TEMA 3: EL RELIEVE DE ESPAÃA TEMA 4: ORGANIZACIÃN DEL ...
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<strong>EL</strong> R<strong>EL</strong>IEVE <strong>DE</strong> ESPAÑA Temas 3 y 4<br />
contrario, las Eras Secundaria y Cuaternaria se corresponden con épocas de erosión y<br />
sedimentación.<br />
La evolución del relieve español comienza en la Era Primaria, con la sedimentación en el mar de<br />
Thetis de los materiales arrancados por la erosión de las placas Laurasia y Gondwana. Estos<br />
sedimentos fueron comprimidos por el plegamiento herciniano que hizo emerger el Macizo<br />
Hespérico.<br />
La Era Secundaria, se corresponde con una era de calma orogénica, siendo la erosión la<br />
principal protagonista de la evolución. Las tierras emergidas fueron atacadas por agentes<br />
erosivos, perdiendo altura y quedaron reducidas a penillanuras, depositándose los materiales<br />
que la erosión había extraído de ellas en el mar de Thetis, un gran geosinclinal en los que a lo<br />
largo de la Era Secundaria se acumulan los sedimentos.<br />
En la Era Terciaria, el plegamiento alpino afectó a las tierras emergidas desde antiguo y a los<br />
depósitos sedimentarios recientes. Unos y otros eran de naturaleza distinta, de ahí que, ante el<br />
empuje alpino, los efectos fueran diversos: los viejos materiales, duros, rígidos y frágiles debido<br />
a su antigüedad, se fragmentaron, unos bloques quedaron elevados (Sistema Central, Montes de<br />
Toledo) y otros hundidos; en cambio, los sedimentos del los fondo geosinclinar, flexibles,<br />
elásticos y deformables, se comprimieron plegándose ante el empuje orogénico y emergieron<br />
para dar lugar a las grandes cordilleras: cordilleras Béticas y los Pirineos.<br />
Consecuencia última del plegamiento alpino sobre el viejo zócalo herciniano fue el<br />
basculamiento de todo el conjunto hacia el oeste, lo que obligó a la nueva red hidrográfica a<br />
encauzarse hacia el océano Atlántico.<br />
En la Era Cuaternaria se alternaron en España y en Europa periodos glaciares e interglaciares.<br />
Tras el plegamiento alpino, la Península adquirió su conformación definitiva y su evolución<br />
posterior quedó reducida a la colmatación de las depresiones interiores y de los brazos de mar<br />
que se ubicaban en las actuales depresiones del Ebro y del Guadalquivir..<br />
En los periodos glaciares, las altas montañas están ocupadas por extensos glaciares, cuyas<br />
lenguas labran valles y arrastran todo tipo de materiales. Las zonas montañosas medias<br />
soportan un clima muy frío, el suelo permanece helado algunos meses; el frío origina el<br />
cuarteamiento de las rocas y su acumulación al pie de las pendientes y fondo de los valles. Las<br />
zonas bajas, por su parte se ven afectadas por la intensa erosión de los ríos.<br />
En las fases interglaciares, que se corresponden con un tiempo más cálido, se funden los hielos<br />
acumulados durante las glaciaciones. En consecuencia, aumenta el caudal y la fuerza erosiva de<br />
los ríos, que ahondan sus cauces y forman amplias terrazas de cantos rodados, o aluviones,<br />
arenas y limos.<br />
En la formación del relieve insular, las islas Baleares son la prolongación geográfica de la<br />
Península en el mar Mediterráneo a través del cabo de la Nao, ya que, excepto en la isla de<br />
Menorca, el archipiélago presenta la continuidad de las cordilleras Béticas; así lo acredita su<br />
estructura geológica, la naturaleza de los materiales y la edad de formación. Es en Mallorca