Potencial rea de forestacin con Moringa oleifera en Argentina

3.2 Producción y uso de plaguicidas
La principal actividad productiva desarrollada en la comunidad Ananta es la agricultura intensiva de
diferentes hortalizas debido a las características propicias de temperatura, humedad y agua constante para
riego proveniente del Río La Paz.
La principal hortaliza cultivada en la comunidad es la lechuga tipo romana (Lactuca sativa), ya que la pueden
producir durante todo el año para su comercialización. Todos los agricultores también consumen las lechugas
que producen. El 87 % de los agricultores la produce tres veces al año y 13% la produce dos veces al año. La
superficie destinada para su cultivo en cada una de las propiedades es variada. El propietario que destina
menor superficie para el cultivo de lechuga, emplea 100 m 2 , la mayor superficie utilizada es de 400 m 2 y la
superficie promedio para el cultivo de lechuga es 150 m 2 .
En la comunidad Ananta, el plaguicida más utilizado por todos los agricultores es el metil-paration cuyo
nombre comercial es Folidol. Esta sustancia es utilizada por los productores principalmente para el control del
pulgón (62%), la mosca blanca (19%) y el piojillo (6%) entre otros insectos.
Para estimar la incidencia del pulgón identificado como plaga principal en los cultivos de lechuga se
evaluaron tres parcelas escogidas aleatoriamente antes de la época de fumigación como muestra estratégica.
Del total de cada parcela cultivada, se determinó el porcentaje de lechugas que presentaban la plaga. Para
determinar la severidad, se escogieron 10 lechugas de cada una de las tres parcelas seleccionadas
anteriormente y se determinó individualmente el porcentaje afectado por pulgones. En las parcelas evaluadas
la plaga afectó entre el 15 y el 30% de las plantas, con una severidad de entre 2 y 25%. De acuerdo a la
mayoría de los agricultores, la pérdida por pulgones alcanza entre el 10 y el 20 % de la producción.
En las visitas de campo, se pudo observar que los plaguicidas normalmente se aplican los días miércoles,
entre las 9:30-10:30 am, periodo de tiempo en el que las temperaturas no son muy elevadas y no hay mucho
viento. Después de la fumigación de los cultivos, los agricultores no se acercan a estos por 2 a 3 días, pasado
este periodo, continúan sus actividades normalmente. Los agricultores no respetan el tiempo de carencia del
plaguicida que son de 8-15 días, ya que después de su última aplicación, transcurren únicamente siete días
antes de cosechar y comercializar los productos. Los jueves son los días en los que se cosechan los productos
y se alistan para ser comercializados en los mercados, a más tardar hasta el día viernes.
La primera aplicación del plaguicida se lleva a cabo después de la emergencia de la plántula, cuando empieza
a aumentar su follaje, ya que es en esta fase cuando las lechugas son más propensas a ser atacadas por
pulgones, el 50% de los productores aplica el plaguicida una vez al mes; el otro 50% lo aplica con una
frecuencia de dos veces al mes, llevándose a cabo la segunda aplicación en la fase de crecimiento del área
fotosintética de la lechuga. La frecuencia varía en función a la presencia de la plaga, si existe mayor
incidencia de esta, las aplicaciones son más frecuentes.
La concentración utilizada del plaguicida aplicado en el 100% de los casos, es de 15 gr. de solución de
Folidol, en 10 litros de agua potable. La cantidad de solución utilizada varía de acuerdo a la superficie
cultivada a fumigar, según los agricultores se necesita aproximadamente 10 litros de solución para fumigar
una superficie de 100-150 m 2 .
El 81% de los productores prepara el plaguicida en el campo cerca de su propiedad, un 19% lo prepara en un
lugar abierto de su casa como su patio. El 69% de los agricultores, prepara el plaguicida en la misma mochila
de fumigación, el 25% utiliza una botella desechable y el 6% de los agricultores utiliza una lata cualquiera
(normalmente de leche), en los dos últimos casos los recipientes no son reutilizados para otras actividades.
En cuanto al lugar de almacenamiento de los plaguicidas, el 49% de los agricultores entierra el plaguicida en
el campo cerca del terreno cultivado, el 19% lo esconde en algún lugar de difícil acceso para los niños en su
casa, el 19% lo guarda en su cocina junto con insumos de limpieza y el 13% lo almacena en un deposito
independiente.
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