Educación para todos: el imperativo de la calidad - unesdoc - Unesco

CUMPLIR NUESTROS COMPROMISOS INTERNACIONALES / 221
Recuadro 5.3. Zambia: coordinación y armonización
de las prácticas del gobierno y los donantes
Las partes en el memorando de entendimiento
acordaron los siguientes principios generales de
coordinación y armonización:
1. Entrega de la asistencia para el desarrollo según
las necesidades y prioridades de Zambia,
expuestas en el DELP.
2. Convergencia con los sistemas de Zambia, como
ciclos de presupuestos nacionales, sistemas
financieros y procesos de seguimiento de
DELP/ODM, en los que se presenta una garantía
razonable de que los recursos de cooperación se
utilizan para los fines acordados.
3. Trabajo con el gobierno de Zambia para abordar
el problema de la insuficiencia de capacidad
institucional y otras restricciones que impiden
tener una seguridad razonable sobre la utilización
de los recursos.
4. Análisis de las diferentes metas, condiciones y
documentación de los donantes, con objeto de
reducir los gastos de transacción.
5. Promoción de la coordinación y armonización en
todos los niveles.
6. Trabajo en pro de una colaboración delegada
(“cooperacion silenciosa”) entre los donantes a
nivel nacional, siempre que sea posible desde un
punto de vista jurídico y administrativo.
7. Mejoramiento tanto del uso compartido de la
información como de la comprensión de los
puntos comunes y las diferencias respecto de las
políticas, procedimientos y prácticas de Zambia.
8. Reformulación de una división del trabajo, basada
en los temas y objetivos del DELP y presentada
según las líneas del Marco de Desarrollo Global
(CDF).
Fuente: Zambia (2004).
reciente memorando de entendimiento entre
el gobierno de Zambia, ocho organismos bilaterales,
el Banco Mundial y el sistema de las
Naciones Unidas (Recuadro 5.3). Basado en ocho
principios esenciales, ese memorando abarca
la reforma, la revisión, el aumento de capacidad
y los procedimientos para aplicar las políticas
de ayuda (Zambia, 2004). En más de cincuenta
países se está trabajando de manera similar. 17
Además, la Comisión Europea está elaborando
un marco jurídico común para los procedimientos
de aplicación de la ayuda (Comisión
Europea, 2004).
La ayuda a la educación forma parte de este
amplio proceso internacional y todo análisis
de ésta debe situarse dentro de ese contexto
internacional, sobre todo si se otorga mediante
apoyo presupuestario y sectorial y no en calidad
de asistencia a proyectos y subsectores.
En este contexto, la eficacia de la ayuda a la
educación se analiza de tres maneras: presentando
un panorama de la manera en que los
países del CAD distribuyen su ayuda a la
educación, para ver si se hace en términos
rentables; examinando los resultados de tres
evaluaciones internacionales recientes de la
ayuda a la educación básica; y sopesando la
experiencia reciente de la utilización de la
ayuda a la educación en una pequeña muestra
de países muy dependientes de la ayuda
externa.
Distribución de la ayuda a la educación
Todos los organismos de ayuda escogen a los
destinatarios de ésta. La índole de esa elección
puede influir en los resultados educativos. Una
forma de analizar el reparto de la ayuda es
examinar cómo se distribuye entre un conjunto
de posibles beneficiarios, suministrando así un
indicador de la “proliferación de la ayuda” (por
ejemplo, Acharya, Fuzzo de Lima y Moore, 2004).
Un donante que reparte su ayuda entre un gran
número de países es más “prolífico” que uno
que concentra sus esfuerzos en unos pocos.
La dispersión de la ayuda influye considerablemente
en los gastos de transacción.
Utilizando un conjunto de datos especialmente
preparado para 2001-2002 y basado en el
Sistema de Declaración de Acreedores (CRS)
del CAD, es posible evaluar las consecuencias
de la dispersión de la ayuda en el sector de
la educación. Los datos muestran el nivel y
destino de la ayuda facilitada por 20 donantes
bilaterales a 149 países con derecho a la AOD. 18
17. Para más detalles, véase
www.aidharmonization.org/ahcla/secondary-pages/cla-country
18. El análisis se basa en todos
los fondos comprometidos para
la educación, excepto los que
no se pueden asignar a países
específicos (éstos representan
el 12% de la ayuda a la educación
de todos los países del CAD y
su porcentaje varía de 0% para
Japón a 42% para Bélgica).
Incluyendo la Cooperación
Técnica del Japón, que no
declara al CRS, se abarca el 90%
de la ayuda a la educación del
CAD, según una comunicación
personal de ese Comité.