Ruido - Diputación de Málaga

los 'coches-discoteca', disminuyendo ostensiblemente la de bares del
centro. «Han mejorado mucho su aislamiento, aunque vamos a hacer
hincapié en que cumplan la ordenanza de ruido y pongan limitadores de
volumen de la música», según indicaron fuentes del área de Medio
Ambiente.
Ya en la provincia, donde otros 8.000 vecinos lidian con el llamado mal
del siglo XXI, uno de los puntos más conflictivos está en Benalmádena
Costa. Los residentes del entorno de la plaza Solymar y Puerto Marina
han emprendido una cruzada contra el exceso de decibelios en la
principal zona de marcha de la Costa del Sol, donde resulta
prácticamente imposible conciliar el sueño cuando miles de personas
acuden cada fin de semana con ganas de pasarlo bien en una terraza,
en un pub o en plena calle con una botella de alcohol en la mano. No
hay mediciones oficiales, pero sí las tomadas por una plataforma
ciudadana durante un fin de semana en la que se constataron hasta 45
decibelios desde un piso con las ventanas cerradas, una cifra que
supera con creces los 30 permitidos para los dormitorios en horario
nocturno y los 35 para el resto de habitaciones. Después de un invierno
relativamente tranquilo por las continuas lluvias, los bares de copas se
frotan las manos con la llegada del buen tiempo. Bien para el negocio,
mal para quienes intentan dormir sólo unos metros más arriba en los
500 apartamentos que conforman Puerto Marina.
Ocio y negocio son malas compañías para el descanso. «He pasado
muchas madrugadas sin pegar ojo», reconoce Francisco Ruiz, que reside
en pleno Pueblo Marinero y se ha erigido en uno de los cabecillas en
esta guerra. La presión vecinal, que ha llegado incluso a la Junta, se ha
traducido en los últimos meses en un mayor control de los horarios de
cierre de los pubs por parte de la Policía Local y en la supresión de la
música exterior.
Más difícil de atajar es el fenómeno del botellón, que afecta
principalmente a los residentes de la plaza Solymar y Fuente de la
Salud. El propio Ayuntamiento de Benalmádena reconoce que poco más
puede hacer para erradicarlo, poniendo sobre la mesa el millar de
multas de hasta 300 euros impuestas y la incautación de varias
toneladas de botellas de la vía pública.
Tampoco son nuevas las reivindicaciones de los vecinos de Puerto Sol y
Puerto Paraíso, en las proximidades del puerto deportivo de Estepona.
Hasta el momento se han presentado unas 500 denuncias ante la
Policía Local y el Ayuntamiento contra los bares de copas que ponen
música en sus terrazas o, simplemente, por tener las puertas abiertas
cuando se está reproduciendo música en el interior. En julio del año
pasado recibieron el respaldo del Defensor del Pueblo Andaluz, José
Chamizo; mientras siguen a la espera de que el Ayuntamiento culmine
el expediente de zona acústicamente saturada iniciado en octubre de
2008.
56 No al ruido