MENOS ES MAS - Alberto Lopez Arquitecto

MENOS ES MÁS
Mies cita a S. Agustin:
“la belleza es el esplendor de lo verdadero”. Lo menos significa mas, es un
principio ascético tanto para la moral como para el arte. El valor de un acto no
depende tanto de la cantidad de gestos como de su precisión, de su cualidad,
de su peso específico no de su peso total. Un camino de perfección, de
desprendimiento tanto en el pensamiento oriental del budismo zen, evidente es
su arquitectura de jardines de arena, como en la cultura judeocristiana, en la
regla de la arquitectura cisterciense.
“... ¿cómo quieres renovarte sin reducirte previamente a cenizas...? dirá
Nietche en “Así hablaba Zaratrusta...”
Para C. Levi Strauss...” el gusto no es el resultado de la acumulación, sino del
olvido”
Olvidarse de todo, menos de lo esencial. Eliminar los aditamentos en un
continuo proceso de depuración, de esencialización. Pero para eliminar hay
antes que haber acumulado. Para volver hay primero que haber ido.
Para James Baldwin “... lo mas trabajoso del mundo es la simplicidad, lo mas
temible también. Se hace más difícil porque debes despojarte de todos los
disfraces, cuando ni siquiera sabias que los llevabas. Deseas escribir una
oración tan descarnada como un hueso, esa es la meta”.
Una arquitectura basada en la búsqueda de lo esencial, requiere del arquitecto
la disciplina y la autoexigencia más rigurosa. No cabe lugar para la
incertidumbre, ni para los cabos sueltos, ni para los gestos o los efectos
ansiosamente artísticos. El trabajo hasta él ultimo y menor detalle, ha de ser
perfecto o no será nada. Cuanto más esencialista la arquitectura, más perfecta
la construcción, los elementos, los encuentros, los materiales.
En una arquitectura de lo esencial, cualquier cosa que se decida conservar,
tendrá que demostrar siempre su valor y así mismo, cualquier cosa que por
inútil se elimine, representara una ganancia.
Una poética de la simplicidad, exige una actitud consecuente una
autodisciplina, que surge, de un principio moral. Por eso nada más inmoral que
una arquitectura minimalista entendida simplemente como estilo, como moda, o
como obsesión auto referencial.

La perfección de la que hablo, no es sin embargo la de la artesanía, la de la
habilidad y la del dominio del oficio. A veces el oficio se pone al servicio de la
idea más disparatada. La perfección debe ir vinculada a la claridad y al dominio
del concepto y del significado histórico y constructivo de los elementos.
En el periodo entreguerras, el esencialismo en la arquitectura tendrá varios
orígenes. Hay sin duda una posición conceptual, que intenta ser consecuente
en el resultado formal, desde el origen de la función, desde las necesidades de
la sociedad, desde el rigor constructivo. Pero hay también, una posición de
desdecoracion, de desprendimiento de elementos formales anteriores, de
depuración formal desde la forma sin mayores pretensiones que las del goce
estético. No hay en ello, ningún presupuesto moral. Hay incluso una posición
formal de seguimiento de la moda, del lenguaje racionalista, mejor diríamos ya
del estilo racionalista sin mayores complicaciones y con singulares resultados.
La perfección en el acabado de los materiales, incluso la selección de
materiales llamados nobles para pronunciar aun más esta perfección es algo
característico del movimiento moderno. La bondad de los materiales ira unido
al cuidado de las soluciones constructivas. Esto será especialmente claro en A.
Loos o en la máxima miesiana y antes tomasiana del...”Dios esta en los
detalles...”.
La claridad, la limpieza en la perfección en la solución y en la ejecución de los
distintos elementos de la construcción es la necesidad de un espíritu que
cuando no se colma se inquieta y se incomoda hasta el desasosiego.
Para un espíritu así, la imperfección de los elementos que componen
geometrías que persiguen la perfección, es una contradicción insufrible. Así,
una arquitectura que se funda en geometrías fuertes y rotundas, se derrumba
cuando se apoya en una construcción burda y tosca en sus acabados.
La voluntad de perfección geométrica, de claridad y simplicidad en la
concepción de la forma, requiere del mismo espíritu de perfección en los
elementos constructivos, algo que la arquitectura entonces llamada moderna
estaba muy lejos conceptual y tecnológicamente de conseguir.
Y es que la idea como geometría se degrada
construcción no esta a la altura de la geometría.
en arquitectura cuando la
Cuando se dice que se construye mal, nos estamos refiriendo sin quererlo o no
a esta cuestión.
Construir bien en este sentido es dar con el mayor grado de coherencia entre la
geometría y la realidad de los elementos que la constituyen y le dan cuerpo.
Conseguir en este sentido la perfeccion, es perseguir el mito ilusorio de
encontrar en el mundo de las realidades el perfecto reflejo de las imágenes

soñadas. Algo o solo característico del movimiento moderno, sino también del
clasicismo griego.
Milan Kundera
“...Si queremos ver con cierta claridad la complejidad de la existencia, tenemos
que utilizar una técnica de condensación. La claridad estructural es
imprescindible. Me gusta comparar la literatura con la música. En este sentido,
tengo siempre presente un ejemplo muy clarificador para mí: el músico checo
Leos Janacek, uno de los más grandes compositores modernos. El propósito
de Janacek era despejar la música de la carga inútil de las variaciones
repetitivas, mi programa es janacekiano: Despejar la literatura del lastre verbal,
retórico novelesco, hacerla densa. Mi principio es: solo una idea original que
lance luz sobre la existencia humana tiene el derecho de existir en mis novelas.
Nabokov
“...en el arte elevado en la ciencia pura, el detalle lo es todo”...
Javier Marias
“...lo que permanece, tras la lectura de una novela, aparte de la atmósfera, son
los detalles...”
Para R. Venturi menos siempre es menos. Es la cultura como acumulación.
Pienso en la mentalidad americana del nuevo rico, del rico sin herencia, sin
historia.
Pero también surge la reflexión de que el expresar lo máximo con lo mínimo, es
en el fondo una idea productivista, vinculada a la cultura del progreso, que esta
en la base del capitalismo. Optimizar el esfuerzo. Buscar el camino mas corto,
una mentalidad protestante, que impide disfrutar del camino, del lenguaje y de
la forma en sí. Una mentalidad que todo lo sacrifica al fin, cuando por otra parte
sabemos, que nada más absurdo que buscar el fin a las cosas. ¿Acaso no
sucede muchas veces en arquitectura que los espacios mas interesantes, son
precisamente los espacios residuales, los no diseñados?
El M.M. y el funcionalismo aportaron la idea de que la perfección en la
contestación a un programa funcional es arte en sí mismo ¿El
perfeccionamiento como arte?...desde luego produce una cierta satisfacción
tanto para quien lo hace, como para quien lo contempla. Hay un cierto disfrute,
una volición
¿Pero es arte?
Esta idea que trastoco toda la teoría anterior, ¿no es más bien una idea
vinculada al industrialismo que al arte? Incluso cuando se trata de referirnos a
formas estructurales, en donde se trata de oponerse con el mínimo material a
las fuerzas gravitatorias, ¿estamos hablando de arte o de ciencia?

La cuestión parece que no esta en hacerlo con el mínimo material, sino hacerlo
de una manera sugerente.
¿Se trata de levantar el máximo peso en un arranque, o en hacerlo de una
manera distinta y sugerente? Desde luego, en el ballet, no se trata de dar los
saltos más altos o más largos. El ballet no responde a los objetivos del
atletismo. Ballet y olimpiadas son cosas distintas, aunque en ocasiones un
lanzamiento de disco nos resulte de una indudable belleza. El arte comienza
cuando el gesto se recoge en una obra, en una escultura, o en un dibujo,
cuando hay intencionalidad y el resultado resulta sugerente a un espíritu atento
y cultivado.
Todo esto tiene que ver con los conceptos de modernidad y de progreso.
Conceptos ambos que están hoy cargados de una visión positivista y
productivista. Producir mas con menos, de eso parece que se trata. Pero esto
sin embargo no siempre produce mas satisfacciones sino, tal y como van las
cosas cada vez menos. A veces la línea recta, aunque la más rápida, suele ser
también la mas aburrida. En la elección de la calle curva suele estar a veces la
presencia del hecho artístico. Y es que sin la componente poética en la
elección de la forma no surge la obra de arte, solo queda la construcción, ha
desaparecido la arquitectura.
Hoy sabemos que el único progreso que merece tal nombre, es aquel que se
concreta en actos
Hechos objetos y cosas en donde esta presente la creación poética.
M.Vicent
...”la labor del escritor es depurar la forma y decir las cosas con las mínimas
palabras, las más exactas y sobre todo que la forma no se apodere del fondo y
que todo quede en una especie de bonita hojarasca”...
El peligro esta en convertir esa selección, esa depuración en un fin en sí
mismo, en un fin estético, en otro manierismo consistente en apreciar mas valor
en aquel que mejor sintetiza. Justo el mal opuesto a aquel que se recrea y se
pierde en el lenguaje. La sintetización tiene también su justa medida.
La pobreza de algunos edificios de Mies es que de la idea de lo mínimo ha
hecho un fin en si mismo. El virtuosismo de lo menos, lo esencial de lo
esencial, le ha llevado en estos casos al silencio.
Alain Touraine
“...si reducimos la modernidad a la nacionalización, que es técnica, económica,
organización del trabajo y productividad, perdemos la otra mitad de la
modernidad, los derechos del hombre, el sentimiento de intimidad de la
persona, la novela o el movimiento laboral(la vertiente burguesa, romántica,
obrera, la sujeto, del actor interior).

En la arquitectura moderna en su vertiente esencialista, gravita la idea de la
abstracción pero esta abstracción es de base idealista y geométrica. Por otra
parte, las modernas técnicas de producción son hijas de una abstracción
distinta, mas interesada por el mundo real y empírico. En gran medida ambas
abstracciones son antagónicas, ya que el instrumentalismo moderno es
incompatible con la noción de modelos ideales y absolutos de belleza.
Menos es mas es la regla. Las excepciones son, que menos es también en
ocasiones menos, y más a veces, como en el barroco o en el manierismo,
también puede ser más.