Malos tratos, violencia domestica, violencia de genero

de conseguir resultados consistentes en el tiempo y eficaces.
Entre los factores de riesgo familiares más determinantes son: familias numerosas, ya que
las situaciones de hacinamiento dan lugar a que surjan más tensiones familiares, sobre todo si
h a y vari@s hij@s pequeñ@s, o cuando no son desead@s, o l@s padres/madres son
demasiado jóvenes, también cuando falta algún progenitor o hay segundas relaciones, y más
aún si aportan nuev@s hij@s a la unidad familiar.
Aparte de la composición de la familia, también hay que tener en cuenta cómo es esa
relación, qué tipo de interacciones se producen y cómo son. Si en la familia existen pautas de
comunicación inadecuadas y los problemas se resuelven de forma inapropiada (con gritos,
discusiones, peleas); si los límites no están bien delimitados, o son demasiado rígidos o
demasiado abiertos; si hay rupturas de la estructura familiar; si no hay interés por el bienestar
de algún miembro de la unidad familiar; etc., son factores que pueden derivar en un aumento
del estrés personal, de las tensiones familiares y fácilmente derivar en una situación de malos
tratos, tanto físicos como psicológicos, e incluso abandono.
La violencia doméstica no de género:
Las agresiones a ascendientes y menores, junto con el maltrato entre hermanos, constituyen
la forma más habitual de violencia doméstica no de género. Gran parte de estos ataques
tienen su causa en las drogas o en trastornos psiquiátricos, por lo que requieren, más que
sanción penal, ayuda por parte de profesionales adecuados, algo que, lamentablemente,
choca con la realidad de nuestra justicia, que adolece de escasez de este tipo de recursos
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