Educación para todos: el imperativo de la calidad - unesdoc - Unesco

CUMPLIR NUESTROS COMPROMISOS INTERNACIONALES / 219
sobre todo por la reducción de la ayuda de la CE.
La ayuda de los organismos bilaterales permaneció
más o menos estable, pero aumentó la
proporción asignada a la educación básica. Ese
incremento compensa prácticamente la disminución
de la ayuda multilateral, por lo que permaneció
estable el apoyo a la educación básica.
Por lo que atañe a la necesidad de ayuda a la
EPT en el futuro, es evidente que sigue habiendo
un importante déficit, aunque se cumplan los
nuevos compromisos de aumentar la AOD. El
gobierno del Reino Unido ha propuesto que se
establezca un Mecanismo internacional de
financiación (IFF) que aporte por anticipado a los
programas actuales de ayuda 50.000 millones de
dólares adicionales al año con objeto de lograr
los Objetivos de Desarrollo para el Milenio antes
de 2015 (Tesorería de Su Majestad Britanica,
2003). 13 Se trata de emitir obligaciones en el
mercado internacional de capitales y pagar a
los titulares con las contribuciones a largo plazo
de los donantes. Si se aumentara la financiación
adicional por parte de los organismos bilaterales
y multilaterales en la misma proporción que en
los últimos años y se mantuvieran las recientes
asignaciones a la educación y la educación
básica, el IFF aportaría 4.300 y 1.240 millones
de dólares adicionales por año a la educación
y la educación básica, respectivamente. 14
Recuadro 5.2. Financiación
filantrópica de la educación
Los trabajos y publicaciones relativos a la ayuda internacional
han prestado relativamente poca atención al papel que desempeñan
las fundaciones filantrópicas en las actividades de desarrollo.
No se conocen adecuadamente ni la escala de sus actividades
ni la magnitud de su ayuda. Según un reciente estudio preparado
por la OCDE y basado en análisis relativos a Estados Unidos,
Europa y Asia, esas organizaciones aportan anualmente al
desarrollo 3.000 millones de dólares. Sin embargo, esta estimación
está sujeta a muchas reservas.*
Aunque no se dispone de ningún desglose sectorial, la OCDE
señala que por lo que atañe a las fundaciones estadounidenses,
que movilizan más de la mitad de los 3.000 millones de dólares, la
educación era en 2000 el segundo sector más importante después
de la salud y la planificación familiar, con el 13,7% del total de ayuda.
De esa cuantía, el 84% se destina a la formación profesional de
diplomados y la enseñanza superior, de modo que la ayuda a la
educación básica es comparativamente poca. La escasa información
de que se dispone sobre el apoyo de las fundaciones europeas por
sector se basa en dos estudios: uno señala que 30 fundaciones
europeas participaban en “educación e investigación” (Schluter,
Then y Walkenhorse, 2001) y el otro apunta que 78 manifestaban
interés por la educación (Centro de fundaciones europeas, 2002).
* Como algunas fundaciones prefieren actuar son discreción, estimando con
frecuencia que hacer publicidad de su labor es indigno o impropio, el panorama
general es incompleto. Además, las fundaciones privadas no siempre distinguen
entre países en desarrollo o en transición, ni entre actividades de desarrollo
o de otra índole (OCDE, 2003a).
Fuente: OCDE (2003a).
Asimismo, si se cumplen los compromisos
contraídos en la conferencia de Monterrey
–a saber, 16.000 millones anuales de dólares
adicionales de ayuda al desarrollo hasta 2006–
y si una vez más siguen siendo constantes la
participación de los donantes y el reparto
sectorial, se obtendrían 400 millones anuales de
dólares adicionales para la educación básica. 15
La combinación de los posibles beneficios del
IFF y los compromisos de Monterrey significaría
un incremento de los recursos internacionales
asignados a la educación básica de 1.600 millones
de dólares por año, o sea el doble de la cuantía
actual. Sin embargo, si no se cambian las prioridades
de la ayuda, es muy poco probable que,
incluso la iniciativa más ambiciosa para
aumentar los fondos de desarrollo, aporte los
5.600 millones de dólares anuales en recursos
adicionales necesarios para lograr la educación
primaria universal y la paridad entre niñas y
varones escolarizados (UNESCO, 2002a).
Aunque es casi seguro que la AOD será el
principal tipo de ayuda adicional a la educación,
también es importante la cuantía de la ayuda
filantrópica internacional, aunque no se ha
investigado lo suficiente en este campo. Como
muestra el Recuadro 5.2, esa ayuda no está
dirigida prioritariamente a la educación básica.
Se necesitan más información y análisis del
apoyo no gubernamental a la EPT.
Conclusión
El modesto incremento de la ayuda general
a la educación y del volumen de la asistencia
a la educación básica es una tendencia que sólo
merece ser acogida con relativa satisfacción ya
que no alcanza el nivel necesario para lograr los
objetivos de la EPT. Los compromisos contraídos
en virtud del Consenso de Monterrey permiten
esperar hasta cierto punto que aumente la
financiación de la educación básica, pero hasta
ahora no hay ninguna seguridad de que los
fondos se asignen de tal manera que esa
esperanza se convierta en realidad.
13. En julio de 2004 el
Reino Unido anunció que
el presupuesto de la AOD
ascendería a 6.500 millones
de libras por año (más de
12.000 millones de dólares) en
2007/2008, alcanzando el 0,47%
del ingreso nacional bruto
(Ministerio de Hacienda, 2004).
14. Todas estas suposiciones
se utilizan únicamente como
ilustración. Es probable que no
todos los donantes se adhieran
al Fondo y que varíe el porcentaje
de las contribuciones.
15. Las Naciones Unidas (2003b)
no facilitan desglose alguno de
la aportación de cada donante
a los 16.000 millones de dólares
adicionales. No se puede
suponer que esa suma se va a
distribuir según los parámetros
existentes. En efecto, algunos
donantes aumentarán su ayuda
al desarrollo más que otros.
Una vez más, estas suposiciones
tienen sólo carácter de
ilustración.