habitantes de los fraccionamientos clase
media se han visto, en verdad, persuadidos por la Zona Real. Es decir, si la movilización
responde directamente a una estrategia de posicionamiento del sitio y su compra
representa un éxito de esa manera. Por otra parte, si la obtención de una vivienda dentro
de estos fraccionamientos representa el estilo de vida promovido digno de conservar
sobre otras razones de adquisición.
Con base en esto, el estudio se ha desplegado dentro de un encuentro de las
preguntas formuladas. Por un lado, el valor auténtico que otorgan, a esa parte de la zona
periférica, los habitantes que no viven en los fraccionamientos de lujo, y por otro la
búsqueda de un estilo de vida similar al que se obtiene dentro de los fraccionamientos
de lujo.
Si bien la muestra es realizable, debido a su consolidación y localización
definida, no ha sido fácil encontrar un modelo de estudio para el estilo de vida, ni
tampoco para el valor subjetivo que se le da a un bien y mucho menos a su ubicación.
Para lograrlo, fue necesario determinar que este estudio tiene dos componentes, el
correspondiente a un desarrollo urbano, bajo el que se rigen distintos aspectos de
estudios de la ciudad, y el económico, en su vertiente específica de condiciones de
mercado y consumo.
56

Bajo estos aspectos, fue posible determinar la hipótesis a confirmar en esta tesis,
pues se conoce que los habitantes de los fraccionamientos en esta zona no habitan
precisamente de manera “Real”. Se han creado núcleos residenciales bajo un concepto
basado en formas de un pasado cercano edificado en estilos de vida; estas formas, bajo
los que se constituyen los fraccionamientos, repercuten en la adquisición y
conservación de los espacios interiores y exteriores del mismo.
A continuación se presenta un compilado sobre las teorías más relevantes que se
han presentado sobre dichos temas, con la finalidad de encontrar los valores y aspectos
que logren una intersección de elementos y conceptos, sobre los cuales fundamentar el
estudio y la elaboración variables para la interpretación de los hallazgos a obtener.
Las páginas siguientes abordan los temas de Fraccionamientos Cerrados, tanto
como propuesta urbana, así como resultado de una sociedad globalizada; mientras que el
tema de Estilos de vida es afrontado como parte de la Teoría de Consumo, dentro de
una sociedad global.
1.1 Una nueva tendencia urbana: los fraccionamientos privados
Los fraccionamientos privados son en la actualidad, una interesante línea de
investigación, al ser una representación urbana del consumo en la sociedad
postmoderna. Estos son uno de los cambios urbanos más notables en las últimas
décadas, ocasionados, principalmente, por la promoción inmobiliaria, donde claramente
se parte del hecho de transformar a los ciudadanos en consumidores: las viviendas en
productos inmobiliarios. La mercadotecnia ha convertido un producto de uso en un
producto habitable. De este modo, el habitar en un coto privado, marca un estilo de vida
atesorable en presente y futuro, donde el valor de elegir un sitio con seguridad física, es
superado al encontrar la seguridad social anhelada.
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Estas formas urbanas son una respuesta a la vida presente, la cual se estructura
conforme a los nuevos y cambiantes sistemas económicos, sociales y tecnológicos; la
ciudad se transforma rutinariamente, y con ella sus habitantes, deseos e ideologías. La
ciudad postmoderna merece ser observada, con el fin de comprender las innovaciones
abruptas que presenta y sugerir propuestas acordes a formas de vida jamás encontradas
en el pasado.
La ciudad postmoderna se verá desde la estructura urbana y los modelos
culturales y la movilidad, mientras que el individuo se estudiará desde la clase, la
segregación, el estilo de vida y los medios de información.
1.1.1 La ciudad y la ciudad postmoderna
En la actualidad la ciudad tiene un comportamiento novedoso respecto a lo que la
historia ha informado. No se pretender glorificar las consecuencias anteriores, ya que
podría generar propuestas desatinadas. Por esto, se citan conceptos y metodologías
oportunas sobre las corrientes sociales contemporáneas consideradas como mas
relevantes: Remy y Voyé (1976), Featherstone (2000), Baudrillard (1987), Bourdieu
(1991) y Ritzer (2002), quienes explican algunos aspectos sobresalientes que dan forma
a las estructuras físicas de la sociedad actual. Desde el fundamento empírico, se revisan
los trabajos de los investigadores urbanos y culturales en México, como Cabrales
(2001), Valenzuela (2001), Méndez (2005) y Giglia (2003), con el fin de comprender el
fenómeno desde lo local, una vez sustentado el desarrollo global.
La ciudad se ordena distinta al pasado, la tecnología, los medios y las distancias,
conforman diferentes personalidades y necesidades, y por lo tanto, distintos individuos;
esta nueva forma urbana ha sido descrita por Castells (2006) como “La Ciudad
Informacional”, la cual define como un proceso estructurado con base en flujos y
espacios. Tiene hoy, un trasfondo cultural y social distribuido en varios segmentos, que
difieren de estudios anteriores en los que, dichos conceptos, no son tomados en cuenta.
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Por ejemplo, los supuestos inductivos, donde las propuestas urbanas y espaciales
desearían ilustrar el camino de vida y el ideal del ser humano, como en la “Ciudad
Jardín”, de Ebenezer Howard o de Le Corbousier, con la “Cité Radieusse”, las cuales
marcaron compromisos de vinculación de la ciudad con la naturaleza y pretendieron ser
un manual de instrucciones para una vida congruente, pero donde el habitante no era
partícipe voluntario. Hoy se comprueba que mediante un proyecto urbano, no se puede,
inconscientemente, transformar las costumbres e ideales de los habitantes, o ignorar las
variables involucradas en los hábitos y formas de vida.
Así mismo, encontramos otro tipo de propuestas más técnicas, ortodoxas
incluso, en cuanto a la solución de la ciudad, como la señalada por Wirth (1938), quien
muestra aspectos urbanos que, de ser copiados, pretenden una condición similar en la
formación de la ciudad en su totalidad, y están basados en la división e indiferencia de
las relaciones humanas (en Gómez Nieves, 2003, pp. 86-88). Las mencionadas
propuestas, tratan el estado social como un factor técnico y controlable, que
respondería de acuerdo a lo establecido en entornos dirigidos. Si bien estas propuestas
no merecen crítica, pues fueron redactadas en circunstancias muy distintas a las
encontradas hoy, es necesario buscar los supuestos vigentes donde se implique al mundo
contemporáneo, con seres informados y con propia decisión.
Remy y Voyé, en sus estudios sobre “La ciudad y la urbanización” (1976, p. 16)
ofrecen, en cambio, la novedosa idea de “mostrar que los diversos componentes del
fenómeno urbano, lejos de originar unos efectos mecánicos homogéneos, producen
incidencias diferentes, según el modelo cultural y la estructura social de que se trate.”
Proponen anexar elementos para la comprensión y estudio, desde distintos ángulos, de
los cambios urbanos, los cuales generan reacciones distintas, incluso en sitios idénticos,
sujetos a transformaciones aun contra la idea construida para los mismos. Como
ejemplo, ilustran el desperfecto en Wirth (1938), cuando sus indicaciones son tomadas
como parámetro de desarrollo por urbanistas y arquitectos, quienes, mediante la
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creación de viviendas, se creen con la capacidad de guiar la vida social, ignorando los
ajustes personales de los ciudadanos, una vez habitado el sitio. Se determina, tras
compartir el pensamiento de los autores, que el espacio será vivenciado de acuerdo a las
propias expectativas de sus pobladores, por lo que efectuarán las transformaciones
necesarias para lograr hacer de éste, su propio sitio de resguardo.
Remy y Voyé (1976) mencionan los “Efectos ideológicos” como base de la
relación entre el espacio y la estructura social, y la estética como base del urbanismo.
“La ideología puede definirse como contenido mental a partir del cual es posible
justificarse en la propia existencia y posición social.” Para ellos, la realidad se ve
vencida por la ideología en el aspecto urbano, lo que genera escenarios como el
deterioro del medio ambiente tras la construcción de ciudades, mientras la estética ha
predominado sobre otros aspectos urbanos, como la integración espacial o la movilidad.
En el triunfo de la estética urbana, mencionan, se aprecia el proyecto de Haussmann
(1809-1891) donde aun cuando la plaza de la estrella en París tenía que ver con la idea
de reunión en su centro, la principal preocupación siempre fue la dimensión de sus
avenidas y la estética de los edificios que las flanqueaban, en el aún comentado, paseo
de Les Champs Elisees. (Remy y Voyé, 1976, pp. 37-45)
Como Remy y Voyé, Valenzuela (en Cabrales 2002, pp. 33-35) aceptan la
manera de relacionarse con otros social y comunitariamente, como conformadora de
espacios donde se puede leer pensamientos correspondientes a una temporalidad y
contexto. Los valores utilitarios de comodidad y bienestar dispuestos por la tecnología y
los productos diarios, son ejemplo de la ideología a partir de la que se construye la
ciudad moderna. De igual manera, la ciudad no cuenta con los elementos suficientes
para forjar en los ciudadanos modernos el sentido de pertenencia, ya que carece de una
identidad, dada la fragmentación de la que se compone.
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Tras este ejemplo, se percibe el porqué las ciudades presentes son cada vez más,
incoherentes. Además, no únicamente es el factor social lo que crea esta situación, sino
también, influye la idea que los organismos rectores tienen para ellas. Cabe integrar la
propuesta de planeación estratégica de Fernández (1997), quien afirma que no es una,
sino todas las ciudades contemporáneas, las que han sido víctimas de la falta de
planificación y del crecimiento despoblado. Es, según el autor, la descentralización de
las legislaciones en distintos tipos de competencias gubernamentales, incluyendo los
sistemas urbanos, lo que favorece la regionalización de todos los sectores donde se
apoya la creación de pequeños subproyectos, los cuales, no siempre respetan los órdenes
centrales, con lo que se debilita, de cierta, manera el sistema y da pie a nuevas políticas
no tan benéficas para una planeación congruente. En dichos proyectos, participan tanto
actores públicos como de la iniciativa privada, que se unen a diferentes deseos de grupos
sociales, principalmente referentes a calidad de vida, los cuales dan soluciones
orientadas a las condiciones de mercadeo antes que a la composición de la ciudad.
(1997, pp. 17-32)
La anterior condición de mercadeo sobre la que se erigen las ciudades, también
es sustentada por Simmel (1977, p.38) quien considera a la metrópolis moderna como un
nuevo sitio, cuyo valor fundamental es el económico y deja atrás toda costumbre añeja.
Hace referencia, al igual que Remy y Voyé, a los segmentos bien definidos que dividen
funciones y clases sociales, donde se evita aceptar diversidades y problemas. Simmel
acuerda también lo estético como tema principal, cuando recalca la idea de
espectacularidad en los entornos y edificaciones, pues se conciben aparentes, elegantes
y brillantes, dentro de los cuales se encuentran diversos elementos para activar el
movimiento de capitales. Estas ideas pueden resumirse en palabras de Cabrales (2002,
p.20), quien determina la congregación demográfica, la tecnología y la segregación
socio espacial como las tres características de la urbanización moderna.
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En las citas anteriores podemos notar la transformación de las explicaciones de
Le Corbusier respecto a la ciudad, con los elementos señalados en la actualidad, donde
la estructura social toma importancia al momento de pretender introducirnos a una
explicación cercana. Si bien la vida social es cada vez más punto de referencia para su
explicación, en Featherstone (2000) se encuentran las citas más puntuales respecto al
fenómeno urbano postmoderno:
“La ciudad postmoderna “señala un retorno a la cultura, al estilo y a la
decoración, pero dentro de los confines de un en el que
los sentidos tradicionales de la cultura se descontextualiza , se convierten en
simulacros, se reproducen y se renuevan y reestilizan constantemente. La
ciudad postmoderna es, por tanto, mucho más auto consciente en el plano de la
imagen y la cultura; es, a la vez, un centro de consumo cultural y de consumo
general, y este último, como se ha subrayado, no puede separarse de los signos
y la imaginería culturales, de modo que los estilos de vida urbanos, la vida
cotidiana y las actividades de tiempo libre sufren la influencia , en grado
variable , de las tendencias del simulacro posmoderno”.(2000, pp.166-167)
Las ciudades postmodernas, señala Featherstone (2000, p.128), tienen la
capacidad de convertirse en sitios de todo tipo de interés, una vez que la actividad
principal es el consumo tanto de objetos como de ideas e ideales, y ésta lleva a generar
territorios lúdicos donde poder pasarla bien. El aspecto social de la ciudad, adjuntado a
su estética forma espacios de prueba para todos los sentidos. Giglia (2003), al referirse a
la ciudad, indica que esta ya no se vive, se experimenta constituyendo “la experiencia
urbana”, para lo que se demanda la construcción de sellos distintivos de apoyo para
lograr identificarse ante los demás al tiempo de proteger el estilo de vida pretendido:
sitios de convivencia con “gente como uno”.“ La gente quiere aceptarlo todo, comerlo
todo, tocarlo todo. No la mueve la contemplación.” (Baudrillard, 1987, p.10)De igual
manera, Lefebvre (1971, p.114, en Featherstone p.60) expresa que la ciudad
contemporánea tiene “consumo de exhibiciones, exhibiciones de consumo, consumo de
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signos, signos de consumo”, donde se mezclan unos conceptos con otros, para generar
mayor alcance en todos los mercados.
Estos signos, dado su repetido uso, se convierten en escenificaciones que pueden
ser percibidas igual que un foro de filmación. Méndez (en Cabrales 2002, pp. 79-81)
hace una aproximación cuyo motivo fundamental es el
ocio y el consumo, con ciudadanos virtuales, en una réplica de Disneyland, donde
cualquiera que pise será ciudadano por un rato. Incluso descifra puntualmente las partes
de que se componen ciertos cotos (puertas de ingreso, lobby, caminos) en un maridaje,
basado en los símbolos proyectados por los materiales, formas y espacios con
repercusiones comparativas del parque de diversiones. Para Méndez (Ibid.) la ciudad es,
por sí, un espacio de consumo. Presenta las transformaciones de espacios públicos en
nuevas y modernas construcciones dedicadas al consumo (como centros comerciales) y
la dirección de los objetos de placer. Los rascacielos como símbolo de éxito,
mencionado por Baudrillard (1987)
El logro de la ciudad postmoderna radica en el número de productos y servicios
con que se cuenta para vivirla. Mientras la ciudad tradicional, cerrada ya fuera por
murallas o por delimitantes naturales, estaba estructurada de manera integral con la
organización necesaria de poder, comercio y entorno justos para su correcto
desempeño, la nueva forma de ciudad, se ve favorecida, según describen Remy y Voyé
(1976, pp. 41-44), por los sistemas de transporte y de comunicación, que actúan tanto de
forma colectiva como en el área individual; esto da pie a una especialización tanto en los
espacios como en las actividades que pretenden interconectarse entre sí, y causan, a su
vez, posiciones categóricas y complementarias que dependen, en todo momento, de las
necesidades que cubren y la periodicidad con que se utilizan.
El espacio de la nueva ciudad, dada la especialización, se divide de acuerdo a
condiciones sociales, económicas y profesionales y, por tanto, acepta poder por una
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parte, y sometimiento por otra; los grupos fuertes deciden el sector donde ubicarán su
residencia, mientras los de menor rango ocuparán los espacios desacreditados. Sin
embargo, Remy y Voyé, determinan cómo el consumo puede favorecer los sitios
desacreditados, pues de ser revalorados o deseados, en cierto momento, por los altos
niveles sociales, se generara un exilio voluntario o no de los antiguos habitantes, ya sea
por limitantes físicas o implícitas en las actitudes de los nuevos inquilinos. (1976, pp.67-
69). Sassen (2004) explica que la descripción de las nuevas ciudades se fundamenta
desde la manera en que las revaloraciones sociales se llevan a cabo físicamente, por lo
cual no existe una dinámica precisa de la ciudad a la que denomina “global”, y exitosa,
pues señala lugares dentro de las grandes urbes, como el Bronx, en Nueva York, donde
las diferencias son grandes: “la ciudad global paga un costo social alto” (Sassen, 2004).
Por otra parte, y como complemento, Castells (2006) añade el hecho de transformar los
espacios urbanos en zonas de trabajo y servicios, como generador del exilio hacia sitios
residenciales de tipo campirano, cuya plusvalía radica en la facilidad de unirse por
medio de vías rápidas y diversas tecnologías de la información. (Castells, 2006, pp.33-
35)
La ciudad se divide porque los gobiernos lo permiten y, como se aprecia antes,
también por la voluntad de los ciudadanos. Valenzuela encierra en tres razones la
división ciudadana: “culturales (uso del espacio, equipamientos particulares),
funcionales (que responden a la lógica económica, cercanía al trabajo por ejemplo) o
factores de jerarquía (que reflejan y refuerzan las relaciones de poder); pero siempre será
un resultado social” la auto segmentación es fundamental en la concepción de las
ciudades postmodernas”. Valenzuela (en Cabrales, 2002, p. 49)
Las distancias en el individuo postmoderno que forman su estilo de vida, parten
del concepto de “movilidad” con que éstas se puedan manejar. El escenario del
individuo postmoderno, explican Remy y Voyé, es activo desde el principio de
desplazamiento. Dado que éste domina y produce únicamente ciertos tipos de
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conocimiento o labores, se ve obligado a buscar satisfactores adicionales por otras
partes de la ciudad. “La movilidad, determinan Remy y Voyé, se convierte en condición
de adaptación y de participación en la vida urbana.” (1976, p.112). El individuo se
adecua a lugares y gentes nuevas fácilmente, sin importar cuantos kilómetros haya
viajado, sin ocasionar complejos y, en cambio, si un fácil desarraigo a las costumbres
próximas a las que se aferraba el individuo. La movilidad, de acuerdo a la intensidad con
que se adapte, deriva conductas culturales distintas, así como estilos de vida. Al
respecto, Castells (2006) admite cómo, al separarse los sitios de trabajo y servicios de
las regiones residenciales, los individuos terminan por aceptar viviendas menos
confortables, pero con rápidos accesos a los centros de recreo y los debidos medios de
comunicación que transportan a los seres tanto en el tiempo como en el espacio.
(Castells, 2006, p. 35)
Améndola (2000, p.61) refiere que la distancia en la ciudad contemporánea, tiene
menor valor que otras cuestiones como el estatus y la búsqueda de identidad, donde la
movilidad toma importancia sobre el lugar de residencia. Contrario a esto, Giglia (2002,
p.4) detecta situaciones de la cotidianeidad en las cuales aún la cercanía es importante,
como los centros de consumo básico y las escuelas, contrastante con el menor valor de la
distancia en cuanto a sitios de esparcimiento, compras superfluas, y deportes.
Otro aspecto de la movilidad resulta de la facilidad de cambio de vivienda,
causada por el desarraigo, y por la sobre valoración del espacio, de acuerdo a
preferencias de ubicación y jerarquía. El valor del espacio se deduce a través del
“cálculo” (Remy 1976, p.126) donde las representaciones físicas y afectivas pierden
relevancia a la vez que los elementos sociales la ganan. Los medios, acuerda
Lipovestky (2004, p. 112), de transporte ofrecen la posibilidad de convivencia con
perfiles heterogéneos, lo que anexado al constante cambio deseable, ocasiona estilos
formados por diversos estilos, por adquisiciones de distintas categorías y mezclas
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aceptadas en el mundo contemporáneo. La experiencia y emociones íntimas van por
encima de otras formas sociales provenientes del exterior.
Valenzuela (en Cabrales 2002, p.39) comenta que la construcción de la ciudad
está más comprometida con la promoción económica y la recuperación de la inversión y
no tanto con el bienestar y responsabilidad con la ciudadanía. Pero acepta que la
evolución en los estilos de vida, de gastar el tiempo libre y las maneras de consumo de
imágenes e información están repercutiendo en la formación del espacio público.
1.1.2 Segregación socio-espacial en las ciudades postmodernas
La segregación socio-espacial no es particular de la época contemporánea, pero ésta
marca pautas de estudio específicas para ser corroborada. En los fraccionamientos
cerrados es donde mejor se demuestra la segregación socio espacial voluntaria y el
triunfo de clientes sobre ciudadanos, concluye Cabrales (2002, pp.12-21). Dentro se
fijan normas y formas de comportamiento moral y administrativo que benefician a los
residentes y su auto exclusión. Se deriva con ello un completo individualismo y rechazo
a las diferencias.
La segregación se distingue tras un factor de tipo socio-demográfico en la auto
segmentación. Se pueden apreciar, por ejemplo, los jardines públicos cuando son
frecuentados por representantes de varios niveles socioeconómicos: aquellos ubicados
en zonas de nivel medio bajo y bajo no serían visitados por habitantes de niveles
superiores, sin embargo, a aquellos en zonas privilegiadas de nivel medio alto y alto
acuden familias de distintos niveles con lo que se forma la renuente mezcla. En
Guadalajara, este ejemplo se concibe en los límites del Parque Rubén Darío, en la
Colonia Providencia, el cual si bien llegó a ser, por décadas, un elemento urbanístico de
prestigio y plusvalía, ha decaído y ocasionado éxodo de habitantes al convertirse en
centro de reunión de clases obreras. (Hernández y Casillas, 1999)
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Este fenómeno es estudiado por Lipietz (1994, p. 48) quien, al referirse a las
“Rentas Exógenas” mencionó: “Existe, por último, la división social misma que tiene
que ver con la “segregación social”. Esto, agrega, causa la llamada “plusvalía de
innovación”, la cual se origina por cualquier cambio en el uso del suelo, causante de la
división social. De aquí, cuando los espacios públicos son utilizados por habitantes de
otros sectores de la población, su uso cambia de ser “barriales” (Concepto tomado del
reglamento estatal de Zonificación, Jalisco 2000) 3 disponibles para casas y sitios
aledaños, y se convierten en parques “públicos” o espacios recreativos de tipo
“distrital”, con un resultado de distanciamiento ante quienes los creían propios, y la
alteración de las funciones y servicios con que los mismos deben ser tratados.
El desacuerdo causado en los pobladores y entonces “dueños” de sitios públicos
al verse invadidos por otros provenientes de distintas zonas de clases sociales distintas se
comprende por la discriminación social existente en nuestro país:
“Una de las explicaciones de éstos fenómenos históricos, es la
discriminación, entendida como la situación en la que, por prejuicios, a
una persona o grupo de personas se les da un trato desfavorable,
generalmente por pertenecer a una categoría social específica.” 4
(SEDESOL, mayo 2005).
De esta manera, los espacios públicos concebidos como “privilegiados” han
tomado un nuevo rumbo. Si bien Carlos (1988, p. 23) detalla que “La burguesía puede
preferir viajar más tiempo en automóvil particular, pero obtener otro satisfactor en su
lugar de residencia, tales como: espacio de recreación colectiva, jardín individual, poco
ruido y tránsito etc.”, al ser estos ocupados por personas pertenecientes a otros grupos
3
4
Reglamento estatal de Zonificación, Jalisco, oct 2001
SEDESOL,(Mayo 2005) “Primera encuesta Nacional sobre discriminación en México”
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particular y mayoritariamente
señalados (pobres-obreros e indígenas, en nuestro
ejemplo de Guadalajara) el espacio público también se ha visto discriminado.
El fenómeno en voz de Borja (2003, pp. 87-88) se percibe así:
“…algunos aspectos más discutibles de estas reacciones cívicas, como
son , entre otros, el conservacionismo a ultranza de los barrios y de su
población, cuyo residentes se consideran en algunos casos los únicos
propietarios del barrio y se constituyen en una fuerza social contraria a
cualquier cambio o transformación. Se olvida que el barrio o una área
determinada forma parte de un todo, que también los otros usuarios
consumen o lo atraviesan tienen interés y derecho a esta parte de la
ciudad”
Si bien este fenómeno también se reflejó en las viviendas de interés social de los
años ´80 donde espacios delimitados, con áreas comunes y espacios abiertos, se mostró
que las áreas verdes no fueron igualmente defendidas, pero la segregación social se
notaba de igual manera: Podríamos opinar que esto entonces no es algo cultural ni de
nivel educativo o socioeconómico, es más bien postural: la segregación es bilateral.
“Esta opción no es monopolio de clases altas ni medias, los sectores
pobres también necesitan protegerse y generar su autodefensa, sus
propios policías, muchas veces o son las mismas organizaciones
armadas que fuera de sus zona son bandas delincuentes o que dentro de
ella gestionan actividades consideradas ilegales.” (Borja, 2003, p.95)
La segregación socio-espacial, no es tema contemporáneo, sin embargo, es ahora
cuando ha sido adoptada, aprovechada y aceptada por varios grupos sociales para la
creación estrategias de ventas inmobiliarias.
68

1.1.3 El discurso social de los fraccionamientos privados
Debido a su condición de vivienda y producto inmobiliario, el cambio generado por los
fraccionamientos privados no se representan en el ámbito urbano únicamente, sino
también en el desarrollo social de los habitantes. Lejos de elegir un sitio donde
resguardarse de la intemperie, el ciudadano contemporáneo decide protegerse de la
inseguridad urbana (delincuentes, ladrones). Las viviendas dentro de cotos, se muestran
como productos de consumo para distintos estilos de vida de la clase media y media
alta, son tratados con estrategias publicitarias y precios distintos, hechos generadores de
una exclusión social.
El entorno, al ser parte de la vivienda, refleja constantemente el consumo y
modos de vida de las familias propietarias, y marca diferencias en entornos exteriores
inmediatos. Por ejemplo, el espacio verde es cuidado o descuidado de acuerdo al
consumo generado en el mismo.
La forma de segmentación individual, el valor de los objetos, los materiales de
construcción, las áreas verdes, el automóvil y la tecnología, entre otros muchos
elementos, marcan una base de análisis a partir de una conducta de consumo sobre la
cual se desarrolla la ciudad postmoderna. Los consumidores, es decir, quienes la habitan,
implican estilos y grupos de pertenencia cuyos productos y mercancías hablan del tipo
de personas que son o quieren llegar a ser. Se están generando nuevas formas de vida
dentro de los fraccionamientos residenciales cerrados, provenientes de una disposición al
consumo las cuales forman nuevos entornos urbanos multiplicados constantemente. El
desarrollo de productos y servicios alrededor de los cotos ya bien consolidados tienen
un objetivo particular en estos habitantes, responden a ciertas carencias y necesidades,
tomadas en cuenta por las propuestas de la ciudad.
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Los cotos se convierten en una tendencia porque son una manera fácil de
demostrar a otros, mediante su consumo, que “somos iguales y distintos de quienes
queremos serlo”. La competencia del consumo encuentra sus límites con menos
personas, acomodadas igual que uno y de aspiraciones similares: la inseguridad se
encuentra no únicamente con problemas del exterior (delincuencia, violencia), sino
también en sí mismo y con la sociedad. Al vivir dentro se demuestra pertenencia y
permanencia en el círculo apropiado, y por ende, existe victoria para todos en conjunto
y competirán tan solo con los de adentro. De esta manera, es más seguro alcanzar el
Consejo de Píndaro: “Llega a ser la que eres” (Citado en Cortina, 2002, p.13).
Sobre el estudio de los cotos privados, Enríquez (2005, pp. 2-4), señala dos
aspectos importantes: “proceso socio-espacial” en respuesta a cambios urbanos fáciles
de comprender mediante la observación de las ciudades mexicanas durante las últimas
tres décadas; y los cambios de tipo cultural en las sociedades contemporáneas. Por
otra parte Cortina y Featherstone, coinciden en afirmar que la sociedad contemporánea
tiene como eje “el mundo de los bienes” provenientes de una ,
donde la ciudad se convierte en un “centro de consumo cultural y consumo general”
(Featherstone, 2000, pp. 144 y 167). El proceso de formación de una ciudad en cotos, a
partir del cambio cultural apuntado por Enríquez, se convierte en una representación
urbana del consumo de la sociedad posmoderna.
El consumo en la actualidad es tratado por distintos autores como un fin por sí
mismo, y no un simple medio, como pudo ser en el pasado. Es un modo de vivir y aún
más, pues en palabras de Cortina “es una forma de relacionarse los seres humanos”
(2002, p.13). Las personas buscan hacer de dicha relación más que una correspondencia
social, se convierte en un objetivo con el que se guía el futuro: una manera de pertenecer
y ser aceptado dentro del núcleo aspirado. Los cotos enmarcan en una corta frontera a
aquellos quienes se distinguen con gustos y estilos similares: se obtiene lo que se mostró
en una maqueta o folleto, lo prometido por los promotores y con esto se compra la
70

confianza de no quedar fuera, y habrá de comprarse todo lo necesario para seguir dentro.
Esto es en una breve referencia de Ritzer (2002, p.48) “You simply know what you are
going to get before you depart on your vacation”, tal como cuando se adquiere una
promoción a Disney World o un paquete de Mc Donald´s.
El ciudadano actual, el habitante del coto se compra para sí los entornos, el
ambiente, los vecinos y los modos. Aquello, que antes pensó solo para altas clases
sociales, ahora se adquiere como uno de los muchos nuevos bienes de la sociedad
contemporánea. De este modo el sentido de lo público pierde intensidad, pues cambia
según la manera en que pueda ser adquirido por algunos: es decir, comprado. Lo
público, entonces, lo es tanto menos si el poder adquisitivo y su valor son mayores
(Giglia, 2003, p.1-3). Concientes de esto y añadida a la oferta, un coto es presentado
desde la perspectiva de consumo como un concepto ideal el cual, de obtenerse, puede
convertirse en realidad. Al efectuar la compra de una vivienda, se posee también el estilo
de vida esperado: “La imagen simbólica de la seguridad constituye el centro del
marketing inmobiliario con el que se venden dentro de la idea de la vivienda como
producto de consumo”. (Rodríguez, 2003, p.6). La vivienda entonces forma parte de un
todo más amplio, no solo satisface la necesidad de habitación y protección contra los
fenómenos naturales y desfortunas sociales, sino también el sentido de pertenencia a
cierto grupo y estilo que habrá de ser conservado si se desea formar parte del mismo. Se
delatan aquí nuevos grupos aspiracionales representantes de la sociedad postmoderna:
“la nueva pequeña burguesía” nombrada por Bordieu (1994).
1.1.4 El discurso urbano de los fraccionamientos privados
Las agrupaciones formadas por la urbanización tienen funciones especializadas y con
códigos propios, los cuales separan “lo exterior” a manera de aislamiento de los no
afiliados. (Remy y Voyé, 1976, p.97). La nueva agrupación - identidad-consumo y
vivienda cerrada- forma su “nuevo código identitario” basado en un “consumo
formador de identidades” Méndez y Rodríguez (2005) y consiste, efectivamente, en
71

clausurar a todo aquel que no pertenezca al interior del mismo. Los cotos otorgan el
aislamiento y tranquilidad buscados, al convivir en el encierro con gente conocida de
comportamiento y gusto similar: los conceptos adquiridos en un coto, al igual que la
cultura de consumo, “…están más cerca, en apariencia, de satisfacer la individualidad y
las diferencias que siempre prometió.” (Featherstone, 1991, p.148)
El hecho de conservar el concepto deseado de vida tiene que ver con el tipo de
particularidades en los servicios y productos consumidos, el sitio donde se consumen,
pero sobretodo, con quién más lo consumen. Solo con el conocimiento de estas
respuestas, su valor social y la utilización de las mismas de manera natural, se
continuará como parte del ideal. Varios aspectos de consumo, para Méndez y Rodríguez
(2005), dan lugar a la formación de lazos afectivos. El consumo marca la pauta del tipo
de gente que se es, el prestigio que se gana y la posición social que se alcanza. Los
habitantes contemporáneos consideran su vivienda, los alrededores e incluso el
automóvil como una “extensión de su persona”; todos estos son interpretados por otros
con el fin de evaluar la falta o existencia de buen gusto. (Featherstone, 1991, pp.109-
147)
El saber vivir en la comunidad de un coto, conocer las ventajas y guardar el
estilo dentro es una referencia al ciudadano y consumo postmoderno, quien no
únicamente necesita usar un producto, resulta más importante el conocer cómo se usa,
utilizarlo de manera familiar y vivir como si en verdad se pertenece al sitio. Esto otorga
mayor aceptación, de no manipularse habitualmente se reconocerá a los “intrusos”,
quienes han llegado sin la educación y refinamiento adecuados: “los recién llegados, los
autodidactas, inevitablemente emitirán signos sobre el peso que representan los logros y
las insuficiencias de su competencia cultural” (Featherstone 1991, p.49). El miedo a la
inseguridad se reduce mediante la auto-comparación con otros de “menor gusto”, y
mayor confianza a los habitantes “de antaño”. Entre los productos y conocimientos
deseables para grupo referido, cuestiones como la educación, el arte, el automóvil y el
72

ocio obtienen los sitios más importantes. “El arte se transformo en la visión estética de la
burguesía” (Zukin, 2004, p.23), situación que el marketing inmobiliario incluye junto a
la promesa de vida, y a los compradores al éxito y plusvalía social.
Además de productos, la sociedad descrita cuenta con ciertos factores de
comportamiento característicos, como son el disfrute y el placer como fin y el gusto por
explorar con los sentidos y las emociones a cada instante. De este aspecto los cotos son
fieles representantes: el cuidado destinado al entorno interior detonan un gran placer
visual al ingresar, la armonía elegida para los fines de semana, y el cambio en cualquier
momento hacia otro concepto distinto y más novedoso concedido por un nuevo
fraccionamiento que bien lograremos obtener.
La inseguridad ligada a la violencia en las áreas urbanas se presenta como el
elemento principal del auge de los Cotos privados. Sin embargo, la sociedad
contemporánea sentada en el consumo cotidiano genera también inseguridad, pero está
vinculada al individuo mismo, a la no aceptación, al fracaso económico y social, a
quedar fuera de los semejantes, a la competencia con muchos otros. Los motivos de la
elección de vivir en un coto, de “dejarse convencer” por un estilo de vida promovido por
una estrategia de mercadotecnia pueden tener raíces más profundas que el miedo a la
inseguridad al exterior. Los motivos del individuo contemporáneo viajan en centrifuga y
bajo esta situación valen ser comprendidos.
1.1.5 Convivencia y espacio interior
En cuanto a la estructura, el cambio más notable parte del exterior, contrariamente a lo
que sucedía en las plazas y parques públicos donde se llevaban a cabo actividades
sociales y se consumían productos locales (helados, frituras), de producción fresca e
inmediata, en los jardines del interior de los cotos se muestran productos provenientes
de Wal-Mart en paquetes múltiples de orígenes.
73

Los fracasos paisajísticos existentes en los jardines de colonias de antaño, o la
venta de áreas destinadas a los mismos con fines lucrativos. Aquellos sectores donde el
área verde ha sido contemplada, se ha privatizado. Su estrecho vínculo con la llamada
“calidad de vida” se ha relacionado con propiedad. Es un manifestó de lo mejor para
unos cuantos y sobre el compromiso colectivo. Aún más, el concepto “calidad de vida”
se ve periódicamente confundido con el de “nivel de vida”; de esta manera los que
tienen más, por ende, pretenden vivir mejor.
La problemática principal reside en los centros urbanos de países en desarrollo,
muchos de los cuales cuentan con extensos territorios y, debido a una falta de planeación
comprometida, se eliminan áreas importantes ante la devaluación del medio urbano y la
sobre valuación de zonas privatizadas.
El cuidado del espacio verde (como eje de representación de otros indicios
urbanos) es cuestión postural. El cambio de ciudadano a cliente o consumidor crea
distintos puntos de vista que defienden mayormente los derechos y respeto al modo
elegido. Una vez más, la inseguridad se presenta hacia el individuo mismo antes que al
externo.
El cliente se hace una completa idea de qué es lo que va a adquirir, el promotor
se compromete a entregar la solicitud de acuerdo a lo ofrecido, además de un plan de
condiciones e instrucciones para que esto permanezca tal como fue prometido. Cabe
destacar como en otros sitios no privados, de igual jerarquía social y económica, los
espacios verdes han sido lotificados y vendidos, construidos, sustituidos o abandonados.
Como en otros sitios, el espacio verde se convierte en un reflejo de un modo de vida y de
los comportamientos de consumo, que pueden ser leídos mediante una cautelosa
observación.
74

El espacio público de estos fraccionamientos es sinónimo de estatus. El
habitante paga por él, por cuidarlo, aunque muchas veces no lo goce en la manera
correspondiente al precio pagado. Este espacio genera una cultura de apropiación. El
parque o espacio es de ellos: “lo han pagado junto con el terreno”. Cabe resaltar cómo
los núcleos alrededor de jardines y parques públicos de antiguas colonias se han
subvaluado. Paradójico a lo sucedido en sus orígenes, cuando los predios colindantes a
ellos generaban mayor plusvalía, los problemas socio-urbanos actuales ocasionan la
pérdida de valor, y en casos, la fuga de habitantes aunado a la venta-remate de los
mismos.
La segregación exclusiva percibida en todo espacio verde dentro, genera a su
vez más segregación: las conductas se tornan más exclusivas, al igual que las
experiencias, necesidades y los deseos. El espacio verde se muestra como un bien
hedónico, al que solo unos tienen acceso, y se distingue de otros cotos por las
actividades allí realizables. Donde los de dentro lo viven y los de afuera se imaginan
que habrá adentro. Existe una nueva tendencia como respuesta al valor económico del
suelo residencial: la construcción desmedida de fraccionamientos habitacionales
cerrados con grandes áreas verdes que poseen un nombre y uso; otras colonias carentes
de las áreas naturales estipuladas. Las antiguas casas con patio central o jardín posterior
perecen ser historia. Incluso los proyectos arquitectónicos de tipo residencial han
cambiado el área verde por una recámara más, dada la plusvalía que el número de
habitaciones o cajones de estacionamiento genera a la vivienda unifamiliar, al igual que
“campo de golf” o jardín privado.
Después de la caseta de acceso, los camellones verdes floreados se convierten en
matorrales secos, el campo de golf en talleres mecánicos y las áreas adoquinadas con
patrones coloridos en pavimento asfáltico con baches y topes. Se forma una cultura más
individualista, mostrada en el uso de los espacios públicos: actividades individuales
tales como el golf, jogging o tenis no detonan el trabajo en equipo, sino el mejor uno
75

mismo.
interacción.
Los niños en bicicleta y/o patines y no en equipos de competencia e
Leemos entonces que el modo de consumo inmobiliario genera consumo
después: Se consume por el espacio verde, se consume para el espacio verde, se
consume la fisonomía urbana: los árboles, plantas, accesorios y materiales, se consume
el deporte, se consume la educación y la mercadotecnia produce mercadotecnia. La
lectura en áreas verdes indica un claro reflejo de la sociedad postmoderna.
1.1.6 Aislamiento y espacio exterior.
Si bien el estilo de vida “aislado” resulta atractivo, habremos de preguntarnos ¿cómo
es la relación con el espacio exterior? La infraestructura de estos recintos incluye, junto
con la vivienda, una red completa de postes con acceso a todas las tecnologías de la
información (teléfono, cable e Internet); de desearlo, basta llenar una solicitud y la
compañía de servicios suministrará el acceso directo a casa, sin más cables ni
instalaciones posteriores. Incluso ciertas compañías de cable proporcionan la
infraestructura gratuita desde la construcción, para ocultar las instalaciones hacia un
comportamiento de consumo, como respuesta al sostenimiento el modo de vida.
Entonces, será necesario tener por lo menos una computadora, teléfono y quizás una
línea mas para la conexión o una suscripción extra para los accesos inalámbricos.
Interesante resulta como, al pretender conectarse con inalámbrico se registran varias
redes de acceso, lo que indica que muchas viviendas cuentan con el servicio.
Este aislamiento, implica también el paso a programas internacionales, lejos de
los programas locales, y de aquí la forma de conectarse al resto del mundo; con lo que
quizás se pueda comprender el desconcierto causado con los entornos inmediatos,
descuidados y olvidados al exterior del coto. El cable e Internet permiten a las personas
76

viajar por “encima” de lo desagradable: pasar por medio de ondas hacia su destino, e
ignorar lo sucedido abajo, en el mundo real.
Dichos fraccionamientos por dentro son bellos, por fuera no importa. Los
jardines y entornos están bien cuidados y esto vende muy bien pues denota un estilo de
vida de mayor nivel, pero se marca una gran diferencia entre la ciudad interior y la
exterior. Muchos de ellos se encuentran en zonas de difícil acceso (por falta de
vialidades, rutas o lejanías), pero parece no importar mientras se conserve el estilo
deseado. La ciudad toma una nueva forma de acuerdo a los deseos de consumo y a la
manera en que el ciudadano-cliente se relaciona con el entorno. Las tecnologías de la
información son una cuestión más en la estructuración del consumo en las formas
urbanas.
Como cualquier producto, éste tiene su diferencia competitiva: el coto se percibe
mejor dentro del automóvil. Éste se asume como una prolongación del individuo, como
parte de la vida y por lo tanto, se le cuida como tal. Por lo general con calles flanqueadas
por un espacio verde, rodeado de su ingreso con un gran arco imperial de distintas
características: dentro, los usos y las funciones son las mismas, pero se distingue de los
otros. Por fuera todos son iguales. El espacio verde o cualquier otro al exterior no
parece importar: se declara una ceguera visual al pasar por áreas desprotegidas en los
ingresos, con la promesa de que al regresar habrá un mundo mejor: el ocio y la felicidad
imaginadas. El cliente se encierra en la cómoda capsula con ambientación para los
momentos cuando el cable no lleva al destino.
1.1.7 Los cotos desde un complejo histórico.
Estados Unidos
La seguridad por medios físicos para Blakely (2002) aparece como factor principal de la
formación de las “comunidades fortificadas”, y considera que, de la sociedad
estadounidense, alrededor de cuatro millones de personas tienden a seguir este concepto
77

como protección de los inconvenientes urbanos. Blakely clasifica tres categorías del
concepto, de acuerdo a los estímulos con que son elegidos: en un principio de análisis
histórico, basa dos de ellas en el estilo de vida deseado: la primera categoría en la
creación de residencias de descanso para jubilados norteamericanos o millonarios,
previstos de campos de golf y clubes deportivos, y la segunda, cuando el sistema se
derivó a clases medias a partir de los años „80, donde “las rejas simbolizan distinción y
prestigio”, cuyos clientes principales son ejecutivos de alto nivel. Blakely señala la
tercer categoría ajena a la idea de “estilo de vida” y perteneciente a una “zona de
seguridad”. Aquí, se trata de defenderse de los criminales a quienes se les teme y por los
que se justifica el encierro. El fenómeno es considerado por este autor como una
tendencia metropolitana, y no aún nacional, pero afirma que la demanda de vivienda
encerrada crece al tiempo que se incrementa la plusvalía de las casas en el interior.
Low (s/f) se enfoca en la descripción socio-urbana que ocurre en las Gated
Communities, enclavados en medio de una zona “protegida” o de “reserva”, y de igual
manera en algún sitio un tanto aislado por vías rápidas o áreas desoladas, en cuyos
límites se rigen muros o bardas, con un acceso restringido y tantas veces vigilado, tal
como se restringe el uso de instalaciones, servicios y vialidades que marcan un
aislamiento no solo físico, sino también psicológico tanto para los residentes como para
los no residentes.
La situación social creada por la privatización de espacios es favorable para los
residentes, pues eligen a su gusto y necesidad en una forma de autogobierno, pagando
por los servicios requeridos en el momento deseado. Sin embargo, se genera una
exclusión tal, que los de adentro pierden por completo el contacto con los de afuera, por
lo que las responsabilidades sociales dejan de compartirse y llegan a ignorarse, en una
desintegración de la vida comunitaria; el resultado de una “mentalidad fortificada" que
se multiplica en los individuos estadounidenses.
78

México.
El éxito de la producción en serie fue adoptado en México en la construcción de
viviendas durante la última década del siglo XX, con mayor auge a principios del siglo
XXI. No solo los materiales de construcción se integraron a la cadena de consumo: la
vivienda se transforma en un producto inmobiliario, y por lo tanto el ciudadano en un
consumidor; esta consideración es tomada por González (1997) como parte de la
“fenomenología moderna”, que adquiere tintes sociales y culturales implicados en el
desarrollo de la ciudad, donde los arquitectos se ven un tanto orillados a adaptar sus
proyectos a la crisis espacial así como a las significaciones sociales. (González, 1997, p.
56)
La mercadotecnia inmobiliaria ha sabido leer las necesidades del nuevo
ciudadano-consumidor, donde el precio de compra se acepta siempre y cuando las
condiciones del cliente se encuentren en todo momento en el producto a adquirir. La
construcción desmedida de fraccionamientos residenciales privados al Norponiente de la
Zona Metropolitana de Guadalajara es una respuesta a diversos factores influyentes en la
aceptación del nuevo rol ciudadano-consumidor. Este tipo de acontecimientos han sido
aprovechados por la promoción inmobiliaria, donde la libertad de vivir en un espacio
propio, dotado de áreas verdes estipuladas y otros elementos, resultan prometedores;
sobre todo tras los fracasos del solo ciudadano cansado de suplicar atención a los
conflictos sociales y paisajísticos existentes en las colonias de antaño.
El mercado inmobiliario es uno de los principales generadores de empleos en la
actualidad. La gran producción proviene, en gran parte, de los créditos hipotecarios
otorgados, lo cual admite convertir aun más la vivienda en un producto: productos
exclusivos, cotidianos o masivos. “El crédito se sobreentiende como un derecho del
consumidor, y en el fondo como un derecho económico del ciudadano” (Baudrillard,
1969, p.177). El número de familias que de aquí se sostienen va mas allá de las
actividades directas involucradas en el proceso. Esto se detalla en el resumen ejecutivo
79

del Informe de la Oficina del Vocero de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público
presentado en el año 2000, donde en materia económica los resultados presentaron un
7% de crecimiento en la Industria de la Construcción, con utilización del 80.8% de la
capacidad, concentrando la actividad mayormente en producción de viviendas, escuelas
e instalaciones industriales.
1.1.8 El tipo en arquitectura y urbanismo
Si bien, éste estudio no es un análisis de tipo arquitectónico ni urbano, explicamos estos
temas dado que podrían en cierto momento, formar un indicador de estilo de vida en los
habitantes.
Caniggia, (1995 p.28) determina el tipo como una forma de dar continuidad a la
cultura. Los creadores componen una obra u objeto de manera espontánea, sin tomar en
cuenta un tipo determinado, sin embargo, los resultados, es decir, el objeto construido,
está influenciado su entorno y las experiencias en él vividas, así como generalidades
empleadas para un fin establecido.
Caniggia interpreta el tipo como una definición de agrupaciones cuyas
creaciones y expectativas cuentan con características comunes con las cuales se
distinguen de otros. Cabe precisar que no se refiere al deseo de distinción per se, sino
que el concepto de edificaciones para creadores de una misma época, corresponden y
están bañados con situaciones particulares y cultura de la misma, cuya síntesis concluye
en figuraciones similares, aún cuando dos creadores no se conozcan entre sí. De tal
manera se forman “conceptos” de casa, edificio, etc. relacionados a un imaginario o
proyecto ideal parecido entre las personas del mismo lado, que al ser analizados más
tarde, pueden ser etiquetados formando los tipos estipulados. Al momento de efectuar
este análisis, es normal retomar la historia de la construcción desde sus inicios, su
posible concepción, materiales, elección de formas, tiempo, espacio y condiciones de
80

elaboración, ocasionando así una crítica prudente que nos llevara al tipo.
pp. 28-30)
(Caniggia,
Caniggia añade al tipo
ciertos momentos a los que denomina “niveles de
tipicidad”, es decir, análisis de la topología de acuerdo a la estructura, profundizando
con cierta escala. Por ejemplo, refiere un nivel al solo diferenciar entre un edificio
vertical de construcciones horizontales, llevando el resto de los niveles correspondientes
a grados de diferencia más profundos. De esta forma, mientras mayor sea el grado
tipológico, menos edificaciones
formarán parte del grupo, y más fácil será la
descripción y comprensión del tipo de cada agrupación existente. Concluye Caniggia
esta explicación haciendo notar cómo la vivienda simple constituye la matriz principal
tras la secuela de niveles categorizados, fungiendo como el “tipo base”.
Arquitectónicamente esta matriz podrá lograr una descripción de superficie,
dimensiones, formas geométricas, alturas, vanos, cuerpos ensamblados, uniones,
quiebres, alrededores etc. que al ser analizados junto a otros cuerpos denotan
características similares y particulares que corresponderán entonces a grupos de tipos
distintivos. (Caniggia, 1995, pp. 30-48)
Cuadro 7.
Descripción arquitectónica según Caniggia (1995)
Relacionados con un imaginario o proyecto ideal, estos forman los tipos
Concretada en:
Concepto
Materiales
Formas
Tiempo
Espacio
Condiciones de elaboración
Definición de agrupaciones con características comunes y distintivas de otras
Fuente: Cannigia, G. (1995)
Concuerda con la propuesta de Caniggia en algunos aspectos, la adaptación e
integración al conjunto establecida en el Reglamento Estatal de Zonificación vigente
(Octubre 2001) que para el control de la edificación de viviendas determina los
siguientes puntos:
81

REGLAMENTO ESTATAL DE ZONIFICACION, CAPÍTULO X, ARTÍCULO 202, INCISO III
III. Adaptación controlada o integración al conjunto, en los cuales se tomará en cuenta:
a) Volumetría, la cual se considera en función de
1. Altura máxima del inmueble
2. Altura al paño de la fachada
3. Longitud de la fachada
4. Distancia a la que se remeterá cualquier construcción mayor a la del paño
b) Carácter, el cual se considerará en función de:
1. Escala
2. Materiales y texturas
3. Paños
4. Ventanería
5. Modulación
6. Relación de vanos y llenos, es decir, proporción relativa de superficies de muros y ventanas
IV. Adecuación a la imagen urbana; y
V. Sustitución Controlada.
Fuente: Reglamento Estatal de Zonificación, octubre 200, p. 139
Integralmente, el Reglamento Estatal responde a las cualidades tanto físicas
como habitables de un conjunto, cuyos principios en cualquier permiso son sometidos a
juicio, donde influyen, básicamente, las percepciones de quien lo evalúa. Para nuestro
tema, emplearemos mejor la propuesta de Caniggia, fundamentando si nuestros estudios
empatan (que deben de hacerlo) con los reglamentos establecidos.
Brun (1990), por otra parte, señala cómo las condiciones en que se llevan a cabo
las trayectorias residenciales, sus prioridades y movilización solo pueden ser evaluadas
y constatadas tras comprender que los individuos y sus residencias no cuentan con
plena libertad de acción y elección, e incluso esta se ve muy encadenada, dado al gran
número de factores que intervienen en una decisión residencial, entre los que numera:
la política de vivienda, la oferta, el modo de vida, los ingresos entre otros. (Brun,J.
82

1990. Mobilite residentielle et strategies de localisation, en Dureau 2000, op. cit. pp.
299-312)
Para el análisis de los actores, Dureau y Dupont en su estudio de varias
metrópolis, sugieren enfatizar grupos por categorías: socios profesionales, país de
origen e incluso por el tipo de relaciones familiares o grado de interés individual o
social. Argumenta que en países del tercer mundo, también el gasto económico y sus
destinos para alimentación son indispensables (Dureau, 2000, p. 71).
Considerando la vivienda como una representación social, para el análisis de la
tipología en el análisis de los hogares; Dureau considera tres elementos: el modo de
ocupación, el tipo de hábitat y tamaño de vivienda y la localización, como indicadores
de status y desarrollo, e incluyen al mismo tiempo otro tipo de lógicas como el modelo
cultural, la moda y sus influencias y la trayectoria social. (Dureau y Dupont, 2000, pp.
71-72)
Fuente: Dureau,F . /Dupont,V (2000)
Cuadro 8.
La vivienda para Dureau y Dupont (2000)
Es una representación social con tres elementos.
Modo de ocupación
Tipo de hábitat y tamaño de vivienda
Localización
Con lógicas basadas en
Modelo cultural
Moda
Trayectoria social
Para un estudio más concreto, se tomarán en cuenta las propuestas de Lynch
(1970) quien describe a la ciudad sujeta a una imagen común conformada de muchas
imágenes que se hacen grupos de ciudadanos sobre la misma. Son éstas subimágenes las
83

que permiten al individuo involucrarse con el resto de los habitantes (Lynch, 1970,
p.47). Este autor distingue cinco elementos para el estudio de la imagen de la ciudad:
sendas, bordes, barrios, nodos y mojones.
Las sendas son los caminos por los que se dirigen las líneas visuales por estar
trazadas o limitadas para ello: calles, canales, líneas del ferrocarril (Lynch, 1970, pp.
47-50), y son concebidos por las personas como dominantes ante otros elementos
urbanos. El autor las data con propiedades “directivas” y como elementos escaladores,
pues, al estar dentro de ellas, las personas logran comprender la distancia a la que se
encuentran entre un punto y otro. Cuando las sendas cambian de características, como
dimensiones o materiales, las personas no conciben la continuidad, al igual que cuando
está separada de los bordes o de otros elementos contiguos. En visión de los individuos,
las sendas siempre tendrán traza reticular, ignorando curvas y otros tipos de
desviaciones.
Los bordes son límites que son distinguidos por los individuos que pueden o
no estar trazados de manera especial, denotan un fin a los senderos o a las áreas
abiertas: el inicio de un bosque, muros, y pueden ser percibidos como organizaciones
del espacio. También pueden ser elementos distintivos ante clases (Lynch, 1970, pp. 48
y 62). Los más perceptibles son aquellos destacados ante otros elementos y que poseen
continuidad, al tiempo de formar cercas físicas impidiendo ser atravesados (Lynch,
1970, p. 62).
Los barrios son zonas de gran dimensión con una identidad propia con la que son
distinguidas de otras por las personas. Las personas relacionan ciertas clases sociales con
determinados barrios. Para muchas personas los barrios estructuran la ciudad entera
(Lynch, 1970, p.48). Pueden ser considerados como áreas temáticas dadas por
elementos sociales, físicos y estructurales que los diferencian de otros: ocupaciones,
materiales, tipología de edificación, conservación etc. (Lynch, 1970, p.67)
84

Los barrios se delimitan de varias maneras: puede ser únicamente mediante
senderos o por elementos urbanos más definidos, como bardas o grandes avenidas.
Mientras más sólidos sean los bordes, reforzaran la identidad de los barrios, de ocurrir
lo contrario, tienden a desorganizar esta función. Los barrios también pueden surgir a
partir de una relación radial con un nodo o eje de referencia, por cercanía. El barrio
será más difuso mientras se aleje del radio, hasta su desaparición. (Lynch, 1970, p.69)
Los nodos son puntos específicos al final de una dirección. Son intersecciones
de situaciones intensas, como cruce de grandes vialidades, una estructura sobre otra,
etc., al igual que puntos de reuniones, como plazas o centros comerciales. Fungen como
símbolos, siendo mayor su impacto si el nodo posee una forma específica (cuadrangular,
puentes, etc.) (Lynch, 1970, pp. 48 y 73)
Los mojones fungen también como símbolos y referencias, pero en este caso son
lejanos o se encuentran fuera del sitio: elementos ortográficos, tiendas, en los cuales los
individuos confían por su capacidad de dar familiaridad a los trayectos. (Lynch, 1970, p.
49).
Los mojones deben tener la capacidad de diferenciarse de otros elementos,
siendo únicos y singulares, para poder continuar como referencias. Mientras más
formales sean y se distingan mejor del fondo, mejor será su identificación. Así mismo,
si estos pueden verse de varios sitios o bien, si se diferencian, por altura o tipo de otros
objetos o edificaciones colindantes, serán más identificables. (Lynch, 1970, p.75).
Lynch percibe la imagen como cambiante, cuando las circunstancias de quien la
observa cambian también. Por ejemplo, el detalle incluido en el elemento, y su
saturación otorgan distinción; sin embargo el grado de percepción de los individuos,
como la capacidad de síntesis (solo formas geométricas o ubicación de los elementos
85

en el sendero) o la observación detallada (color, material) otorgan también una
distinción (Lynch, 1970, pp. 49 y 83). El mismo autor, deduce ciertas características que
ocasionan imágenes de mayor valor para el observador: estas son completas en forma y
figura, están formadas por todos los elementos mencionados sin resultar saturadas y
cuentan con jerarquía, aunque es casi improbable encontrar todas estas cualidades al
día. (Lynch, 1970, pp.85-86)
Fuente: Lynch,K. (1970)
Cuadro 9.
Imagen de ciudad propuesta por Lynch (1970)
Compuesta por:
Sendas
Bordes
Barrios
Nodos
Mojones
De otra manera, Tamez Tejeda en su estudio de “Arquitectura Noresteña” (2003)
explica la vivienda unifamiliar como parte del ser interior y sus valores humanos, así
como su fuerza y protección. Este autor, parte de un concepto principal bajo el que se
rige el diseño, como es el fuego y la conservación del calor de la chimenea, de donde se
desarrolla la distribución y agrupación del resto de los elementos, incluyendo el juego de
volúmenes interiores y exteriores. En su discurso, podemos concluir ciertas formas
descriptivas del espacio así como de elementos rectores. Los perfiles y cubiertas que
responden a la naturaleza practico-utilitaria de las viviendas, y las plantas a un tipo de
aprovechamiento del concepto rector. Los elementos que dan calidad humana a las
viviendas los agrupa en los ingresos, los patios, microclimas y materiales.
Fuente: Tamez,A. (2003)
Cuadro 10.
Explicación de vivienda noresteña de Tamez Tejeda (2003)
Concepto rector
Distribución y agrupación del resto de elementos:
Elementos centrales, elementos practico-utilitarios y microclimas
Juego de volúmenes interiores y exteriores
86

Para este estudio se seleccionado las teorías arquitectónicas más inherentes con el
esquema de investigación, con las cuales se pueden describir las viviendas desde una
profundidad más que la estética y la distribución arquitectónica. En este sentido donde
los estilos de vida repercuten específicamente mediante las transformaciones y
adaptaciones materiales para lograr la comodidad de acuerdo al proyecto establecido por
los habitantes.
1.2 El estilo de vida: Un resultado del consumo postmoderno
El estilo de vida es un concepto de reciente estudio, distinto al modo de vida o al nivel
de vida. Éste se trata más bien de las percepciones que un individuo tiene sobre sí
mismo y los ideales que desea alcanzar mediante sus actitudes, comportamientos y
motivaciones.
No se tienen datos del inicio del tópico, sin embargo se encuentran diversas
referencias y enfoques que, aun cuando el concepto no se encuentre integrado como tal,
dan origen y pautas para su estudio. En primera instancia, es probablemente Maffesoli
(1993) quien hace una alusión específica sobre el sentido de “estilo de vida” imputado a
una razón de mercado, particularmente para la regulación de oferta productiva y
consumo, bajo un estudio de sociología cultural. Las implicaciones del tema se vinculan
directamente al área de mercado, pero desde un trasfondo ideológico, que a nuestro
parecer se alimenta de los estilos de pensamiento explicados por Douglas (1998)
basados en juicios de valor habituales cuyos alcances repercuten en formas de elección
comunes a grupos sociales y de pertenencia, que se hacen visibles en los estilos en que
se desenvuelven las actividades cotidianas, no solo de apariencia, como el vestido y el
auto, sino también sensoriales, como alimentos y bebidas.
Se comprende con estas bases, que el concepto de estilo de vida germina tras la
ansiedad de comprender la agrupación de individuos que no necesariamente revela
87

niveles culturales o económicos, aunque los vincule indiscutiblemente sin conocerse ni
contar con una historia de vida común, por lo menos durante algunos años. Chaney
(1996) es quien ha organizado la documentación en su tratado llamado tal cual
“lifestyles” y donde describe estos como los “modelos de acción que diferencian a la
gente”.
Profundizando un poco, se puede acordar que el concepto está compuesto de
matices multitemáticos, que envuelven tanto objetos materiales como individuos,
necesariamente relacionados mediante conductas cargadas de símbolos, de manera
sistémica. Este autor asume que los estilos de vida tienen su origen en el mundo
moderno, pues quienes viven en estas sociedades utilizan algunos conceptos de estilos
de vida para describir los comportamientos mismos y de las otras personas. En sí,
comenta que este concepto es un “conjunto de prácticas y actitudes” que describe lo
que la gente hace, pero también el porqué y qué significa para ella hacerlo, lo cual es
válido únicamente en determinados contextos. (Chaney, 1996, pp.4, 5 y 18)
De la misma manera, Sobel (1981, p.3) distingue los estilos de vida como
comportamientos expresivos los cuales tienen su sentir en servicios y productos de
consumo, a lo que concluye de igual manera “respuestas funcionales a la modernidad”.
Los productos y servicios entonces, se consumen con un fin de alcanzar el estilo
deseado. Los productos toman la palabra al ser capaces de comunicar hacia dónde se
va y quién se es como persona, sus logros y sus objetivos, por lo que son seleccionados
de manera cautelosa por los individuos, evitando así transmitir una personalidad que no
se tiene.
Con base en varias teorías se puede establecer, empíricamente, que el estilo de
vida consigue estudiarse con algunos componentes a considerar y su relación entre unos
y otros: actitudes, objetos, proyectos
88

Estos elementos, nos dan pautas para determinar los significados buscados: las
actitudes responden a ciertos proyectos tanto individuales como sociales y familiares,
cuya realización requiere objetos que cumplan con la doble función de ser útiles además
de aceptados por aquellos quienes también forman parte, directa o indirectamente, del
proyecto a realizar.
Featherstone defiende que el concepto de y sustituye al
, (Featherstone, 2000, p.47) que define el camino a seguir y cómo
conseguirse, incluso la satisfacción cuando se alcanza, y para este fin solo se cuenta con
una vida por lo que habrá de disfrutarse al máximo. Propone que los estilos de vida en
la ciudad contemporánea no provienen más de gustos, preferencias y actividades de
ocio, sino son consecuencia de vivencias, experiencias y búsquedas en sentido recreativo
y estético. Las experiencias visuales, táctiles y sonoras se convierten en tangibles del
estilo; representaciones físicas que dicen más de uno e incluso, formarán parte del
futuro, el bagaje cultural y social con el que se relacionan y abren las puertas de otros
quienes son de “gustos similares”. Las experiencias, de acuerdo a nuestros tres
elementos, tienen un componente psicológico, basado en las motivaciones, y un
componente material, representado por los objetos y otros bienes tangibles que se
pueden explicar mejor desde las formas de consumo.
Al tomar en cuenta a Cortina y Featherstone, se puede apreciar un contraste
sobre los estilos de vida y su relación con el mercado, es decir, qué es lo que el
individuo está buscando al consumir. Cortina (2002) sostiene que el estilo de vida es un
resultado de la mercadotecnia del siglo XX, pues crea productos de conceptos con los
que los clientes pueden identificarse, dejando de lado antiguas prácticas relacionadas
con la profesión o los ingresos. A lo que Featherstone afirma:
“…individualidad, expresión personal y una autoconciencia estilística. El
cuerpo, la vestimenta, el habla , los entretenimientos de tiempo libre, las
89

preferencias en materia de comidas y bebidas, la casa, el automóvil, los
lugares elegidos para las vacaciones, etc., pueden considerarse indicadores
del carácter individual del gusto y el sentido del estilo del propietario o
consumidor”. (2000, p.142)
Implica una amplia gama de productos, servicios y mercados como fruto del
desarrollo tecnológico, los medios de información y la reproducción de imágenes,
donde la elección libre predomina sobre toda regla o estructura. (Featherstone, 2000,
p.143). Así, todo lo que se pueda probar, vivir o experimentar formará una vivencia y
son estas las principales motivaciones del disfrute del estilo de vida; ahora, si bien las
vivencias son individuales, será el grupo de referencia con el que se pueda compartir y
afirmar las satisfacciones de haber sido participe de dicha experiencia, otorgando
entonces mayor placer repetidamente cada que las realimentaciones apoyan la vida
merecida; el sentido de la vista, a palabras de (Cortina, 2002, p.15) es por donde ingresa
la distracción y con ella, los estilos de vida.
Si se retoman estos conceptos en cuestiones de estética, cabría preguntarnos
primeramente ¿Cuál es el estilo actual? Sabemos que cada época de la humanidad ha
dado origen a determinadas tendencias las cuales, más tarde y para su estudio, se ubican
en tipos por características y tiempo que al agruparse toman nombre e incluso lo toma la
misma época: Barroco, Neoclásico o Romántico. Entonces, la época contemporánea, de
donde surge nuestro concepto en cuestión, ¿cómo se describe? Si bien podríamos
encontrar diversos tratados que no únicamente hablan de arte, sino que mencionan
incluso la moda como parte de este momento, también encontraremos que la necesidad
de experiencias conforma tantos estilos que no responden a alguna directriz en
particular, lo cual ha sido descrito por Simmel (1977) como toda una generación a la
que llama “edad sin estilo”. Y es que la búsqueda de experiencias constante apenas
permite el conocimiento básico de una y requiere enseguida otra más novedosa y de
diferente intensidad, en todos los aspectos. Por ello, encontramos autores como
90

(Jameson, 1991, pp. 76-78), quien etiqueta a la sociedad actual como de . En los bienes, la falta de profundidad tiene que ver con la escasa
devoción a ellos y, por tanto, a la pronta sustitución a que están sujetos. La búsqueda es
externa, lejos de la introspección: el estatus y las fantasías son tanto vivencias como
proyectos y competencia, frecuente en las pertenencias adquiridas sin esfuerzo o con él.
Una de las maneras de abordar el tema, se deriva a partir de esta preocupación
por estatus y fantasía, pues los estudios hechos sobre los fraccionamientos de lujo
(Méndez, 2005; Blakely, 2002; Rodríguez, 2003) mencionan estos puntos como
fundamentales, y en nuestro caso, particularmente en el vínculo de la conservación o
modificación de los fraccionamientos clase media cerrados, serán determinantes dentro
de un análisis de elección. Entre las propuestas del nuevo consumo se menciona también
el lujo, lo extravagante, la ilusión, y cualquier otra que consiga rectificar el gusto
original de quien lo acepte y lo desee obtener. Si esta sociedad consumista se muestra
hedónica y por tanto, afirma Campbell (1987), individualista, se originan personas sin
interés por la sociedad o por asuntos públicos. Tratando entonces con individualismos y
búsqueda de experiencia, en núcleos donde coinciden miles de individuos tendremos que
considerar hacia dónde y hasta dónde se puede llegar al ser el consumo un fin y con este
el estilo de vida. La singularidad ansiada da la pauta para vivir para sí mismo; mostrar
juventud y belleza desde cualquier elemento interior o exterior, cuando el alcance de
cualquier lujo, comenta (Lipovestky, 2004, p.62) se encuentra al alcance de cada
individuo y sus propias sensaciones. A lo que Cortina comenta, acertadamente que no
existe respuesta atinada a un “”.
Los núcleos de este estudio no solo tratan de coincidencia en un espacio, sino de
convivencia y civismo: guardar el orden tanto en comportamiento como en la
infraestructura adquirida, pues los fraccionamientos privados son edificados bajo un
concepto general que no da pie a mucha individualidad, aunque desde la idea original,
estos son diseñados con características acordes al consumidor “individual” quien será
91

comprador futuro. La producción de cualquier índole, entonces, es flexible pues permite
tantos cambios como sean necesarios y de aquí hecho del desarrollo de productos de
consumo diseñados para satisfacer diversos estilos de vida al tiempo de aumentar el
número de los ya existentes. Featherstone (2000), en un análisis del consumo en la
actualidad, parte del mundo en el término de postmoderno, explicando éste como
continuidad de la vida moderna, cuyo significado lo vincula a “ la ruptura con la
tradición, la sensación de novedad y la sensibilidad hacia la naturaleza efímera, huidiza
y contingente del presente” (Frisby, 1985, citado en Featherstone, p.26). Cada uno de
estos significados, da origen, si así se desea, a un distinto estilo de vida, aunque su
principio fundamental es la ruptura con la tradición, los otros dos pueden ser ubicados en
cada bien obtenido, e incluso, en el resto de artículos o transformaciones que surgen a su
alrededor. En los bienes inmuebles, encontraremos también constantes sensaciones de
novedad y creaciones efímeras que responden a un deseo presente.
Es conveniente rescatar la idea de (Leiss, 1983), sinónimo
de reputación para quien los consume y quien ve. Los fraccionamientos han sido
explicados como tales, pues tras surgir primeramente los más lujosos, se tornan
atractivos para los demás individuos quienes tratan de poseerles. Esta teoría determina
que con esto, se suscita inflación o desprestigio de los mismos, con lo que cobraran
posición nuevos bienes con que permanecer diferenciado. (Citado en Featherstone,
p.151). Los bienes posicionales, en nuestro caso, tienten que ver tanto con el aspecto
material, que es en sí la vivienda, pero también con aquellos más reconocidos por los
grupos a quienes se dirige el concepto, como son el capital cultural, de alto valor social y
la necesidad de lograr con el una recompensa económica. La selección de habitantes,
por ende, se muestra como parte de un discurso de venta, pues nadie quiere el
desprestigio de su recién adquirida propiedad.
Para lograr este efecto, los promotores juegan un papel importante como
consejeros quienes dan el significado deseado e incluso explican el objeto
92

detalladamente y añaden muestras tangibles del porqué merecen invertir en ellos,
tomando en cuenta su contenido simbólico, donde se promulga el placer, del que habla
Baudrillard (1987). Por lo tanto, los promotores serán quienes guíen y aconsejen al
individuo, mostrando los beneficios e importancia de un bien o servicio, ya sea de
manera particular o haciendo uso de los medios masivos que logran, tras un intenso
filtro en cuanto a estilos de vida: llegar a aquellos quienes comprenderán los mensajes
y desean aprender de ellos, dejándose tutorar para obtener mayores alcances en su vida.
Los discursos de los agentes de venta en estos desarrollos se muestran convincentes,
pues añaden particularidades tanto físicas como psicológicas con las cuales los
compradores parecen persuadidos. Featherstone, en su tratado de “Consumo y
postmodernismo” (2002) analiza profundamente diversas teorías sobre la psicología y
significados de consumo y explica este desde una , como respuesta
a la existencia de la . Si bien la tiene
fundamentos en la producción, la lógica de consumo tiene que ver con los significados
sociales y el estatus dados a un producto. “Emplear la expresión
es subrayar que el mundo de los bienes y sus principios son fundamentales para
comprender la sociedad contemporánea.” (2000, pp. 42 y 144) El discurso de venta es
como si tanto las viviendas y el conjunto total platicaran sus virtudes igual que las de
las personas que los habitan o han comprado, sabiendo en todo momento que hay una
sociedad que les escucha y comprende pues habla el mismo lenguaje simbólico.
La lógica del consumo representa también para Cortina “una dinámica central de
la vida social”, anotando una particularidad sobre el consumo de objetos superfluos e
innecesarios, justificados por la misma sociedad. Determina incluso que el consumo es
la “esencia del cambio de milenio.” (2002, pp. 21 y 65) Al comprenderlo entonces desde
el lado social, cabría la pregunta de si la selección de compradores persuade
verdaderamente la elección de otros compradores; dado que el consumo parte de un
sentir meramente individualista, donde cada miembro de la sociedad postmoderna
consume para sí con el fin de valorarse y premiarse por su buen ser, los
93

fraccionamientos en cuestión consistirían en una constante autovaloración y premiación
de cambios y modificaciones, ya fuera para afirmar o modificar los conceptos
adquiridos.
Para solucionar esta apreciación cabe estudiar estas teorías más a fondo. El
consumo individualista tiene algunos enfoques a distinguir. Para Cortina, el consumo no
solo es una forma de intercambio sino que se desarrolla como forma de convivencia y
aceptación social, es decir de auto aceptación. Comenta que con él las personas se
aceptan como triunfadoras al no haber fracasado como otras. El consumo entonces es
comunicativo y sus mensajes llegar a otros quienes también han elegido correctamente,
saben lo que es bueno y por ello viven bien. (2002, p.13) En general, Cortina respalda
su idea de consumo con que este parte estímulos internos del individuo, quien forma un
estilo de vida con el que se auto concibe exitoso o arruinado, tras una estrecha necesidad
de autorrealización bien comprendida por los productores a través de la mercadotecnia y
la publicidad.
Los fraccionamientos se promueven mediante esta estrategia de éxito de distintas
maneras, incluso porque, según la misma autora, puede tratarse de distinto modo que la
autorrealización. El consumo además puede ser, en casos, compensatorio, cuando
remedia alguna carencia física, moral o de otro tipo, pero también se puede consumir
con otros deseos, como la supervivencia, el simple gusto o bienestar. No obstante al
consumir, sea por la razón que fuere, la meta principal es la plenitud, la diferencia entre
la gratificante actividad de ir de compras ante la obligación de ir a comprar, ambos
aspectos pueden mostrarse como determinantes dentro de la adquisición de viviendas.
Sin embargo, se intenta dar respuesta al tipo de plenitud que se consigue, pues existe la
vertiente de una plenitud por seguridad de albergue u otro motivo no precisamente
implicado en una cuestión de mercado.
94

El vínculo o la desarticulación de esta propuesta, se explica más en palabras de
Lipovestky (1970), quien coincide que el lujo para los seres humanos garantiza su
distinción, primeramente del mundo animal, y después de los demás. Distinción es
entonces la diferencia que marca nuestro discurso. Lipovesky al hablar de “Lujo” indica
su procedencia directamente de una necesidad de consumo, y no de la producción de
objetos caros, como podría creerse. De hecho, si conocemos su origen el cual atribuye a
reflexiones de carácter religioso cuando únicamente aquellos seleccionados podían gozar
de mayores prerrogativas, inclusive antes del intercambio de productos. Esto significa
que estamos añadiendo un componente más de selección y distinción, y otros perfiles
simbólicos de acuerdo a otros autores. Para Sombart , por ejemplo, se manifiesta como
expresión de erotismo, complacencia y estatus, reforzada por la teoría de Vleben para
quien las cosas, al ser deseos de consumo, no tienen valor por sí mismas (citado en
Lipovestky, 2004, p. 41)
Si bien los fraccionamientos de lujo cumplen con todos las características antes
señaladas, pues hasta se implica en su descripción la misma palabra “de lujo”, se tendrá
por lo tanto que definir si esta táctica se refiere también a las clases medias. Millar
(1987) explica la posibilidad, tras determinar que mientras se vive con la obsesión por
mantener apariencias y significados novedosos constantemente, se desarrollan objetos
efímeros pendientes de la moda y la diversión, con ello aparece también la arquitectura
ornamental donde las edificaciones no son vistas a futuro. Las generaciones parecen más
adaptables e individualistas de lo que antes se pudo ser. Dada la prontitud en que se
deben generar cambios, se abre camino a un lujo simulado, proveniente de plagios y
estandarización, al que pueden acceder las clases medias, más numerosas, de distintos
tipos y deseosas de consumir en mayor cantidad y frecuencia. Se exponen para ello los
escenarios espectaculares donde las mercancías no solo lucen radiantes, sino que
prometen también prosperidad, desahogo y, sobre todo, un mejor nivel de vida: como en
“un palacio de cuento de hadas”. (Michael B. Millar, Au bon marche, Paris 1987, citado
en Featherstone, p.50.). Si bien los fraccionamientos clase profesionista no son dignos
95

epresentantes del cuento de hadas, si se abre una puerta al consumo de los distintos
objetos de adaptación y decoración con que se puede diferenciar el hogar. La clase
media, la profesionista que tratamos, al tener un nivel económico superior al grueso de
la población, tiene acceso a la mayor parte de artículos de diseño para auto adecuar su
vida no solo de nivel, como refiere Millar, sino a un estilo completo de distinción.
Remarcando la exposición, el consumo insaciable, dice Veblen, no solo otorga
placer inmediato y admiración de otros, mayormente se busca la auto satisfacción y la
auto valoración al mostrar nuestros logros tangibilizados en productos de consumo;
mientras que Nietzche recalca que es “el placer de saberse diferente”. (En Lipovestky, p.
58) Así, la individualidad ofrecida por el consumo no se puede encontrar con ninguna
otra actividad; otras prácticas como el deporte, si bien diferenciarían al individuo con su
dominio, haría falta que los demás conocieran la disciplina para otorgar el valor
prudente a su individualidad. Los códigos del consumo, en cambio, son comprendidos
por todos los pertenecientes al círculo del que se pretende pertenecer pero diferenciando
al mismo tiempo, reforzando el sentido de individualidad.
Las distintas explicaciones presentadas hasta este momento se muestran un tanto
peyorativas. Pareciera que consumir y distinguirse tuviera un fin únicamente hedónico.
Por lo que ahora se debe presentar el lado social de consumo. Es verdad que la sociedad
moderna es hedonista, asevera Campbell (1987), y pretende satisfacer deseos con base
en sensaciones reales, transformando la realidad a través del pensamiento, erigiendo
imágenes de lo que le gustaría ser; a diferencia de consumidores tradicionales, quienes
no idealizan o los bohemios quienes se concretan a la vida ideal. Por ello, protege a los
nuevos habitantes de ser activos y proposititos, pues no se aferran a normas establecidas
al trazar usos y símbolos para productos distintos a los que los mismos fabricantes
formulan. Aunque la investigación no pretende abordar temas sobre creatividad
arquitectónica, encontramos en nuestro estudio una gran diversidad de propuestas
dignas de ser admiradas principalmente por las reducidas dimensiones de espacio en las
96

viviendas visitadas. Aún cuando se extienden sobre órdenes similares tanto constructivos
como estéticos, existen distintas distribuciones las que son adquiridas en las mismas
proporciones justificando entonces las diferentes propuestas.
Por otra parte, Lichtenberg (citado en Cortina, 1998, pp. 44-50) explica el
consumir también con un tipo de lazos sociales. Los individuos adquieren lo mismo que
los otros con la finalidad de superarlos, bajo la óptica de: si a ellos les funcionó puede
funcionar también para mí. La cuestión es considerar que, al habitar en núcleos
comunitarios, la relación social se torna inminente, y si bien se trata de detectar los
estilos bajo los que se deben conservar los fraccionamientos, es necesario conocer las
empatías o antipatías que se puedan generar. Es decir, que estamos enfrentándonos a un
esquema que permite esferas un poco más concretas de exploración, es decir, la
creatividad transformadora, y las empatías sociales generadas que marcan pautas a
seguir el camino correcto; ambas situaciones en un esfuerzo dirigido a la realización de
proyectos por cumplir.
Resulta categórico, en este sentido, el planteamiento de Lalive (1983, pp. 20-27)
sobre la producción y significado de los hechos cotidianos los cuales construye de tres
maneras: una de menor esfuerzo, donde los eventos se someten con el fin de no caer en
lo desconocido; un segundo modo basado en la esperanza de que cambie alguna
situación por agentes externos al individuo que ocasionen un suceso esperado; y una
tercera manera más activa, en la cual es el mismo individuo quien busca un cambio
mediante alguna acción realizada o de realización constante.
Es importante reflexionar que en la actualidad y de acuerdo con el enfoque
aristotélico el acto de consumir está establecido entre las acciones de dicha por fin
propio y no las de fin en otro sentido. Lo que habría que equipar con la propuesta de
Lalive en dos sentidos: cuando el poder consumir se torna una esperanza o se pugna por
ello y luego la repercusión del hecho, es decir si el bien consumido es parte de una
97

esperanza, por ejemplo de cubrir su cuota o si forma parte de una acción pronta a
realizar. En nuestros fraccionamientos lo explicamos desde el punto de la adquisición de
una vivienda, la cual puede obtenerse como esperanza, o bien como una acción que
compone un proyecto, y en ambos casos, los significados que su obtención trae consigo,
en esto se incluye otros elementos de consumo con el fin de lograr el evento completo.
Integralmente, al interesarnos por la opinión de otros sobre nuestra forma de
consumo, autorizamos la comparación –consumo comparativo- ante las personas.
Consumir de manera prudente a los ojos de quienes nos atañen es una forma de evitar
temor y la pena ocasionada en caso de no hacerlo correctamente. Si más se consume,
entonces más se será sujeto de comparación, entonces mayor consumo generado pues
habrá más necesidades. En este sentido, es prudente mencionar que, al crecer la ciudad e
incluirse como ciudadano en pequeños núcleos, las comparaciones son ante los mismos
integrantes. El grupo social de comparación se ve reducido y con ello el sujeto ya no
debe competir más con los millonarios o los altos empresarios, sino con gente similar
que trabajan, asisten a los mismos sitios, hablan y comprenden el mismo lenguaje, lo que
hace o podría hacer más agradable y llevadera la competencia.
Esta situación puede tomarse como una oportunidad desde el siguiente enfoque:
al igual que Lichtenberg, Cortina defiende el consumo como precursor de la apertura a
la igualdad, que se logra no en base al empleo y número de horas laborales, sino en la
actividad propia y el modo de llevarla a cabo, a diferencia de las imposibilidades
propuestas, por ejemplo, en el sistema socialista. Así, la manera sensata de consumir de
acuerdo a los intereses individuales y sociales otorga más que el consumo inmoderado
de objetos no significativos.
Ahora, lo inmoderado del consumo parte de los significados transmitidos por
cada producto. Douglas e Isherwood (1990) añaden a los valores el nivel de
información transmitida, ya que, como hemos mencionado, deben ser comprendidos
98

dentro de un trasfondo cultural. Estos autores dividen los productos en tres tipos. El
primer tipo de productos ordinarios, el segundo de tecnología, y el tercero de
información. Estos fungen con acotamientos donde los pertenecientes a sociedades
privilegiadas logran obtener y dominar los tres niveles, siendo indispensable el saberles
usar de forma habitual, con camaradería hacia los mismos; así se indicará el nivel al que
se pertenece. Las personas de la clase privilegiada, entonces, dedicarán gran parte de su
vida a adquirirles y otra gran parte a aprender a manejarlas adecuadamente, así que los
productos operarán, al mismo tiempo, como objetos de exclusión. En palabras de
Baudrillard (1969, pp. 190-191) el consumo no se estudiará con base en el valor de uso,
sino en los signos consumidos con el producto. Contrariamente, de obtener un nivel al
cual no se pertenece, lejos de un consumo igualitario o comparativo, se generaran
posturas negativas entre el resto del grupo, debido a los objetos con significados
opuestos.
Esta explicación, refuerza un valor de cambio en los objetos mayor al valor
de uso, y el concepto de ; cada uno tendrá su representación muy
particular de lo que en realidad se busca al adquirirlos, de acuerdo a una asociación de
usos y sensaciones otorgados por la sociedad y por el individuo mismo. Incluso, dichos
usos y sensaciones pueden ser reposicionados para enfatizar la jerarquía anhelada.
Cortina demuestra que algunos objetos tienen un valor de tipo simbólico basado en
razones culturales a espirituales o éticas: por ejemplo las antigüedades. La autora ratifica
que “adentrarse al mundo del consumo ignorando el sistema de creencias de una
sociedad es arriesgarse a no entender absolutamente nada”. Los significados dados de
acuerdo a los valores preestablecidos, repercutirán en si el objeto es digno de valor o no,
si resulta necesario o no, si su propietario es aceptado o no. A continuación se da la
definición de mercancía según Adam Smith, para entender mejor la relación entre el
, “Por mercancías necesarias entendemos no solo las que son
indispensables para el sustento, sino todas aquellas cuya falta constituiría, en cierto
99

modo, algo indecoroso entre las gentes de buena reputación, aun entre las de clase
inferior.” (Adam Smith, citado en Cortina, 2002, p.45)
1.2.1 Modos de vida y estilos de vida
Si bien en el inciso anterior se ha explicado el significado y origen de los estilos de
vida, merece la pena diferenciarlo de las formas o modos de vida, y añadir un concepto
complementario: el nivel de vida.
Los conceptos modo y estilo, en recientes estudios, se han utilizado como
forma de apoyo. Esto no quiere decir que uno exija al otro pero, de acuerdo a los
estudios pretendidos por distintos investigadores, puede basarse uno en la teoría del
otro. Por ejemplo, en los estudios de Lindón (1999) sobre los modos de vida en el Valle
de Chalco, la autora retoma el concepto de estilo como una tangibilización del hombre
y su época, donde el “modo” estudiado por Lindón se muestra más definido y menos
general. En una explicación más concreta, Lindón muestra las dimensiones de trabajo,
familia y consumo como “las más pertinentes para estudiar los modos de vida”. Es
dentro del último término, consumo, donde el estilo se inserta en los modos,
determinando entonces tanto la unión como la diferencia entre ambos términos.
Propone Cortina diferenciar también los términos y , justificando que el estilo de vida se estructura de acuerdo a estilos de consumo y
las alternativas por las cuales votan las personas, son heterogéneos en su conformación y
son causantes de exclusión; mientras que las formas de vida se refieren a comunidades
formadas culturalmente, con modelos establecidos y, por lo tanto, con mayor duración y
arraigo. En la capacidad de consumir y los ingresos se distingue, socialmente, el nivel de
vida; concepto distinto al aplicado por instancias políticas donde las oportunidades y
derechos son primordiales. De hecho, como se aprecia en las encuestas de la Encuesta
Nacional de los Ingresos y gastos de los Hogares (ENIGH), individuos con ingresos
similares son capaces de alcanzar diferentes niveles de vida. Así encontramos por
100

ejemplo que el mayor salario de una clase baja puede ser incluso un poco mayor que el
menor ingreso de clase media, dependiendo entonces no de la cantidad que se percibe,
sino de hacia dónde va y como se usa dicho ingreso de acuerdo a los productos con los
cuales se identifique y lo que ayuden a representar y afirmar su personalidad.
Con esta breve explicación, es posible diferenciar entre los tres ámbitos, que
aunque de corte similar, permiten definiciones más precisas en nuestra investigación.
Cuadro 11.
Explicación de tres conceptos de corte similar
Modo de vida
Comunidades formadas culturalmente, con modelos establecidos.
Dentro se lleva a cabo el trabajo, la familia y el consumo
Nivel de vida
Vinculo entre los ingresos alcanzados y la forma de distribuirlos en objetos de consumo
Estilo de vida
Estructurado sobre estilos de consumo, por lo que puede formar parte de un modo de vida
Son alternativos y heterogéneos
Causante de exclusión
Fuente: Elaboración propia, basado en los conceptos propuestos por Baudrillard(1969), Lindón(1999) y
Cortina(2002)
La selección de estas tres particularidades propiciarán una perspectiva más
acertada sobre los rumbos del consumo y adquisiciones en el análisis. Aun cuando éste
tiene un objetivo exclusivo de estilo de vida, el comprender y distinguir también los
modos y los niveles marcarán una pauta sobre el origen y fin de una y el inicio de otra,
indispensable para evitar una confusión que lleve por otro camino nuestros resultados.
1.2.2 El estudio del estilo de vida: cambio social y dimensiones.
El estilo de vida forma parte de los cambios sociales y culturales de la sociedad
postmoderna. Las representaciones y significados que adquiere la vida diaria, marcan
nuevos indicadores, así como patrones distintos a otras épocas y gustos.
Los procesos de cambio social y familiar son explicados por diversos autores, de
los cuales, muchos muestran directamente un vínculo con las formas de consumo
101

contemporáneo. Segalen (1992), por ejemplo, presenta una dimensión de “cambios en
las mentalidades” como esenciales en una nueva estructura de donde conceptos como
“Estilos de vida” y “Experiencias” toman fuerza, principalmente dentro de los núcleos
familiares, a los cuales también añade las dimensiones de género de mayor número de
mujeres insertadas en la vida laboral y la reintegración del hombre en las actividades
domesticas. (Segalen, 1992, pp.187-211). Para McKendrick (1983, p.2) el consumo se
explica también basado en cambios, que corresponden a la anterior propuesta de
Segalen, pero éste explica todo un sistema de acciones con intenciones implícitas, tales
como el nivel de vida basado en el bienestar, las tecnologías involucradas en procesos de
venta e incluso la legislación.
Cuadro 12.
Procesos de cambio social
Procesos de cambio social de Segalen (1992)
.Cambios en las mentalidades
. Mayor número de mujeres insertadas en la vida laboral
. Reintegración del hombre en las actividades domesticas
Procesos de cambio social de McKendrick (1983)
.Cambios en las actitudes y pensamientos
.Cambios en prosperidad y niveles estándar de vida
. Cambios en tecnología comercial y estrategias promocionales
.Cambios en la legislación.
Fuente: McKendrick, N .(1983); Segalen,M. (1992)
Si bien las dimensiones propuestas por Segalen (1992) no aplican a una
materialización concreta del consumo, pues se refieren más a un estudio por género, la
situación de ingresos también de parte de las mujeres y la integración de los hombres en
actividades domesticas dan pie a muchas maneras de formación de estilo. Tomando el
trabajo como eje generador de ingresos únicamente, obtendremos un nuevo patrón
donde las parejas obtienen una doble entrada de capital, con mujeres capaces de adquirir
y tomar decisiones independientes. Por otra parte, la siguiente situación da acceso a
hombres independientes con necesidades individuales, o bien, a parejas quienes, al
102

compartir las labores del hogar muestran distintas necesidades a lo tradicional así como
mayor tiempo libre.
Por otra parte, las dimensiones señaladas por McKendrick (1983) se pueden
materializar, para lo cual el autor sugiere tres categorías: primero los objetos de lujo,
especialmente donde antes no eran requeridos, dirigidos a las clases acomodadas;
segundo los entretenimientos y placeres en que ocupar los momentos de ocio; y como
parte integral, los agentes y lugares de promoción y ventas quienes extenderán la
invitación a las actividades emergentes del cambio social. Cabe mencionar que
McKendrick señala una dimensión la que determina “esencial para la cultura de
consumo” no mencionada por algún otro estudioso: los niños como objetos de lujo y el
ocio para los papas. (McKendrick, 1983, p.284)
Cuadro 13.
Categorías de materialización de los cambios sociales, McKendrick (1983, p.285-286)
.Nuevas necesidades de objetos de lujo
.Entretenimientos y placeres para momentos de ocio
. Lugares y agentes de promoción y ventas
.Los niños como objetos de lujo y ocio
Fuente: McKendrick, N. (1983)
Cabe destinar un momento a la última categoría de McKendrick, “los niños como
objetos de lujo y ocio”, pues la referencia explica que estos forman, entonces, parte del
estilo de vida deseado, y por lo tanto, de selección y exclusión. Si bien nuestro estudio
no consiste en replantear los roles familiares contemporáneos con respecto a los
tradicionales, es prudente mencionar que un aspecto interesante de análisis se encuentra
en la reducción de la pirámide poblacional dado los intereses que los hijos cumplen. Es
decir, ya no como modo de trascendencia humana y formadores de una familia, sino de
103

un proyecto a obtener a su llegada, con sus logros y realizaciones, actividades, vida
social, independencia, búsqueda y aceptación social que les rodea.
Por otra parte, la explicación de Chaney sobre los cambios sociales, sale de un
grupo familiar reducido, al explicar a la sociedad moderna europea en su cambio tras
la organización feudal en un desarrollo de nuevas formas comerciales, comenzando
por la internacionalización de los productos, así como de nuevos productos de comercio,
como el arte y los objetos hedónicos para gente de la ciudad, quienes revaluaron
objetos entorno a la moda (como muebles), los temas intelectuales y las nuevas formas
de comunicación e información. (Mukerji, 1983; Weatherill, 1988; en Chaney 1996, p.
15).
Cuadro 14.
Procesos de cambio social de Chaney (1996)
Nuevas formas comerciales: internacionalización y nuevos productos hedónicos
Revaloración de objetos y temas de moda y cultura
Nuevas formas de comunicación e información
Fuente: Chaney,D. (1996)
Para su estudio, Chaney comenta que los estilos de vida parten de directrices
sociales, y por lo tanto en movimiento, de donde recomienda incluir variables tanto
estructurales como actitudinales. Ahora, el análisis debe encauzarse en los alcances y
significaciones culturales de dichas directrices; es de aquí donde, según explica el autor,
se derivan, partiendo de comportamientos de consumo, los estilos de vida propuestos
por sociólogos y mercadólogos, los que han ayudado en temas varios como logística de
productos y política. (O` Brien, 1995; en Chaney, 1996, p.29)
De Chaney podemos derivar una serie de dimensiones basadas en el manejo que
hacen las personas de la cultura, los objetos, los usos y expectativas de las mismas. El
104

estilo entonces tiene las características de imaginativo, individualista y artificial, uso
propio y decidido de los objetos y de placer privado.
Cuadro 15 a.
Directrices de estudio del estilo de vida según Chaney (1996)
Estructurales
Actitudinales
Cuadro 15 b.
Dimensiones para su estudio
DIMENSION 1
La cultura digna de ser exhibida de manera espectacular, a la que determina con una “imaginación voraz”.
DIMENSION 2
La creación de una cultura artificial y dramática, a la que siempre se antepone el halago a la persona-consumidor
lejos de cualquier prohibición social y tradicional.
DIMENSION 3
El perfecto y conocimiento de las cosas por el cliente, con propiedad y decisión.
DIMENSION 4
El individuo- consumidor cuenta con formas sociales de vivir el ocio, con maneras especificas para usar y controlar
el tiempo a su gusto y significado con completa libertad: una “privatización del placer, aun cuando sean utilizados
para impresionar a la comunidad ”.
Fuente: Chaney,D. (1996)
Las dimensiones expuestas por Featherstone parecen mejor explicadas en
palabras de Ritzer (2002) en un análisis de lo que llama “Mc Donaldizacion”, donde lo
imaginativo, artificial e individualista se muestran ya no en una creación de los
consumidores, sino como la actividad por sí misma del consumo; específicamente
muestra el caso de lo que simboliza la presentación del consumo, estudiándolo desde los
indicadores del éxito en el proceso de los restaurantes de comida rápida “Mc. Donald´s”,
con la importancia que los consumidores han generado cuando “la apertura de un nuevo
Mc Donald´s es visto como un evento mayor.”(2002, p.1). La posibilidad de un estudio
de Mc Donaldización parte de los parques temáticos (Alan Bryman; en Chaney, 1996),
105

como Disneylandia, que son fáciles de consumir voluntariamente de forma controlada,
pues su sistema de disposición de atracciones y su vinculación mediante caminos lleva
justo a donde se debe llegar, haciendo sentir al consumidor dueño de sus propias
decisiones, completa libertad, tal y como refiere la cuarta dimensión de Chaney.
Existe así, una Disneyzation de la sociedad, es decir, que los patrones de
consumo del parque se ven reflejados de cierta manera en otros sectores. La ventaja que
ofrece este patrón de consumo es saber que se obtendrá un mundo de fantasía a cambio
del monto: “lo dice la publicidad, los artículos y los amigos que han ido, enfatizando
siempre la importancia de asegurar que la experiencia del visitante es primordial”.
(2002, p. 48). Estos patrones tienen cuatro áreas básicas que son: Selección del tema,
Desintegración del consumo, Merchandising y Labor afectiva. Cada vez es más común
encontrar en la vida cotidiana y económica temas de guía, por ejemplo en restaurantes y
museos; así es como el consumo genera más consumo (“la diversión genera consumo
disfrazado de diversión”), mientras los sectores extienden su línea de productos y
servicios, o bien, desarrollan productos complementarios, los cuales llegan incluso a
vender más que el mismo producto, involucrando todo de manera afectiva para lograr su
expansión.
Cuadro 16.
Áreas básicas del consumo en un patrón de Disneyzation (Bryman)
Selección del tema
Desintegración del consumo
Merchandising
Labor Afectiva
Fuente: Bryman,A.(1995). En Chaney,D. (1996)
El nuevo consumo está consagrado a la auto dedicación, coincide Featherstone
(2002, p.78). Un homenaje al cuerpo es equiparable al cuidado del auto y la vivienda, tal
cual si fueran parte del individuo mismo y remarcan, a su vez, la individualidad, a lo que
106

los productos y el comercio le adaptan poniendo a la mano todo lo necesario para su
aceptación y auto diferenciación.
Cuadro 17.
Patrones de consumo para Featherstone (2000)
. Auto dedicación
. Individualidad
.Diferenciación
.Adaptación de productos
Fuente: Featherstone,M. (2000)
Ahora, para la explicación de las directrices estructurales que propone Chaney
para el estudio de consumo hemos recurrido a dos enfoques particulares que nos han
parecido más adecuados y que pueden integrarse a la investigación posterior y que
marcan un sustento actitudinal confiable debido a la claridad de su exposición: desde las
pretensiones del individuo, a lo que Cortina denomina “Afanes”, o bien, desde los
significados del producto, de acuerdo a los significados indicados por las personas y que
han sido estudiados por Haro, apoyados en frustraciones y debilidades.(1973, p.122)
Desde las pretensiones, Cortina muestra un listado de “Afanes” sobre los cuales
podemos construir otras dimensiones más personales y representativas y que determinan,
independientemente, las distintas trayectorias que recorre un individuo mediante el
consumo, y que pueden ser plasmadas en artículos concretos. Con el fin de no
transformar la calidad de la exposición, se transcribe tal cual enseguida:
Los afanes (Cortina, 2002)
“El ,donde los de menor nivel no solo desearan alcanzar, por medio del consumo de
banalidades, a los de mayor nivel, si pueden los superaran.
El se denota en el conocimiento, la profesión, el puesto alcanzado, y se
vincula con un comportamiento de consumo a manera de identidad, igualdad y seguridad.
El , cuando no contamos con productos que mis semejantes si poseen.
El tiene vital importancia en el acto de consumir.
Principalmente la inseguridad causada por aquellos quienes cuentan con una buena posición económica,
107

pero carecen de educación y cultura, terminaran consumiendo artículos de alto precio, que reforzara su poder
adquisitivo, tratando de frenar la inseguridad.
El , si bien se refiere más que nada a cuestiones físicas, cortina lo explica también
entorno a un fracaso o bien, como premio al esfuerzo o trabajo bien hecho: una manera de demostrarse amor a uno
mismo.
El la innovación, el echar fuera lo muy visto, es una razón mas para el
consumo. De aquí el cambio de personalidad, los arreglos frecuentes en la vivienda, tanto en construcción,
mobiliario y aspecto, otorga la oportunidad de experimentar nuevas vivencias: “ la motivación básica del consumo
es experimentar en la realidad lo que el consumidor ya ha disfrutado en la imaginación”
El tiene vital importancia en el acto de consumir.
Principalmente la inseguridad causada por aquellos quienes cuentan con una buena posición
económica, pero carecen de educación y cultura, terminaran consumiendo artículos de alto precio, que reforzara su
poder adquisitivo, tratando de frenar la inseguridad.” (2002, pp.76, 83-85)
Por otra parte, Haro (1973, p.19) habla de un individuo “Auto colonizado”, al
cual plasma en un listado de objetos tales como vestido, costumbres, lenguaje, modo de
andar, comida entre otros, los cuales son imitados y adaptados con el fin de acceder a los
mismos poderes de quienes los copian. Para este autor, la sociedad está apoyada en
debilidades y frustraciones de los individuos, más que en afanes, como señalaría Cortina.
Se usan para esto diversas maneras de manipulación entre las cuales señala el trabajo, la
publicidad, la transformación de la vida y la democratización del consumo, y que se
basan en un tipo de psicología muy peculiar de la época, basada en sentimientos que van
de la inseguridad a la ambición. El individuo consume por ansiedad e insatisfacción,
proveniente de la proximidad y distante que están a la vez los objetos de consumo; la
alineación, encontrándose en una copia y aceptación a lo cual define como “extranjero
de sí mismo”; lo prohibido y tolerado, donde la sensación de ser libre en su forma de
consumir está sometido en un juego de tolerancias y prohibiciones causantes de
frustración. (Haro, 1976, pp. 85-91)
108

Fuente: Haro, E (1973)
Cuadro 18.
Estructura del consumo según Haro (1973)
Ansiedad e insatisfacción
Alineación
Prohibido y tolerado
Ahora, si bien las dimensiones tomadas de dichos autores nos muestran un
panorama comprensible sobre el estilo, se requieren parámetros concretos de medición
sobre los cuales proponer nuevas investigaciones.
Es conveniente entonces descansar sobre las dimensiones especificadas para el
estudio de modos de vida que nos permitirán crear un modelo de medición más
definido donde se puedan interpretar entonces los estilos de vida. Las dimensiones de
trabajo, vida familiar y consumo, determinadas por Lindón, nos ofrecen una buena
opción. Si bien esta autora basa sus estudios particularmente en las primeras dos
dimensiones, trabajo y vida familiar, el desglose de información permite una estructura
metódica sobre la vida, las experiencias y expectativas que merecen y caben en el resto
de esta investigación.
Se debe entonces comenzar por comprender la vida diaria, o “cotidiana”, cuya
trama Lindón ha dividido en cuatro sectores de estudio: el domestico, el trabajo, el
tiempo libre y el vecinal, y añade una esfera más, la trayectoria residencial, con el
propósito de agrupar variables de estudio. Las actividades en la cotidianeidad son
consideradas por Lindón como innovaciones sistematizadas e instauradas
permanentemente por la misma sociedad, y pueden ser ubicadas en tipos para su
estudio. (Lindón, 1999, pp.132-135)
109

Cuadro 19.
Sectores de estudio de la vida cotidiana propuestos por Lindón (1999)
.Doméstico
.Trabajo
.Tiempo libre y vecinal
.Trayectoria residencial
Fuente: Lindón, A. (1999)
Ahora, tomando en cuenta el cuerpo de esta investigación donde el espacio
residencial es tema central, Lindón explica el hogar como un lugar donde se desarrollan
las relaciones sociales, aun ajeno a la residencia. Explica esto mediante dos núcleos
para el estudio del hogar y su socialidad: el externo y el interno, mostrando cómo ciertas
actividades son internas a la residencia aún cuando se llevan a cabo fuera de ella.
(Lindón, p.144). La socialidad es, en nuestro estudio, el ejemplar de donde parten los
estilos de vida, y los espacios residenciales donde estos se llevan a cabo.
Sintetizando, si bien el estilo de vida no es en realidad algo tangible, existe la
ventaja de poder lograr un análisis dado que este se constituye en bienes materiales con
significados intrínsecos, los que son los recursos cualitativos que explican las acciones y
los objetos de este estudio. Además, el estudio no es en sí de los modos de vida o de los
estilos específicos de vida que se desarrollan en los fraccionamientos, sino en las
implicaciones que los estilos de vida, como respuestas de consumo, tienen en diversos
ámbitos tanto de los habitantes como de las residencias. Explicando esto,
consideraremos los sectores de vida cotidiana como un trámite espacial y económico, y
las dimensiones de consumo y estilo de vida propuestas tanto por Chaney, Mckendrick,
Cortina y Haro como la estructura social que predomina en los espacios de los núcleos
en cuestión.
110

1.2.3. El estilo de vida: un ideal
Los cambios sociales y sus influencias en distintos ámbitos de la personalidad de los
individuos vinculados al consumo, han construido lo que se denomina Estilos de vida.
Hemos explicado las maneras en que los Estilos de vida responden a condiciones
psicológicas y sociales, sin embargo, ahora consideramos el estudio de los motivos bajo
los que se rigen las personas con el fin de comprender, desde una perspectiva más
profunda, las cualidades de los Estilos de vida dentro de un espacio.
Las clases postmodernas proceden a una evaluación constante. Para Featherstone
(2002, p.28), al igual que para otros autores, el auto desarrollo es la base en que se
desarrolla el individuo moderno donde el consumo, parte de una elaboración excesiva
de productos que son meramente representantes de una cultura en la que la idea principal
radica en diferenciarse de otros, mostrar el estatus al que se pertenece, y lograr el
placer. Las diferencias y representaciones se muestran en un contexto determinado,
cuyas limitantes de tipo espacial generan estímulos dependiendo de la situación donde se
encuentre el individuo, y de allí su evaluación. El consumo, por tanto, parte de una
elaboración excesiva de productos que son meramente representantes de una cultura
donde la idea principal radica en diferenciarse de otros, mostrar el estatus al que se
pertenece y lograr el placer.
La evaluación puede ser comparativa hacia las clases superiores o inferiores y en
el caso de tratar con clases semejantes, la evaluación podrá ser de tipo competitiva. La
manera en que un espacio determinado es evaluado tiene que ver con las imágenes y
valores asignados de acuerdo a los conceptos previos o modificados de quien las vive. El
caso de la auto segregación, cuando hablamos de espacios cerrados y solicitados
voluntariamente, según describen Remy y Voyé (1976, p.53), permite controlar las
frustraciones causadas por circunstancias comparativas, pues las personas alrededor son
similares en modos de actuar y pensar: “lo que no obliga ni a vigilar su comportamiento,
ni a tener que cuidar las amistades y compañías de los niños”; esta reacción causa una
111

situación de poder la que facilita tomas de decisiones y permite una mayor organización
entre las gentes del mismo grupo.
Las actividades realizadas en un espacio se ven influenciadas por el grupo social
que las realiza y serán, al mismo tiempo, quienes vigoricen su poder y jerarquía. Por el
contrario, como aceptan los mismos autores, los miembros de otros grupos se verán
relegados y sin autoridad sobre el mismo espacio. Asimismo, los pertenecientes a
determinada agrupación se acoplarán ante un problema o interés colectivo referente al
espacio, aun cuando, para otras circunstancias, sus opiniones sean opuestas. (Remy y
Voyé, 1976, p.53)
En este aspecto, el estilo de vida situado en un espacio marcará mayor
importancia en cuestiones de gusto, sobre la ocupación, la situación económica o nivel
educativo:
“Quienes tienen un alto volumen de capital económico ( industriales, empleadores comerciales)
gustan de las comidas de negocios, los autos importados, los remates, una segunda casa, el tenis,
el esquí acuático, las galerías de la margen derecha del Sena. Quienes cuentan con un alto
volumen de capital cultural ( docentes de enseñanza superior, productores artísticos, docentes
secundarios ) gustan de galerías de la margen izquierda, los festivales de vanguardia, las lenguas
extranjeras, el ajedrez, los mercados de pulgas, Bach, las montañas. Los que tienen un capital
bajo tanto económica cuanto culturalmente (obreros calificados, semicalificados o sin
calificación) gustan del futbol, las papas, el vino tinto común, los espectáculos deportivos, los
bailes públicos.” (Bourdieu, 1991, pp.128-129)
El estilo de vida permite dotar al individuo moderno con normas de
comportamiento, de relación, así como de un tabulador de éxito y fracaso, por lo que
Walters (1994, en Chaney, 1996, p.35) lo considera una “alternativa de adaptación”. La
delimitación de un espacio no significa, necesariamente, que todos los allí incluidos
sean promotores de un mismo estilo de vida, inclusive, pueden no ser parte de estilo de
vida alguno, mientras que sus acciones respondan más a una tradición cultural o modo
112

de vida. Para comprenderlo mejor, Chaney titula con los nombres de fantasía, exceso,
espectáculo y ciudadanía a las estructuras sociales que dan forma al estilo de vida
contemporáneo (Chaney, 1996, p.19) y son dichas características sobre las que se
puede evaluar alguna situación. Sin embargo, la alternativa de adaptación concedida a
través de los estilos de vida puede detectar de una mejor manera, aquello construido en
un espacio bajo este concepto. Al estar inmersos, es más fácil encontrar el valor social
de cada componente, por ejemplo en los fraccionamientos, de cada residencia, el cual
sobrepasará el valor monetario (Schreiber, en Chaney, 1996, p.35) con lo que se
afirmara el significado de adquisición y posesión de un producto, relacionándolo
estrechamente con los demás valores de estilo de vida.
Bourdieu considera que la sociedad actual, civilizada, consiste en llenarse a sí
mismo de bienestar, el cual otorga a uno mismo el permiso para llegar a él sin
remordimientos (1991, p.192). Por ello, la tala e invasión para la transformación de
cualquier tipo de espacio en un núcleo urbano responde a los privilegios bajo los que se
desarrolla la “sociedad de consumo, que explota el conjunto de los recursos naturales
del mundo.” (Haro, 1973, p.9)
Por otra parte, los deseos personales en el hombre moderno no persisten sin un
ideal colectivo, afirma Bourdieu (1991, p.203) El espacio, en este aspecto, toma un
sentido particular, pues la colectividad es difícil dadas las dimensiones de las ciudades
modernas. Featherstone (2000, p.147) propone que los estilos de vida en la ciudad
contemporánea no provienen más de gustos, preferencias y actividades de ocio, sino son
consecuencia de vivencias y experiencias y búsquedas en sentido recreativo y estético.
Las experiencias visuales, táctiles y sonoras se convierten en aspectos tangibles del
estilo; representaciones físicas que dicen más de uno e incluso, formarán parte del futuro
y el bagaje cultural y social con el que se relaciona, abriendo las puertas de otros
quienes son de “gustos similares”. Sin embargo, Chaney (1996, p.37) considera el
estilo de vida como “proyectos reflexivos”, basados en percepciones propias y aquellas
113

provenientes de otros sujetos quienes nos conciernen. Por esto, será más viable habitar
en núcleos pequeños que en sitios donde se pierda la individualidad y la mirada de
quienes piensan o deben de pensar como uno.
Miller cree que si el consumo no había sido estudiado a profundidad, como en
algún momento fue la producción, fue debido a que éste por sí mismo forma hasta ahora
un horizonte donde las personas no solo consumen productos, se consumen los lugares
públicos y el tiempo dedicado al esparcimiento (como los centros comerciales). Los
individuos optaran por pasear en aquel sitio con el que se sienta identificado o bien,
donde le gustaría sentirse identificado. (en Cortina 2002, p.92).
De acuerdo a los estudios de Rodríguez y Méndez (2005), los fraccionamientos
forman parte de estos espacios consumibles, donde los habitantes desean sentirse
identificados, aun dentro de sus áreas públicas.
1.2.3.1 La feminización del espacio
Entre las características de la sociedad postmoderna se encuentra el papel de la mujer al
integrarse a labores económicas e intelectuales, además de dedicarse, como
tradicionalmente se hacía, a las labores del hogar y la familia. Esta reciente situación
permite que ahora también las mujeres cuenten con el capital económico al igual que
con el poder de elección. Se establece entonces un nuevo miembro que dicta nuevos
comportamientos y maneras de interpretar el consumo y vivir el espacio, con gustos y
necesidades distintas a las conocidas en el pasado.
Parsons denomina el “rol” de acuerdo al tipo de relaciones sociales que ejercen
los individuos y las funciones o capacidades que desempeñan referente a los demás. Las
mujeres de hoy, no solo asumen el rol de profesionistas, pues Miller al referirse los
consumidores como , indica específicamente a las mujeres en el
114

ol de “amas de casa” quienes, partiendo de los productos básicos, deciden en qué y
porqué gastar su dinero. (Parsons, 1974, p.36)
Lipovestky reconoce que la mujer, al haber asumido el rol de ama de casa al
cuidado y administración del hogar, se ha vuelto consumidora excelente y tomadora
principal de decisiones. “El acto de consumir se convirtió en una diversión femenina,
una ocupación –compensación, un sustitutivo de las diversas frustraciones de la vida
social y afectiva.” (2004, p.62). Sin embargo, el mismo autor, acepta que se está
viviendo una vez más el cambio de consumo junto a los roles: más hombres están
aceptando integrarse en los trabajos de la casa, los hijos y dedicarse tiempo a su persona
mediante la belleza y la ropa. En algún tiempo el consumo dejará de ser, de nuevo,
mayoritariamente de la mujer, para ser retomado o compartido entre ambos sexos.
El rol de la mujer es aceptado de igual manera por Borja (2003), quien hace un
profundo estudio sobre la “Feminización del espacio”, término con el que indica cómo
los espacios públicos se hacen más a la manera femenina, como apoyo con su forma al
cuidado de los hijos, a su seguridad y a otras actividades de índole femenina pues, de no
considerarse así, se corre el riesgo de crear espacios solitarios a falta de la presencia de
las mujeres. La mujer ahora, y quizás por ello, es formadora de un estilo de vida y, de
ser necesario, también de la guía de estilo de los hijos, al mostrar acepciones como el
auto desarrollo y permitir, al tiempo, incorporarse dentro del proyecto de vida o de
pareja al cual pertenece.
Lejos de imponer una propuesta femenina, este apartado trata de sugerir un tema
al cual el consumo y el urbanismo no pueden escapar. La conducta de las mujeres ha
cambiado y con ello se generan nuevos supuestos culturales que deben ser incluidos en
las siguientes acepciones de la vida cotidiana. Al ser este un proyecto de investigación
residencial, consideramos que la parte de la mujer, principalmente su incorporación a la
vida laboral, marcará un parámetro en cuanto a la transformación de los espacios y su
115

mantenimiento, los cuales estén o no, como parte integral de un proyecto que responda
a un estilo de vida.
Para concluir, mencionamos la invitación de Cortina (2002) a reflexionar sobre la
formación de estilos de vida por medio del consumo que pudieran ser más bien “un
avance en la historia de la humanidad”.
1.2.4. Los códigos culturales en la formación del espacio.
Reforzando la propuesta de Remy y Voyé (1976), varios autores coinciden en estudiar la
ciudad posmoderna de acuerdo a comportamientos o hábitos de tipo cultural y social;
siempre que los hábitos sean comprendidos por otros, se marca la aceptación o rechazo
para la cual se trabaja en la ciudad postmoderna. A continuación se define lo que es el
modelo cultural, primeramente, es según Remy y Voyé:
“ un conjunto de contenidos, más o menos explícitos, a partir de los
cuales se identifica lo que está bien, lo que vale la pena, lo que reviste un
cierto carácter de normalidad. El modelo cultural contiene siempre un
aspecto de valoración moral, pues proporciona las imágenes-guía que
permiten evaluar las realidades y que indican las vías de conformidad”
(1976, p.51)
Al abordar los modelos culturales, los mismos autores señalan condiciones
causadas de acuerdo a los valores atribuidos por los actores sociales a ciertos eventos, en
el caso en el que el modelo cultural incite la competencia, las viviendas y sus habitantes
aislados en zonas residenciales son tomados por otros no pertenecientes como una
evasión, sin embargo, para los residentes significará el éxito social y el poder de
pertenecer a clase de mayor jerarquía: “un modelo cultural no será verdaderamente
operante mas que si produce espacios-tiempos cotidianos apropiados” (Remy y
Voyé,1976, p.51)
116

Asociado a esto, las costumbres y arraigos, se ven transformadas ahora en
códigos: códigos comprensibles para aquellos que realizan funciones, frecuentan sitios o
viven en residencias semejantes, e incomprensible para quien no pertenecen y por lo
tanto se ven excluidos aún más: “se separa doblemente de lo que es exterior,
convirtiéndose cada vez más en algo hermético para los no ”(Remy y
Voyé,1976, p.115) Baudrillard, también, expresa lo fácil que resulta detectar intrusos
sociales, pues carecen de los conocimientos para manejar estos códigos de manera
cotidiana.(1987, p.69)
Los códigos, a palabras de Featherstone (2000, p.42), son culturales cuando
provienen de la ordenación del espacio, del acomodo de las construcciones y su entorno,
y nos permiten asimilar cierto lugar como estético, funcional o lúdico, tanto que Méndez
y Rodríguez (2005) llaman al consumo mismo como “formador de identidades”. Ahora,
los fenómenos de identificación y apropiación de los lugares son valoraciones del
espacio sobre las que el autor Marc Augée (1996) ha construido la teoría sobre la
relación hombre-espacio. La identificación se comprende como una diferenciación entre
un sitio y otro, según las características y elementos que permiten experiencias y
percepciones determinadas las cuales pueden derivar en significados que ligaran de
cierta manera a las personas con el sitio. En cuanto a la apropiación se constituye como
un fenómeno de posesión del sitio sin que implique un intercambio económico; es más
bien un estado psicológico de pertenencia donde un lugar tiene la huella de quien vive y
por lo tanto lo posee. Las huellas serán físicas mediante objetos y elementos visuales, o
psicosociales, tratándose de la relación que entablará un individuo con cada sitio que
visite y determine su presencia. Las identidades del espacio responden a códigos
identitarios cuando juntos componen la nueva mezcla inmobiliaria de “identidadconsumo-vivienda
cerrada.”(Méndez y Rodríguez, 2005)
Por otra parte los objetos, dice Baudrillard (1987, p.186), provienen de un
sistema, y la misma forma el campo social cuyos significados adquieren valor
117

únicamente con respecto a otros elementos con que se relaciona. Para Lindón (1999,
p.208), de igual manera para el estudio de la vida cotidiana, considera pertinente la
localización de sistemas de prácticas en lugar de prácticas independientes. Esto dado
que se permite lograr una continuidad en dichas prácticas con el fin de ser analizadas
en los aspectos característicos de acuerdo al grupo social. De estos, podemos definir
ciertos rituales de vida que, sin llegar a tener un patrón rígido de comportamiento, se
estudian de acuerdo a los objetivos a alcanzar tras ser llevados a cabo, formando
entonces códigos. (Lindón, pp. 33 y 35) En este sentido, la relación tanto del espacio
interior de vida, el espacio interno-privado y los comportamientos sociales (códigos)
forman el sistema que es atractivo a la sociedad contemporánea, cuyos códigos han sido
leídos de tal manera que han propiciado la pronta expansión de los mismos.
Torres Sánchez (1995) asocia la cotidianidad como un estudio más allá de las
simples costumbres, favores y rutinas de la vida diaria. Para Torres, la observación de la
vida cotidiana debe ejercerse en cada uno de los hechos y momentos que ocurren desde
que el individuo despierta hasta que regresa a dormir, en el cómo y por qué actúa de
ese modo y no de otro. Además, encontrar el significado de cada actitud y comprender
si el individuo las reconoce como propias, e incluso, si sabe que repercuten en el área
familiar, residencial o urbana. (En Gómez Nieves, 2003, p.157)
Entre los relatos de la vida cotidiana, Chaney (1996) ejemplifica cómo las
nuevas viviendas a las que denomina “suburbanas” representan fielmente al ciudadano
de la cultura de consumo. Describiéndolas como “normales”, a excepción de su
categoría de privada, tiene una composición del espacio que va directo al consumo, un
ingreso atractivo y espacios recreativos y de ocio semi-públicos, que contrastan con el
peligro de vivir al exterior. (Chaney, 1996, p. 21)
El comprender la vida cotidiana de acuerdo a sus significados, nos permitirá en
esta investigación, formar una explicación para los estilos de vida comprendidos
118

dentro de un sistema diario de actitudes. En este trabajo, podremos analizar los aspectos
morfológicos de las residencias y sus transformaciones en base a una perspectiva
interna del individuo, relacionando los cambios propuestos y elecciones de vivienda y
entorno con sus prácticas cotidianas y los horizontes formales que de ella se esperen.
El interés será, entonces, el conocer ¿Cuáles actividades, expectativas y experiencias
transforman el núcleo residencial? y ¿cómo esto crea un significado particular para cada
miembro de los espacios considerados?
1.2.4.1 La distinción y la clase
La modernidad tiene una lógica propia de distinción constante, donde la moda toma su
postura y manera de ser explotada. (Chaney, 1996, p.17). En el estilo de vida, tanto la
distinción como la selectividad pueden ser consideradas como programas integrales.
Entre los usos cotidianos de lugares y equipamientos, explica Wynne, como
bares y clubes deportivos, se logran demostraciones de ocio y distinción, considerados
como indicadores de posición social, particularmente para aquella considerada clase
media. La manera de consumir y utilizar los objetos de manera personal da lugar a
una autovaloración y jerarquización potencialmente discriminativa, comenta (en
Chaney, 1996, p.36). Douglas (1998), amplía en este escalón cómo, con el empleo de
objetos se forman grupos exclusivos sociales con comportamientos y lógicas propias
de apreciación. El dinero compra entonces objetos que gozan de un significado que
depende directamente de los placeres y gustos que cause personalmente al individuo
mismo. (Chaney, 1996, pp. 47- 49).
El potencial discriminativo también para Bourdieu (1991) es parte del capital
cultural, pues funge como alto elemento de diferenciación, incluso mayor que el poder
económico. Featherstone considera el triunfo del capital cultural ante el económico
al explicar cómo no es suficiente el contar con el poder adquisitivo para la obtención de
productos, tenerlos y usarlos, sino que resulta más importante el conocer cómo se usan
119

y utilizarlos de manera familiar ; esto otorga mayor aceptación y distinción ante otros;
de no manipularse habitualmente se reconocerá a los “ intrusos”, quienes han llegado sin
la educación y refinamiento adecuados: “los recién llegados, los autodidactas,
inevitablemente emitirán signos sobre el peso que representan los logros y las
insuficiencias de su competencia cultural”. Así, el miedo a la inseguridad en las
personas se reduce mediante la auto-comparación con otros de “menor gusto”,
otorgando mayor confianza ante aquellos con quienes nos distinguimos. (Featherstone,
1991, p.49).
Al no requerir un capital necesariamente económico, el fenómeno de distinción
tiene incluso plusvalía o deterioro a través del tiempo y su uso. Al principio, la
distinción aportada por un objeto, socialmente hablando, es expuesta como primer
ejemplo, con el establecimiento de un precio alto, alcanzado con ciertos sacrificios por el
mercado que se siente persuadido por el producto. Esto es que generalmente, las clases
responden a un nivel económico mayor al cual pertenecen, con el fin de identificarse y
excluirse de aquellos grupos quienes pretendan, mediante un gran esfuerzo, alcanzar a su
vez el siguiente nivel. Tras esto, explica Featherstone (2000, P.45), el producto tomará
mayor valor con él mismo al paso del tiempo -como los buenos vinos o las
antigüedades-. Sin embargo, puede descender su valor siempre que la clase primera
quien lo alcanzó logré saltar a otro nivel dejando el producto a la mano de los de nivel
más bajo, tal como sucede en algunos intercambios inmobiliarios, donde la colonia se
sobre valúa o subvalúa de acuerdo a los grupos sociales quienes las habiten.
De esta serie de disposiciones recuperaremos para nuestra interpretación las
intenciones de poseer sitios privados, no solo desde el punto de estilo de vida, sino de la
división entre la distinción y la pertenencia, siempre y cuando sea posible determinar
actitudes distintivas y por propiedad únicamente.
120

1.2.4.2 Los medios de comunicación
Una característica particular de la sociedad individualizada contemporánea se deriva del
contenido aislante y opcional en cuanto a las interacciones sociales. Parte fundamental
en el desarrollo de la nueva ciudad y el consumo lo componen los medios de
comunicación, pues permiten las relaciones sin importar las distancias físicas
establecidas.
Los medios de información, defiende Cortina (2002, p.127), son una puerta al
consumo que permiten acceder a sitios y productos ilimitados que se multiplican
desmedidamente. El Internet permite consumir a cualquier hora del día cualquier
artículo, necesario o no, causa de que los objetos se deseen con fuerza, pues están al
alcance de la mano. Rifkin (2000, pp. 29-44), por otra parte, considera a los medios de
comunicación el último ciclo de la cadena de consumo, dado que con ellos la vida entera
es comercio. El espacio se torna virtual y existe en paralelo a la ciudad edificada,
tomando otra nueva dimensión.
Para Cabrales (2001, p.8) los medios de comunicación han cambiado el concepto
de ciudadanos y sus formas de expresión. Ya no es en espacios abiertos donde se
intercambian opiniones previas a la toma de decisiones; con los medios de comunicación
se transforma la manera de relacionarse, por ejemplo en nuevas relaciones virtuales
desde el Internet. Resulta prudente señalar en este apartado, a la publicidad como
resultado de los medios de comunicación, de la cual Cortina (2002, p.138) dice que se
enfoca en ayudar a las personas a ser distintos de los otros, no tanto a alcanzar el nivel
de otros. Los clientes, empresarios y publicistas cooperan en el desarrollo de productos,
mientras unos leen los deseos de otros, los otros atienden a las producciones de los unos.
La televisión representa otra manera de apreciar y vivir la ciudad postmoderna.
Featherstone (2000, pp.97-102) cuestiona la manera en que ésta y su programación son
utilizados como medio de diferenciación, comenzando porque los mismos programas se
121

agendan de acuerdo a perfiles como edad y sexo y, por otra parte, porque a su juicio la
clase media la utiliza como medio de socialización, acompañada de otras actividades,
durante los momentos de ocio.
Por otra parte, el tiempo de televisión e informática forman parte de la auto
segregación mediante otro aspecto constituido por el deseo de evadir el mundo real en el
momento que se quiera, para formar parte de las imágenes motivacionales. Tanto
Baudrillard (1987) como Jameson (1991) coinciden en que la esquizofrenia se presenta
cada vez más en el mundo postmoderno, debido a la fragmentación del tiempo y del
mundo: la falta de vinculación y coherencia entre conocimientos, objetos y realidades
(en Featherstone, 2000, p.106), ligados a su vez al modelo formado por la TV.
El aislamiento existente en la nueva ciudad parece representar cierto éxito en el
individuo quien decide entonces cuándo comunicarse y cuándo no; perdiendo valor las
situaciones o lugares que motivan las relaciones “obligadas”. Ilustrando esto, Remy
explica que al buscar, por ejemplo, mayor convivencia entre familias holandesas, se
diseñaron jardines traseros sin división en algunas zonas residenciales, con lo que,
contrariamente, se perdieron los usos de dichos espacios. Resulta poco probable que los
individuos respondan a las “sugerencias” de comunicación implementadas por un
diseño o sector; por el contrario se “provocará un repliegue de la familia y agudizará la
percepción de los antagonismos, en lugar de contribuir a acrecentar la comprensión y
la búsqueda de comunicación.” (1976, p.129) el individuo postmoderno desea ser dueño
y guía de su tiempo y su tiempo de comunicación y socialización, y con esto, él ha de
decidir en qué momento desea el intercambio social y en cual se aleja de la realidad
mediante los medios de su elección.
Al evaluar la forma en que se relacionan los habitantes y su comportamiento de
acuerdo con las prácticas e intenciones, nos permite comprender los significados que
122

otorgan a cambios y aceptaciones en la vivienda y sus espacios cercanos, así como el
sistema de valores del que está impregnado.
Las prácticas también determinan el comportamiento de los individuos. Se
describe a continuación algunos puntos en la propuesta de modelo explicativo sobre el
cómo influye la interacción con la sociedad respecto a los deseos y satisfactores que
transforman el espacio. La interacción está determinada por las experiencias previas, las
creencias, los conocimientos y estereotipos que tiene un grupo social con respecto a
otro.
a. La interacción entre grupos semejantes en cuanto a sus estilos de vida se
lleva a cabo dados los objetivos de sus comportamientos y actividades, que
reducen la ansiedad al encontrarse ubicados en un espacio definido
b. La interacción se torna positiva, siempre y cuando corresponda con una
trayectoria cultural y residencial similar entre todos los miembros, la cual
tienda a repetirse.
c. La sociedad y sus acciones sugieren patrones conductuales los que adquieren
significados valorativos de acuerdo proyectos particulares, entre los que se
encuentran el tipo de vivienda y espacio en que se debe o indica vivir.
d. El comportamiento resulta positivo siempre y cuando todos acuerden a un
nivel de correspondencia ante los patrones sugeridos, y negativo cuando
ciertas viviendas rompen el esquema deseado de estilo de vida.
1.2.4.3 El papel de los agentes de ventas
Una de las aportaciones que más caracterizan la edad moderna es la existencia de
agentes de promoción y ventas quienes se encargan de explicar paso a paso los objetos y
productos de consumo con sus cualidades, formas de uso, de pago y de valoración
social.
123

McKendrick explica diversas categorías de manipulación social con el fin de
lograr la superación de los individuos quienes adquieren los productos. Entre las
categorías están los agentes de promoción y ventas a quienes adjudica la responsiva de
la adquisición y requerimientos de objetos lujosos donde antes no se requerían, cuyo
gasto fue sustituido de objetos que antes eran delicadezas, y éstas a su vez de objetos que
antes eran solo necesarios (Mckendrick, 1983, p.98).
El estilo en este siglo, se forma sin responder a una tendencia general, es más
bien llamada la “edad sin estilo” (Simmel, 1977, p.3). La producción entonces es
flexible pues permite tantos cambios como sean necesarios y de aquí hecho del
desarrollo de productos de consumo diseñados para satisfacer diversos estilos de vida al
tiempo de aumentar el número de los ya existentes. Para lograr este efecto, Baudrillard
(1987, p.177) explica como los promotores juegan un papel importante como consejeros
quienes dan el significado deseado e incluso explican el objeto, por lo que se merece
invertir en ellos, tomando en cuenta el contenido simbólico de los bienes, donde se
promulga el placer. Por lo tanto, los promotores serán quienes guíen y aconsejen al
individuo, mostrando los beneficios e importancia de un bien o servicio, ya sea de
manera particular o bien, haciendo uso de los medios masivos que logran, tras un
intenso filtro en cuanto a estilos de vida, llegar a aquellos quienes comprenderán los
mensajes y desean aprender de ellos, dejándose tutorar para obtener mayores alcances
en su vida.
Baudrillard considera que la gente, por lo general, no cree en la publicidad, pero
se deja llevar por lo que ésta lo quiera hacer creer. Habla en sí de una especie de
seducción al ocuparse “personalmente” de los individuos, ponerles atención, hacerles
sentir importantes, acogidos. Este autor afirma que mediante la publicidad los objetos
se personalizan al grado de parecer tomar afecto por uno mismo, “quererlo”, y saber que
se quiere. (Baudrillard, 1987, pp.189, 192 y 193). La creación de imágenes dentro de la
124

publicidad, señala Baudrillard originan una insatisfacción o frustración en la persona, la
cual puede ser complacida.
1.2.4.3.1 Mercadotecnia y publicidad.
Los productos gozan en la actualidad una forma de desarrollo que no fue considerada en
el pasado. Su propuesta funcional de objeto, se ve respaldada por campañas de
promoción que anuncian no solo sus contenidos, sino igualmente sus atractivos sociales
y los beneficios agregados que darán al sujeto quien les posea. La mercadotecnia, por
medio de la publicidad se encarga de difundir estos nuevos valores que explican los
consumos.
Haro concibe el hecho de la siguiente forma: “el objeto de consumo debe estar
revestido de unas condiciones que rebasan sus propias cualidades, su propia realidad.
Debe estar mitificado. Convertirlo en ídolo. Esta es la obra principal de la
publicidad.”(1973, p.45) Las decisiones de los consumidores, por ello se cree, se ven
frecuentemente influenciadas por lo que la publicidad dicta. En cambio Miller (1999,
p.45) afirma, que los consumidores son libres, dictan la producción y son los
productores quienes se ven sometidos a las voluntades de los clientes, siendo estos los
de las tendencias seguidas por los productores.
Para Galbraith la producción define el consumo, pues es la publicidad la que
logra el consumo masivo e innecesario, creando un hábito de consumo frecuente con la
finalidad de bajar costes por volumen y poder continuar con la fabricación. Mientras
que la clase ociosa a la que se refiere Veblen, consume con el fin de ganar prestigio y se
marca en una respuesta de los productores al fabricar artículos que adviertan este fin (en
Cortina, 2002, p.71). Cabe mencionar que esta posibilidad ha sido leída por la
mercadotecnia, que si bien, tal como explica Cortina, solía enfocarse hasta los años „80
en satisfacer a integrantes de grupos socioeconómicos, a partir de los „90 toma el
enfoque en satisfacer estilos de vida destacando la singularidad de cada persona. La
125

gente, para esta autora, consume todo de acuerdo a su propia personalidad: moda,
residencias lujosas, arte, para poder alcanzar “el consejo de Píndaro: ”.(2002, p.102) Por este motivo los productores desarrollan preferentemente
mercancías para los segmentos mejor acomodados, respaldados por una basta y creativa
estrategia publicitaria, basada en el posicionamiento, con lo que se define de inmediato
un estilo de vida excluyente.
La decisión de los consumidores no está dictada, o por lo menos no
completamente, por estrategias de mercadotecnia o publicidad; más bien, el cliente
decide siempre y cuando el producto cuente con la calidad deseada, en una relación
calidad-precio. Los ciudadanos se han convertido en consumidores a lo que Cortina
señala como quienes exigen el cumplimiento cualitativo de sus
derechos.
“Es ciudadano económico quien participa de los bienes económicos de una comunidad política,
quien decide junto con sus conciudadanos , cómo y para qué y , por último, quien
decide junto con sus conciudadanos , y ”. (Cortina
2002, p.139)
Haro subscribe que el ciudadano contemporáneo está expuesto a la publicidad de
forma constante a través de los medios masivos de comunicación, pero también los
familiares y amigos mencionan particularidades de los productos y servicios que se
habrán de consumir, en fin “él mismo se convierte en portador de publicidad”. (1973,
p.54) Como se ha comentado en anteriores párrafos, la sociedad y la publicidad se rigen
en torno a códigos; estos son referencias o características estandarizadas a nivel social,
económico y moral, en cuya estructura participan todos los seres humanos, por lo cual
puede ser interpretado universalmente. (Bordieu, 1991, pp. 220-221)
La mercadotecnia y la publicidad no son más que el reflejo de la sociedad
postmoderna quien desea escuchar, en palabras de otros, el haber hecho una buena
126

elección: saberse elogiado y triunfador. El trato de los productos con estas estrategias es
el eco del anhelo de vida, con lo que los demás notarán pronto que se tiene lo que se
merecen con ese artículo tan apreciado y mencionado “por todos lados”. La publicidad
es una celebración al saber consumir, y no una dictadura al qué consumir. Es posible
que las personas se encuentren incrustadas dentro de una red de comunicaciones y
mensajes, tanto sobre productos como deseos. Es el individuo mismo, sin embargo,
quien decide en qué grado permanece atrapado y hasta donde participa en sus contenidos
con el fin de obtener los resultados prometidos. Las estrategias de mercadotecnia y
publicidad, así como los discursos de agentes de ventas han sido ya puestos en práctica
para la promoción y la venta de los fraccionamientos de estudio. Una vez más, las
decisiones y elecciones se asociaran con las influencias obtenidas de estos rubros,
comparadas con otros aspectos de selección, con lo que se evaluarán los medios de
persuasión masiva.
1.2.4.3.2 El crédito
El deseo y su estrategia, comenta Baudrillard, comienzan a partir del crédito y los
recursos publicitarios que en él se basan. En sí, el crédito tangibiliza el deseo de
poseer, así como la apropiación de los objetos y su facilidad de uso, aun cuando no sean
completamente suyos. Los utiliza tanto que su vida útil termina cercana a la fecha de su
término de pago. Es un derecho que tienen las personas como consumidores y
ciudadanos en cuanto a lo económico, pero sobre todo, el derecho a la recompensa de
realizarse de manera inmediata. (Baudrillard, 1969, pp.177-179)
El discurso de los agentes de promoción y ventas incluye estos sentimientos de
frustración y ansiedad, tanto por la pertenencia como por otras escaseces en la vida
cotidiana, incluyendo el crédito como uno de los mejores recursos de ventas,
principalmente de artículos tecnológicos e inmobiliarios, dadas sus características
económicas.
127

1.2.4.3.3 La clase media
Los fraccionamientos elegidos para el estudio tienen una audiencia de clase
profesionista, la cual se encuentra dentro del grupo al que varios autores han
denominado “clase media” de acuerdo a las características comunes sobre las cuales
rigen su vida.
El grupo de clase media formado en los últimos 50 años ha sido ampliamente
descrito por diversos autores. Featherstone muestra las variadas denominaciones que de
ella se han hecho, y con cuyas connotaciones se estructura una buena idea de lo que
trata. Ha sido denominado la ,
(Bourdieu, 1991) y (Galbraith, 1979) (citados en Featherstone,
2000, p.86) entre otros términos. Se comprende, de acuerdo a Galbraith (1979) desde la
perspectiva de valoración de labores intelectuales y culturales, así como la repercusión
de los objetos de manera simbólica, antes que el valor económico y monetario.
La clase media, hoy día, está compuesta por profesionistas de alto nivel como
gerentes y científicos, entre otros, quienes, por sus competencias y actitud receptiva,
ocupan sitios privilegiados. Como antecedente de estudio, podemos mencionar al
concepto de individuos pertenecientes a los , a quienes Featherstone
describe
“La cohorte de la posguerra, (que) tuvo relativa prosperidad, alcanzo
niveles de educación superior, atravesó la década de 1960 en la
adolescencia o con menos de 30 años y en las décadas de 1970 y 1980
entró en gran número en un mercado ocupacional cada vez más
competitivo”.(2000, p.87)
Bourdieu (1991, pp.67-83) etiqueta a la clase media por su gran interés de
construir un estilo de vida propio basado en la distinción, principalmente intelectual,
128

además de ser partidaria al desarrollo de disciplinas deportivas, musicales y de
aprendizaje, preocupada, al mismo tiempo, por la moda y el buen gusto.
Ante la necesidad de la clase media de diferenciarse, explica Featherstone, el
aprendizaje y dominio de temas diversos, el manejo de tecnología y la información
resultan primordiales. El acceso a medios impresos y multimedia es, por ende,
indispensable, sobre todo aquellas secciones donde se explica cómo alcanzar un estilo
de vida satisfactorio. Las formas de consumo actúan informando a otros que se está
actuando de manera adecuada. Crece entonces la oferta de especialistas quienes brindan
sus servicios con el fin de hacerles la labor más llevadera. (2000, pp.156-160). Con esto,
el conocimiento actúa, también, como exclusivo de clase. Tras estar al tanto del manejo
atinado de objetos y servicios, será frecuente detectar a aquellos quienes no cuentan con
juicio tal, así como a otros principiantes en la materia.
En un inicio de la clase media, la ciudad se manifestó como una experiencia de
espectáculo y emociones unidas, integrando sonidos, inclinaciones, imágenes, gente,
objetos, ocasionando la producción en exceso de todo tipo de artículos para la
satisfacción del estilo. Bataille( 1988) detecta el problema de la producción en exceso y
su manejo pues explica su destino con futuro en la ostentación y el regocijo, más que a
otra parte, siendo también éste un resultado del capitalismo, exponiéndose incluso en
lugares urbanos como centros comerciales y deportivos, entre otros. Así, la ciudad se
convierte, junto a otros sitios, en seducción y deseos, transformándose en el siglo XX en
sitios de “desorden ordenado” con la combinación de la simulación y el ideal. (en
Featherstone, 2000, p.187)
El autor expone a la clase media como una cultura lúdica, que goza de
experimentar la diversidad, compartiendo frívolamente valores, conocimientos y gustos
basados en afectos superfluos. Si bien este aspecto pudiese parecer excedido Wouters
(1986, en Featherstone, 2000, p.89) defiende la rigurosa necesidad de autocontrol para
129

lograr vivir en armonía, pues el abandono de las criterios formales antes existentes,
implica mayor tolerancia y respeto hacia los demás.
Referente a la clase media en México, Dennos Gilbert (2005) en su estudio “La
clase media mexicana” refiere los puntos bajo los que se construye la misma y, de tanta
mas utilidad, el cómo se perciben a sí mismos los integrantes.
Dennos describe esta clase como:
“… la población de hogares cuyo jefe de familia desempeña un trabajo no
rutinario , no manual, con ingresos que les permiten vivir sin apuros por arriba
del promedio popular pero por debajo de la cúspide de la pirámide nacional.
Más precisamente, pienso en profesionales independientes y asalariados,
gerentes, profesores, técnicos, burócratas, comerciantes y administradores
(pero no empleados de oficina de nivel bajo o dependientes de tienda), que
obtienen percepciones familiares cuando menos 50% más altas que el ingreso
promedio”
Respecto a los ingresos dados por el ENIGH (2000) el autor explica que van
desde $5,900.00 pesos y hasta un máximo de 65,000.00, aunque los pertenecientes a esta
última cifra son mínimos. Si bien la diferencia entre el monto menor y mayor es enorme,
tienen en común el contar con una casa digna, con teléfono y automóvil; constituyendo
el concepto de “capital doméstico”. Este es el dato con que se calcula la economía de la
clase media. Cabe mencionar que otros rangos poblacionales alcanzan el monto más
bajo, sin embargo por alguna situación (ideológica o cultural) no viven al nivel de clase
media.
La clase media compuesta hoy por jóvenes líderes de familia, vivió la
devaluación de 1994 cuando adolescentes. El estudio de Gilbert, efectuado en la Ciudad
de Cuernavaca, detectó que la clase media en aquel entonces se vio afectada por
130

pérdidas de empleo en general y materiales mayores; como segundas propiedades,
adelantos económicos de crédito. Quienes se dedicaban a otorgar servicios (doctores,
arquitectos) perdieron clientela y debieron buscar en empleos asalariados. En cuanto a la
situación familiar, estos grupos se distinguen por pagar colegios privados para los hijos,
pero ni aun con la devaluación fue necesario interrumpir este gasto con cambios a
colegios más económicos o escuelas públicas e incluso las escuelas no perdieron alguna
cantidad representativa de alumnos.”
Entre otros descubrimientos de la investigación, el “capital doméstico”
determina que para el año 2000 la recuperación económica era visible e incluso para
algunos el nivel de vida mejoro. No obstante, los jóvenes clase medieros se muestran
frustrados con los logros profesionales e inseguros hacia el porvenir después de vivir una
crisis tal. Su preocupación principal es el poder mantener a los hijos en colegios
particulares, además de ser impulsados monetariamente por sus padres u otras personas.
Se aprecia la intensa búsqueda de estatus que motiva a los representantes de esta clase en
México, donde la estructura familiar completa generalmente apoya con el fin de sostener
el nivel alcanzado (en el caso de los padres) e instruyendo a los descendientes para
mantenerse en una buena posición.
En contraste, Remy y Voyé (1976) demuestran que la clase media se percibe a si
misma favorecida en un plano económico y profesional que da una perspectiva jubilosa
a su futuro, de bases sólidas en el plano cultural. Sus tradiciones y costumbres no
provienen del rancio abolengo expresado por la clase acomodada por siglos, aunque lo
desearían, y tampoco se identifica con los menos educados de las clases bajas. La
incertidumbre de autovaloración es lo que la define como “un grupo consumidor por
excelencia y fácilmente manipulable” (1976, p.137), atacado por la publicidad como eje
orientador donde pretenden, gracias a sus habilidades y sensaciones, ser ellos mismos
quienes toman la última decisión.
131

La característica principal, detectada por Cortina, con que se forma la clase
media consiste en la manera tan variada de manejar el consumo. Mientras que en otras
épocas cuando los grupos de clases se distinguían enormemente, entre otras cosas, por el
tipo de artículos parecidos entre sus integrantes, la clase media tiene la particularidad de
usar objetos individuales y no en conjunto, de donde se forman los estilos de vida
esenciales (Cortina, 2002, p.137)
Elyette Roux (2004, p.113) hasta la llama “la nueva clientela de lujo”, diferente a
la clientela de lujo tradicional, con posición económica privilegiada de abolengo, que es
devota a los productos y las marcas de siempre; la nueva clientela tiene ingresos
aliviados, son perceptivos al precio e inconstante al momento de decidir la compra,
dominada por contenidos psicológicos; es una clientela mas ilustrada en cuanto a los
productos, y para su elección, estos deberán estar llenos de originalidad.
La clase media ha sido seleccionada por los fraccionadores por dos principios
primordiales: primero por la capacidad económica y orientación a poseer estabilidad de
vida; por otra parte, por la variedad de elecciones que pueden satisfacerse mediante
diversas situaciones compensatorias en relación precio-calidad. En este enfoque, el
orden se construye en una asociación de los ingresos y los destinos del capital para su
transformación o adaptación, de manera que esto permite la pregunta de si el estilo de
vida también responde a estos aspectos cuando se trata de espacios vivenciales y de
convivencia social.
Conclusiones del Capítulo I.
A lo largo de este capítulo, se comprende que las ciudades contemporáneas se edifican
distintas al pasado, al tiempo que los ciudadanos la perciben y vivencian con una
mentalidad diferente. Aun cuando se presenta una polémica entre las conveniencias y
desventajas, todos los autores coinciden que la cultura contemporánea, tanto en lo físico
132

como en lo personal, tiene tendencias individualistas y de auto-superación, situaciones
que dan estructura al modo de vida de los habitantes y los espacios en que efectúan sus
actividades diarias.
El resultado de este compilado, en términos concretos, puede establecerse en
algunas proposiciones:
1era. La época de la producción y comercialización de productos y servicios, origina
clases sociales propias del capitalismo, que repercuten en la forma urbana y el trato con
la ciudad.
2da. Con ello, se origina una auto-segmentación socio-espacial, no solo representativa
de las clases privilegiadas; también las clases bajas se integran a esta realidad
voluntariamente.
3era. La forma urbana y los espacios de vida se muestran, al igual que los individuos,
marcados por tendencias globales, las cuales reducen la identidad local y comunitaria.
4ta. Dichos aspectos de auto-segmentación y globalización, conllevan a un pluralismo
cultural y comportamental; esta diversidad genera ciudadanos inseguros, tanto en
aspectos sociales, económicos, psicológicos y físicos.
5ta. Nuevas percepciones sobre la identidad y el desplazamiento toman importancia
sobre antiguos conceptos, como la distancia y la perdurabilidad.
6ta. Repercuten los elementos que ayudan a vivir la ciudad, ya sea de manera individual
o social, por lo que la producción de bienes (muebles e inmuebles) y servicios se torna
primordial.
7ta. Los fraccionamientos cerrados son una respuesta a los factores anteriormente
mencionados, y constituyen una tendencia de desarrollo, que se multiplica
apresuradamente.
133

8va. La Zona Metropolitana de Guadalajara es representativa de los anteriores
conceptos, y por ello, de la ciudad contemporánea, donde se privilegian ciertas franjas
de manera, principalmente, social.
Tras el anterior recuento, que permitió encontrar correspondencias de elementos sobre
los que se constituyen las variables para esta investigación, se prosigue, en los
siguientes capítulos, a la aplicación de las mismas y la obtención de datos. Se
comenzará, primeramente, por un estudio detallado de la zona, así como del objeto de
estudio, con el fin de lograr una mejor comprensión de la expansión hacia esa
coordenada, y la cual se despliega en un esquema de tipo ciudad cerrada, con una
pronta ocupación que responde, positivamente, a la oferta de mercado.
134

CAPÍTULO II
Del fracaso del modelo en colonias abiertas al boom inmobiliario: ZMG.
En este capítulo, se presentan los temas sobre el desarrollo de la Zona Metropolitana de
Guadalajara, en específico aquellos que atañen a la formación y promoción de los
Fraccionamientos Privados de esta investigación, los cuales surgen después del año
2000, pero que quedan comprendidos dentro del crecimiento de la ciudad a partir de los
años ´50, cuando surgen los primeros modelos con características particulares, que serán
mostrados a lo largo de la redacción.
El estudio de este modelo urbano no es particular del presente documento. En el
año 2000, con la coordinación del Dr. Luis Felipe Cabrales Barajas, se lanzó un
compilado bajo el título de “Latinoamérica: países abiertos, ciudades cerradas”, con el
respaldo de las editoriales de la Universidad de Guadalajara y UNESCO, y cuyos temas
sobre la reformulación de las teorías de la ciudad fueron expuestos en un coloquio
donde el objeto de estudio se centró en los Fraccionamientos Cerrados, con énfasis en la
Ciudad de Guadalajara. El impacto de dicho tema, considerado entonces pequeño en
México, al compararse con las dimensiones existentes en otros sitios, comenzaba ya a
resaltar, principalmente por las contradicciones y analogías entre los aspectos públicos y
privados, los ingresos y beneficios generados, y las repercusiones de comunidades
encerradas dentro de trazas que provocaban una nueva manera de urbanismo y de ser
ciudadano.
Cabrales se detiene en la dimensión del cómo el ciudadano se convirtió en
cliente, inmerso en ciudades privadas con distintas formas y reglamentos respecto al
modo tradicional existente. Cabe resaltar que, en palabras del autor, los estudios no
pretendieron honrar la tradición sobre la nueva propuesta urbana, sino aportar al tema
distintos conocimientos que, más tarde, pudiesen ser utilizados favorecedoramente ante
el fenómeno que hoy día se ha multiplicado.
135

Si bien todas las propuestas de dicho coloquio han sido útiles, e incluso, son la
base esencial de este estudio, fueron las aportaciones de Ickx Wonne (en Cabrales,
2002), quien al hablar de dos etapas de los fraccionamientos cerrados tapatíos (en las
décadas de los ´60 y los ´80), estableció el parámetro para componer una tercera raíz,
y objeto de esta indagación.
Aunque esta investigación se rige por los habitantes, antes que por los
fraccionamientos propiamente, se mostró relevante presentar algunos aspectos sobre la
nueva estructura urbana y arquitectónica que han sido parte del desarrollo del modelo;
de la misma manera, se presentan los aspectos fundamentales que propiciaron que la
zona de nuestro estudio se esté poblando, casi en su totalidad, con este patrón de ciudad
“cerrada”, con clara progresión en los últimos 10 años.
Este capítulo está formado por tres apartados. Primero, las consideraciones sobre
los factores que dieron pie al desarrollo de la mancha urbana, tal como la conocemos
ahora, tanto de manera física como social. Segundo, sobre la ocupación de la periferia,
tras el crecimiento desmedido y rápido de la ciudad; y tercero, la proliferación del
mercado inmobiliario con sus diversas propuestas, que responden a la voluntad social
antes que a un desarrollo integral de la metrópoli.
2.1. De la ciudad libre a la periferia en cotos
Ickx (en Cabrales, 2002) en la tesis “Los fraccionamientos cerrados en la Zona
Metropolitana de Guadalajara”, construye un cuadro del cómo la ciudad, al integrar
funciones distintas a la original (comercio y manufactura principalmente), forma un
entorno distinto, al que denomina “posturbano”, donde la necesidad de encontrar sitios
136

exclusivamente residenciales dan origen a un nuevo diseño durante los años ´80: los
fraccionamientos privados.
Este autor, divide los fraccionamientos en dos periodos bien establecidos: el tipo
campestre y los residenciales. El primero, se establece durante los años ´60, cuyo valor
principal fue el acercamiento con la naturaleza y los equipamientos tales como campo
de golf, canchas de tennis, y alberca. De estos, se contabilizan únicamente tres o cuatro
representativos: Santa Anita, Bosques de San Isidro, Rancho Contento y más tarde El
Palomar.
Los fraccionamientos residenciales constituyen el segundo periodo y datan, de
acuerdo a este autor, de los años ´80, es decir, veinte años después, y con mayor auge
que durante la primera etapa. Aquí destacan fraccionamientos como Puerta de Hierro y
Royal Country que si bien carecen de un campo de golf, como sucedió con todos los de
la primera etapa, cuentan con casa club e instalaciones necesarias para una amena
distracción. Tal como sucede en cualquier producto de mercado, el éxito vivido en
estos fraccionamientos promovió su repetición para clases pudientes, pero sin tanto lujo.
Surgieron entonces aquellos que cuentan con terrazas, jardines comunes, parque,
alberca, canchas de tenis y otros equipamientos que, si bien otorgan un ocio agradable,
no conforman concretamente un club privado con los servicios indicados. Los
fraccionamientos dentro de este rubro coinciden en ubicación sobre el perímetro del que
puede considerarse como primer anillo periférico de la ciudad, desde Av. Patria hasta el
límite de Periférico: Parque Regency, Atlas Colomos, Parques de la Castellana entre
otros. Esta descripción es completada hasta el año 2000, fecha de la presentación de la
investigación. (Ickx Wonne, 2000. En Cabrales, 2002, pp. 121-124)
137

Cuadro 20.
*Dos periodos de cotos establecidos por Ickx Wonne; Periodo propuesto para el presente estudio.
PERIODO Característica Valor Representantes
*Años ´60 Tipo campestre Contacto con naturaleza Sta. Anita, Bosques de
San Isidro, Pinar de la
Venta
*Años ´80 Clase Acomodada Espacios verdes, casas club y
cercanía a vialidades principales
**Año
2000-2006
Clase
profesionista
ejecutiva.
Propuesta de estudio
Espacios verdes, casas club y
cercanía a vialidades principales
Fuente:*Ickx,W. (2000. En Cabrales ,2002; ** Elaboración propia.
Puerta de Hierro,
Colomos Patria, Valle
Real
Esencia Residencial,
Residencial Santa Fe,
Residencial Nueva
Galicia, Quintas La
soberana,
Añadimos, en esta presente tesis, entonces, un tercer periodo proveniente del
segundo inmediato: los fraccionamientos destinados específicamente a las personas con
ingresos medios (clase media) construidos después del año 2001, y fuera del anillo
periférico. Su auge se fundamenta tras el éxito de los primeros, y se ha llevado al resto
de los niveles socioeconómicos de la población, con la nueva modalidad de
otorgamiento de la residencia completa: modelos en serie que cubren las necesidades
mínimas de personas clase media con varias de las comodidades de los
fraccionamientos de lujo: terrenos más pequeños con servicios privados de alumbrado
y terraza para la seguridad de los niños, junta condominal y acceso restringido. Estos
fraccionamientos abarcan una gran parte de la periferia de la ciudad, extendiéndose a
varios kilómetros a la redonda y hacia todos los puntos cardinales.
2.1.1. El fracaso del modelo de colonias abiertas
Simple es concluir que, si existe un apogeo en el nuevo concepto urbano, compuesto
principalmente por fraccionamientos cerrados, es por algún fracaso en el modelo inicial
de colonia abierta. El factor de segregación social parece, en muchos discursos, más
138

explicativo que otros, como economía e ingreso, y se muestra recurrente en la historia
de la ciudad.
La Zona Metropolitana de Guadalajara se encuentra compuesta por 5 municipios
que se han ido integrando conforme la mancha urbana crece. Estos son Guadalajara
(1`600,894 habitantes), Zapopan (1´155,790 habitantes), Tonalá (408,720 habitantes),
Tlaquepaque (563,006 habitantes) y el de mas reciente integración, Tlajomulco de
Zúñiga (220,630 habitantes). (INEGI, 2005). Dada la extensión y su situación comercial
y tecnológica como segunda en tamaño e importancia en la República Mexicana, cuenta
con el contraste de las sociedades globalizadas y las precarias, sin acceso a servicio
básico alguno, en ciertas zonas de la Metrópoli. (Ickx, 2000; en Cabrales 2002, p. 119)
Ickx señala como punto característico de la conformación urbana la gran
extensión sobre la que se ha desarrollado, que llega a más de treinta y nueve mil
hectáreas (Nuñez, 1999; en Cabrales, 2002, p.119). Esta extensión genera grandes
espacios vacíos, lo que implica largos recorridos en cualquier medio de transporte,
mientras que la ubicación de Avenidas se torna estratégica, al tiempo que la disposición
de servicios y comercios flanqueándola con conjuntos residenciales, se tornan clave
para la interpretación. (Ickx, 2000; en Cabrales, 2002, p.119)
La creación de barreras socio urbanas existió desde la fundación de la
Guadalajara misma, cuando la elección del sitio se vió limitada al Nororiente por la
Barranca (ahora de Huentitán y Oblatos) con el fin de aislar a españoles de los
indígenas del “exterior”. Los españoles optaron por asentarse al Poniente del río San
Juan de Dios, quedando indígenas y obreros al oriente. El río, más tarde entubado
durante el Porfiriato, dió origen a una de las más duraderas murallas sociales existentes
hasta hoy en la ciudad: la Calzada Independencia, cuyo significado social separa, aún,
una clase de otra, mientras la aceptación social de las buenas familias dependió, por
años, del sitio donde se encontraba su residencia. (Aceves, 2004, p.11)
139

La situación orográfica también influyó en la forma de la ciudad, pues la Zona
Metropolitana de Guadalajara fué adaptándose de acuerdo a los terrenos accidentados de
la región (barrancas de Huentitan y Oblatos, y el río Lerma) pero, según señalan Ayala y
Jiménez (2004) también a la forma de la sociedad: “…veredas, caminos, límites de
propiedad de potreros, ranchos o haciendas”. (López Moreno, en Ayala y Jiménez
2004, p.3). Estas autoras mencionan cómo la sociedad indicó, a su vez, la mejor forma
de comportamiento de desarrollo, pues al centro se ubicaron las personas de buen trato,
en la periferia la gente menos importante, y más alejados, los pueblos indígenas.
(Ayala y Jiménez 2004, p.3)
Entonces, pertenecer al oriente era sinónimo de pobreza y retraso; el poniente a
su vez, representaba alegría y triunfo, lo que con el tiempo fue premiado con la creación
de una nueva defensa de selección: el paseo Chapultepec. Se trata de una traza vial, al
estilo “Champs Elisées”, donde se juntarían los “elegidos” a pasar agradables
momentos en los cafés y las buenas tiendas, cerca de las viviendas en la zona
residencial “Americana”, gente de buen ver y bien vivir: de gusto sofisticado y mayor
nivel cultural, y abierta al mundo nuevo, representado desde el nombre: “La Colonia
Moderna”, tanto más alejada de la Calzada Independencia, popular y atrasada.
Una década más tarde, la colonia Providencia levantó muros propios. Simbolizó
la unión entre los buenos modos y la modernidad: familias tradicionales de excelentes
ingresos y educación, edificaron, a mediados de los años setenta, muros alrededor de
cada vivienda: exclusiones unifamiliares de aquellos quienes quisieran hacer daño. Se
consumieron entonces los mejores materiales de construcción para las murallas (piedra
laja, cantera), algunos cuantos canceles eléctricos y, en pocos casos, incluso , antenas
parabólicas, cuyos significados eran un paso al éxito profesional y cultural, dado que,
allí adentro, “se hablaba inglés”. López Moreno (1996) expone la interpretación sobre
este tipo de colonias como proyectos excluyentes, donde se forman grupos similares y
140

aislados en una composición “desestructurante” del resto de la ciudad. (en Cabrales,
2002, p.120)
Cabe mencionar cómo, ante la ausencia de una barrera física similar a las antes
mencionadas, el estatus se absorbía con el hecho de habitar en los alrededores de
dichas colonias. Por ello, no existe un límite exacto donde termine la Zona de la
Colonia Providencia, por ejemplo, pues esta se extiende simbólicamente a todas las
cercanías y con ella la gente de “buena casta y profesión”.
De manera concreta, Cabrales y Canosa (2001, p.95-98) describen la
polarización social de la Ciudad, tras un éxito que concluye en los años ´70, iniciado a
mitades del siglo XX con el arranque de industrias pequeñas, al principio locales y más
tarde respaldadas por capital extranjero y arribo de transnacionales, específicamente en
la rama manufacturera y electrónica. Sin embargo, la situación económica del país,
marcada por diversas crisis que aumentan el número de sectores populares impedidos a
la compra legal de vivienda o espacios en la ciudad, originó la multiplicación de
asentamientos irregulares y, de allí, la gran segregación determinante en la ZMG de
modelo “Poniente-Rico/ Oriente-Pobre” cuyo límite es punteado, según estos autores,
por la Colonia Chapalita, (1943, primera en organización y autorregulación por los
mismos residentes, además de autosuficientes en servicios como agua potable) para
extenderse hacia las zonas más favorecidas en cuanto a calidad ambiental, el bosque de
la primavera y los Colomos. (2001; En Cabrales, 2002, pp.94-99)
Cuadro 21.
Factores determinantes en la polarización social de la ZMG según Cabrales y Canosa (2001)
- Crisis económicas recurrentes
- Multiplicación de asentamientos irregulares debido al escaso poder adquisitivo de los sectores
populares
- Segregación urbana con modelo poniente-rico, oriente-pobre, dado el surgimiento de colonias
unifamiliares de calidad, ejemplo Chapalita 1943.
Fuente: Cabrales,L / Canosa,E.(2001). En Cabrales (2002)
141

Mapa 1.
Zona Metropolitana de Guadalajara
Calzada
federalismo
Av.Vallarta
1
Av. De la Patria
Centro de
la ZMG
Anillo
Periférico
1. Norponiente
Principales zonas de Fraccionamientos Cerrados
Fuente: Elaboración propia
142

Mapa 2.
Zona Norponiente de la ZMG
4
3
5
2
1
1. Anillo Periférico, 2. Av. Vallarta, 3.Av. Base Aérea, 4. Av. Tesistán, 5. Av. Acueducto
Fuente: Elaboración propia
Así, continúan Cabrales y Canosa (Ibid.), se edifican los primeros
fraccionamientos cerrados, en 1960 en apoyo enunciado de la mayor calidad de terreno
para los grupos de mayor ingreso. Esto, aunado a la poca legislación y coordinación
entre diversos poderes y municipios de la conurbación fue aprovechado por la iniciativa
privada que se vio favorecida por los poderes públicos, mediante privilegios
constructivos a falta de reglamentaciones precisas para dichas construcciones.
143

Cuadro 22.
Elementos que favorecieron el desarrollo de la ciudad en fraccionamientos cerrados desde 1960
*Cabrales y Canosa (2001)
- Detección de zonas de mayor calidad de la ciudad, principalmente ambiental para grupos de
mayor ingreso.
- Falta de coordinación entre entidades locales y estatales de Guadalajara.
- Privilegios otorgados a la iniciativa privada por los poderes públicos.
Fuente: Cabrales,L / Canosa,E.(2001)
La creación de fraccionamientos campestres privados con club o campo de golf
tales como “Santa Anita” y “Rancho Contento” (Cabrales 2001), significaba un ideal.
Los habitantes eran principalmente extranjeros y dentro se escuchaba, antes que nada,
el idioma Inglés. Terrenos de grandes dimensiones, todos con cochera lateral de portón
eléctrico y antenas parabólicas, tal como en los Estados Unidos de Norteamérica.
Habitar en estos representaba poseer equipo de golf, traje de baño, raqueta de tenis y
ropa deportiva de buena marca, que solo se obtenía en el país de origen, además, por la
lejana ubicación, los automóviles necesarios para el ingreso a la ciudad. Los habitantes
parecieran pertenecer a una urbe distinta: poco se sabía de ellos o sus costumbres, pero
sin duda detonaban éxito y felicidad.
Tras este esquema, y con el pretexto la inseguridad urbana, se construye en la
ciudad un residencial bordeado para los locales: el Fraccionamiento Atlas Colomos, el
cual marca una manera de obtener el ideal de vida, de quienes tienen éxito, al alcance
de la mano. La propiedad incluyó el acceso al club deportivo el cual, en lugar del campo
de golf se opta por la cancha de soccer. (Donde practicaría la selección de uno de los
dos equipos oficiales más prestigiados de la región).
Hasta el año 2001, la Zona Metropolitana de Guadalajara contaba ya con 150
cotos privados (Ickx, 2000; en Cabrales, 2002, p.126), mismos que se han multiplicado
sin conteo, al reproducirse por decenas tanto dentro como fuera de la ciudad. Los
principales sitios de desarrollo en esta modalidad se encuentran tanto al Norte después
144

del anillo periférico y la colindancia con Av. Acueducto, y al Sur, mayormente después
del Anillo periférico y Av. López Mateos. Sin embargo, de igual manera se están
desarrollando por toda la ciudad, en torno a las Avenidas Mariano Otero y al Oriente
sobre lo largo de Av. Adolph Horn; incluso al interior de la ciudad encontramos que los
escasos lotes vacíos que aun restan, se convierten, preferentemente, en fraccionamientos
residenciales cerrados, como el caso de “Villas de Asís” en el poco terreno junto a los
cruces de Carretera a Nogales y Periférico; incluso, los edificios de adecuadas
dimensiones y en desuso también han favorecido este desarrollo, con el mejor ejemplo
de “Residencial Chapalita” sobre la antigua fábrica de “Cervecería Cuauhtémoc”, y
que debido al éxito de venta desde su promoción en el año 2002, ha llegado ya a la
tercera etapa de construcción; todos en distintas clases económicas y con servicios
aledaños.
Si bien, no todos los fraccionamientos nuevos corresponden al sistema, por
ejemplo Santa Fe, en el Municipio de Tlajomulco de Zúñiga, o “Los Girasoles” y “Real
del Bosque” en el Municipio de Zapopan, la mayor parte corresponden al modelo
cerrado, pero un conteo preciso resulta difícil dadas las situaciones en que han sido
conformados como tales, y lo cual explicaremos más adelante en este mismo capítulo.
2.1.1.1 Incorporación del Norponiente.
La zona Norponiente, además de contar con una ubicación privilegiada dentro del mapa
de la ciudad, se encuentra en el municipio de Zapopan, con gran capacidad de expansión
dadas sus condiciones orográficas y naturales, y el modo gubernamental cargado con la
intención de convertir el municipio del tipo pequeña ciudad a un gran proyecto. Se
otorgan grandes apoyos institucionales para el desarrollo de los fraccionamientos y la
inclusión y conclusión de ejes de acceso a la ciudad. Así, de acuerdo a las edificaciones
inmobiliarias, fueron determinados 3 ejes de desarrollo: Carretera Saltillo-Zacatecas,
Av. Patria y Periférico, Carretera a Morelia. (Cabrales y Canosa, 2001; en Cabrales,
2000, pp.104-106)
145

Cuadro 23.
El atractivo de la Zona Zapopan
Mayor apoyo institucional
- Máxima accesibilidad: ejes de acceso a la ciudad y anillo periférico
- Mejores condiciones medioambientales : la Primavera y los Colomos
- 3 ejes de desarrollo: Carretera Saltillo-Zacatecas, Av. Patria y Periférico, Carretera a Morelia.
Fuente: Cabrales,L / Canosa,E.(2001)
Los éxitos anteriores arrojan dos aspectos fundamentales en la zona en cuestión.
Por una parte, el mercado de mayor nivel socioeconómico deseoso de vivir en la zona.
Por otra, la posibilidad de las inmobiliarias de ofrecer vivienda de más alto costo y
servicios propiciado por la nueva ley de vivienda del año 2000, y las oportunidades
bancarias y crediticias de capital privado y la unión con INFONAVIT ( Cofinavit)
La incorporación de la Zona del norponiente de la ciudad, después de periférico
fue paulatina, con dos hechos que se remarcan en la historia: a partir del año 1988 con
la construcción del Fraccionamiento Valle Real, así como con la finalización y
ampliación del anillo periférico, y más tarde la edificación de pasos a desnivel.
Cuadro 24.
La transformación de la zona, está marcada por dos hechos principales
- Construcción del Fraccionamiento Valle Real
- Ampliación y finalización de anillo periférico, edificación de pasos a desnivel en las intersecciones con Av.
Vallarta y Av. Acueducto.
Fuente: Elaboración propia.
Podemos analizar la región, entonces, desde tres etapas bien definidas: antes de
la incorporación, cuando la zona se componía de sembradíos y una estructura de cierto
perfil socio- urbano, después de la incorporación, con una traza y orden distintos al
anterior, y la tercera etapa que consiste en la adquisición de plusvalía de la zona.
146

Cuadro 25.
Incorporación en tres etapas
1era Etapa: De los sembradíos y poblados
-Estructura y perfil socio urbanos definidos tipo pueblo.
2da Etapa: Incorporación del fraccionamiento Valle Real
De traza y orden distintos al anterior
Construcción de otros fraccionamientos de tipo “interés social” que por su inserción parecen “cerrados”-
3era etapa: Adquisición de plusvalía en la zona
Fuente: Elaboración propia
2.1.1.2 De los sembradíos y poblados a la periferia en cotos.
Se han establecido tres etapas para el análisis de la región de esta investigación. La
primera, se ubica antes de la incorporación a la Zona Metropolitana, cuando el sitio se
componía de sembradíos y una estructura de cierto perfil socio- urbano, y que ahora se
constituyen como una de las partes fundamentales del desarrollo urbano, mediante la
apropiación de ejidos y otras circunstancias analizadas enseguida.
Rescataremos las propuestas que marcan Ayala y Jiménez (2004) respecto a los
tres procesos que, a su juicio, marcan los espacios de la periferia así como a los usos y
usuarios. Los procesos se desarrollan paralelos unos con otros en ciertas épocas, de
acuerdo como fueron sucediendo:
Cuadro 25.
Procesos de transformación del espacio y usos de la periferia, Según Ayala y Jiménez (2004)
1920-1999 Construcción de ejidos mediante la expropiación de haciendas y ranchos
1949-2000 Expropiación de ejidos y tierras indígenas para ser urbanizadas
1993-2004 Programa de certificación de derechos ejidales y titulación de solares urbanos.
Fuente: Ayala,M. /Jiménez, E. (2004)
Los primeros dos procesos, de acuerdo a las autoras, se llevaron a cabo ajenos
al transcurso de desarrollo urbano, pero el tercer proceso de certificación sobre los
derechos ejidales sucedió con el fin de actuar sobre las tierras como respuesta a las
demandas del crecimiento de la ciudad. (Ayala y Jiménez, 2004, pp.1-2)
147

El mercado inmobiliario es uno de los principales generadores de empleos en
la actualidad. La gran producción proviene, en gran parte, de los créditos hipotecarios
otorgados, lo cual admite convertir aun más la vivienda en un producto: productos
exclusivos, cotidianos o masivos. “El crédito se sobreentiende como un derecho del
consumidor, y en el fondo como un derecho económico del ciudadano”. (Baudrillard,
1987, p.177)
El número de familias que de aquí se sostienen va más allá de las actividades
directas involucradas en el proceso. Esto se detalla en el resumen ejecutivo del Informe
de la Oficina del Vocero de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público presentado en
el año 2000, donde en materia económica los resultados presentaron un 7% de
crecimiento en la Industria de la Construcción, con utilización del 80.8% de la
capacidad, con una concentración en la producción de viviendas, escuelas e
instalaciones industriales. (SHCP, Julio 2000).
De acuerdo a los registros del Departamento de Obras Publicas de Zapopan, se
autorizaron aproximadamente 822
fraccionamientos concebidos como “Unidades
privativas”, de las cuales algunas se instituyeron desde el inicio con “régimen de
condominio”, esto desde el año 2002 y hasta septiembre de 2006. Una unidad privativa
se define como “el conjunto de bienes cuyo aprovechamiento y libre disposición
corresponden a un condominio” de acuerdo al Reglamento Estatal de Zonificación.
(Reglamento Estatal de Zonificación, Capítulo I, Artículo 3, inciso LI, octubre 2001,
p.5). Las autorizaciones fueron 260 durante el año 2003, el año 2004 con 237, en el
2005 con 184 y en 2006 llegó hasta 141 en el mes de septiembre.
Cuadro 27.
Registro de autorizaciones de “Unidades Privativas” en Zapopan
2003 260 unidades privativas autorizadas
2004 237 unidades privativas autorizadas
2005 184 unidades privativas autorizadas
2006 141 unidades privativas autorizadas
(Hasta el mes de septiembre 2006)
Fuente: Departamento de Obras Públicas de Zapopan, septiembre 2006.
148

Sin embargo, existen algunos que fueron demandados como “fraccionamientos”,
y han solicitado trámite de convertirse en “unidades privativas”, además de otros
quienes se han tomado las libertades de auto constituirse “privativos” sin la
autorización prudente.
Estos dos últimos suceden pues las viviendas adquieren mayor plusvalía al
formar parte del interior. Como ejemplo, en Residencial Chapalita, dentro del municipio
de Guadalajara, las casas externas (de igual dimensión, distribución y tipo) no
adquirieron plusvalía alguna respecto a las del interior en periodos de seis meses, pues
las primeras no se vendieron, mientras existen pendientes de entrega al interior, y
completamente terminadas sin venta al exterior. Esto resulta en una venta con precio
desfasado: mientras una vivienda en el interior llego a los $2`100,000.00 pesos, una
igual, pero en el exterior inmediato, se ofertó un 15% debajo de dicho precio.
Por otra parte, algunos como “Real Valdepeñas” o “Jardín Real” ubicados al
Norponiente de la ciudad, forman parte de los fraccionamientos Auto constituidos
como “Unidades Privativas”, es decir, que han cerrado vialidades municipales con el fin
de convertir el fraccionamiento en un “coto”, cuyos resultados son la venta de hasta el
20% de las propiedades de esta ruta de libre acceso y la queja constante de vecinos a
quienes se les ofreció un sitio cerrado.
Durante la primera etapa, la región estaba mayormente compuesta por grandes
áreas de sembradíos y maizales, colindantes con algunas colonias correspondientes a
un tipo de población de nivel bajo, de un perfil de tipo pueblerino. La Tuzanía, Sta.
Margarita y San Juan de Ocotán, en los límites del valle de Tesistán , al igual que el
valle de Toluquilla al Sur de la ciudad, fungían como terrenos de cultivo hasta casi
finales de los años setentas. Estos terrenos ejidales, fueron reducidos para la
incorporación urbana con obras de infraestructura, como la Base Aérea Militar, centros
educativos y calles (Ayala y Jiménez 2004; pp.4, 16 y 17); los poblados y colonias se
149

vieron beneficiadas con la prolongación de av. Tesistán, la av. Base Aérea y las
Avenidas “Ingreso a las Cañadas” y Río Blanco, que no existían en su totalidad, o bien
contaban con un solo carril con terracería.
Estos pueblos funcionaban con un modo algo rural: tiendas barriales, bicicletas,
viviendas unifamiliares y multifamiliares de alta densidad, cuyo acceso vial único fue
Av. Laureles, y más tarde, Av. Acueducto; ambas, se mostraban desoladas. Solo tres
rutas de autobuses urbanos se dirigían a la ciudad, por lo que la economía se
desenvolvía mayormente dentro de la misma área. Hasta el año 1988, existían ya
algunas fábricas, como Coca-Cola Company y Jaguar.
La facilidad y pronta conversión de los ejidos en núcleos urbanos, especialmente
en fraccionamientos cerrados, la explica el texto de Cabrales y Canosa sobre el pago por
traspaso de donaciones municipales o donaciones fuera de los terrenos de los
fraccionamientos. En específico, se ilustra el tema del fraccionamiento Valle Real, el
cual financió obras públicas en sitios populares, o Puerta del Sol, que paga en efectivo
los valores correspondientes. Por otra parte, condenan irregularidades cometidas que
han sido posibles debido a encubrimientos e indefinición de limites tanto de organismos
estatales como municipales, por ejemplo, falta de permisos de construcción e incluso de
tramitación administrativa, en el caso del fraccionamiento Jardín Real, o la ocupación
de ejidos 5 en Valle Real (1990). Incluso, en otras zonas de la ciudad, se efectuó el cierre
5 Entre 1949 y 2000 se publicaron en el Diario Oficial de la Federación 48 Expropiaciones, hechas a
veintitrés ejidos de los municipios del área metropolitana De Guadalajara, a favor de catorce
dependencias federales, estatales y Municipales con finalidades muy diversas. Cerca de 1,250 hectáreas
fueron Expropiadas en este periodo. La primera expropiación de la cual tenemos noticia
Se hizo en 1949 cuando se afectaron doce hectáreas del ejido de Zoquipan a favor de la Delegación del
Departamento Agrario en Guadalajara para la creación de la Colonia Agraria. Después se registraron
las dos únicas expropiaciones que se hicieron en la década de 1960, en el municipio de Zapopan, a favor
de la Sedena
Para construir la base aérea y la ciudad militar. Para estas obras se afectaron alrededor de 335
hectáreas.
A pesar de que antes de 1992 la única manera de aprovechar legalmente
150

de caminos públicos, como en el fraccionamiento Hacienda del Oro y la falta de uso de
suelo ,en Club de Golf Santa Anita (2001, pp.111-113). Esta situación continúa en la
zona, aun en el año 2007, con la edificación, por ejemplo, del fraccionamiento “La
Cima” sobre la zona la Forestal del bosque de Nixticuil, para el que se derrumbaron más
de 90 árboles, aun cuando en el Plan de Desarrollo urbano para el ordenamiento
territorial del Valle de Tesistán, donde se establecieron las categorías para protección del
bosque, y que ha sido modificado durante los años 2002 y 2003.(Periódico Publico, 8
abril 2006. Guadalajara)
Por otra parte, el siempre existente artículo constitucional que acepta
excepciones, ha sido bien adoptado por la industria inmobiliaria. Tal es el caso del
artículo 141 del Reglamento Estatal de Zonificación vigente que, dentro de las mínimas
obras de edificación en espacios verdes (jardinería, mobiliario urbano, pavimentos) y en
aquellas dedicadas a la organización y administración vecinal , pueden ser sustituidas
“de forma parcial o total , por el pago del valor comercial que correspondería a la
construcción, a valores de mercado ratificados, cuando fuere necesario, por uno o más
peritos reconocidos y aceptados por el ayuntamiento. Estos recursos se aplicarán en la
construcción de equipamiento urbano o su mejoramiento, en la misma colonia, barrio o
distrito donde se localice el predio.” (Reglamento Estatal de Zonificación, octubre 2001,
capítulo XVI, artículo 141, p.127) No será necesario señalar que en esta entrega,
principalmente mediante el intercambio económico, es utilizado, en muchos de los
casos, sin necesariamente dar un seguimiento de ley al destino de dicho monto
económico, y desolando el sitio del equipamiento necesario.
las tierras ejidales era a través de la expropiación, los ejidos perdieron tierras
antes de ese año por despojos de terceros y sobre todo por ventas ilegales
hechas por los propios ejidatarios.
Ayala y Jiménez, 2004, pp.12 y 13
151

2.1.1.3 La llegada masiva de inmobiliarias y la plusvalía en la zona.
La privatización de los terrenos ejidales comienza a llevarse a cabo a partir del año 1992
tras la modificación del artículo 27 de la constitución, cuando, mediante el programa de
Certificación de Derecho Ejidales y Titulación de Solares Urbanos (Procede), se accede
la desincorporación de terrenos de tipo ejidal. (Ayala y Jiménez 2004, p.15)
Es en el año 1988 cuando la empresa inmobiliaria GIG inicia la construcción y
venta del fraccionamiento privado Valle Real, justo en la unión de av. Periférico y Av.
Acueducto , para la clase alta y , más tarde, el fraccionamiento semi-privado Jardín Real,
en la prolongación de av. Sta. Margarita, de tipo medio alto.
En el año 1999, otras inmobiliarias deciden edificar fraccionamientos abiertos
como “Jardines del Valle” en el antiguo camino a Tesistán, así como Parques del
Centinela en el camino a San Isidro. A la par de estos fraccionamientos de tipo interés
social, se logra la apertura y ampliación de calles y avenidas, con lo que se integra aun
más la zona al resto de la ciudad.
En el año 2000, a pesar de que únicamente 11 de los 50 ejidos habían obtenido
la certificación titular de la Procede, (Ayala y Jiménez 2004, p.16) surgen nuevos
fraccionamientos en el camino a la Base Aérea 6 , que si bien fueron de tipo interés social,
contaron con la cualidad de verse enclavados en centros de manzana. Esto es, que el
ingreso principal no es justo por la av. Base Aérea, pero el acceso se logra mediante una
calle secundaria que llega a esta. Estos fraccionamientos, “Misión del valle”, “Misión
Jardines”, “Rinconadas del aire” entre otros, formaron “privadas” las que, aunque no
6 El camino a la Base Aérea cambia de nombres en ciertos kilómetros: su nombre es Aviación en el tramo comprendido de la
Carretera a Nogales y hasta la Av. 5 de Mayo, donde sigue con el nombre de Camino a la Base Aérea. Este nombre se interrumpe en
el cruce de Paseo San Arturo, que ahora pertenece al cerramiento del Fraccionamiento Valle Real, y cambia a Dr. Figueroa. En Av.
Sta Margarita se derivan dos vertientes donde continua hacia el norte el Camino a la Base Aérea y choca con la misma, y al poniente
el Libramiento a Carretera a la Base Aérea, la que limita con la carretera a Tesistán. Para fines de simplificación de nuestro estudio,
la denominaremos camino a la Base Aérea.
152

cuentan con casetas de ingreso, favorecen el acceso único además del cierre de calles
terciarias interiores. Algunos son fraccionamientos abiertos de uno o dos vías de
acceso, donde las calles perpendicular han sido cerradas por ambos lados con canceles
por los mismos condóminos, en pequeñas privadas de acceso únicamente a los
propietarios de las casas.
El cierre fue benéfico en varios aspectos. Primero, los propietarios de las casas
interiores se han responsabilizado por el cuidado y mantenimiento de la calle, los
jardines y el equipamiento en general. Se notan núcleos limpios y ordenados, donde se
pude convivir fácilmente. No existen canceles o subdivisiones entre las casas, por lo que
se nota una gran diferencia entre las casas del interior y las del exterior, que han sido
descuidadas y se sienten inseguras, además que han roto con la estandarización al haber
agregado canceles y otro tipo de divisiones. En otro de estos fraccionamientos, el
acceso único dio como beneficio el cerramiento completo y la inclusión de una caseta
de vigilancia con control de acceso, para crear así un fraccionamiento completo privado.
2.1.1.4. El cerramiento “accidental” de los fraccionamientos populares en la
Periferia Norponiente de la ZMG:
No es novedad que la zona de estudio este siendo erigida con base en el diseño de ciudad
cerrada. No únicamente los fraccionamientos de lujo anteriores a los años 90
marcaron este rumbo, también muchos de los fraccionamientos posteriores de viviendas
unifamiliares y clase popular, “accidentalmente”, debido a la ubicación, disposición de
algunos elementos urbanos, así como la traza de vialidades propias sin respuesta a un
plan parcial, detonaron en “cerradas” que, indiscutiblemente, otorgaron plusvalía, así
como la oportunidad de continuar con los cerramientos en otros residenciales.
Primeramente, cabe mencionar que las zonas anteriores a la nueva urbanización,
desde los años ´60, armaron un diseño para las clases populares con “cerradas” en la
zona de Santa Margarita e Infonavit la Tuzanía. La calle “Prolongación Santa Fe”, que
153

ecorre de Norte a Sur formo el límite, durante tres décadas, de estos fraccionamientos,
la que limitaba con un predio no urbanizado en su lado poniente. Así, al Oriente se
formaron estas “privadas” que a su vez cierran aun la Av. De las palmeras en su lado
Poniente, lo que da pie a la formación de otras privadas que limitan al oriente con Av.
Ajonjolí , y la siguiente con Av. De los Cerezos hasta llegar al Anillo Periférico. Hacia
el Norte, siempre los ejidos limitantes con El Antiguo Camino a Tesistán, proporcionan
una alternativa similar. Al interior de cada cerrada existen por lo menos 50 viviendas,
todas localizadas alrededor de una gran plazoleta vehicular, calle peatonal o bien en
diversas callecillas, pero con ingreso por una única y muy estrecha vía.
Desde otro cuadrante, tomando el Poniente de la zona, nos encontramos con el
“Camino a la Base Aérea” que mas tarde se convierte en “Prolongación del Camino a la
Base Aérea”. Este corre de Norte a Sur, desde Camino a Tesistán hasta la Carretera a
Nogales. En este cuadrante es donde se encuentra el Fraccionamiento cerrado “Valle
Real” causante igual de cerradas previas a la urbanización, con los límites a Oriente de
Paso a Valle Real, y Av. Sta. Margarita al Norte. Sin embargo, este no es el único y
primer bloqueo extensivo de la zona. Mirando al pasado, encontramos la instalación de
grandes núcleos de fábricas como PEMEX, sobre El camino a la Base Aérea, o el parque
Integral hoy bajo el nombre de Flextronics. Y más aun, en el cruce de Av. Sta Margarita
con “Camino a la Base Aérea” se encuentra el panteón “Recinto de la Paz” de gran
extensión, y un par de kilómetros adelante el final de la calle en la Zona de la Base
Aérea Militar. (Mapa 3)
154

1
PANTEÓN
RECINTO DE LA PAZ
Mapa 3
Recinto de la Paz
2
AV. SANTA MARGARITA
FRACCIONAMIENTO CERRADO
HACIA ANILLO PERIFERICO
VALLE REAL
3
1.Av. Base Aérea, 2. Calles internas del fraccionamiento “Jardín Real” 3. Nuevos fraccionamientos años
2004-2007
Fuente: Elaboración propia
Tras tantas ventajas, un par de décadas atrás, la inmobiliaria GIG promovió la
edificación y venta del fraccionamiento Jardín Real, el cual pretendió ser cerrado, pero
el hecho ha sido impedido ya que su avenida central “Boulevard Jardín Real” es
conexión entre Santa Margarita y Av. Atemajac en el límite Norte del fraccionamiento, y
por lo tanto paso publico al servicio del municipio. Aun así, la inteligente traza al
interior del fraccionamiento hecha con la vía Principal mencionada “Blvd. Jardín Real”
a manera de herradura, permite al interior de esta otros cerramientos que no incluyen
una vía transversal, lo que dificulta el flujo vial y por lo tanto, promueve la traza cerrada.
155

Hacia el poniente, después del fraccionamiento Jardín Real, existe un vacío
urbano (con obras de maquinaria muy reciente, en el año 2008) que marca calles
inconclusas a los fraccionamientos Las Bóvedas y la Hacienda de la Mora. No existe
aún una traza urbana, pero parece que cada propietario cuenta con la libertad de llevar a
cabo su mejor propuesta. Unos metros adelante, hubo un hueco urbano mas, donde se
edifico un centro comercial y junto a él, sobre la Av. Marina Vallarta, se edificaron
nuevos cotos, que aprovecharon el momento. (Mapas 4 y 5)
Ante la conveniencia, los fraccionamientos de los años ´90, constituidos como de
clase popular, y que pudieron ser adquiridos bajo el régimen de INFONAVIT, se
convirtieron en Cerrados involuntarios, pues dados los limitantes a su alrededor, y su
ubicación dentro de los ejidos, cuentan con una vía de acceso en una coordenada y
quizás otra en la coordenada opuesta, pero no es tomado como “paso”, pues debido a la
disposición de los elementos arquitectónicos, no se da la fluidez necesaria.
Como ejemplo, sirve mencionar el fraccionamiento Misión Jardines y Jardines
del Valle, que bien soportan nuestro análisis. El primero en establecerse fue el
Fraccionamiento Jardines del Valle, cuyos límites Norte y Sur son las grandes y
transitadas avenidas de “Antiguo camino a Tesistán” y “Valle de México”. Los únicos
156

Mapa 4
Fraccionamiento Jardín Real
1
FRACCIONAMIENTO CERRADO
JARDIN REAL
Av. Principal del fraccionamiento
Jardín Real
3 2
AV. SANTA MARGARITA
HACIA ANILLO PERIFERICO
1. Cotos privados dentro del fraccionamiento, 2. Vacío urbano, 3. Fraccionamientos Cerrados
2005.
Fuente: Elaboración propia
157

Mapa 5
Unión de cerramientos de Fraccionamientos antiguos con nuevos.
2
1
Nuevos fraccionamientos cerrados
clase media, 2002-2007
5
AV. SANTA MARGARITA
1. Fraccionamientos de los años ´80, causan cerradas por traza urbana, 2.Fraccionamientos
cerrados en vacío urbano, años ´90, 3. Centro Comercial, año 2005.
Fuente: Elaboración propia
158

accesos transversales son las avenidas “Valle de bravo” que choca al Norte con Av.
Acueducto, y “Valle de Tesistán” que se muestra como una continuación desfasada de
la anterior, y llega a “Antiguo camino a Tesistán”. Las vías Valle de los Almendros y
Valle de los Ruiseñores son paralelas a Valle de México, pero no se conectan con esta
última, y fungen como desplazamientos internos; en si, la mayor parte de las calles son,
de alguna manera, concéntricas, impidiendo el flujo vehicular por todos lados, y
suscitando el cerramiento accidental mencionado. (Mapa 6)
Mapa 6
5
ANTIGUO CAMINO A TESISTÁN , Cierra con
Vacío urbano
3
CALLE VALLE DE MÉXICO
CALLE GUADALAJARA,
2
Inconclusa, no se une con Valle de México
1
4
1. Vacío Urbano, 2 y 3. Interior fraccionamiento Jardines del Valle, tipo laberinto, 4. Fraccionamientos
años ´80, 5. Fraccionamientos años ´90.
Fuente: Elaboración propia
159

En cuanto al fraccionamiento Misión Jardines, su ingreso se efectúa sobre la calle
“Privada Atotonilco”, recién pavimentada pues durante más de una década era terracería,
transversal a “Camino a la Base Aérea”. Se encuentra en el corazón de un ejido, que
permitió la traza ortogonal, cuyas calles perimetrales son de doble sentido, y al centro
las viviendas, de manera paralela sobre calles reducidas que no sobrepasan los 6m2, con
50 viviendas cada una. Los residentes efectuaron el cerramiento físico de cada calle,
convirtiéndola en privada. La Calle Guadalajara es circundante y da la vuelta de oriente
a sur, convirtiéndose en Tuxpan la cual llega de nuevo a “Camino a la Base Aérea”.
Mientras la calle “Atotonilco” fluye paralela “Camino a Base aérea”, pero se desconoce
debido a que su ingreso es únicamente por la “Privada Atotonilco” antes descrita. Av.
Guadalajara tiene un ingreso, también recién pavimentado, hacia la Avenida Valle de
México del fraccionamiento Jardines del Valle, sin embargo, el conjunto completo no
invita al flujo interior, por lo que podemos considerar a “Misión Jardines” como cerrado,
aunque sea de manera psicológica, pues carece de caseta de ingreso, vigilancia o
barreras físicas. (Mapa 7)
Mapa 7
AV. BASE AÉREA
Fraccionamiento Misión Jardines
CALLE ATOTONILCO
1
FRACCIONAMIENTO JARDINES DEL VALLE
2
CALLE TEPATITLÁN
3
1 y 2. Fraccionamientos abiertos, incluidos en calles internas, 3. Vacío urbano. Ruptura calle de unión
con fraccionamiento Jardines del Valle.
Fuente: Elaboración propia
160

El mismo esquema lo encontramos en el poniente de nuestra área de estudio.
Como barreras urbanas encontramos el Museo Interactivo “Trompo Mágico” en los
cruces de la calle de Secretaria de Hacienda y Av. Santa Margarita, y justo al frente la
gran extensión de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, junto al Club “Hacienda
Real”. El fraccionamiento “residencial Poniente” que data de los años 70 forma otra
cerrada “involuntaria” al encontrarse en el único terreno habitacional existente en el
cruce mismo, y forma otra cerrada “involuntaria” con la calle “Federalistas Jaliscienses
de 1823” que va de oriente a poniente y cambia de Norte a Sur, que si bien da cabida a
calles aledañas, no genera un paso de tránsito vehicular fluido y entonces se marca el
cerramiento. (Mapa 8)
Mapa 8
Fraccionamiento Residencial Poniente.
FRACCIONAMIENTOS
CERRADOS 2002-2007
AV. SANTA MARGARITA,
FRACCIONAMIENTO ABIERTO
RESIDENCIAL PONIENTE
HACIA ANILLO PERIFÉRICO
1
2
1. Museo Interactivo “Trompo Mágico”, 2. “Club Hacienda Real”
Fuente: Elaboración propia
161

En los bordes siguientes encontramos el Bosque el Centinela y el
Fraccionamiento Las Cañadas, sobre la Av. Camino a San Isidro donde también se
encuentran los fraccionamientos cerrados San Francisco y Bosques de San Isidro,
ocasionando una vez más la tendencia a propuestas urbanas de tipo cerrado. (Mapa 9)
Como se observa, son muchos los elementos urbanos que han originado la continuidad
de cerramientos, lo que aunado a la falta de un plan parcial de la zona, ha sido
aprovechado por la empresa inmobiliaria con el pretexto de seguridad y estilo.
Las casas fueron concebidas como de interés social, con una distribución en
66.22 metros cuadrados y 95 de construcción, en dos pisos, con la posibilidad de añadir
una recámara en un tercer piso, para lo que la estructura está acondicionada. Las
viviendas con esta posibilidad, han sido en su mayoría ampliadas, que dan como
resultante un fraccionamiento de viviendas de mayor dimensión de lo ofertado en algún
momento.
Las viviendas del interior están habitadas, lo que lleva al beneficio de
incremento de plusvalía de manera inmediata. Dada la densidad de población, se
instalaron de manera paulatina diversos servicios y comercios de mayores dimensiones,
importancia y radio de influencia. Hoy día, se encuentran todas las marcas bancarias y
tiendas de autoservicio, y periódicamente, se abren distribuidoras minoristas de víveres y
otros abastecimientos, incluso de la rama de salud y belleza. Las rentas ahora, son más
altas que la de una vivienda común de interés social, pues oscilan entre los $2,900.00 y
los $4,000.00 pesos mensuales. Por otra parte, el valor comercial se incrementó en
enorme escala, pues una vivienda que se adquirió con un costo aproximado de
$289,000.00 pesos en el año 2000, tiene un valor actual de hasta $650,000.00, influido
también por una escasa, pero atractiva, traza urbana en los ejes viales de av. Sta.
Margarita, Av. Central y Prolongación Valle Real. De igual manera, la ocupación de las
162

áreas vacías con fraccionamientos exclusivos y Torres de lujo, principalmente en la
franja comprendida entre av. Patria y Periférico, son indicadores de plusvalía,
máximamente por la directa comunicación por medio de Av. Acueducto y Av. Vallarta.
Cuadro 28.
Beneficios del cierre circunstancial en fraccionamientos como “Misión Jardines”
Los propietarios se han hecho cargo del cuidado y mantenimiento de las calles
Construcción de un tercer piso en el 87% de las viviendas, por lo que ahora hablamos de
fraccionamientos de mayor dimensión
Plusvalía tanto en venta como en renta por el abastecimiento de servicios y comercios, vías rápidas y
relleno de áreas con fraccionamientos de lujo.
Fuente: Elaboración propia
Mapa 9
Fraccionamiento Las Cañadas
FRACCIONAMIENTO CERRADO LAS
CAÑADAS
1
BOSQUE EL CENTINELA
NUEVA URBANIZACIÓN
MIXTA (PRIVADA Y ABIERTA)
2
AV. CAMINO A LAS CAÑADAS, HACIA ANILLO
PERIFÉRICO
1. Fraccionamientos privados años 2001-2007, 2. Fraccionamiento abierto “Parques del Centinela”,
3.Vacío urbano.
Fuente: Elaboración propia
3
163

Los fraccionamientos de más alto nivel también tomaron gran auge comercial;
Jardín Real por ejemplo, donde el costo por metro cuadrado fue de $1,923.07 en 1997,
ha llegado a un valor mínimo de $4,102.56 pesos por metro en la actualidad.
Cuadro 29.
Valor comercial y plusvalía
Fraccionamiento Situación Costo inicial año Costo actual año Clase
Misión Jardines Venta
Metro cuadrado
$3,042.00 2000 $6,842.00 2007 Interés
social
construido
Jardín Real Venta lote metro $1,923.07 1997 $4,102.56 2007 Media alta
cuadrado
Comparativa alquiler
Fraccionamiento Situación Costo
mensual
Año Otra zona Costo
mensual
Misión Jardines Renta vivienda 2 $4,000.00 2007 Tlajomulco $2,300.00
recamaras
Rinconadas del Renta vivienda 2 $3,500.00 2007 Tlaquepaque $2,800.00
aire
recamaras
Fuente: Elaboración propia
Tras la plusvalía, se logró el auge de las compañías constructoras, con la unión
de dos vertientes a un nuevo modelo constructivo: primeramente, el modelo original de
fraccionamiento cerrado exclusivo para la clase alta, con mayor valor comercial pero
poco mercado, basado en grandes lotificaciones, donde el propietario construyera la
vivienda a gusto y necesidad. El segundo modelo tomado de la vivienda de interés
social, donde se venden las construcciones de una misma planta arquitectónica, hechas
en serie, y con los espacios básicos para la vida humana, con reducción de costos tanto
en volumen de material, como en especialización de mano de obra. Así, el nuevo modelo
para personas que pueden construir un mejor patrimonio, pero que, por alguna situación
de índole principalmente económica, prefieren obtener una vivienda construida con
mayores expectativas, pues sus actividades diarias superan esa propuesta; solicitan
mayores dimensiones, mejor calidad de espacios y áreas comunes, y un hábitat con
características sociales de distinto nivel cultural, principalmente.
164

2.1.2 Delimitación del área de estudio
De acuerdo a lo mencionado anteriormente, se muestra enseguida la delimitación del
área de estudio.
El área de auto delimita por sí sola, pues la misma mancha urbana crea límites
específicos de desarrollo que pueden ser divididos con fines de estudio. La zona
Norponiente, vista en un mapa, es un polígono comprendido entre las avenidas Carretera
a Nogales al sur, Anillo periférico al oriente, Base aérea y antiguo camino a Tesistán al
Poniente y Av. Federalismo al norte. Sin embargo, el Norte se ve limitado por un
territorio ejidal, que aun no ha sido urbanizado, desde el anillo Periférico en el cruce
con Av. Manuel Parres Arias y hasta federalismo, por lo que se integra el área del
auditorio Benito Juárez. Por otra parte, la zona de Residencial Villas de Torremolinos y
Colinas del Rey, que corre entre los cruces de av. Tesistán y Periférico, data de la década
de los ´90 y, aunque continua la edificación , no es hasta el año 2007 que se comenzó a
constituir el fraccionamiento cerrado de “La Cima”, que por temporalidad queda fuera
de nuestro estudio . (Mapa 1 y 2)
Los fraccionamientos comprendidos después, sobre la carretera a Tesistán entran
en el tipo INFONAVIT, no tanto por las dimensiones, sino debido a que, por estrategia
de venta, las casas son más grandes pero los precios se adecuan a la obtención por medio
de este crédito.
Aun así, nuestra muestra es suficiente: Solares, Esencia residencial, Residencial
Palma Real, Los Girasoles, Coto las Palomas, Residencial Santa Fe, Quintas de la
soberana, Grupo san Carlos, Real del bosque, Real Valdepeñas, Coto San Carlos,
Residencial Los Robles.
165

Conclusiones del Capítulo II.
Como se explica en este capítulo, la expansión de la mancha urbana (ZMG) a la
periferia, en cualquiera de las coordenadas, acepta una tendencia con ciertas facilidades
de desarrollo, dada la falta de un plan que integre la zona conurbada en los cinco
municipios, así como la gran segregación social, voluntaria en la mayoría de los casos,
bajo la que se rigen todos los habitantes desde hace más de siete décadas.
Se percibe, también, que la directriz se repite al encontrar elementos tanto
orográficos como urbanos, y no sólo en la zona especifica de este estudio, pues sucede
lo mismo en otros puntos de la ciudad, los cuales provocan cerramientos que, al no haber
una estrategia de desarrollo, dan pie a la edificación de cualquier propuesta, sin importar
quien se vea beneficiado.
La “pequeña” muestra de cotos, de la que se hablaba apenas hace algunos años,
se ha convertido ahora en un gran fenómeno, cuya multiplicación se ve impregnada de
aspectos urbanos, políticos y legales, con grandes tintes económicos. Dicha
multiplicación, responde a una situación contemporánea, tal como lo han explicado las
teorías expuestas en el primer Capítulo, que conllevan a asentamientos, en casos
ilegales al encontrarse fuera de norma en su totalidad, pero que atraen tanto a individuos
como a familias, quienes responden a un propio concepto de ciudad. Estos proyectos,
aun cuando se articulan fuera de un orden urbano, y más bien ante un desorden urbano,
han sido aprovechados por los fraccionadores ante los requerimientos de los nuevos
ciudadanos, a quienes valdría preguntar si les ofende ser llamados “clientes”.
Este concepto “propio” de los ciudadanos-consumidores, a palabras de Cabrales
(2002), será tema de los siguientes capítulos, en los que se formula, primero, la
connotación física de lo “propio” y enseguida la simbólica y personal, con el fin de dar
forma y resultado a este estudio.
166

CAPÍTULO III
Dimensión Residencial
En el anterior capítulo, hicimos un breve recorrido de la Zona Metropolitana de
Guadalajara, con un enfoque a detalle del área de estudio. Queda comprendido la
manera en que llegaron distintas inmobiliarias a la zona en cuestión, y bajo que
principios ha sida urbanizada la misma.
Este capítulo, irrumpe en cada uno de los tipos de fraccionamientos cerrados,
desde los creados en los años ´60 hasta el presente. Se exhibe una subdivisión para el
análisis, dividida en tres tipos. Coinciden estos, en ciertos momentos, en la partición
temporal hecha por Ickx (2000, ver Capítulo II) y la propuesta de esta tesis, pero cuyas
etapas, más que fragmentarse, se suman y modifican de acuerdo a las adecuaciones
leídas por la empresa inmobiliaria y a las cuales responden diversos mercados.
Ahora, de acuerdo a cada tipo, se despliegan también varios aspectos en cuanto
a la composición urbana, la administrativa y la organización interior, los cuales, junto a
los análisis sobre el diseño y la tipología, son tema de este capítulo. El último apartado
correspondiente a la estructura física, muestra un desglose detallado sobre la forma y la
función de las viviendas, así como la traza urbana de los fraccionamientos clase
profesionista, con lo que completaremos las aportaciones al estudio de la arquitectura
respecto a la venta de viviendas modelo, y bajo el cual se sustentan, más tarde, los
vínculos con los estilos de vida.
Una vez comprendido el producto de venta, es necesario comprender a las
percepciones y deseos de los individuos, quienes se muestran deseosos de adquirir el
concepto. El presente capítulo, muestra también un esquema ordenado y centrado en los
“estilos de vida” de los habitantes, de donde se derivaran los aspectos cualitativos que
dan respuesta a la hipótesis sugerida.
167

Mientras que en el Capítulo II se explicaron los aspectos legales y físicos con los
que se torna atractiva la zona de estudio, aquí se explicarán, desde el interior de los
habitantes, las pautas de preferencia de esta sobre otras coordenadas de la ciudad, con
base en las dimensiones establecidas en la metodología inicial.
3.1 La organización de los fraccionamientos cerrados.
Los fraccionamientos cerrados actúan como unidades privativas en todos los aspectos
tanto urbanos como sociales. Se encuentran auto regulados por los mismos condóminos
o sociedades externas, quienes administran cuotas mensuales de cada vivienda con las
que se cubren gastos de vigilancia, mantenimiento de áreas comunes, instalaciones
propias del coto (como canceles y plumas de ingreso) y alumbrado público interno.
Esta organización ha sido plasmada en tres puntos concretos por Wonne Ickx
(2002), que se retomarán en esta investigación. Primeramente, Ickx aclara que cada
vivienda tiene un propietario el cual es dueño de la vivienda, sin embargo, comparte las
áreas comunes con el resto de los propietarios de otras viviendas. Las áreas comunes,
como se ha comentado repetidamente, pueden ser terrazas, parques interiores, áreas de
juego, albercas, así como las casetas de ingreso y vigilancia, estacionamientos para
invitados y vialidades, para lo cual se solicita el pago de la cuota mensual. Luego, tras
la compra de la vivienda, se pertenece automáticamente a una asociación vecinal, que se
reúne cada que alguna situación lo requiere, por ejemplo, contratación de
administradores externos, cierres o aperturas de calles, o modificaciones en los
reglamentos o servicios públicos: fechas de recolección de basura, horarios para surtido
de gas entre otros. Las asistencias a las reuniones son obligatorias y legítimas, por lo
que la única manera de dejar de asistir, como comenta Ickx, es con la venta de la
propiedad y salir del fraccionamiento. Por último, existe la mesa directiva, compuesta
por un presidente, un vicepresidente, un tesorero y un representante de manzana o calle,
según se convenga. En ocasiones, se contratan bufetes externos de administración y
asuntos legales, cuyo pago mensual otorga el beneficio principal de actuar como agentes
168

externos y, por tanto, con mayor fuerza para ordenar y sancionar a quien lo merezca.
(Wonne Ickx, 2002; en Cabrales, 2002, pp. 127 y 128)
Cuadro 30.
Organización social de los cotos
1era. Posesión de su propia unidad, compartiendo las áreas comunes.
2da. Miembro automático de la asociación vecinal
3era. Existencia de un comité directivo que administra el fraccionamiento, puede ser interno conformado por los
mismos vecinos, o externo y bajo contrato.
Fuente: Ickx,W. (2002) En Cabrales (2002)
3.2 Estructura Urbana de los Fraccionamientos.
Los fraccionamientos cerrados construidos después del año 2000, responden a varias
características de población, tanto de tipo social como económico. Transforman los
conceptos urbanos bajo los que se rigen y son construidos, así como los elementos
arquitectónicos cuya dependencia de funcionalidad acorde a las dimensiones, dejan poco
lugar a la espontaneidad, aunque muchos, conservan el gusto estético.
Méndez (2006, p.167) describe la nueva arquitectura como un “modernismo
ecléctico”, donde no existe patrón o condicionante alguna par seguir un tipo. El entorno,
los lazos afectivos, culturales y la tradición son olvidados para dar lugar a sitios más
llamativos y funcionales que sugiere el individuo contemporáneo. La arquitectura,
comenta Méndez (2006, p.168) se ve influenciada ahora por los hoteles y centros
americanos, como las Vegas, donde incluso el área verde se acerca a un significado
antes que a la satisfacción de áreas estipuladas de donación para el bienestar del medio
ambiente.
Antes de entrar en detalle, conviene volver sobre el juicio de Chaney (1996,
p.21) sobre las viviendas en fraccionamientos privados, a las cuales denomina
suburbanas, y considera “depresivamente normales, con accesos fáciles y
prometedores”. Con este comienzo, y de acuerdo a los estudios para esta investigación,
169

hemos clasificado estos fraccionamientos en tres tipos de acuerdo al mercado a que
corresponden: los de clase alta, los clase media y los clase baja.
3.2.1 Fraccionamientos cerrados Clase alta
Los fraccionamientos de clase alta son productos ya muy bien definidos, y cuyo éxito
ha sido comprobado durante más de 30 años. En su mayoría, están construidos sobre
grandes extensiones. Las divisiones superan los 400 lotes, con dimensiones de más de
250 metros cuadrados, que a la vez, pueden estar dentro de un sub fraccionamiento
privado de reja propia, con menos de 100 viviendas.
El sistema de venta está basado en terrenos, y es labor del habitante la
construcción y diseño de la vivienda, por lo que es diseñada a gusto y necesidad. De
aquí, la diferencia tan marcada en morfología residencial, aunque todo condominio
cuenta con un reglamento donde se incluye el tipo deseado de vivienda (mexicano,
californiano, rústico) y da pautas a seguir sobre los materiales, vegetación , terminados
y techos recomendables para no romper con el entorno “imaginado”.
Cabe señalar cómo las residencias se construyen en casi toda la extensión con
que se cuenta, con poco espacio a áreas verdes y jardines interiores, mismos que son
remplazados por terrazas o espacios abiertos, pero siempre con alguna construcción, por
ejemplo fuentes o entradas de luz. Cada vivienda cuenta con cochera para más de dos
autos, y un ingreso peatonal independiente compuesto de materiales finos (cantera,
piedra laja o concreto de diseño), el que termina en la puerta principal, también de
diseño y elegida especialmente para el sitio al que pertenece.
En este tipo de fraccionamientos, resulta poco común encontrar “casas modelo”
pues las personas quienes pueden acceder a la adquisición cuentan con el capital
suficiente para diseñar a gusto propio los espacios. Sin embargo, es usual toparnos con
170

esidencias construidas exprofeso para venta, que responden a los gustos y necesidades
del mercado, por lo que el diseño no se aleja del resto.
Para la conservación, se cuenta con sociedades de colonos bien organizadas, las
que garantizan los pagos destinados al cuidado de áreas verdes, limpieza de las áreas
públicas, pago de vigilante, luz y agua generales y otros varios.
La gran extensión del fraccionamiento responde al requerimiento de contar con
un club privado o campo de golf, con todos los servicios tipo hotelería, cuyo
mantenimiento corre a cargo de una acción o membresía adicional a las cuotas de
mantenimiento destinadas al equipamiento. Según la dimensión, podemos ubicar uno,
dos o tres casetas de ingreso, que fluyen hacia las vialidades urbanas de mayor
accesibilidad.
3.2.2 Fraccionamientos cerrados de clase media.
Los fraccionamientos de esta clase se han clasificado en dos tipos, de acuerdo al
origen, y en tres categorías de acuerdo al costo y dimensiones.
De acuerdo al origen:
. Venta por lote
. Venta por casa tipo.
De acuerdo a la categoría:
. Clase profesionista
. Clase ejecutiva.
Las características de los fraccionamientos clase media, en los tipos y categorías
mencionados, son constantes. La lotificación individual es de 90 metros cuadrados (para
clase profesionista) a 140 metros cuadrados (para la clase ejecutiva), aunque se pueden
171

llegar a encontrar algunos, más alejados de la ciudad, hasta de 220 metros cuadrados. El
excedente se toma como una manera de compensar la distancia a la que se ubica del
anillo periférico, y los costos se reducen hasta en un 15% por metro cuadrado. La
ubicación es lo que más otorga valor a este tipo de propiedades, pues es la relación
distancia al anillo periférico-dimensión la que dicta la categoría de pertenencia. Esto
significa que los lotes de clase ejecutiva pueden ser menores pero más cercanos a
periférico, que algunos de clase profesionista baja, más grandes y distantes. Por
ejemplo, mientras el fraccionamiento Misión Capistrano, ubicado sobre la carretera a
Tesistán, vendió casas terminadas de 120m2 a un precio de $483,000.00 pesos, el
fraccionamiento de Grupo San Carlos vende a 1`100,000.00 casas de 140m2 al
ubicarse a menos de 1km de anillo periférico sobre Av. Río Blanco.
Los fraccionamientos de clase media comienzan a definirse recientemente, con
el éxito de la producción en serie de “casas tipo”, tras varios malos intentos de
homogeneizar lo que antes fueron lotificaciones en que los propietarios construían sus
anhelos, comúnmente eclécticos, y un desorden y desintegración visual que distaba
mucho de ser del agrado de todos.
Los fraccionamientos clase media se pueden encontrar en varias dimensiones.
Los hay desde menos de 30 viviendas y aquellos que son una reproducción del
fraccionamiento clase alta, con sub divisiones internas de 100 casas, con segunda caseta
de ingreso, aunque estos no cuentan con club deportivo.
En sí, las categorías responden al sistema de venta, enfocado en la existencia o
no de la casa tipo. Los de clase ejecutiva son aquellos que se venden por lotificación, y
los de clase profesionista los que venden las casas tipo. Los últimos, dan una cierta
formalidad al concepto general, que no podría lograrse, por las reducidas dimensiones, si
cada vivienda se construyera independientemente.
172

El mayor éxito de esta categoría tiene que ver con el crédito ofrecido desde las
inmobiliarias con distintas instituciones bancarias e hipotecarias, las cuales dan apoyo de
acuerdo al costo total de la vivienda construida. Esto permite a las personas escalar por
lo menos un nivel en la escala económica y social, además de obtener algo mejor a un
plazo de 20 años, en lugar de algo más económico, sin préstamo, pero que no satisfaría
sus necesidades sociales y espaciales.
El sistema de venta está basado en un concepto de vida; las residencias son
productos estándar, diseñados para un mercado en particular, por lo que las variantes
tienen que ver con el tipo de vivienda y acabados. Estos fraccionamientos se incluyen
en dos patrones eje: los de estilo contemporáneo y los de estilo tradicional.
El estilo tradicional consta de casas con teja o techos inclinados, balcones y
herrería figurativa en los exteriores, ventanas arqueadas, molduras y puertas de ingreso
clásicas, muy cercano al estilo “Californiano”. Mientras que los de estilo
contemporáneo, son de forma ortogonal, carecen de techos inclinados y tienen ventanas
de gran dimensión. Los diseños de puertas y herrerías son “minimalistas”, es decir, sin
decoración alguna o con escasa decoración, en aluminio o imitación, con predominio
de la madera, el vidrio y el concreto.
El hecho de adquirir una vivienda construida igual o similar a otras, si bien
establece un orden formal, también permite la pronta apropiación y auto
transformación para los residentes; por esto, suelen encontrarse transformaciones
básicas o profundas tanto en el estilo como en los materiales o estructura.
La construcción, dadas las dimensiones tan reducidas, se efectúa sobre gran parte
de la superficie, lo que obliga un jardín interior para ventilación que en ocasiones no
rebasa los 6 metros cuadrados. En otras ocasiones, la vivienda que da sin espacio verde
al verse este sustituido por el patio de servicio.
173

Las viviendas, en cualquier estilo, cuentan con cochera de dos autos, cocina, dos
y medio baños, sala y comedor. Ahora, de acuerdo al precio, más no las dimensiones,
pueden tener tres o cuatro recamaras, patio de servicio y un pequeño distribuidor. Las
viviendas más económicas, omiten la construcción del patio de servicio, pero cuentan
con el espacio para la construcción. De otra manera, aquellas que tienen cuatro
recamaras, reducen de algún modo el área de cocina o sala-comedor, pero el concepto
es el mismo, adaptándose a distintas condiciones de un mismo mercado.
Podemos ubicar solo una caseta de ingreso, la cual a veces fluye hacia una
vialidad urbana de mayor accesibilidad, pero en veces sale a una calle secundaria
dentro de algún otro fraccionamiento. También se encuentran los fraccionamientos
localizados al interior de una parcela, y cuya adaptación ha requerido hacer una calle
propia para el ingreso, que recorrerá hasta 200 metros. (Imagen 1)
Para la conservación, la inmobiliaria que vende también administra el
fraccionamiento hasta la venta del 60% de las casas. Más tarde, se cuenta con
sociedades de administración, que son contratadas exteriormente y que brindan asesoría
administrativa y legal para solución de conflictos, así como de recolectar pagos
destinados al cuidado de áreas verdes, limpieza de las áreas públicas, contratación y
pago de vigilante, luz y agua generales y otros varios. Como parte de la estrategia de
venta y promoción, las inmobiliarias responden a la necesidad de los residentes al contar
con una área común, la cual puede ser casa club, terraza, terraza con alberca o jardín
con juegos infantiles. Los fraccionamientos de este tipo con mayor número de lotes,
tienen esta infraestructura en cada una de las subdivisiones. Estas casas club no cuentan
con los servicios tipo hotelería; solo se incluye el mantenimiento en la cuota mensual, y
es la empresa administradora la que se encarga de asignar recursos a cada rubro.
174

Imagen 1.
Ingreso al fraccionamiento “Esencia Residencial”. Al encontrarse insertado en medio de un terreno
interior, se trazó una calle bardeada de 200 metros de longitud hasta la puerta de entrada.
Fuente: Elaboración Propia
3.2.3 Fraccionamientos cerrados clase baja
Estos son de reciente introducción, sustituyen de alguna manera los núcleos de
condominios multifamiliares que tuvieron auge en los años ´80, cuya repetición fue
prohibida con el fin de que se promueva la vivienda unifamiliar, la cual responde al
anhelo de los individuos de diferenciarse tras adquirir algo de mayor nivel, y las
inmobiliarias de satisfacer dichos fines.
175

Las características son similares a los fraccionamientos clase media, pero los
tamaños de las lotificaciones son de 60 metros cuadrados. La diferencia principal se
muestra en el tipo de oportunidad crediticia, pues estos admiten los puntos y abonos de
INFONAVIT. No cuentan con terrazas o casas club, y están construidos en grandes
dimensiones, por lo que el número de viviendas puede llegar a 30,000, como en el caso
del fraccionamiento Real del Valle, de grupo GIG y Sn. Carlos.
Las viviendas se entregan con terminados económicos, o bien en obra negra, para
que el residente las adecue, siempre con el fin de no rebasar el costo permitido de
$499,000.00 (*Ajuste a INFONAVIT en el año 2006) .Cuentan con cochera para un solo
auto, así como dos o tres recamaras, uno y medio baños, cocineta y sala-comedor. El
espacio trasero entre casas obligado por los reglamentos de construcción, es
acondicionado como patio de servicio donde se encuentra el boiler y el lavadero. Estas
viviendas no admiten mucho diseño, dadas las reducidas dimensiones, por lo que la
ubicación acorde al comprador es lo más relevante para la adquisición.
Estos fraccionamientos cuentan con áreas comunes, que no siempre son terrazas,
sino camellones o centros comerciales completos, donde se otorgan servicios básicos a
donde se puede acudir a pie, pues no todas las familias cuentan con automóvil para
acudir a servicios fuera del condominio.
Algunas de las viviendas también fungen como comercios, donde se instalan
tiendas de abarrotes, papelerías y estéticas, como ejemplo, como aprovechamiento de las
distancias peatonales, aun cuando los reglamentos internos lo prohíben.
176

Cuadro 31.
Los fraccionamientos cerrados después del 2001
Clase alta
. Modelo probado por más de 30 años
. Venta de lotes de más de 250m2
. Diseño y construcción de vivienda por encargo, al gusto del propietario
. Uno o varios ingresos con caseta, incluso sub-ingresos con caseta.
. Existencia de áreas comunes tipo club con servicios de hotelería
. Pago de cuotas de mantenimiento. Membresía en club aparte.
Clase media
. 2 Categorías: clase profesionista y clase ejecutiva.
. Modelo reciente proviene de unión de modelos de interés social y fraccionamientos cerrado clase alta
. Venta de casas tipo de dimensiones de 90m2 hasta los 220m2
. Diseño y construcción de vivienda por inmobiliaria
. Un ingreso con caseta, plumas, canceles, arcos, vigilancia, variable.
. Existencia de áreas comunes tipo terraza sin servicios de hotelería
. Pago de cuotas de mantenimiento.
Clase baja
. Tiene origen en la sustitución de condominios multifamiliares de los años ´80
. Venta de casas tipo, de dimensiones que no superan los 60m2
. Diseño y construcción de vivienda por inmobiliaria
. Un ingreso con caseta, plumas, canceles, arcos, vigilancia, variable.
. Los fraccionamientos pueden alcanzar cifras hasta de 30,000 viviendas, tipo ciudadela.
. Existencia de áreas comunes e incluso centro comercial, tiendas de abarrotes.
. Pago de cuotas de mantenimiento.
Fuente: Elaboración propia
La selección para este estudio son los Fraccionamientos clase media en las dos
categorías, con lo que se abren dos interesantes líneas de investigación, los de clase alta
y los de interés social, datados después del año 2000. La oferta en todos los tipos se ha
incrementado y se muestra, incluso, como una tendencia para una nueva forma de vivir y
relacionarse. Se pretende que este estudio pueda ser tomado como modelo para el
desarrollo de otras exploraciones posteriores.
3.3. Los fraccionamientos clase media: composición urbana y arquitectura.
De acuerdo al Reglamento Estatal de Zonificación vigente, los fraccionamientos de
nuestro estudio corresponden al tipo Habitacional Unifamiliar, con una casa habitación
por familia en lote individual (Reglamento Estatal de Zonificación, capítulo IX, artículo
53, inciso II) y de Densidad Media (H3-U) y Densidad Alta (H4-U).
177

Cuadro 32.
Lineamientos comprendidos en los artículos 59 y 60 del Reglamento Estatal De Zonificación Vigente.
Densidad media
H3-U
Densidad alta
H4-U
Densidad máxima de habitantes por ha 195 290
Densidad máxima de viviendas por ha 39 58
Superficie mínima de lote 140m2 90m2
Frente mínimo 8ml 6ml
C.O.S .7 .8
C.U.S 1.4 1.6
Restricción frontal con % ajardinado 3m lineales, 40% 2m lineales, 30%
Fuente: Reglamento estatal de Zonificación vigente
Con el fin de dar orden a esta descripción, hemos tomado algunos elementos de
arquitectura y urbanismo propuestos en otras exposiciones, aun cuando estas no sean
tratadas para el estudio de estos ejes. Se ha retomado el modelo utilizado por autores
como Tamez Tejeda (2003), Lynch (1970), Borja (1997) y Fernández Guell (1997)
quienes de una u otra manera han descrito áreas urbanas, tanto de manera espacial como
sistémica, y que nos han parecido adecuadas tanto en profundidad como en forma para
este apartado.
3.3.1 Las viviendas.
La forma en estos tipos de vivienda está relacionada con el mayor aprovechamiento
del espacio, tratando de satisfacer el mayor número de necesidades en los pocos metros
con que cuenta la construcción. Las personas que aspiran a comprar estas viviendas
pertenecen a los niveles medios y medios-altos de la población: gerentes, ejecutivos y
profesionistas, por lo que, si bien no cuentan con el ingreso necesario para vivir con el
lujo que desearían, si cuentan con la educación y la convicción requerida para exigir
aquello que buscan como mayor comodidad y calidad de acuerdo a sus necesidades y
aprendizajes.
178

De acuerdo con los aportes teóricos del autor Tamez Tejeda (2003) para el
estudio de los elementos arquitectónicos, plasmados en el Capítulo I de este documento,
se presenta enseguida la descripción de las viviendas del actual estudio.
3.3.1.1 Elementos centrales y espacios interiores
La mayor parte de las viviendas de este tipo, responden frecuentemente a las
dimensiones mínimas, por lo menos en alguno de los espacios interiores y exteriores,
sugeridas en el Reglamento Estatal de Zonificación. De acuerdo al capítulo 213 los
espacios de recamaras, cocina, baños son mínimos en más de un diseño, así como las
estructuras y patios para ventilación e iluminación, lo cual se justifica mediante un buen
diseño y terminados de aspecto “lujoso”, que si bien no aumentan la medida del sitio,
dan un aspecto de mayor amplitud y calidad. (Reglamento Estatal de Zonificación, 2001,
Titulo segundo, Capítulo XI, Artículo 213, 215,216, 217,218 y 220, pp.140-148)
Las casas de este nivel se encuentran construidas en dos plantas donde, por lo
general, se encuentra el área social y servicios en la primera y el área familiar
(habitaciones y baños) en la segunda. Las viviendas están compuestas de salacomedor,
cocina, dos y medio o tres baños completos, tres y hasta cuatro recámaras,
cochera para dos autos, un patio interior y, las más amplias, cuentan también con una
sala de estar familiar.
El aprovechamiento se ve involucrado en la forma de la edificación desde todas
las perspectivas. Predomina dos tipos de plantas sobre otros: la planta abierta, es decir,
sin divisiones o con las divisiones necesarias, y la planta semi-abierta. La planta abierta
predomina sobre la semi-abierta en el estilo de construcción, pues otorga espacios más
amplios y confortables, mayor iluminación y ventilación, aunque poca privacidad. En
este tipo, la planta baja se compone, en todas las ofertas, de un solo espacio sin muros
que alberga la sala-.comedor y cocina, con una ventana corrediza hacia el patio o jardín.
179

La cocina se vuelve, en la mayor parte de los casos, el elemento predominante,
pues la ubicación en el diseño contribuye a que sea en el mobiliario y accesorios
donde se vuelcan las mayores aspiraciones decorativas y de lujo para la familia; este
sitio , al encontrarse expuesto completamente al área social, se convierte en el más
importante, pues aun cuando sala y comedor impliquen también elementos decorativos,
el espacio tan reducido no facilita el acondicionamiento deseado.
El patio también es concebido desde el diseño como un elemento central, pues
forma el límite visual donde termina el espacio construido, con uso funcional de
ventilación e iluminación. Las escaleras se encuentran abiertas y “voladas”, pues
otorgan mayor amplitud, y en algunos casos fungen también como elementos
decorativos dado el material y el cuidado del tratamiento, pues se conciben en ellas
formas imperiales a pequeña escala; esto es con curvas y remates elegantes, además de
ser iluminadas con luz directa de tragaluces o ventanas verticales, que proporcionan
mayor estética al proyecto.
La planta superior en el tipo abierto resulta con espacios reducidos y menor
ventilación, pues se encuentra allí el resto de las habitaciones y los baños, lo que da
como resultado un pequeño distribuidor con poca o nula ventilación, como acceso a las
recámaras de también reducidas dimensiones. El distribuidor es iluminado ya sea por
un tragaluz o por una ventana vertical, generalmente compartido con el cubo de la
escalera. Este, en las casas de mayores dimensiones, cuenta con un espacio para librero,
televisión o área de estar, sin mayores características estéticas.
Las habitaciones son de planta rectangular, con medidas desde los 10 a los
12.5 metros cuadrados y están ubicadas alrededor del distribuidor, lo que proporciona la
insolación y ventilación hacia el patio interior o el exterior de todas ellas. Las ventanas
van a medio muro y de lado a lado, lo que da mayor armonía y amplitud al diseño.
180

El segundo tipo de residencia corresponde a la planta semi-abierta. Esta se
distingue de la abierta, principalmente, por contar con una habitación en la planta baja,
lo que implica la colocación de divisiones en ambos pisos. En este caso, el elemento
central del diseño es la sala-comedor, cuyo límite es el muro de la cocina y de la
recámara. La mayor parte de las ocasiones, la cocina se integra a la sala comedor
mediante un muro abierto donde se encuentra la barra servidora, de allí el tipo semiabierto.
El patio posterior en este modelo, limita únicamente con cocina y recámara, por
lo que no es un elemento central, como sucede en el modelo abierto, sino un elemento
de ventilación para los espacios colindantes.
La planta alta se beneficia con el hecho de bajar una habitación a la planta baja,
pues cuenta con mayor espacio para habitaciones, que pueden llegar hasta los 15 metros
cuadrados, así como con un estar familiar que, si bien también es un distribuidor,
cuenta con la medida necesaria para mayor comodidad, además de otros elementos
necesarios como closet o área de estudio. Las habitaciones, de igual manera, presentan
ventanal en el muro al exterior, por lo que la ventilación es adecuada dada la mayor
dimensión; además, en algunos casos, la habitación principal cuenta incluso con
vestidor.
Es poco frecuente encontrar planta cerrada, es decir, donde cocina, comedor,
sala y habitaciones estén divididas por muros o páneles, pues la vivienda se reduciría a
su mínima expresión, con pequeños espacios incómodos, además de que la iluminación
no siempre resultaría adecuada en todos ellos.
3.3.1.2 Perfiles y cubiertas
Al igual que en el diseño de la planta, podemos encontrar dos tipos de perfil
predominante en las casas modelo: el tradicional (californiano) y el contemporáneo.
181

El estilo tradicional (californiano), encontrado en construcciones efectuadas
antes del año 2004, consta de casas con teja o composición de techos planos con
alguna inclinación, balcones y herrería figurativa o geométrica en los exteriores,
ventanas arqueadas, molduras y puertas de ingreso clásicas. El elemento predominante
siempre es uno de los cuerpos que sobresalen en altura y rematan en el techo
inclinado que da carácter a la vivienda. Los materiales se mezclan entre recubrimientos
aparentes de piedra laja, con enjarre liso o rústico en colores tierra con un ligero aire al
estilo californiano de los fraccionamientos de lujo construidos antes del 2002 en la
ciudad.
3.3.1.3 Proporciones de la casa tradicional
Las casas de este nivel se encuentran construidas en dos plantas. Ambas plantas dan
como resultado una forma horizontal, dado que los frentes de la vivienda varían desde
los 5 hasta los 7 metros. Sin embargo, el tipo de ventanas predominantemente
verticales, junto con la composición arrojada por los cuerpos junto a los balcones, dan
un efecto de verticalidad a cada casa. Los elementos decorativos como barandales, en
forma de figuras geométricas, y los recubrimientos, piedras colocadas la azar, añaden
aun más, verticales a la composición de los perfiles. (Imagen 2)
Los fraccionamientos más recientes pertenecen al estilo contemporáneo. En ellos,
el elemento predominante no está en la vivienda individual, sino en el bloque de
viviendas en conjunto que proporciona horizontalidad y orden a la estructura completa.
Las fachadas son de formas geométricas, cubos líneas y rectángulos, y carecen de
techos inclinados. Se encuentran ventanas de gran dimensión, que abarcan casi todos
los muros frontales, por lo que la transparencia integra la casa a las calles interiores del
182

Imagen 2
Ejemplo de fraccionamiento con casas estilo tradicional californiano.
Predominan los tejado, herrería forjada, colores terracota. Las viviendas se distinguen unas de otras por
la disposición de elementos arquitectónicos en fachadas.
Fuente: Elaboración Propia
fraccionamiento, con un efecto de mayor amplitud. Los diseños de puertas y herrerías
son “minimalistas”, es decir, sin decoración alguna o con escasa decoración, en aluminio
o imitación, lo que implica, por lo general, que estas cuenten con protecciones de diseño
contemporáneo que no rompen con el concepto.
183

Los materiales predominantes son la madera, el vidrio y el concreto, y se
aprecian también recubrimientos decorativos de materiales de moda, como lo son el
granito, la cantera en varios colores, e incluso el ónix. Cabe destacar cómo estos
recubrimientos son trabajados e insertados de manera geométrica ya sea vertical u
horizontalmente en los muros exteriores, con un mayor carácter en los
fraccionamientos que utilizan el mismo recubrimiento para todas las viviendas.
Las cubiertas llevan pendiente hacia delante o hacia atrás con el fin de desalojar
las aguas pluviales, y cuentan con elementos funcionales como pérgolas para desagüe,
hechas de cantera, de las que se encuentran en serie en el mercado, lo que rompe con el
concepto contemporáneo.
3.3.1.4 Proporciones de la casa contemporánea.
El carácter de la vivienda es de tipo horizontal, dadas las dimensiones ocasionadas por
las dos plantas respecto al frente. En estos modelos, la horizontalidad se conserva e
incluso se incrementa mediante el tipo de ventanas que abarcan la fachada casi en su
totalidad, pues las líneas alargan visualmente los límites, así como los materiales en
bloques, ya sea horizontales o verticales, pues la colocación en cuadros también
propician la perpetuidad de la línea horizontal.
Al extenderse la horizontal de una vivienda a otra, se crean conjuntos completos
que dan una mayor perspectiva y carácter al fraccionamiento. (Imagen 3)
184

Imagen 3.
Fraccionamiento tipo Contemporáneo.
Las viviendas en su exterior forman un todo, y predomina el color blanco.
Selección de materiales como cantera y metal plateado en muros, y piedra laja en calles.
Selección de vegetación de diseño, limpia.
Fuente: Elaboración Propia
185

3.3.1.5 Ingreso
El ingreso a la vivienda se presenta directo, es decir, no existe un cubo anterior o
recibidor posterior, solo se encuentra la puerta directa a la sala.
Las cocheras van al frente de la vivienda, y únicamente las que sobrepasan los
130 metros cuadrados poseen un acceso peatonal, sin embargo en el resto es necesario
pasar sobre las cocheras y entre los autos para llegar a la puerta de ingreso. Los más
recientes fraccionamientos no tienen banquetas en las calles del interior; gozan
únicamente de un pequeño camino de menos de 50 cm de ancho.
Las cocheras son justo el espacio para dos automóviles, de manera que no resta
espacio alguno para árboles. El diseño entonces sugiere jardín integrado a la cochera ya
sea alternando huellas de concreto o con el uso de materiales como el adoquín- jardín.
Ambas alternativas no satisfacen el requerimiento de áreas verdes, pues se forman
espacios áridos al colocar los autos sobre el jardín.
3.3.1.6 Patios
Como se comentó anteriormente, las viviendas cuentan con un patio que tiene la doble
función de la creación de un microclima al interior, y de separar una vivienda de la
parte posterior. La construcción, dadas las medidas tan reducidas, están construidas
sobre gran parte de la superficie, por lo que el jardín interior para ventilación en rara
ocasión rebasa los 6 metros cuadrados.
Si bien, en cierto tipo de viviendas, el jardín representa un elemento central en el
diseño pues es el remate visual de la sala comedor desde el ingreso, en otras ocasiones,
este se ve sustituido por el patio pavimentado, tanto de servicio como de recreo. La
vivienda queda entonces sin espacio verde, debido, principalmente, a que en algunos
casos esta área se entrega con tierra, y es decisión del habitante el recubrimiento y
destino.
186

El jardín frontal, es decir la cochera, se encuentra ajardinada con huellas, por lo
que los peatones deben pasar entre estos y sobre el jardín de ingreso, el cual no tiene
vegetación o bien, esta es escasa. Aun así, el jardín permite la propagación correcta de
la luz solar beneficiando un microclima al ingreso de la vivienda.
Ambos jardines carecen de un diseño o detalles decorativos. No se incluyen en el
proyecto cualidades de vegetación alguna ni elementos de decoración.
3.3.1.7 Formación de microclimas
La escasez de árboles en ambos jardines implica la entrada de luz en todo momento, con
espacios insolados al interior, aunque cálidos en las épocas de primavera y verano.
Además, ya que el objetivo principal de las inmobiliarias corresponde al
aprovechamiento del mayor número de lotes, no son consideradas las orientaciones
como puntos de partida; así, las viviendas más afectadas por la carencia de espacios
para árboles y vegetación son las orientadas al norponiente en cualquiera de los
extremos.
3.3.1.8 Materiales
El aspecto de los materiales tiene que ver con la reducción de costos y
optimización de los tiempos de construcción. El material más utilizado es el ladrillo de
adobe con lozas de concreto y recubrimientos estándar de venta en el mercado de la
construcción.
Las viviendas se desplantan por bloques de aproximadamente 10 a 20 casas por
momento, y en serie. Es decir, se realizan primero todas las limpias y trazos de los
terrenos a fincar, para más tarde, proseguir con cimentaciones desplantes. Así, el
contrato de plumas para el colado del concreto se agenda de acuerdo a los tiempos
requeridos, con el fin de minimizar el costo de error y producción. Se comprende
187

entonces el nulo uso de materiales regionales. Sin embargo, estos son caracterizados
con recubrimientos aparentes de piedra laja, granito o cantera o incluso imitación de
los mismos, pero no es más que una facha para la seducción visual.
3.3.1.9 Utilidad, comodidad, perpetuidad y belleza
El objetivo de los arquitectos e inmobiliarias es lograr la mayor rentabilidad posible. La
calidad, es la justa requerida en una vivienda de este nivel y con el grado necesario de
belleza para lograr la venta. Las garantías de calidad y durabilidad son de un año a partir
de la fecha de entrega de la vivienda, y es la comodidad el rubro mas sacrificado de los
cuatro.
Los sistemas constructivos empleados son los comúnmente utilizados en las
construcciones actuales: acero y colado de concreto, con tabique divisor en muros, que
se lleva a cabo por etapas de aproximadamente 20 viviendas, dependiendo del número
de lotes totales y la estrategia de venta. Respecto a las instalaciones, estas no son de
lujo en ninguno de los casos. Se utiliza aun la tubería hidráulica de cobre de menor
diámetro, así como el alambre de cobre más ligero para las instalaciones eléctricas;
estas últimas, además, cuentan únicamente con las salidas indispensables, que no
soportarán, en ningún caso, el ritmo de vida contemporáneo, donde la mayoría de los
artículos son eléctricos.
Las viviendas se entregan con bomba de agua, y boiler de gas, pero carecen de
sistemas hidroneumáticos; estos últimos, además, no podrán ser instalados a menos de
que la tubería sea cambiada por otra de mayor resistencia, debido a que el diámetro de
la instalación no resiste la propulsión con la que fluye el agua. En algunos casos se
encontró la existencia de aljibes de 1 ó 2 m3 de capacidad, pero no es una regla.
Cabe mencionar que algunas empresas inmobiliarias, como Grupo Trazo
Inmobiliaria, no colocan firme de concreto para la instalación del piso inferior, es decir,
188

que las lajas de vitro piso o cualquier otro recubrimiento, son instaladas directamente
sobre el suelo de terreno, y en otros casos, los muros divisorios son compartidos.
3.3.2 Traza urbana
Los fraccionamientos de este tipo respetan la traza ortogonal, adaptándose en el
momento en que el terreno requiera algún cambio, pero siempre con el requerimiento de
lograr el mayor número de lotes para vivienda individual.
Las vialidades primarias, cuando existen, tiene dimensiones reducidas, pues
circula un solo auto a la vez en cada sentido. Se encuentran pavimentadas o adoquinadas
sin camellón, y están flanqueadas por las cocheras de las casas tipo que no siempre
cuentan con banquetas. Cuando existen, son sumamente estrechas y sin vegetación
alguna. De igual manera, es común encontrar los fraccionamientos donde solo uno de
los flancos posee banqueta y el otro no.
Las vialidades secundarias, en la mayoría de estos fraccionamientos, no alcanzan
los 6 metros de ancho, por lo que no es posible la doble circulación ni el
estacionamiento fuera de las cocheras. No cuentan con banquetas por lo que tanto
peatones como coches comparten el espacio. (Imagen 4)
Se ubica una sola caseta de ingreso, la cual a veces fluye hacia una vialidad
urbana de mayor accesibilidad, pero en veces sale a una calle urbana secundaria dentro
de algún otro fraccionamiento. También se encuentran los fraccionamientos
localizados al interior de una parcela, y cuya adaptación ha requerido hacer una calle
propia para el ingreso, que recorrerá 200 metros.
La “plaza” o área común está formada por una terraza, techada o no, de
dimensiones variables de acuerdo al tamaño y número de viviendas dentro del
fraccionamiento, y tiene un módulo de baños que satisfacen la necesidad del evento
189

que allí se realice. Tiene área verde con jardín, y /o alberca para los residentes, además
de área o áreas de juegos infantiles. Esta, responde, en todos los casos, a la clave EV-V
correspondiente a “Espacios verdes, abiertos y recreativos vecinales” del Reglamento
Imagen 4.
Aéreas públicas de fraccionamiento privado de tipo “Contemporáneo”.
Predomina color blanco, sin banquetas ni muros divisorios entre viviendas. Las calles tienen 6m de
ancho, por lo que no se permite la doble circulación.
Fuente: Elaboración Propia
Estatal de Zonificación (Capítulo XV, artículo 121) cuyo uso predominante es la
plazoleta, jardín vecinal y juegos infantiles.
190

En estos espacios, se desarrollan diversas actividades: por las tardes es patio de
juegos para los niños habitantes, ya que las casas no proporcionan un lugar semejante.
En fines de semana es común la realización de fiestas o eventos de índole familiar de
alguno de los residentes, para lo que se contratan toldos y mobiliario, para aprovechar
el área de manera “privada”.
Esta terraza siempre se ubica en la vía principal de alguno de los accesos, y se
divisa desde la mayor cantidad de viviendas. Así, al ingresar, siempre se pasa por esa
área “común –privada” para relajación y deleite de los condóminos.
Junto a la zona de terraza, y en otras a veces en exterior del fraccionamiento, se
encuentran los estacionamientos de visitas, de acuerdo a las leyes y reglamentos
proporcionados por el Estado de Jalisco.
3.4 Generalidades de fraccionamientos elegidos como muestra.
De acuerdo al modelo establecido en la Metodología, los fraccionamientos privados
muestra deben contar con ciertas características, para lograr un acotamiento y mayor
homogeneidad con el fin de obtener resultados más confiables.
De esta manera, los cotos elegidos para esta investigación son aquellos pensados
para la denominada clase media y media alta, construidos y promovidos después del año
2001 y hasta el año 2006, donde los residentes son matrimonios jóvenes, profesionistas
con cargos ejecutivos o gerenciales, la mayoría asalariados (motivo con el cual son
mejores sujetos de crédito para vivienda con apoyos gubernamentales) y en ellos aparece
con mayor frecuencia el concepto de “cliente” y la aceptación al consumo cotidiano con
valor simbólico.
Los montos estimados para el gasto en vivienda de esta clase fluctúan entre
$860,000.00 pesos hasta $1,819,868.64 pesos de acuerdo a la población dentro del rango
191

3 al 5 de salarios mínimos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares,
INEGI 1992-2004, y a lo establecido con base en la “Política de vivienda” del Plan
Nacional de Desarrollo 2001-2006, de acuerdo al Esquema de Crédito SHF con apoyo
INFONAVIT.
Para este estudio, se ha delimitado la zona inmediata a la periferia Norponiente
de la Ciudad, en el polígono formado por las avenidas: Carretera a Nogales (o Av.
Vallarta) al sur, Camino a la Base Aérea al poniente, Antiguo camino a Tesistán al Norte
y Periférico Manuel Gómez Morín. Las dimensiones de las viviendas serán de 90 a 140
metros cuadrados, con tres o cuatro recámaras y de dos y medio a tres baños, en
fraccionamientos cerrados de más de 35 casas, con equipamiento mínimos de terraza y
área común, alberca y juegos infantiles opcionales, caseta o casetas de vigilancia al
ingreso.
Se elegirán habitantes de fraccionamientos representativos (después de
análisis exploratorio) de acuerdo al costo y tamaño de vivienda:
1. 90 m 2 mínima con costo de $860,000.00 a $1´350,000.00 de pesos
2. 100 m 2 mínima con costo hasta de 1´860,000.00 pesos
un
Dadas las anteriores características, no resulta radical elegir determinados
fraccionamientos para estudio, puesto que todos los del rango cumplirán con los
elementos determinados. Sin embargo, al ser este un estudio de tipo cualitativo y con
base en los estilos de vida, y al ser estos explicados mayormente por parte de las teorías
de consumo, se buscaron aquellos cuyos discursos de venta se rijan por esta línea, tanto
verbal como publicitariamente. Aquellos que cumplieron con el objetivo preciso se
describen enseguida.
192

3.4.1 Esencia Residencial.
Generalidades del fraccionamiento.
El Fraccionamiento Esencia Residencial es promovido por el grupo “Espacio
Interior Arquitectura”. Se localiza en Av. Aviación, casi frente al ingreso poniente del
Fraccionamiento Valle Real. El ingreso no es propiamente sobre la avenida, sino en el
corazón de un terreno sin urbanizar, para lo que se ha debido trazar una angosta calle de
doble sentido de aproximadamente 200 metros de longitud, flanqueada por bardas que
limitan con la Fábrica de Coca-cola Company en el lado poniente, y con un ejido en el
lado oriente.
Existen 36 residencias de 140m2. Cuentan con dos plantas de estilo
contemporáneo, con cochera para dos autos, 3 recámaras, dos baños y cuyo precio
hasta el día 6 de mayo del año 2006 fue de 1´749,000.00 pesos. Los terminados son de
calidad media, con Vitro piso en planta baja y laminado en la alta, ventanería de
aluminio, y se entregan con cocina integral y muebles de baño de diseño.
Representativa de la planta abierta, con un jardín interior de 5m2 como centralidad, que
ilumina y ventila ambas plantas.
El exterior de las viviendas es distinto en cuanto a la disposición de los
elementos arquitectónicos, lo que da variedad al sitio; el color blanco en muros, es
detallado con otro terminado en cantera, cuyo color cambia de una vivienda a otra: gris
oscuro, gris claro o beige, en distintas dimensiones y con diversas colocaciones.
Las casas están situadas a los lados de una misma calle interior, en cuyo
ingreso único, cerrado por un portón común, se encuentra la caseta de vigilancia y la
terraza, con área de lectura y alberca. La calle es de piedra laja, lo que reafirma el
concepto y la estética del interior, sin banquetas para acceso a las viviendas.
193

Cercanía a puntos específicos.
Av. Vallarta: 3 Km al poniente por la Av. Base aérea
Periférico: 2 kilómetros al sur, por Av. Acueducto.
Av. Prolongación Acueducto: 0.5 Km. Al oriente.
Universidades. Tec de Monterrey 5 km
Universidad Cuauhtemoc 3 km.
Colegios.
Colegio Cumbres 1.5km
Colegio Alpes y Colegio Liceo del Valle en AV. Acueducto. 3km
Centros comerciales. Pequeños centros vecinales 1km
Centros comerciales a más de 5.5km
Iglesias
Dentro del fraccionamiento Valle Real (privada)
Templo de San Juan de Ocotán, 1.5km
Santa margarita 2 km
El discurso publicitario como muestra:
Este fraccionamiento, se eligió debido a la estrategia específica de venta, publicidad y
discurso publicitario.
194

Herramientas:
Banners. Colocados en postes a lo largo de las avenidas más representativas de la zona
(Aviación, Av. Acueducto prolongación, Paseo Valle Real) con fotografía de la
residencia
Folletería. Los trípticos entregados son de buena calidad en papel e impresión, a color.
Se aprecian las siguientes leyendas:
“Simple perfección”
“Invierte en un casa en zona Real. Alta plusvalía”
“Cercanía con: Universidades y colegios. Centro comerciales. Farmacias, Oxxo, Iglesia”
“Vías de acceso: Av. Vallarta, Sta. Margarita, Prol. Acueducto, Periférico.”
“Exclusividad: solo 36 casas, seguridad las 24 horas, 2 cocheras, 3 recamaras, Walk in closet, sala
comedor, family room, cuarto de servicio, closet de blancos, piso laminado de madera, jardín, terraza,
alberca, interphone, instalaciones ocultas, cerca electrificada”
Discurso de venta utilizado por los agentes:
“Este fraccionamiento es para los hijos de Valle Real.” Ruth, Vendendora en el sitio.
“Hemos tenido mucho éxito. Las casas se han vendido muy pronto.” Francisco. Vendedor en el sitio.
“… viven (en el fraccionamiento) estudiantes solos, en dos casas. Pero son muy tranquilos. Estudian en el
Tec.” Francisco. Vendedor.
(Imagen 5)
195

Imagen 5.
Caseta de ingreso con vigilante
. Fraccionamiento “Esencia Residencial”
Fuente: Elaboración propia.
3.4.2 Residencial Quintas de la Soberana.
Generalidades del fraccionamiento.
El Fraccionamiento Residencial Quintas de la Soberana es promovido por el
grupo “Trazo Inmobiliaria”. Se localiza en la calle Privada Marina Vallarta, a 200 m de
el cruce con Av. Sta. Margarita. Limita al Oriente con un Centro Comercial y al
196

Poniente y Sur con dos Fraccionamientos privados de menor nivel socioeconómico.
(Las Palomas Residencial y Fraccionamiento las Flores)
Existen 200 residencias de 90 m2. Cuentan con dos plantas; las edificadas en
una primera etapa, durante el año 2004 son de estilo californiano y el resto
contemporáneo. Todas con cochera para dos autos, 3 recámaras, dos baños y medio, y
cuyo precio hasta el día 6 de mayo del año 2006 fue de 873,000.00 pesos. Los
terminados son de calidad media, con Vitro piso en planta baja y laminado en la alta,
ventanería de aluminio delgado, muebles de baño básicos, y la cocina de diseño con
costo adicional. Representativas de la planta abierta, con un jardín interior de 6m2
como centralidad, que ilumina y ventila ambas plantas, pero sin patio de servicio.
El exterior de las viviendas es idéntico en cuanto a la disposición de los
elementos arquitectónicos, con algunas variedades en ventanas, y terminados
decorativos, tales como recubrimientos de piedra, cantera o mármol. Predomina el color
blanco en muros, pero se eligen los muros laterales con otros colores sin respuesta a
algún sentido estético o de coordinación.
El fraccionamiento tiene traza ortogonal, con una terraza para eventos y juegos
infantiles a lo largo del lado Oriente, en colindancia con el centro comercial, de donde
brotan 4 calles perpendiculares, sobre las cuales están situadas las viviendas. Cuenta
con un único ingreso, cerrado por plumas y con caseta de vigilancia. Las calles son de
pavimento asfáltico, sin banquetas para el acceso a las viviendas
Cercanía a puntos específicos.
Av. Vallarta: 1km a la Av. Base aérea
Periférico: 1 km al sur, por Av. Sta. Margarita.
Carretera a Tesistán : 0.5 Km. Al Poniente
197

Universidades. Tec de Monterrey 1 km
Universidad Cuauhtémoc 4 km.
Colegios.
Colegio Cumbres 0.5km
Colegio Alpes y Colegio Liceo del Valle en AV. Acueducto. 2km
Centros comerciales. Pequeños centros vecinales .5km
Centros comerciales a más de 5.5km
Iglesias.
Dentro del fraccionamiento Valle Real (privada)
Templo de San Juan de Ocotán, 2.5km
Santa margarita .5km
El discurso publicitario como muestra
Este fraccionamiento, se eligió debido a la estrategia específica de venta, publicidad y
discurso publicitario.
Herramientas:
Banners. Colocados en postes a lo largo de las avenidas más representativas de la zona
(Sta. Margarita ) con fotografía de la residencia
Folletería. El folleto es de calidad de papel e impresión media, a color. Se aprecian las
siguientes leyendas:
“¿Te gustaría tener TU CASA NUEVA… en la mejor zona?
“A 2 minutos de Puerta de Hierro y Valle Real”
“3 recámaras, terminados de lujo, piso laminado de madera, muros independientes, instalaciones ocultas
(luz, TV., Internet, Cable), diseño vanguardista, cochera 2 autos, coto privado, ingreso controlado, casa
club, la mejor seguridad, ubicación y plusvalía”
198

“Llévate totalmente GRATISTV 29” Sony”
Discurso de venta utilizado por los agentes:
“Estamos a tres cuadras de Valle Real” Francisco, Vendedor en el sitio.
“Lo que nos han comprado son profesionistas. Los de la casas de aquí enfrente son doctores, dos
dentistas. Otro trabaja en HP (Hewllet Packard)” Francisco. Vendedor en el sitio.
“Si la apartas hoy (la vivienda) te regalo la cocina y los closets, sin costo extra” Juan Magaña, Gerente de
Ventas, en el sitio.
3.5 Los habitantes
Este capítulo es resultado de 2 años de observación, entrevistas y convivencia con los
habitantes de los fraccionamientos, por lo que toda la información es original y
autentica, cargada de atributos únicos, lejos de los prejuicios y filosofías existentes, con
el fin de lograr una caracterización trascendental para futuras propuestas.
La cantidad de habitantes observados fue de 199, distribuidos en 30 cuestionarios
piloto, 125 entrevistas a profundidad, y el resto en observaciones y convivencias dentro
de las aéreas de terraza y vialidades de los fraccionamientos. (Acorde con las
consideraciones expuestas en la Metodología de este estudio).
3.5.1 Proyectos de vida y orígenes
Según explican autores como Baudrillard (1987), Featherstone (2000) o Bourdieu (1991)
teóricamente, los cotos se encuentran poblados por sectores pertenecientes a la clase
media, mientras al basarnos en cifras estadísticas de instituciones como el INEGI, es
un sector específico de clase media alta. En esta redacción, explicaremos la
composición vivencial de los habitantes en los fraccionamientos, y no tanto de cómo se
integra la sociedad en una estructura de tipo jerárquica según la clase social a la que se
pertenece, aunque muchos de los modos y tiempos de comportamiento responden, claro
está, a la conformación social a la que pertenecen.
199

Como introducción, se recuerda que dentro del Capítulo I, la clase en cuestión se definió
como una cultura lúdica, que goza de experimentar la diversidad, compartiendo
frívolamente valores, conocimientos y gustos basados en afectos superfluos, con una
gran necesidad de diferenciarse (Featherstone, 2000, p.187), y de donde se deriva el
interés de construir un estilo de vida propio basado en la distinción en todos los ámbitos.
(Bordieu,1991, pp.67-83). En México, se rescata el aporte de Dennos (2005, p. 38) quien
específicamente la refiere como “… la población de hogares cuyo jefe de familia desempeña
un trabajo no rutinario , no manual, con ingresos que les permiten vivir sin apuros por arriba
del promedio popular. Más precisamente, pienso en profesionales independientes y
asalariados, gerentes, profesores, técnicos, burócratas, comerciantes y administradores”
Conociendo esto, se explican los habitantes de los fraccionamientos muestra a
partir de cuatro pautas de comportamiento las cuales se apoyan en las dimensiones
elegidas para el estudio (ocupacional, residencial y de ocio). Las pautas definidas son:
. Elección residencial tradicional- emocional
. Profesionistas de alto nivel
. Movilidad como construcción de un patrimonio
. Proxémica como refuerzo a la estructura social
3.5.2. Elecciones residenciales
Los fraccionamientos de esta investigación son habitados por personas con una forma
de elección tradicional con rasgos emocionales marcados. La elección tradicional se
explica como la continuidad de residir en la misma vivienda por años, o por lo menos
dentro de un área reducida sin cambio de residencia frecuente. (No más de dos
viviendas en un periodo largo). Tras la formación de colonias en el mismo cuadrante
cuya jerarquía residencial es similar, aunque no siempre las dimensiones de las
lotificaciones, los cambios de residencia permanecen con esta lógica.
200

Los escasos cambios de residencia se entienden al estar cargados de
motivaciones emocionales de índole familiar, cuando familiar no solo determina un
núcleo humano, sino también la confianza que otorga el reconocer y dominar un sitio
desde varios ángulos físicos y de movimiento. Eventos tales como la unión en
matrimonio o cambio de empleo no han sido motivos suficientes para dejar el lugar
residencial de siempre.
La situación en los fraccionamientos privados determinada por una nueva
residencia y zona residencial se explica a través de un evento constante, en el que las 3
cuartas partes de los habitantes coinciden: la oportunidad, antes difícil, de obtener un
crédito hipotecario para la adquisición de una residencia propia, aun cuando sea una
zona fuera del contexto acostumbrado.
El cambio de zona residencial sugiere, podríamos suponer, una reintegración
absoluta en cuestiones sociales, económicas y de movilidad. El núcleo de familiaridad
se deja, las relaciones sociales y centros de abasto y consumo deben ser sustituidos por
otros cercanos, además de obligados tiempos de traslado para llegar a los centros
laborales y educativos a los que se pertenecía con anterioridad al movimiento.
Si bien las muestras elegidas aun no otorgan un dato estadístico sobre el tiempo
de residencia, es interesante saber que tres cuartas partes de los habitantes admiten que,
de ser posible, efectuarán un cambio de residencia en un periodo menor a 8 años, y cabe
destacar que al final de esta investigación, aproximadamente un 2% de las residencias
se encontraban en venta. (Esto ocurre en los fraccionamientos de mayores extensiones,
donde el promedio es de 4 residencias en venta de cada 200, sin importar el tiempo de
ocupación de las mismas. Respecto a esto, se encontró que un 25% de las viviendas en
venta no han sido ocupadas, lo cual lleva a pensar que fueron adquiridas como inversión.
Por otra parte, el menor tiempo de ocupación que encontramos en una residencia en
venta fue de 3 años y 8 meses).
201

Los momentos de adquisición y ocupación de los fraccionamientos coinciden
con un único momento histórico nacional: la apertura de créditos para este preciso
segmento poblacional. No se determina una tendencia del tiempo de residencia en el
lugar previo, pues los tiempos varían de acuerdo a elementos tales como la edad, el
estado civil y familiar precedente de cada uno de los habitantes, sin embargo, el
alojamiento en la nueva residencia no es mayor a cuatro años en la totalidad de los
casos.
Esta situación refuerza las teorías de elección de productos, donde una de las
principales características es, precisamente, el encontrar dicho producto disponible al
consumidor. En sí, existe una correlación directa entre la oportunidad crediticia, la
disponibilidad de la vivienda al gusto del comprador acompañada de una estrategia de
promoción o venta, y la ocupación de la nueva residencia. La cuestión de acertar tres
factores necesarios, aun cuando no resulta sorpresivo, lo es, pues, en el caso de muchos
de los actores de mayor edad con determinada estabilidad familiar, no había sido posible
la adquisición por la falta de uno de los tres elementos mencionados; como primera
experiencia existían residencias pero no la oportunidad crediticia, o bien, se abrieron las
oportunidades crediticias pero la situación de las residencias existentes no concordaban
con las expectativas de dichos actores; como tercera discrepancia, se encontró con
adquisiciones anteriores de viviendas con oportunidades crediticias (establecidas de
distinta manera) pero que no se ocuparon por no cumplir con las condiciones necesarias
para ser habitadas por los compradores. En pocos casos, aun con las tres condiciones,
los fraccionamientos no se vieron respaldados por una estrategia de promoción o venta,
por lo que los posibles compradores no se enteraron de dicha existencia y por lo tanto no
se llevó a cabo la elección, a pesar, incluso, de contar con mejor ubicación y mayor
calidad en construcción, terminados y conjunto.
202

Fuente: Elaboración propia
Cuadro 33.
Condiciones para que se lleve a cabo la venta y ocupación de los fraccionamientos
Oportunidad crediticia
Disponibilidad residencial acorde a los habitantes
Estrategia de promoción y venta
La preferencia por permanecer en cierta zona también se explica con relación a
un modo de vida de tradición. Las tres cuartas partes de la población en cuestión,
proviene de la zona norte de la ciudad, con una fuerte tendencia sobre el norponiente
mayor que los límites nororiente o norte central. Los tiempos de residencia en estas
zonas son, en la generalidad de los casos, mayores a 8 años, y de estos, muchos llegan
a más de 25 años; en el caso de las parejas uno o dos de los cónyuges se encuentra en
esta cifra.
La vida, su modo y estilo, están incluidos en esta zona, los centros de
consumo y vida social están inmersos entre avenidas determinadas, y no siempre la vida
laboral o educativa. Aquí, se comprende la necesidad de permanecer en el sitio, o por
lo menos, emigrar a un lugar lo más cercano posible, que facilite el acceso a dichos
espacios de seguridad individual.
Otra cuarta parte de los pobladores provienen de otra parte de la República, y la
elección está completamente relacionada con el centro laboral o educativo al que se
pertenece; las distancias y accesibilidad al trabajo o escuela son determinantes para la
elección del fraccionamiento. Se busca el menor tiempo de traslado para la realización
de las actividades.
Cuadro 34.
Proveniencia de los habitantes antes de moverse a la zona.
Colonias al Norte de la ZMG 71,42%
De los cuales
Norponiente
75%
Norte central
25%
Colonias al Sur de la ZMG 21,42%
Fuera de la Ciudad 7,14%
Fuente: Elaboración propia
203

Desde un enfoque particular de cada habitante, la elección del fraccionamiento
puede comprenderse desde dos dimensiones de acuerdo a la interpretación de las
respuestas: la social, basándonos en el estudio del estilo de vida, y la económica, como
elemento tangible de apoyo.
Económicamente, el movimiento, no obstante sea en el área periférica, concreta
la eliminación del pago de una renta cuyo monto es sustituido por el abono para la
adquisición del nuevo bien, además de incremento de pago por traslados que son bien
justificados tras la primera causa. En ningún caso el nuevo bien se trata de un lote para
la construcción, pues esto no implicaría la sustitución de la renta, sino compartir la
misma o incluso, un doble esfuerzo para pago de renta y compra de lote, para lo cual no
se dispone de los recursos económicos y/o motivacionales.
Socialmente, los fraccionamientos de esta zona tienen un significado emotivo, y
es la única ubicación en la que se vive acorde al mundo conocido, sin la explicación de
una vivienda que representa un ahorro, al no “ tirar el dinero” con el pago de la renta, y
el poder de adecuarla de acuerdo a sus necesidades. Tanto el ahorro como la
adaptación de la vivienda son un significado de estabilidad, marcada por la tradición con
que siempre se ha vivido, pues se construye con esto un refugio familiar firme con las
condiciones necesarias, en el cual se puede residir permanentemente si así se deseara, y
con lo que cada uno de los individuos quienes conforman el hogar pueden contar. Se
logra una seguridad no únicamente física, sino también psicológica y placentera.
La proposición de “seguridad emocional” anteriormente referida, se explica
mucho mejor al conocer algunas implicaciones que no siempre sostienen las cuestiones
de estabilidad solicitadas, sobretodo en el ámbito legal sobre el que se conforman los
fraccionamientos en cuestión. Un ejemplo reiterado, es el escenario de cerramiento
improvisado de varios de estos cotos, que no han sido instaurados legalmente como
tales, debido a que una o varias vialidades deben (o deberían) ser abiertas a todo público;
204

sin embargo, estas son privatizadas por los mismos condóminos, y se aprovecha alguna
condición o elemento particular como lo recóndito del lugar o la construcción de la
misma por los fraccionadores, y anticipándose al uso cotidiano de las personas de fuera
pues “la costumbre se hace ley”. Incluso, cuando esta nueva realidad desemboca en el
cambio de domicilio del coto (pues el real se muestra bloqueado por bardas o
viviendas) el cual no se lleva a cabo legalmente. En este aspecto, las viviendas son
inexistentes.
Personalmente, el significado social de la compra de estas viviendas también
trasciende, pues se refiere a hogares con una constitución familiar o individual
completamente independiente; es decir, todos los hogares son unifamiliares o
individuales, exponiendo nula tendencia al hogar plurifamiliar.
3.5.3. Tipos de habitantes.
Los datos arrojados en las entrevistas y cuestionarios dictan que los pobladores y
compradores de estos fraccionamientos privados cuentan, la mayoría, con un grado
profesional, y son aquellos quienes han efectuado la compra y se encargan del pago de
la cuota hipotecaria correspondiente.
Desde el rubro de las edades, se ubican tres rangos bien definidos. Un rango
que pertenece a los hijos de las familias nucleares, que abarca de los recién nacidos hasta
los 22 años; un segundo rango cuyas edades fluctúan de los 28 hasta los 41 años, y el
resto, formado por una minoría de más de 45 años.
Estos rangos, han sido seleccionados como indicadores de un ciclo productivo
que tiene relación también con el nivel educativo. De esta manera, ubicamos al segundo
rango como mayoría, en el que se encuentran parejas conyugales y solteros, propietarios
de las residencias; en cuanto a los solteros, todos cuentan con un grado profesional y un
70% con una maestría, y el 3% de los mismos cuentan o aspiran a un nivel doctoral.
205

Respecto a las parejas conyugales, existe un 82% donde ambos integrantes tienen una
profesión, y en el 38% de los casos, alguno de los dos cuentan también con un grado de
maestría, doctorado o especialización. Existe una pequeña muestra dedicada al
comercio, un 9% de los no profesionistas, así como un 10% de las parejas conyugales
con grado profesional donde uno de los dos se dedica además al comercio. Tenemos
entonces que solo en pocos hogares encontramos un integrante en este rango sin un nivel
de estudios superior al bachillerato, generalmente la mujer, quien se dedica de lleno al
hogar.
El tercer rango, está comprendido por jubilados o comerciantes, todos en
situación de unión conyugal y donde solo el hombre cuenta con un grado profesional.
Cuadro 35.
Rangos de edad predominantes entre los habitantes como
Indicadores de ciclo productivo
1er rango
Recién nacidos a 22 años
Conformado por los hijos de los matrimonios.
2do rango
28 a 41 años
Conformado por matrimonios y solteros, propietarios de las residencias
Matrimonios: 82% ambos con profesión y 9% comerciantes
Solteros: todos con grado profesional y un 73% con grado mayor
3er rango
45 años y más
Minoría en los fraccionamientos. Matrimonios
Jubilados, comerciantes, solo los hombres cuentan con grado profesional.
Fuente: Elaboración propia
En cuanto a la composición de los hogares, también arrojan situaciones
características que permiten separarse en grupos demográficos; matrimonios con hijos,
matrimonios sin hijos, solteros sin hijos y hogares de segunda residencia; estos últimos
que por su tamaño no se justifica un estudio especial: soltero con hijos, hijos solos,
padres que viven con hijos, entre otros. La ocupación promedio es de 2,66 habitantes
206

por vivienda, y el promedio de hijos entre quienes los tienen son de 1.67 por familia
integrada.
Fuente: Elaboración propia
Cuadro 36.
Composición de los habitantes en las viviendas
Ocupación promedio 2,66 habitantes por vivienda
Promedio de hijos 1,67 por familia
Matrimonios sin hijos 28,57%
Matrimonios con hijos 57,14%
Solteros y otros 10,71%
Con la interpretación del tipo de grupos demográficos y los rangos de edad, se
deduce que la ocupación de los fraccionamientos de este tipo responden a un conflicto y
la solución de bienestar con la familia nuclear de origen: tanto solteros como
matrimonios con o sin hijos son adultos y deciden separarse, por lo que no se promueve
la creación de familias extendidas.
3.5.4 Movilidad residencial.
En el transcurso de este texto, hemos dilucidado la característica de no movilidad o
movilidad limitada a una única zona entre los habitantes. Los dos anteriores puntos,
encierran los aspectos emotivo-económicos y educativos de los fraccionamientos. En el
presente punto, se pretende demostrar como la aceptación del cambio de espacio fuera
de la zona, es una unión de ambos componentes dado el logro que juntos otorgan a la
construcción de un patrimonio personal.
De acuerdo con lo expuesto en el Marco Teórico de este estudio, Castells (2006)
explica el exilio hacia sitios residenciales de tipo campirano a partir de una plusvalía
basada en la facilidad de unirse por medio de vías rápidas y diversas tecnologías de la
información (Castells, 2006, pp.33-35), situación que fue abordada tiempo atrás, incluso,
por los autores Remy y Voyé (1976, pp. 41-44), quienes explican cómo el correcto
207

desempeño de la nueva forma de ciudad, se ve favorecida por los sistemas de transporte
y de comunicación, que actúan tanto de forma colectiva como en el área individual; esto
da pie a una especialización tanto en los espacios como en las actividades que pretenden
interconectarse entre sí, y causan, a su vez, posiciones categóricas y complementarias
que dependen, en todo momento, de las necesidades que cubren y la periodicidad con
que se utilizan. En ambos casos, notamos la importancia que la movilidad representa
para el individuo contemporáneo. Ahora, se presentan algunas propuesta que esta
investigación ha logrado sobre la movilidad en estos lugares.
Formulando datos acerca de las ocupaciones, se encontraron diversos tipos de
directrices laborales que responden a los rangos demográficos establecidos en el punto
anterior. Estas directrices laborales, se encuentran primordialmente en el segundo rango
demográfico, el cual dividiremos en dos subgrupos para su estudio, y es el conformado
por matrimonios jóvenes y solteros profesionistas.
El subgrupo de matrimonios jóvenes responde igualmente a dos vertientes bien
establecidas. Primero aquellos donde ambos se encuentran insertados en la vida laboral,
y segundo, en los que solo uno de los dos trabaja; se toma, para este estudio, el concepto
de trabajo o vida laboral únicamente aquel que genera ingresos y que permite por lo
tanto cambios o toma de decisiones en el consumo y el estilo de vida. Prudente es
mencionar, antes de la explicación, que en el 98% de los casos cuentan con un crédito
hipotecario mayor al 50% del costo de la vivienda, lo que implica un pago mínimo
mensual de $8,000.00 pesos.
Los matrimonios jóvenes donde ambos trabajan, coinciden en momentos
dictados por un marcado afán compensatorio de la apreciación del esfuerzo realizado.
Estas parejas tienen, en su mayoría, menos de 5 años de matrimonio y no tienen hijos, o
bien, tienen un hijo pequeño menor de dos años. La edad de los padres rebasa los 29
años. Ambos aportan ingresos para gastos del hogar y personales, y en ellos se denota
208

cierta holgura para el pago de las cuotas hipotecarias o de mantenimiento, pues no hacen
mención alguna de sacrificio por este concepto. Cuentan, además, con dos autos
familiares y de años recientes, y especifican haberse movido de residencia pues las
rentas superaban los $4,000.00 pesos (en algunos casos este concepto llegó a los
$8,000.00 mensuales). Todas las rentas, fueron en colonias residenciales, (Providencia,
La Estancia, Monraz) y justifican el cambio de zona debido al patrimonio que forman
para vivir a su modo. Aun cuando consideran las casas de ahora pequeñas, estas se
acomodan bien debido al reducido número de integrantes de la familia. Al tomarlo
como un patrimonio, estas personas han hecho cambios para mayor comodidad o
menor trabajo de hogar: se añadieron recámaras de servicio, mejoraron los terminados
en cocinas o muros, cambiaron pisos por algunos mas lucidores, se incluyó carpintería
fina o implementaron instalaciones eléctricas, sanitarias o calentadores solares como
ejemplo, todo con el solo fin de adecuar el hogar a su gusto.
Los solteros profesionistas tienen características muy similares al grupo de
matrimonios jóvenes donde ambos trabajan, pues efectúan cambios en la vivienda por
los mismos motivos y tampoco se preocupan por los gastos fijos mensuales o
hipotecarios. Anteriormente, este tipo de personas buscaban departamentos en zonas
conocidas, pues eran el recurso que se adaptaba a las necesidades económicas y
espaciales; sin embargo, ahora mencionan la necesidad de obtener un patrimonio real y
“suyo nada más”, refiriéndose al valor otorgado al suelo individual sobre el suelo
compartido en condóminos verticales.
Por otra parte, el grupo de matrimonios donde solo uno de ellos (el hombre) se
encuentra insertado en la vida laboral, están marcados por un afán de emulación, que
revela mucho esfuerzo para ser alcanzado. Estos matrimonios tienen más de cuatro años
de matrimonio y hasta tres hijos en algunos casos. La edad de los padres rebasa los 32
años pero únicamente el hombre aporta ingresos económicos. Cuentan con uno o dos
autos familiares de años recientes y se han movido por dos motivos principales: la
209

eliminación del pago de renta y porque donde rentaban ya no se acomodaba a las
necesidades (algunos mencionan el espacio, la economía o la ubicación). Sus discursos
revelan, en algún momento, los sacrificios que el pago de hipoteca implica y son los
principales oponentes al pago de cuotas de mantenimiento, las cuales consideran altas.
En general, este grupo ha realizado cambios mínimos en las viviendas, enfocándose en
las áreas verdes antes que en otro tipo de comodidades o necesidades. Entre los cambios
apreciados, se encuentran el sembrado de plantas de ornato finas (cipreses, bambúes) o
la eliminación de una parte del jardín por considerarlo de costoso mantenimiento, pero,
a diferencia del primer grupo, estos han colocado terminados económicos, como
cemento, sin tomar en cuenta la lógica estética del fraccionamiento. Este grupo,
considera que el sacrificio implicado en todas estas cuestiones, además de la distancia,
se justifica también por el patrimonio que con esfuerzo podrán construir a lo largo de su
vida. Las mujeres de estos hogares señalan no salir casi de casa, salvo algunos días a
compras de víveres y a la escuela por los hijos. (Imagen 6)
Dentro del estudio de matrimonios donde ambos trabajan, se inserta un sector
particular incluido sobretodo en los fraccionamientos de viviendas de más de
$1`500,000.00 pesos. Se trata de parejas con empleos similares al resto pero cuya
situación económica, dada la edad y cargos que ocupan, no es coincidente con los
montos requeridos para el enganche y pago de estas viviendas, por lo que se comprende
que han gozado de un recurso externo al hogar , donde los padres de alguno de ambos ha
otorgado un préstamo o realizado el pago de anticipos, con el fin de sostener un nivel
similar con el que se contaba en la vivienda familiar, y dar la opción a construir el
patrimonio deseado para los hijos. Estas viviendas, muestran una mezcla de ambos
grupos, pues aun cuando todo coincide con el primer subgrupo, no han realizado
mejora alguna por no contar con los recursos suficientes para hacerlo, pero aun así se
denota holgura para los gastos de la vida cotidiana.
210

En cuanto a los pagos hipotecarios, la relación general muestra que 4 de cada 30
hogares el monto adeudado es menor del 50% del valor de la vivienda, y solo uno de
cada 30 afirma haber pagado al contado o haber liquidado la deuda; el resto adeudan
más de la mitad del valor de la vivienda y, la mayoría, solo han aportado el enganche
mínimo para la adquisición. Por otra parte, absolutamente todos los pobladores
coinciden en que las jornadas laborales superan las 48 horas semanales por lo que el
tiempo libre es mínimo. (Refiriéndonos al grupo insertado activamente en la vida
laboral).
Imagen 6.
Materialización en un patrón aspiracional.
Selección de vegetación: Bambúes, patas de elefante, piedras. Todo de mayor escala respecto a las
dimensiones de la vivienda. Su colocación delimita el espacio.
Fuente: Elaboración propia
211

Dentro del tercer rango demográfico, existe una situación de parejas de mayor
edad, jubilados, que cuentan con viviendas propias en otra zona de la ciudad, con lo
que la adquisición de la residencia en el fraccionamiento privado, resulta una ampliación
del patrimonio. La razón principal de adquisición, es la cercanía con los hijos quienes
pertenecen a alguno de los grupos anteriores. También en este grupo, se encuentran
parejas de más de 45 años con hijos mayores de 17 años, quienes consideran la compra
en el fraccionamiento como primer patrimonio o bien, como el segundo pero mejor que
el anterior. En ambos casos, el cambio de residencia implica un futuro más relajado para
toda la familia, aunque lejos de la zona en la que construyeron en un pasado su hogar,
hasta por veinte años.
Con relación al número de personas insertadas activamente en la vida
económica contra las no insertadas activamente en la vida económica la relación es del
53.7%. Esto es, que de cada 80 personas 43 generan ingresos. Esta situación, coloca al
sector en cuestión en una esfera privilegiada en cuanto a futuro y consumo, pues, por las
características de hogares con pocos miembros y hogares de un solo miembro activo, los
recursos pueden multiplicarse.
De esta cifra, se deriva entonces que 39,8% son solo consumidores, pero
también preocupados por la construcción de un patrimonio, mientras que un grupo de
personas jubiladas reciben ingresos de pensión, mas no se encuentran insertadas en la
vida económica. También existen algunos habitantes de segundas residencias,
principalmente jóvenes universitarios, quienes reciben ayuda económica de los padres.
Cuadro 37.
Personas insertadas en la vida económica activa
Personas insertadas en la vida económica activa 53,7%
Consumidores pero no generadores de ingresos 41%
Consumen y reciben ingresos, pero no están insertados en vida económica activa 6,5%
Fuente: Elaboración propia
212

Los rumbos de anterior residencia pertenecen a colonias residenciales de buen
concepto social, dotadas de comodidades de vida y consumo como avenidas ajardinadas,
banquetas amplias, centros comerciales, restaurantes y servicios varios, además de
encontrarse dentro de la periferia; las implicaciones que trae consigo la construcción de
un patrimonio con el cambio de residencia consisten principalmente en el desarrollo de
habilidades de adaptación las cuales no habían requerido antes, y tienen distintos fines
según los recursos de adquisición del capital económico y característica del antiguo
hogar. Estas habilidades serán explicadas más adelante, en el capitulo V.
Cabe mencionar que las situaciones de adaptación quizás se encuentren en
muchos otros ejemplos de compra y cambio de vivienda fuera de los fraccionamientos
residenciales, pues toda movilización implica una adaptación incluso cuando esta se
lleva en una misma zona residencial, pero esta puede tener muchas variantes además de
diversidad de decisiones y motivos. No obstante, los rasgos de los habitantes de estos
fraccionamientos se ven con este par de tendencias, definidas sin dar pie a otro tipo de
formas de adaptación, lo que indica que las bardas de los cotos tienen una limitante más
que física, al encerrar personas con formas similares con objetivos patrimoniales.
3.5.5 Proxémica como refuerzo a la estructura social.
La comprensión de la percepción de las distancias es otro eje con el que se pueden
trazar referencias concretas dentro de los fraccionamientos residenciales. El significado
del espacio puede plantearse conforme a cuatro modalidades:
I. Inversión-ubicación. Cuya percepción se basa en la plusvalía que representa
la Zona, remarcado por las vías de acceso y la directa comunicación con los
lugares de origen previo, antes que por el aumento de montos económicos a
través de los años futuros.
213

II.
III.
IV.
Espacio-superación. La posesión del espacio y la organización se percibe
como parte de un sacrificio seductor, aun cuando represente grandes
limitantes de distancia, tiempo y encierro, y se recurre a los sitios cercanos
para las actividades de la vida cotidiana.
Ubicación-familia unida. Donde el espacio adquiere valor al tener cerca a los
miembros de la familia, con el fin de convivencia frecuente.
Ubicación-economía. Principalmente desde el punto de vista de personas
foráneas, para quienes la distancia al centro de trabajo es lo más trascendente
para la selección.
Al analizar las tres modalidades, se aprecia como el concepto de cercanía tiene
connotaciones distintas. En las modalidades espacio-superación, ubicación-familia
unida y ubicación-economía, se habla de una distancia menor a medio kilómetro, con un
tiempo de recorrido de no más de 15 minutos. En cambio, en la primera modalidad de
inversión-ubicación, lo cercano está relacionado con las vías rápidas que llevan
directamente a las zonas conocidas, aceptando como cercanos aun los tiempos de
recorrido de hasta 30 minutos.
Ahora, el significado de estas distancias se conceptualiza a partir de grupos
sociales de referencia y los lugares de reunión y consumo acostumbrados. Así, la
distancia para llegar pronto con los amigos, familiares o centros de consumo y
educación cobran importancia en la decisión, mientras que los sitios laborales no son
referencia absoluta, aun cuando sean recorridos diarios a realizar. (Excepto la cuarta
modalidad ubicación-economía, donde la selección del rumbo respecto al centro de
trabajo, resulta el primer elemento en la toma de decisión). El 84% de los trabajadores
tienen tiempos de traslado de más de 15 minutos de los cuales el 60% superan los 25
minutos. Solo el 12% de los entrevistados aceptaron la ventaja de tener un trabajo a
menos de 10 minutos de su hogar, principalmente son las personas en la modalidad de
ubicación-economía.
214

Las modalidades de espacio-superación y ubicación-inversión forman el 75% de
la muestra obtenida, que es donde se aprecian las diferencias extremas en significados
proxémicos. Mientras que las personas pertenecientes a la modalidad ubicacióninversión
aceptan estar en casa por las noches los siete días de la semana, aquellas en
situación espacio-superación comentan no salir de casa mas que los fines de semana, y
los días requeridos de trabajo o escuela. Sin embargo, los tiempos de recorrido en
ambas modalidades son una constante, pues los dos grupos aun frecuentan los mismos
lugares anteriores al movimiento, con la diferencia de que los primeros se trasladan
diariamente con un espacio de vida ajena al espacio de la nueva residencia, y los
segundos tienen una vida dentro de la residencia y ajena al espacio exterior, efectuando
traslados únicamente los fines de semana, por lo que en ocasiones hacen uso de los
servicios ubicados en un radio menor a los 500m del fraccionamiento. Casi ninguna
persona de la modalidad espacio-superación aceptó utilizar algún servicio cercano al
coto, salvo alguna situación de emergencia. Estas personas, coinciden en no salir del
coto a menos que sea en auto, y con “vidrios cerrados y aire acondicionado”. Así, se
trasladan a otros sitios de la ciudad, sin siquiera notar los espacios que se recorren
diariamente, situación que provoca la pérdida de significado de los espacios inmediatos
al exterior del coto.
Las personas en las otras dos modalidades son quienes más han dejado los
espacios anteriores y han echado mano de los lugares aledaños. Estos, admiten utilizar
los servicios localizados en un diámetro incluyente al fraccionamiento, con traslados en
auto o a pie.
215

Cuadro 38.
Los recorridos de acuerdo a la modalidad por significado
Modalidad
Tiempos de recorrido a sitios de interés
Inversión-ubicación
10 minutos a vías rápidas
Hasta 1 hora al centro laboral
30 minutos a la vida social 75% de la muestra
Espacio-superación
30 minutos al centro laboral
15 a 20 minutos al centro escolar
Falta de vida social o implicada en el recorrido
laboral
Ubicación –familia unida 5 A 10 minutos a vida social
10,71% de la muestra
Falta de vida laboral
Ubicación-economía
5 a 10 minutos al centro laboral
Vida social externa a la ciudad
14,53% de la
muestra
Fuente: Elaboración propia
Conclusiones del Capítulo III.
Los fraccionamientos existentes en este momento en la Zona Metropolitana de
Guadalajara, responden a determinadas características de mercado, que si bien están
íntimamente relacionados con cuestiones económicas, el corte social y simbólico resulta
detonante en su éxito.
En este capítulo, se comprueba que las elecciones residenciales han sido
marcadas por pautas muy definidas, las cuales conforman proyectos personales o
familiares basados en los individuos y las pretensiones de vida; éstas no siempre
responden únicamente a la creación de un patrimonio, pues se ha apreciado que existen,
además, ciertas condiciones para que se lleve a cabo también la ocupación de las
viviendas.
La situación económica, es cierto, rige la primera intención de compra; sin
embargo, la elección de una vivienda para ser habitada se refiere a la disponibilidad de
la misma acorde a los requerimientos de los individuos. Es decir, podrán existir sitios
con gran interés de mercado, pero que no serán ocupados por los compradores, mientras
que otros, tienen esta última tarea como objetivo primordial. Así, se desarrollan
ejemplos claros de fraccionamientos vendidos en su totalidad, pero con porcentajes
216

mínimos de ocupación, contrario a los ubicados en la zona de esta muestra, donde las
acciones de compra y habitabilidad se llevan a cabo casi inmediatamente.
La fuerza emotiva ejercida por el origen residencial previo al fraccionamiento, o
aquel en el que se desarrollaron los individuos gran parte de su vida, se marcan como
puntos estratégicos para la decisión de cambio, reforzada, ampliamente, por la
eliminación de pago de renta, la cual se muestra repetitiva en la toma de decisiones de
todos los habitantes; ambas vertientes, se encuentran por encima, incluso, de los
aspectos legales y de calidad ofrecida el fraccionamiento elegido.
Dividir los fraccionamientos en tipos socio-económicos, ha permitido una
reflexión más profunda sobre aspectos físicos y estructurales de los mismos, donde
elementos como la venta por lote o por vivienda tipo se manifiestan en cuestiones
psicológicas y de igualdad ante los mismos habitantes. Los factores de mercado
presentan estas vertientes: mientras unas permiten el “traje a la medida”, otras se
respaldan en la producción en serie, con el fin de satisfacer a la mayor cantidad de
compradores, y en lograr la mayor rentabilidad para la casa inmobiliaria.
En los fraccionamientos de este estudio, como se aprecia a lo largo del capítulo,
la expresión arquitectónica no resulta innovadora ni propositiva, pues se basa en la
reducción de costos, el rendimiento del producto y la estética del espacio de manera
comercial; es decir, que llega a ser más importante la vistosidad de los espacios que la
arquitectura por sí sola. Por otra parte, la inexistencia de una legislación que promueva
las garantías de la vivienda y de los sistemas constructivos podría ocasionar en un futuro
cercano, cantidad de inconformidades y abusos, donde el más perjudicado es el cliente,
una vez que las inmobiliarias han recibido el pago; mientras que los habitantes, además
de la deuda hipotecaria, deberán gastar en adecuaciones en cuanto a instalaciones más
cómodas, en los casos más positivos, pero que podrían llegar al límite en otras
situaciones no consideradas durante la compra debido a la calidad de los sistemas
217

constructivos, particularmente. Recordemos, antes que nada, que estos sitios se
muestran como una oferta atractiva para los ciudadanos, puesto que la entrega es casi
siempre inmediata y, como cualquier producto de consumo, no se debe de esperar al
resultado para comprobar si es lo deseado o no, por lo menos aquello que puede valorar
un ciudadano común.
Además del trasfondo social que se analiza en siguientes capítulos, estos
fraccionamientos tienen (o deberían tener) a la vez una responsabilidad ambiental y
urbana, dados los pocos metros de áreas verdes que permiten las reducidas dimensiones,
a la formación de microclimas que estas conllevan, y entre las que se deberían de
ejecutar futuros proyectos. Definitivamente, las cuestiones de legislación y
medioambientales bajo las que se edifican estos modelos no son, siquiera, las
indispensables, por lo que se deben tomar medidas que no sólo beneficien a la industria,
sino también a los ciudadanos quienes adquieren los sitios de buena fe, y al beneficio (o
menor perjuicio) para la metrópoli que les alberga.
Como se comprueba, en materia legal, urbana, arquitectónica y medioambiental,
se encuentra todavía un gran retraso que la sociedad, en general, acepta, ya sea por
desconocimiento o comodidad, al tiempo que los organismos públicos y privados
ignoran y aprovechan sin ver un futuro comunitario.
218

CAPÍTULO IV
Dimensión Ocupacional.
La representatividad de los deseos sobre los aspectos físicos y estructurales, depende de
dos vertientes principales: la existencia de ingresos acordes a los anhelos, y la
disponibilidad temporal para llevarlos a cabo. Ambas vertientes, tienen origen en
diversas situaciones de índole laboral u ocupacional, las cuales indican, con precisión,
hacia dónde van y cuáles son las expectativas de los individuos en estudio.
En sí, los habitantes se manejan conforme a algunas estructuras de interés
encontradas, de las cuales ninguna es representativa, o por lo menos no en todos los
aspectos, de la ciudad tradicional; es decir, que no siempre se rige conforme a la ciudad
del pasado. Por esto, a lo largo del capítulo, se intenta rescatar y verificar si dichas
estructuras responden acorde a las teorías sobre el individuo contemporáneo o no. Se
determina también, una categorización de los habitantes, algunas de las cuales resultan
sorprendentes y que no han sido una respuesta precisa al discurso de venta, mientras
que otras se adecuan, en su totalidad, al concepto promovido por las empresas
inmobiliarias.
Los temas sobre el tiempo libre, se han estipulado de acuerdo a cómo los
individuos hacen uso del mismo, y los ejes rectores para la distribución de dichos
momentos. Se exhiben distintos patrones de organización, que son reflejo del número
de esferas sociales con que convive cada persona, íntimamente relacionadas con el
entorno laboral u ocupacional y con los proyectos de vida, ya sean grupales o
personales. A su vez, este último eje, arroja aspectos de percepción del ámbito laboral
y generador de ingresos, lo cual determina la situación valorativa y de compromiso,
según los intereses encontrados en las diferentes viviendas.
219

4.1 Generación de ingresos: una representación del estilo de vida
Los estilos de vida, si bien abarcan los ejes mencionados, serán estudiados
principalmente desde la vida social y tiempo libre de los habitantes, tomando la vida
social como parte del tiempo libre, y este, como las horas en que los habitantes no
tienen alguna labor obligatoria y/o que genere ingreso necesario para el bienestar
familiar. Estos tiempos van desde las mañanas o tardes, antes y después del trabajo,
hasta los fines de semana. Esto, debido a que son los momentos en que las personas
pueden o no hacerse cargo del hogar, con modificaciones o abandonos en el mismo, y
es en estos tiempos, cuando se toman las decisiones para generar cambios en la
infraestructura del fraccionamiento, de acuerdo a sus intereses principales.
Si bien nuestro estudio pretende estudiar la predisposición a conservar un estilo
de vida promovido junto con una vivienda y el contexto cerrado, es necesario definir
algunos aspectos como las actividades habituales de los habitantes y el tiempo bajo el
cual se podrá perseguir o modificar el estilo de vida, así como los gastos o inversiones
dentro de la residencia con el fin de adaptación.
4.1.1 Representatividad de los estilos de vida.
El concepto de estilo de vida ha sido vagamente definido desde diversos enfoques de
estudio: antropológico, administrativo, económico y social entre otros. Entre tantos,
podemos comprender que se refiere a un estado perceptivo que el individuo tiene sobre
sí mismo y los ideales, cuyas motivaciones son causa del desempeño de ciertas
actividades y comportamientos. Las ideas, son llevadas a la tangibilización mediante
objetos y fisonomías particulares comunes a un grupo de similar enfoque.
El abordaje del tema en esta investigación, se refiere a una manera de
comportamiento de tipo interactiva y transformadora de un contexto, y procura dar
220

espuesta a las actividades primordiales que derivan en la modificación o transformación
de un lugar adquirido, de acuerdo a necesidades que el estilo determina.
Es prudente mencionar que los principales aportes al tema de estilo de vida se
derivan de las teorías del consumo, sin embargo, este no es un estudio neto sobre
consumo, ya que no se adentra en cuestiones como el tipo de productos o servicios
utilizados para todas las actividades, usos de tarjetas de crédito o porcentajes de gasto
mensual. El interés está directamente relacionado con el consumo de tipo inmobiliario;
es un análisis condicional sobre los gustos y preferencias que dictan la adquisición y las
pretensiones y adecuaciones urbanas o arquitectónicas que se ven implicadas con el fin
de soportar dicho estilo, creado y promovido previamente por la empresa constructora
y vendedora.
Para ello, es necesario estudiar las prácticas habituales, pues de aquí se deduce el
tiempo en que dicha situación puede ser llevada a cabo. De hecho, tampoco se estudian
cada una de las prácticas habituales como tales, sino solo las explicaciones cuando estas
son realizadas para el fin del estudio. Así, las rutinas cotidianas no se exponen conforme
a la duración, continuidad o tiempo de llevarse a cabo, sino como una forma de
seguridad que todo rito automatizado otorga tras un amplio conocimiento y repetición.
De hecho, las entrevistas sobre las actividades diarias han sido únicamente una guía
para conformar un discurso que detone en significados e imaginarios construidos acerca
del contexto de los habitantes. Por otra parte, si se deseara conocer a fondo cada
práctica se habría tenido que incluir un apartado independiente sobre sitios, ocupaciones
y períodos precisos de los tiempos laborales, de ocio y de consumo, antes que el estilo
de vida en materia.
El estudio del estilo de vida, como se ha comentado, se considera desde razones
de consumo; es decir, se analiza el fenómeno de significados de objetos adquiridos,
generalmente de lujo, y las interpretaciones sociales que sobre estos se tienen. Por otra
221

parte, los estudios sobre cotos de lujo, llevados a cabo por Méndez y Wonne (2001),
entre otros, admiten que el estilo de vida se crea concretamente en muros y estructuras
arquitectónicas y urbanas, las cuales dictan el uso y, por lo tanto, los usuarios. De este
modo, ambos aspectos cuentan con indicadores cuyos elementos principales se centran
en las experiencias y el placer al vivenciar lo obtenido. En esta investigación, se toman
objetos en otro nivel en la escala, pues se trata de productos inmobiliarios que no
representan lujo, sino una necesidad de vivienda común en ciudades como la presente;
no son objetos de placer ni experiencia meramente, sin embargo han sido promovidos
como tales, al tiempo que la conformación ha dictado cómo deben ser usados y por lo
tanto, se piensa que los compradores han sido participes de esta motivación. Sin
embargo, cuando esta idea es analizada desde otras orientaciones de tipo personal y
económica, se comprende en qué medida las estrategias con que fue conceptualizado el
fraccionamiento influyen realmente en la conservación y adquisición.
La información principal parte de la dimensión residencial, de donde se
determinaran con precisión las características morfológicas arquitectónicas y urbanas,
pero basadas completamente en el ámbito familiar, por lo que este obtiene igual
importancia. La unión de estas dos dimensiones permite comprender las características
de la familia (o residentes aun cuando no sean familia) y cómo estas se ven implicadas
en la residencia y el fraccionamiento, pues es dentro del núcleo familiar donde mejor se
puede detectar los estilos construidos o a construir a futuro.
Del ámbito familiar no interesan en sí los roles u ocupaciones en el hogar, pues
esto pertenece al estudio de un modo de vida. La información familiar requerida se
basa en el ideal o futuro de vida que los personajes intentan y en el cómo piensan
alcanzarlo, tomando en cuenta las actividades que se realizan con este único fin, tales
como mantenimiento del hogar, actividades en familia o independientes y la
preocupación por el vestuario, la tecnología o la educación.
222

A esta opinión, se integra también el ocio, en donde los sitios frecuentados, la
periodicidad y compañías buscadas adquieren significados, tanto de la estructura física
como de la comparación y competitividad, que más tarde son llevados a la dimensión
residencial, y toman modelos o patrones que se ven reflejados en las modificaciones o
adaptaciones tanto de casa como del fraccionamiento. De esta dimensión, se derivarán
principalmente conceptos como lujo, comodidad, aceptación y seguridad, siendo
trabajo de esta tesis encontrar el cómo se reflejan éstos dentro de la morfología del
fraccionamiento y vivienda. Así mismo, es durante el tiempo libre cuando se pueden
sugerir y llevar a cabo las adecuaciones, por lo que las horas y horarios dedicados a
este rubro cobran importancia.
La dimensión ocupacional es la que atañe en menor grado de las tres. Se
considera únicamente como generadora de ingresos, tema fundamental en las
transformaciones y adecuaciones residenciales, y como generadora del tiempo libre. Es
necesario conocer el rango de ocupación al que pertenecen los habitantes y el tiempo y
destino donde se labora, con el fin de encontrar concordancias; sin embargo, no resulta
importante conocer con exactitud la actividad que se ejerce o la empresa o institución,
pues no se realizará un análisis de estadísticas laborales, a menos que el trabajo se
llevase a cabo dentro de la residencia, o esta se viera sumamente implicada en la
correcta realización de la misma, como pudiese ser el caso de cursos u oficina montada
dentro de ella, y que por lo tanto, se requiera también alguna adecuación para este fin.
En cuanto a los tiempos de traslado, estos nos indican cuanto se impone el estilo de
vida ante cuestiones como la comodidad o la cercanía y, se cree, se verán implicados
mayormente en las transformaciones por agrado para recompensa.
Para el correcto estudio de estas expectativas y deseos, esta investigación se
basa en las propuestas de Schutz (1972) sobre la explicación del tiempo, el cual divide
en “Interior” y “Exterior”, sumergido en los “Horizontes temporales”; estos, componen
el pasado del individuo , así como el futuro buscado, de donde se comprenderán los
223

motivos y situaciones específicas que se tuvieron para la elección de cambiar de
residencia a un fraccionamiento cerrado (o permanecer en uno, si es el caso), como
pudiese ser el aumento salarial, cambio de empleo, aumento o disminución de
integrantes de la familia etc. Al mismo tiempo, los proyectos y perspectivas en
presente y a futuro, serán los que indiquen las modificaciones, cambios o abandono de
la estructura del fraccionamiento y la vivienda.
Cabe mencionar que en este estudio no se analiza el rol de cada miembro cuando
se trata de familias, ni de qué se ocupan, sino cómo se ocupan y para dónde van.
Tampoco se ha planteado un estudio específico sobre la mujer, cuando es ama de casa y
cuando no lo es, pero influye como generador económico y repercute en el ingreso,
además de integrarse en la toma de decisiones sobre la vivienda, e incluirse o no con
otros grupos sociales y sitios frecuentados.
Un estudio de actividades cotidianas merecería mencionar las aportaciones de
Giddens (1995) sobre la confianza que implementar una rutina en la vida diaria genera,
así como el estrés causado por cualquier cambio en la misma práctica. Así mismo,
encontramos las aportaciones de Lalive d`Epinay (1983) sobre los ejes para construir la
vida cotidiana, basados en disminuir la sorpresa sobre lo desconocido, la esperanza de
un acontecimiento de cambio y la fabricación del acontecimiento de cambio.
Este estudio, ha explicado los motivos por los cuales los miembros de estos
grupos han tenido que dejar los lugares de procedencia, debiéndose mover a esta zona
nueva para ellos, por lo que el primer eje basado en disminuir la sorpresa sobre lo
desconocido puede ser implementado únicamente entre aquellos habitantes que viajan
cotidianamente a los lugares conocidos, con lo que evitan integrarse en las actividades
posibles en el nuevo rumbo. Los siguientes dos ejes son los que explican una de las
mayores diferencias entre los habitantes, marcada por personas que están esperando
que suceda y las que hacen lo necesario para que suceda un cambio. La explicación se
224

encuentra concreta en los discursos de los habitantes, puntualmente entre las parejas
jóvenes donde la mujer esta insertada en la vida laboral y donde no lo está. Mientras que
en los hogares donde ambos trabajan se habla de proyectos concretos presentes y
futuros, incluso el cambio de domicilio en un tiempo determinado (que se considera en
un periodo de entre 5 a 8 años), las parejas donde solo uno de los cónyuges trabaja los
proyectos se muestran basados en la esperanza en todo momento: “si todo sigue igual”,
“si logramos pagar pronto”, “si a mi esposo le va bien”.
“…pues, no sé cuánto nos vayamos a quedar aquí… si a mi esposo le va bien, pues, sí
nos gustaría mejorar, a algo más grande”
Mónica, Habitante de “Santa Fe Residencial”
“Sí me gustaría cambiarme, no sé cuando… en unos cinco años a lo mejor. Depende de
la situación. Si pagamos pronto esta casa, pues sí buscaría en otro lado, sobre todo recámaras más
grandes. Pero si no, pues aquí estamos a gusto.”
Paty, habitante de “Quintas de la Soberana”
“Estamos pensando en pagar la casa pronto. Yo creo que a lo máximo viviremos aquí
cuatro años más. Esto es solo el principio, para comenzar, pero en cuanto paguemos, ya sea que
demos esta casa como enganche, o la rentamos y compramos otra”.
Lizette, Habitante de “Quintas de la Soberana”
4.1.2 Pre-identificación residencial.
Los fenómenos de identificación y apropiación de los lugares son valoraciones del
espacio sobre las que el autor Marc Augée ha construido la teoría sobre la relación
hombre-espacio. La identificación se comprende como una diferenciación entre un sitio
y otro, según las características y elementos que permiten experiencias y percepciones
determinadas, las cuales pueden derivar en significados que ligarán, de cierta manera, a
las personas con el sitio. La apropiación, por otra parte, se constituye como un fenómeno
de posesión del sitio, sin que implique un intercambio económico
Tras esta definición, los fraccionamientos cerrados pueden comprenderse desde
dos aspectos de identidad: las personas según el origen, han formado una identidad casi
225

perfecta, o muy adecuada, a su vida de la zona de anterior residencia, con la que se
explica la importancia de las vías de acceso con directo alcance de dichos sitios, en el
caso de las selecciones de tipo ubicación-inversión. Otros, han identificado previamente
los signos bajo los que ha sido constituida la nueva zona, y han ligado aspectos
comunes a los sitios de origen.
Por otra parte, los fraccionamientos, desde la construcción, han sido diseñados
con elementos que los compradores toman como conocidos, lo que determina una preidentificación
del lugar: las personas al llegar sienten que ya lo conocen, pues conocen
los signos y los usos de dichos componentes. Este aspecto de identidad, es el que
frecuentemente es tomado como “estilo de vida” principalmente desde la estrategia de
ventas, y puede confundirse fácilmente desde cualquier otra disciplina. Sin embargo,
no es un estilo de vida lo que se adquiere, o por lo menos no todos los habitantes es lo
que pretenden adquirir según los discursos. Se refiere a una pre-significación del
territorio, con aspectos que son entendidos por personas de instrucción residencial
similar previa, que podría repetirse, según explica Caniggia (1995) y con lo que los
discursos de los habitantes coinciden; esta situación responde a un momento histórico
particular, que no es exclusivo de dichos fraccionamientos y por lo tanto , puede existir
en otro sitio, pero es reforzada como estrategia de compra-venta para facilitar el
desplazamiento de los productos inmobiliarios.
En cuanto a la apropiación, al ser más un estado psicológico de pertenencia,
donde un lugar tiene la huella de quien vive y por lo tanto lo posee, se dotará de sellos
físicos mediante objetos y elementos visuales, o psicosociales. Se establece entonces,
una relación entre un individuo y los sitios visitados, con lo que se determina su
presencia. En este aspecto, no podemos hablar de una pre-apropiación de los
fraccionamientos para los compradores, pues este factor estará controlado,
minuciosamente, por cada persona quien lo habita. Entonces, dadas las características
fisonómicas de estos lugares, con viviendas iguales o muy similares formando un todo,
226

las personas tienden a modificar e incluir elementos con el fin de personalizar su
espacio. Estos cambios, se llevarán a cabo de acuerdo con la situación económica,
cultural y personal de los habitantes. Así, algunos modificarán el espacio por simple
gusto, otros por superación, y otros por necesidad, con una característica temporal
inmediata, pues los cambios no responden a un proceso paulatino, sino se lleva a cabo
al momento de ocupación de la vivienda.
Cuadro 39.
La pre-identificación de los fraccionamientos y el contraste con la apropiación y las implicaciones en
los fraccionamientos.
Identificación según Augé (1994)
.características y elementos que diferencian un sitio de otro
. Otorgan experiencias y percepciones con significados particulares y personales
*Pre-identificación de los fraccionamientos.
. Los fraccionamientos se construyen con signos característicos, con los que las personas se identifican y
sienten que conocen; de esto se encarga la empresa inmobiliaria.
Apropiación según Augé (1994)
.Posesión de un sitio no necesariamente de manera económica sino psicológica.
. Huellas físicas y psicosociales de quien lo habita.
*Pre-apropiación de los fraccionamientos
. No es posible hablar de una pre-apropiación, pues este factor se llevara a cabo una vez habitado por los
individuos quienes detallaran a su gusto y necesidad los espacios.
Fuente: Augé,M (1994); * Elaboración propia.
Las modificaciones por gusto se distinguen casi inmediatamente de las de
superación y estas, a la vez, de las de necesidad, tanto físicamente como desde los
discursos de los habitantes. Las modificaciones por gusto, tienen la particularidad de
utilizar materiales y formas acordes al estilo de la vivienda, mientras conservan los
colores y contrastes para hacerla lucir mejor. En caso, por ejemplo, de haber relevado
los jardines, los usuarios comentan que fue porque estos no crecen tan bonitos como
ellos quisieran, a pesar de los cuidados destinados, y han sido entonces reemplazados
227

por materiales contemporáneos que, de cierta manera, conservan las cualidades de un
jardín, como frescura, permeabilidad y concepto. (Cantera, piedra entre otros). (Imagen
7)
Imagen 7.
Materialización en un patrón aspiracional.
Cambio de jardines frontales por material constructivo de tipo económico.
En la imagen se muestra la instalación de concreto sin diseño, con el único fin de abaratar costo de
mantenimiento.
Fuente: Elaboración propia.
“…quité el jardín de la cochera, porque no se daba. Lo cambié como cinco veces, lo
regaba, le eché abono, hasta le cambié la tierra, pero no se dio. Había partes amarillas, luego otras
quedaron con tierra…gasté mucho; mejor lo cambié por piso. Si me gustaba más el jardín, pero,
pues, nunca se dio. Nada más dejamos la jardinera, para que se vea bonito, y pues para conservar
algo de plantitas.”
Alejandro, habitante de “Esencia Residencial”
228

En cuanto a aquellas viviendas que han sido modificadas por superación, el
discurso es distinto. Se explica con términos como “se ve más bonito”, y coincide más
bien en plantas de ornato o herrería que en muchas de las ocasiones no va con el estilo
del resto del coto, tanto por las dimensiones como por el diseño. Entre las plantas de
ornato por ejemplo, se encuentran juníperos y bambúes, mismos que al crecer abarcarán
toda la vivienda, pero las personas parecen ignorarlo, dejándose llevar por una copia de
algún diseño de algún otro sitio. (Imágenes 8 y 9)
“…me gustaron las florecitas, así de colores; le faltaba porque todo está como muy
blanco. Ya con las florecitas le dieron color, y las cuido, además de que puse esas que son de sol,
y fáciles de cuidar.”
Marisol, Habitante de “Residencial Santa Fe”
“A mi me gustan los bambúes… se ven bien; yo así los he visto y crecen bonitos. Ya
también mi vecino plantó unos, desde que vio que yo los puse…”
Oscar, habitante de “Quintas la Soberana”
Por último, las personas quienes lo hacen por necesidad, así lo reconocen, pues
justifican los cambios por los altos costos de mantenimiento y utilizan materiales baratos
y sin mucho estilo en el diseño, principalmente cemento o herrería. La diferencia no se
nota únicamente en el aspecto estético, o en el discurso verbal; también la emotividad en
las palabras denota los esfuerzos, y los mismos materiales. Estas últimas personas, por
ejemplo, son las que más fruncen el seño y modifican la voz, pues resulta obvio que los
costos han superado sus perspectivas.
229

Imagen 8.
Materialización en un patrón aspiracional.
Selección de plantas no acordes al concepto contemporáneo de la vivienda: maceteros plásticos con
arbustos tradicionales.
Fuente: Elaboración propia.
230

Imagen 9.
Materialización en un patrón aspiracional.
Selección de ventanería de hierro forjado, en color negro con detalles dorados, en una vivienda estilo
contemporáneo.
Fuente: Elaboración propia.
Uno de los principales aspectos de los cambios por apropiación emerge de las
dimensiones reducidas de las viviendas, cuyos frentes no superan los 8 m, y por ello se
encuentran unidas unas con otras o, en caso de separaciones, son pequeños jardines de
no más de un metro y medio de distancia, además de coincidir todos los ingresos y
231

cocheras en pocas vialidades que en
ocasiones solo es una. De esta manera, la
interacción con los vecinos es casi obligada, y por ello surgen cuatro circunstancias:
. Existe una frecuente auto delimitación de las residencias, llevadas a cabo por los
habitantes, en los espacios de unión con otras. Utilizan plantas o cambios de
pisos que, por lo general, son distintos entre las viviendas juntas. Con esto, se
distingue el inicio y final de cada una.
. Se vive poca interacción con el resto del fraccionamiento. En sí, las personas
pocas veces admiten caminar por las calles o jardines, a excepción de los niños,
quienes utilizan las áreas comunes en todo momento.
. La convivencia entre vecinos es casi nula. Los vecinos inmediatos merecen una
comunicación casi obligada, sobre todo en los momentos de entrada y salida de
la residencia, sin embargo, casi todos concuerdan en no conocer mucho sobre las
vidas de los demás, lo que determina que frecuentemente se trata de evitar la
conversación o encuentro entre los mismos. Pocas personas conocen quiénes
habitan en el coto, salvo los pertenecientes a las sociedades de condóminos que,
por labor, entablan relación con casi todos los habitantes.
Las sociedades de condóminos son quienes, aparentemente, se encargan de
cuidar la apropiación e identidad comunitaria del fraccionamiento. Es decir, aun cuando
no existe mucha interacción entre habitantes, sí existe un fin de apropiación común, y se
encuentran, entonces, dos apropiaciones: la de la misma vivienda y la del resto del
fraccionamiento. Con esto, se aprecia la medida en que cada quien cuida la propia
vivienda, con labor y esfuerzo. Queda en manos de la sociedad de condóminos las
labores comunes para conservar lo adquirido. Estas circunstancias, constituyen un
indicador preciso en la formación del estilo de vida, pues se notan cambios en cuanto a
los anhelos presentes y futuros, por los cuales los individuos luchan, desde el cuidado y
administración de su propio hogar.
232

En cuanto al exterior inmediato a los fraccionamientos, desde las bardas propias
del coto, banquetas, caminos y vialidades exteriores, y hasta el barrio donde se
encuentran insertados, todos los habitantes, sin excepción admiten que aunque no les
gusta la situación exterior, no la consideran de la propiedad, notándose una gran
diferencia desde el cuidado y protección de áreas verdes (cuando las hay), calidad de
pavimentos e incluso iluminación. La apropiación e incluso, a veces, también la
identificación del espacio, termina en el ingreso del coto. Algunos miembros admiten
no conocer siquiera los servicios que existen tras los muros, quizás alguna abarrotera.
Inclusive, aquellos quienes utilizan los servicios inmediatos no muestran en los
discursos algún sentido de pertenencia por los lugares o personas quienes los habitan.
Todos los individuos se consideran totalmente ajenos al exterior, y lo mismo se nota en
las personas de fuera, quienes ni por curiosidad muestran interés hacia el interior. La
relación (o no relación) es completamente recíproca, por lo que las bardas únicamente
se limitan a reafirmar la segregación de todos los miembros de la región.
4.1.3. Constitución de grupos
Para adentrarnos de lleno al interés del presente estudio, que es ¿Cómo llegaron allí los
habitantes?, es decir, ¿Cuáles fueron en realidad los verdaderos motivadores, y cuánto
influyó el estilo de vida promovido y cómo se representan en el medio físico?, se
comenzará, primero, con brindar un capítulo correspondiente a las actividades de los
habitantes implicadas en los estilos de vida. Con esto, se pretende establecer las
experiencias habituales en datos cuantificables para este estudio y, por otra parte, los
significados instituidos en proyectos presentes y futuros para construir datos cualitativos
para su interpretación.
Como se planteó en el capítulo anterior, se han constituido tres dimensiones de
análisis, la residencial, la laboral y la del ocio. Cada una de estas dimensiones, forma
parte de los temas fundamentales bajo los que se desarrolla un individuo en su vida, para
las cuales toma decisiones de manera independiente con el fin de alcanzar un propio
233

proyecto. La constitución de hogares en el espacio residencial se encuentra llena de
representaciones físicas de los individuos, matizado con motivadores constantes para los
cuales merecen la pena determinadas inversiones. En cuanto al tiempo laboral, este es
considerado como tal: tiempo, más que actividad; tiempo pre-dedicado a posibles
proyectos al generar los ingresos pretendidos. La socialidad y el tiempo libre se ven
involucrados en ambos rubros: tiempo y espacio son necesarios para las prácticas, e
influirán en frecuentes tomas de decisiones para vivirlos bien. Si bien, la dimensión
laboral también se concibe espacialmente, este tipo de espacio no se considera dentro la
decisión personal en todos los ámbitos, sino únicamente en el sitio de trabajo; el espacio
laboral, sin embargo, será considerado siempre y cuando se lleve a cabo dentro de la
residencia y rija, por lo tanto, alguna decisión de esta índole.
La constitución de hogares, además, está compuesta por factores motivacionales
privados y sociales, además de poseer una carga económica para el desempeño; la
dimensión laboral, posee también carga económica pero en sentido inverso, es decir que
es esta la que se desempeña para liberar la carga económica previa, y
alcanza
momentos sociales fuertemente involucrados en las decisiones residenciales, aun cuando
el principal motivador no sea social. En cuanto a la dimensión de ocio, esta resulta un
motivacional del eje económico, por el cual valen la pena energías de transformación e
inversión.
Cuadro 40.
Factores que constituyen cada dimensión
Dimension Factores que influyen Repercusión
Residencial Motivacional/económico Espacial
Ocupacional Económico/social Temporal
Ocio Motivacional/temporal/económico Espacial
Fuente: Elaboración propia
La constitución de hogares está vinculada con la relación familiar o individual de
cada residencia, de donde se determinarán con precisión las características morfológicas
arquitectónicas y urbanas, cuya unión permite comprender las actividades y
234

pretensiones y cómo estas se ven implicadas en la residencia y el fraccionamiento, pues
es dentro del núcleo familiar donde mejor se puede detectar los estilos construidos o a
construir a futuro.
De la constitución de hogares no interesan en sí los roles u ocupaciones, pues
esto pertenece al estudio de un modo de vida. La información requerida se basa en el
ideal o futuro de vida que los personajes intentan y en el cómo piensan alcanzarlo, y
las actividades que se realizan con este único fin, tales como mantenimiento del hogar,
actividades en familia o independientes y las preocupaciones que les llevan a invertir
en alguna modificación.
Algunas de las actividades llevadas a cabo en este rubro son de índole cotidiana,
mientras que otras son respuesta a motivaciones de tipo afectivo y social. Son estas
últimas, las que contienen una carga vinculada al estilo de vida, pues son efectuadas más
por el logro de un proyecto que por la habitualidad de conservación y mantenimiento.
Sea cual fuere la característica de cada actividad, se pretende encontrar la edificación
material para la realización, derivada en la construcción de determinados escenarios para
el logro de cierto fin.
4.1.3. Categorías de habitantes
Con el objetivo de facilitar la tarea explicativa de cada actividad, hemos definido tres
clases de aspectos residenciales, de acuerdo al fin con que se ejecutan: el aspecto
familiar, el aspecto social, y el aspecto de mantenimiento, cuyo esclarecimiento será de
carácter socio-espacial, para lo cual será necesario rescatar los diversos prototipos
encontrados en la estructura interna con que se forman los hogares.
Los promotores inmobiliarios han creado el concepto de estos conjuntos para un
perfil muy definido; gente joven, con familia pequeña y con un ingreso mensual desde
los $40,000.00 pesos hasta los $75,000.00 pesos, montos que pueden descender
235

dependiendo del enganche que se otorgue para la vivienda con relación al crédito a
solicitar.
Sin embargo, esta investigación presenta otras categorías más allá de la
selección por ingresos o nivel económico. Podemos definir a los habitantes mediante los
resultados de estudio de rango de edad, y composición de hogares, de los cuales
resultan 4 categorías.
1. Parejas jóvenes
2. Solteros profesionistas
3. Parejas mayores
4. Segunda residencia
4.1.3.1.1. Las parejas jóvenes
Una característica de los conjuntos residenciales de este tipo, es la cantidad de parejas
de unión reciente. El termino jóvenes no se refiere exclusivamente a la edad, ya que esta
fluctúa entre los veintiséis y hasta los treintaisiete años, sino a la edad de la pareja desde
su unión, que es por lo general menor a los 7 años, y con un mínimo de 1 año y medio
de matrimonio, salvo algunas excepciones quienes pueden ser recién casados. Es decir,
son parejas con pocos años de casados, sin hijos o cuyos hijos, no más de dos, son
menores de seis años.
Las personas pertenecientes a este grupo son profesionistas. Aquellos quienes no
tienen hijos, se encuentran ambos insertados en el área laboral, mientras que en una
parte de las parejas con hijos, la mujer ha dejado la profesión por dedicarse al hogar; en
algunos casos, ella trabaja solo medio tiempo.
Todos los habitantes de este rubro han llegado a los fraccionamientos después de
varios años de habitar una casa o departamento rentado, en zonas de buen nivel de la
236

ciudad, como por ejemplo Providencia, La Estancia, Chapalita y Jardines Universidad.
Las rentas antes pagadas fluctúan entre los $4,000.00 pesos hasta el máximo de
$10,000.00 pesos, por lo que la posibilidad de comprar una casa propia, con una mínima
diferencia en el monto mensual, resulta una garantía, además de considerar que no bajan
de escala social.
4.1.3.1.2. Solteros profesionistas
Los solteros profesionistas son personas de hasta cuarenta y dos años, con una buena
posición laboral y económica, a quienes la adquisición de un patrimonio se presenta
como una excelente oportunidad de inversión y auto afirmación. Ocupan cargos
independientes, como asesores o comerciantes, o alcanzan grados educativos de
maestría y doctorado. La falta de compromiso y descendencia, da pie a una derrama
económica con la que pueden solventar el gasto de una vivienda y no de un
departamento, como sucedía en el pasado.
Dentro de esta categoría encontramos dos tipos principales: aquellos quienes
viven solos o quienes han llevado consigo a uno o ambos de los padres, pero cuya
hipoteca corre por cuenta del hijo o hija.
4.1.3.1.3 Parejas mayores
Las parejas mayores son el menor grupo, pero también es cuantificable en estos núcleos.
Corresponden a parejas retiradas que cuentan con una casa propia de gran dimensión, en
diversas zonas de la ciudad, donde residieron por décadas, y han optado por la
movilización debido al mantenimiento e incomodidades que la vivienda familiar
representa para ellos en la actualidad. Aun cuando muchas de estas personas pagan
hipoteca, están en espera de la venta de su residencia para liquidarla y quedar sin deuda
alguna. En este grupo, también se encuentran familias con hijos mayores de edad aun en
casa (no más de dos) donde factores como la conclusión de estudios universitarios y
pagos de matrículas, o el matrimonio de algunos de los mismos, han permitido a la
237

familia invertir por primera vez en un bien inmueble, eliminando el pago de rentas que
siempre vivieron.
4.1.3.1.4. Segunda residencia.
Debido a la gran cantidad de servicios y empresas existentes en la zona, hay un grupo
considerable de estudiantes y profesionistas de otros sitios de la República, cuya
vivienda ha sido adquirida por los padres, quienes cuentan con casa propia en el lugar
de origen, y que obtienen esta como un apoyo a los estudios de los hijos. Debido al
pequeño tamaño de la muestra, así como la inconstancia en la frecuencia de habitar las
residencias y la diversidad de ejemplares (jóvenes, hermanos, amigos, independientes
etc.) esta categoría no ha sido tomada para la investigación.
4.2. Generación de tiempo libre.
Parte fundamental de la dimensión ocupacional, se basa en el tiempo libre que se genera
una vez concluídas las actividades obligadas del individuo. La mayor relevancia para
este estudio, consiste en encontrar los patrones de organización forjadas en estos lapsos,
con el fin de convivir tanto dentro como fuera del núcleo residencial.
El ámbito social y del tiempo libre, determina un elemento socio-temporal y
económico en el que se llevan a cabo la mayor parte de las decisiones de la residencia.
En la estructura tradicional, también la parte laboral insertada dentro de la vida
residencial tiene implicaciones materiales inmediatas pero, en ambas estructuras, es el
tiempo libre el que dicta con mayor prontitud cualquier cambio.
Las preguntas se formularon, tal como se ha explicado, con una relación
cuantitativa y otra cualitativa. Mientras el número de respuestas ha marcado un
indicador cuantitativo, el contexto en que cada una es explicada marca los elementos
cualitativos de esta investigación.
238

En este sentido, el enfoque parte de aquellas actividades o prioridades fuera de la
residencia o efectuadas por pretensión o afectividad, debido a que en la dimensión
residencial se ha explicado oportunamente las labores sociales que allí se desempeñan,
así como la importancia de cada una.
Para determinar la manera en que se desarrollan las relaciones sociales en los
habitantes, y determinar los costos y materializaciones de vida durante el tiempo libre,
valdría hacerse la pregunta ¿A qué dan importancia los habitantes cuando tienen
oportunidad de decidir, y cómo distribuyen los ingresos de acuerdo a deseos y anhelos.
Si bien no se pretende hacer una investigación de lo que es el tiempo libre, se
requiere conocer hasta dónde, en cada residencia, empieza este momento, tal como se
consideró en algunas situaciones de la dimensión ocupacional. Para proceder a este
análisis, las actividades de tiempo libre se toman con base en aquellas centradas en el
individuo y la superación y las de escape social, basadas en relaciones con otros.
La prioridad afectiva e individual de todos los intereses mostrados, coincidió ser
la relación con cónyuges e hijos, en el caso de los núcleos familiares, los cuales
constituyeron el 78% de los resultados. Sin embargo, se nota una marcada tendencia a la
superación entre los pertenecientes a la estructura tradicional y a la individualidad en
la estructura activa. De esta manera, mientras que el 60% de la muestra de las
estructuras tradicionales dan particular importancia a la relación con el grupo de edad,
el trabajo y estudio con fines de superación personal representan el 28%;
contrariamente, aquellos de estructura activa están enfocados en conservar su
individualidad, con actividades cuyo significado consideran sinónimo de libertad e
independencia, sin mencionar alguna precisa. Esta actividad es complementada con la
antelación de los hobbies y deportes, al cual el 32% han elegido, y los gastos en uno
mismo, que conforma otro 25%. El contraste principal se sostiene en la línea de libertad
239

e independencia, al que solo el 7% ha mencionado como importante, y difiere con la
estructura activa de la cual 21% se consideran atraídos.
La relación con la familia, entre los que se cuentan a los parientes cercanos, y
salir a pasarla bien, formaron parte de un patrón general e interesante para ambas
estructuras, aunque del anterior párrafo se pueden comprender las distintas maneras de
interpretar estos conceptos, principalmente el “salir a pasarla bien”, pues mientras para
unos esto es parte de la relación con la familia, para otros implica desempeñar
actividades al gusto de uno mismo.
En cuanto a la distribución de ingresos, se han omitido los rubros esenciales con
el fin de simplificar los resultados. En sí, los rubros omitidos fueron gastos en comida e
hipoteca, pues al ser ambas originarias de condiciones humanas (alimentación y
refugio) se comprende la prioridad sobre cualquier otra decisión. Esta parte de la
entrevista es quizás, la que contenga más variantes en los significados.
El rubro de gasto sobresaliente alcanza el 63% de la muestra, y es en vehículos,
de los cuales el 48% pertenecen a los grupos de estructura tradicional. Esto resulta
relevante porque se contabilizan mayor número de automóviles y de mejor rango (ya
sea por año o por costo) dentro de los hogares activos. Para estos últimos, parece no
representar un gasto, o por lo menos no es percibido como tal por la mayoría, aun
cuando se ha visto que efectúan mayores recorridos y tiempos de traslado a la semana;
mientras que para la estructura tradicional, el automóvil, aun cuando la mujer no sale
casi del hogar, es visto como la principal prioridad de gasto y en la cual, conjuntamente,
se distribuye gran parte de los ingresos.
Los conceptos de modificación del hogar y salir fuera han sido elegidos por
ambas categorías en un 66%, pero como se ha visto, para cada estructura estos términos
tienen distintas maneras de llevarse a cabo. También los gastos en ropa y decoración del
240

hogar ocupan los primeros lugares, junto con el ahorro. Ahora, el rubro ahorro es
considerado en mayor grado por la estructura tradicional, y ocupa el segundo lugar
dentro de la elección. Sin embargo, esta prudencia económica apenas es tomada en
cuenta por un 14% de los residentes de estructura activa. De hecho, los gastos en
apariencia personal superan la cifra, pues representan un 21,4% de la elección de este
último grupo, diferenciándose también de los tradicionales, para quienes la apariencia
personal ocupa el último lugar junto con los libros, la música y los deportes.
Ahora, la discrepancia de gasto entre el interés principal y el menos importante
en los de estructura activa es apenas de un 11%; en cambio, la distancia en la estructura
tradicional es del 35%. Esto es cuantificable debido a que, durante la elección, se
permitió a las personas elegir un mínimo de cinco entre once prioridades de gasto; así,
mientras unos pudieron elegir las once, otros apenas llegaron a cuatro. Los gastos,
entonces, se ven centrados principalmente en la supervivencia del grupo tradicional,
contrario al enfoque de relajación y bienestar, que se muestra claro, dentro de los grupos
de estructura activa.
En cuanto a las actividades específicas de realización durante el tiempo libre, es
decir, el tiempo después de la jornada laboral, el grupo tradicional prefiere quedarse en
su casa, pero solo el 22% opta por ver televisión, lo cual quiere decir que eligen la vida
familiar y otras actividades de convivencia; en tanto que el 60% de los activos prefieren
salir de paseo y el otro 40% regresa al hogar, pero únicamente uno de cada cuatro que s
hogar admiten ver televisión; un gran número de estos que regresan a casa después
salen a practicar algún ejercicio, ya sea dentro del fraccionamiento o bien en gimnasios
o club deportivo del cual son miembros. También, admiten no tener una actividad fija al
regreso al hogar, pero piensan en integrarse a algún espacio deportivo pronto. Esta
indecisión resulta, según se observa, de la falta de sitios para el ejercicio cercanos a estos
conjuntos residenciales, por lo que el dato estadístico queda inconcluso dado que no es
una respuesta fiel a los deseos de los habitantes, sino a las circunstancias de inexistencia
241

de lugares aptos para tal fin. Aun así, en algunas viviendas de estructura activa, existe
algún aparato para realizar ejercicio en casa, como una bicicleta o caminadora fija, por
ejemplo. Si bien, la muestra considero únicamente aquellos fraccionamientos con casa
club y áreas verdes, la estructura tradicional, al regresar habitualmente a casa, hace uso
de los espacios comunes, diferente a la estructura activa, que está en búsqueda de un
espacio externo para estas actividades.
En cuanto a los paseos de fin de semana, también se detectan distintos aspectos
de interés en cuanto a tradicionales y activos. El 41% de los tradicionales, optan por la
visita de familiares en un 20% y los amigos, en otro 20% ; mientras que los activos
pasean en 36%, pero no toman las visitas como parte del paseo; las visitas a amigos son
realizadas por otro 36% y no eligen frecuentar familiares, pues solo el 15% de los
mismos lo toma como actividad de fin de semana. Por otra parte 8% de los
tradicionales y el 5% de los activos trabaja en días de asueto.
Las vacaciones son otra determinante de selección entre las dos estructuras. Los
miembros tradicionales salen durante las temporadas establecidas en los calendarios
escolares, debido a la condición familiar con hijos y periodos vacacionales. Optan por
las playas, en un 44%, y solo un 38% de ellos realiza viajes a otro lugar del país,
mientras que el 16% viajan fuera del país. Los activos, por otra parte, no siempre y no
todos salen en temporada vacacional. Los viajes de vacaciones se realizan cuando lo
creen conveniente, al interior de la República el 38% y fuera del país un 22%. La playa
es un destino de descanso, al cual dicen asistir algún fin de semana apropiado, y
constituye el 33% de la muestra.
El grupo de los activos, son los de mayor acceso a las tecnologías de
comunicación, para ocupar algunos de los ratos libres en el hogar. Así, se detectó que
una de cada seis residencias del núcleo activo cuenta con sistema de Internet, y un 80%
de estos hogares tienen servicio de televisión por cable. Algunas de las familias
242

tradicionales cuentan también con Internet, pero no existe una tendencia precisa. Esta
situación se adjudica a aquellos quienes están efectuando algún estudio de postgrado
fuera de las horas laborales. Surgen algunas conclusiones respecto al uso de la
televisión, pues mientras en los hogares tradicionales es tomada como una actividad de
entretenimiento para niños o adultos, para aquellos activos, el sistema de cable se torna
en un momento de convivencia, al coincidir para ver una película o algún programa de
horario fijo, por el que todos los miembros se interesen. Por otra parte, cabe resaltar
como en ninguno de los fraccionamientos visitados se comparten los sistemas de
comunicación, situación favorecedora y además posible, dada la constitución urbana y
privativa residencial.
Este escenario, en particular, refleja la falta de la participación dentro de las
necesidades comunes del fraccionamiento. De hecho, un 34% de los habitantes
tradicionales se sienten “molestos” con el uso de reglamentos, principalmente aquellos
de las áreas comunes, y por ello, preferirían vivir fuera de un fraccionamiento cerrado.
De igual manera, se quejan por el pago de cuotas de mantenimiento y vigilancia,
incluso, existen aquellos que afirman poder auto administrarse solos. Aun así, se
aprecia, en la totalidad de la observación, una convivencia armónica entre todos los
habitantes, que no necesariamente responde a los reglamentos establecidos. Cuestiones
de civismo importantes como guardar la velocidad de los autos, manejar con precaución
y cuidar los decibeles de los aparatos musicales, sobre todo en horarios nocturnos, son
ejemplos del respeto con que se cohabita dentro. Ahora, si bien no se convive entre los
condóminos, todos aceptaron saludar y ser saludados por los vecinos inmediatos en cada
encuentro, por lo que el 100% de las respuestas respecto al resto de los habitantes fue de
aceptación por los demás, y sin problema alguno.
En sí, a pesar de algunas quejas, se describe una sociedad preparada o
predispuesta a habitar de esta manera; parecen haber desarrollado varios aspectos en
243

torno al civismo y la convivencia, que refuerzan el tema del encierro, y con ello el gusto
de los habitantes (o adaptación) por conservar su vida sin problemas de tipo social.
4.2.1 Patrones de organización.
Los patrones de organización dentro de la residencia también han sido factores de
división determinante. No solo los aspectos demográficos y composición se ven
reflejados en la conformación de un estilo de vida, sino también influyen las formas en
que se estructuran los núcleos humanos dentro de las residencias. Se han encontrado
dos estructuras específicas: la tradicional y la activa.
Las residencias de estructura tradicional están formadas por familias o parejas,
cuyos roles y actividades se dividen de acuerdo al parámetro hombre al trabajo, mujer
al cuidado de la casa, aun cuando esta última cuente con una profesión y los
requerimientos económicos sugieran la incorporación de ella a la vida laboral. Si bien
existen hogares de estructura tradicional donde la mujer trabaja, el tema de cuidado de la
casa sigue completamente en sus manos.
Por otra parte, la estructura a la que hemos denominado activa, está formada por
familias jóvenes, parejas o individuos, quienes no responden a la estructura tradicional,
dadas las circunstancias de vida independiente (fuera de cualquier tradición), parejas sin
hijos o familias jóvenes cuya característica primordial es la inserción también de la
mujer en la vida laboral. Este factor, significa un ingreso doble en el caso de las parejas,
o bien un único ingreso para un solo individuo, en el caso de los solteros, donde
hombres y mujeres se ocupan de igual manera de labores del hogar, aunque existan en
ocasiones roles específicos.
De esta manera, tenemos que las categorías de solteros profesionistas y segundas
residencias corresponden a un tipo de estructura activa, mientras que las parejas mayores
se incluyen dentro de la estructura tradicional. Las residencias de parejas jóvenes se
244

hallan dentro de ambas estructuras según la organización de cada una; de esta manera
encontramos parejas jóvenes con estructura tradicional, y parejas jóvenes de tipo activo,
que actúan de distinta manera, a pesar de lo parecido de su composición.
Cuadro 41.
Categorías de habitantes en cada estructura de responsabilidades
Estructura Categoría Rangos de edad en ciclo
productivo
Tradicional
Parejas mayores
Parejas jóvenes
De 28 años hasta mayores de 45
años
Activa
Parejas jóvenes
De 28 a 45 años
Solteros profesionistas
Segundas residencias
Fuente: Elaboración propia
Respecto a cuestiones de tipo netamente económicas, la repercusión que más
concierne, es aquella sobre la sensibilidad al precio, la cual se explica como la
importancia que otorgan los distintos miembros al pago tanto de productos como
servicios, pero principalmente en este estudio, para el pago de la cuota hipotecaria y el
mantenimiento del fraccionamiento.
Se ha determinado una alta sensibilidad, es decir, gran y particular importancia,
en ciertos miembros pertenecientes a la categoría de parejas jóvenes, mostrándose
relativa a los ingresos respecto a otros gastos obligados, como colegiaturas, transporte
y alimentación, primeramente. Estas personas muestran en el discurso el gran esfuerzo
que conlleva el mantener todos los deseos para la familia, y en particular para los hijos y
su futuro, cuyo deseo primero es que logren una carrera profesional; con esto, los pagos
de colegiaturas y material de estudio, así como tenerles en casa, parece alargarse por
tiempo casi indefinido.
Por otra parte, los miembros con poca sensibilidad al precio, son los solteros
profesionistas, las segundas residencias y el resto de las parejas jóvenes, debido, más
que nada, a que los ingresos se muestran por encima de los egresos, lo que se proyecta
con la relajación en el discurso durante la entrevista.
245

Cuadro 42.
Categorías de habitantes de acuerdo a sensibilidad al precio
Sensibilidad al precio Categoría Rangos de edad en ciclo
productivo
Alta Parejas jóvenes De 28 años hasta mayores de 45
años
Baja
Parejas jóvenes
De 28 a 45 años
Solteros profesionistas
Segundas residencias
Fuente: Elaboración propia
4.2.2. Esferas sociales de referencia
Socialmente, las estructuras de organización repercuten de acuerdo al contacto que cada
miembro tiene con núcleos distintos en el exterior, y esto a su vez conlleva a los anhelos
y los proyectos residenciales. La vida dentro parece, en su mayoría, centrada en el
hogar: es decir, no se organizan eventos dentro del hogar y, por lo general, personas
externas no visitan las viviendas, salvo algunos familiares cercanos.
La vida familiar se lleva a cabo comúnmente en la planta baja interior, es decir,
que los otros espacios como patio trasero y cochera se han dejado únicamente para
ventilación e iluminación. Las diversas áreas de esta planta, son ocupadas
indistintamente con fines de convivencia: sala, comedor y cocina, mientras que las
habitaciones se conservan únicamente para el descanso, aunque algunos comentan haber
destinado una de ellas al estudio o sala de televisión, siendo las únicas ocasiones en que
la vida social se extiende a dichos espacios.
Respecto a la diferencia social en los dos tipos de estructuras, las mujeres de
estructura tradicional admiten “casi no salir de casa”, sino para recoger a los hijos de la
escuela o a hacer el súper, a diferencia de aquellos comprendidos en la estructura activa
donde todos realizan actividades externas de forma cotidiana. Esto se refleja
directamente en a la ocupación residencial: mientras que las casas tradicionales siempre
están ocupadas por alguien, aquellas activas se ven frecuentemente desiertas. En la
246

estructura activa, lo miembros, al estar inmersos en la vida laboral, la gran variedad de
opciones sociales externas, ocasiona que difícilmente se encuentran en la vivienda. La
mayoría, después de trabajar, reconocen asistir a algún evento social o de
entretenimiento, al cine o a reunión con amistades, por lo menos dos veces por semana.
Además, por la distancias, no siempre comen en casa, lo que implica tener un momento
social entre horas laborales. Sorpresivamente, también los fines de semana se
desprenden de la vivienda fácilmente, esto significa que es usual no regresar a dormir
uno o dos días del fin de semana, lo que supone que cuentan con otra opción de
dormitorio. Esto sucede por lo menos una vez cada fin de semana en una de cada 30
residencias de estructura activa. En sí, el discurso de estas personas reconoce utilizar la
casa con fines de descanso y privacidad, más que una vivienda común.
La estructura tradicional, es una espera del regreso diario de todos los miembros,
para platicar y convivir de distintas maneras: a la hora de la cena, frente al televisor o
mientras se preparan para el día siguiente. Son estos grupos los que más hacen uso del
fraccionamiento, pues al regreso a la casa salen con los hijos a las áreas comunes a
jugar, o bien a alguna actividad cercana al fraccionamiento, generalmente a pie. Así,
estas personas dicen conocer a otros habitantes del mismo fraccionamiento, aunque
admiten no ser amigos, pero si buenos vecinos; contrario sucede con el grupo de de
estructura activa, quienes no salen al fraccionamiento y dicen desconocer al resto de los
condóminos.
4.2.2.1. Implicaciones en la residencia
Dentro de la estructura tradicional, al “casi no salir de casa”, son las mujeres quienes se
encargan de toda labor de limpieza y mantenimiento aunque, en algunos casos, se
cuenta con ayuda externa para la limpieza. En todo momento, las mujeres tradicionales,
están pendientes de actividades familiares, como la comida o las tareas de los niños.
Por otra parte, los maridos llegan noche y no llevan personas de visita. Por las noches o
los fines de semana, se encargan del mantenimiento de los jardines o arreglos necesarios
247

como tuberías o puertas con desperfectos. Muchas de estas viviendas, donde la
situación económica lo ha permitido, han reemplazado el jardín trasero por patio, por los
costos y dificultad de mantenimiento, otorgándose con esto un poco de tiempo libre.
Los hogares de estructura activa, dedican esfuerzos a la conservar los detalles de
aspecto del hogar, pues en general cuentan con terceras personas quienes arreglan los
jardines y limpian las casas, por lo menos tres veces por semana. Los detalles
específicos, radican en instalación de aparatos electrónicos, construcción o
modificación de ciertas áreas para mayor confort y búsqueda de mobiliarios acordes a la
decoración o estilo, entre otros.
4.2.3. Valoración del trabajo
Si bien el interés de este estudio no son las prácticas laboral ni las ocupaciones precisas
de cada habitante de los fraccionamientos, es necesario conocer tanto los horarios de
empleo y de traslado para comprender las influencias en otras actividades que
requieren de recursos derivados como el económico y el tiempo .
El resultado muestra que el 32.8% de la población que reside en estos
fraccionamientos cuentan con jornadas laborales amplias, por lo que a partir de las 8 de
la mañana sea notable la fuga de personas quienes no regresan hasta el anochecer.
Durante el día, únicamente se encuentra el leve porcentaje de mujeres quienes se ocupan
del hogar, así como las personas jubiladas. Estos fraccionamientos son zonas
desérticas durante la mayor parte del día.
Para este estudio, la dimensión ocupacional se ha determinado desde un
contexto socio-temporal, pues el interés primordial de este ámbito es la influencia que
tiene la socialidad en tiempo de trabajo en la dimensión residencial.
248

El tiempo destinado a cuestiones laborales, ya sea fuera o dentro de la residencia,
determina ciertas circunstancias de adaptación residencial, tanto por la convivencia con
otros grupos ajenos al núcleo donde se habita, como por las situaciones que
paralelamente se organizan y que permiten establecer diversas disposiciones
conceptuales a tipo de imaginario. Así, no se enlistan las ocupaciones o sitios precisos
de labor de los habitantes, sino los recorridos culturales e ideológicos que de él se
derivan.
Cabe mencionar, previo a los hallazgos, que no suele hablarse mucho sobre el
tema laboral entre los habitantes. Si bien en esta investigación no se pretendió
profundizar al respecto y no se llevaron a cabo convivios con las familiar para el
análisis, por ejemplo cenar con los habitantes o pasar un día completo con un mismo
grupo de personas, aun así es de notar que, entre los temas de discusión, el laboral queda
fuera de las conversaciones cotidianas; se habla, en general, de las labores en casa y
cuestiones de mantenimiento o economía. Dada esta situación, se describe la dimensión
ocupacional desde la valoración, con lo que se puede determinar, más tarde, las
respuestas que este tiene sobre las residencias y los estilos de vida.
4.2.3.1. Valoración del trabajo en la estructura tradicional
Una de las diferencias más importantes entre las dos estructuras establecidas, es
precisamente la percepción del empleo o de la vida laboral, y con ello, las demás
determinantes, como el ingreso, la motivación y la responsabilidad.
Los miembros de estructura tradicional, al momento de ser entrevistados,
mencionan el empleo como parte de su vida. Es decir, que este no es tomado como una
fracción de tiempo en el día u horas laborales en la semana, sino que representa algo
determinante dentro de lo cotidiano. Así, estas personas hablan en todo momento de las
“ocupaciones, deberes y prisas”, además del poco tiempo que queda dado este rubro
diario; aun cuando sea la mujer quien está en el hogar, el trabajo de los esposos es
249

absorbente también para ellas. En cuanto a los hogares tradicionales donde la mujer
trabaja, la expresión al describirlo es de gran esfuerzo. Predomina la necesidad del
mismo antes que el deseo por hacerlo, mientras que las mujeres quienes cuentan con una
profesión y no la ejercen, no muestran anhelo de integrarse algún día o reintegrarse, en
otro caso, a la vida laboral.
Los empleos en esta estructura son estables, es decir, que se han dedicado a lo
mismo durante algunos años y no se muestra pretensión por cambiarlo, sin importar la
distancia o el ingreso. Respecto a la remuneración económica, es notable cómo las
personas se muestran esperanzadas sobre la situación, ya sea que mejore o que siga
igual, sobre todo las mujeres no económicamente activas. Esto quiere decir que
muestran deseos a futuro o bondades en el presente las cuales podrán realizarse
mientras no cambie la situación laboral del esposo.
El tiempo laboral de estas personas es de más de 48 horas por semana, pero solo
el hombre trabaja, y mencionan la falta de momentos emotivos que por esta situación se
pierden. Aunque no se cuenta con un dato estadístico debido al concepto de “trabajo”
que maneja cada quien, se sabe que algunos miembros de esta estructura, por la tarde,
noche o fines de semana, continúan trabajando en casa, por ejemplo, en algún estudio
de especialización o postgrado, por lo que se encuentran computadoras portátiles en
diversos sitios de la residencia, papelería y material para desempeño de este tipo de
actividad.
4.2.2.2. Valoración del trabajo en estructura activa
La percepción del trabajo en los habitantes de estructura activa parece estar únicamente
vinculada con el ingreso. Esto es fácil de detectar dado que, aun cuando los habitantes
insertados en la vida laboral suelen trabajar más de 48 horas semanales, el discurso
jamás menciona la ocupación u otros aspectos como prisas o deberes de mucho esfuerzo.
Según se entiende, toda la labor vale como un medio, dado que con esto se logran tantas
250

cosas presentes y futuras que no hay tiempo para hablar de la condición bajo la que se
obtiene. Estos habitantes prefieren hablar de proyectos (individuales y conjuntos) que se
llevarán a cabo, como alguna modificación del hogar o aspectos estéticos, sin añadir
cargas emotivas o familiares que tantas horas pudieran reducir.
Aunado a esto, en el discurso también se comprenden muchos cambios en sitio
de trabajo, principalmente de los hombres, pues afirman no poder realizar algún
proyecto en un futuro inmediato debido a la reciente integración al lugar de empleo.
Otros, mencionan que para llevar a cabo algo, están en búsqueda constante y abiertos a
cualquier propuesta laboral, lo que no muestra un compromiso con alguna empresa y sí
con su propia conveniencia. En todos los casos, siempre sucede que todo irá bien.
Las mujeres en esta estructura también tienen una manera de valorar los cargos,
pues coinciden en tener empleos de responsabilidad cronométrica. La responsabilidad
cronométrica, son labores con horarios más concretos, por ejemplo la educación
(maestras de escuelas o universidades, o de alguna disciplina particular), doctoras con
consultorios propios o empleadas de hospitales públicos, maquillistas o comerciantes,
entre otros; en sí, cuentan con mayor libertad en los tiempos al trabajar por hora, o
bien, solo determinados días de la semana y por la mañana o por la tarde. Es frecuente
en ellas regresar a casa para “abrirle a la muchacha”, al jardinero o a algún otro
empleado, labor que ven como un trabajo más, y no tanto como una ayuda.
En general, no se obtuvieron datos exactos de donde laboran estos habitantes, ni
que cargos precisos ocupan, pero se denota la importancia de a dónde se quiere llegar
con este medio.
251

Conclusiones del Capítulo IV
La generación de ingresos y de tiempo libre derivada de motivos laborales y
ocupacionales, marca la principal pauta de elección de una vivienda en los
fraccionamientos cerrados. La promoción inmobiliaria parece no haber cometido error.
Primordialmente, existe una clase profesionista que predomina sobre otras, aun cuando
las intenciones de elección de vivienda sean variadas. Los comportamientos principales,
como el desarrollo de los núcleos de habitantes, el número de integrantes por vivienda y
la relación con el vecindario, alcanza a generar grupos más o menos homogéneos, donde
se advierte una situación económica sobresaliente, y en las cuales, el número de
personas que generan ingresos es un poco mayor que las dependientes; si bien esta
situación no obligatoriamente implica clases “privilegiadas”, genera personalidades más
holgadas y con mejor nivel de convivencia social.
Respecto a la relación con el resto de la zona, se aprecian distintas categorías de
habitantes y ocupaciones que determinan la relación con el exterior inmediato. El motivo
de elección del fraccionamiento, aunado al tipo de actividad ocupacional del individuo,
da la opción de efectuar actividades en las cercanías del fraccionamiento, o bien,
regresar a la zona de origen (sitio de vivienda previo al coto) con el fin de no perder el
contacto físico, y psicológico, de donde se ha realizado una apropiación. Además, esta
cuestión refleja, también, la relación con el interior mismo. Se ha hablado de una preidentificación
de los fraccionamientos como una cuestión característica dentro de la
edificación, y la apropiación, la cual será llevada a cabo una vez que sea habitado. De
acuerdo con esto, se encuentran individuos quienes se han identificado con el sitio y
desean apropiarse de él, mientras que otros, aun identificados, siguen apropiados del
lugar de origen.
Por otra parte, los ejes rectores construidos en la metodología, han dado idea de
algunos patrones organizacionales que resultan importantes, mismos que, aun cuando el
habitante no lo verbalice, fueron necesarios para el tema de elección, y se verán
252

eflejados de alguna manera en todos los ámbitos de la vida diaria. Las consecuencias se
muestran, de igual manera, en las características que toman los fraccionamientos, y las
respuestas con el entorno y el resto de la ciudad.
Son estos aspectos los que, más tarde, darán las pautas de distinción y
conservación de todos los espacios. En ellos, se marcarán las principales diferencias,
tanto interiores como exteriores, los cuales sobrepasan las cualidades económicas, pues
tienen implicaciones personales e ideales, antes que cualquier otra, incluso,
comunitarias. En el siguiente capítulo, se determinarán las variables coincidentes y
divergentes, que se han constituido en una materialización de los espacios, con el fin de
completar este estudio.
253

CAPÍTULO V
Dimensión del Ocio
En el anterior capítulo, se examinaron los motivos expuestos como directrices de acción
en los fraccionamientos privados en cuestión, a partir de la toma de decisiones en
distintos ejes de la vida de los habitantes. Así, surge entonces la interrogante sobre la
posibilidad de materializar dichos motivos y elecciones en la edificación residencial,
con que se determine un estilo de vida. Las respuestas buscadas en este capítulo, se
guían bajo un esquema de conceptualización, o del imaginario sobre el cual se construye
la vida diaria, aclarándose los significados de cada quehacer realizado en relación con lo
obtenido al adquirir la vivienda y su ejecución en los distintos espacios arquitectónicos.
Dentro del contexto metodológico, se pretende cuantificar aspectos materiales de
acuerdo a la intención en que estos han sido llevados a cabo.
Para lograr la materialización, fue necesario desarrollar una guía constituida
sobre los procesos finales de las intensiones de compra, de acuerdo a las interpretaciones
de los discursos en el capítulo anterior. Las intensiones se encuentran determinadas por
el destino de acciones en la vida diaria, sobre la cual se detectan dos específicas: la vida
centrada en la familia, y la vida centrada en un proyecto integral. La vida centrada en la
familia consiste en aquellas familias cuyo fin primordial es el bienestar de los
integrantes y la superación progresiva por medio del esfuerzo y, siempre con el fin de no
dañar las relaciones y los tiempos con el núcleo. De otra manera, la vida centrada en un
proyecto se refiere a los hogares individualizados, lo que no significa que la relación e
importancia de las familias (aquellas constituidas como tales) sea menor, sino que las
acciones y motivaciones principales responden a un propósito común a todos los
miembros de la residencia, y por el cual todos luchan a diario por alcanzar. Se da pie, de
igual manera, a encontrar algunos aspectos de adaptación requeridos para la integración
a la zona, los cuales, fueran o no contemplados antes de la elección, se han efectuado al
momento de decidir el movimiento hacia la residencia por determinadas circunstancias.
254

Enseguida, se concretan las explicaciones sobre dichos descubrimientos,
finalizando con un reflejo edificado en la estructura arquitectónica, los usos,
modificaciones y percepciones, con lo cual se pretende valorar la hipótesis establecida.
5.1. El estilo de vida propuesto por los agentes de promoción inmobiliaria y la
materialización dentro de los fraccionamientos privados.
Antes que nada, es prudente comprender cuál ha sido el estilo de vida construido junto
con el concepto y arquitectura de este tipo de fraccionamientos; del mismo modo, es
interés fundamental, indagar cómo se ha hecho partícipe a los habitantes, antes de
efectuar la compra, en este estilo de vida. La comunicación mediante la cual se induce a
los compradores a sentirse parte del concepto y tomar una decisión definitiva, responde
a estrategias de promoción y venta precisas, las cuales han debido ser estudiadas
detalladamente con el fin de lograr una concordancia y, de ser el caso, una
correspondencia concreta con el objeto de estudio.
El acercamiento a la estrategia de venta, fue efectuada con base en los recursos
de observación e indagatoria como clientes de los fraccionamientos. Es decir, los
vendedores no fueron encuestados con el fin de investigación, sino que se efectuaron
varias visitas a los fraccionamientos en calidad de clientes, para detectar el proceso de
venta y los discursos con los que son ofrecidas las viviendas. A los habitantes, por otra
parte, se les preguntaron cuestiones involucradas en la toma de decisiones, pero no
sobre el proceso concreto. Esto, debido al contenido subjetivo de investigación, pues se
juzgó que de haber efectuado una entrevista con preguntas sobre el tema, las respuestas
habrían estado viciadas por prejuicios y auto afirmaciones de los constructores y
vendedores, lo cual no habría arrojado un resultado completamente verdadero. Pudo ser
mas sincero el concepto de creación del fraccionamiento mediante el cual intentaba ser
promovido al ser explicado por ellos, pero esto no representaría fielmente lo que en
255

ealidad se ofrece durante el proceso de promoción y venta en el contacto directo con
el cliente. Esto, se debe a que los resultados de interpretación, tanto de publicidad y de
discursos efectuados cara a cara, se mezclan con elementos que surgen del contexto y la
percepción, pues dependen del momento y lugar donde son llevados a cabo.
5.1.1 El proceso de venta y el estilo de vida.
Primeramente, es necesario conocer como se ha llevado a cabo la estrategia de
promoción inmobiliaria para los fraccionamientos, y lo que más ha atraído a los
compradores de los mismos.
La venta de los fraccionamientos observados se llevó a cabo de dos maneras:
una vez construidas las viviendas y por medio de la preventa, efectuada antes de la
construcción de las mismas. La edificación del sitio se perpetra, además, por etapas que
responden a las dimensiones físicas del fraccionamiento; cada etapa, por lo general, está
constituida por 30 o hasta 80 viviendas, las cuales se comienzan y terminan al mismo
tiempo, junto con la infraestructura externa a las mismas. Habitualmente, la terraza y
las áreas comunes son construidas durante la primera etapa, de manera que son un
importante aspecto físico y tangible, el cual determina una mayor atracción para los
clientes quienes conocen por primera vez el sitio.
Las estrategias para dar a conocer los fraccionamientos, varían de acuerdo de la
madurez que cada empresa inmobiliaria tiene en el área de ventas. Se encontraron
fraccionamientos donde el 80% de la venta se llevó a cabo en los primeros dos años de
vida del mismo, o bien, la mayor parte de las viviendas fueron vendidas en preventa; de
igual manera, encontramos fraccionamientos que ya han sido terminados, pero apenas
se ha vendido el 40%, aun cuando, en muchas ocasiones, superan en calidad y ubicación
a los ya habitados.
256

La madurez del área de ventas se refiere a las estrategias empleadas para dar a
conocer el fraccionamiento y para la captación de clientes reales; dichas estrategias se
basan en la publicidad (principalmente impresa, ya sea en exteriores o en formatos tipo
revista o periódico), y en la venta por agentes, compuesta por personas que se dedican a
la búsqueda de prospectos, para invitarles, mostrarles y explicarles las condiciones del
fraccionamiento. Estos agentes pueden ser parte de la empresa inmobiliaria, o bien, ser
contratados externamente para el proceso de promoción y venta del mismo. Los
vendedores tienen una ganancia por porcentaje del 3% al 5% , lo cual se considera segun
diversos factores, como el costo de la vivienda, la ubicación y la dificultad que ha tenido
la inmobiliaria para desplazar los productos residenciales.
El discurso del agente depende directamente de la experiencia del mismo en
ventas, aunado con la madurez de venta de la inmobiliaria, que será quien le otorgue
respaldo y material promocional, además de los honorarios necesarios para el
convencimiento. Muchos habitantes coincidieron en haberse enterado de estos
fraccionamientos después de visitar otros sitios, dado que algunos agentes de ventas
cuentan con una amplia gama de viviendas para la venta y al escuchar las solicitudes del
cliente, se les invita a conocer el seleccionado.
Existen guardias de venta, son agentes que pasan toda una jornada laboral en
espera de clientes al arribo; los clientes se enteran del fraccionamiento por algún medio
externo, en este caso, los colgantes en los postes de luz a lo largo de las avenidas
principales de la zona en cuestión , así como lonas a color en esquinas de cruceros
estratégicos que indican la ruta para llegar al área en venta, adornada por banderines y
la leyenda de venta o preventa: “Pase a conocer nuestra casa modelo”.
De tantos esfuerzos, la entrevista arrojó que el 100% de los habitantes llegó al
fraccionamiento por el discurso de un agente de venta. En este caso, los amigos o
257

conocidos fungen también como vendedores, pero sin sueldo, pues promueven el sitio al
hablar bien de él, e invitar a otros con intenciones de compra a visitarlo.
Ninguna de las personas admitió haber llegado a los fraccionamientos por algún
medio publicitario. Los colgantes sirvieron únicamente para encontrar el sitio que
buscaban, pero nunca hicieron caso previo de ellos; además, no recuerdan exactamente
en qué consistían los mensajes de dichos anuncios. Se afirma que el discurso de venta es
el auxiliar verdadero para la venta y atracción de clientes, además de ser un mejor apoyo
que la publicidad en cualquiera de sus presentaciones.
Proceso del Discurso de venta
. Abordo del cliente
. Recorrido
. Visita a casa tipo
. Explicación de la distribución de la casa
. Énfasis en terminados
. Tipo de gente que habita y compra
. Explicación del fraccionamiento
. Llegada a oficina de ventas instalada dentro del fraccionamiento
. Ubicación de casa disponible según la etapa
. Generación de ofrecimiento y propuesta crediticia
. Cierre de venta, en los casos positivos.
5.1.1.1 Las ventajas del encierro en el discurso de venta.
En el Capítulo I se ha resaltado la valoración otorgada por algunos teóricos a los agentes
de promoción, implicados profundamente en los estilos de vida. La última dimensión
señalada, por ejemplo, por McKendrick (1983) como parte integral del concepto
central de esta investigación, son los agentes y lugares de promoción y ventas quienes
extienden la invitación a las actividades emergentes del cambio social. Cabe mencionar
que McKendrick señala una dimensión la que determina “esencial para la cultura de
258

consumo” no mencionada por algún otro estudioso: los niños como objetos de lujo y el
ocio para los papas. (McKendrick, 1983, p.284). Se presentan, enseguida, los momentos
planteados por dichos agentes, y sus posibles influencias en los procesos de selección.
La disposición de los elementos urbanos de los fraccionamientos cerrados
incluye una manera fácil de abordar a los clientes, debido a que tiene una puerta única
de entrada por la cual ingresa el visitante. De esta manera, los vendedores detectan de
inmediato la presencia de prospectos a quien dar a conocer el producto inmobiliario.
Como se ha mencionado antes, también se encuentran los habitantes que fueron al
fraccionamiento por invitación de otro agente de venta o de algún amigo, a quienes se
les espera con cita.
Para mayor éxito, la empresa inmobiliaria suele entregar el fraccionamiento con
el área de convivencia totalmente terminada, pero aun más, esta es la primera en estar
lista antes de comenzar la construcción de las viviendas. Estas terrazas, comúnmente
llamadas “casas club”, responden íntegramente al artículo 140 del Reglamento Estatal de
Zonificación, sobre las “Normas de diseño arquitectónico” en las obras de edificación,
donde “Las dedicadas a espacios verdes, abiertos y recreativos, que deberán contar con
las obras de jardinería en general, pavimentos, mobiliario urbano en general y
edificación necesarias para su operación, sanitarios, casetas o controles de ingreso, y
otras. Dichas obras serán con cargo a quien realice la acción urbanística.”
(Reglamento Estatal de Zonificación 2001, Capítulo XVI, artículo 140, p.127). Es decir
que, si de cualquier manera la obra correrá a cargo de la inmobiliaria, la pronta entrega
hace más eficaz el discurso de venta.
Las explicaciones de estos fraccionamientos comienzan con el recorrido de la
vivienda, siempre acompañados por el agente, quien pregunta los orígenes y
expectativas de compra de los clientes, para después revelar los beneficios de la
259

vivienda durante la permanencia en el interior y, más tarde, los beneficios del
fraccionamiento.
La perorata de los agentes se enfoca en el tipo de habitantes más que en las
cuestiones materiales. La ausencia de banquetas, o las pequeñas dimensiones de las
vialidades son frecuentemente ignoradas; en vez de esto, se describe a quienes han
adquirido ya una casa y forman parte de un grupo selecto y homogéneo de clase
profesionista de alto nivel. Destaca la insistencia de mencionar a doctores, antes que
otras profesiones, dado que el significado de esta labor cuenta, además, con un contexto
ético y de alto valor social entre este tipo de personas. En el caso de otras profesiones,
los agentes mencionan de preferencia el tipo de empresa en que laboran, por ejemplo HP
(Hewllet Packard) en vez de Ingeniero en Electrónica y comunicaciones, pues aunque
los ingresos de estos últimos pudieran ser frecuentemente mejores, el valor no
representa lo mismo que un vecindario de médicos.
Parte importante del recorrido, es la visita al área común, compuesta ya sea por
jardines con juegos infantiles, terraza para eventos, alberca o por los tres. El agente,
explica la fascinación de poder contar con dichas áreas para disfrute después de la
jornada laboral, para los eventos y reuniones o para los hijos, cuando el tipo de clientela
lo permite. Resalta el uso privativo para los habitantes, impidiendo el paso de quienes
no formen parte del núcleo. En este momento, siempre se evita mencionar los costos de
mantenimiento implicados en la vivienda, que corresponden por lo general a una cuota
mensual. Sobre esto, es interesante mencionar cómo, durante el tiempo de la recolección
de datos, el departamento de ventas del fraccionamiento “Quintas la Soberana” de grupo
Trazo Inmobiliaria, se opuso a la instalación de carteles donde se informara a los
condóminos sobre el pago de cuotas, pues saben que es una causante de huida de
posibles compradores. En esta situación, el cartel informativo tuvo que pasar por la
inspección del gerente de ventas, con el fin de que la redacción fuera lo menos dura para
260

evitar la fuga de prospectos. El sitio de colocación del mismo también tuvo que ser
supervisado por el departamento de ventas.
“…mira, no me instalen ese letrero aquí, porque la gente que viene a ver el
fraccionamiento se asusta. Luego no se me van a vender las casas”.
Juan Magaña, Gerente de ventas del fraccionamiento “Quintas de la Soberana “,
refiriéndose a una epígrafe con la siguiente leyenda:
“Estimados Condóminos:
Te recordamos ponerte al corriente de tus cuotas de mantenimiento y vigilancia,
con las cuales podremos conservar nuestro fraccionamiento.”
El ingreso cerrado de entrada única también es representativo de todo discurso.
Comúnmente, durante el proceso de venta, los fraccionamientos no han sido cerrados,
pues ingresan camiones de carga, y el arco de ingreso o puerta de entrada no han sido
terminados; sin embargo, el agente es el encargado de ilustrar la manera en que lucirá
una vez concluido el concepto, mostrando la seguridad y exclusividad al contar con el
control de acceso de los condóminos.
5.1.1.2 La residencia tipo en el discurso de venta.
Es en este momento, donde el estilo de vida se involucra en la venta, de acuerdo a lo
que los agentes intuyen que el comprador desea escuchar. Se habla sobre beneficios
específicos y repetitivos en varios fraccionamientos: de las habitaciones se promueve el
número, cuando son cuatro en lugar de tres, y las dimensiones cuando son tres; el agente
decidirá cuándo se ofrece la habitación extra para convertirla en estudio, o cuándo el
patio trasero puede ser convertido en una cuarta habitación para comodidad de los
habitantes y conservación de los aparatos en una sección de lavado.
Los conceptos sobresalientes en los discursos de vivienda se refieren
principalmente a la buena ventilación, la armonía y la comodidad de los espacios y la
261

amplitud de los mismos. Los terminados son parte importante del discurso, pues dado
el tipo de vivienda, se colocan acabados de calidad superior al interés social, tanto en
pisos, puertas, ventanas, cocinas y baños. Si bien estos materiales no se pueden
caracterizar por ser finos, son de buen gusto e integrales con el resto del concepto, por
lo que la percepción en conjunto tiene un alto valor estético-comercial.
La residencia tipo mostrada a los clientes, se encuentra siempre amueblada y
decorada con elementos acordes en dimensión y estilo, por lo que es fácil comprender el
concepto bajo el que se rige, además de ser una guía de uso para, en caso de adquirirse,
decorarla con base en los mismos cánones tanto en cuadros, cortinas, tapetes y adornos.
5.1.1.3 La ubicación en el discurso de venta.
La ubicación y la zona son utilizadas en todo momento como elementos mayores de
promoción; la cercanía con el anillo periférico es mencionada en todo momento, al igual
que el encontrarse dentro del contexto del fraccionamiento Valle Real. Los discursos
sobre este último, incluyen medidas ajenas al uso, pero es una manera de lograr
apropiarse de toda la zona con el fin de formar parte de él:
“Este fraccionamiento es para los hijos de los habitantes de Valle Real. ¿Ustedes viven en Valle
Real? Si no díganme, y puedo conseguirles algo así para ustedes.”
Ruth, vendedora del fraccionamiento “Esencia”
“Estamos a cinco minutos de Valle Real, y aquí derecho está Jardín Real”
Francisco, vendedor del fraccionamiento “Quintas la Soberana”
“Aquí atrás van a construir un parque… como el Metropolitano. Van a abrir una calle y esta
ventana va a dar a esa zona. No falta mucho para ponerse esto muy bien. Va a valer hasta tres veces
más…”
Francisco, vendedor del fraccionamiento “Esencia Residencial”
La plusvalía del sitio se menciona, pero no se explica. Es decir, se le hace saber
al comprador que la zona adquiere mayor valor comercial cada día, pero no se
262

determinan los factores de la consolidación de dicho valor, sino únicamente cuando se
sabe que habrá un centro comercial, parque o fraccionamiento de mayor valor. Se evita
mencionar, en cualquier circunstancia, la situación externa inmediata al fraccionamiento,
compuesta frecuentemente, por fraccionamientos de nivel económico más bajo, o
talleres mecánicos y fábricas. (Imagen 10)
5.1.1.4 Los sistemas constructivos en el discurso de ventas.
De los fraccionamientos visitados, ninguno mencionó un sistema constructivo o
garantías de construcción a los clientes. Únicamente se menciona el dato de muros
independientes (cuando los hay) a cada vivienda, pero se anula la información sobre
cualquier otro tipo de calidad edificatoria.
Jamás se hace mención del tipo de instalaciones hidráulicas, eléctricas, de gas o
de sistemas constructivos; mayoritariamente, se oculta al cliente los mínimos diámetros
manejados en tuberías, así como los materiales antiguos que se utilizan. Los clientes
por su parte, no suelen preguntar sobre estos temas, y ni siquiera imaginan lo que pueden
encontrar bajo el suelo y entre las paredes de las mismas.
5.1.1.5 El crédito en el discurso de venta.
En toda venta, el agente tiene a favor la herramienta del crédito, pues conocen que estas
viviendas entran dentro de lo instituido legalmente. El deseo y su estrategia, comenta
Baudrillard, comienzan a partir del crédito y los recursos publicitarios que en él se
basan. En sí, el crédito tangibiliza el deseo de poseer, así como la apropiación de los
objetos y su facilidad de uso, aun cuando no sean completamente suyos. Los utiliza
tanto que su vida útil termina cercana a la fecha de su término de pago. Es un derecho
que tienen las personas como consumidores y ciudadanos en cuanto a lo económico,
pero sobre todo, el derecho a la recompensa de realizarse de manera inmediata.
(Baudrillard, 1969, pp.177-179)
263

Aun cuando no son los promotores quienes otorgan el crédito, están bien
informados sobre las instituciones crediticias y los trámites necesarios para ser
beneficiario, proporcionando estos datos a todo comprador potencial. Incluso, cuentan
con los programas de computación y accesos de telecomunicaciones para lanzar una
corrida, con el fin de que el cliente conozca en firme los montos de acuerdo a la
capacidad económica.
Si bien el otorgamiento de un crédito es una parte importante de la estrategia de
promoción y venta, este no es percibido así por los habitantes, quienes durante las
entrevistas afirmaron no haber contado con ningún privilegio particular de promoción de
parte de la inmobiliaria, y toman el crédito como un derecho que tienen como
trabajadores.
Imagen 10.
Exterior de fraccionamientos privados.
Talleres mecánicos, calles con recubrimiento asfaltico de mala calidad. Viviendas sin arquitectura.
Fuente: Elaboración propia
264

Como se comprende, durante el proceso de venta, los agentes muestran de
diversas maneras la escenificación y ofrecimiento de un estilo de vida estándar.
Enseguida, se analizará en qué medida los habitantes se vieron persuadidos por este
proceso y, de ser positivo, de qué manera lo han sostenido hasta el día de hoy.
5.2 Acciones y actividades de acuerdo al interés de vida.
Los patrones de interés, para este estudio, están sentados sobre un fondo socio-espacial,
de los cuales, tanto lo social como lo espacial, se descomponen en relación a estilos de
vida pretendidos. Si bien todos los aspectos estudiados podrían interpretarse como
respuestas a diversos estilos de vida, no se debe confundir prototipos preconcebidos
desde la cultura y la sociedad, siendo estas tradiciones o modos de vida, con aquellas
realizadas con el fin de formación de un estilo de vida.
En el Capítulo III se mencionó que los fraccionamientos, desde la construcción,
han sido diseñados con elementos que los compradores toman como conocidos, aspecto
que fue definido como pre-identificación del lugar, donde las personas, al llegar,
sienten que ya lo conocen, pues conocen los signos y los usos de los componentes del
sitio. Este aspecto de identidad, es el que frecuentemente es tomado como “estilo de
vida”, principalmente desde la estrategia de ventas, y puede confundirse fácilmente
desde cualquier otra disciplina. Sin embargo, no es un estilo de vida lo que se adquiere,
o por lo menos no todos los habitantes es lo que pretenden adquirir, según los discursos.
Más bien, se refiere a una pre-significación del territorio con aspectos que son
entendidos por personas de instrucción residencial similar previa, y repetible en otros
sitios, aun cuando no sean fraccionamientos cerrados. La preconcepción de un modo
tradicional, es una manera de situarse como parte de una sociedad que siempre ha
existido, a la cual se pertenece y cuenta con lineamientos a seguir para una buena
convivencia.
265

Por estilo de vida, en cambio, no solo se determina un fin específico de las
acciones cotidianas donde se ven implicados esfuerzos constantes, sino también un
nivel de compromiso y motivación para lograrlo.
5.2.1 Modelos de acción por el tipo de intereses sociales en las residencias.
De las vertientes anteriores, pre concepciones tradicionales y estilo de vida, se obtienen
las acciones bajo las que se desarrolla la vida: la centrada en la familia y la centrada en
un proyecto integral, los cuales comulgan con las formas de organización del hogar
estudiadas en el anterior capítulo: tradicional y activa. Cada una de estas líneas, forma
un modelo de directrices de acción por interés social en cada residencia.
5.2.1.1 Modelo centrado en la familia.
Organización tradicional.
Dimensión residencial.
. Fuerte principios de aceptación y respeto por la estructura familiar tradicional
. Hogares compuestos por familias jóvenes y de mayor edad.
. Miembros con roles definidos y tradicionales.
. Desplazamientos poco frecuentes, salvo el marido, y pocos tiempos de traslado.
. Proyectos tradicionales para el bien familiar, frecuentemente esperanzados a la
situación y circunstancias externas. En ocasiones concluidos.
. Hijos como preocupación principal y porvenir. Al cuidado de la madre.
. Permanencia dentro de la vivienda por largos periodos, semanas incluso.
. Cuidado de la vivienda en manos de los mismos integrantes de la familia. En ocasiones
cuentan con ayuda externa para limpieza únicamente.
Dimensión ocupacional
. Solo uno de los miembros, el hombre, se encuentra insertado en la vida laboral y
económicamente activa. Es el sostén principal. En ocasiones la mujer también trabaja.
. Frecuentemente trabajan o realizan otro estudio en el hogar.
Dimensión de Ocio.
. Tiempos libres familiares, de descanso y mantenimiento.
. Relaciones fuertes internas a la residencia, en ocasiones al fraccionamiento.
. Poca o nula búsqueda de experiencia. Incorporación total a lo establecido.
. Tiempos destinados a convivencia y supervivencia.
266

5.2.1.2 Modelo centrado en un proyecto integral.
Organización activa
Dimensión residencial.
. Debilitamiento de la estructura familiar tradicional
. Hogares compuestos por individuos solteros o familias jóvenes
. Miembros con roles determinados pero elásticos
. Efectúan grandes tiempos de traslado y distancias de recorrido diarios
. Existe un proyecto individual o en pareja fuerte
. Los hijos, si los hay, forman parte del proyecto. Cuentan con ayuda externa para el
cuidado.
. Desprendimiento de la vivienda, ocasionalmente no regresan a dormir
. Cuentan con ayuda externa para el cuidado de la vivienda
Dimensión ocupacional
. Todos los miembros, o más de la mitad, se encuentran insertados en la vida laboral y
económicamente activa.
. No suelen trabajar dentro de la residencia, por lo que las jornadas laborales son
extensas.
Dimensión del Ocio.
. Tiempos libres sociales o de descanso y de transformación
. Relaciones externas a la residencia y fraccionamiento con varios grupos distintos
. Búsqueda de experiencia y poca rutina
. Tiempos destinados a construir y disfrutar
Cabe señalar que esta manera de hacer cuantificable el estilo de vida, no forma,
de ninguna manera, una técnica metodológica para cualquier estudio, pues al hablar de
un concepto subjetivo, los análisis cualitativos resultan más honestos; además, en otras
condiciones, quizás los mismos parámetros se explicarían de distinta manera. Sin
embargo, para esta investigación, esto es posible dadas las condiciones de perímetro de
ubicación de la muestra tan concreto, que permiten una pronta identificación de los
individuos, para ser agrupados por fines comunes.
267

5.2.2 Adaptación.
De acuerdo a lo tratado dentro del capítulo III referente a las causas de la movilización
residencial, se deduce que, como cualquier cambio, deben desarrollarse ciertas
habilidades de adaptación al nuevo sitio. Para esto, se retoma el origen de los recursos
del capital económico, los cuales han sido detonantes en la movilización, y que
conllevan a distintas maneras de ajustes, con el fin de conciliar la vida y los aspectos
relacionados con la vivienda.
En las situaciones donde los habitantes rentaban en una zona mejor, además de
céntrica, y el cambio permite poseer una vivienda, entonces se considera una adaptación
de tipo ascendente, donde contrastan eventos positivos y negativos, pues predomina la
voluntad de la construcción de un patrimonio contra los aspectos de ubicación
anteriores. En este caso, resulta la única opción con que se contó para lograr el
beneficio patrimonial.
De otra manera, si la decisión está influenciada por alguna característica del
antiguo hogar que ya constituía un patrimonio, como la distancia de los hijos en el caso
de los jubilados, o posesión de propiedades más grandes o pequeñas que las requeridas,
entonces se habla de una adaptación circunstancial, pues ha marcado un progreso en
alguna situación de vida no necesariamente económica por lo que dicha decisión tiene
solo aspectos positivos. Es decir, se contaba por lo menos con una primera opción, por
lo que tomar el cambio de residencia resultó una ventaja, pues en algunos casos se
percibe la renta de la primera vivienda efectuándose con ella el pago de la nueva
hipoteca y en otros casos, la anterior vivienda fue vendida por lo que el monto
hipotecario a liquidar se vio reducido y consecuentemente, fácil de solventar.
268

Cuadro 43.
Habilidades de adaptación desarrolladas en los individuos de acuerdo a los fines del cambio de residencia, la
adquisición del capital económico, y las características del hogar anterior.
Adaptación ascendente
Antes rentaban en una mejor zona
Ahora la zona no es tan buena, el cambio responde a la propiedad y supresión de renta
Única opción de vivienda
Adaptación circunstancial
Contaban con una casa propia con alguno de estos factores:
Demasiado grande, menor dimensión, fuera de la zona, lejos de la familia
El cambio responde a esa circunstancia
Por lo menos dos opciones de vivienda
Fuente: Elaboración propia
5.3. Identidad y apropiación.
Hasta este momento, se ha explicado el fondo social bajo el que se desarrollan los
habitantes de estos fraccionamientos. Ahora, es necesario conocer las circunstancias
espaciales donde se llevan a cabo, y que podrían representar un estilo de vida. Si bien el
autor David Channey (1996) ha incluido en el ensayo sobre estilos de vida estos tipos
de residenciales, denominándolos como representantes de la cultura de masas, el
presente estudio pretende indagar si en realidad esto es común a todos los habitantes o
si bien, corresponde únicamente a algunos de los mismos. De ser cierto, se pretende
conocer de qué manera se lleva a cabo esta situación.
“La vivienda suburbana es la forma perfecta de ciudadanos de
la cultura de las masas. Virtualmente indistinguible y anónimas, las casas
suburbanas son depresivamente normales, pero les falta el carácter colectivo
de manzanas públicas de vivienda. Con sus fáciles accesos a los sitios
espectaculares de entretenimiento de consumo llenan la promesa de un
acceso democrático cuando al mismo tiempo refuerza una serie de mitos acerca
de los peligros de la congestión urbana en contraste de la privacidad de la casa
suburbana. (Chaney, 1996, p.21)
Este compilado, se basa en los componentes rectores del estilo de vida establecidos
en la metodología, conformados por:
Discurso publicitario
Pretensiones buscadas
Status
269

Valor vida social y familiar
Estos, conforma a la división
ocupacional, y del Ocio.
en tres dimensiones principales: residencial,
La información principal parte de la dimensión residencial, de donde se
determinarán con precisión las características arquitectónicas y urbanas, pero basadas
completamente en el ámbito social comprendido dentro de las residencias, por lo que
este obtiene igual importan, lo cual permite comprender las características de la familia
(o residentes, aun cuando no sean familia) y cómo estas se ven implicadas en la
residencia y el fraccionamiento, pues es dentro del núcleo familiar donde mejor se
puede detectar los estilos construidos o a construir a futuro.
La información familiar requerida se basa en el ideal o futuro de vida que los
personajes intentan y en el cómo piensan alcanzarlo, a lo cual se integra también la
dimensión social y del tiempo libre, en donde los sitios frecuentados, la periodicidad y
compañías buscadas adquieren significados, tanto de la estructura física como de la
comparación y competitividad, que más tarde son llevados a la dimensión residencial.
Se toman modelos o patrones que se ven reflejados en las modificaciones o
adaptaciones tanto de casa como del fraccionamiento. De esta dimensión, se derivan
principalmente conceptos como lujo, comodidad, aceptación y seguridad, siendo
trabajo de esta tesis, encontrar el cómo se reflejan estos dentro del fraccionamiento y
vivienda. Así mismo, es justamente durante el tiempo libre, cuando se pueden sugerir
y llevar a cabo las adecuaciones, por lo que las horas y horarios dedicados a este rubro
cobran importancia.
La dimensión ocupacional es la que atañe en menor grado. Esta se considera
únicamente como generador de ingresos, tema fundamental en las transformaciones y
adecuaciones residenciales, y como generador del tiempo libre. Es necesario conocer
270

el rango de ocupación al que pertenecen los habitantes y el tiempo y destino donde se
labora, con el fin de encontrar concordancias. En cuanto a los tiempos de traslado, estos
nos indican cuanto se impone el estilo de vida ante cuestiones como la comodidad o la
cercanía, y se cree se verán implicados mayormente en las transformaciones por agrado
para su recompensa.
5.3.1 Identidad y apropiación en un trasfondo socio-espacial.
Para evaluar el uso de esta dimensión en los distintos habitantes, cabe preguntarse
qué tan halagadores son en realidad estos fraccionamientos y cuáles son los elementos
representativos de tal sensación, lo que dará el aspecto cualitativo, y tomando la
capacidad de gasto para la selección de la residencia a poseer. Se complementa la idea
con la 1era dimensión de Chaney (1996): El halago a la persona-consumidor sobre una
cultura artificial y dramática, ignorando las restricciones sociales y tradicionales. En
este sentido, será necesario eliminar aquellos aspectos que, como se vio anteriormente,
forman parte de una identificación del sitio, tradicionalmente establecida, y otros como
parte de una apropiación. Con estas, se encontrarán los significados sociales que remiten
directamente a la formación de un estilo de vida, una vez definida la pre-identificación
como los diseños y elementos dentro del concepto de los fraccionamientos que los
compradores toman como conocidos. Las personas al llegar se identifican, pues
conocen los signos y los usos de dichos componentes del sitio. (Ver Capítulo III)
Si se considera que de todos los entrevistados, solo el 3,5% no cuentan con
crédito hipotecario, o bien, contaron pero han cubierto el total, por lo que se encuentran
en trámites de liberación, y el 7% cuentan con un crédito menor a la mitad del valor de
la vivienda, sumaremos que el 89% deben mas del 50% de la vivienda, que los incluye
en una situación de pretensión en cuanto al nivel de vida esperado, lo cual, de primera
instancia, podría significar la búsqueda del lujo y la comodidad a cualquier precio. Sin
embargo, la situación en que se encuentran los habitantes varía mucho de una vivienda a
otra, pues mientras se encuentran aquellos para quienes la hipoteca no es representativa,
271

existen aquellos otros para quienes el gasto es un sacrificio día a día. Un 18% de la
muestra cree cubrir el monto final en un máximo de 8 años, aun cuando los créditos
han sido otorgados por 15 o 20 años; esto, muestra una vida acorde al monto por encima
del lujo y la ostentación para algunos, sobre otros quienes hacen referencia a la frase: “el
lujo, ¿porque no para mi?” (Lipovestky, 2004, p.62). Por otra parte, se muestran
recursos, en algunos casos funcionales y en otros decorativos, que responden a una
apropiación que de igual manera son ostentatorios.
Cuadro 44.
Datos sobre los créditos hipotecarios
Residencias con crédito hipotecario 96.5%
Residencias pagadas a la fecha 3.5%
Residencias con un crédito hipotecario mayor al 50% de la vivienda 89%
Residencias con un crédito hipotecario menor al 50% de la vivienda 11%
Residencias donde se cree cubrir el monto hipotecario en un máximo de 8 18%
años
Residencias donde los autos podrían cubrir el pago hipotecario total 20%
Fuente: Elaboración propia. Datos obtenidos de septiembre del año 2006 a junio del año 2007
De acuerdo a lo anteriormente señalado, se comprueba que, desde la selección
y compra, existen aquellos quienes han elegido una vivienda acorde a los ingresos y
nivel de vida, por lo que el pago hipotecario representa un descenso en la economía
cotidiana. Por otra parte, se encuentran quienes han hecho un gran esfuerzo tanto para
el monto de enganche como para los pagos mensuales de hipoteca y mantenimiento de
áreas comunes, motivados por un afán de emulación, antes que otra inspiración.
(Cortina, 2002)
Al mismo tiempo, un 20% de aquellas viviendas cuyos habitantes parecen no
tener problemas en pagos hipotecarios, cuentan con uno o dos automóviles de modelo
reciente, cuya suma aproximaría el monto total para la cobertura de la hipoteca, sin
272

embargo, prefieren continuar con la deuda y gozar del placer otorgado por los
automóviles que superan los requerimientos básicos de transporte, lo cual también está
marcado por un afán de compensación que parece reemplazar la falta de capacidad de
compra de una vivienda más lujosa o en otro sitio que consideran más selecto; el auto,
al poder ser llevado consigo, da un aspecto de mayor clase que la misma vivienda, con
la expectativa de lograr una distinta percepción, tanto ante sí mismos, como ante otros.
Respecto al discurso publicitario, el 61% se enteró del fraccionamiento por un
vendedor o amigo, solo el 19% por banners o publicidad, y el resto porque conocían la
zona y sabían de la construcción del mismo. En realidad, el 71% reconoció no haber
visto publicidad, e incluso mencionan que no la hubo cuando ellos pretendían adquirir
el bien, aunque después la colocaron, (colgantes, espectaculares y folletos). En sí, lo
único que llamó su atención fueron los banderines instalados en las afueras del
fraccionamiento y andadores en venta.
Lo más recordado sobre el discurso de venta, es el tema sobre la gente
“profesionista” quien habita los fraccionamientos, aunque un porcentaje muy cercano
admite no recordar, en nada, el discurso. Cuando se les dan opciones, son el área verde
y la ubicación los más relevantes, pero sin mucha importancia; únicamente el concepto
de plusvalía, tanto de la zona como del fraccionamiento, es recordado por el 42% de los
habitantes.
Resalta que, respecto a la calidad de los sistemas constructivos y servicios
ocultos, únicamente el 14% hicieron caso a lo ofrecido; es decir, que la existencia de
aljibes, el tipo de acabados u otros beneficios en el tipo de espacios, no fueron
importantes en cuanto a discurso, y fueron tomados en cuenta únicamente en los casos
donde estos se apreciaban físicamente.
273

Si bien un buen porcentaje de personas hicieron mayor caso al tema de gente
profesionista y plusvalía, también es cierto que el discurso de interpretación varió de
unos hogares a otros. Así, mientras para algunos esto significó amistades “agradables y
similares para los hijos”, para otros, reflejó que, dada la situación profesional y de allí la
secuela laboral de tiempo, espacio y economía, la armonía sería mejor, pues no habría el
vecino ruidoso o las fiestas por la noche, por ejemplo. Para otros, el tema de
profesionistas se vinculó directo al estilo de vida, pues el significado fue de buen gusto
y nivel, por lo que la conservación del concepto la dieron por hecha. Con esto, se
corrobora la segunda dimensión de Chaney, referente a un “Show espectacular en el
proceso de mercadotecnia y de estilos de vida como maneras de exhibición.”
El 40% de las personas, al haber sido guiadas por alguien, tomaron la decisión de
compra fácilmente, pues no visitaron más de tres fraccionamientos antes de decidir la
compra, aunque una gran parte, el 28% visitó más de 5 fraccionamientos para tomar
una decisión. La persona guía fue siempre un amigo o un vendedor, quien supo apreciar
el nivel de vida de las personas y leyó aquello que deseaban; esta visión, seguida de un
buen discurso de venta, reafirma el deseo de estatus buscado; como lo señala la teoría de
Baudrillard (1987), el consumidor contemporáneo no es manipulado por la publicidad,
solo ve en ella aquello que desea hacer realidad. Vinculado a lo anterior, tenemos el
constante interés por la plusvalía, cuyo significado en los discursos va mas allá de un
proceso económico de sobre valoración de un sitio; implica también el deseo de generar
algo mejor tras una compra menor, proporcionando un extra a la vivienda de tipo
psicológico, en un “afán de superación” explicado por la teoría de Cortina (2002).
Al preguntar por los arcos de acceso y vigilancia en los cotos, es el “afán de
seguridad” (Ibíd.) el primer tema que viene a la mente a un 25%, pero esta cifra es
superada con la suma de un 55% en los conceptos de plusvalía y tranquilidad, cuya
referencia de seguridad psicológica es más por la seguridad que otorga un patrimonio,
así como la capacidad de pertenencia a la clase selecta en el interior. Si bien dicha clase
274

no tiene igual fuerza que los habitantes de cotos de lujo, esta se encuentra varios
peldaños arriba que el resto, sobre todo de aquellos habitantes al exterior de estos
fraccionamientos, lo que marca un límite entre quienes “no han podido acceder al coto”
y “quienes sí”.
Por otra parte, la exhibición de un estilo de vida en el ambiente interno de las
viviendas, también refleja las situaciones percibidas, así como la tercera dimensión de
Chaney: “El perfecto y conocimiento de las cosas por el cliente, con propiedad y
decisión”. Por ejemplo, mientras el 53% de los hogares hicieron caso a la decoración
sugerida por la casa muestra, el resto no ha seguido el concepto, situación que repercute
sobre todo en el tamaño de los espacios. Por lo general, aquellos que no han respetado
la idea modelo, han colocado mobiliario grande que reduce los espacios en gran manera,
cuyas residencias lucen más pequeñas de lo que ya son. Independientemente, también
los jardines “tipo” han sido sugerencia en plantas y tipos de pasto: mientras que algunos
han dejado el modelo natural, otros han colocado plantas de diversos tamaños, lo que
demuestra distintos gustos y en ellos, distintas maneras en que se conservan o
degeneran los estilos.
En cuanto a los detalles en el ingreso de los fraccionamientos, tales como casetas
y arcos, los habitantes mencionan sobre todo, la plusvalía que otorgan, aunque es
repetible el concepto de tranquilidad al atravesar las puertas de acceso, representado por
un 21%. En sí, se muestran apropiativos ante la seguridad merecida, como si siempre
hubiera existido, incluso en la vivienda previa a la elección.
Esta “apropiación” de la seguridad, puede ser mejor apreciada en terrazas y
jardines para uso exclusivo de los condóminos, lo que concuerda con la cuarta
dimensión de Chaney, “Privatización del placer, aun cuando sea utilizada para
impresionar a la comunidad”. Un 28% consideró la plusvalía como lo mejor de su
existencia, pero tanto el esparcimiento, un sitio para los niños y la calidad estética
275

fueron igualmente elegidos por un 23% de la población. Resalta que no es entonces el
placer del ocio y el juego privatizado, sino la percepción al referirse a ellos, pues la
mayor parte de los habitantes no utilizan las áreas comunes (para lectura o paseo, por
ejemplo), pero gusta que no se llene de gente extraña, y a la vez, pensar que todos los
que allí se encuentran forman parte de la comunidad selecta.
En ciertos casos, la privatización común del fraccionamiento no ha sido
suficiente, y se empeñan en imponer algún tipo de distintivo en materiales y plantas. De
esta manera, se puede vislumbrar, desde el ingreso, el inicio y fin de esas residencias, ya
sea por el tipo de pisos, por ejemplo en las cocheras, o por alguna planta o arbusto
colocado en los límites colindantes con la propiedad adjunta. Existen quienes han
cambiado los colores en alguno de los muros exteriores. Igualmente, se ha visto que,
dado que los patios traseros coinciden y son separados por muros de alturas estándar, se
han colocado mallas ciclónicas, frecuentemente entrelazadas con guías para impedir las
visuales entre casas. Para ilustrar el ehcho, Remy y Voyé (1976) explican que al buscar,
por ejemplo, mayor convivencia entre familias holandesas, se diseñaron jardines
traseros sin división en algunas zonas residenciales, con lo que, contrariamente, se
perdieron los usos de dichos espacios. Resulta poco probable que los individuos
respondan a las sugerencias de comunicación implementadas por un diseño o sector;
por el contrario se “provocara un repliegue de la familia y agudizara la percepción de
los antagonismos, en lugar de contribuir a acrecentar la comprensión y la búsqueda de
comunicación.” (1976, p.129) El individuo postmoderno desea ser dueño y guía del
tiempo de comunicación y socialización.
Además, si bien es cierto que estos habitantes han adquirido un contexto preidentificado,
el cual se adapta a ellos en un 80% promedio, según encuestas, también es
verdad que la observación denota constantes cambios tanto en estructura, concepto y
decoración dentro de cada vivienda, seguidos por el “afán de cambio y novedad”
(Cortina, 2002) Así, un 56% admiten haber cambiado o proyectan reemplazar los
276

jardines de las viviendas por algún terminado material, y un 44% han añadido,
aumentado o modificado algún aspecto estructural de la vivienda. Los principales
cambios han sido crecimiento de recámaras, techado de jardín para patio de reuniones o
servicio, o añadido una recámara donde hubo balcones o terrazas.
5.3.1.1.Identidad y apropiación de acuerdo al tipo de interés social en las
residencias.
Gran parte de las materializaciones encontradas en las viviendas, si bien responden a los
tipos de intereses sociales ya explicados, se comprenden mejor por medio del número
de participación en grupos sociales, los cuales forjan ideas distintivas a las que se trata
de seguir o dar respuesta dentro de las residencias. El número grupos de participación es
determinado por factores de tipo cultural, económico y laboral, lo que ocasiona que las
personas con poca o nula participación en cualquiera de estos ámbitos, se vean menos
influenciadas por otras maneras y gustos, y por lo tanto, responde en menor grado a un
estilo de vida.
De acuerdo a los modelos de interés, se consiguió construir tres patrones los
cuales son adoptados con o sin una intención de estilo de vida, pero que son la raíz con
que se construyen los mundos materiales con lo que se hacen cuantificables los estilos
de vida. El primer patrón es de tipo aspiracional, el segundo de tipo patrimonial y el
tercero se fundamenta en un interés de proyecto final.
Dentro de la estructura de organización tradicional, explicada en el capítulo IV,
se encontraron dos vertientes de acción, la aspiracional y por proyecto final; mientras
que en la estructura activa, existen igualmente dos vertientes, patrimoniales y por
proyecto final. En un inicio, la segunda vertiente de ambos modelos, es decir, por
proyecto final, no fue considerada ya que contaba con muchas coincidencias en cuanto a
la estructura con los grupos tradicionales. Sin embargo, la toma de decisiones y fines
reales no concordaban unos con otros. De igual manera, una pequeña parte del grupo
277

activo, si bien tenía las mismas características que el resto, los fines no eran similares.
En una comparativa, aquellos que no correspondieron a ningún grupo, eran semejantes
precisamente por la no búsqueda de un estilo y aspiración, sino por la existencia de un
único fin, específico de compra del bien, por lo que se decidió concluir un tercer grupo
con el objeto de lograr un estudio más confiable.
Estos patrones son tomados como punto de partida, y se establece una
correlación entre los tipos de habitantes según las categorías y el tipo de estructura de
organización, instituyendo esto con el patrón concordante, y de allí, hacer las
determinaciones acordes con las que se puede o no materializar el estilo de vida.
5.3.1.1.1 Identidad y apropiación con un patrón aspiracional
Interés: Interno- social
Uno de los patrones que surgen a partir de los modelos de interés, es aquel de tipo
aspiracional. Quienes se encuentran en este patrón responden a un conjunto de anhelos
de pertenencia, centrado en los afanes vistos anteriormente de emulación y
compensación. Muchos lo han concebido como una esperanza de obtener y llegar a ser.
Este patrón se encuentra dentro del grupo centrado en la vida familiar, por lo que las
principales preocupaciones son de índole familiar y económica. Entre los hogares
observados, predominan, bajo este patrón, muchos de estructura tradicional, cuyas
aspiraciones para los hijos de desarrollarse en un ambiente mejor o igual del que
provenían, pero propio, predominan sobre todo razonamiento o capacidad económica y
donde se nota frecuentemente un esfuerzo para poseer la residencia actual.
Si bien solo un 50% admite hacer un sacrificio haber adquirido el sitio, la
realidad refleja algunas situaciones de estilo, donde se observa un gran esfuerzo de
superación y pertenencia al grupo al cual se integraron, pues existe un único ingreso
económico y , además, los profesionistas denotan un salario apenas acorde a lo que
representaría el pago hipotecario; por otra parte, un gran porcentaje cuenta con autos
278

mayores al monto adeudado, y corresponden a habitantes dentro de la estructura
tradicional, tanto parejas jóvenes como mayores.
Su vida social e influencias de cambio tienen las siguientes características.
. Escasos grupos de participación social en todos los integrantes de la vivienda.
. Influencias provenientes de los orígenes residenciales previos.
. Comparten un mismo espacio de vida con el resto de los integrantes.
Conformación del patrón aspiracional:
. Hogares centrados en la familia.
. Deseo de pertenencia, de contar con un propio espacio de convivencia y recreo
para los hijos.
. Diferentes formas de uso del espacio: para la mujer es el único y principal sitio
de socialización y obligaciones, lo consideran propio y lleno de disfrute y
responsabilidad familiar. Para el hombre es un sitio de descanso, el cual, de no
adaptarse por completo, representa también obligación.
. Viven familias conformadas, por lo que requieren más espacios interiores y con
características particulares.
. Roles definidos, que responden a las tradiciones de antaño.
. Pocos tiempos de traslado.
. Gastan para adaptar la vivienda a futuro pues no tienen ayuda externa.
(Eliminación de todo lo que genere trabajo; se opta por acondicionar con el fin
de simplificar labores).
. No aportan ideas de fuera para adaptación del hogar.
5.3.1.1.1.1 El estilo de vida en la materialización con patrón aspiracional.
Las principales características son la centralidad en la vida familiar y el ahorro de
mantenimientos por tiempo y economía.
279

Elementos centrales y espacios interiores.
. Aprovechamiento del espacio. Al compartir espacios de vida con el resto de los
integrantes, es frecuente encontrar que estas familias han añadido un cuarto o recámara,
para algún miembro de la familia, o como estudio, lo que ocurre en 4 de cada 10
viviendas de este tipo.
. Las cocinas han dejado de ser el elemento predominante en la arquitectura y se
convierten en espacios de uso comunes, con anaqueles y cajones abarcando la mayor
parte de la superficie con el fin de guardar todos los utensilios y víveres necesarios. El
concepto decorativo en anaqueles se rompe fácilmente con la adecuación de algún otro
estilo el cual responde a dos inclinaciones: aquel de la anterior residencia de donde se
han movido muchos de los elementos hacia la nueva, o bien, a alguno económico que
cubra las necesidades de espacio. Las barras sugeridas por los modelos de venta, son
frecuentemente remplazadas por ante-comedores, con el número de sitios necesarios
para cada integrante de la familia, lo cual satura los espacios reducidos. En otras
ocasiones, por el contrario, las cocinas no han terminado de ser adaptadas por falta de
recursos. Se notan entonces desoladas, con los muebles básicos indispensables para un
buen funcionamiento, pero sin concepto alguno.
. También se elimina la escalera como elemento decorativo. Se añaden barandales
de distintos materiales y formas, con fin únicamente utilitario, para los niños o personas
mayores que componen el hogar. Los elementos usados como pasamanos son objetos
tubulares colocados sobre el muro, o bien, barandales en los bordes de peligro, ya sea
en herrería o madera. Se aprecia, en algunas viviendas, cómo estos pasamanos tienen
figuras en forja fuera del estilo sugerido.
. La sala y comedor se integran por completo al uso de convivencia familiar,
donde se colocan el número de sillones necesarios para toda la familia. La decoración,
más que ornamentar, responde a la colocación de objetos de uso con figuras; por
280

ejemplo, colgantes para llaves, ceniceros o portavasos, lámparas y macetas. En general,
las decoraciones que se encuentran son modestas y de poco concepto, es decir, que ha
sido elegida por pieza, sin pensar en un total acorde en todo momento.
En algunos casos, se hace uso de sillas y mesas de plástico “temporales”.
También se encuentran conceptos lejanos a los diseños correspondientes al estilo de la
vivienda: mobiliario artesanal de madera y hierro forjado, muebles de sala tradicionales
con tapicería antigua, en flores o colores distintos, tapetes y otros objetos que hacen
parecer viviendas de anterior construcción, con años de ser habitadas, pues han traído
todo del sitio previo de residencia.
. Estas casas frecuentemente se notan saturadas, aun las que tienen solo algunas
mesas de plástico, pues hay objetos de uso cotidiano pertenecientes a todos los
integrantes, plantas en el interior y textiles con elementos de decoración. Todos estos
diseños reducen, frecuentemente, la ilusión óptica del todo, ya sea por las dimensiones
como por los patrones impresos en textiles y materiales constructivos.
Estéticamente, los elementos centrales, tanto en plantas abiertas como en semiabiertas,
pierden importancia al generar espacios multifuncionales llenos de significados
familiares, por lo que ningún sitio cobra mayor importancia.
. La planta superior se utiliza como área de descanso y continuación de la unión
familiar. En los distribuidores, cuando los hay, se coloca generalmente el mueble de
televisión, para crear una estancia de entretenimiento, donde la familia convive por las
noches o los fines de semana. Las habitaciones cuentan, igualmente, con todo el
mobiliario necesario para la disposición de diversos artículos, pero no responden a los
elementos conceptuales, siquiera, de la misma habitación.
281

Perfiles y cubiertas
En cuanto a los estilos elegidos (contemporáneo o tradicional californiano) no se
cuenta con una estadística clara de selección, pues mientras los fraccionamientos
terminados antes del 2006 se construyeron bajo el concepto californiano, los más
recientes han preferido el estilo contemporáneo; la elección entonces responde a la
disponibilidad al momento de la compra y no tanto a la selección y gusto. Sin embargo,
en cuanto a la conservación del concepto, existen distintos comportamientos pues los
mismos fraccionamientos responden diferentemente a lo que refiere a apropiación. Las
viviendas de los fraccionamientos de antes del 2006, conservaron cierta individualidad
en construcción, pues la variedad alentaba a los edificadores; esto quiere decir que, aun
cuando en planta, elementos arquitectónicos básicos y concepto, las viviendas son
idénticas, no ocurre así en fachadas, pues en estas, los diseños varían de una a otra en la
colocación de techos inclinados y planos, salientes, volados e incluso, en ocasiones,
hasta en tipo de ventanearía. En estos casos, la apropiación resultó más sencilla, al
existir marcadas diferencias entre una casa y otra.
En contraste, las viviendas de estilo contemporáneo no se perciben como casas
independientes, sino que el bloque de fachadas genera el concepto integral del
fraccionamiento; aun sin ser idénticas entre sí, ya que varían de algún modo en cuanto a
recubrimientos o ventanearía, la impresión es de pertenecer unas a otras, pues responden
rítmicamente mediante cada uno de los elementos y formas. En estos casos, la
modificación o aditamento posterior rompe fácilmente con la armonía del entorno, más
aun, si este no es elegido de acuerdo a la trama constructiva.
Así, se notan los intrusos mediante la colocación o remplace de cualquier sección
de la casa. Como ejemplo, resalta, al frente de la vivienda, el cambio de los jardines
frontales por material constructivo. En esta situación, sobresalen aquellos que, por algún
motivo, han seleccionado material más económico y sin diseño, tal como concreto sin
textura, o de igual manera, algún recubrimiento que no va a acorde: vitro piso con
282

diseños rústicos por ejemplo, o bien, diseños llamativos que combinan piedra de río
flanqueando un pequeño camino de cemento y arbustos, pues resultan recargados para el
tamaño del área. En otros casos, se han seleccionado plantas que, por la conformación
natural, crecerán fuera de los límites del lote, como bambúes o bugambilias, o bien,
florecillas de diversos tipos y colores, violetas, daysis, jazmines como ejemplo, que no
concuerdan con las cuadraturas del estilo contemporáneo. En este sentido, también es
notable, como se había mencionado en anteriores capítulos, que la inexistencia de
banquetas obliga al peatón pasar por las cocheras, que ya son mínimas, y se ven
además, interrumpidas al tránsito mediante la colocación de vegetación delimitante, lo
que se presenta en dos viviendas de cada 20 casas (dependiendo del fraccionamiento en
particular).
Los patios traseros del 82% de las viviendas, también han sido o pretenden ser
cambiados, por lo menos una fracción. Por tanto, dejan de ser un elemento central y un
límite visual dentro de la arquitectura, pues, tras la modificación y frecuente
pavimentación con fines de servicio, donde se guardan artículos de limpieza y juguetes
de los niños, son cubiertos por cortinas con estampados diversos, con lo que se bloquea
por completo la visual pretendida en su concepción.
Existen dentro de este grupo aquellos quienes no han cambiado el jardín trasero,
pero de ellos, un 70% menciona que, tan pronto pueda, lo cambiará, debido a la
necesidad de otra habitación o bien, a los tiempos requeridos para el mantenimiento de
jardines. Las viviendas, dadas las reducidas dimensiones, principalmente en las
habitaciones superiores y tras el cambio y pavimentación de patios traseros, el ambiente
interior es caluroso.
Relación con el fraccionamiento
En cuanto a la ubicación dentro del fraccionamiento, cabe mencionar que
aquellas viviendas orientadas a las áreas comunes (terrazas y parques) son elegidas más
283

por el grupo tradicional, con la idea de que la vivienda se prolonga y por lo tanto, los
chicos tendrán mayor espacio de juego y entretenimiento. En verdad, los niños que se
encuentran por las tardes en las áreas comunes responden más al tipo tradicional, al igual
que el uso de estas áreas para festejos los fines de semana. Los sujetos dentro de este
grupo son, en resumen, quienes utilizan el fraccionamiento en su totalidad, al pasear con
los hijos por las tardes, apropiándose del área común y extendiendo su vivienda.
Discurso de venta
Los miembros de esta categoría, son los que se ven más persuadidos por los
discursos de venta: cuestiones principalmente como plusvalía de la zona, y cercanía a
centros comerciales y fraccionamientos de lujo son conceptos que recuerdan, además de
la gente profesionista como mayoría de los compradores.
5.3.1.1.2 Identidad y apropiación con un patrón patrimonial.
Interés: Externo-social
El siguiente patrón corresponde a algunos habitantes dentro de la estructura activa,
tanto parejas jóvenes como solteros profesionistas. Las intensiones son anular el pago de
renta y obtener una propiedad como primer peldaño para la construcción del patrimonio
y vida futura, cuyos principios se basan en la comodidad del hogar y del uso del tiempo
libre, con afanes de compensación y superación. Las aspiraciones van más allá de la
vivienda adquirida, pues se encuentra lejos de su mundo social en el que había vivido,
pero toman el movimiento como el inicio de un camino a recorrer. Sin el pago de la
renta, es más fácil tener una plataforma de donde partir a otros proyectos futuros. Aun
cuando han sacrificado un contexto donde encontraban confort, no lo perciben como tal,
pues regresan indistintamente a él cada que lo desean. No muestran sacrificio alguno
para el pago de la hipoteca, la cual saben cubrir en un máximo de 8 años.
Su vida social e influencias de cambio tienen las siguientes características.
. Diversos grupos de participación social para todos los integrantes de la vivienda
284

. Influencias de dichos grupos y sitios de participación social diaria.
. Comparten ciertos espacios de convivencia y ciertos de individualidad para cada
integrante.
Conformación del patrón patrimonial:
. Hogares centrados en un proyecto integral.
. Deseo de poseer. Bases para la construcción de un patrimonio.
. Para todos estos habitantes, la vivienda es un espacio de relajación y descanso.
No es tanto una guarida familiar, sino un sitio donde descansar de las
actividades externas, sociales y laborales; modificación de todo aquello que no
otorgue dicha relajación sensorial.
. Viven individuos, tanto en familias pequeñas, parejas o solos, lo cual significa
una cierta individualización de los espacios. No requieren más habitaciones, pues
cada espacio puede ser utilizado independientemente en las actividades de cada
miembro.
. Roles elásticos. Todos pueden participar en todas las actividades indistintamente.
. Grandes tiempos de traslado.
5.3.1.1.2.1 El estilo de vida en la materialización con patrón patrimonial.
Las principales características son la centralidad en un proyecto de vida y la superación
en todos los ámbitos.
Elementos centrales y espacios interiores.
Aprovechamiento del espacio.
. Los espacios de planta baja de estas viviendas parecen tener la flexibilidad para
actuar tanto independiente como conjuntamente. En ocasiones es un espacio integrado,
pero cuando es necesario, la sala puede ser utilizada por uno de los miembros, mientras
el comedor o cocina bien por otro, sin estorbarse y sin confundir las actividades.
285

. Aquellos quienes han añadido o ampliado alguna recámara, es por la
conservación de electrodomésticos y no por comodidad o ampliación de la vivienda.
. Estos conforman un 21% de la muestra. Por lo general, la cocina se conserva
como elemento predominante en la arquitectura, donde se ha invertido un monto
considerable en mobiliario y electrodomésticos. En todos los casos, se responde a lo
sugerido en la vivienda tipo antes de la compra, pero es adecuada y en muchas ocasiones
superada tanto en diseño como en selección y calidad de materiales, convirtiéndose en
un atractivo importante para la composición. Se encuentran en ella terminados finos y
acabado, desde el postformado hasta recubrimiento de mármol y acero inoxidable.
Además, se dispone de elementos que facilitan el uso cotidiano para distintas
actividades, tanto en iluminación como en accesorios y electrodomésticos, todo de
reciente adquisición. Las barras son conservadas como reemplazo a ante-comedores,
dada la practicidad de uso, mientras que los muebles de comedor responden al concepto
decorativo antes que a la función, por lo que son de dimensión justa para no saturar el
espacio.
. Una cifra reducida de estos hogares no ha concluido por completo la instalación
del mobiliario de cocina, y aunque responde también a la falta de recursos, no es
justamente que no se cuente con un monto económico, sino que los requerimientos de
diseño y material son más costosos y prefieren esperar unos meses para cumplir con el
capricho estético.
. Las escaleras, en todo momento, conservan la cualidad decorativa, al evitar
añadir barandales u otros elementos que rompan la visual; cuando ha sido necesario,
algunas viviendas han integrado barandales con el concepto y calidad, tanto en material
como en dimensiones, logrando la preservación de la línea de diseño.
286

. La sala y comedor se integran a los conceptos de decoración antes que a la
funcionalidad para todos los habitantes, lo cual hace de las plantas bajas espacios
equilibrados en color y dimensiones. El mobiliario cuenta con el número de plazas
para no reducir los caminos, por lo que no se enciman unos con otros, y se integran con
objetos funcionales y decorativos que otorgan a cada parte de la vivienda, de cierta
manera, independencia de las otras. Entre estos, se encuentran por ejemplo, obras de
arte o cuadros decorativos de selección, lámparas, tapetes y cortinas que delimitan una
área de la otra, pero se conserva la unidad.
. Las decoraciones no siempre son costosas, pues se encuentran muebles tanto de
materiales finos, como piel, hasta textiles u otros recubrimientos más económicos, pero
en todo caso, son nuevos y se coordinan con el resto. Los conceptos no solo son de
orden contemporáneo, sino que en ocasiones, se elige también un tema, por ejemplo
hindú, africano, o bien un color dominante: blanco, tinto, café o azul. Contrario a lo que
sucede en las viviendas de tipo aspiracional, estas lucen más amplias e iluminadas.
Estéticamente, los elementos centrales conservan importancia y son tratados
cuidadosamente al ser rodeados de contextos que añaden interés desde cualquier
perspectiva.
. La planta superior se utiliza como área de descanso e independencia de los
miembros. Cada habitación cuenta con un propio diseño integral en mobiliario y
accesorios, con la creación de espacios únicos, donde cada habitante puede relajarse sin
convivir necesariamente con el resto. Cuando la capacidad lo permite, la estancia de
televisión ha sido colocada dentro de una de las habitaciones, lo cual admite se utilizada
tanto en grupo como de manera independiente, pues, al no establecerse en el distribuidor
de las recámaras, se trata de un espacio con facilidad de ser aislado en cualquier
momento que se desee.
287

Perfiles y cubiertas.
Anteriormente mencionamos que no existe una estadística de selección del estilo
de las viviendas, dados los distintos tiempos constructivos y de compra; sin embargo, los
grupos patrimoniales parecen haber esperado hasta encontrar aquello que más fuera con
los requerimientos, tanto funcionales como estéticos. Este grupo, conserva las viviendas
de estilo contemporáneo como parte del bloque de fachadas de concepto integral, y
evitan la modificación o aditamento posterior abrupto que rompa con la armonía del
entorno, con la elección, en todos los casos, elementos de acuerdo a la trama
constructiva.
Algunos de estos habitantes también han cambiado los jardines, pero ha sido,
según el discurso, por estética y armonía, pues viste más un recubrimiento fino que un
jardín que no “prende”. Así, los materiales seleccionados son de corte contemporáneo
y de diseño menos espectacular, pero fino. Como ejemplo, predominan las canteras,
piedras de río o piedras lajas, sin guías o paisajes fuera de contexto. Las plantas
corresponden, en su mayoría, a los requerimientos tanto estéticos como naturales, pues
se eligen pequeños complementos con el fin de resaltar los detalles constructivos: colas
de caballo, zacates, o cunas de Moisés, entre los más contados. Escasean florecillas o
arbustos con hojas, y predominan aquellos de tipo estilizado y de espiga. La falta de
banquetas no se ve obstruida por elemento alguno, pues por lo general la vegetación se
coloca en esquinas o pegada a los muros, como encuadre a los elementos arquitectónicos
de la residencia. En sí, la colocación de plantas responde a una manera de apropiación
del sitio. (Imagen 11.)
. Los patios traseros, en ocasiones, han sido o pretenden ser cambiados por
recubrimientos, pero son conservados como parte del concepto, aunque muchas veces
pierden centralidad, convirtiéndose en prolongación del área social. Aun así, es en estas
288

viviendas donde más se han conservado los jardines traseros como centralidad
arquitectónica y con ello, la frescura del ambiente dentro de la residencia. (Imagen 12)
Imagen 11.
Materialización en un patrón patrimonial.
Selección de vegetación: Colas de caballo, palmeras datileras, espigas. De tipo lineal, estilizada. Su uso
enmarca las residencias.
Fuente: Elaboración propia.
. En cuanto a la ubicación dentro del fraccionamiento, aun cuando la selección
responde mayormente a la disponibilidad de viviendas, se percibe que estos grupos,
principalmente los solteros, eligen las viviendas más alejadas tanto del área común como
del ingreso, al considerar que serán menos ruidosas y más tranquilas, pues “no habrá
niños jugando ni automóviles en todo momento”. Sobre los niños, se permite que
289

acudan en cualquier momento al área común, sin necesidad de tenerla al frente. Aun así,
los niños de estas familias no son quienes, ordinariamente, utilizan las áreas comunes,
Imagen 12.
Materialización en un patrón patrimonial.
Cambio de jardines por material constructivo de calidad y diseño.
Foto izquierda: Terminado en pisos de piedra de rio con concreto.
Foto derecha: Láminas cuadradas de cantera gris.
Fuente: Elaboración propia.
290

pues no se encuentran en las viviendas la mayor parte del tiempo; por otra parte, estos
grupos mencionan no hacer festejos en la terraza del fraccionamiento, pues prefieren ir a
un sitio cercano a su vida social; imparcialmente, dicen que estas áreas otorgan mucha
plusvalía al sitio, por lo que pagan gustosos las cuotas de mantenimiento para la
conservación.
En concreto, este grupo prefiere responder a un proyecto integral de vida, antes
que gastar en elementos que no aporten calidad y comodidad a la vida cotidiana. La
vida social y de superación la encuentran fuera del hogar, pues acuden cotidianamente a
gimnasios, centros comerciales, restaurantes o parques, de donde crean conceptos afines
a vivienda, sin necesidad de invertir en adaptaciones por cuestión espacial.
Discurso de venta.
Aun cuando no se menciona, es notorio que, en general, estos miembros no se
vieron persuadidos por el discurso de venta; características mencionadas como plusvalía,
o cercanía a fraccionamientos de lujo no parecieron influir en sus decisiones, pues el
verdadero estilo quedó en el lugar de origen, al cual acuden cada que lo desean. Por otra
parte, su proyecto integral resulta claro, lo que no facilita la intervención de un agente de
ventas, por más prometedor que sea el discurso.
5.3.1.1.3 Identidad y apropiación con un patrón de proyecto final
Interés: Final-espacial.
El último patrón de acuerdo a los intereses, es aquel donde la compra de la vivienda
forma parte de un objetivo específico, al cual se ha denominado por proyecto final,
distinto al proyecto integral con el que han sido descritos los miembros activos.
El proyecto integral responde a un conjunto de actividades cotidianas de donde
parte la construcción de la vida tanto individual como familiar; el proyecto final, en
cambio, es un patrón de interés donde existen actividades centradas en la familia,
291

correspondientes al tipo tradicional, pero que, por razones de ubicación o circunstancia,
conllevan a adquirir una vivienda, con ese único fin. Si bien está envuelto en deseos de
pertenencia, no es tanto la emulación o la base para construir un patrimonio, sino que
representa concretamente el resultado de un patrimonio construido, y no el inicio para
ser mejorado.
Imagen 13.
Contraste patrones patrimonial y aspiracional.
Selección de vegetación en un patrón “aspiracional” (con florecillas como elementos delimitantes,
vivienda izquierda) y en un patrón “patrimonial” ( con colas de caballo, espigas, sin delimitación, casa
derecha)
Fuente: Elaboración propia.
292

Dentro de este patrón, se encuentran miembros de las dos estructuras: activa y
tradicional. Los tradicionales corresponden a familias mayores, cuyos hijos, o la mayoría
de estos, han terminado los estudios universitarios o se han casado. Las aspiraciones
para los hijos han sido satisfechas, y buscan ahora un patrimonio para la vejez, o bien,
un sitio cercano a las viviendas de los casados; en cuanto a los activos, son viviendas
donde residen jóvenes, quienes han llegado de otros estados a estudiar o trabajar, cuyo
fin principal fue encontrar la cercanía entre vivienda y trabajo o escuela. Ambos tipos
no muestran esfuerzos o sacrificios para el pago de las casas, pues dadas las
características de proyecto final o temporales, no tienen interés por liquidarla
prontamente.
Si vida social e influencias de cambio tienen las siguientes características:
. Diversos grupos de participación social exterior
. Nula o escasa participación social interior.
. Influencias absolutas del lugar de origen residencial previo
Conformación del patrón de proyecto final:
. Deseo de proximidad y alojamiento
. Espacio de resguardo después de trabajo o para la vejez
. Transformaciones para resguardo. Solo se modifica si otorga mayor capacidad de
alojamiento; por el contrario, pueden caer en un primer nivel de abandono.
. Viven miembros de familias conformadas en el exterior, que por diversas
situaciones, principalmente de superación, se han desintegrado.
5.3.1.1.3.1. El estilo de vida en la materialización con patrón de proyecto final.
La principal característica es la existencia de otra residencia anterior donde forjaron su
vida familiar, y la que han trasladado, por diferentes circunstancias, a este nuevo sitio.
293

Elementos centrales y espacios interiores.
. Al encontrarse solo una parte de los miembros de la familia, suceden dos
acotamientos en cuanto al uso y adecuación de espacios: el primero consiste en añadir o
modificar espacios que sustituyen a los de la vivienda anterior, pues traen consigo todo
el mobiliario de aquella residencia. El segundo es donde la vivienda se constituye como
temporal, por lo que se han traído elementos para funcionalidad, y se han colocado en
los espacios que mejor convienen, sin modificación alguna.
. En ambos casos, todos los espacios han perdido centralidad, puesto que han sido
categorizados de acuerdo en relación a un mundo anterior. Cuentan con elementos cuyo
significado tiene valor únicamente para los miembros, pero que no simboliza mayor
concepto para quienes vienen de fuera. Tanto elementos integrales, como mobiliario y
decoración forman parte de la residencia anterior, y no concuerdan con la nueva
adquisición, ni con los modelos de venta, lo que a estos habitantes les tiene sin cuidado.
. Frecuentemente, los accesorios resultan grandes para los nuevos espacios, y
tienen el número de plazas con que se conformó originalmente la familia, y se añaden
algunos artículos modernos en una notoria manera de expectativa de visita del resto de
los miembros. No falta en estas ningún servicio o adecuación; se ven viviendas
concluidas desde antes de ser habitadas, y no se respetan las condiciones arquitectónicas
concebidas por la inmobiliaria. Las casas se perciben ya sea saturadas de elementos de
antaño o bien, desoladas por su calidad de temporales. Los estilos varían desde rústicos,
tradicionales, familiares o pasajeros, según los sitios de origen del grupo que habita.
. La planta superior de igual manera, es un sustituto de cada habitación dejada en
el pasado. Algunas son ocupadas por los miembros, pero las sobrantes cuentan con todo
el mobiliario de dormitorio, con el fin de recibir a los parientes cuando lleguen a
visitarles. Son espacios deshabitados, pero listos para ser ocupados en cualquier
momento del año.
294

Perfiles y cubiertas.
Las familias por proyecto final, responden en todo momento a las características
del grupo aspiracional, únicamente que estas refieren no sentirse integradas al
fraccionamiento, pues no tienen niños pequeños y se consideran, ellos mismos, más
viejos que el grueso de la población. Otra diferencia radica en que, en estas viviendas,
no se notan modificaciones en jardines por simple aspiración, sino que toda la selección
responde a lo que se tenía anteriormente, por lo que es frecuente encontrar maceteros
con las plantas de siempre, y recubrimientos con moldes antiguos, aun cuando sean de
reciente instalación.
Concluyen todos que, viviendo allí, se sienten tranquilos y cómodos, como en
casa. Estos habitantes afirman no recordar casi nada del discurso de venta, pero les
gustaron las vías de acceso hacia los sitios de su interés, así como la vivienda que podía
ser adaptada a su modo.
5.3.2 Identidad y apropiación de acuerdo a las categorías de habitantes
Para el siguiente resumen, los grupos determinados fueron divididos en un promedio de
40 residencias. Esto quiere decir que no cabe una estadística exacta, ya que no existe un
común denominador, dadas las características de construcción de cada fraccionamiento.
Sin embargo, en grupos donde existen entre 30 y 40 viviendas, esto se marca como
constante.
Solteros profesionistas.
. Corresponden al grupo activo, centrado en un proyecto y de patrón patrimonial.
. Su socialidad es completamente externa a la vivienda, y con diversos grupos de
convivencia.
. La vivienda representa un logro de independencia y libertad, donde pueden
refugiarse en el momento que lo deseen.
295

. Buscan un estilo, cuidan que cada detalle corresponda al sitio adquirido.
. No modifican la vivienda, pero incluyen terminados de mejor calidad estética,
congruentes con el estilo de la vivienda.
. No utilizan el fraccionamiento.
Muestra: Conservan el estilo de vida adquirido y son un 3.4 de cada 40 residencias. La
forma de materialización es Representativa.
Parejas Jóvenes.
Se dividen en parejas aspiracionales y patrimoniales.
Parejas jóvenes de patrón aspiracional
. Corresponden al grupo tradicional centrado en la familia.
. Su socialidad es completamente interna a la vivienda, y con uno o pocos grupos
sociales.
. La vivienda representa una esperanza de vida y constituye un lazo de unión
familiar, donde pueden convivir todos los integrantes de manera emotiva.
. Buscan un estilo, aunque no conocen los conceptos adquiridos, por lo que las
modificaciones no resultan en todos los casos congruentes a lo supuesto.
. Remplazan los jardines por economía, aumentan espacios de acuerdo al
número de integrantes de la familia.
. Utilizan el coto.
Muestra:
Conservan un estilo de vida anhelado pero no siempre el adquirido y son
un 42% de los habitantes. La forma de materialización de superación y esperanza.
296

Parejas jóvenes de patrón patrimonial
. Corresponden al grupo activo centrado en un proyecto integral.
. Su socialidad es mixta, poco interna a la vivienda y en mayor grado externa,
con varios grupos sociales para todos los miembros.
. La vivienda representa un sitio de descanso y relajación, donde todos los
integrantes parecen ponerse de acuerdo para el camino a seguir.
. Conservan un estilo adquirido y modifican según lo sugerido por los modelos
de venta.
. Modifican la vivienda con el fin de que su espacio luzca siempre mejor, tanto
en calidad como en estética.
. No utilizan el coto, pero lo mantienen como parte del concepto adquirido.
Muestra:
Conservan el estilo de vida adquirido y son un 25 % de los habitantes.
Forman una materialización de tipo compensatoria y de cambio y novedad.
Familias mayores
. Corresponden al grupo tradicional, centrado en la familia y de patrón por
proyecto final.
. Su socialidad es interna a la familia, la cual se ha disgregado, por lo que es
interna a la vivienda y externa con los miembros que han dejado el núcleo familiar.
. La vivienda representa un fin, tanto de patrimonio como de proximidad con el
resto de la familia.
. No buscan un estilo. Cuidan los detalles que muestran su esencia anterior.
. Modifican la vivienda acorde a la vida previa.
. No utilizan el coto.
Muestra: No conservan el estilo de vida adquirido y son el 10,47% de los
habitantes. La materialización es de tipo compensatorio y de seguridad.
297

Segundas residencias
. Corresponden al grupo activo, centrado en un proyecto integral y de patrón por
proyecto final.
. Su socialidad es externa a la vivienda, con varios grupos, y en ocasiones
externo a la ciudad.
. La vivienda representa un sitio de descanso cercano al trabajo o lugar de
estudio.
. No buscan un estilo, ni se preocupan por detalles específicos
. No modifican la vivienda.
. No utilizan el coto.
Muestra: Conservan el estilo de vida adquirido pero de manera efímera y son el
10,47% de los habitantes. La materialización es de tipo emulativa y de cambio.
Conclusiones del Capítulo V.
Con el fin de lograr la materialización buscada, tras haber determinado un
ciudadano convertido en cliente, y una vivienda convertida en un producto, ha sido
necesario recurrir a los discursos de venta, los cuales muestran características
particulares, físicas y conceptuales, construidas junto el fraccionamiento, mismas que los
agentes utilizan a favor para la promoción y a las que podría hacer caso el consumidor
para la elección.
Estos discursos, como es de suponer, ensalzan las virtudes de manera puntual
mediante un proceso ordenado que comienza con el recorrido del sitio y finaliza, si todo
fue bien, con el cierre de la venta. En este punto, los temas más sobresalientes son los
relacionados con los niveles socio-culturales de habitantes quienes ya efectuaron la
compra, la calidad visual de los terminados y elementos arquitectónicos, y el beneficio
de convivencia que otorgan los espacios verdes y áreas comunes con uso restringido
para los dueños de viviendas. Resalta en el discurso el tiempo destinado a la ubicación,
no tanto del contexto inmediato, sino de la cercanía a puntos clave en términos sociales,
298

tales como residenciales de mayor nivel, centros comerciales y servicios, así como a
vías rápidas. Los elementos poco atractivos o incluso negativos, como calidad de
elementos constructivos, dimensiones de espacios interiores y exteriores, y los exteriores
inmediatos, compuestos por áreas de fabricas, por sitios aislados, o por barrios de menor
categoría socio-economía, así como lo transitado de las vías rápidas en horas
determinadas, son temas, definitivamente, evadidos por los agentes de ventas.
Curiosamente, también los prospectos ignoran dichas deficiencias, y se guían por otras
cuestiones, de tipo económico y personal.
Lo anteriormente descrito, con la suma de las características de los habitantes en
las cuatro categorías, establecidas en el capítulo IV, y la construcción de patrones por
interés de vida, arroja dos maneras de materializar los deseos: como estilos de vida, en
algunos de los habitantes de corte contemporáneo y, por otra parte, con implicaciones
de tipo afectivo, en el resto de la muestra. Con ello, se permite el estudio de tipo socioespacial
pretendido para esta investigación.
Para finalizar, se comprendió la manera de organización y modificación de los
espacios con base en elementos arquitectónicos y urbanos concretos, en una lectura de
las simbologías psico-sociales, las cuales dan formas distintas en todas las escalas.
Dentro del espacio interior, las viviendas se distinguen unas de otras, para generar un
panorama desde el exterior que se concreta en el interior, en unidades de índole
decorativa y funcional. En cuanto al fraccionamiento, este toma tintes diversos conforme
se utiliza, donde las asociaciones de condóminos y la fuerza administrativa, en cualquier
modalidad elegida (ver capítulo III), se unen para dar respuesta a los fines comunes de
los habitantes. Respecto a la ciudad, el interés de algunos pobladores se integra a la
forma urbana con la aceptación y adaptación a los contextos inmediatos, mientras que
otro gran número de individuos utilizan la metrópoli en su totalidad, mediante la
movilización constante, con el fin de pertenecer al sitio que dejaron: la colonia, la tienda,
299

la vida social, muestra la evasión de la comunidad existente en las afueras de la nueva
vivienda.
En sí, lo más relevante de la elección queda en el nivel de compromiso hacia un
proyecto propio, hacia un estilo de vida. Por un lado, existen personas quienes hablan de
el proyecto como un ideal casi inalcanzable, pero otras se concretan a organizar la vida
con el fin de lograrlo. La diferencia está en la esperanza de llegar o en la vivencia de
lograrlo. Es aquí donde esta investigación muestra los resultados precisos en torno a
cómo y porqué se ha elegido dicho sitio, se habita y se modifica. Los ciudadanos de
estudio tienen un compromiso consigo mismos, el cual se desarrolla en paralelo con el
resto de la ciudad; al encontrarse seguro únicamente de los efectos de sus actos, evaden
ciertos aspectos de la vida comunitaria: la falta de legislación, ordenamiento urbano,
medio ambientales y sociales. Al final, ellos responden a las propuestas que, a la vez,
dan respuesta a sus necesidades y la cuales pueden alcanzar, a través de un esfuerzo
remunerado a futuro, la adecuada elección de vida.
300

CONCLUSIONES
A lo largo de las páginas anteriores, se presenta un análisis donde se determina la
influencia de la variable “estilos de vida” dentro del concepto constructivo, de venta y en
las decisiones de compra de casa habitación en los fraccionamientos cerrados. El objeto
de estudio se instituye en los fraccionamientos privados en la periferia Norponiente de la
ZMG, a los que se denominó, por el tipo de exclusión y delimitación bajo la que se
edifican, como de “clase profesionista” (ver Capítulo II); el sujeto de estudio está
integrado por los habitantes de estos espacios urbanos. Mediante el examen y
ponderación de elementos de vida tales como el eje laboral, el residencial y el social,
fue posible relacionar significados y valoraciones al momento de decidir la compra de
una casa, lo cual nos permitió, posteriormente, enlazar los intereses o motivos de los
residentes con las propuestas que el fraccionamiento presenta en términos de la
arquitectura y distribución espacial del inmueble; todo esto llevado a cabo mediante una
perspectiva sistémica.
Se han analizado las representaciones de los estilos de vida de los habitantes de
algunas en estas residencias a partir de las teorías que sobre las valoraciones de vida
fueron descritos a lo largo del capítulo I. Ha quedado claro que la zona de estudio se
erige con base en un diseño de ciudad cerrada (cotos), fenómeno marcado no
únicamente por los fraccionamientos de lujo anteriores a los años ´90, sino también por
muchos de los fraccionamientos posteriores de viviendas unifamiliares y clase popular,
de manera casual, pues dada la ubicación, la disposición de algunos elementos
urbanos, así como la traza de vialidades sin respuesta a un plan parcial, detonaron en
“cerradas” que, indiscutiblemente, otorgaron plusvalía, así como la oportunidad de
continuar con los cerramientos en otros residenciales, mismos que han sido explicados
detalladamente en el Capítulo II.
A lo largo de capítulo III se han estudiado los conceptos y bases para clasificar
los fraccionamientos en tipos socio-económicos, lo cual permite una reflexión más
301

profunda sobre aspectos físicos y estructurales de los mismos; se aprecia que en los
fraccionamientos del estudio, la expresión arquitectónica no resulta innovadora ni
propositiva, pues más bien se basa en la reducción de costos, el rendimiento del
producto y la estética del espacio pero de manera comercial; es decir, que llega a ser más
importante la vistosidad de los espacios que la arquitectura por sí sola.
La inexistencia de una legislación que promueva las garantías de la vivienda y de
los sistemas constructivos podría ocasionar cantidad de inconformidades y abusos donde
el más perjudicado será el cliente. Es decir, en materia legal, urbana, arquitectónica y
medioambiental encontramos todavía un gran retraso, que la sociedad en general acepta
ya sea por desconocimiento o comodidad, al tiempo que los organismos públicos y
privados ignorando y aprovechan sin ver un futuro comunitario.
Con el análisis de la fase individual que se presenta a través de los Capítulos III
y IV, en las dimensiones residenciales y ocupacionales, se comprueba que en el plano
personal, las decisiones de compra han sido marcadas por pautas muy definidas
conforme a proyectos personales o familiares basados en los individuales y las
pretensiones de vida; éstas no responden simplemente a la necesidad de creación de un
patrimonio, pues se ha apreciado que existen, además, ciertas condiciones para que se
lleve a cabo la ocupación de las viviendas. La fuerza emotiva ejercida por el origen
residencial previo al fraccionamiento, o aquel en el que se desarrollo el individuo gran
parte de su vida, es un punto estratégico para la decisión de cambio.
Se analizan los discursos de venta como parte inicial del Capítulo V, ya que se
ha considerado que muestran características particulares, físicas y conceptuales,
construidas junto con el fraccionamiento, mismas que los agentes utilizan a favor para
la promoción y las que podrían influir en las decisiones de compra del consumidor.
Estos discursos, como es de suponer, ensalzan las virtudes de manera puntual mediante
un proceso ordenado, mientras que los elementos poco atractivos o incluso negativos,
302

son definitivamente evadidos por los agentes de ventas, y curiosamente, también por los
prospectos, quienes se guían por otras cuestiones de tipo económico y personal. Con la
suma de otros factores como las características de los habitantes en cuatro categorías y
la construcción de patrones por interés de vida, se permite el estudio de tipo socioespacial
pretendido para esta investigación, concluyéndose que, lo más relevante de la
elección, es el nivel de compromiso hacia un proyecto propio, hacia un estilo de vida.
Las personas participantes en nuestro estudio tienen un compromiso consigo mismos, el
cual no se desarrolla en paralelo con el resto de la ciudad; más bien, al encontrarse
seguro únicamente de los efectos de los actos, evaden ciertos aspectos de la vida
comunitaria, como la falta de legislación, ordenamiento urbano, medio ambiental y
social. Al final ellos responden a las propuestas que a la vez dan respuesta a sus
necesidades, sentadas en la experiencia, la auto-complacencia, y en general, en las
teorías del consumo, con habitantes convertidos en consumidores.
Se presentan enseguida los resultados más relevantes de esta investigación, así
como la perspectiva de aportación de nuevos conocimientos:
1) Antes que nada, el no ser ésta una tesis de tipo compilatoria, sino una
exploración auténtica con resultados originales donde la organización de la
información, de acuerdo a los principios metodológicos cualitativos básicos,
logro la formación de categorías de interés de vida y de habilidades de
adaptación, temas que se consideran aportaciones relevantes, tanto en el tema
de ciudad como en la teoría social.
2) La propuesta del enfoque de “consumo” y “estilo de vida” como parte
fundamental del urbanismo contemporáneo, que si bien no ha sido
completamente ignorado por otros estudios, tampoco se ha considerado la
anteposición sobre temas relativos a la economía y la expansión urbana, como si
303

el individuo mismo resultara ajeno y persuadido inevitablemente a las propuestas
de la ciudad.
3) El tipo de metodología propuesta, aun cuando no puede aplicarse con cada punto
a otros estudios, pues lo intereses personales guiaron la creación y serán
irrepetibles en otro tipo de contexto, se considera que la estructura empleada
resultará una excelente base para estudios en zonas similares e incluso en otros
temas donde la formación y segregación de grupos sociales ocurran, como por
ejemplo, la nueva tendencia de Torres residenciales de Lujo.
4) El intentar aunar una disciplina social en el área de mercado con la forma
arquitectónica y urbana. Si bien el estudio histórico de todas las culturas cuenta
con una explicación desde ambos aspectos, la búsqueda de ejes conductores entre
las correspondencias, en cuanto al “individuo contemporáneo”, constituye un
mérito de esta investigación.
5) La introspección objetiva de las propuestas inmobliarias quienes implantan un
estilo de vida con el fin de lograr la venta de las viviendas, mientras los
individuos (compradores), sabiéndose al margen de dichas desiciones, buscan los
lados positivos a su personal modo, donde la búsqueda de un estilo de vida
propio tiende a imponerse.
6) Lograr definir que la ocupación de los fraccionamientos redunda en
percepciones tanto positivas como negativas de los habitantes; existen personas
a favor y en contra de la “tendencia urbana”, y las propuestas inmobiliarias no
muestran, hasta ahora, una segunda opción.
7) El grupo social de estos fraccionamientos está dividido en varios segmentos, de
los cuales se identifican a los que viven por un estilo de vida determinado y a
304

los que no se mueven bajo este interés. La principal característica entre las dos
vertientes radica en el sentido de arraigo o desarraigo, así como las centralidades
bajo las que se rigen los intereses de vida por cada vivienda, que conllevan a
todos los resultados restantes.
8) Los estudios arrojan que las barreras físicas existen de igual manera en el plano
social. Los antiguos habitantes no conviven con los nuevos y viceversa.
Sobre el tema de “Estilo de vida”
a) La propuesta de incluir el “estilo de vida” como parte no sólo de estudios de
mercado y sociales, sino también urbanos, articulándolos de modo psicológico y
proxémico en la conformación de la ciudad.
b) La construcción de indicadores para la operacionalización del concepto central,
que otorgan niveles de conocimiento social, físico y proxémico, con los cuales se
hizo manipulable el estilo de vida en cuestiones urbanas.
c) El logro de una categorización por intereses de vida dentro de los diversos
grupos de habitantes, quienes no siempre se ven aludidos dentro de los
conceptos promovidos, siguiendo su propia historia de vida.
Aportaciones directas para el estudio del tema “Estilo de vida”
1. El estilo de vida no es la pretensión o deseo de estatus, sino el nivel de
compromiso que se adquiere para alcanzar cierto fin.
2. Se ve influenciado por el nivel cultural y en menor grado por el social, antes que
el económico o el laboral.
305

3. Parte de una situación actual del “retorno del hombre al hogar” (Segalen, 1992)
y la incorporación de la mujer al mercado laboral (el hombre se integra a las
decisiones domésticas, a tiempo que la mujer conoce otras dimensiones de la
vida.)
4. Es un gran motivador. Cuenta con grandes dosis de emotividad.
5. Al ser un nivel de compromiso, genera un esfuerzo extra; tras lograrse se
adquiere un triunfo, por eso se le relaciona con el éxito.
Sobre la convivencia en los fraccionamientos: ideas y realidades
Enseguida, se presentan las situaciones diagnosticadas a lo largo de la
investigación desarrollada, en cuanto a la vida y la convivencia entre los habitantes de
los fraccionamientos, pues al encontrarse todos inmersos en un mismo espacio del cual
todos son responsables, tanto física como económicamente, podrían surgir prejuicios que
responden a aspectos del pasado, y que no siempre se repiten en el presente.
1ero. Los fraccionadores inmobiliarios pretenden efectuar las ventas a individuos y en
un principio a familias, con un perfil muy similar: profesionista y, de acuerdo a
los discursos de venta, a doctores, ingenieros y gerentes. Esto supondría una
buena convivencia entre personas “iguales”, quienes hablan de los mismos
temas, frecuentan los mismos sitios y desean lo mejor para el fraccionamiento.
En realidad, aunque predomina la clase profesionista, como hemos visto en el
transcurso del documento, no todos son familia, primeramente, y por otra parte,
las profesiones son en un sentido más bien metafórico, pues habitan
“profesionales” del comercio y de otras ramas técnicas quienes, por los ingresos,
corresponden al prototipo, pero su realidad, particularmente de tipo cultural y
educativo, no concuerda con el perfil “deseado”. Así, como primera sugerencia,
306

no es posible pretender que la convivencia se lleve a cabo siempre, pues la
diversidad de ideas y culturas no lo permite.
2do.
No sucede que el uso de áreas verdes promueva la convivencia tanto familiar
como entre los habitantes. En sí, los niños, en todos los fraccionamientos de la
muestra, han formado grupos por edad, pero los padres no forman parte de él.
Los padres, quienes tienen aún hijos pequeños, son quienes en algún momento
buscan el encuentro; sin embargo, esto resulta más por la coincidencia de
horarios de juego, que por el interés social mismo.
3ero. Aun cuando existen quienes se muestran en desacuerdo en cuanto al pago de
cuotas de mantenimiento y vigilancia, no se encontró, en ningún caso, un vecino
“moroso” con adeudo alguno. Básicamente por dos motivos: el primero porque
se han contratado despachos externos para la administración del sitio, los cuales
logran sostener las políticas de los reglamentos de manera legal, con el fin de
evitar el contacto de tipo afectivo entre los habitantes, por lo que son tratados
por igual.
Aunado a lo anterior, existe una segunda razón más fuerte que la anterior: la
voluntad propia por conservar el sitio y que este no se devalúe. Es decir, que aun
cuando habitan personas quienes admiten un gran esfuerzo por el pago
hipotecario, intentan realizar los pagos de cuotas internas puntualmente. Esto
quiere decir que los despachos administrativos, por lo menos en estos nuevos
fraccionamientos de reciente existencia, no se han visto obligados a usar la ley en
ningún caso. Así mismo, al ser consideradas plataformas de lanzamiento para
una mejor vida por muchos de los residentes, estos están concientes que al
decidir la venta para trasladarse a un sitio mejor, la plusvalía y el monto
económico será mayor si el fraccionamiento se encuentra en buen estado de
conservación.
307

4to.
Si bien la gran mayoría de los residentes evitan el contacto con los otros, también
se muestran respetuosos en materia de civismo, pues dados los espacios tan
reducidos, ansían no causar molestias, por ejemplo, reservándose a ocupar
únicamente los cajones de estacionamientos que les corresponden sin invadir
otras cocheras, siendo prudentes con los volúmenes y sonidos de aparatos
eléctricos y electrónicos, así como con la limpieza de las viviendas. Claro está,
como es natural, existen vecinos que no siempre cumplen rígidamente con estos
acuerdos sociales, y por tanto se le señala; pero, según se comprobó, éstos tratan
de empatar con el resto de los habitantes de la mejor manera posible.
5to. Cabe señalar que, hasta la fecha, se ha respetado el uso del suelo habitacional; es
nula la vivienda con negocio incluido, como tienda barrial o estética, (lo que
abunda en los fraccionamientos cerrados clase baja, por ejemplo). Existe una
vivienda destinada únicamente a oficina de contabilidad, en lo que se detectó
(es una de 432 viviendas observadas, lo que representa apenas el 0.002%) sin
embargo, al no ser un negocio tipo “changarro”, parece no molestar, e incluso
favorece la desocupación después de las 18:00 hrs entre semana y todo el fin de
semana.
De acuerdo con la investigación desarrollada en este documento, se acuerda que
la mayor parte de las personas pertenecientes a la clase “profesionista” expuesta, se ven
persuadidas por elementos como la ubicación y la cercanía, tanto en cuestiones
afectivas como laborales y educativas, de los cuales, existen grupos con una marcada
tendencia a la creación y seguimiento de un “proyecto de vida”, que redunda en la
formación de “estilos de vida”, al seguir puntualmente la teoría correspondiente.
También es cierto que para otros, el encierro y la gente igual es tanto más representativa
de lo que se puede apreciar en cualquier otra colonia de la ciudad, y la idea de “forjar un
patrimonio” y “evitar el pago de rentas” fueron discursos repetidos en estos individuos.
Por otra parte, el discurso de venta, ejercido directamente por los agentes de promoción,
308

no parece repercutir en los procesos de selección, a diferencia de aquel realizado
indirectamente por grupos de afinidad (amigos o parientes quienes recomiendan las
viviendas) el cual tiene un impacto inmediato y definitivo en el habitante
contemporáneo.
Por estos motivos, se resume que:
Los estilos de vida promovidos en los fraccionamientos cerrados forman un
aspecto decisivo en la configuración de la ciudad, pues se muestran como proyectos
ideales que son aceptados como motivos de elección por los grupos de personas para
quienes va dirigido el concepto.
El tratamiento y significado que dan los habitantes a los fraccionamientos
cerrados varía de acuerdo a los intereses particulares de las personas de las distintas
viviendas; si bien todos influyen en el uso, la arquitectura y transformaciones del
fraccionamiento, cada interés tiene distinta manera de llevarlo a cabo. En tales
situaciones, los estilos de vida repercuten directamente en el estado físico y conceptual
del lugar, y los vínculos establecidos con el resto de la ciudad. Si bien, algunos
conservarán los estilos de vida adquiridos, cada habitante busca en estos algo acorde a
un proyecto personal, lo que afirma la hipótesis establecida.
En sí, aun cuando se aprecia el predominio de selección de un concepto o estilo
de vida, las consideraciones futuras de la ciudad, de acuerdo a la información obtenida
en esta investigación, deben basarse, antes que en estudios urbanos de tipo económico,
en cuestiones de movilidad y sus significados proxémicos. Los deseos de movilidad de
los pobladores, por lo menos de esta clase tratada, centran los intereses sobre la cercanía
a vías rápidas, cuyo significado se relaciona con rutas “directas”, y no tanto “rápidas”,
hacia el sitio donde habitaron anteriormente y que seguirán frecuentando, al cual,
incluso, muchos pretenden regresar tan pronto puedan, mientras la ciudad no muestre un
factor que pueda sustituir este deseo.
309

Los resultados presentados afirman, de acuerdo a lo explicado, que la mejor
manera de abordar a futuro es, quizás, en un estudio sobre movilidad. Por cuestiones de
tiempo no se da pie a continuar la exploración bajo esta idea, sin embargo, compartimos
el beneficio de un nuevo proyecto de indagación que esta experiencia deja abierta para
futuras investigaciones. Se deja este documento como una base sobre la cual se pueden
construir discursos sociales, académicos y urbanos, basado en información de
recolección, original y contemporánea, real y con una propuesta sólida de estudio.
310

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