El Secreto de Pupi
El Secreto de Pupi narra los episodios de una familia que acoge en su hogar una bonita mascota para los pequeños de la casa. En las sugerentes líneas de este escrito puedes sumergirte en la tierna historia de lealtad de las aventuras que el conejo Pupi pasa en la familia Tinquell-Maq.
Escrito por Laura Gómez, de 11 años. Es una pequeña historia que sorprende y te engancha desde el principio hasta el final. Muy recomendable.
El Secreto de Pupi narra los episodios de una familia que acoge en su hogar una bonita mascota para los pequeños de la casa. En las sugerentes líneas de este escrito puedes sumergirte en la tierna historia de lealtad de las aventuras que el conejo Pupi pasa en la familia Tinquell-Maq.
Escrito por Laura Gómez, de 11 años. Es una pequeña historia que sorprende y te engancha desde el principio hasta el final. Muy recomendable.
El secreto de Pupi 4. Por poco me separan de la familia El otro día me llevaron al mercado y, no sé por qué, había un señor que me quería comprar a toda costa, pero no quisimos. Era alto, vestía una gabardina marrón claro cuyo cuello le llegaba por encima de las orejas. Levaba unas gafas de sol muy oscuras. Tenía un sombrero de color chocolate por el que apenas se veía su pelo. Se podía divisar una pequeña mata negra y lisa. Llevaba unos pantalones vaqueros y unos zapatos marrones. Carmen había ido a ver una tienda y Carlos a una tienda de relojes (para controlar el tiempo que ella tardaba). De manera que estábamos solos: Luis, Andrea y yo. A lo que íbamos, el hombre se acercó hacia nosotros y nos preguntó: -Chicos... ¿Os gustaría venderme el conejito? Os daría mucho dinero para que os compraseis gominolas. -No, gracias, no lo vendo.- dijo Andrea. -¿Y por qué?- protestó el plasta de Luis. -Porque no, hay muchas razones.- respondió Andrea. -Dilas- desafío Luis. 10
El secreto de Pupi -Pues porque tú no lo decides, porque eres muy chico -terminó Andrea. -Lo siento, señor, pero no. -Bien, si os lo pensáis mejor aquí tenéis mi tarjeta -dijo el hombre. -Les insistiré cuando los vea con los padres, seguro que están hartos de la mascota- se dijo en bajito. Uf, por poco me separan de la familia. 11
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<strong>El</strong> secreto <strong>de</strong> <strong>Pupi</strong><br />
4. Por poco me separan <strong>de</strong> la familia<br />
<strong>El</strong> otro día me llevaron al mercado y, no sé por<br />
qué, había un señor que me quería comprar a<br />
toda costa, pero no quisimos. Era alto, vestía una<br />
gabardina marrón claro cuyo cuello le llegaba<br />
por encima <strong>de</strong> las orejas. Levaba unas gafas <strong>de</strong><br />
sol muy oscuras. Tenía un sombrero <strong>de</strong> color<br />
chocolate por el que apenas se veía su pelo. Se<br />
podía divisar una pequeña mata negra y lisa.<br />
Llevaba unos pantalones vaqueros y unos<br />
zapatos marrones.<br />
Carmen había ido a ver una tienda y Carlos a<br />
una tienda <strong>de</strong> relojes (para controlar el tiempo<br />
que ella tardaba). De manera que estábamos<br />
solos: Luis, Andrea y yo. A lo que íbamos, el<br />
hombre se acercó hacia nosotros y nos<br />
preguntó:<br />
-Chicos... ¿Os gustaría ven<strong>de</strong>rme el conejito? Os<br />
daría mucho dinero para que os compraseis<br />
gominolas.<br />
-No, gracias, no lo vendo.- dijo Andrea.<br />
-¿Y por qué?- protestó el plasta <strong>de</strong> Luis.<br />
-Porque no, hay muchas razones.- respondió<br />
Andrea.<br />
-Dilas- <strong>de</strong>safío Luis.<br />
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