El Secreto de Pupi
El Secreto de Pupi narra los episodios de una familia que acoge en su hogar una bonita mascota para los pequeños de la casa. En las sugerentes líneas de este escrito puedes sumergirte en la tierna historia de lealtad de las aventuras que el conejo Pupi pasa en la familia Tinquell-Maq.
Escrito por Laura Gómez, de 11 años. Es una pequeña historia que sorprende y te engancha desde el principio hasta el final. Muy recomendable.
El Secreto de Pupi narra los episodios de una familia que acoge en su hogar una bonita mascota para los pequeños de la casa. En las sugerentes líneas de este escrito puedes sumergirte en la tierna historia de lealtad de las aventuras que el conejo Pupi pasa en la familia Tinquell-Maq.
Escrito por Laura Gómez, de 11 años. Es una pequeña historia que sorprende y te engancha desde el principio hasta el final. Muy recomendable.
El secreto de Pupi -¿¿ESPECIAL, EN QUÉ SENTIDO??- dijeron Andrea y Luis al unísono. -Ehhh…- cabeza. dijo capota ahora rascándose la -Bueno señor, me importa un rábano lo que diga así que, Andrea, nos vamos. Ya buscaremos información donde sea, gracias, pero, no le creemos.- se adelantó Luis. -Bueno señor, muchas gracias por la información que nos ha dado, nos vemos.- se despidió Andrea. -Adiós, colega- dijo Luis. Andrea y Luis fingieron que se iban, y a la vuelta de la esquina llamaron a la policía. Yo estuve un rato en mis pensamientos. Llegué a la conclusión de que como lo habíamos visto tres veces podríamos decir: Como dice el dicho, a la tercera va la vencida 24
El secreto de Pupi 13- No, es mi culpa. Después Andrea y Luis se dijeron que le iban a espiar un poco, yo pensé que estaban locos. Pero en fin, los intenté prevenir, pero como a mí nunca se me hace caso al final acabamos haciéndolo. Volvimos. Nos metimos por una puertecita, que estaba entreabierta, y nos ocultamos detrás de un armario. Gracias a Dios "Capota" no nos vio. Le escuchamos llorar amargamente y también le oímos lamentarse mientras se acercaba: -¡Estoy perdido, seguramente esos niños llamarán a la poli! ¡Que he hecho, ay de mí, ay de mí! ¡Por qué lo haría! Yo veía que a Andrea le daba un poco de pena, y a mí también. Luis estaba desternillándose de risa. Andrea le dio un capón, pues nos iban a oír. De repente el hombre capota se giró, retiró el armario y nos vio, nos encerró dentro de él, cerró con llave y se fue. Luis empezó a lloriquear, Andrea le dio doble capón, y le dijo que por su culpa nos había pasado esto. Después me miraron a mí, Andrea me cogió en brazos, y me abrazó fuertemente. Pude ver como a Andrea se le escapaba las lágrimas, pensé en lo que había dicho antes de a la tercera va la vencida, y pensé que en este caso el dicho se había vuelto contra nosotros. 25
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<strong>El</strong> secreto <strong>de</strong> <strong>Pupi</strong><br />
-¿¿ESPECIAL, EN QUÉ SENTIDO??- dijeron<br />
Andrea y Luis al unísono.<br />
-Ehhh…-<br />
cabeza.<br />
dijo capota ahora rascándose la<br />
-Bueno señor, me importa un rábano lo que diga<br />
así que, Andrea, nos vamos. Ya buscaremos<br />
información don<strong>de</strong> sea, gracias, pero, no le<br />
creemos.- se a<strong>de</strong>lantó Luis.<br />
-Bueno señor, muchas gracias por la información<br />
que nos ha dado, nos vemos.- se <strong>de</strong>spidió<br />
Andrea.<br />
-Adiós, colega- dijo Luis.<br />
Andrea y Luis fingieron que se iban, y a la vuelta<br />
<strong>de</strong> la esquina llamaron a la policía. Yo estuve un<br />
rato en mis pensamientos. Llegué a la<br />
conclusión <strong>de</strong> que como lo habíamos visto tres<br />
veces podríamos <strong>de</strong>cir:<br />
Como dice el dicho, a la tercera va la vencida<br />
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