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COLOMBIA: ENTRE EL VOLUNTARISMO EMPRESARIAL<br />

Y LA RESPONSABILIDAD SOCIAL<br />

Síntesis de Informe de investigación realizado por <strong>el</strong> Centro Internacional de<br />

Investigaciones para <strong>el</strong> Desarrollo (IDCR Canadá) y <strong>la</strong> Iniciativa de Investigación<br />

sobre Políticas Mineras (IIPM/IDCR), sobre Empresas Mineras y Desarrollo Local<br />

Autores.- Andrea Vargas, Coordinadora equipo de investigación<br />

Ivo Santiago Becarasa<br />

Introducción<br />

El estudio efectuado en Colombia se propuso obtener un conocimiento detal<strong>la</strong>do<br />

de <strong>la</strong> contribución de <strong>la</strong>s empresas mineras al desarrollo local y comunitario en <strong>el</strong><br />

país, así como <strong>el</strong>aborar recomendaciones para mejorar <strong>la</strong>s dinámicas de ese<br />

desarrollo y <strong>el</strong> bienestar de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong>s regiones mineras.<br />

Con ese fin, se procuró identificar y analizar <strong>la</strong>s r<strong>el</strong>aciones <strong>entre</strong> los actores<br />

institucionales y sociales, los programas de desarrollo local de <strong>la</strong>s empresas, los<br />

ámbitos y tipos de participación, <strong>la</strong> percepción de los involucrados y <strong>el</strong> potencial de<br />

los programas en su contribución al desarrollo sustentable.<br />

El estudio desplegó cuatro actividades principales: un análisis d<strong>el</strong> contexto legal e<br />

institucional nacional y local, y de antecedentes específicos sobre <strong>el</strong> tema; una<br />

encuesta a empresas de mediana y gran minería; <strong>entre</strong>vistas a representantes de<br />

diferentes estamentos d<strong>el</strong> sector minero; y una exploración en campo sobre <strong>la</strong>s<br />

experiencias de dos empresas sobre <strong>el</strong> tema central d<strong>el</strong> estudio.<br />

La revisión de antecedentes brindó amplia información contextual pero muy poca<br />

específica para <strong>la</strong> investigación, lo cual refleja <strong>el</strong> escaso interés que política e<br />

institucionalmente se le ha dado al tema. Las <strong>entre</strong>vistas arrojaron evidencias<br />

sobre <strong>la</strong>s tendencias de evolución d<strong>el</strong> sector minero al respecto.<br />

Los estudios de campo han sido rev<strong>el</strong>adores para conocer estrategias y acciones<br />

específicas de empresas que se desempeñan en subsectores diferentes y con<br />

orientaciones distintas. De los mismos se ha podido extraer un conjunto valioso de<br />

informaciones y percepciones para los fines de este trabajo.<br />

1


3.1. INFORME NACIONAL<br />

Importancia de <strong>la</strong> minería en <strong>el</strong> país<br />

Colombia posee una gran diversidad y riqueza de recursos minerales: extensas<br />

reservas de carbón, metales preciosos, esmeraldas y minerales industriales, que<br />

han sido explotados desde <strong>la</strong> colonización españo<strong>la</strong> en distintas esca<strong>la</strong>s. En <strong>la</strong><br />

actualidad, existen unos 17 frentes mineros activos en <strong>el</strong> territorio nacional, en<br />

donde se encuentra desde <strong>la</strong> gran minería, con tecnologías avanzadas, como <strong>la</strong>s<br />

minas de carbón d<strong>el</strong> Cerrejón, hasta <strong>la</strong> minería artesanal, sobre todo en oro y<br />

esmeraldas, en condiciones precarias de subsistencia. Se localizan en casi todos<br />

los ecosistemas d<strong>el</strong> país: páramos andinos, s<strong>el</strong>vas tropicales en <strong>la</strong> Amazonia y <strong>la</strong><br />

región Pacífica, en <strong>la</strong> l<strong>la</strong>nura Caribe y en reservas naturales como los parques<br />

nacionales, santuarios de fauna y flora.<br />

El sector minero representa un 15% de <strong>la</strong>s exportaciones d<strong>el</strong> país, que en 1996<br />

totalizaron 1.500 millones de dó<strong>la</strong>res, 871 de los cuales correspondieron al carbón.<br />

El sector minero representa un 15% de <strong>la</strong>s exportaciones d<strong>el</strong> país, que en 1996<br />

totalizaron 1.500 millones de dó<strong>la</strong>res, 871 de los cuales correspondieron al carbón.<br />

La recuperación y crecimiento de <strong>la</strong> minería, especialmente en carbones, en <strong>la</strong><br />

segunda mitad de los 90, significó un aumento de 5% d<strong>el</strong> PIB de promedio anual<br />

desde 1994. La inversión extranjera en <strong>el</strong> sector minero en 1998 fue de unos US$<br />

103 millones, representando un 2,6% d<strong>el</strong> total d<strong>el</strong> país.<br />

Entre 1996 y 1999 <strong>el</strong> sector minero ocupó de 1,6% a 1,1% d<strong>el</strong> empleo total d<strong>el</strong><br />

país y aproximadamente 60% d<strong>el</strong> total d<strong>el</strong> sector minero energético.<br />

El desarrollo de <strong>la</strong> minería se mueve <strong>entre</strong> paradojas: un conocimiento mínimo de<br />

sus potencialidades; <strong>la</strong> necesidad de impulsar su desarrollo, con una ausencia de<br />

reg<strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ras de inversión y distribución de beneficios; <strong>la</strong> oposición de diversos<br />

sectores --<strong>entre</strong> <strong>el</strong>los armados-- a <strong>la</strong> inversión extranjera; <strong>la</strong> existencia de formas<br />

de retribución a <strong>la</strong>s regiones por <strong>la</strong> explotación y <strong>el</strong> saqueo sistemático de los<br />

recursos <strong>entre</strong>gados; y, por último, <strong>la</strong> presencia permanente de grupos armados<br />

ilegales en todas <strong>la</strong>s zonas de explotación y exploración.<br />

Contexto económico<br />

Con mas de 40 millones de habitantes, Colombia solo es superado en América<br />

Latina por Brasil y México. C<strong>la</strong>sificado como de ingreso medio bajo, tiene altos<br />

grados de urbanización, con 72% de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción residente en <strong>la</strong>s ciudades. Las<br />

mujeres constituyen 37% de <strong>la</strong> fuerza de trabajo nacional --<strong>el</strong> más alto índice de <strong>la</strong><br />

región--, de <strong>la</strong> cual 27% es agríco<strong>la</strong> y 23% industrial.<br />

El Producto Interno Bruto (PIB) per cápita tuvo un crecimiento de 2,4% anual <strong>entre</strong><br />

1985 y 1994, mientras que <strong>la</strong> media de 120 países era de 0,8% anual. En América<br />

Latina, <strong>el</strong> PIB <strong>colombia</strong>no superó <strong>la</strong> media regional en los últimos 25 años y, en <strong>la</strong><br />

década de los 80, cuando <strong>la</strong> economía de <strong>la</strong> región decrecía en un 7,9%, Colombia<br />

2


acumuló un crecimiento d<strong>el</strong> PIB per cápita de 17,9% 1 [1] , tendencia que registró un<br />

retroceso en <strong>la</strong> última década, con un crecimiento de 8,6%.<br />

A <strong>la</strong> vez, Colombia mantuvo una inf<strong>la</strong>ción moderada y persistente en los años 90, en<br />

torno al 23%, mientras otros países de <strong>la</strong> región vivían procesos hiperinf<strong>la</strong>cionarios.<br />

En <strong>el</strong> año 2001, <strong>la</strong> inf<strong>la</strong>ción había descendido incluso a alrededor d<strong>el</strong> 9 %, lo cual era<br />

explicado de dos maneras: <strong>la</strong> versión oficial lo presentaba como fruto de <strong>la</strong>s políticas<br />

económicas, mientras que los críticos d<strong>el</strong> gobierno lo atribuían a <strong>la</strong> profunda recesión<br />

que atravesaba <strong>la</strong> economía <strong>colombia</strong>na desde fines de 1999.<br />

Esta situación coincidió con importantes cambios en <strong>la</strong> estructura institucional d<strong>el</strong><br />

país, propiciados por <strong>la</strong> nueva Constitución Política aprobada en 1991, tales como <strong>la</strong><br />

apertura al sector externo, <strong>la</strong> reforma d<strong>el</strong> sistema de seguridad social, <strong>la</strong> autonomía<br />

d<strong>el</strong> banco central, <strong>la</strong> reg<strong>la</strong>mentación e inicio de <strong>la</strong> descentralización administrativa,<br />

junto a <strong>la</strong> liberación cambiaria y comercial <strong>entre</strong> 1990 y 1994.<br />

Entre otros impactos significativos de este proceso, decreció <strong>la</strong> producción industrial<br />

y de <strong>la</strong> minería en particu<strong>la</strong>r, excepto <strong>el</strong> carbón, y aumentó en <strong>el</strong> sector terciario 2 [2] . El<br />

retroceso en <strong>la</strong> industrialización hoy muestra una tendencia contraria. Por último, <strong>el</strong><br />

país convive con un déficit permanente de <strong>la</strong> cuenta corriente, un fuerte déficit fiscal<br />

y un desempleo creciente, que estaba en 20% de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción económicamente<br />

activa (PEA) en 2001.<br />

Contexto socioterritorial<br />

Las áreas de explotación minera en <strong>el</strong> país abarcan todos los tipos de pob<strong>la</strong>ción:<br />

pueblos indígenas, en no menos de 18 resguardos 3 [3] diferentes, asentamientos<br />

colectivos de comunidades negras y zonas de campesinos criollos 4 [4] . Durante<br />

mucho tiempo, <strong>la</strong> evolución de <strong>la</strong> minería estuvo asociada a <strong>la</strong> destrucción de<br />

pueblos y culturas indígenas, en <strong>el</strong> afán de someterlos o desp<strong>la</strong>zarlos de sus<br />

territorios ricos en minerales. Aún hoy, áreas ocupadas por comunidades<br />

indígenas o negras son centro de disputas y choques violentos.<br />

No obstante, también se han iniciado procesos políticos y jurídicos de protección<br />

de <strong>la</strong>s comunidades y sus derechos patrimoniales y culturales, mediante <strong>la</strong><br />

definición de zonas de reserva, pero teniendo en cuenta los intereses estratégicos<br />

de <strong>la</strong> Nación en <strong>la</strong> explotación de los recursos minerales. Hoy <strong>la</strong>s áreas de<br />

potencial minero se sobreponen con áreas de restricción para actividades<br />

extractivas en casi un 50% d<strong>el</strong> territorio.<br />

1[1]<br />

Informe de Desarrollo Humano para Colombia 1998. Departamento Nacional de P<strong>la</strong>neación,<br />

Misión Social, PNUD. Tercer Mundo Editores, Primera reimpresión, enero de 1999. Pág. 21.<br />

2[2]<br />

Ibid. pág. 22.<br />

3[3]<br />

Los resguardos indígenas son formas colectivas de tenencia de <strong>la</strong> tierra, legalmente<br />

reconocidos a muchos pueblos indígenas de Colombia desde tiempos de <strong>la</strong> Colonia Españo<strong>la</strong>.<br />

4[4]<br />

Refiere a <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción triétnica predominante en Colombia.<br />

3


En cuanto al Indice de Desarrollo Humano (IDH) d<strong>el</strong> PNUD, Colombia ocupaba<br />

una posición mundial comparativa intermedia en 1998, con <strong>la</strong> cifra de 0,764, en <strong>el</strong><br />

puesto 68 <strong>entre</strong> 174 países. Descendió d<strong>el</strong> puesto 58 que tenía en 1997, lo que<br />

reflejaba <strong>el</strong> deterioro de sus condiciones económicas y sociales, <strong>el</strong> crecimiento y<br />

degradación d<strong>el</strong> conflicto armado, <strong>la</strong> agudización de <strong>la</strong> brecha <strong>entre</strong> <strong>el</strong> desarrollo<br />

rural y <strong>el</strong> urbano y <strong>la</strong> falta de correspondencia de <strong>la</strong>s políticas sociales públicas<br />

con <strong>la</strong> satisfacción de <strong>la</strong>s necesidades más urgentes de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción.<br />

Con respecto a los países de <strong>la</strong> región <strong>la</strong>tinoamericana, Colombia tiene una<br />

esperanza de vida menor, una de <strong>la</strong>s más bajas tasas de alfabetización de<br />

adultos, una tasa deficiente de matrícu<strong>la</strong> combinada en los tres niv<strong>el</strong>es de<br />

enseñanza y un IDH inferior a Argentina, Chile y Uruguay, <strong>entre</strong> otros.<br />

Marco político e institucional<br />

Por un <strong>la</strong>do, <strong>la</strong>s políticas d<strong>el</strong> Estado <strong>colombia</strong>no hacia <strong>el</strong> sector minero parten de<br />

un conocimiento limitado de <strong>la</strong>s potencialidades mineras d<strong>el</strong> país, una deficiente<br />

capacidad de valoración y exploración de los proyectos mineros, una insuficiente<br />

capacidad de financiación y una estructura institucional débil y burocratizada. A su<br />

vez, <strong>el</strong> uso de tecnologías inapropiadas y <strong>la</strong> carencia de controles ambientales<br />

adecuados generan una producción poco eficiente y de dudosa calidad.<br />

Por estas razones, <strong>el</strong> P<strong>la</strong>n Nacional de Desarrollo 1999-2002 incluyó <strong>entre</strong> sus<br />

prioridades <strong>la</strong> promoción de <strong>la</strong> prospección, exploración y explotación mineras, <strong>el</strong><br />

fortalecimiento institucional de <strong>la</strong>s entidades sectoriales, <strong>la</strong> <strong>el</strong>aboración de<br />

propuestas legis<strong>la</strong>tivas para un mayor dinamismo d<strong>el</strong> sector en torno a estos<br />

temas y <strong>la</strong> generación de mayores empleos directos e indirectos, <strong>el</strong> estímulo a <strong>la</strong><br />

inversión, al desarrollo sustentable, <strong>la</strong> competitividad, <strong>la</strong> participación ciudadana y<br />

<strong>la</strong> creación de mercados formales para <strong>la</strong> comercialización de minerales. No se<br />

encuentra en este p<strong>la</strong>n referencia alguna a <strong>la</strong> promoción d<strong>el</strong> desarrollo social<br />

concertado con <strong>la</strong>s empresas mineras en sus áreas de operaciones.<br />

Las políticas ambientales, en cambio, tienen mayor r<strong>el</strong>ación, aunque insuficiente,<br />

con <strong>el</strong> tema de <strong>la</strong> investigación. Los principios d<strong>el</strong> sistema ambiental aplicables al<br />

sector minero se refieren a los vínculos <strong>entre</strong> <strong>el</strong> desarrollo económico y social y <strong>el</strong><br />

desarrollo sustentable, tales como: <strong>la</strong> prioridad de protección a <strong>la</strong> biodiversidad, <strong>la</strong><br />

protección de <strong>la</strong>s tierras altas, vertientes y reservas de agua subterránea, así<br />

como a los paisajes naturales; <strong>el</strong> derecho a una vida saludable como base de <strong>la</strong>s<br />

políticas de pob<strong>la</strong>ción; <strong>la</strong> prioridad d<strong>el</strong> consumo humano en <strong>el</strong> uso d<strong>el</strong> agua; <strong>la</strong><br />

necesidad de <strong>la</strong> investigación científica, <strong>la</strong> concientización sobre los costos<br />

ambientales, y <strong>el</strong> uso adecuado de herramientas económicas para reducir <strong>el</strong><br />

impacto ambiental; <strong>la</strong> protección ambiental como <strong>responsabilidad</strong> colectiva y, en<br />

consecuencia, su manejo democrático, participativo y descentralizado; <strong>la</strong><br />

realización de Estudios de Impacto Ambiental (EIA); y <strong>la</strong> formación de entidades<br />

estatales con base en criterios de manejo ambiental integrado.<br />

4


Aunque débil en su regu<strong>la</strong>ción y aplicación, <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción ambiental establece <strong>la</strong><br />

obligatoriedad de <strong>la</strong>s autorizaciones ambientales 5 [5] para todos los proyectos de<br />

exploración y explotación minera. Se utilizan diversos instrumentos de control<br />

ambiental y social, principalmente <strong>el</strong> EIA, <strong>el</strong> Documento de Evaluación y Manejo<br />

Ambiental y otros, tales como <strong>la</strong>s tasas retributivas y compensatorias, controles de<br />

contaminación atmosférica y protección de <strong>la</strong> calidad d<strong>el</strong> aire. Se aplican también<br />

condiciones para permitir <strong>el</strong> acceso al aprovechamiento de los recursos, como <strong>el</strong><br />

manejo p<strong>la</strong>nificado de los recursos y <strong>el</strong> uso d<strong>el</strong> su<strong>el</strong>o, así como <strong>la</strong> recuperación y<br />

rehabilitación de áreas degradadas por <strong>la</strong> minería.<br />

Las instituciones estatales d<strong>el</strong> sector están encabezadas por <strong>el</strong> Ministerio de<br />

Minas y Energía, recientemente reorganizado, al cual se agregan dos entidades<br />

autónomas pero adscritas: Ingeominas, encargado de <strong>la</strong> información geológica<br />

básica para <strong>el</strong> ordenamiento territorial y <strong>el</strong> desarrollo de <strong>la</strong> minería, y <strong>la</strong> Unidad de<br />

P<strong>la</strong>neación Minero Energética (UPME), y otra vincu<strong>la</strong>da: Minercol, a cargo de<br />

administrar y promover <strong>el</strong> desarrollo de <strong>la</strong>s actividades mineras. Recientemente<br />

fue creado en <strong>el</strong> ministerio un Consejo Asesor de Política y Normatividad Minera.<br />

La Comisión Nacional de Regalías y <strong>el</strong> Fondo Nacional de Regalías administran<br />

<strong>la</strong>s regalías, cuyos recursos deben ser destinados a <strong>la</strong> promoción de <strong>la</strong> minería, <strong>la</strong><br />

preservación d<strong>el</strong> medio ambiente y <strong>la</strong> financiación de proyectos regionales y<br />

prioritarios de inversión. El sector se r<strong>el</strong>aciona asimismo con áreas específicas de<br />

otras dependencias, como <strong>el</strong> Ministerio d<strong>el</strong> Medio Ambiente, <strong>el</strong> Sistema Nacional<br />

Ambiental (SINA), <strong>la</strong>s Corporaciones Autónomas Regionales (CAR), <strong>el</strong> Ministerio<br />

d<strong>el</strong> Interior y los departamentos y municipios.<br />

Entre <strong>la</strong>s organizaciones sociales d<strong>el</strong> sector se encuentran <strong>el</strong> Consejo Gremial<br />

Nacional, <strong>la</strong> Asociación Nacional de Industriales, <strong>la</strong> Asociación Colombiana de<br />

Pequeñas y Medianas Industrias, <strong>la</strong> Cámara Colombiana de Minas, <strong>la</strong> Federación<br />

Nacional de Productores de Carbón, <strong>la</strong> Asociación Colombiana de Mineros, <strong>la</strong><br />

Asociación Minera Nacional, <strong>la</strong> Asociación Nacional de Productores de Ladrillo, <strong>la</strong><br />

Federación Nacional de Productores de Esmeraldas de Colombia, <strong>la</strong> Asociación<br />

Colombiana de Geólogos, Ingenieros Metal Mineros e Ingenieros de Petróleo, <strong>el</strong><br />

Consejo Empresarial Colombiano para <strong>el</strong> Desarrollo Sostenible, <strong>el</strong> Sindicato de<br />

Trabajadores de Minercol (Sintraminercol), <strong>la</strong> Organización Nacional Indígena de<br />

Colombia (ONIC), <strong>la</strong>s organizaciones zonales indígenas y diversas organizaciones<br />

de comunidades negras.<br />

Marco constitucional y normativo<br />

La Constitución Política de 1991 restableció <strong>la</strong> propiedad inmanente d<strong>el</strong> Estado --<br />

formado por <strong>la</strong> Nación, los departamentos y los municipios-- sobre los bienes<br />

públicos y los recursos naturales no renovables y asignó a <strong>la</strong> ley <strong>la</strong> determinación<br />

5[5]<br />

Son licencias ambientales para los proyectos que se inician a partir de <strong>la</strong> vigencia de <strong>la</strong> Ley Nº<br />

99 de 1993 y p<strong>la</strong>nes de manejo ambiental para los que se consolidaron con base en <strong>la</strong>s normas<br />

ambientales anteriores a <strong>la</strong> misma fecha (Art. 38 d<strong>el</strong> D. 1753 de 1994).<br />

5


de <strong>la</strong>s condiciones para su explotación, estipu<strong>la</strong>ndo que <strong>la</strong>s regalías por este<br />

concepto pertenecen en forma exclusiva a <strong>la</strong>s entidades territoriales 6 [6] .<br />

A partir d<strong>el</strong> referido precepto constitucional, <strong>el</strong> conjunto normativo d<strong>el</strong> sector está<br />

constituido principalmente por <strong>el</strong> reciente Código de Minas 7 [7] y otras leyes que<br />

establecen regu<strong>la</strong>ciones especiales para <strong>la</strong>s diferentes formas de propiedad,<br />

acceso y actividades de exploración y explotación de los minerales.<br />

La ley define <strong>la</strong>s regalías como <strong>la</strong> contraprestación económica a favor d<strong>el</strong> Estado<br />

generada por <strong>la</strong> explotación de un recurso natural no renovable, sin perjuicio de<br />

cualquier otro derecho o compensación pactada, y establece los derechos y los<br />

montos de participación de los departamentos y municipios con explotaciones de<br />

recursos en su jurisdicción, así como de los puertos marítimos y fluviales de<br />

transporte, que van de 3 a 12% para los diferentes minerales. La ley establece,<br />

además, porcentajes de distribución, formas y áreas de destino para cada uno de<br />

los beneficiarios de <strong>el</strong><strong>la</strong>s. Según este conjunto normativo, una parte significativa<br />

de los recursos obtenidos por <strong>la</strong>s regalías debe destinarse al desarrollo de <strong>la</strong>s<br />

regiones y localidades en donde se encuentran <strong>la</strong>s explotaciones.<br />

Por otra parte, existe un conjunto de normas tributarias que grava <strong>la</strong>s actividades<br />

mineras, formado tanto por normas fiscales de aplicación generalizada como otras<br />

que ofrecen incentivos a <strong>la</strong> inversión para <strong>el</strong> desarrollo. Entre <strong>la</strong>s primeras existen<br />

también algunas exenciones generales que, en realidad, no apuntan a incentivar <strong>la</strong><br />

integración de <strong>la</strong>s empresas a dinámicas de desarrollo.<br />

Sin embargo, existen algunos incentivos tributarios en esta dirección, como <strong>la</strong>s<br />

deducciones d<strong>el</strong> impuesto de renta por, <strong>entre</strong> otras, donaciones a instituciones<br />

públicas, corporaciones o asociaciones sin fines de lucro, inversiones en nuevas<br />

p<strong>la</strong>ntaciones forestales, obras de riego, pozos profundos, silos agríco<strong>la</strong>s o de<br />

empresas de acopio, inversiones en viviendas campesinas, en infraestructura o<br />

fincas rurales en beneficio de trabajadores, inversiones en proyectos científicos,<br />

de innovación tecnológica o de formación profesional en áreas estratégicas de<br />

desarrollo o en proyectos de desarrollo agroindustrial y ampliación de beneficios y<br />

prerrogativas reconocidos a instituciones de utilidad común, para empresas<br />

comunitarias o sus instituciones auxiliares. Una norma importante en términos de<br />

desarrollo sustentable es <strong>el</strong> Certificado de Incentivo Forestal para empresas que<br />

llevan a cabo <strong>el</strong> denominado P<strong>la</strong>n de Establecimiento y Manejo Forestal.<br />

Otras normas reflejan principalmente <strong>la</strong> preocupación institucional por <strong>el</strong> uso de<br />

tecnologías adecuadas en <strong>la</strong> actividad minera y <strong>la</strong> necesidad de enmarcar<strong>la</strong> en un<br />

mod<strong>el</strong>o de desarrollo sustentable. Algunas disposiciones generales en este<br />

sentido se encuentran en <strong>el</strong> P<strong>la</strong>n Nacional de Desarrollo y también en <strong>el</strong> nuevo<br />

Código Minero. Este último estableció normas especiales sobre algunos aspectos<br />

sociales de <strong>la</strong> minería, orientadas principalmente a <strong>la</strong> legalización y promoción de<br />

6[6]<br />

Artículos 360 y 361 de <strong>la</strong> Constitución Política de 1991.<br />

7[7]<br />

Ley Nº 685 de 2001.<br />

6


<strong>la</strong> minería en pequeña esca<strong>la</strong>, mediante iniciativas públicas de asistencia técnica y<br />

capacitación, créditos y un régimen tributario especiales que, aunque no están<br />

específicamente orientadas a <strong>la</strong>s empresas, constituyen un mod<strong>el</strong>o a seguir en <strong>el</strong><br />

tratamiento d<strong>el</strong> desarrollo local en <strong>el</strong> sector.<br />

Existen también normas específicas para <strong>la</strong>s empresas, como <strong>la</strong>s siguientes:<br />

• <strong>la</strong>s que obligan a privilegiar <strong>el</strong> uso de recursos humanos nacionales y<br />

regionales, y a adquirir bienes y servicios nacionales en igualdad de<br />

condiciones, estipu<strong>la</strong>n <strong>la</strong> intervención estatal para fijar <strong>el</strong> porcentaje de los<br />

recursos humanos regionales a ser contratado en cada caso;<br />

• <strong>la</strong> que establece <strong>la</strong>s “empresas padrino”, por <strong>la</strong> cual concesionarios con<br />

experiencia técnica e infraestructura pueden realizar p<strong>la</strong>nes y programas de<br />

transferencia tecnológica, de organización o reconversión de pequeñas<br />

explotaciones de terceros o de asistencia jurídica o técnica; y, por último,<br />

• aquél<strong>la</strong> que habilita acuerdos <strong>entre</strong> empresa y autoridades locales para <strong>la</strong><br />

realización de obras cuyo costo, asumido por <strong>la</strong> empresa, se considerará como<br />

anticipo d<strong>el</strong> pago de impuestos municipales.<br />

La última es <strong>la</strong> única norma disponible que prevé una articu<strong>la</strong>ción formal <strong>entre</strong> <strong>la</strong>s<br />

empresas y <strong>la</strong>s autoridades locales.<br />

Políticas de desarrollo comunitario de <strong>la</strong>s empresas<br />

Las empresas mineras entienden que su actividad promueve <strong>el</strong> desarrollo local a<br />

través d<strong>el</strong> empleo en <strong>la</strong> producción, <strong>la</strong> capacitación d<strong>el</strong> personal y <strong>la</strong> adquisición<br />

privilegiada de bienes y servicios e insumos en su zona de influencia, aunque con<br />

limitaciones determinadas por <strong>la</strong> calificación profesional o <strong>la</strong> existencia y calidad<br />

de los bienes o servicios locales. En <strong>la</strong> compra de tierras, consideran que su<br />

aporte se da con <strong>el</strong> pago o con acciones compensatorias de interés social. Las<br />

empresas tienen asimismo p<strong>la</strong>nes de gestión ambiental y social, en cumplimiento<br />

de normativas ambientales, y han desarrol<strong>la</strong>do controles ambientales propios de<br />

<strong>la</strong>s emisiones e impactos al exterior de <strong>la</strong> explotación.<br />

Las actividades de desarrollo de <strong>la</strong>s empresas intervienen en todos los campos,<br />

sobre todo en educación, salud, vivienda, infraestructura, cultura y recreación,<br />

aunque también en educación ambiental y actividades productivas como <strong>la</strong><br />

agroindustria y <strong>el</strong> turismo. En general, no tienen una definición estratégica de<br />

aportar a dinámicas integrales de desarrollo, lo cual permite considerar como tal<br />

cualquier intervención que se realice en <strong>el</strong> ámbito local. Esto sucede porque, en<br />

buena medida, los aportes obedecen a <strong>la</strong> satisfacción de solicitudes puntuales, de<br />

comunidades o gobiernos locales, más que a estrategias integrales.<br />

7


Las áreas de intervención<br />

En <strong>el</strong> ámbito <strong>la</strong>boral, se promueve <strong>la</strong> contratación y <strong>la</strong> capacitación de personal<br />

local y, en algún caso, <strong>la</strong> creación de cooperativas. Complementariamente se<br />

aplican programas destinados a los trabajadores y sus familias, como educación y<br />

auxilios para niños y jóvenes hijos de sus empleados, préstamos para vivienda,<br />

programas y campañas de salud y programas de formación y capacitación para<br />

<strong>la</strong>s esposas de los empleados. Una dificultad importante es <strong>la</strong> insuficiencia de<br />

técnicos en sus regiones de influencia y, en particu<strong>la</strong>r, <strong>la</strong> falta de capacitación<br />

minera en <strong>la</strong>s comunidades de tradición rural y agropecuaria.<br />

En <strong>la</strong>s adquisiciones de bienes y servicios locales, previa evaluación de <strong>la</strong> oferta<br />

local, <strong>la</strong>s empresas mineras fomentan a menudo <strong>la</strong> creación de microempresas<br />

abastecedoras, capacitan a los posibles abastecedores o dan <strong>entre</strong>namiento a <strong>la</strong>s<br />

entidades abastecedoras existentes en <strong>la</strong> zona. Su impacto se rev<strong>el</strong>a en <strong>la</strong><br />

dinamización de <strong>la</strong> actividad comercial y económica de <strong>la</strong>s regiones, <strong>el</strong> incentivo<br />

para <strong>la</strong> formación de microempresas en <strong>la</strong>s comunidades, por medio de<br />

asociaciones y cooperativas, y <strong>la</strong> generación de empleos indirectos.<br />

Para <strong>la</strong> adquisición de tierras, <strong>la</strong>s empresas mineras cuentan con sus estrategias<br />

de negociación y compensación. Para <strong>el</strong>lo, antes de <strong>la</strong> consulta a los titu<strong>la</strong>res,<br />

realizan evaluaciones sobre los propietarios, <strong>la</strong>s formas de tenencia de <strong>la</strong> tierra en<br />

<strong>la</strong> zona, su estado de saneamiento legal, y <strong>el</strong> impacto social de su uso.<br />

En <strong>la</strong> gestión de los impactos ambientales y sociales, solo tres empresas de <strong>la</strong>s<br />

encuestadas determinan líneas de base ambiental y social. La mayoría realiza<br />

evaluaciones de impactos ambientales y sociales, directos e indirectos, y procura<br />

efectuar controles adecuados de manejo ambiental, recuperar tierras afectadas,<br />

reducir <strong>la</strong>s emisiones contaminantes y crear conciencia colectiva acerca de los<br />

impactos ambientales, así como alcanzar una convivencia pacífica con <strong>la</strong>s<br />

pob<strong>la</strong>ciones y lograr <strong>el</strong> reconocimiento de <strong>el</strong><strong>la</strong>s por su trabajo.<br />

Las actividades específicas de desarrollo comunitario que <strong>la</strong>s empresas mineras<br />

llevan a cabo cubren diferentes áreas, a saber:<br />

• apoyo a emprendimientos productivos que contribuyan al desarrollo económico<br />

y social de <strong>la</strong>s regiones de influencia con <strong>la</strong> generación de empleos y diversas<br />

fuentes de ingresos, mediante <strong>la</strong> organización de grupos o comunidades y <strong>el</strong><br />

ofrecimiento de capacitación y asistencia técnica;<br />

• obras de infraestructura, construcción y mantenimiento de vías, programas de<br />

vivienda, construcción de obras sociales y culturales; y<br />

• mejoramiento de <strong>la</strong> gestión local, mediante <strong>la</strong> formación y organización de <strong>la</strong>s<br />

comunidades, <strong>el</strong> fortalecimiento de <strong>la</strong> unidad familiar, <strong>el</strong> empoderamiento de <strong>la</strong><br />

mujer, <strong>la</strong> educación, <strong>la</strong> cultura, <strong>la</strong> salud, <strong>la</strong> recreación y <strong>el</strong> deporte (salud,<br />

educación y cultura son <strong>la</strong>s áreas con mayor número de programas).<br />

8


Como dificultades se mencionan <strong>la</strong> carencia de recursos financieros y humanos<br />

para los proyectos, <strong>la</strong> injerencia de <strong>la</strong> política local --por acción o por omisión-- en<br />

<strong>el</strong> desarrollo de los mismos, <strong>la</strong> deficiencia de capacidades y <strong>la</strong> corrupción de <strong>la</strong>s<br />

burocracias locales o <strong>la</strong> inoportunidad de <strong>la</strong> gestión. A lo anterior se suma un<br />

reiterado bajo niv<strong>el</strong> de preparación de <strong>la</strong>s comunidades para intervenir en estos<br />

procesos y <strong>la</strong>s incidencias d<strong>el</strong> conflicto armado en su ejecución.<br />

La motivación social<br />

Para <strong>la</strong>s empresas, <strong>la</strong> motivación de sus contribuciones sociales responde a:<br />

• <strong>la</strong> promoción de valores corporativos de <strong>responsabilidad</strong> social con<br />

comunidades locales o con procesos regionales de desarrollo;<br />

• <strong>la</strong> aplicación de compromisos especificados en <strong>el</strong> estudio de impacto<br />

ambiental;<br />

• prioridades de <strong>la</strong> gerencia; y<br />

• <strong>el</strong> cumplimiento de normas internacionales, nacionales y locales;<br />

En dos casos se mencionó <strong>la</strong> necesidad de preparar a <strong>la</strong>s comunidades para <strong>el</strong><br />

cierre de <strong>la</strong> explotación minera. Las empresas identifican dos razones principales<br />

para llevar a cabo <strong>la</strong>s políticas sociales: por un <strong>la</strong>do, consideraciones en torno a <strong>la</strong><br />

disminución de los costos operativos y, por <strong>el</strong> otro, en torno a <strong>la</strong> reducción de <strong>la</strong><br />

conflictividad con <strong>la</strong>s comunidades u otros grupos sociales.<br />

Con respecto a los beneficios percibidos, <strong>la</strong>s empresas reconocen <strong>la</strong> importancia<br />

de trabajar con <strong>la</strong>s comunidades, de contribuir a su fortalecimiento y su calidad de<br />

vida y de obtener un reconocimiento por ese aporte, dando a éste un carácter<br />

compensatorio por <strong>la</strong> explotación d<strong>el</strong> recurso.<br />

Un caso especial lo constituye <strong>la</strong> empresa Sumicol, que opinó que, más allá de los<br />

beneficios de esta conducta para <strong>la</strong> empresa, es necesaria una filosofía de trabajo<br />

enmarcada en <strong>la</strong> crisis d<strong>el</strong> país, así como fomentar <strong>la</strong> <strong>responsabilidad</strong> social e<br />

individual en <strong>la</strong> gestión d<strong>el</strong> desarrollo.<br />

Mecanismos de articu<strong>la</strong>ción<br />

Las actividades de desarrollo comunitario son realizadas a través de diversos<br />

mecanismos, estructuras y formas jurídicas, que <strong>la</strong> mayoría de <strong>la</strong>s empresas<br />

combina en <strong>la</strong> práctica. Pueden ser fundaciones, dependencias especializadas de<br />

<strong>la</strong> empresa, consultorías u ONG externas contratadas, otras asociaciones<br />

(cooperativa de ahorro o fondo de empleados), empresas mixtas o instancias<br />

organizativas de <strong>la</strong>s propias comunidades, como <strong>la</strong>s juntas de acción comunal.<br />

Estos mecanismos están r<strong>el</strong>acionados con <strong>la</strong> organización de cada empresa, sus<br />

prioridades de gestión, administración y control de <strong>la</strong>s políticas, actividades y<br />

recursos dispuestos para tal fin y, principalmente, con <strong>la</strong> idea de mantener un<br />

control estricto sobre <strong>la</strong> ejecución de dichas acciones.<br />

9


Por lo general, los fines de estas entidades son difusos, usualmente aluden al<br />

bienestar colectivo y <strong>el</strong> mejoramiento de <strong>la</strong>s condiciones de vida de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción. A<br />

veces, se confunden con <strong>la</strong> visión d<strong>el</strong> proyecto <strong>empresarial</strong>, aunque están mejor<br />

definidas en <strong>la</strong>s fundaciones. En su mayoría, actúan como agentes de desarrollo,<br />

administradoras o financiadoras de proyectos, vincu<strong>la</strong>das a <strong>la</strong> dirección de <strong>la</strong><br />

empresa o a <strong>la</strong>s instancias de manejo integral de los proyectos que incorporan <strong>la</strong><br />

variable social en su gestión.<br />

Su organización interna es compleja, especialmente en <strong>el</strong> caso de <strong>la</strong>s<br />

fundaciones, que tienen áreas de trabajo y niv<strong>el</strong>es jerárquicos propios. En los<br />

demás casos se su<strong>el</strong>e adoptar <strong>la</strong> organización interna de <strong>la</strong> empresa.<br />

Representación y participación<br />

Las instancias de decisión de estas entidades están siempre vincu<strong>la</strong>das a los<br />

niv<strong>el</strong>es directivos de <strong>la</strong> empresa y <strong>la</strong>s decisiones de financiación son tomadas por<br />

<strong>la</strong> alta gerencia, con su anuencia o participación. Sólo en una de <strong>la</strong>s empresas<br />

encuestadas <strong>la</strong> decisión proviene de <strong>la</strong> comunidad. Estas instancias se integran<br />

mayoritariamente con funcionarios de <strong>la</strong> empresa, dándose muy poco lugar a otras<br />

representaciones. Sólo en un caso los integrantes pertenecen a <strong>la</strong> comunidad y en<br />

otros existe representación de <strong>la</strong> iglesia. Estas instancias ejercen un control total<br />

sobre <strong>la</strong>s actividades de desarrollo de <strong>la</strong> organización, al tener asegurada su<br />

intervención en los momentos c<strong>la</strong>ve d<strong>el</strong> ciclo de los proyectos.<br />

En términos de asignación presupuestal, los fondos provienen generalmente de <strong>la</strong><br />

empresa y, en algunos casos, de fuentes externas, en proporciones menores. El<br />

ciclo de p<strong>la</strong>neación es anual y <strong>la</strong> asignación es variable. Habitualmente, su manejo<br />

forma parte d<strong>el</strong> sistema administrativo de <strong>la</strong> empresa.<br />

Los instrumentos formales<br />

Las acciones sociales de <strong>la</strong>s empresas se formalizan a través de contratos con<br />

instituciones públicas, <strong>la</strong> creación de fondos de inversión de los trabajadores o<br />

vivienda y ca<strong>la</strong>midades domésticas. En su mayoría, no utilizan intermediarios.<br />

Para <strong>la</strong>s acciones específicas de desarrollo, <strong>la</strong>s empresas se apoyan en otras<br />

instituciones públicas locales, nacionales o internacionales. Intervienen a menudo<br />

municipios u otras dependencias locales e instituciones nacionales d<strong>el</strong> sector.<br />

También se acude a grupos comunitarios y organizaciones privadas.<br />

Los aportes de otras instituciones usualmente consisten en recursos financieros,<br />

equipos, asistencia técnica, asesoría y, en <strong>el</strong> caso de los grupos comunitarios,<br />

mano de obra y tareas de contralor. Los mecanismos de coordinación utilizados<br />

habitualmente son <strong>la</strong>s reuniones y comités de trabajo.<br />

En resumidas cuentas, <strong>la</strong>s empresas consideran a <strong>la</strong> comunidad como usuaria y<br />

beneficiaria de los proyectos, procuran involucrar<strong>la</strong> en diferentes fases d<strong>el</strong> ciclo de<br />

10


ejecución, con un énfasis mayor en actividades de seguimiento y evaluación, pero<br />

excepcionalmente en <strong>la</strong> toma de decisiones.<br />

Participación y percepción de los actores<br />

El Estado<br />

En <strong>el</strong> Ministerio de Minas se constata que los grandes proyectos mineros tienden a<br />

desarrol<strong>la</strong>rse en áreas socialmente deprimidas y que <strong>el</strong> interés principal de <strong>la</strong>s<br />

empresas sigue siendo recuperar rápidamente su inversión, sin dar prioridad al<br />

componente social. Un ejemplo de esta actitud se vive en <strong>el</strong> departamento de La<br />

Guajira, en donde a pesar de que <strong>la</strong>s empresas mineras han convivido con <strong>la</strong>s<br />

comunidades Wayuú por 25 años, <strong>el</strong> desconocimiento de su cultura ha generado<br />

una visión d<strong>el</strong> desarrollo basada en <strong>la</strong> rentabilidad extractiva de un territorio y no<br />

en retribuciones o compensaciones por los efectos socio ambientales negativos<br />

generados por <strong>la</strong> explotación mineral. 8 [8] En <strong>el</strong> gobierno nacional se reconoce <strong>la</strong><br />

ausencia de una política estatal que regule los programas de desarrollo local de<br />

<strong>la</strong>s empresas mineras, pero se espera que <strong>la</strong> aprobación d<strong>el</strong> nuevo Código de<br />

Minas modifique <strong>la</strong>s r<strong>el</strong>aciones <strong>entre</strong> los actores sociales.<br />

En <strong>el</strong> Ministerio d<strong>el</strong> Medio Ambiente, los estudios de impacto ambiental (EIA) son<br />

considerados un instrumento útil, que debe incluir <strong>la</strong> geografía d<strong>el</strong> proyecto, sus<br />

impactos y <strong>la</strong>s medidas para su manejo, <strong>el</strong> componente social y sus tendencias de<br />

desarrollo. En algunos casos se ha logrado una articu<strong>la</strong>ción <strong>entre</strong> los diversos<br />

actores, pero en <strong>la</strong> mayoría se hace énfasis en <strong>la</strong> contribución de <strong>la</strong> empresa en<br />

<strong>la</strong>s regalías, entendiendo <strong>la</strong> inversión social como voluntaria 9 [9] .<br />

El P<strong>la</strong>n Ambiental debe contener un p<strong>la</strong>n de gestión social, en un 90% dedicado a<br />

<strong>la</strong> atención de los impactos generados por <strong>el</strong> proyecto minero, pero en general es<br />

sustituido por acuerdos con <strong>la</strong>s comunidades. A través de estos acuerdos, <strong>la</strong>s<br />

empresas no sólo logran buenas r<strong>el</strong>aciones con <strong>la</strong>s comunidades, sino también<br />

protección contra diversas acciones de protesta, como paros o atentados.<br />

Para <strong>la</strong> Unidad de P<strong>la</strong>neación Minero Energética, <strong>la</strong> inversión de una empresa<br />

extranjera sólida en una región genera desarrollo en infraestructura, empleo y<br />

calidad de vida, gracias al pago de regalías, mientras que en zonas con minería<br />

poco competitiva <strong>el</strong> desarrollo regional es menor. Se admite que no existen reg<strong>la</strong>s<br />

c<strong>la</strong>ras sobre los beneficios que <strong>la</strong> minería debería brindar a <strong>la</strong>s comunidades, pero<br />

se considera que <strong>el</strong> Estado, sin ser proteccionista, ha tratado de desarrol<strong>la</strong>r <strong>la</strong><br />

actividad en una forma sustentable. Se seña<strong>la</strong> que <strong>el</strong> sector económico mineroenergético<br />

es <strong>el</strong> único que paga regalías y realiza consultas previas con <strong>la</strong>s<br />

8[8]<br />

Notas de <strong>entre</strong>vista con Luz Marina Preciado, funcionaria de <strong>la</strong> Subdirección de Minas d<strong>el</strong><br />

Ministerio de Minas y Energía.<br />

9[9]<br />

Notas de <strong>entre</strong>vista con Ang<strong>el</strong>a Santos funcionaria d<strong>el</strong> Ministerio d<strong>el</strong> Medio Ambiente.<br />

11


comunidades. Generalmente, en <strong>la</strong>s zonas habitadas por comunidades étnicas (*)<br />

se produce un acercamiento <strong>entre</strong> <strong>la</strong>s empresas y <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción local, porque se<br />

entiende <strong>la</strong> importancia de <strong>la</strong> concertación, ya que cuando los proyectos<br />

encuentran apoyo en <strong>la</strong> comunidad se desarrol<strong>la</strong>n con mayor fuerza, mientras que<br />

en donde predominan los conflictos los trámites extractivos se prolongan 10 [10] .<br />

Las empresas<br />

Carlos Fernando Forero, presidente de Asogravas - Cimco (dos agremiaciones<br />

mineras), considera que <strong>el</strong> desconocimiento por <strong>el</strong> Estado de <strong>la</strong> actividad minera y<br />

sus características es <strong>la</strong> causa principal de <strong>la</strong> falta de control sobre los recursos<br />

destinados a los municipios y de <strong>la</strong> ausencia en <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nificación d<strong>el</strong> ordenamiento<br />

territorial de los problemas p<strong>la</strong>nteados por <strong>la</strong> minería.<br />

Agrega que <strong>la</strong> nueva definición d<strong>el</strong> rol d<strong>el</strong> Estado ha permitido al sector privado<br />

cumplir con funciones asignadas en <strong>el</strong> pasado al primero, lo que sumado a <strong>la</strong>s<br />

circunstancias sociales, económicas y culturales d<strong>el</strong> país, hace que en muchas<br />

regiones <strong>la</strong> única presencia institucional sea de empresas privadas.<br />

Según <strong>el</strong> dirigente minero, <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción tiene vacíos y, ante <strong>la</strong> ausencia de un<br />

marco c<strong>la</strong>ro, <strong>la</strong>s empresas deben definir su pap<strong>el</strong> para generar buenas r<strong>el</strong>aciones<br />

con <strong>la</strong> comunidad, desde <strong>la</strong> ley y más allá de ésta. A <strong>la</strong> vez, ese vacío hace que no<br />

existan criterios o acuerdos preestablecidos, lo que lleva a <strong>la</strong>s comunidades a ver<br />

en <strong>la</strong>s empresas una fuente inagotable de recursos para sus demandas.<br />

Todas <strong>la</strong>s empresas mineras tienen políticas definidas para <strong>la</strong> problemática social<br />

y <strong>el</strong> cumplimiento de los compromisos con <strong>la</strong>s comunidades. Han comprendido,<br />

dice Forero, que <strong>la</strong> única manera de garantizar <strong>el</strong> adecuado desarrollo de su<br />

actividad es trabajar con <strong>la</strong>s comunidades, que son su mayor y mejor aliado.<br />

Organizaciones sociales<br />

El presidente d<strong>el</strong> Sindicato de Trabajadores de Minercol, Francisco Ramírez,<br />

enumera <strong>la</strong>s circunstancias que a su juicio justifican <strong>el</strong> interés en que <strong>la</strong>s<br />

empresas se involucren en <strong>el</strong> desarrollo comunitario:<br />

• <strong>la</strong> <strong>responsabilidad</strong> de <strong>la</strong>s administraciones municipales por <strong>la</strong> no canalización<br />

adecuada d<strong>el</strong> pago de impuestos y contraprestaciones de <strong>la</strong> minería;<br />

• <strong>la</strong> necesidad de una mínima recuperación ambiental de <strong>la</strong> zona donde se<br />

ubican los proyectos extractivos, incluyendo <strong>el</strong> cuidado de espacios alterados<br />

por <strong>la</strong> minería en pequeña esca<strong>la</strong>, <strong>la</strong>s comunidades y empresas anteriores; y<br />

(*) Nota de <strong>la</strong>s Editoras: Colombia ha ratificado <strong>el</strong> Convenio 169 de <strong>la</strong> OIT, sobre <strong>la</strong> consulta previa<br />

a los pueblos indígenas y tribales en países independientes.<br />

10[10]<br />

Notas de <strong>entre</strong>vista con Liliana Alvarado, Asesora d<strong>el</strong> Subdirector de P<strong>la</strong>neación, Unidad de<br />

P<strong>la</strong>neación MInero Energética - UPME.<br />

12


• <strong>la</strong> posibilidad de apoyo, a través de <strong>la</strong>s fundaciones sociales de <strong>la</strong>s empresas,<br />

a <strong>la</strong> puesta en marcha de pequeñas y medianas empresas comunitarias o a <strong>la</strong><br />

construcción de vías, escu<strong>el</strong>as y otras obras de infraestructura.<br />

Según <strong>el</strong> dirigente sindical, <strong>la</strong>s acciones de <strong>la</strong>s empresas no son voluntarias, sino<br />

<strong>la</strong> respuesta a diferentes presiones: desde peticiones de inversión social de los<br />

grupos armados, como requisito para insta<strong>la</strong>rse en <strong>la</strong> zona, hasta <strong>la</strong> construcción<br />

de una imagen <strong>empresarial</strong> ante <strong>la</strong> comunidad para evitar conflictos futuros.<br />

Para Ramírez es necesario que <strong>la</strong> nueva legis<strong>la</strong>ción defina <strong>la</strong>s <strong>responsabilidad</strong>es<br />

ambientales de los diversos actores, porque no es tolerable que sea <strong>la</strong> empresa<br />

quien decide si ha vio<strong>la</strong>do o no requisitos de <strong>la</strong> licencia ambiental. A su criterio,<br />

debe crearse una entidad estatal con autoridad minera fuerte, regu<strong>la</strong>dora, capaz,<br />

no corrupta y moderna, que se configure ante <strong>la</strong>s empresas como un interlocutor<br />

válido que les facilite, promocione y garantice <strong>la</strong> operación.<br />

Investigadores sociales<br />

En opinión de Hernán Darío Correa, existe un profundo divorcio <strong>entre</strong> los p<strong>la</strong>nes<br />

de ordenamiento territorial, <strong>la</strong>s entidades territoriales, los p<strong>la</strong>nes de desarrollo<br />

local, regional y nacional y <strong>la</strong>s dinámicas sectoriales de inversión, que por lo<br />

general siguen lógicas internacionales muy alejadas de <strong>la</strong> realidad local, en<br />

función de factores políticos y contratos que se rigen por intereses<br />

supranacionales y son definidos desde los centros mundiales 11 [11] .<br />

Según este investigador, es necesario definir instancias para <strong>la</strong> construcción de<br />

consensos sobre <strong>el</strong> desarrollo, tanto en <strong>el</strong> ámbito regional como en <strong>el</strong> local. Sin<br />

consensos --agrega Correa--, seguirán predominando lógicas centralizadas,<br />

entidades territoriales desestabilizadas, municipios inviables y comunidades<br />

caracterizadas por r<strong>el</strong>aciones sociales descompuestas, pero justificadas por los<br />

mod<strong>el</strong>os de desarrollo impuestos desde <strong>el</strong> exterior.<br />

Asimismo, Correa considera importante reconceptualizar <strong>el</strong> rol de los actores y <strong>la</strong>s<br />

modalidades de articu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong>s dinámicas de desarrollo en los proyectos de<br />

inversión minera. En su opinión, no se puede seguir negando <strong>la</strong> existencia de<br />

comunidades profundamente alteradas por los macroproyectos y es necesario<br />

cambiar los paradigmas en los que se ha fundamentado <strong>la</strong> minería.<br />

Para <strong>el</strong> investigador Otto Vergara, <strong>el</strong> desarrollo social de <strong>la</strong>s regiones mineras está<br />

más asociado a <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción ambiental que a <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción minera. En Colombia<br />

no existen políticas estatales c<strong>la</strong>ras como en otros países, tal vez por <strong>la</strong>s grandes<br />

diferencias étnicas y culturales que lo caracterizan. Esto permite que se pongan en<br />

práctica acciones discriminatorias hacia los mineros criollos pobres y hacia los<br />

11[11]<br />

Notas de <strong>entre</strong>vista con Hernán Darío Correa – Investigador independiente. En <strong>el</strong> momento de<br />

<strong>la</strong> <strong>entre</strong>vista era Asesor de <strong>la</strong> Unidad de Parques Nacionales d<strong>el</strong> Ministerio d<strong>el</strong> Medio Ambiente.<br />

13


indígenas, por ejemplo, y que <strong>la</strong> política d<strong>el</strong> Estado se manifieste sólo al <strong>el</strong>aborar<br />

los contratos mineros. Las políticas de desarrollo comunitario son establecidas de<br />

hecho por <strong>la</strong>s empresas, siendo más visibles en <strong>la</strong> gran minería, a través d<strong>el</strong><br />

cumplimiento de <strong>la</strong>s regu<strong>la</strong>ciones estatales sobre <strong>el</strong> medio ambiente y <strong>la</strong> r<strong>el</strong>ación<br />

con <strong>la</strong>s comunidades indígenas y afro<strong>colombia</strong>nas 12 [12] .<br />

Cuando <strong>el</strong> área de influencia d<strong>el</strong> proyecto minero se compone de comunidades<br />

'criol<strong>la</strong>s', <strong>la</strong>s empresas consideran sus acciones sociales como contribuciones<br />

voluntarias. Sin embargo, los movimientos locales de presión sobre <strong>la</strong>s empresas<br />

mineras, en pro de beneficios colectivos han ido en aumento desde los años 80 y<br />

aqu<strong>el</strong><strong>la</strong>s han comenzado a incluir en sus proyectos programas de apoyo a <strong>la</strong>s<br />

comunidades. Las empresas se p<strong>la</strong>ntean como objetivo central inmiscuirse lo<br />

menos posible en <strong>el</strong> entorno político regional y sólo hacerlo de manera especial,<br />

r<strong>el</strong>acionándose con diferentes actores, para evitar conflictos.<br />

Tomando un ejemplo, <strong>el</strong> investigador seña<strong>la</strong> que en <strong>el</strong> Cerrejón Zona Norte no<br />

existía una política específica de contribución de <strong>la</strong> empresa a <strong>la</strong> comunidad, pero<br />

<strong>la</strong> experiencia llevó a <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción de políticas de desarrollo local, porque los<br />

conflictos fueron importantes e incluso en algún momento se manejó <strong>la</strong> idea de<br />

paralizar <strong>el</strong> proyecto minero. Hoy en día, <strong>el</strong> Cerrejón Zona Norte se presenta como<br />

un enc<strong>la</strong>ve en donde <strong>la</strong> empresa presta ayuda integral y voluntaria a <strong>la</strong> comunidad<br />

mediante políticas de apoyo y diversas contribuciones.<br />

Lecciones aprendidas por los actores<br />

Sinergia Estado/empresa/comunidad en <strong>el</strong> desarrollo social<br />

Las políticas y normas de carácter nacional y local se pueden analizar a través de<br />

dos dimensiones que configuran un marco de influencia sobre <strong>la</strong>s actividades de<br />

desarrollo social en <strong>el</strong> sector minero: <strong>la</strong> p<strong>la</strong>neación d<strong>el</strong> desarrollo y <strong>la</strong> r<strong>el</strong>ación<br />

<strong>entre</strong> <strong>el</strong> sector minero y <strong>el</strong> desarrollo local.<br />

La p<strong>la</strong>neación d<strong>el</strong> desarrollo se refiere al marco nacional que reg<strong>la</strong>menta <strong>la</strong>s<br />

competencias y funciones de los entes públicos en los procesos de desarrollo<br />

socioeconómico, así como <strong>la</strong>s instancias y <strong>la</strong>s formas de <strong>la</strong> participación y <strong>la</strong><br />

<strong>responsabilidad</strong> de los restantes actores sociales.<br />

La actual Constitución Política abrió <strong>la</strong>s puertas al fortalecimiento de mecanismos<br />

e instancias para una p<strong>la</strong>neación articu<strong>la</strong>da d<strong>el</strong> desarrollo, estableciendo un<br />

conjunto de directrices que regu<strong>la</strong>n <strong>la</strong> forma, contenidos, procedimientos e<br />

instancias de realización de los procesos de desarrollo en los ámbitos nacional,<br />

regional y local. Los procesos desatados por <strong>la</strong> Constitución han tenido una<br />

progresiva evolución, pero los niv<strong>el</strong>es deseados de articu<strong>la</strong>ción <strong>entre</strong> los diferentes<br />

actores sociales no se han logrado por dos razones:<br />

12[12]<br />

Notas de <strong>entre</strong>vista con Otto Vergara, Jefe de r<strong>el</strong>aciones con <strong>la</strong> comunidad de MINERCOL.<br />

14


a) En primer lugar, <strong>la</strong>s propuestas de métodos y herramientas para hacer más<br />

eficaz y eficiente <strong>la</strong> gestión de <strong>la</strong>s instancias de p<strong>la</strong>neación d<strong>el</strong> desarrollo se<br />

han centrado más en <strong>el</strong> ámbito nacional que en <strong>el</strong> regional o local, por lo cual<br />

en estos últimos los resultados de <strong>la</strong> p<strong>la</strong>neación e integración son aún<br />

precarios. A lo anterior se suma que, en Colombia, cada gobernante<br />

establece su p<strong>la</strong>n de desarrollo sólo para tres o cuatro años, sin considerar<br />

un horizonte mayor. Esto explica en parte porqué, en este país, <strong>el</strong> desarrollo<br />

es <strong>responsabilidad</strong> casi exclusiva de los gobiernos y es insuficiente <strong>el</strong><br />

compromiso de los restantes actores en este sentido, incluidas empresas y<br />

gremios <strong>empresarial</strong>es.<br />

b) En segundo lugar, <strong>el</strong> sistema client<strong>el</strong>ista imperante en <strong>el</strong> país provoca <strong>la</strong><br />

desviación de recursos públicos en favor de intereses particu<strong>la</strong>res, una baja<br />

capacidad de gestión en los procesos de p<strong>la</strong>neación y <strong>el</strong> interés de <strong>la</strong>s<br />

autoridades en mantener <strong>la</strong> inversión pública fuera d<strong>el</strong> control social.<br />

Ambas circunstancias determinan <strong>la</strong> inexistencia de capacidad para solucionar <strong>la</strong>s<br />

necesidades de <strong>la</strong>s pob<strong>la</strong>ciones y para convocar ampliamente a los demás<br />

sectores sociales en los procesos de p<strong>la</strong>neación y gestión.<br />

El análisis desde <strong>la</strong> r<strong>el</strong>ación sector minero y desarrollo local considera <strong>el</strong> estado de<br />

<strong>la</strong>s políticas y regu<strong>la</strong>ciones nacionales y locales, en materia ambiental, tributaria e<br />

institucional, que promuevan <strong>la</strong> integración de <strong>la</strong>s empresas mineras al desarrollo<br />

local o comunitario.<br />

Tanto <strong>la</strong> Constitución Política de 1991, como <strong>la</strong> creación d<strong>el</strong> Ministerio d<strong>el</strong> Medio<br />

Ambiente y d<strong>el</strong> Sistema Nacional Ambiental, aumentaron <strong>la</strong>s exigencias para que<br />

<strong>la</strong>s empresas mineras establezcan una r<strong>el</strong>ación armónica y respetuosa con <strong>el</strong><br />

medio ambiente natural y social. Se previeron mecanismos con un gran potencial<br />

como regu<strong>la</strong>dores de <strong>la</strong> actividad de <strong>la</strong>s empresas e impulsores de <strong>la</strong> articu<strong>la</strong>ción<br />

<strong>entre</strong> <strong>el</strong> sector privado y <strong>la</strong>s dinámicas públicas y comunitarias de desarrollo. En <strong>la</strong><br />

práctica estos mecanismos son desaprovechados por varias razones:<br />

• los compromisos p<strong>la</strong>nteados en los p<strong>la</strong>nes de manejo ambiental de los<br />

proyectos carecen de una visión articu<strong>la</strong>dora;<br />

• <strong>la</strong>s autoridades ambientales no son lo suficientemente exigentes y no tienen<br />

c<strong>la</strong>ridad sobre <strong>la</strong> articu<strong>la</strong>ción de dinámicas de desarrollo integral; y<br />

• <strong>la</strong> aplicación de <strong>la</strong>s facultades de control y evaluación asignadas a estas<br />

autoridades es incipiente o se encuentra mal desarrol<strong>la</strong>da.<br />

En materia tributaria, no existe una política estatal consistente, prospectiva y<br />

explícita, que busque <strong>la</strong> integración de <strong>la</strong>s empresas mineras al desarrollo local.<br />

Algunas normas incentivan <strong>la</strong> inversión de <strong>la</strong>s empresas en determinadas áreas<br />

d<strong>el</strong> desarrollo, a cambio de deducciones d<strong>el</strong> impuesto a <strong>la</strong> renta. En este marco,<br />

existen <strong>la</strong>s normas fiscales de aplicación generalizada, que no promueven una<br />

15


actitud integradora, y otras que promueven más directamente contribuciones al<br />

desarrollo, pero que son puntuales y no generan procesos.<br />

En cuanto a <strong>la</strong> estructura institucional d<strong>el</strong> sector minero, por un <strong>la</strong>do, parece que <strong>la</strong><br />

integración de <strong>la</strong>s empresas al desarrollo local no es un tema que deba ser objeto<br />

de una intervención estatal consistente, por lo que son escasas <strong>la</strong>s normas o los<br />

p<strong>la</strong>nteamientos de política que lo mencionan, con excepción de algunas ideas<br />

expuestas en <strong>el</strong> P<strong>la</strong>n Nacional de Desarrollo y en <strong>el</strong> Código Minero. Por <strong>el</strong> otro, <strong>el</strong><br />

sistema de regalías no propicia esta integración, porque <strong>la</strong>s empresas no<br />

intervienen directamente en <strong>el</strong> manejo de estos recursos, a pesar de los múltiples<br />

p<strong>la</strong>nteamientos sobre <strong>la</strong> necesidad de que lo hagan.<br />

En <strong>el</strong> ámbito local, los p<strong>la</strong>nteamientos teóricos de <strong>la</strong>s administraciones aluden a <strong>la</strong><br />

participación d<strong>el</strong> sector privado en <strong>la</strong>s dinámicas de desarrollo de su zona, a basar<br />

sus p<strong>la</strong>nes en <strong>la</strong> concertación y los pactos sociales, al énfasis en <strong>el</strong> diálogo y <strong>la</strong><br />

conciliación, y a <strong>la</strong> procura de <strong>la</strong> participación y <strong>el</strong> liderazgo de <strong>la</strong>s empresas en<br />

múltiples procesos. Sin embargo, estos p<strong>la</strong>nteamientos carecen de realidad, no<br />

están acompañados de <strong>la</strong>s estrategias necesarias para materializarlos y, en los<br />

hechos, los espacios de diálogo <strong>entre</strong> autoridades y empresas no son una<br />

constante y existe un alto grado de desconfianza mutua sobre <strong>la</strong> voluntad real de<br />

autoridades o empresas hacia <strong>el</strong> desarrollo local.<br />

Por último, <strong>la</strong>s administraciones no cuentan con instrumentos tributarios para<br />

promover <strong>la</strong> inversión de <strong>la</strong>s empresas en <strong>el</strong> desarrollo local. Y en lo ambiental, los<br />

p<strong>la</strong>nteamientos sobre <strong>la</strong>s interacciones posibles <strong>entre</strong> autoridades locales y<br />

empresas mineras no son c<strong>la</strong>ros, probablemente porque <strong>el</strong> seguimiento de los<br />

compromisos asumidos por <strong>la</strong>s empresas en sus p<strong>la</strong>nes de manejo ambiental no<br />

es competencia municipal sino directa d<strong>el</strong> Ministerio d<strong>el</strong> Medio Ambiente.<br />

3.2. ESTUDIO DE CASO 1: CERRO MATOSO S.A.<br />

Caracterización regional y local<br />

El Departamento de Córdoba, en <strong>la</strong> región Caribe <strong>colombia</strong>na, estaba habitado<br />

antes de <strong>la</strong> llegada de los conquistadores españoles por indígenas de <strong>la</strong> gran<br />

familia Caribe, de <strong>la</strong> cual descienden los zenúes que se encuentran actualmente<br />

en <strong>la</strong> zona. El litoral fue reconocido inicialmente en 1501 por Rodrigo de Bastidas,<br />

seguido por Alonso de Ojeda, Francisco Pizarro y Martín Fernández de Enciso,<br />

quien se internó en <strong>el</strong> río Sinú en busca de riquezas.<br />

Por <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción ambiental y desde una perspectiva ecosistémica, <strong>el</strong><br />

departamento ha sido subdividido en 6 sub-regiones: Alto Sinú, Sinú medio, Bajo<br />

Sinú, Costanera, Sabanas y San Jorge. Los municipios sobre los cuales Cerro<br />

Matoso S.A. ejerce influencia directa alta y media pertenecen a <strong>la</strong> sub-región de <strong>la</strong><br />

cuenca d<strong>el</strong> río San Jorge. La principal actividad económica de <strong>la</strong> región es <strong>la</strong><br />

ganadería, complementada por <strong>la</strong> agricultura, <strong>la</strong> minería y <strong>la</strong> pesca. La minería<br />

16


está constituida por <strong>la</strong> extracción de níqu<strong>el</strong> de Cerro Matoso S.A. en Mont<strong>el</strong>íbano,<br />

<strong>la</strong> extracción de carbón de Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A. en Puerto Libertador y <strong>la</strong><br />

pequeña minería aurífera sobre <strong>la</strong>s terrazas aluviales.<br />

En cuanto a <strong>la</strong> propiedad de <strong>la</strong> tierra, predominan los <strong>la</strong>tifundios en <strong>la</strong>s l<strong>la</strong>nuras<br />

dedicadas a <strong>la</strong> ganadería y los minifundios en <strong>la</strong> zona montañosa de explotación<br />

agríco<strong>la</strong>. Además de <strong>la</strong> propiedad privada, <strong>la</strong> tenencia de <strong>la</strong> tierra incluye <strong>la</strong><br />

‘aparcería’, <strong>el</strong> ‘avance’ y los resguardos indígenas, de los cuales se encuentran<br />

cinco pertenecientes a los grupos étnicos Emberá-Katíos y Zenúes.<br />

El Departamento de Córdoba, con 28 municipios, representa 2% d<strong>el</strong> territorio<br />

nacional. Con una tasa de crecimiento anual de 1,09%, <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción actual es de<br />

1:384.259 habitantes y llegará a 1:396.764 en 2005. En 1999 <strong>el</strong> departamento<br />

registró un Índice de Desarrollo Humano (IDH) de 0,705, ocupando <strong>el</strong> lugar 21<br />

<strong>entre</strong> 25 departamentos, y un Índice de Pobreza Humana (IPH) de 17,3.<br />

Los ingresos fiscales d<strong>el</strong> departamento provienen de <strong>la</strong>s transferencias corrientes<br />

de <strong>la</strong> nación, <strong>la</strong>s regalías mineras y los ingresos tributarios. Aunque <strong>la</strong>s regalías<br />

pagadas por <strong>la</strong> explotación de minerales han facilitado <strong>la</strong> inversión en programas<br />

de desarrollo social y <strong>el</strong> pago d<strong>el</strong> servicio de <strong>la</strong> deuda, <strong>la</strong>s transferencias corrientes<br />

son <strong>la</strong> principal fuente de recursos departamentales.<br />

Las regalías pagadas por Cerro Matoso S.A. <strong>entre</strong> 1982 y 1999 totalizaron US$<br />

101 millones, a un promedio de US$ 5,61 millones anuales. La Gobernación de<br />

Córdoba recibe 27,5% de <strong>la</strong>s regalías, lo cual significó US$ 3:168.878 en 2000, y<br />

un porcentaje simi<strong>la</strong>r va para <strong>la</strong> Corporación Autónoma de los Valles d<strong>el</strong> Sinú y d<strong>el</strong><br />

San Jorge (CVS) 13 [13] , que en ese año ascendió a US$ 3:399.007. Por su parte, los<br />

municipios de Puerto Libertador, Ayap<strong>el</strong>, P<strong>la</strong>neta Rica, Pueblo Nuevo, Buenavista,<br />

<strong>la</strong> Apartada y Cartagena, junto con <strong>el</strong> Fondo Nacional de Regalías, reciben <strong>entre</strong> 1<br />

y 4,5% de dichos recursos.<br />

Entre 1992 y 1998, 56% de los bienes adquiridos por <strong>la</strong> empresa provinieron de <strong>la</strong><br />

Costa Atlántica y en <strong>el</strong> año 2000 <strong>la</strong> compra de servicios en <strong>la</strong> región fue de US$<br />

31:590.092. La producción de Cerro Matoso S.A. representa 46,2% d<strong>el</strong> PIB<br />

industrial d<strong>el</strong> departamento de Córdoba y se espera que, con <strong>la</strong> ampliación de <strong>la</strong><br />

p<strong>la</strong>nta, llegue a 85% d<strong>el</strong> PIB.<br />

13[13]<br />

Autoridad ambiental regional.<br />

17


Área de articu<strong>la</strong>ción<br />

El complejo de producción de ferroníqu<strong>el</strong> Cerro Matoso S.A. está localizado en <strong>el</strong><br />

departamento de Córdoba, en <strong>el</strong> sudoeste de <strong>la</strong> región Caribe <strong>colombia</strong>na. Su<br />

influencia directa es alta en los municipios de Mont<strong>el</strong>íbano, Puerto Libertador y La<br />

Apartada. Es media en los municipios de Ayap<strong>el</strong>, Buena Vista, P<strong>la</strong>neta Rica y<br />

Pueblo Nuevo, todos ubicados en <strong>el</strong> extremo sudoriental d<strong>el</strong> departamento.<br />

En Mont<strong>el</strong>íbano se encuentran <strong>la</strong> mina, <strong>la</strong>s oficinas de Cerro Matoso S.A., <strong>la</strong> sede<br />

central de <strong>la</strong> Fundación San Isidro, <strong>la</strong> zona residencial d<strong>el</strong> personal administrativo<br />

y, aparte, <strong>la</strong> de los obreros. Aquí se concentran los impactos positivos producidos<br />

por <strong>la</strong> empresa, los cambios culturales, sociales y económicos, <strong>la</strong>s acciones<br />

sociales de su Fundación y, por supuesto, es también donde los pob<strong>la</strong>dores<br />

originarios perciben con mayor intensidad los aspectos negativos que <strong>el</strong> proyecto<br />

minero ha traído consigo.<br />

Este conjunto de <strong>el</strong>ementos hace que Mont<strong>el</strong>íbano pueda ser considerado como <strong>el</strong><br />

área de articu<strong>la</strong>ción d<strong>el</strong> proyecto minero de Cerro Matoso S.A. Sin embargo, no<br />

muy lejos, los vecinos de Mont<strong>el</strong>íbano, aunque en menor intensidad, también han<br />

recibido algunos de los impactos de este proyecto minero. Algunos reciben<br />

regalías de Cerro Matoso S.A. y otros, los más cercanos, <strong>la</strong>s actividades de<br />

desarrollo social que <strong>la</strong> empresa promueve con los pob<strong>la</strong>dores y con <strong>la</strong>s<br />

administraciones municipales.<br />

Estos dos <strong>el</strong>ementos, administración de regalías y/o actividades de desarrollo<br />

social, permiten diferenciar dos grupos <strong>entre</strong> los vecinos de Mont<strong>el</strong>íbano:<br />

• municipios con influencia directa alta en donde <strong>la</strong> empresa ha desarrol<strong>la</strong>do<br />

trabajo social pero sin <strong>la</strong> misma intensidad que en Mont<strong>el</strong>íbano: <strong>la</strong> empresa<br />

14 [14]<br />

considera que <strong>el</strong> trabajo que realiza en los municipios de Puerto Libertador<br />

y La Apartada es importante ya que, además de aportar <strong>la</strong>s regalías mineras<br />

asignadas por <strong>la</strong> ley, desarrol<strong>la</strong> diversos proyectos con <strong>la</strong>s comunidades y con<br />

<strong>la</strong>s administraciones municipales.<br />

• municipios con influencia directa baja y <strong>el</strong> Departamento de Córdoba: en este<br />

grupo se incluyen los municipios que reciben regalías por <strong>el</strong> proyecto de Cerro<br />

Matoso S.A., pero no su trabajo social directo, y los que se benefician con<br />

inversiones apoyadas por <strong>la</strong>s regalías pagadas a <strong>la</strong>s instituciones<br />

departamentales como <strong>la</strong> Gobernación de Córdoba y <strong>la</strong> Corporación Autónoma<br />

Regional.<br />

14[14]<br />

En <strong>el</strong> municipio de Puerto Libertador se encuentra una sede de <strong>la</strong> Fundación San Isidro,<br />

inaugurada en <strong>el</strong> segundo semestre de 2001.<br />

18


Organización política d<strong>el</strong> área de articu<strong>la</strong>ción<br />

Perfil de <strong>la</strong>s comunidades<br />

A pesar de que Mont<strong>el</strong>íbano es considerado uno de los municipios más<br />

importantes d<strong>el</strong> Departamento de Córdoba presenta varias insuficiencias en <strong>la</strong><br />

calidad de vida de sus habitantes, debido a un desarrollo lento y limitado de los<br />

servicios públicos, ausencia de acueducto en gran parte de <strong>la</strong>s pob<strong>la</strong>ciones<br />

rurales, baja cobertura de alcantaril<strong>la</strong>do y deficiencia en <strong>el</strong> sistema de evacuación<br />

de aguas residuales.<br />

El municipio sólo cuenta con un centro hospita<strong>la</strong>rio, aunque en los caseríos<br />

mayores existen puestos para <strong>la</strong> atención de urgencias y en <strong>la</strong> capital funcionan<br />

otras instituciones privadas que brindan servicios de medicina general, de<br />

<strong>la</strong>boratorio clínico, fisioterapia, odontología y algunos servicios especializados. Por<br />

su parte, <strong>el</strong> sistema educativo también presenta deficiencias de infraestructura,<br />

cobertura y calidad.<br />

En los barrios urbanos de c<strong>la</strong>se media prevalece <strong>la</strong> vivienda unifamiliar, mientras<br />

que en <strong>la</strong> periferia predominan <strong>la</strong>s viviendas de construcción rudimentaria o con<br />

problemas de hacinamiento. La migración continua hacia <strong>la</strong> capital municipal<br />

genera <strong>la</strong> proliferación de viviendas sin <strong>la</strong>s condiciones necesarias y <strong>la</strong> carencia de<br />

servicios públicos. En <strong>la</strong> zona rural se diferencian <strong>la</strong>s haciendas ganaderas de <strong>la</strong>s<br />

viviendas campesinas.<br />

Teniendo en cuenta <strong>la</strong>s diferenciaciones producidas por <strong>la</strong> presencia d<strong>el</strong> proyecto<br />

minero en <strong>la</strong> zona, se puede hacer <strong>la</strong> siguiente c<strong>la</strong>sificación de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción local:<br />

1. <strong>el</strong> personal administrativo de Cerro Matoso S.A., proveniente en su mayoría de<br />

otras zonas d<strong>el</strong> país, reside con sus familias en un área exclusiva, separada<br />

con rejas d<strong>el</strong> resto de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción local, con todos los servicios, de recreación,<br />

educación, salud, etc.;<br />

2. los trabajadores d<strong>el</strong> proyecto ubicados en otra área residencial, tienen<br />

comodidades simi<strong>la</strong>res al grupo anterior, aunque sin rejas; pertenecen a <strong>la</strong><br />

región, pero <strong>la</strong>s fronteras divisorias surgen de su condición de "matoceros",<br />

obreros de Cerro Matoso S.A.;<br />

3. los trabajadores d<strong>el</strong> proyecto fuera d<strong>el</strong> área residencial, que mantienen su<br />

distinción social como "matoceros"; por <strong>la</strong> ostentación en sus viviendas y<br />

formas de vida; y<br />

4. los demás habitantes de Mont<strong>el</strong>íbano, no trabajadores de Cerro Matoso S.A.,<br />

cuya r<strong>el</strong>ación con <strong>la</strong> empresa y con <strong>el</strong> proyecto es indirecta o nu<strong>la</strong>.<br />

Las diferencias <strong>entre</strong> estos grupos fundamentan <strong>la</strong>s críticas de <strong>la</strong>s comunidades<br />

de Mont<strong>el</strong>íbano a <strong>la</strong>s actividades y políticas sociales de <strong>la</strong> empresa, presentando<br />

como ejemplo principal <strong>el</strong> colegio y <strong>el</strong> hospital exclusivo para los "matoceros".<br />

19


En <strong>el</strong> cuarto grupo se encuentran dos comunidades que, a pesar de ser <strong>la</strong>s más<br />

cercanas a <strong>la</strong> mina, se sienten más excluidas de los beneficios generados por <strong>el</strong><br />

proyecto:<br />

i. <strong>el</strong> Corregimiento de Uré, un asentamiento de pob<strong>la</strong>ción de descendencia<br />

africana en su mayoría, consolidado a través de <strong>la</strong> minería de oro tradicional y<br />

de actividades de subsistencia, como <strong>la</strong> pesca y <strong>la</strong> siembra de productos de<br />

pancoger; y<br />

ii. <strong>el</strong> caserío de Pueblo Flechas, un asentamiento de indígenas provenientes de<br />

San Andrés de Sotavento, que pertenecen a <strong>la</strong> etnia Emberá - Katíos.<br />

Incidencia de los actores<br />

En 1988, los ingresos d<strong>el</strong> municipio se compusieron de transferencias corrientes<br />

de <strong>la</strong> nación, 65%; regalías de Cerro Matoso S.A., 15%; e impuestos, 20%. En <strong>el</strong><br />

período 1989-98, <strong>el</strong> municipio recibió aproximadamente US$ 11 millones por<br />

regalías, de los cuales los mayores porcentajes fueron dirigidos a <strong>la</strong> inversión en<br />

servicios de <strong>la</strong> deuda (39,2%), educación (22%) y obras viales (11,7%).<br />

Las decisiones de inversión corrieron por cuenta de sucesivas administraciones<br />

municipales, según los lineamientos de sus p<strong>la</strong>nes de desarrollo, decididos con<br />

una participación de <strong>la</strong>s comunidades reducida o inexistente. El municipio de<br />

Mont<strong>el</strong>íbano no dispone de información detal<strong>la</strong>da sobre <strong>el</strong> destino histórico de <strong>la</strong>s<br />

regalías, alegando falta de organización en <strong>la</strong>s administraciones pasadas.<br />

La comunidad, en cambio, p<strong>la</strong>ntea con frecuencia que <strong>la</strong>s regalías han tenido un<br />

manejo inadecuado y que por <strong>el</strong>lo <strong>el</strong> municipio no presenta <strong>el</strong> grado de desarrollo<br />

que debería tener en función de <strong>la</strong> cantidad de dinero aportada por Cerro Matoso<br />

S.A. desde <strong>el</strong> inicio de sus operaciones. Este descontento se expresa en <strong>la</strong><br />

petición constante de que <strong>la</strong> empresa intervenga en <strong>el</strong> manejo de <strong>la</strong>s regalías,<br />

para asegurar que se inviertan en obras de desarrollo d<strong>el</strong> municipio.<br />

Por su parte, Cerro Matoso S.A. cumple con <strong>la</strong>s disposiciones legales, girando al<br />

municipio los montos asignados por concepto de regalías, sin ninguna injerencia<br />

en <strong>la</strong>s decisiones de <strong>la</strong> administración. Sin embargo, por medio de <strong>la</strong> Fundación<br />

San Isidro, ha iniciado con <strong>la</strong>s comunidades tareas de capacitación, que buscan<br />

brindarles a éstas los <strong>el</strong>ementos para que <strong>el</strong><strong>la</strong>s mismas puedan ejercer <strong>el</strong> control<br />

dirigido a garantizar <strong>el</strong> uso adecuado de dichos recursos.<br />

Principales conflictos socioambientales<br />

En <strong>el</strong> Departamento de Córdoba, los principales conflictos sociales están<br />

determinados principalmente por los niv<strong>el</strong>es significativos de inequidad y<br />

desigualdad en <strong>el</strong> desarrollo social, generadores de situaciones extremas de<br />

pobreza en proporciones importantes de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción, <strong>la</strong> ineficiencia d<strong>el</strong> Estado o<br />

su ausencia en <strong>la</strong> atención para <strong>el</strong> desarrollo integral de <strong>la</strong>s comunidades y <strong>la</strong><br />

20


insatisfacción de sus necesidades básicas. Esta es una fal<strong>la</strong> tradicional d<strong>el</strong> Estado<br />

<strong>colombia</strong>no, provocada por su incapacidad para gestionar adecuadamente <strong>la</strong>s<br />

prioridades d<strong>el</strong> desarrollo y/o por <strong>la</strong> presencia de altos índices de corrupción en <strong>el</strong><br />

manejo de los recursos públicos.<br />

Los impactos generados por <strong>la</strong> lucha armada potencian, a su vez, <strong>la</strong> precaria<br />

situación social. Las manifestaciones d<strong>el</strong> conflicto se rev<strong>el</strong>an principalmente en <strong>la</strong><br />

lucha por <strong>el</strong> control territorial y demográfico, propósito común a todos los grupos<br />

armados, en donde a <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción sólo le quedan dos alternativas: o bien plegarse<br />

a los grupos armados y aceptar su dominación, o bien desp<strong>la</strong>zarse de sus<br />

territorios originarios, para engrosar los cinturones de miseria en pequeñas,<br />

medianas o grandes ciudades, que les ofrecen <strong>la</strong> tranquilidad --aunque no<br />

siempre--, de no ser atacados directamente por aqu<strong>el</strong>los que originaron su<br />

situación dramática de desp<strong>la</strong>zamiento.<br />

En lo ambiental, <strong>la</strong> corporación ambiental regional (CVS) resume <strong>la</strong> problemática<br />

que afronta <strong>el</strong> departamento de <strong>la</strong> siguiente manera:<br />

• deterioro de <strong>la</strong>s cuencas hidrográficas, disminución de <strong>la</strong> calidad y cantidad d<strong>el</strong><br />

agua y de <strong>la</strong> cobertura vegetal, pérdida de <strong>la</strong> capacidad de amortiguación de<br />

los humedales y alteración de <strong>la</strong>s pob<strong>la</strong>ciones de flora y fauna silvestres;<br />

• deficiencias en <strong>la</strong>s políticas vigentes para fortalecer y fomentar los procesos<br />

productivos endógenos, <strong>la</strong> producción limpia, <strong>la</strong> comercialización de productos<br />

ecológicos y <strong>la</strong> mejora de <strong>la</strong> calidad de vida de <strong>la</strong>s pob<strong>la</strong>ciones urbanas y<br />

rurales;<br />

• carencia de sensibilidad social y participativa para <strong>la</strong> conservación y uso de los<br />

recursos naturales y <strong>el</strong> medio ambiente con vistas a un desarrollo sustentable;<br />

y<br />

• carencia de información con rigor científico y técnico para <strong>la</strong> toma de<br />

15 [15]<br />

decisiones y <strong>la</strong> prospección d<strong>el</strong> futuro.<br />

La gestión d<strong>el</strong> agua es una de <strong>la</strong>s más conflictivas ya que su demanda aumenta<br />

en todos los sectores: consumo humano, industrial, agríco<strong>la</strong>, acuíco<strong>la</strong>,<br />

hidroenergético, asociada con <strong>el</strong> crecimiento urbano, los megaproyectos,<br />

crecientes asentamientos de pequeñas y medianas industrias, <strong>el</strong> uso intensivo d<strong>el</strong><br />

su<strong>el</strong>o por <strong>la</strong> ganadería y <strong>la</strong> agroindustria con tecnologías contaminantes y, en<br />

general, un uso inadecuado de <strong>la</strong> oferta natural de <strong>la</strong> región. 16 [16] Lo anterior se ve<br />

agravado por <strong>el</strong> vertimiento de residuos industriales, mineros, agroquímicos y de<br />

aguas servidas, en su gran mayoría, hacia los ríos Sinú y San Jorge, así como los<br />

arroyos y quebradas que los alimentan.<br />

15[15]<br />

Corporación Autónoma de los Valles d<strong>el</strong> Sinú y d<strong>el</strong> San Jorge (CVS) - P<strong>la</strong>n de Acción trianual<br />

2001-2003.<br />

16[16]<br />

Idem.<br />

21


El proyecto minero y <strong>la</strong> organización <strong>empresarial</strong><br />

La historia de este proyecto minero comenzó en 1956, cuando un grupo de <strong>la</strong><br />

Richmond Petroleum encontró yacimientos en <strong>la</strong> zona, pero sólo en 1970 se puso<br />

en vigencia <strong>el</strong> contrato para su desarrollo. En 1979 fue creada <strong>la</strong> sociedad de<br />

economía mixta Cerro Matoso S.A., en <strong>la</strong> que participaron Econíqu<strong>el</strong> (estatal),<br />

Billiton Overseas Ltda. y Conicol, pero en 1997 <strong>la</strong> primera vendió sus acciones. En<br />

<strong>la</strong> actualidad, Cerro Matoso S.A. pertenece en aproximadamente 99% a BHP<br />

Billiton (capital sudafricano).<br />

Cerro Matoso S.A. tiene una Presidencia y cuatro Vicepresidencias: Producción,<br />

Técnica, Financiera y Administrativa. Esta última se subdivide en dos unidades: i)<br />

Recursos Humanos y ii) R<strong>el</strong>aciones Públicas y Comunicaciones. La segunda es <strong>la</strong><br />

encargada de ejecutar <strong>la</strong>s políticas sociales de <strong>la</strong> empresa y de orientar <strong>la</strong>s<br />

acciones de <strong>la</strong> Fundación San Isidro (FSI), creada en 1981 por Cerro Matoso S.A.<br />

y <strong>la</strong> Pr<strong>el</strong>atura d<strong>el</strong> Alto Sinú y San Jorge, para promover y desarrol<strong>la</strong>r <strong>la</strong>s políticas<br />

sociales dirigidas hacia <strong>la</strong>s comunidades locales. La empresa dispone así de dos<br />

canales con ese fin, uno interno y otro externo, formalmente distinto.<br />

A pesar de los altibajos d<strong>el</strong> mercado de ferroníqu<strong>el</strong>, Cerro Matoso S.A. ha tenido<br />

buenos resultados, al punto de p<strong>la</strong>ntearse ampliar <strong>la</strong> producción y <strong>la</strong> exploración<br />

de nuevos frentes, con perspectivas de aumento en sus ventas e ingresos. Así,<br />

mientras en <strong>el</strong> período 1982-99 <strong>la</strong> producción de ferroníqu<strong>el</strong> fue de 757 millones<br />

de libras, se espera que en <strong>el</strong> período 2000-20 se <strong>el</strong>eve a 2.399 millones de libras.<br />

El total de empleos directos, indirectos y secundarios generados por <strong>la</strong> operación<br />

fue de 5.674 en 1999 y 6.697 en <strong>el</strong> año 2000.<br />

Política social de <strong>la</strong> empresa<br />

La política social de Cerro Matoso S.A. se remonta a los comienzos d<strong>el</strong> proyecto,<br />

cuando su objetivo principal era entab<strong>la</strong>r buenas r<strong>el</strong>aciones con <strong>la</strong>s comunidades<br />

en un contexto difícil para <strong>la</strong> consolidación de sus actividades. Como muchas<br />

empresas, su primer enfoque fue asistencialista, tal vez porque así facilitaba <strong>el</strong><br />

cumplimiento de ese objetivo, pero dicha orientación se fue transformando en <strong>el</strong><br />

transcurso d<strong>el</strong> tiempo. Hoy en día <strong>la</strong> empresa define su trabajo como un<br />

compromiso con <strong>el</strong> desarrollo sustentable de <strong>la</strong> región y con sus principios de<br />

<strong>responsabilidad</strong> social.<br />

La empresa explica que <strong>el</strong> cumplimiento de su <strong>responsabilidad</strong> social no significa<br />

asumir obligaciones correspondientes a otros actores sociales y estatales, que su<br />

trabajo se orienta a <strong>la</strong> capacitación de <strong>la</strong>s comunidades con sentido social y ético,<br />

buscando <strong>el</strong>iminar <strong>la</strong>s ma<strong>la</strong>s prácticas políticas de los gobiernos locales y, a <strong>la</strong><br />

vez, fortaleciendo <strong>la</strong> credibilidad en <strong>la</strong>s instituciones estatales y enseñando que <strong>la</strong><br />

empresa apoya pero no rega<strong>la</strong>. En particu<strong>la</strong>r, Cerro Matoso S.A. fomenta <strong>la</strong><br />

generación de recursos en <strong>la</strong> zona, que le permitan satisfacer sus necesidades de<br />

abastecimiento y cumplir los lineamientos establecidos por sus accionistas. Uno<br />

22


de los <strong>el</strong>ementos importantes para entender esta política es <strong>el</strong> P<strong>la</strong>n Quinquenal de<br />

<strong>la</strong> Unidad de R<strong>el</strong>aciones Públicas y Comunicaciones, en <strong>el</strong> que se encuentran los<br />

objetivos, <strong>la</strong>s metas y los indicadores que orientan <strong>la</strong>s acciones de <strong>la</strong> empresa<br />

hacia <strong>la</strong>s comunidades durante cinco años.<br />

La política social de Cerro Matoso S.A. es ejecutada a través de tres fundaciones.<br />

Dos de <strong>el</strong><strong>la</strong>s, <strong>la</strong> Fundación Educativa de Mont<strong>el</strong>íbano (FEM), un colegio privado, y<br />

<strong>la</strong> Fundación Panzenú, una institución de previsión social, están destinados a los<br />

trabajadores y familias de <strong>la</strong> empresa. Y <strong>la</strong> tercera, <strong>la</strong> Fundación San Isidro (FSI),<br />

es <strong>el</strong> brazo social de trabajo con <strong>la</strong> comunidad. La FSI tuvo inicialmente también<br />

un enfoque asistencialista, pero en <strong>la</strong> actualidad procura contribuir a una<br />

estrategia de desarrollo comunitario integral. Aporta asistencia técnica y social, a<br />

<strong>la</strong> vez que co<strong>la</strong>bora en <strong>la</strong> financiación de proyectos.<br />

En <strong>el</strong> p<strong>la</strong>no ambiental, <strong>la</strong> empresa ha cumplido <strong>la</strong>s normativas nacionales desde <strong>el</strong><br />

inicio d<strong>el</strong> proyecto, así como <strong>la</strong>s normas establecidas por <strong>el</strong> Banco Mundial. En <strong>la</strong><br />

actualidad, se encuentra preparando <strong>la</strong> puesta en marcha d<strong>el</strong> Sistema de Gestión<br />

Ambiental (SGA), con base en <strong>la</strong> norma ISO 14001/96, que implica un<br />

compromiso de proteger <strong>el</strong> medio ambiente y preservar los recursos naturales en<br />

procura d<strong>el</strong> desarrollo sustentable.<br />

Es política de Cerro Matoso S.A. dar prioridad a <strong>la</strong> adquisición de bienes y<br />

servicios locales y regionales, evaluando <strong>la</strong> oferta existente, capacitando a los<br />

posibles abastecedores y fomentando <strong>la</strong> creación de microempresas de<br />

suministro. En <strong>el</strong> año 2000, <strong>la</strong> empresa realizó compras de bienes en Mont<strong>el</strong>íbano<br />

por US$ 1:399.169 y de servicios por US$ 2:427.798.<br />

Con <strong>la</strong> ampliación de <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nta, <strong>la</strong> empresa definió una prioridad de empleo para<br />

los nativos de Mont<strong>el</strong>íbano, Córdoba, <strong>la</strong> Costa Atlántica y otras regiones, en ese<br />

orden. Dentro de esta política, 196 trabajadores contratados fueron d<strong>el</strong> primero,<br />

261 de <strong>la</strong> segunda, 142 de <strong>la</strong> tercera, 249 de otras regiones y 7 extranjeros. Sin<br />

embargo, <strong>la</strong> insuficiencia de recursos humanos capacitados en dichas zonas ha<br />

sido <strong>el</strong> obstáculo principal para <strong>el</strong> cumplimiento de esta política, además de <strong>la</strong> baja<br />

rotación de personal que caracteriza a <strong>la</strong> empresa.<br />

En términos generales, Cerro Matoso S.A. considera que sus políticas sociales<br />

han generado respuestas positivas en <strong>la</strong>s comunidades y los gobiernos locales,<br />

así como buenas r<strong>el</strong>aciones con <strong>el</strong> entorno. Esto ha sido posible, a su criterio,<br />

gracias a <strong>la</strong> confianza de los diferentes actores en <strong>la</strong> FSI y a su capacidad de<br />

convocatoria. En cuanto al manejo de <strong>la</strong>s regalías en Mont<strong>el</strong>íbano, <strong>la</strong> empresa<br />

opina que, si bien se ha logrado un progreso, éste no ha sido <strong>el</strong> esperado.<br />

23


Programas de desarrollo social<br />

Las políticas sociales de Cerro Matoso S.A. a través de <strong>la</strong> FSI abarcan tres áreas:<br />

• generación de empleo e ingresos, contribuyendo al desarrollo sustentable de <strong>la</strong><br />

región y al crecimiento de <strong>la</strong> economía local, brindando apoyo para consolidar<br />

proyectos productivos en <strong>el</strong> área urbana y rural;<br />

• formación de líderes y organizaciones comunitarias, cuyo objetivo es lograr que<br />

<strong>la</strong>s comunidades manejen su propio desarrollo, mediante programas ubicados<br />

en los sectores de educación y salud; y<br />

• fortalecimiento institucional y desarrollo comunitario, dirigido a generar<br />

procesos caracterizados por <strong>la</strong> autonomía, <strong>la</strong> eficacia y <strong>la</strong> eficiencia de <strong>la</strong>s<br />

instituciones y organizaciones de base comunitarias.<br />

Los proyectos atienden tres situaciones diferentes: i) comunidades vulnerables,<br />

afectadas por fenómenos puntuales; ii) comunidades activas y creativas, que<br />

presentan proyectos dentro de los requisitos de <strong>la</strong> FSI; y iii) comunidades<br />

comprometidas, que participan en los programas y obtienen <strong>la</strong> confianza de <strong>la</strong><br />

Fundación. Dentro de ese marco, los programas de <strong>la</strong> Fundación abarcaban en<br />

1999 a un 42% de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción de su área de influencia.<br />

La Unidad de R<strong>el</strong>aciones Públicas y Comunicaciones de <strong>la</strong> empresa desarrol<strong>la</strong> por<br />

su parte actividades específicas y, paral<strong>el</strong>amente, brinda apoyo logístico y<br />

económico a <strong>la</strong> mayoría de los programas de <strong>la</strong> Fundación.<br />

La mayor instancia de decisión de <strong>la</strong> FSI es <strong>la</strong> Asamblea General, integrada por <strong>el</strong><br />

presidente de Cerro Matoso S.A. y <strong>el</strong> Obispo de <strong>la</strong> Diócesis de Mont<strong>el</strong>íbano. Ésta<br />

<strong>el</strong>ige a <strong>la</strong> Junta Directiva, compuesta por miembros de <strong>la</strong> empresa y de <strong>la</strong> Iglesia y<br />

encargada de <strong>la</strong> <strong>el</strong>ección d<strong>el</strong> Director Ejecutivo de <strong>la</strong> Fundación. Los estatutos de<br />

<strong>la</strong> FSI no contemp<strong>la</strong>n <strong>la</strong> participación de <strong>la</strong>s comunidades en <strong>la</strong>s instancias de<br />

dirección, administración, coordinación o fiscalización, pero dejan abierta <strong>la</strong><br />

posibilidad de hacerlo. La Iglesia, a través de sus dos representantes, ha dado a <strong>la</strong><br />

comunidad <strong>la</strong> oportunidad de participar en <strong>la</strong> Junta Directiva.<br />

En <strong>la</strong> opinión de una representante comunitaria, esta participación en <strong>la</strong> Junta<br />

Directiva es limitada, ya que “su <strong>la</strong>bor consiste en comentar, de acuerdo con los<br />

conocimientos que tiene, cuáles son los proyectos más benéficos para <strong>la</strong><br />

comunidad. Finalmente, <strong>la</strong>s decisiones son tomadas por mayoría” 17 [17] .<br />

La participación de <strong>la</strong>s comunidades en <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción, ejecución y seguimiento de<br />

los proyectos y en <strong>la</strong> gestión de recursos es fundamental para Cerro Matoso S.A.<br />

Con ese propósito, <strong>la</strong> empresa sólo financia parcialmente los proyectos y exige<br />

aportes a <strong>la</strong>s comunidades (en dinero, trabajo o supervisión) y a otras instituciones<br />

privadas y públicas, especialmente a los gobiernos locales. Esta participación es<br />

17[17]<br />

Percepción de una de <strong>la</strong>s representantes de <strong>la</strong> comunidad en <strong>la</strong> Junta Directiva de <strong>la</strong> FSI,<br />

obtenida durante <strong>el</strong> trabajo de campo realizado en Mont<strong>el</strong>íbano.<br />

24


utilizada para evaluar <strong>el</strong> compromiso de <strong>la</strong>s comunidades y <strong>la</strong> permanencia de <strong>la</strong><br />

empresa en <strong>la</strong> ejecución de los proyectos. En este sentido, <strong>la</strong>s comunidades son<br />

consideradas como gestoras de sus propios proyectos y <strong>la</strong> Fundación como una<br />

entidad de apoyo y asesoramiento.<br />

La sostenibilidad de los proyectos depende fundamentalmente de <strong>la</strong> comunidad.<br />

Por <strong>el</strong>lo <strong>la</strong> Fundación San Isidro procura capacitar a <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción en <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción<br />

de proyectos, fomentando <strong>la</strong> autoevaluación y <strong>la</strong> autocrítica. Los análisis que <strong>la</strong>s<br />

comunidades hacen de su propia gestión son tenidos en cuenta por <strong>la</strong> Fundación<br />

en solicitudes posteriores y, de acuerdo con <strong>el</strong> éxito obtenido, determinan si vu<strong>el</strong>ve<br />

o no a apoyar a esa pob<strong>la</strong>ción. No todos los programas surgen desde <strong>la</strong>s<br />

comunidades, algunos son diseñados por <strong>la</strong> FSI y son presentados a <strong>la</strong>s<br />

comunidades en una fase de evaluación, a través de <strong>la</strong> cual se reciben <strong>la</strong>s<br />

sugerencias para moldear <strong>la</strong>s ideas iniciales.<br />

Estos parámetros de participación y de cofinanciación son también aplicados en<br />

los convenios con los gobiernos locales, cuya incorporación es procurada en todos<br />

los programas sociales de <strong>la</strong> empresa. Se buscan asimismo aportes de otras<br />

instituciones, como <strong>la</strong> Red de Solidaridad Social o Corpoica, teniendo especial<br />

cuidado en no hacer convenios con entidades que manejen criterios diferentes a<br />

los de Cerro Matoso S.A., como dar gratuitamente <strong>la</strong> ayuda material a <strong>la</strong>s<br />

comunidades.<br />

Entre <strong>la</strong>s formas jurídicas utilizadas por <strong>la</strong> FSI para <strong>la</strong> realización de programas<br />

con entidades públicas, y eventualmente también con otras organizaciones, se<br />

encuentran Convenios de Cooperación, Contratos de Cofinanciación o Convenios<br />

de Cooperación y Cofinanciación, adaptados a los requerimientos normativos de <strong>la</strong><br />

vincu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong>s entidades públicas con instituciones sin fines de lucro. Estos<br />

convenios definen un marco ético para <strong>la</strong> ejecución de proyectos específicos con<br />

los organismos públicos, precisando los principios y compromisos que deben ser<br />

observados en los procedimientos administrativos, <strong>el</strong> manejo de los recursos y <strong>el</strong><br />

seguimiento de los proyectos.<br />

25


Fortalecimiento institucional: <strong>el</strong> Sistema de P<strong>la</strong>neación Zonal (SPZ)<br />

Tal vez <strong>el</strong> programa más r<strong>el</strong>evante de Cerro Matoso S.A. sea <strong>el</strong> Sistema de<br />

P<strong>la</strong>neación Zonal (SPZ), iniciado en 1998, por medio de un proceso de<br />

p<strong>la</strong>neación estratégica, que contó con <strong>la</strong> participación de <strong>la</strong>s comunidades d<strong>el</strong><br />

área de influencia de <strong>la</strong> empresa.<br />

El objetivo principal era apoyar a los pob<strong>la</strong>dores en <strong>la</strong> construcción de metas<br />

orientadoras de sus acciones, <strong>la</strong> identificación de <strong>la</strong>s debilidades de <strong>la</strong>s<br />

administraciones locales, <strong>la</strong> toma de conciencia sobre <strong>la</strong> necesidad de<br />

comprenderse como región y <strong>la</strong> <strong>el</strong>aboración de una propuesta común que<br />

potenciara los recursos de los municipios.<br />

Entre 1999 y 2000, <strong>el</strong> proceso participativo dio origen al Sistema de P<strong>la</strong>neación<br />

Zonal, un instrumento que permitió fortalecer y difundir <strong>el</strong> trabajo comunitario en<br />

pro d<strong>el</strong> desarrollo de los tres municipios con los cuales se trabajó. Este proceso<br />

contó con <strong>el</strong> apoyo de Cerro Matoso S.A., <strong>la</strong> Diócesis de Mont<strong>el</strong>íbano, <strong>la</strong><br />

Fundación Oleoductos de Colombia, <strong>la</strong>s alcaldías de Mont<strong>el</strong>íbano, Puerto<br />

Libertador y La Apartada, 350 líderes comunitarios de igual número de Juntas de<br />

Acción Comunal, docentes y varias organizaciones comunitarias. El SPZ se ha<br />

convertido en una herramienta c<strong>la</strong>ve para <strong>la</strong> <strong>el</strong>aboración de los p<strong>la</strong>nes de<br />

desarrollo municipal, generando un mayor liderazgo de <strong>la</strong> comunidad y<br />

fortaleciendo los procesos de gestión. La Fundación San Isidro busca actualizar<br />

anualmente <strong>el</strong> Sistema y socializarlo con instituciones y comunidades, con <strong>el</strong><br />

manejo de un indicador de vida que facilita <strong>la</strong> medición y <strong>el</strong> seguimiento de los<br />

programas y proyectos de inversión.<br />

Para Cerro Matoso S.A. <strong>el</strong> SPZ “asume <strong>la</strong> importancia de <strong>la</strong> formación ciudadana<br />

en <strong>la</strong> concepción, diseño e implementación de soluciones acordes con <strong>la</strong>s<br />

necesidades de los habitantes de <strong>la</strong>s zonas urbanas y rurales” (CMSA, 1999, 33).<br />

Los resultados fueron una carpeta de proyectos presentados por <strong>la</strong>s comunidades<br />

de cada municipio, un diagnóstico realizado por los participantes y un acta de<br />

compromiso de los alcaldes con <strong>la</strong> comunidad.<br />

Los procesos de p<strong>la</strong>neación zonal también han hecho que <strong>la</strong>s comunidades sean<br />

tenidas en cuenta en <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nificación de <strong>la</strong> administración local, de dos maneras:<br />

por un <strong>la</strong>do, los resultados d<strong>el</strong> SPZ han sido tomados por los alcaldes como base<br />

para <strong>la</strong> construcción de sus p<strong>la</strong>nes de desarrollo y de ordenamiento territorial; y,<br />

por <strong>el</strong> otro, <strong>la</strong>s comunidades han participado en <strong>la</strong> <strong>el</strong>aboración de estos p<strong>la</strong>nes a<br />

través de instancias de concertación.<br />

En este sentido, los procesos iniciados han generado nuevos <strong>la</strong>zos de<br />

comunicación <strong>entre</strong> los gobiernos locales y <strong>la</strong>s comunidades, estimu<strong>la</strong>ndo que<br />

cada uno de <strong>el</strong>los se entienda como contraparte d<strong>el</strong> otro. Sin embargo, <strong>la</strong><br />

dependencia de <strong>la</strong> Fundación para mantener los logros obtenidos, puede<br />

convertirse en un obstáculo para que <strong>la</strong> experiencia sea interiorizada realmente<br />

por los pob<strong>la</strong>dores y <strong>la</strong>s autoridades municipales.<br />

26


Los procesos conducidos por <strong>la</strong> FSI en su área de influencia que dieron origen al<br />

Sistema de P<strong>la</strong>neación Zonal (SPZ), han tenido <strong>entre</strong> sus objetivos principales <strong>la</strong><br />

<strong>el</strong>aboración de un diagnóstico local que incluya <strong>la</strong> percepción de los diferentes<br />

actores sociales involucrados. Este diagnóstico ha prestado especial atención a<br />

<strong>la</strong>s comunidades, ya que <strong>el</strong><strong>la</strong>s se encuentran inmersas en <strong>la</strong> vida cotidiana de los<br />

municipios, p<strong>la</strong>smando sus expectativas, sus deseos, sus necesidades y sus<br />

compromisos con <strong>la</strong> p<strong>la</strong>neación de su presente y de su futuro.<br />

Las comunidades: percepciones y experiencias<br />

De acuerdo con los resultados obtenidos por <strong>el</strong> SPZ, <strong>la</strong>s prioridades de desarrollo<br />

de <strong>la</strong>s comunidades de Mont<strong>el</strong>íbano consisten en <strong>el</strong> mejoramiento de servicios<br />

públicos, de alcantaril<strong>la</strong>do, de recolección de basura, viales y de vivienda, de<br />

comercialización de productos agríco<strong>la</strong>s e infraestructura, aumento de <strong>la</strong> calidad,<br />

cobertura y dotación en salud y educación, <strong>la</strong> creación de empresas e incremento<br />

de <strong>la</strong>s fuentes de trabajo no dependientes de Cerro Matoso S.A., fortalecimiento<br />

comunitario y creación de instancias de participación y convivencia social.<br />

Estos procesos de p<strong>la</strong>nificación zonal también han estimu<strong>la</strong>do <strong>el</strong> conocimiento<br />

comunitario de sus realidades y <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nificación d<strong>el</strong> futuro deseado, generando una<br />

visión compartida, un p<strong>la</strong>n integral de acción a tres años y una priorización de<br />

proyectos. Sin embargo, todavía es necesario superar algunas prácticas políticas<br />

muy arraigadas, caracterizadas por <strong>la</strong> pasividad de <strong>la</strong>s comunidades, acciones<br />

públicas asistencialistas y <strong>la</strong> falta de participación de los actores sociales en <strong>la</strong><br />

p<strong>la</strong>nificación d<strong>el</strong> municipio.<br />

Por otro <strong>la</strong>do, aunque <strong>la</strong>s comunidades han comenzado a dirigir <strong>la</strong> construcción<br />

comprometida y colectiva de su municipio, <strong>la</strong> orientación de <strong>la</strong> FSI es constante, lo<br />

cual puede estar generando un niv<strong>el</strong> de dependencia que debe entenderse como<br />

otra debilidad. De allí <strong>la</strong> importancia d<strong>el</strong> fortalecimiento de los liderazgos<br />

comunitarios, como otra herramienta presente en <strong>la</strong> p<strong>la</strong>neación zonal.<br />

Para los beneficiarios de los proyectos, <strong>la</strong> FSI realiza un aporte valioso, respeta<br />

<strong>la</strong>s manifestaciones propias de <strong>la</strong> región, brinda apoyo económico y orientación<br />

pedagógica, promueve eventos de comercialización, genera empleo, fortalece a <strong>la</strong><br />

comunidad y procura alcanzar una estabilidad independiente de <strong>la</strong> presencia de <strong>la</strong><br />

empresa. Sin embargo, junto con <strong>la</strong> capacitación, rec<strong>la</strong>man mayores inversiones<br />

que permitan aplicar los conocimientos adquiridos.<br />

Por otro <strong>la</strong>do, seña<strong>la</strong>n que se debe buscar que <strong>la</strong>s microempresas creadas no<br />

dependan en <strong>el</strong> <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo de Cerro Matoso S.A. y que, para <strong>el</strong> progreso d<strong>el</strong><br />

municipio, es necesario gestionar un proyecto global, en lugar de proyectos<br />

parciales. No se puede olvidar que <strong>el</strong> mayor problema d<strong>el</strong> municipio proviene<br />

todavía d<strong>el</strong> manejo inadecuado de <strong>la</strong>s regalías mineras.<br />

27


Para los no beneficiarios, en cambio, <strong>la</strong> empresa no ha cumplido <strong>la</strong>s expectativas<br />

generadas por <strong>el</strong> proyecto, porque los mecanismos utilizados no son correctos.<br />

Por ejemplo, seña<strong>la</strong>n que <strong>la</strong> exigencia de aportes comunitarios para <strong>la</strong> realización<br />

de los proyectos olvida que, a veces, lo p<strong>la</strong>nificado es <strong>responsabilidad</strong> d<strong>el</strong><br />

gobierno.<br />

En términos generales, reconocen que <strong>la</strong> FSI tiene en cuenta a <strong>la</strong> comunidad, pero<br />

consideran que no ofrece "soluciones reales a los problemas" y, cuando lo intenta,<br />

son sólo paliativos. Afirman que <strong>la</strong> Fundación, con su trabajo social, busca<br />

mantener a los campesinos tranquilos, "para que no reaccionen exigiendo<br />

mayores beneficios”.<br />

En <strong>el</strong> Corregimiento de Uré “no se encuentra ninguna obra que exprese <strong>la</strong><br />

influencia que una mina d<strong>el</strong> tamaño de Cerro Matoso tiene sobre <strong>la</strong> zona”, sólo<br />

pequeñas obras. Uno de los grupos más desprotegidos ha sido <strong>el</strong> de <strong>la</strong>s mujeres<br />

afro<strong>colombia</strong>nas de Mont<strong>el</strong>íbano quienes necesitan, por lo menos, una<br />

capacitación para presentar proyectos. Se afirma que, hasta <strong>el</strong> momento, <strong>la</strong><br />

comunidad no ha recibido grandes cosas, porque no conoce a nadie dentro de <strong>la</strong><br />

Fundación que ayude a tramitar los recursos.<br />

El Estado (gobierno local), percepciones y experiencias<br />

La administración de Mont<strong>el</strong>íbano en su actual P<strong>la</strong>n de Desarrollo, bajo <strong>el</strong> título<br />

“Desarrollo concertado con equidad”, afirma que <strong>la</strong> gestión municipal debe dirigirse<br />

al fortalecimiento institucional, <strong>la</strong> capacitación de líderes comunitarios y al<br />

desarrollo de programas concertados con <strong>la</strong>s comunidades, teniendo como<br />

objetivo principal <strong>el</strong> mejoramiento de su calidad de vida. Sin embargo, <strong>la</strong> falta de<br />

coordinación <strong>entre</strong> <strong>la</strong>s dependencias municipales determina que los programas<br />

carezcan de fuerza y de coherencia. Además, <strong>la</strong> administración no explica a <strong>la</strong>s<br />

comunidades los objetivos de sus programas, por lo que son percibidos como<br />

inversiones ais<strong>la</strong>das, que no benefician al conjunto de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción.<br />

A diferencia de <strong>la</strong>s administraciones pasadas, que no se comprometieron con los<br />

proyectos, <strong>la</strong> alcaldía actual considera que <strong>la</strong>s r<strong>el</strong>aciones con Cerro Matoso S.A.<br />

son buenas y ha buscado <strong>la</strong> integración con <strong>la</strong> empresa y <strong>la</strong> Fundación mediante<br />

<strong>el</strong> p<strong>la</strong>nteamiento de ideas y <strong>el</strong> aporte de recursos a los proyectos. El gobierno<br />

actual ha definido <strong>el</strong> objetivo de integrar al sector privado a <strong>la</strong>s dinámicas d<strong>el</strong><br />

desarrollo local, pero los p<strong>la</strong>nteamientos estratégicos y operativos para ponerlo en<br />

práctica son insuficientes. Aunque existe voluntad política, hay una brecha <strong>entre</strong><br />

los propósitos y <strong>la</strong> realidad de <strong>la</strong>s acciones gubernamentales.<br />

No existen disposiciones legales que exijan <strong>la</strong> intervención de alguna institución<br />

estatal en iniciativas de origen privado, por lo que sólo en los convenios de <strong>la</strong><br />

Fundación se acuerda una acción concertada en proyectos concretos. No existen<br />

tampoco incentivos municipales para <strong>la</strong> inversión de <strong>la</strong>s empresas en desarrollo<br />

local, aunque los impuestos nacionales que fomentan <strong>la</strong>s donaciones constituyen<br />

un aliciente importante. No obstante, Cerro Matoso S.A. y <strong>la</strong> FSI se apoyan en <strong>la</strong><br />

28


normativa derivada d<strong>el</strong> Art. 355 de <strong>la</strong> Constitución, que dispuso <strong>la</strong> asignación de<br />

recursos y prioridades d<strong>el</strong> gasto público a <strong>la</strong> atención de <strong>la</strong>s necesidades básicas<br />

de educación, salud, saneamiento ambiental y agua potable, para coordinar los<br />

esfuerzos y obtener recursos de <strong>la</strong>s entidades públicas.<br />

El gobierno local afirma que <strong>la</strong> presencia de Cerro Matoso S.A. representa una<br />

gran oportunidad de desarrollo para Mont<strong>el</strong>íbano y reconoce que su Fundación ha<br />

realizado grandes aportes a <strong>la</strong> comunidad. Sin embargo, considera que esa<br />

contribución no alcanza a compensar los impactos generados, para lo cual debe<br />

realizar proyectos que beneficien a <strong>la</strong> totalidad de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción y no pequeñas<br />

obras en <strong>la</strong>s que participan unos pocos grupos. Según <strong>la</strong> autoridad municipal, los<br />

grandes temas locales son <strong>el</strong> empleo y <strong>el</strong> medio ambiente, porque a pesar de <strong>la</strong><br />

política dec<strong>la</strong>rada por <strong>la</strong> empresa, de priorizar <strong>la</strong> mano de obra local, abundan <strong>la</strong>s<br />

falsas expectativas y porque no existen programas c<strong>la</strong>ros ni retorno de información<br />

hacia <strong>la</strong> comunidad sobre <strong>la</strong>s acciones de gestión ambiental de <strong>la</strong> empresa.<br />

Otros actores d<strong>el</strong> desarrollo comunitario<br />

La r<strong>el</strong>ación <strong>entre</strong> <strong>la</strong> Iglesia Católica y <strong>la</strong> autoridad local es de co<strong>la</strong>boración e<br />

interés mutuo, pero <strong>el</strong> trabajo conjunto se limita a acciones puntuales que, en su<br />

mayoría, tienen que ver con actividades de Cerro Matoso S.A. y <strong>la</strong> FSI. Por su<br />

parte, <strong>el</strong> sindicato de trabajadores de <strong>la</strong> empresa no tiene r<strong>el</strong>aciones con <strong>el</strong><br />

municipio, coincidiendo sólo en programas impulsados, de nuevo, por <strong>la</strong> FSI. En<br />

resumidas cuentas, a pesar de los procesos actuales, Mont<strong>el</strong>íbano no se ha<br />

caracterizado por actividades interinstitucionales que permitan <strong>la</strong> construcción de<br />

objetivos comunes y <strong>la</strong> definición de estrategias de desarrollo que incluyan a todos<br />

los actores sociales en su realización.<br />

Para <strong>el</strong> sindicato de Cerro Matoso S.A., Mont<strong>el</strong>íbano creció en <strong>la</strong> opulencia y sin<br />

p<strong>la</strong>nificación, generando procesos sociales desordenados y dependientes de <strong>la</strong><br />

empresa. Considera por <strong>el</strong>lo que, para construir un desarrollo sustentable, es<br />

necesario establecer objetivos comunes y estimu<strong>la</strong>r procesos en los que cada<br />

actor se comprometa con acciones específicas. Afirman que <strong>la</strong> Junta Directiva de<br />

<strong>la</strong> empresa está dispuesta a involucrarse en esa tarea, que <strong>la</strong> FSI tiene <strong>la</strong><br />

experiencia, <strong>el</strong> equipo humano y <strong>el</strong> grupo de profesionales, mientras que <strong>la</strong><br />

organización sindical cuenta con <strong>el</strong> apoyo de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción. Consideran que, en<br />

este trabajo coordinado, <strong>la</strong> empresa debe tomar <strong>la</strong> d<strong>el</strong>antera.<br />

Los trabajadores agregan que Cerro Matoso S.A. debe tener en cuenta que <strong>la</strong>s<br />

comunidades de <strong>la</strong> región no cuentan con <strong>la</strong> experiencia de participación, con <strong>la</strong><br />

educación y conocimientos adecuados para generar proyectos que realmente<br />

beneficien al municipio. En este sentido, advierten que <strong>la</strong>s propuestas de <strong>la</strong><br />

Fundación no tendrán base de acción presente, ni proyección viable en <strong>el</strong> futuro, si<br />

su trabajo no está orientado hacia <strong>el</strong> fortalecimiento de <strong>la</strong>s organizaciones<br />

comunitarias y hacia <strong>la</strong> educación de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción.<br />

29


Por su parte, <strong>la</strong> Diócesis de Mont<strong>el</strong>íbano, considera necesario crear fuentes de<br />

trabajo para <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción desempleada, <strong>el</strong>iminar <strong>la</strong>s acciones inadecuadas de los<br />

gobiernos locales y estimu<strong>la</strong>r <strong>la</strong> participación y <strong>el</strong> control ciudadanos. Para <strong>la</strong><br />

Iglesia Católica, <strong>el</strong> objetivo d<strong>el</strong> trabajo de <strong>la</strong> FSI es <strong>el</strong> desarrollo sustentable de <strong>la</strong><br />

región, por lo que siempre tiene en cuenta a otros organismos y, en especial, a <strong>la</strong>s<br />

comunidades, generando nuevos contactos y alianzas.<br />

La Diócesis admite que <strong>la</strong> empresa "ha realizado obras puntuales, pero también<br />

obras que han beneficiado al conjunto" y "por <strong>el</strong>lo <strong>el</strong> impacto que ha producido <strong>la</strong><br />

presencia de <strong>la</strong> mina en <strong>la</strong> zona ha sido, a pesar de <strong>la</strong>s contradicciones, positivo".<br />

Sin embargo, acota que <strong>el</strong> aporte de <strong>la</strong> empresa podría ser mayor y que si no ha<br />

sido así es porque, a veces, "no ha encontrado una contraparte que lo apoye". Los<br />

gobiernos d<strong>el</strong> municipio se han caracterizado por su falta "honradez en <strong>el</strong> manejo<br />

de los dineros aportados por <strong>la</strong> empresa y ésta, al ver este despilfarro, en<br />

ocasiones ha optado por no invertir más", explicó.<br />

Cerro Matoso S.A. es "consciente --afirma <strong>la</strong> Iglesia Católica-- de que su proyecto<br />

minero tiene un punto final y que durante <strong>el</strong> tiempo que queda para llegar a él los<br />

municipios deben aprovechar <strong>la</strong>s regalías y <strong>la</strong> proyección social de <strong>la</strong> Fundación<br />

para crear empresas sostenibles que continúen los procesos de desarrollo cuando<br />

<strong>el</strong> proyecto minero desaparezca".<br />

3.3. ESTUDIO DE CASO 2: CARBONES DEL CARIBE S.A.<br />

Caracterización regional y local<br />

El principal proyecto minero de Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A. se localiza en La Jagua<br />

de Ibirico, municipio d<strong>el</strong> Departamento d<strong>el</strong> Cesar, en <strong>el</strong> noreste <strong>colombia</strong>no. La<br />

pob<strong>la</strong>ción departamental era de 961.435 personas en <strong>el</strong> año 2000 y en <strong>la</strong><br />

actualidad representa 2.4% de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción nacional. Aproximadamente uno por<br />

ciento lo conforman indígenas asentados en <strong>la</strong> Sierra Nevada de Santa Marta y en<br />

<strong>la</strong> Serranía d<strong>el</strong> Perijá.<br />

En 1999, d<strong>el</strong> Cesar registró un IDH de 0,720, ocupando <strong>el</strong> puesto 17 <strong>entre</strong> los 25<br />

departamentos d<strong>el</strong> país. Un 53,7% de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción estaba por debajo de <strong>la</strong> línea<br />

de pobreza y <strong>el</strong> NBI era de 32,1%, superior a <strong>la</strong> media nacional de 24,9%.<br />

La principal actividad económica de <strong>la</strong> región es <strong>la</strong> agropecuaria, representando<br />

32% d<strong>el</strong> PIB departamental y cerca de 28% d<strong>el</strong> empleo disponible. El Cesar es<br />

poseedor también de diversos minerales, siendo <strong>el</strong> carbón <strong>el</strong> más importante. La<br />

explotación de carbón representó en 1998 un 13,5% d<strong>el</strong> PIB departamental y<br />

registraba una tendencia creciente en <strong>el</strong> empleo de mano de obra, debido al<br />

aumento en <strong>la</strong> producción de algunos proyectos mineros.<br />

Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A. <strong>entre</strong>ga trimestralmente a MINERCOL <strong>la</strong>s regalías<br />

correspondientes a su producción de carbón. Esta institución estatal distribuye <strong>el</strong><br />

30


monto recibido <strong>entre</strong> <strong>la</strong> Gobernación d<strong>el</strong> Cesar (53,5%) y los municipios de La<br />

Jagua de Ibirico (39,6%), El Paso (3,6%) y Chiriguaná (3,2%). El Departamento<br />

d<strong>el</strong> Cesar recibe de MINERCOL un monto global por <strong>la</strong>s regalías de los proyectos<br />

carboníferos insta<strong>la</strong>dos en su territorio, que fue de US$ 4:531.632 en 2000. Este<br />

mismo año, Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A. <strong>entre</strong>gó por regalías a MINERCOL US$<br />

8.661.512 y en los tres primeros trimestres de 2001 US$ 11.795.449.<br />

Área de articu<strong>la</strong>ción<br />

El área de influencia directa de Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A. abarca los municipios de<br />

La Jagua de Ibirico, Tama<strong>la</strong>meque y Becerril. Sin embargo, <strong>la</strong> mina principal de su<br />

proyecto y <strong>la</strong> sede de <strong>la</strong> Fundación Carbones d<strong>el</strong> Caribe (FCDC) se encuentran<br />

ubicadas en <strong>el</strong> primero, por lo cual <strong>la</strong> empresa concentra en este municipio su<br />

trabajo social. Estas son <strong>la</strong>s razones para considerar a La Jagua de Ibirico como <strong>el</strong><br />

área de articu<strong>la</strong>ción de este proyecto minero.<br />

Organización política d<strong>el</strong> área de articu<strong>la</strong>ción<br />

Perfil de <strong>la</strong>s comunidades<br />

El municipio de La Jagua de Ibirico ocupa 3,2% de <strong>la</strong> superficie d<strong>el</strong> Departamento<br />

d<strong>el</strong> Cesar y su pob<strong>la</strong>ción actual es de 31.101 habitantes, <strong>la</strong> mayoría ubicada en <strong>el</strong><br />

ámbito urbano.<br />

Existen tres momentos para entender <strong>la</strong> historia d<strong>el</strong> municipio: <strong>el</strong> período agríco<strong>la</strong><br />

y ganadero, <strong>la</strong> bonanza marimbera 18 [18] y <strong>el</strong> desarrollo de <strong>la</strong> minería. En <strong>el</strong> primero,<br />

La Jagua era un lugar con menores índices de pobreza que los actuales y con<br />

mayor tranquilidad. Con <strong>la</strong> bonanza marimbera, generada por <strong>el</strong> narcotráfico, <strong>la</strong><br />

gran cantidad de dinero que afluyó a <strong>la</strong> economía d<strong>el</strong> municipio comenzó a<br />

modificar los valores sociales y culturales tradicionales, estimuló formas violentas<br />

de resolución de los conflictos y <strong>la</strong> emigración d<strong>el</strong> campo hacia <strong>la</strong> zona urbana,<br />

que coincidieron con <strong>la</strong>s primeras explotaciones de carbón.<br />

La explotación d<strong>el</strong> carbón se inició en 1984 con <strong>la</strong> llegada de varias empresas<br />

mineras, de <strong>la</strong>s cuales sólo quedan Drummond y Carbones d<strong>el</strong> Caribe. A pesar d<strong>el</strong><br />

importante aumento de los recursos económicos d<strong>el</strong> municipio a partir de <strong>la</strong>s<br />

regalías mineras, esta actividad generó otros factores de violencia, que<br />

desestabilizaron aún más a <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción local. Hoy <strong>la</strong>s comunidades buscan<br />

obtener los mayores beneficios posibles de <strong>la</strong> actividad minera, pero algunas se<br />

sienten excluidas de los impactos positivos y, al mismo tiempo, directamente<br />

afectadas por los negativos. Tal es <strong>el</strong> caso de La Palmita, uno de los pob<strong>la</strong>dos<br />

más cercanos al proyecto de Carbones d<strong>el</strong> Caribe.<br />

18[18]<br />

Refiere a <strong>la</strong> bonanza generada por <strong>el</strong> cultivo y exportación de marihuana en esta región, a<br />

finales de <strong>la</strong> década de los 70 y principios de <strong>la</strong> de los 80.<br />

31


El crecimiento no p<strong>la</strong>nificado d<strong>el</strong> municipio, con <strong>la</strong>s migraciones provocadas por <strong>la</strong><br />

minería y por desp<strong>la</strong>zamientos originados en <strong>el</strong> conflicto armado, ha generado<br />

problemas estructurales de pobreza y degradación urbana, expresados en <strong>la</strong> baja<br />

cobertura y calidad de los servicios públicos, <strong>el</strong> deterioro de <strong>la</strong>s vías públicas, altas<br />

tasas de desempleo, falta de capacitación de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción y ausencia de apoyos<br />

económicos y técnicos para <strong>la</strong> reactivación agríco<strong>la</strong>, <strong>entre</strong> otros. Así, en 2001, <strong>el</strong><br />

NBI de <strong>la</strong> Jagua fue de 60,6%, frente al 32,1% departamental, y <strong>el</strong> crecimiento<br />

demográfico llegó a 2,65%, mientras que <strong>la</strong> media d<strong>el</strong> Cesar era de 2,4%.<br />

En <strong>la</strong> actualidad, <strong>el</strong> sector agropecuario de La Jagua atraviesa por una crisis de<br />

productividad, mientras que <strong>la</strong> minería d<strong>el</strong> carbón es <strong>la</strong> actividad más importante y<br />

dinámica de <strong>la</strong> economía municipal, representando 80% de <strong>la</strong> explotación<br />

carbonífera de todo <strong>el</strong> departamento.<br />

Incidencia y percepciones de los actores<br />

El municipio recibe de MINERCOL una cifra total, no diferenciada, de <strong>la</strong>s regalías<br />

generadas por <strong>la</strong>s empresas mineras insta<strong>la</strong>das en su jurisdicción, que fue de US$<br />

3:355.335 en 2000. La administración municipal administra estas regalías sin<br />

participación directa de <strong>la</strong>s comunidades ni de <strong>la</strong>s empresas. El gobierno sostiene<br />

que <strong>el</strong> municipio no se encuentra en una bonanza económica porque los alcaldes<br />

anteriores no p<strong>la</strong>nificaron correctamente su inversión.<br />

Las comunidades, a su vez, tienen dos percepciones sobre <strong>el</strong> uso de <strong>la</strong>s regalías.<br />

Para algunos, estos recursos “llegan pero no se invierten, porque simplemente se<br />

desvanecen”. Para otros, dado <strong>el</strong> bajo desarrollo d<strong>el</strong> municipio, <strong>la</strong>s inversiones no<br />

son d<strong>el</strong> todo visibles en <strong>el</strong> presente, pero lo serán en <strong>el</strong> futuro, entendiendo que <strong>el</strong><br />

problema radica en que, aunque "<strong>la</strong> gran mayoría de <strong>la</strong>s obras d<strong>el</strong> municipio se<br />

realiza con <strong>el</strong> dinero de <strong>la</strong>s regalías, <strong>la</strong>s administraciones desconocen a <strong>la</strong>s<br />

comunidades y no les presentan informes de gestión".<br />

En este contexto, <strong>la</strong>s comunidades proponen con insistencia que <strong>la</strong>s empresas<br />

mineras sean <strong>la</strong>s encargadas de <strong>la</strong> inversión de <strong>la</strong>s regalías, bajo <strong>la</strong> supervisión de<br />

<strong>la</strong>s instituciones estatales, para que estos recursos "lleguen a donde tienen que<br />

llegar, impulsando un verdadero desarrollo social". Por su parte, Carbones d<strong>el</strong><br />

Caribe S.A. mantiene, a pesar de <strong>la</strong>s peticiones de <strong>la</strong>s comunidades y de <strong>la</strong>s<br />

percepciones negativas de sus empleados sobre <strong>el</strong> manejo de esos recursos, <strong>la</strong><br />

decisión de cumplir con los requisitos exigidos por <strong>la</strong> ley, sin inmiscuirse en <strong>la</strong><br />

administración realizada por <strong>la</strong>s instituciones públicas.<br />

Principales conflictos socioambientales<br />

De acuerdo con <strong>la</strong> Gobernación d<strong>el</strong> Cesar, los ecosistemas d<strong>el</strong> departamento<br />

presentan en <strong>la</strong> actualidad un deterioro debido a <strong>la</strong> "interacción de <strong>la</strong>s distintas<br />

fuerzas sociales, económicas y culturales en <strong>el</strong> territorio, que exponen <strong>la</strong><br />

supervivencia misma de éstos, que se manifiesta en <strong>el</strong> agotamiento de <strong>la</strong>s fuentes<br />

de agua y <strong>la</strong> pérdida progresiva de <strong>la</strong> calidad de vida de los habitantes de estas<br />

32


egiones". Para <strong>el</strong> gobierno departamental, <strong>la</strong> causa de esta situación radica en <strong>la</strong><br />

adopción de prácticas productivas inadecuadas, que afectan <strong>la</strong> sostenibilidad de<br />

los recursos naturales, provocando en <strong>el</strong> <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo un profundo deterioro<br />

ambiental y conflictos sociales por su agotamiento.<br />

En este sentido, un informe de <strong>la</strong> Gobernación seña<strong>la</strong> <strong>la</strong> marcada erosión de los<br />

su<strong>el</strong>os y <strong>la</strong> contaminación de <strong>la</strong>s fuentes hídricas como dos de los <strong>el</strong>ementos que<br />

hacen necesario un "seguimiento de los riesgos tecnológicos, expresados en<br />

vo<strong>la</strong>duras de gasoductos y oleoductos, y transporte de materiales contaminantes e<br />

inf<strong>la</strong>mables, que sugieren un inminente p<strong>el</strong>igro para <strong>la</strong>s zonas de tránsito de éstos<br />

en <strong>la</strong> medida en que su incidentalidad se viene incrementando".<br />

Con respecto a <strong>la</strong> actividad de Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A., no se han presentado<br />

conflictos explícitos, a pesar de que los diversos actores sociales expresan<br />

continuamente que su medio ambiente se ha visto afectado por <strong>la</strong> actividad<br />

minera. No existen estudios en <strong>el</strong> ámbito departamental que exploren <strong>la</strong><br />

contaminación producida por esta empresa y, aunque existen percepciones en <strong>la</strong>s<br />

instituciones estatales que seña<strong>la</strong>n <strong>la</strong> presencia de impactos medio ambientales<br />

negativos, expresados especialmente en <strong>la</strong> contaminación y aniqui<strong>la</strong>miento de los<br />

recursos hídricos, sobre <strong>la</strong>s acciones de Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A. sólo se han<br />

presentado rec<strong>la</strong>mos efímeros, que han sido resu<strong>el</strong>tos sin dificultad por <strong>la</strong><br />

autoridad ambiental d<strong>el</strong> Departamento (Corpocesar).<br />

Por su parte, <strong>el</strong> complejo ambiental de La Jagua de Ibirico tiene como centro de<br />

desarrollo <strong>el</strong> ecosistema de <strong>la</strong> Serranía d<strong>el</strong> Perijá, con un gran potencial<br />

socioeconómico debido a su alto grado de biodiversidad y de producción hídrica,<br />

que brindan múltiples beneficios a <strong>la</strong> actividad agropecuaria de <strong>la</strong> zona.<br />

Para <strong>la</strong> Alcaldía de La Jagua de Ibirico, <strong>la</strong> actividad minera ocasiona importantes<br />

impactos negativos sobre <strong>el</strong> medio ambiente, por <strong>la</strong> contaminación atmosférica y<br />

<strong>el</strong> vertido de sólidos en los principales arroyos y ríos. Los parámetros de <strong>la</strong><br />

legis<strong>la</strong>ción nacional para mitigar y compensar <strong>la</strong> incidencia de <strong>la</strong> minería en <strong>el</strong><br />

ambiente han sido desbordados por <strong>la</strong> ausencia de procesos de seguimiento y<br />

control de los p<strong>la</strong>nes de manejo presentados por <strong>la</strong>s empresas. En ese sentido, se<br />

seña<strong>la</strong> "<strong>el</strong> deficiente pap<strong>el</strong> de <strong>la</strong> autoridad ambiental d<strong>el</strong> Departamento para hacer<br />

cumplir normas mínimas de producción limpia".<br />

Uno de los mayores problemas, de acuerdo con <strong>la</strong>s autoridades locales, es <strong>la</strong><br />

desestabilización de <strong>la</strong> cuenca de abastecimiento d<strong>el</strong> acueducto, que afecta <strong>la</strong><br />

calidad d<strong>el</strong> servicio y pone en riesgo <strong>la</strong> salud de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción. Otros impactos<br />

negativos se manifiestan en <strong>la</strong>s sequías y deslizamientos de tierras, por <strong>la</strong>s ta<strong>la</strong>s<br />

continuas realizadas por <strong>la</strong>s empresas para <strong>el</strong> desarrollo de sus explotaciones,<br />

con graves consecuencias presentes y, especialmente, futuras.<br />

Sin embargo, no se producen conflictos. Por un <strong>la</strong>do, porque <strong>la</strong>s empresas tienen<br />

<strong>el</strong> control de <strong>la</strong> información y, por <strong>el</strong> otro, ni <strong>la</strong> comunidad ni <strong>el</strong> gobierno local han<br />

desarrol<strong>la</strong>do sistemas de medición de <strong>la</strong> contaminación o generado instancias de<br />

33


diálogo con <strong>la</strong>s empresas, en donde se expresen <strong>la</strong>s múltiples percepciones y se<br />

definan cursos de acción compartidos y conocidos por todos.<br />

El proyecto minero y <strong>la</strong> organización <strong>empresarial</strong><br />

La empresa Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A. fue fundada en 1981 por <strong>el</strong> Grupo Caribe,<br />

perteneciente al Grupo Económico Antioqueño, con <strong>el</strong> objetivo de disminuir los<br />

costos de energía generados por sus empresas cementeras, utilizando <strong>el</strong> carbón<br />

como una alternativa a <strong>la</strong> <strong>el</strong>ectricidad.<br />

El depósito carbonífero de La Jagua de Ibirico empezó a ser explotado desde<br />

1987 por varias empresas mineras y sólo en 1993 <strong>la</strong> Empresa Colombiana de<br />

Carbón (ECOCARBÓN) inició un p<strong>la</strong>n unificador de <strong>la</strong> explotación, para lograr un<br />

desarrollo minero acorde con <strong>la</strong>s políticas ambientales. Este proceso finalizó en<br />

1995, con <strong>la</strong> integración de <strong>la</strong>s áreas d<strong>el</strong> f<strong>la</strong>nco occidental d<strong>el</strong> sinclinal de La<br />

Jagua, bajo <strong>la</strong> supervisión general de Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A. Así, <strong>el</strong> proyecto de<br />

Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A. es desarrol<strong>la</strong>do en <strong>la</strong> actualidad a través de cuatro<br />

empresas: Inversiones Castro Jaramillo Ltda., MACEL y Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A.,<br />

<strong>colombia</strong>nas, junto a CARBOMED, españo<strong>la</strong>.<br />

La gerencia general de <strong>la</strong> empresa se encuentra en <strong>la</strong> ciudad de Barranquil<strong>la</strong> y en<br />

<strong>el</strong> complejo de La Jagua cuenta con una gerencia de mina, que se apoya en una<br />

gerencia administrativa y otra financiera. La Fundación Carbones d<strong>el</strong> Caribe, a<br />

cargo d<strong>el</strong> trabajo social de <strong>la</strong> empresa, se r<strong>el</strong>aciona directamente con <strong>la</strong> Gerencia<br />

de Mina, <strong>la</strong> Gerencia Administrativa y <strong>la</strong> Gerencia General.<br />

El proyecto cuenta aproximadamente con 650 empleados y trabajadores directos,<br />

distribuidos así: 200 en Inversiones Castro Jaramillo, 200 en CARBOMED, 200 en<br />

MACEL y 50 en Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A. 19 [19] En <strong>el</strong> periodo 1996-2001 alcanzó<br />

una producción de 8:379.865 ton<strong>el</strong>adas métricas de carbón.<br />

Política social de <strong>la</strong> empresa<br />

Es "un deber moral vincu<strong>la</strong>rse con <strong>el</strong> entorno social donde opera <strong>la</strong> explotación",<br />

dec<strong>la</strong>ra Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A., entendiendo que <strong>la</strong>s comunidades locales<br />

"padecen una serie de necesidades o problemas sociales que <strong>la</strong> empresa, de<br />

manera directa, no alcanza a resolver; por ese motivo, <strong>la</strong> empresa ha querido<br />

desarrol<strong>la</strong>r otras actividades de tipo educativas y contributivas que conlleven al<br />

mejoramiento de los niv<strong>el</strong>es y condiciones de vida de un buen porcentaje de <strong>la</strong><br />

20 [20]<br />

pob<strong>la</strong>ción".<br />

Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A. no tiene un documento de políticas sociales, pero se<br />

p<strong>la</strong>ntea como objetivo <strong>la</strong> realización de proyectos productivos de desarrollo<br />

19[19]<br />

La información exacta sobre <strong>el</strong> número de empleados y trabajadores no fue suministrada por<br />

<strong>la</strong> empresa, por <strong>el</strong>lo se presentan datos aproximados obtenidos durante <strong>la</strong>s <strong>entre</strong>vistas.<br />

34


sustentable, que permitan a <strong>la</strong>s comunidades incrementar y perfeccionar sus<br />

capacidades. Dentro de ese concepto, orienta sus acciones sociales al trabajo<br />

coordinado con <strong>la</strong>s pob<strong>la</strong>ciones, buscando <strong>la</strong> creación de un contexto de<br />

co<strong>la</strong>boración recíproca en <strong>el</strong> que los diferentes actores comprometidos hagan<br />

parte de un proyecto común: <strong>el</strong> desarrollo sustentable d<strong>el</strong> municipio de La Jagua<br />

de Ibirico, no dependiente de <strong>la</strong> actividad minera.<br />

Por otra parte, estas políticas sociales permiten que <strong>la</strong> empresa cump<strong>la</strong> con <strong>la</strong>s<br />

regu<strong>la</strong>ciones y pautas nacionales, regionales e internacionales, así como con los<br />

compromisos adquiridos en su Estudio de Impacto Ambiental, estimu<strong>la</strong>ndo <strong>el</strong><br />

reconocimiento positivo de <strong>la</strong> empresa en aqu<strong>el</strong>los ámbitos y reduciendo <strong>el</strong> niv<strong>el</strong><br />

de conflicto con los grupos y comunidades locales.<br />

Aunque <strong>el</strong> Estudio de Impacto Ambiental fue realizado en <strong>el</strong> inicio d<strong>el</strong> proyecto,<br />

sólo recientemente <strong>la</strong> empresa decidió profundizar en <strong>el</strong> cuidado ambiental, ya que<br />

hasta ahora no había tomado medidas p<strong>la</strong>nificadas para abordarlo. El gran<br />

problema para <strong>el</strong> control de los impactos ambientales es que <strong>la</strong> explotación<br />

carbonífera de La Jagua de Ibirico es compartida y que cada empresa tiene su<br />

propio p<strong>la</strong>n de manejo ambiental, lo cual hace que <strong>la</strong>s medidas no cuenten con <strong>el</strong><br />

apoyo colectivo necesario para obtener resultados positivos.<br />

Los programas sociales de <strong>la</strong> empresa abarcan diversas áreas (educación, salud,<br />

vivienda, infraestructura, actividades agroindustriales, cultura, recreación, empleo<br />

e infancia), pero su prioridad es <strong>la</strong> formación de asociaciones comunitarias, <strong>el</strong><br />

fortalecimiento de <strong>la</strong>zos solidarios y d<strong>el</strong> trabajo en equipo, así como <strong>la</strong> creación de<br />

fuentes de trabajo sustentables, no dependientes de <strong>la</strong> minería, respetando<br />

habilidades locales y dando carácter formal a actividades preexistentes. Esta<br />

prioridad parte d<strong>el</strong> concepto de que <strong>el</strong> trabajo social de <strong>la</strong> empresa debe incluir<br />

ámbitos en los cuales <strong>la</strong> administración municipal no hace énfasis, para no<br />

sustituir funciones d<strong>el</strong> Estado, sino complementar<strong>la</strong>s y apoyar<strong>la</strong>s.<br />

La Fundación Carbones d<strong>el</strong> Caribe (FCDC) fue creada en 1992 con <strong>el</strong> objetivo<br />

específico de atender los asuntos comunitarios y de desarrol<strong>la</strong>r los programas<br />

sociales de <strong>la</strong> empresa. Al comienzo, <strong>la</strong> Fundación tenía un enfoque<br />

asistencialista, pero en <strong>la</strong> actualidad busca <strong>la</strong> creación de proyectos productivos,<br />

entendiendo que <strong>la</strong>s asociaciones son <strong>el</strong> cimiento para que <strong>la</strong>s comunidades<br />

piensen su futuro y se comprometan con su realización.<br />

Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A. tiene una política de compra de bienes y servicios que<br />

da prioridad a La Jagua. Sin embargo, <strong>el</strong> municipio no cuenta con una oferta de<br />

bienes calificados, por lo cual <strong>la</strong> empresa compra lo que está disponible.<br />

En cuanto al empleo, <strong>la</strong>s políticas varían en cada empresa: Inversiones Castro<br />

Jaramillo contrata trabajadores de <strong>la</strong> zona, siempre y cuando cump<strong>la</strong>n los<br />

requisitos técnicos exigidos por <strong>la</strong> compañía; CARBOMED realiza sus actividades<br />

con 50% de personal nacional, contratado en <strong>la</strong> zona, y 50% de personal po<strong>la</strong>co;<br />

MACEL sólo contrata personal externo; y Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A. da prioridad a<br />

35


los habitantes de La Jagua y sus alrededores, resaltando que <strong>el</strong> cumplimiento de<br />

esta política depende de <strong>la</strong> calificación técnica de los aspirantes. Gracias a esto<br />

cerca d<strong>el</strong> 80% de los trabajadores de Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A. son d<strong>el</strong> Cesar y <strong>la</strong><br />

mayoría de los administrativos provienen de <strong>la</strong> región.<br />

Programas de desarrollo social<br />

Los programas de <strong>la</strong> Fundación Carbones d<strong>el</strong> Caribe abarcan cuatro áreas:<br />

• desarrollo social, con <strong>el</strong> objetivo de estimu<strong>la</strong>r <strong>la</strong> capacidad organizativa y <strong>el</strong><br />

liderazgo de <strong>la</strong>s comunidades, buscando generar procesos en los que éstas<br />

conozcan su realidad y se responsabilicen por su futuro;<br />

• desarrollo <strong>empresarial</strong>, buscando crear fuentes de empleo y de ingresos que<br />

permitan consolidar actividades no dependientes de <strong>la</strong> minería, que respeten<br />

tradiciones de <strong>la</strong> región y se basen en habilidades locales;<br />

• nutrición y atención a <strong>la</strong> infancia y al adolescente, dentro d<strong>el</strong> convenio existente<br />

<strong>entre</strong> Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A. y <strong>el</strong> Instituto Colombiano de Bienestar Familiar<br />

(ICBF) para <strong>el</strong> funcionamiento de restaurantes esco<strong>la</strong>res; y<br />

• sistematización de notas, cuyo fin es minimizar los costos de <strong>la</strong>s matrícu<strong>la</strong>s en<br />

algunos de los centros educativos locales, mediante <strong>la</strong> sistematización de <strong>la</strong>s<br />

notas de los estudiantes y <strong>la</strong> impresión de los boletines de calificaciones.<br />

La Fundación dirige acciones de apoyo a “todos los proyectos que beneficien a <strong>la</strong>s<br />

comunidades d<strong>el</strong> área de influencia de <strong>la</strong> empresa”, para lo cual desarrol<strong>la</strong>, <strong>entre</strong><br />

otros, los siguientes programas: Asociación de Barbacheros, Asociación<br />

Agropecuaria, Creación de Grupos Asociativos Micro<strong>empresarial</strong>es, Tiendas<br />

Comunitarias, Comedores Infantiles y Restaurantes Esco<strong>la</strong>res, P<strong>la</strong>n Vial,<br />

Sistematización de Notas y Diagnóstico Socioeconómico.<br />

El Diagnóstico Socioeconómico de 2000, a través de 56 talleres educativos y con<br />

<strong>la</strong> participación de 3.300 asistentes a <strong>la</strong>s asambleas comunales, se perfi<strong>la</strong> como<br />

un proceso importante para <strong>la</strong> participación comunitaria, <strong>el</strong> conocimiento d<strong>el</strong><br />

entorno social y <strong>la</strong>s buenas r<strong>el</strong>aciones <strong>entre</strong> <strong>la</strong> empresa y <strong>la</strong> comunidad. El<br />

objetivo de <strong>la</strong> Fundación es que este diagnóstico le permita “ser más puntual en <strong>la</strong><br />

toma de decisiones”, que se consolide como base de los p<strong>la</strong>nes de desarrollo<br />

municipal y que fortalezca los p<strong>la</strong>nes de ordenamiento territorial.<br />

Los programas de desarrollo social de <strong>la</strong> empresa se concentran en La Jagua y<br />

buscan incluir a <strong>la</strong>s comunidades urbanas y rurales, haciendo énfasis en aqu<strong>el</strong>los<br />

grupos que presentan un bajo niv<strong>el</strong> de ingresos y en aqu<strong>el</strong>los que son capaces de<br />

conformar grupos asociativos y de mantener r<strong>el</strong>aciones solidarias con sus socios<br />

de proyecto. La empresa busca atender solicitudes que promuevan un<br />

compromiso activo de los interesados y que se inscriban dentro de <strong>la</strong>s<br />

necesidades sociales definidas con anterioridad.<br />

36


La creación de grupos micro<strong>empresarial</strong>es incluye capacitación, asesoría y apoyo<br />

financiero a proyectos presentados por <strong>la</strong> comunidad. La capacitación procura<br />

enseñar políticas de compras, contabilidad, desarrollo <strong>empresarial</strong> y valores<br />

solidarios. Luego de <strong>la</strong> capacitación, <strong>la</strong> Fundación realiza los estudios de<br />

factibilidad, determina <strong>el</strong> capital necesario para los proyectos y mantiene una <strong>la</strong>bor<br />

de asesoría continua, para garantizar su sostenibilidad.<br />

Los proyectos son ejecutados en su totalidad por <strong>la</strong> Fundación, pero <strong>la</strong>s grandes<br />

decisiones son tomadas por <strong>la</strong> Gerencia de Mina y/o <strong>la</strong> Gerencia General. En este<br />

sentido, <strong>la</strong> Fundación <strong>el</strong>abora un programa anual de actividades que es discutido<br />

con los gerentes de cada mina y con <strong>el</strong> Gerente General, para ser luego puesto a<br />

consideración de <strong>la</strong> Junta Directiva de <strong>la</strong> empresa y de los accionistas, quienes<br />

dan <strong>la</strong> aprobación final al presupuesto asignado.<br />

Las formas jurídicas utilizadas para <strong>la</strong> ejecución de los programas son formas<br />

tradicionales de contratación con entidades públicas, que pueden denominarse<br />

Convenios de Integración, Convenios de Cooperación o Convenios. También se<br />

encuentra <strong>la</strong> figura d<strong>el</strong> Contrato de Aportes, suscrito con <strong>el</strong> Instituto Colombiano<br />

de Bienestar Familiar, en <strong>el</strong> que <strong>la</strong> Gerencia General de <strong>la</strong> empresa oficia como<br />

representante legal de <strong>la</strong> Fundación Carbones Caribe, previa autorización de su<br />

Junta Directiva. Los convenios tienen dos orientaciones generales: articu<strong>la</strong>r los<br />

esfuerzos y recursos de <strong>la</strong> Fundación con los de entidades públicas locales y<br />

nacionales; y obtener acceso a recursos públicos como contratista d<strong>el</strong> Estado. O<br />

sea que <strong>la</strong> Fundación hace también uso de fuentes estatales para potenciar sus<br />

propios proyectos de trabajo con comunidades.<br />

La Fundación Carbones d<strong>el</strong> Caribe busca asimismo convenios interinstitucionales<br />

que incluyan al sector privado, al sector público y a <strong>la</strong> comunidad, pero entiende<br />

que <strong>la</strong>s decisiones de inversión dependen de <strong>la</strong> empresa. La FCDC recibe<br />

constantemente propuestas de <strong>la</strong>s comunidades y gobiernos locales, que pasan a<br />

<strong>la</strong> dirección y <strong>la</strong>s gerencias de <strong>la</strong> empresa, quienes deciden si destinan o no<br />

recursos para los proyectos, sin procesos que integren directa o formalmente <strong>la</strong><br />

opinión de <strong>la</strong>s comunidades o <strong>la</strong> administración local.<br />

El sector público participa sobre todo con <strong>el</strong> aporte de recursos económicos y <strong>la</strong>s<br />

comunidades deben intervenir directamente en <strong>la</strong> gestión, ejecución y control de<br />

los proyectos. Así, aunque <strong>la</strong> empresa no incorpora a <strong>la</strong>s comunidades en <strong>la</strong>s<br />

decisiones, exige su participación activa en <strong>la</strong> ejecución, destacando que <strong>la</strong>s<br />

comunidades son <strong>la</strong>s responsables directas de su funcionamiento.<br />

La evaluación de los proyectos se hace junto con <strong>la</strong>s comunidades, a través de<br />

reuniones periódicas, determinadas por los informes que <strong>la</strong> Fundación envía a <strong>la</strong><br />

empresa para <strong>la</strong> <strong>el</strong>aboración de su programa anual.<br />

La FCDC comenta que sus programas sociales han enfrentado dificultades con los<br />

gobiernos locales, que atribuye a <strong>la</strong> falta de compromiso real y <strong>la</strong> orientación<br />

37


asistencialista de éstos, pero estima que <strong>la</strong>s comunidades han respondido a los<br />

acuerdos establecidos porque confían en <strong>la</strong> Fundación.<br />

Las comunidades, percepciones y experiencias<br />

Para <strong>la</strong>s comunidades de La Jagua de Ibirico <strong>la</strong>s prioridades de desarrollo son <strong>la</strong><br />

implementación de un número mayor de proyectos productivos, <strong>la</strong> recuperación de<br />

los ecosistemas afectados por <strong>la</strong>s prácticas económicas y sociales de <strong>la</strong> zona, <strong>la</strong><br />

capacitación de los habitantes en <strong>la</strong> producción agríco<strong>la</strong> y <strong>la</strong> actividad minera, <strong>el</strong><br />

conocimiento de los mecanismos de participación y organización comunitaria<br />

establecidos por <strong>la</strong> legis<strong>la</strong>ción <strong>colombia</strong>na y programas de vivienda.<br />

Las instituciones públicas de La Jagua no han generado procesos participativos de<br />

p<strong>la</strong>nificación. De ahí que los procesos estimu<strong>la</strong>dos por <strong>la</strong> FCDC, a través d<strong>el</strong><br />

diagnóstico socioeconómico y <strong>la</strong> capacitación de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción, con vistas a <strong>la</strong><br />

p<strong>la</strong>nificación de su futuro y <strong>el</strong> compromiso con su realización práctica, se perfi<strong>la</strong>n<br />

como <strong>el</strong> principal aporte para fortalecer <strong>la</strong> participación de <strong>la</strong>s comunidades en <strong>la</strong><br />

<strong>el</strong>aboración de p<strong>la</strong>nes de desarrollo municipales.<br />

Para <strong>la</strong>s comunidades beneficiadas por los programas de <strong>la</strong> FCDC, ésta siempre<br />

atiende sus inquietudes y p<strong>la</strong>ntea alternativas de solución, por lo cual mantiene<br />

buenas r<strong>el</strong>aciones con los pob<strong>la</strong>dores de <strong>la</strong> zona. Para algunos, sin embargo, en<br />

<strong>el</strong> pasado había mayor facilidad de acceso, mientras que <strong>la</strong>s decisiones de <strong>la</strong><br />

Fundación en <strong>el</strong> presente pasan por un fuerte filtro técnico. En <strong>la</strong> actualidad, <strong>la</strong><br />

FCDC está alentando procesos que buscan unir los esfuerzos de los diferentes<br />

actores sociales en torno al desarrollo municipal, por medio de mesas de trabajo<br />

con <strong>la</strong>s comunidades y de convenios con <strong>la</strong> alcaldía local.<br />

No existen normas legales que obliguen a <strong>la</strong> participación de <strong>la</strong>s comunidades en<br />

los proyectos realizados por <strong>la</strong> FCDC, pero algunos convenios suscritos por <strong>la</strong><br />

Fundación con organismos públicos locales o nacionales para <strong>la</strong> ejecución de<br />

proyectos específicos establecen que <strong>la</strong> FCDC deberá capacitar adecuadamente a<br />

<strong>la</strong> comunidad y coordinar con <strong>la</strong>s contralorías ciudadanas constituidas por <strong>el</strong><strong>la</strong> los<br />

aspectos r<strong>el</strong>acionados con <strong>el</strong> seguimiento de los proyectos. La ausencia de<br />

regu<strong>la</strong>ciones más detal<strong>la</strong>das determina que <strong>la</strong> Fundación maneje estas instancias<br />

de participación según sus criterios y conveniencia.<br />

Las comunidades seña<strong>la</strong>n limitaciones en <strong>el</strong> trabajo de <strong>la</strong> FCDC, pero esto no<br />

afecta <strong>la</strong> imagen positiva que predomina en <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción, siendo Carbones d<strong>el</strong><br />

Caribe S.A. <strong>la</strong> única empresa minera d<strong>el</strong> municipio que mantiene contacto directo<br />

con <strong>la</strong> comunidad. Se considera que los proyectos de <strong>la</strong> Fundación no solucionan<br />

todos los problemas de <strong>la</strong>s comunidades, pero contribuyen a que gradualmente se<br />

supere <strong>la</strong>s crisis d<strong>el</strong> municipio, entendiendo que para <strong>el</strong>lo deben participar<br />

activamente <strong>la</strong>s empresas privadas, <strong>la</strong> administración municipal y <strong>la</strong> comunidad.<br />

Los resultados no se van a obtener de <strong>la</strong> noche a <strong>la</strong> mañana, porque son parte de<br />

un proceso, pero se considera que algo se ha aprendido y que <strong>la</strong>s comunidades<br />

38


ahora cuentan, gracias a <strong>la</strong> Fundación, con <strong>la</strong>s herramientas necesarias para<br />

organizarse y comprometerse con su futuro.<br />

El Estado (gobierno local), percepciones y experiencias<br />

Las prioridades de desarrollo d<strong>el</strong> gobierno local de La Jagua de Ibirico, según <strong>el</strong><br />

P<strong>la</strong>n de Desarrollo de <strong>la</strong> Administración Municipal --titu<strong>la</strong>do "Una Jagua para<br />

todos"-- son: reconstrucción d<strong>el</strong> tejido social; acercamiento de <strong>la</strong> gestión pública a<br />

<strong>la</strong>s comunidades; fomento de <strong>la</strong>s formas democráticas de vida; establecimiento de<br />

logros comunes; una sociedad abierta y un progreso generalizado. Con esa<br />

perspectiva, <strong>la</strong> administración p<strong>la</strong>ntea <strong>la</strong> necesidad de alcanzar una estabilidad<br />

política e institucional en <strong>el</strong> municipio, a través de <strong>la</strong> participación de todos los<br />

actores, organizaciones e instituciones presentes en <strong>la</strong> zona.<br />

Las r<strong>el</strong>aciones <strong>entre</strong> <strong>la</strong> administración y <strong>la</strong>s empresas mineras son mejores que en<br />

<strong>el</strong> pasado. La actual alcaldía se ha preocupado por establecer un diálogo<br />

permanente con sus directivos, para que sus acciones sociales compensen de<br />

forma adecuada los impactos producidos por <strong>la</strong> actividad minera. En particu<strong>la</strong>r, <strong>la</strong>s<br />

r<strong>el</strong>aciones con Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A. son óptimas, porque <strong>la</strong> mayoría de <strong>la</strong>s<br />

acciones de <strong>la</strong> FCDC cuentan con recursos de <strong>la</strong> alcaldía. Hay actividades<br />

totalmente financiadas por <strong>el</strong> municipio o, por lo menos, basadas en un aporte<br />

municipal mayor que <strong>el</strong> de <strong>la</strong> empresa.<br />

No existe disposición legal que obligue a <strong>la</strong> Fundación a incluir <strong>la</strong> participación de<br />

entidades públicas locales o de otro niv<strong>el</strong> en sus proyectos sociales. De ahí que<br />

<strong>la</strong>s acciones comunes de <strong>la</strong> FCDC con organismos de <strong>la</strong> administración municipal<br />

sean <strong>el</strong> fruto de un acuerdo de coordinación de esfuerzos y no de una imposición<br />

legal. No obstante, los convenios o contratos suscritos por <strong>la</strong> Fundación con<br />

entidades públicas locales o nacionales incluyen disposiciones obligatorias en <strong>la</strong><br />

ejecución de <strong>la</strong>s acciones derivadas de aqu<strong>el</strong>los.<br />

En cuanto a incentivos para <strong>la</strong> inversión por parte de <strong>la</strong> empresa en <strong>el</strong> desarrollo<br />

social d<strong>el</strong> municipio, tampoco existe una norma o estatuto local que persiga un<br />

objetivo tal, aunque <strong>la</strong>s administraciones locales prevén en sus p<strong>la</strong>nes de<br />

desarrollo, al menos en forma dec<strong>la</strong>rativa, programas y partidas específicas para<br />

ser ejecutadas con entidades sin ánimo de lucro.<br />

El actual P<strong>la</strong>n de Desarrollo municipal incluye una estrategia para <strong>la</strong> creación de<br />

un "pacto social", con <strong>la</strong> participación de todas <strong>la</strong>s instancias sociales en <strong>la</strong><br />

definición de <strong>la</strong>s condiciones y <strong>responsabilidad</strong>es bajo <strong>la</strong>s cuales será posible<br />

implementar sus definiciones políticas y programas.<br />

Con respecto al sector minero, <strong>el</strong> p<strong>la</strong>n se propone favorecer <strong>la</strong>s condiciones para<br />

<strong>la</strong> explotación d<strong>el</strong> carbón y mejorar <strong>la</strong>s seguridades para <strong>la</strong> inversión, mediante<br />

alianzas estratégicas con los sectores privado y solidario. Y se p<strong>la</strong>ntea asimismo<br />

impulsar acuerdos con los productores mineros para cubrir <strong>la</strong> demanda <strong>la</strong>boral<br />

39


local y realizar estudios sobre <strong>la</strong>s demandas de bienes y servicios de <strong>la</strong>s<br />

empresas mineras para orientar <strong>la</strong> creación de empresas locales.<br />

Desde <strong>el</strong> gobierno local, Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A. es percibida como <strong>la</strong> empresa<br />

más preocupada por <strong>el</strong> desarrollo social, con una Fundación que se muestra<br />

comprometida con <strong>la</strong> comunidad y que ha ganado credibilidad. Sin embargo, lo<br />

realizado no es considerado suficiente, porque no compensaría los impactos<br />

negativos producidos y porque no existe c<strong>la</strong>ridad sobre <strong>el</strong> futuro d<strong>el</strong> municipio<br />

cuando <strong>la</strong> mina cierre. En especial, <strong>la</strong>s autoridades locales se manifiestan<br />

preocupadas por <strong>el</strong> manejo ambiental de <strong>la</strong> empresa, porque desconocen <strong>la</strong>s<br />

políticas que orientan sus acciones en este aspecto.<br />

3.4. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES<br />

Discursos y mod<strong>el</strong>os de intervención de <strong>la</strong>s empresas mineras<br />

Las dec<strong>la</strong>raciones de <strong>la</strong> mayoría de <strong>la</strong>s empresas mineras son contradictorias con<br />

<strong>la</strong> acción ya que, por un <strong>la</strong>do, expresan un amplio criterio de <strong>responsabilidad</strong><br />

social como fundamento de sus contribuciones al desarrollo pero, por otro, <strong>la</strong><br />

atomización de sus acciones en diversos áreas no configura una intervención<br />

integral en los procesos de desarrollo regional y local. Predominan actos<br />

puntuales, incapaces de generar los espacios de ejecución, compromiso y<br />

participación dec<strong>la</strong>rados en sus políticas. En este sentido, <strong>la</strong>s empresas deberían<br />

tener en cuenta que su <strong>responsabilidad</strong> en <strong>la</strong> construcción colectiva d<strong>el</strong> desarrollo<br />

tiene mayores alcances de lo que <strong>el</strong><strong>la</strong>s pretenden como objetivo de su<br />

intervención.<br />

No se puede desconocer que en muchos casos <strong>la</strong>s empresas destinan recursos<br />

considerables a <strong>la</strong>s actividades de desarrollo, pero éstas, como lo muestran sus<br />

discursos, no buscan, en su mayoría, <strong>la</strong> inserción <strong>empresarial</strong> en procesos de<br />

desarrollo local, sino <strong>el</strong> reconocimiento comunitario de los impactos positivos de<br />

los proyectos y <strong>la</strong> minimización en <strong>la</strong> percepción los negativos. En <strong>la</strong> práctica,<br />

además, <strong>la</strong> ausencia de p<strong>la</strong>nificación y de esfuerzos por imprimir cambios reales a<br />

los esquemas de desarrollo vigentes hace que <strong>la</strong>s actividades realizadas por <strong>la</strong>s<br />

empresas carezcan de proyección en <strong>el</strong> tiempo. Su sustentabilidad depende así<br />

de su contribución permanente, manteniendo r<strong>el</strong>aciones de dependencia con <strong>la</strong>s<br />

comunidades y obstaculizando <strong>la</strong> construcción de iniciativas que amplifiquen e<br />

integren <strong>la</strong>s capacidades locales con <strong>la</strong>s contribuciones externas.<br />

Por otro <strong>la</strong>do, aunque <strong>la</strong>s empresas p<strong>la</strong>ntean en sus discursos <strong>la</strong> necesidad de<br />

involucrar en sus actividades a los gobiernos locales y a <strong>la</strong>s comunidades, <strong>el</strong> que<br />

continúen viéndose a sí mismas como benefactoras y como <strong>la</strong>s contribuyentes<br />

más importantes, y en ocasiones únicas, al desarrollo de <strong>la</strong>s regiones, impide <strong>el</strong><br />

cumplimiento de este objetivo. Esta actitud, además, contradice su negativa de<br />

reemp<strong>la</strong>zar al Estado: ¿Cómo no hacerlo si <strong>la</strong>s empresas se entienden a sí<br />

40


mismas, mostrándose así ante <strong>la</strong>s comunidades, como <strong>el</strong> único actor social que<br />

contribuye de manera importante al desarrollo municipal y regional?<br />

Las políticas sociales de <strong>la</strong>s empresas buscan compensar los impactos negativos<br />

causados por sus operaciones, mejorar <strong>la</strong> calidad de vida de <strong>la</strong>s pob<strong>la</strong>ciones y<br />

establecer una comunicación permanente con <strong>la</strong>s comunidades locales. Sin<br />

embargo, <strong>la</strong> ausencia de proyección futura en los proyectos y <strong>el</strong> desconocimiento<br />

de <strong>la</strong>s condiciones económicas, sociales y culturales de <strong>la</strong> zona en <strong>la</strong> formu<strong>la</strong>ción<br />

de los programas, limitan su realización práctica.<br />

Las políticas de empleo dan prioridad a <strong>la</strong> mano de obra local, siempre y cuando<br />

ésta se encu<strong>entre</strong> calificada, lo cual dificulta su cumplimiento, porque <strong>el</strong> personal<br />

de <strong>la</strong>s zonas pocas veces llena este requisito. Teóricamente, estas políticas<br />

mantienen en <strong>la</strong>s comunidades <strong>la</strong> esperanza y una percepción positiva de <strong>la</strong>s<br />

empresas pero, en <strong>la</strong> práctica, su incumplimiento se integra a los rec<strong>la</strong>mos que se<br />

presentan en forma reiterada. Uno de los <strong>el</strong>ementos fundamentales en <strong>el</strong> ámbito<br />

interno de los proyectos es <strong>la</strong> capacitación permanente y los beneficios<br />

económicos de sus trabajadores, que <strong>el</strong>evan <strong>el</strong> niv<strong>el</strong> de vida propio y de sus<br />

familias. Aunque esto agudiza <strong>la</strong> diferenciación social y <strong>la</strong> exclusión en <strong>el</strong> interior<br />

de <strong>la</strong>s comunidades, también mantiene <strong>la</strong> esperanza en <strong>la</strong> empresa.<br />

Las políticas de compra de bienes y servicios también dan prioridad a <strong>la</strong> oferta<br />

local pero, dado que ésta su<strong>el</strong>e ser deficiente, su cumplimiento es igualmente<br />

limitado en <strong>la</strong> práctica. Las empresas impulsan <strong>la</strong> creación de microempresas y de<br />

asociaciones para suplir algunas de sus necesidades y para generar empleos<br />

indirectos, pero es importante que al hacerlo estudien <strong>la</strong> demanda local de los<br />

productos y <strong>la</strong>s estrategias de comercialización, buscando generar ganancias<br />

sustentables que reduzcan <strong>la</strong> dependencia hacia <strong>el</strong> proyecto minero.<br />

Las tierras superficiales son negociadas por <strong>la</strong>s empresas mineras con <strong>el</strong> objetivo<br />

de mantener o ampliar <strong>el</strong> desarrollo de sus proyectos, por un <strong>la</strong>do, y de conservar<br />

o recuperar <strong>la</strong>s zonas explotadas, por <strong>el</strong> otro, como estrategia de compensación<br />

por los impactos negativos producidos por sus acciones mineras.<br />

Las políticas ambientales corporativas buscan cumplir con <strong>la</strong>s normas nacionales,<br />

en donde <strong>la</strong>s empresas se comprometen a <strong>la</strong> preservación d<strong>el</strong> medio ambiente y<br />

desarrol<strong>la</strong>n estrategias de cumplimiento en <strong>el</strong> ámbito interno, pero pocas veces<br />

dan participación a <strong>la</strong>s comunidades. Por otro <strong>la</strong>do, aunque periódicamente <strong>la</strong>s<br />

empresas están obligadas a producir informes de desempeño ambiental ante <strong>la</strong><br />

autoridad ambiental nacional, <strong>la</strong> fiscalización estatal es deficiente, razón por <strong>la</strong><br />

cual <strong>la</strong>s comunidades y gobiernos locales desconocen <strong>la</strong> realidad de los impactos<br />

ambientales y <strong>el</strong> manejo de los mismos por <strong>la</strong>s empresas. En este sentido, no se<br />

puede decir que <strong>la</strong>s compañías mineras están incumpliendo <strong>la</strong>s políticas<br />

ambientales requeridas o comprometidas, pero tampoco es posible decir que <strong>la</strong>s<br />

están cumpliendo.<br />

41


Gracias al p<strong>la</strong>nteo de políticas y programas que van más allá de intervenciones<br />

puntuales, Cerro Matoso S.A. ha establecido un marco de acción caracterizado<br />

por <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nificación, <strong>la</strong> proyección de futuro, <strong>el</strong> compromiso y <strong>la</strong> participación de<br />

diferentes actores sociales. Si bien los resultados obtenidos muestran vacíos,<br />

sobre todo por <strong>la</strong> dependencia de <strong>la</strong>s comunidades hacia <strong>la</strong> empresa y por <strong>la</strong>s<br />

prácticas pasivas que <strong>la</strong>s caracterizan, se han iniciado procesos de cambio. En<br />

algunos temas, como <strong>el</strong> manejo ambiental, no se abren espacios de intervención<br />

para <strong>la</strong>s comunidades y <strong>la</strong>s autoridades locales, olvidando que una participación<br />

mayor podría ser útil para <strong>la</strong> sustentabilidad de los proyectos y <strong>la</strong> definición de<br />

contenidos ajustados a <strong>la</strong>s necesidades y expectativas locales.<br />

El trabajo social de Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A., constituido por acciones dispersas y<br />

atomizadas, refleja una pobre integración a <strong>la</strong>s dinámicas d<strong>el</strong> desarrollo local, una<br />

insuficiente articu<strong>la</strong>ción con <strong>la</strong>s autoridades municipales, una p<strong>la</strong>nificación limitada<br />

de sus acciones y un sobredimensionamiento de sus impactos. Aun así, debe<br />

reconocerse que muchos de los proyectos impulsados o auspiciados por esta<br />

empresa existen porque ésta mantiene sus inversiones.<br />

Las empresas mineras hacen uso de múltiples mecanismos, estructuras o formas<br />

jurídicas para llevar a cabo sus actividades de desarrollo local o comunitario, con<br />

<strong>la</strong>s siguientes características en común:<br />

• Subordinación a <strong>la</strong>s políticas establecidas por <strong>la</strong> dirección de <strong>la</strong> empresa o <strong>el</strong><br />

grupo corporativo;<br />

• Incidencia determinante de <strong>la</strong> alta dirección de <strong>la</strong>s empresas en <strong>la</strong> orientación y<br />

<strong>la</strong>s decisiones de inversión social;<br />

• Control gerencial estricto sobre <strong>la</strong>s actividades desarrol<strong>la</strong>das por <strong>la</strong> entidad o<br />

mecanismo específico de articu<strong>la</strong>ción;<br />

• Definición muy genérica en cuanto al rol que <strong>la</strong> empresa o <strong>el</strong> mecanismo<br />

específico deben desempeñar en <strong>la</strong>s dinámicas de desarrollo local;<br />

• Baja representatividad de <strong>la</strong>s comunidades y otros actores sociales en <strong>la</strong> toma<br />

de decisión de los mecanismos de articu<strong>la</strong>ción correspondientes; y<br />

• P<strong>la</strong>neación presupuestal anual, dependiente en su mayoría de <strong>la</strong>s<br />

asignaciones de <strong>la</strong> empresa.<br />

Las empresas inscriben <strong>la</strong>s inversiones en desarrollo de <strong>la</strong>s comunidades dentro<br />

de sus intereses estratégicos de r<strong>el</strong>aciones e imagen públicas, por lo cual buscan<br />

alianzas o acciones conjuntas sin generar mecanismos de participación plural y<br />

democrática para todos sus actores, preservando así su autonomía para decidir <strong>el</strong><br />

destino de sus recursos y aportes al desarrollo.<br />

42


En este marco, <strong>la</strong>s empresas p<strong>la</strong>ntean <strong>el</strong> trabajo con <strong>la</strong>s instituciones locales y <strong>la</strong>s<br />

comunidades por medio de dos formas de articu<strong>la</strong>ción:<br />

• <strong>la</strong> cooperación funcional, según objetivos definidos en proyectos específicos y<br />

con aportes puntuales, sin una proyección c<strong>la</strong>ra de su continuidad; y<br />

• <strong>la</strong> unión o alianza de recursos y esfuerzos en torno a sectores estratégicos d<strong>el</strong><br />

desarrollo social, privilegiando <strong>el</strong> <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo, <strong>la</strong> reflexión, <strong>la</strong> <strong>responsabilidad</strong> y<br />

<strong>la</strong> sustentabilidad de los proyectos.<br />

Conclusiones sobre los dos casos estudiados<br />

Cerro Matoso S.A. ha generado una cultura <strong>empresarial</strong> en <strong>la</strong> que <strong>la</strong> diversidad,<br />

coordinada a través d<strong>el</strong> trabajo en equipo, y <strong>el</strong> cambio, impulsado por procesos<br />

constantes de evaluación interna, son <strong>la</strong> base fundamental de su funcionamiento.<br />

Esta organización busca <strong>la</strong> productividad, por <strong>el</strong>lo está orientada hacia <strong>el</strong> futuro de<br />

<strong>la</strong> empresa, d<strong>el</strong> proyecto minero y de sus trabajadores. Este funcionamiento se<br />

expresa en cada una de <strong>la</strong>s unidades de negocios de <strong>la</strong> empresa, incluyendo a <strong>la</strong><br />

Fundación San Isidro, que enfoca a <strong>la</strong>s comunidades a partir de sus<br />

potencialidades, desde aqu<strong>el</strong>lo que <strong>la</strong>s caracteriza y puede ser útil para <strong>la</strong><br />

productividad de los proyectos.<br />

Por su parte, Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A. es una empresa de menor tamaño, que se<br />

caracteriza por r<strong>el</strong>aciones y acciones menos p<strong>la</strong>nificadas y más cotidianas, que se<br />

reflejan en <strong>el</strong> funcionamiento de <strong>la</strong> FCDC, abierta a toda posibilidad de trabajo con<br />

<strong>la</strong>s comunidades y a captar dinero para <strong>el</strong>lo, pero sin un objetivo definido. En este<br />

contexto, <strong>la</strong>s comunidades son entendidas como grupos con los cuales <strong>la</strong><br />

Fundación debe trabajar, sin importar realmente a dónde se quiere llegar, ni <strong>la</strong>s<br />

cualidades positivas que presentan y que se deben estimu<strong>la</strong>r.<br />

En los dos casos es importante entender que <strong>la</strong>s comunidades no construyen sus<br />

características ais<strong>la</strong>damente, ya que se r<strong>el</strong>acionan con <strong>la</strong>s entidades estatales,<br />

con otras comunidades y con <strong>la</strong>s empresas mineras y sus fundaciones, creando<br />

formas de ver <strong>el</strong> mundo que buscan comunicarse con <strong>la</strong>s desarrol<strong>la</strong>das por los<br />

otros actores. O sea que <strong>la</strong>s comunidades construyen y son construidas a <strong>la</strong> vez:<br />

construyen al exigir, al presionar, al seguir lo esperado o al derrumbarlo, al<br />

participar; y son construidas mediante <strong>la</strong>s acciones, actividades, percepciones y<br />

objetivos de otras instituciones. Estas interacciones grupales incluyen <strong>la</strong>s<br />

r<strong>el</strong>aciones de poder, que pueden estimu<strong>la</strong>r <strong>la</strong> imposición de ciertos mod<strong>el</strong>os desde<br />

<strong>la</strong>s empresas hacia <strong>la</strong>s comunidades, inhibiendo <strong>la</strong> construcción de significados y<br />

mundos imaginados compartidos.<br />

La Fundación San Isidro, como brazo social de Cerro Matoso S.A., es conocida<br />

tanto en <strong>la</strong>s áreas rurales como <strong>la</strong>s urbanas, habiéndose configurado como un<br />

actor r<strong>el</strong>evante en los diferentes procesos realizados. El objetivo <strong>empresarial</strong> de<br />

mantener buenas r<strong>el</strong>aciones con <strong>la</strong> comunidad ha implicado <strong>la</strong> búsqueda y <strong>el</strong><br />

cuestionamiento constante de los mecanismos más adecuados para lograrlo, así<br />

43


como una adaptación histórica al contexto local. La FSI no realiza actividades al<br />

azar, cuenta con un equipo humano diversificado, que comparte <strong>la</strong>s directrices<br />

políticas de <strong>la</strong> empresa y que realiza en cada área de trabajo una sistematización<br />

constante de datos y una evaluación de resultados. Esto permite <strong>el</strong> trabajo en<br />

equipo y <strong>el</strong> cumplimiento de <strong>la</strong>s metas propuestas.<br />

Servir de ejemplo es <strong>la</strong> principal herramienta de <strong>la</strong> FSI, porque le permite mostrar<br />

resultados a <strong>la</strong>s comunidades y porque <strong>la</strong>s estimu<strong>la</strong> a exigir más a Cerro Matoso<br />

S.A., presentándose como un <strong>el</strong>emento importante en <strong>la</strong> generación de procesos<br />

de desarrollo locales, al establecer estímulos, metas, sueños y razones para<br />

trabajar por <strong>el</strong> bienestar colectivo. El lenguaje exterior de <strong>la</strong> empresa expresa su<br />

funcionamiento interior y <strong>la</strong>s comunidades lo han empezado a entender y a<br />

compartir. Por <strong>el</strong>lo los beneficiarios de los proyectos se comprometen con su<br />

funcionamiento y con <strong>la</strong> generación de resultados positivos. Sin embargo, es un<br />

lenguaje diferente al de <strong>la</strong> vida cotidiana de <strong>la</strong>s comunidades, por lo que <strong>la</strong><br />

dependencia hacia <strong>la</strong> Fundación sigue caracterizando <strong>la</strong>s r<strong>el</strong>aciones <strong>entre</strong> estos<br />

actores. En este sentido, <strong>la</strong> propuesta de desarrollo sustentable de Cerro Matoso<br />

S.A. para asegurar los resultados buscados tiene como objetivo cambiar en <strong>el</strong><br />

<strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo <strong>la</strong>s formas de actuar y pensar de <strong>la</strong>s comunidades.<br />

Las comunidades de Mont<strong>el</strong>íbano exigen porque desde sus inicios <strong>la</strong> empresa<br />

estableció mecanismos de comunicación que lo permitían, porque <strong>el</strong> ejemplo de<br />

Cerro Matoso S.A. <strong>la</strong>s estimu<strong>la</strong>, porque han ido generando procesos colectivos y<br />

organizativos para hacerlo, y porque <strong>el</strong> trabajo de <strong>la</strong> Fundación <strong>la</strong>s incentiva, al<br />

mostrarles que haciéndolo organizada y p<strong>la</strong>nificadamente obtendrán resultados<br />

positivos. Sin embargo, mientras Cerro Matoso S.A. y <strong>la</strong> FSI sean entendidos<br />

como <strong>la</strong> solución para todos los problemas, su trabajo no sólo será insuficiente<br />

sino, además, desperdiciado.<br />

Con respecto a <strong>la</strong>s acciones sociales de Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A., se destaca que<br />

<strong>la</strong> empresa siempre se interesó por los pob<strong>la</strong>dores de <strong>la</strong> zona quienes, a pesar de<br />

haber convivido con proyectos mineros por más de veinte años, nunca tuvieron <strong>la</strong><br />

posibilidad de intercambiar recursos, deseos e inquietudes con <strong>la</strong>s otras<br />

compañías. Por <strong>el</strong>lo Carbones se presenta como un ejemplo a seguir por <strong>la</strong>s otras<br />

empresas mineras d<strong>el</strong> Departamento d<strong>el</strong> Cesar. En este contexto, <strong>la</strong>s acciones de<br />

desarrollo promovidas por Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A. han generado en <strong>la</strong>s<br />

pob<strong>la</strong>ciones actitudes de esperanza, aceptando lo brindado sin mayores<br />

exigencias. Estas son comunidades que no exigen más porque nunca han recibido<br />

nada y porque no están acostumbradas a hacerlo, a diferencia de <strong>la</strong>s que se<br />

encuentran en <strong>el</strong> proyecto de Cerro Matoso S.A.<br />

Los procesos orientados por <strong>la</strong> Fundación Carbones d<strong>el</strong> Caribe han estimu<strong>la</strong>do <strong>la</strong><br />

participación y <strong>el</strong> compromiso de <strong>la</strong>s comunidades con en <strong>el</strong> desarrollo municipal,<br />

pero su espacio de acción se limita a los proyectos de <strong>la</strong> empresa. Por otra parte,<br />

<strong>la</strong> mayoría de los proyectos de <strong>la</strong> Fundación no tiene más de dos años de vida, a<br />

pesar de que ésta tiene más de siete, lo cual muestra ausencia de procesos, de<br />

historia y de efectividad en sus acciones.<br />

44


A pesar de que Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A. busca <strong>el</strong> desarrollo local, <strong>el</strong> trabajo de <strong>la</strong><br />

Fundación se ve limitado por varios factores:<br />

• no existen políticas escritas que orienten, a partir de los lineamientos generales<br />

de <strong>la</strong> empresa, <strong>la</strong>s actividades que realiza;<br />

• sus programas están compuestos por actividades específicas que carecen de<br />

un marco de p<strong>la</strong>nificación general;<br />

• los trabajadores de <strong>la</strong> Fundación son insuficientes para lograr una expansión<br />

de actividades o para estimu<strong>la</strong>r una profundización en <strong>la</strong>s existentes; y<br />

• <strong>la</strong>s comunidades carecen de organizaciones activas que estimulen <strong>la</strong><br />

realización de actividades con proyecciones de futuro.<br />

Así, en términos generales, <strong>la</strong> ausencia de un lenguaje propio, de p<strong>la</strong>nificación, de<br />

orden y de una infraestructura adecuada para <strong>el</strong> trabajo de <strong>la</strong> FCDC, impiden<br />

proyectar sus ideas en <strong>la</strong> práctica, lo cual hace que lo propuesto se traduzca<br />

so<strong>la</strong>mente en buenas intenciones.<br />

En los dos casos estudiados, <strong>la</strong>s comunidades beneficiadas por los proyectos no<br />

representan <strong>la</strong> totalidad de los municipios. Los requisitos de <strong>la</strong> Fundación San<br />

Isidro son cada vez más rigurosos y orientados por una perspectiva <strong>empresarial</strong><br />

que no tiene en cuenta los diferentes niv<strong>el</strong>es de conocimiento y de preparación de<br />

<strong>la</strong>s comunidades, que no se difunde a <strong>la</strong> totalidad de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción y carece de<br />

metodologías específicas para cada caso. En <strong>la</strong> Fundación Carbones d<strong>el</strong> Caribe,<br />

los beneficiarios son aqu<strong>el</strong>los que convencen a su personal de <strong>la</strong> conveniencia de<br />

los proyectos o aqu<strong>el</strong>los que son amigos de <strong>la</strong> institución, lo cual se refuerza por<br />

una ausencia de políticas y orientaciones c<strong>la</strong>ras, que estimu<strong>la</strong> <strong>la</strong> aprobación de<br />

propuestas con base en criterios coyunturales y adaptables al presupuesto<br />

asignado por <strong>la</strong> empresa. Sin embargo, <strong>la</strong>s dos fundaciones buscan que los<br />

proyectos beneficien a grupos y no a individuos, lo cual puede contribuir a <strong>la</strong><br />

organización comunitaria, <strong>el</strong> trabajo en equipo y <strong>el</strong> respeto intersubjetivo.<br />

La experiencia de Cerro Matoso S.A. a través de los últimos 20 años es uno de los<br />

ejemplos sobresalientes en Colombia d<strong>el</strong> aporte progresivo y <strong>la</strong> toma de<br />

conciencia de <strong>la</strong>s empresas mineras sobre sus <strong>responsabilidad</strong>es en <strong>el</strong> desarrollo<br />

de <strong>la</strong>s comunidades de sus áreas de influencia directa. Por su parte, <strong>la</strong> acción de<br />

Carbones d<strong>el</strong> Caribe S.A., aunque carece de estructuración política y práctica, es<br />

un caso a tener en cuenta porque es <strong>la</strong> única empresa de <strong>la</strong> zona a <strong>la</strong> cual le<br />

interesa actuar positivamente con <strong>la</strong>s comunidades vecinas d<strong>el</strong> proyecto.<br />

Sin embargo, para alcanzar <strong>la</strong> meta de crear sujetos constructores d<strong>el</strong> desarrollo,<br />

es importante que <strong>la</strong>s dos empresas dejen de considerarse a sí mismas como <strong>la</strong>s<br />

salvadoras de <strong>la</strong>s pob<strong>la</strong>ciones y de definir a <strong>la</strong>s comunidades como simples<br />

beneficiarias de sus actividades de desarrollo. Mantener viva esta idea estimu<strong>la</strong><br />

una percepción simi<strong>la</strong>r en <strong>la</strong>s comunidades y en los gobiernos locales, refuerza <strong>la</strong>s<br />

45


<strong>el</strong>aciones de dependencia e inhibe <strong>la</strong> interiorización por estos grupos de<br />

compromisos reales con su presente y con su futuro.<br />

Las expectativas de desarrollo de <strong>la</strong>s comunidades son mayores que <strong>la</strong>s obras<br />

realizadas por <strong>la</strong>s empresas mineras y los resultados obtenidos no alcanzan un<br />

niv<strong>el</strong> de satisfacción adecuado a sus necesidades. Sin importar <strong>la</strong>s acciones<br />

desarrol<strong>la</strong>das, <strong>la</strong>s pob<strong>la</strong>ciones siempre exigirán más. La ausencia de confianza en<br />

<strong>la</strong>s instituciones estatales, dado su escaso niv<strong>el</strong> de acción y de efectividad,<br />

estimu<strong>la</strong> en <strong>la</strong>s comunidades <strong>la</strong> idea de que <strong>la</strong>s empresas mineras suplirán los<br />

vacíos generados por <strong>el</strong> Estado. De ahí <strong>la</strong> importancia de que <strong>la</strong>s empresas<br />

trabajen con <strong>la</strong>s administraciones municipales, recordando más sus aportes que<br />

sus errores, generando procesos en los que <strong>la</strong>s comunidades sientan que sus<br />

gobiernos están trabajando por <strong>el</strong><strong>la</strong>s y vu<strong>el</strong>van a recobrar <strong>la</strong> confianza.<br />

Reflexiones finales: los retos comunes<br />

En cada uno de los campos analizados se presentan opciones que deben ser<br />

examinadas por <strong>la</strong>s instituciones estatales en sus diversos niv<strong>el</strong>es, <strong>la</strong>s empresas<br />

mineras y <strong>la</strong>s comunidades mismas. Sin embargo, una pregunta compleja a <strong>la</strong> que<br />

se debe responder es <strong>la</strong> siguiente: ¿cómo encontrar un ba<strong>la</strong>nce adecuado <strong>entre</strong> <strong>el</strong><br />

interés de <strong>la</strong>s empresas en explotar productivamente recursos naturales no<br />

renovables y <strong>la</strong> <strong>responsabilidad</strong> de convertirse en actores determinantes de<br />

cambios profundos en <strong>la</strong>s dinámicas económicas y sociales de una región, que<br />

provocan nuevas demandas sociales de crecimiento y desarrollo? La pregunta no<br />

debe hacer olvidar que lo mínimo que se espera de esas empresas es que puedan<br />

atenuar los impactos sociales y ambientales que <strong>el</strong><strong>la</strong>s generan, compensando<br />

justamente los daños irreversibles causados.<br />

En primer lugar, se debe tener en cuenta que para <strong>el</strong> Estado continúa siendo<br />

tangencial <strong>la</strong> contribución que podrían hacer <strong>la</strong>s empresas privadas a un mod<strong>el</strong>o<br />

de desarrollo equilibrado, que satisfaga de manera amplia <strong>la</strong>s necesidades de<br />

todas <strong>la</strong>s pob<strong>la</strong>ciones, ya que su mod<strong>el</strong>o deja a <strong>la</strong> libre voluntad de <strong>la</strong>s empresas<br />

<strong>la</strong> iniciativa de integrarse o no a procesos institucionales de desarrollo local y<br />

comunitario. De todas maneras, es evidente <strong>la</strong> necesidad de un esfuerzo estatal<br />

orientado a crear en todos los actores sociales un sentido más c<strong>la</strong>ro y concreto de<br />

sus <strong>responsabilidad</strong>es en <strong>la</strong> construcción colectiva d<strong>el</strong> desarrollo social. No se<br />

trata de regu<strong>la</strong>r más, sino de encontrar los caminos para articu<strong>la</strong>r los esfuerzos y<br />

recursos de muchos actores sociales.<br />

Estas reflexiones tienen dos facetas paral<strong>el</strong>as, una de contenido cualitativo y <strong>la</strong><br />

otra cuantitativo. La primera está r<strong>el</strong>acionada con <strong>la</strong> forma cómo <strong>la</strong>s empresas<br />

pueden integrarse como actores importantes en <strong>la</strong> definición de <strong>la</strong>s formas y<br />

mecánicas dirigidas a lograr mejores niv<strong>el</strong>es de desarrollo. La segunda con <strong>la</strong><br />

cuantía, incentivos y manejo de sus contribuciones.<br />

46


Casi todos los temas abordados tienen alguna r<strong>el</strong>ación con estas dos facetas.<br />

Trataremos entonces de precisar algunos de los retos que podrían orientar <strong>la</strong><br />

discusión y definición de cursos más adecuados para llegar a <strong>la</strong> integración de <strong>la</strong>s<br />

empresas mineras al desarrollo local y comunitario:<br />

I. Las instancias nacionales de p<strong>la</strong>neación<br />

• Encauzar los esfuerzos de autoridades centrales y regionales para proponer<br />

métodos y herramientas que permitan una mayor eficacia y eficiencia de <strong>la</strong>s<br />

capacidades técnicas para <strong>la</strong> gestión d<strong>el</strong> desarrollo de <strong>la</strong>s instancias locales de<br />

p<strong>la</strong>neación.<br />

• Hacer énfasis en lo conceptual y lo operativo, para que <strong>la</strong> asistencia técnica de<br />

<strong>la</strong>s instancias centrales y regionales de p<strong>la</strong>neación brinde alternativas eficaces<br />

de articu<strong>la</strong>ción de los diversos sectores sociales en torno a propósitos<br />

colectivos.<br />

• Entender que <strong>la</strong> consolidación local de un sistema de p<strong>la</strong>nificación d<strong>el</strong><br />

desarrollo es un proceso de aprendizaje a <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo.<br />

• Establecer mecanismos para llegar a una complementariedad más c<strong>la</strong>ra <strong>entre</strong><br />

los diversos sectores institucionales públicos, en <strong>la</strong> regu<strong>la</strong>ción y acción sobre<br />

los problemas y necesidades sociales.<br />

• Idear mecanismos que aseguren <strong>la</strong> continuidad de los procesos de p<strong>la</strong>neación<br />

local, para superar <strong>la</strong>s rupturas generadas por los cambios de administración<br />

cada tres años: por ejemplo, establecer políticas de Estado --no de gobiernos--,<br />

para asegurar <strong>la</strong> continuidad de funcionarios técnicamente capacitados, que<br />

garanticen <strong>la</strong> vigencia de mod<strong>el</strong>os de desarrollo apropiados colectivamente.<br />

• Fortalecer los mecanismos de control y seguimiento ciudadanos sobre <strong>la</strong><br />

gestión gubernamental local, involucrando eficazmente a todos los actores<br />

sociales, para reducir <strong>la</strong> desviación de los recursos públicos en favor de<br />

intereses particu<strong>la</strong>res.<br />

II. Las instituciones ambientales<br />

• Incorporar en <strong>la</strong> normativa ambiental <strong>la</strong> promoción de mod<strong>el</strong>os de desarrollo<br />

sustentable basados en <strong>la</strong> articu<strong>la</strong>ción participativa de múltiples actores<br />

sociales.<br />

• Fortalecer <strong>la</strong> capacidad técnica de <strong>la</strong>s instancias nacionales y regionales para<br />

establecer r<strong>el</strong>aciones adecuadas <strong>entre</strong> <strong>la</strong> explotación de recursos naturales no<br />

renovables y los compromisos establecidos en los P<strong>la</strong>nes de Manejo Ambiental<br />

de <strong>la</strong>s empresas mineras.<br />

• Realizar un seguimiento y control más responsables sobre <strong>la</strong>s actividades de<br />

fiscalización que deben realizar <strong>el</strong> Ministerio y <strong>la</strong>s Corporaciones Autónomas<br />

Regionales sobre los proyectos mineros.<br />

• Abrir una instancia amplia de participación para <strong>la</strong>s autoridades locales en <strong>el</strong><br />

conocimiento, seguimiento y control de los impactos ambientales generados<br />

por los proyectos mineros.<br />

47


• Fortalecer mecanismos de regu<strong>la</strong>ción --tasas retributivas y compensatorias-- o<br />

incentivos --certificados de incentivo forestal--, para promover formas de<br />

articu<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong>s empresas al desarrollo local.<br />

III. Las instituciones d<strong>el</strong> sector minero<br />

• Incorporar en <strong>la</strong>s políticas de <strong>la</strong>s instituciones d<strong>el</strong> sector minero <strong>la</strong> articu<strong>la</strong>ción<br />

de <strong>la</strong>s empresas al desarrollo local, en <strong>el</strong> marco conceptual d<strong>el</strong> desarrollo<br />

sustentable.<br />

• Αmpliar efectivamente, en <strong>la</strong>s decisiones y procedimientos, los espacios de<br />

participación de <strong>la</strong>s comunidades y otros actores sociales en <strong>la</strong> valoración y<br />

acción sobre los impactos generados por los proyectos mineros.<br />

• Fortalecer los mecanismos de control de <strong>la</strong>s autoridades mineras sobre <strong>el</strong><br />

cumplimiento <strong>empresarial</strong> de normativas orientadas a favorecer recursos<br />

humanos y bienes y servicios de origen local o nacional.<br />

• Estudiar <strong>la</strong>s propuestas de diversos actores sociales sobre <strong>la</strong> manera de<br />

involucrar a <strong>la</strong>s empresas en <strong>la</strong> inversión y administración de <strong>la</strong>s regalías<br />

generadas con <strong>la</strong> explotación.<br />

• Fortalecer los mecanismos de seguimiento, control y denuncia sobre <strong>la</strong><br />

inversión y <strong>la</strong> administración nacional, regional y local de regalías.<br />

IV. Las políticas tributarias<br />

• Fortalecer <strong>la</strong> orientación conceptual de los incentivos tributarios y agruparlos<br />

en un cuerpo único que estimule a <strong>la</strong>s empresas a articu<strong>la</strong>rse en procesos de<br />

desarrollo local más que a contribuciones puntuales.<br />

• Reorientar los incentivos existentes y crear nuevos para alentar <strong>la</strong> integración<br />

de <strong>la</strong>s empresas mineras a <strong>la</strong>s dinámicas de desarrollo local.<br />

• Estudiar <strong>la</strong> posibilidad de ampliar incentivos que se reflejen en <strong>la</strong> deducción de<br />

regalías que deben pagar <strong>la</strong>s empresas, a cambio de inversiones importantes<br />

en procesos de desarrollo local.<br />

V. Las instancias locales de p<strong>la</strong>neación<br />

• Incorporar políticas y estrategias que promuevan una articu<strong>la</strong>ción efectiva de<br />

los diferentes actores sociales a <strong>la</strong>s dinámicas d<strong>el</strong> desarrollo local, ampliando<br />

los espacios de participación en <strong>la</strong> p<strong>la</strong>neación, ejecución, seguimiento y<br />

evaluación de los programas y proyectos de desarrollo.<br />

• Cumplir <strong>la</strong> normativa nacional sobre los procesos locales de p<strong>la</strong>neación d<strong>el</strong><br />

desarrollo, mejorando su formu<strong>la</strong>ción política y operativa, y exigiendo a sus<br />

diversas instancias procesos de p<strong>la</strong>neación de acciones más específicas.<br />

• Crear incentivos tributarios que promuevan <strong>la</strong> inversión de <strong>la</strong>s empresas en<br />

procesos integrales d<strong>el</strong> desarrollo, más que en proyectos específicos.<br />

• Recibir, procesar y utilizar los insumos técnicos y de conocimiento provistos<br />

por los diversos actores sociales, en especial <strong>la</strong>s empresas mineras.<br />

48


• Crear espacios efectivos de reflexión e interacción sobre <strong>la</strong>s propuestas de<br />

diversos actores sociales en torno al desarrollo, incentivando <strong>la</strong> discusión sobre<br />

escenarios deseados y fortaleciendo los <strong>la</strong>zos de confianza con <strong>la</strong>s<br />

comunidades y otros actores sociales.<br />

• Propiciar diálogos públicos con <strong>la</strong>s empresas mineras en torno a temas<br />

polémicos, como los impactos ambientales y sociales de sus proyectos.<br />

• Incorporar en los p<strong>la</strong>nes de desarrollo p<strong>la</strong>nteamientos que conduzcan a una<br />

acción coordinada con <strong>la</strong>s empresas sobre los entornos ambientales.<br />

VI. El rol de <strong>la</strong>s empresas mineras<br />

• Rep<strong>la</strong>ntear los mod<strong>el</strong>os de intervención: <strong>la</strong>s empresas deberían desarrol<strong>la</strong>r<br />

ejercicios de p<strong>la</strong>neación que les permitan ac<strong>la</strong>rar <strong>el</strong> sentido de su intervención<br />

o inserción en los procesos locales de desarrollo, con <strong>el</strong> objeto de reflejar en<br />

sus acciones un propósito c<strong>la</strong>ro de aporte a dinámicas integrales más que a<br />

iniciativas puntuales.<br />

• Estimu<strong>la</strong>r procesos participativos que conduzcan a los diferentes actores<br />

sociales a asumirse como constructores y agentes c<strong>la</strong>ve d<strong>el</strong> desarrollo.<br />

• Evitar <strong>la</strong> atomización de acciones y <strong>la</strong>s inversiones que no contribuyen de un<br />

modo significativo a <strong>la</strong> consolidación de procesos colectivos de desarrollo,<br />

buscando <strong>la</strong> construcción de espacios de ejecución, compromiso y<br />

participación amplia.<br />

• P<strong>la</strong>nificar <strong>la</strong> organización, capacitación y articu<strong>la</strong>ción de actores sociales para<br />

que adquieran, consoliden e integren capacidades locales específicas, que<br />

permitan sostener proyectos de bienestar colectivo, buscando integrar otras<br />

fuentes de apoyo y tendiendo a <strong>el</strong>iminar <strong>la</strong> dependencia de los aportes<br />

permanentes de <strong>la</strong>s empresas.<br />

• Abrir instancias de participación para <strong>la</strong>s comunidades y autoridades locales en<br />

<strong>la</strong> orientación y definición de sus programas de desarrollo local, y no sólo en<br />

proyectos específicos.<br />

• Contribuir a <strong>la</strong> creación de instancias de confianza mutua con <strong>la</strong>s instituciones<br />

estatales y <strong>la</strong>s comunidades, reconociendo <strong>la</strong>s diferencias y los anh<strong>el</strong>os<br />

propios de cada cultura.<br />

• Establecer mecanismos de comunicación permanente con <strong>la</strong>s pob<strong>la</strong>ciones, que<br />

les permitan mantener r<strong>el</strong>aciones positivas, responder a expectativas e<br />

inquietudes generadas por los proyectos mineros e informar ampliamente<br />

sobre <strong>la</strong> evolución y los alcances d<strong>el</strong> proyecto para <strong>la</strong>s comunidades.<br />

• Propiciar políticas sólidas de empleo orientadas al aumento en <strong>la</strong> formación<br />

técnica y <strong>la</strong> contratación de mano de obra local.<br />

• Promover programas de creación de microempresas y asociaciones con<br />

proyección en <strong>el</strong> tiempo y <strong>el</strong> espacio, con estudios de mercado y estrategias de<br />

comercialización.<br />

• Establecer formas de participación de <strong>la</strong>s comunidades en <strong>el</strong> conocimiento y<br />

acción sobre <strong>el</strong> medio ambiente, informar en detalle <strong>la</strong>s medidas de control,<br />

atenuación o compensación de impactos sobre <strong>el</strong> entorno ambiental y permitir<br />

<strong>la</strong> verificación d<strong>el</strong> cumplimiento práctico de sus políticas y acciones.<br />

49


VII. Articu<strong>la</strong>ciones para <strong>el</strong> desarrollo<br />

• Las empresas mineras y <strong>la</strong>s autoridades locales deben privilegiar <strong>la</strong> unión o<br />

alianza estratégica de recursos y esfuerzos mutuos en torno a dinámicas<br />

integrales de desarrollo que provean impactos significativos en <strong>el</strong> bienestar<br />

social a <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo de <strong>la</strong>s comunidades y que contribuyan a instaurar<br />

mecanismos conjuntos de gestión sustentable de sus iniciativas.<br />

• Las empresas deben incorporar en sus mecanismos formales de r<strong>el</strong>ación con<br />

<strong>la</strong> comunidad y otros sectores sociales --ya sean fundaciones u oficinas<br />

especializadas-- mandatos específicos hacia <strong>el</strong> objetivo enunciado.<br />

• Las empresas deberían desalentar, si bien no <strong>el</strong>iminar, <strong>el</strong> apoyo a proyectos de<br />

desarrollo que no posean una perspectiva c<strong>la</strong>ra de sustentabilidad y que no<br />

estén dirigidos al bienestar general de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción local.<br />

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51


Informativo mensual. Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía. Lima.<br />

Noviembre de 1996, Año V – No. 9.<br />

Informativo mensual. Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía. Lima.<br />

Diciembre de 2000, Año IX – No. 12.<br />

Infraestructura y energía <strong>colombia</strong>na. Compendio de Cifras y mapas.<br />

Departamento Nacional de P<strong>la</strong>neación. Bogotá, 1995. (Libro y diskette).<br />

La participación al niv<strong>el</strong> local: un instrumento de mapeo. En: Participación y<br />

fortalecimiento institucional a niv<strong>el</strong> local en Colombia. Cevallos, M. Y MARTÍN, G.<br />

Universidad Javeriana, Facultad de Ciencias Políticas y Colombia program,<br />

Georgetown University. 2001.<br />

Las caras lindas de mi gente negra. Legis<strong>la</strong>ción histórica para <strong>la</strong>s comunidades<br />

negras de Colombia. P<strong>la</strong>n Nacional de Rehabilitación – PNR, Programa Naciones<br />

Unidas para <strong>el</strong> Desarrollo – PNUD, Instituto Colombiano de Antropología – ICAN.<br />

Santa Fe de Bogotá: 1994.<br />

Listado de Canales Formales e Instrumentos Formales de Participación. En:<br />

Participación y fortalecimiento institucional a niv<strong>el</strong> local en Colombia. Cevallos, M.<br />

Y MARTÍN, G. Universidad Javeriana, Facultad de Ciencias Políticas y Colombia<br />

program, Georgetown University. 2001.<br />

Manejo ambiental de Recursos Mineros. Universidad Nacional de Colombia, Sede<br />

Med<strong>el</strong>lín. Med<strong>el</strong>lín, 1996. Estudio temático para <strong>el</strong> PDME.<br />

Mapa de Aportes Vigentes. Empresa Nacional Minera – Minercol.<br />

Marco de acción para <strong>el</strong> desarrollo de programas dirigidos a <strong>la</strong> pequeña y mediana<br />

minería. Documento de trabajo. Fundamentos d<strong>el</strong> P<strong>la</strong>n de Desarrollo “Cambio<br />

para construir <strong>la</strong> paz”. Bogotá, 1999.<br />

Memoria 1999. Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía.<br />

Memorias al Congreso Nacional 1999 – 2000. Ministerio de Minas y Energía.<br />

Bogotá: 2000.<br />

Minerales estratégicos para <strong>el</strong> desarrollo de Colombia. UPME, MINMINAS,<br />

INGEOMINAS. Bogotá, 2000. (Copia impresa y en diskette).<br />

Minercol. Cinco diskettes: estudio de Otto Vergara, estadísticas sociales, mapas<br />

generales de <strong>la</strong> minería, minería y derechos humanos en <strong>el</strong> sur de Bolívar.<br />

Ordenamiento Institucional d<strong>el</strong> Sector Minero. UPME y Ministerio de Minas y<br />

Energía. Documento temático d<strong>el</strong> PDME. Bogotá, 1995.<br />

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Pa<strong>la</strong>bras d<strong>el</strong> señor Presidente de <strong>la</strong> República doctor Andrés Pastrana Arango,<br />

con motivo de <strong>la</strong> c<strong>la</strong>usura d<strong>el</strong> foro “El sector energético y minero <strong>colombia</strong>no”.<br />

Cartagena de Indias, 24 de abril de 1999.<br />

Petróleo y Región. Informe presentado por Álvaro A. Oviedo. Programa de<br />

Desarrollo y Paz para <strong>el</strong> Magdalena Medio, Consorcio SEAP – CINEP. Santafé de<br />

Bogotá: 1996<br />

P<strong>la</strong>n de Desarrollo d<strong>el</strong> Sector Carbonífero 1997 – 2005. Empresa Colombiana de<br />

Carbón – ECOCARBON.<br />

P<strong>la</strong>n Nacional de Desarrollo Minero 1997. Unidad de P<strong>la</strong>neación Minero<br />

Energética – UPME. Bogotá (En copias y en diskette).<br />

Política de participación. Ministerio d<strong>el</strong> Medio Ambiente. Diskette.<br />

Política Petrolera y Desarrollo Sostenible. Informe presentado por Gabri<strong>el</strong> Misas<br />

Arango. Programa de Desarrollo y Paz para <strong>el</strong> Magdalena Medio. Santafé de<br />

Bogotá: 1996.<br />

Portafolio institucional de productos y servicios. INGEOMINAS. 2000. Versión en<br />

cd room.<br />

Producción limpia. Ministerio d<strong>el</strong> Medio Ambiente. Diskette.<br />

Propuestas para <strong>el</strong> desarrollo de una minería con contenidos de equidad social y<br />

sustentabilidad. Documento d<strong>el</strong> Foro Minero.<br />

Reporte anual de ingresos e inversiones de recursos provenientes de regalías.<br />

Comisión Nacional de Regalías. 21 de noviembre de 2000. Documento.<br />

Tierra profanada. Grandes proyectos en territorios indígenas <strong>colombia</strong>nos. ONIC,<br />

CECOIN, GhK. Santafé de Bogotá: 1995.<br />

Tipos de contratos para <strong>la</strong> exploración y explotación de minas. En: Oportunidades<br />

estratégicas de inversión. Petróleo y minería en Colombia.<br />

Departamento Nacional de P<strong>la</strong>neación. Bogotá.<br />

Un desafío ético. P<strong>la</strong>n para <strong>la</strong> transparencia. Comisión Nacional de Regalías,<br />

1999. Cartil<strong>la</strong>.<br />

Visión d<strong>el</strong> nuevo Código de Minas. E<strong>la</strong>borado por Hernando A. Escobar. Congreso<br />

Nacional de Minería. Med<strong>el</strong>lín, 4 de octubre de 2000.<br />

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