Educación para todos: el imperativo de la calidad - unesdoc - Unesco
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5 0 184 / CAPÍTULO 4 0 2 Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo Recuadro 4.13. Los maestros de primaria en Sierra Leona Al terminarse en 2001 una guerra civil que había durado 11 años y efectuarse cambios importantes en el sistema educativo, como la supresión de los costos de escolaridad y la generalización de los restaurantes escolares, se produjo un considerable aumento de la matrícula de primaria. El número de alumnos se triplicó en menos de cuatro años, mientras que las restricciones presupuestarias hicieron que la proporción de alumnos por docente (de plantilla) pasara de 32/1 en 1992 a 72/1 en 2003. Una consecuencia es que cerca del 20% de los maestros de primaria de las escuelas públicas no figuran en la plantilla. En efecto, muchos son “voluntarios” o maestros “comunitarios” con poca o ninguna formación profesional, que reciben de la escuela respectiva una remuneración mínima. Con frecuencia, en las zonas rurales alejadas representan más de la mitad de los maestros de las escuelas públicas de enseñanza primaria. El número excesivo de alumnos por aula, combinado con la falta de equipo básico y material didáctico, ha tenido como consecuencia la baja calidad de la enseñanza primaria. Si bien los sueldos de los docentes son más o menos comparables con los de profesiones equivalentes del sector público, la mayoría de los maestros viven en la pobreza. A finales de 2003 el sueldo medio (más los subsidios) de un maestro era de 50 dólares mensuales. Los maestros “comunitarios” de las escuelas públicas ganaban mucho menos. También se han creado escuelas comunitarias, pero la población rural es demasiado pobre para aportar lo suficiente a su mantenimiento. En muchas de ellas la comunidad paga a los maestros en especie, trabajando en sus granjas. Su baja remuneración, con frecuencia sin periodicidad alguna, suscita graves interrogantes sobre la viabilidad de las escuelas comunitarias. Los maestros están cada vez más desmoralizados. En su gran mayoría abandonarían la profesión si pudieran hacerlo. Por lo general deben sostener a una familia de cuatro o cinco personas con un sueldo inferior a 2 dólares diarios. Incluso un maestro calificado sólo gana la cuarta parte del ingreso mínimo necesario para mantener un hogar de cuatro personas. En términos reales, los sueldos han disminuido desde mediados de los años noventa en más del 50%, mientras que ha aumentado considerablemente el volumen de trabajo, sobre todo para los maestros de los primeros cursos. Al bajo sueldo se agrega el retraso en el pago. Además son muy deficientes las condiciones de vivienda tanto en las zonas urbanas como en las rurales. Muchos maestros de escuelas urbanas tienen que recorrer grandes distancias hasta el lugar de trabajo. Sin embargo, todos desean trabajar en las zonas urbanas porque pueden tener ingresos complementarios gracias a clases privadas y otras actividades. Esta práctica tiende a minar el sentido de responsabilidad. En efecto, se ha señalado que algunos docentes no enseñan deliberadamente todo el programa para obligar a los alumnos a recibir clases privadas. Incluso en las escuelas rurales las “clases complementarias” al término de la jornada escolar son la norma para los grados 5° y 6°. Pero su costo, complemento del sueldo del maestro, representa una carga considerable para los hogares pobres y contribuye a aumentar la tasa de deserción escolar. La generalización de la pobreza en las zonas rurales hace que no sea fácil para los maestros aumentar sus ingresos con clases privadas. Es normal que vendan pasteles y caramelos durante el recreo y con frecuencia los alumnos trabajan en sus granjas. En algunas escuelas esta actividad forma parte del horario escolar. Pese a su creciente desmoralización, parece que el índice general de absentismo de los docentes ha disminuido en los últimos años: era de cerca del 20% a finales de 2001, cuando gran parte del país se estaba pacificando, y en la actualidad tal vez sea sólo la mitad. No existe información fiable sobre el nivel o las tendencias de desgaste de los maestros, pero el Plan nacional de acción de Educación para Todos señala una “alta movilidad” de los docentes. Dadas las limitadas oportunidades de educación terciaria, muchos estudiantes optan por cursos de formación pedagógica, teniendo poca o ninguna intención de escoger la docencia como profesión para toda la vida. Fuente: Bennett (2004). 52. Los orígenes de esta diferencia se remontan al periodo colonial. Según las políticas coloniales de Francia, el único idioma de enseñanza era el francés, las escuelas eran instituciones laicas y los docentes percibían el mismo sueldo que sus homólogos metropolitanos. En los países sometidos al imperio británico, las escuelas religiosas formaban parte integrante del sistema educativo y recibían subsidios oficiales. Por otra parte, no había equivalencia alguna entre los sueldos locales y los de Gran Bretaña. Por lo tanto, las colonias británicas tenían más escuelas primarias que las francesas, y a menor costo (véase Cogneau, 2003). resultado natural del aumento global de personas educadas y formadas: ha disminuido la insuficiencia relativa de personas aptas para ejercer la profesión. Asimismo, los avances hacia la generalización de la educación han limitado la capacidad de los gobiernos de aumentar periódicamente el promedio de sueldos. En el Cuadro 4.10 se muestra la tendencia de los sueldos medios de los maestros de primaria en los países en desarrollo entre 1975 y 2000, en relación con el PNB por habitante. Al inicio de ese periodo eran seis veces más elevados que el PNB por habitante, pero a comienzos del siglo la proporción había disminuido en casi la mitad. Esta reducción fue muy acentuada en África, sobre todo en los países de habla francesa y en el Sahel, donde la proporción pasó a ser aproximadamente un tercio del nivel anterior. No deja de ser significativo que la cobertura de los sistemas de educación primaria sigue siendo baja en los países donde la proporción mantenida en los sueldos es más elevada. 52 La comparación con el PNB por habitante constituye sólo una aproximación para comprender en qué medida los docentes se sienten más pobres
POLÍTICAS PARA MEJORAR LA CALIDAD / 185 Gráfico 4.2: Índice de los sueldos reales de los docentes de primaria y secundaria —lengua y matemáticas— en algunos países (1998 o último año disponible; índice 1990=100) 200 175 Países de ingresos altos Países de ingresos medios altos Países de ingresos medios bajos Países de ingresos bajos Índice de los sueldos reales de los docentes de primaria 150 125 100 75 50 25 Austria 1 Bermudas 2 Chipre Finlandia Italia 2, a Japón 1 Bahrein 2 Barbados 2 R de Corea Belice El Salvador Tailandia Honduras Myanmar R Centroafricana Zambia 200 Países de ingresos altos Países de ingresos medios altos Países de ingresos medios bajos Países de ingresos bajos 175 Índice de los sueldos reales de los docentes de secundaria 150 125 100 75 50 25 Bermudas Chipre Finlandia 3 Italia a Singapur Barbados Bahrein Mauricio R de Corea Venezuela Belice El Salvador Filipinas Tailandia a Honduras 3 R Centroafricana a Chad b Myanmar 1. Datos relativos a la educación primaria exclusivamente. 2. Datos relativos a la educación preprimaria y primaria. 3. Profesores de matemáticas exclusivamente. a. Índice (1991=100). b. Índice (1992=100). Fuente: OIT (2000). o más ricos de lo que eran. También es importante determinar si a lo largo de los años han aumentado o disminuido los sueldos de los docentes. El Gráfico 4.2 muestra que en un grupo de países de ingresos medios y elevados, para los que se dispone de datos, los docentes ganaron más en términos reales durante los años 90 53 . En los países de bajos ingresos se produjo una reducción de sueldos en términos reales, en algunos casos más del 20%. Los datos correspondientes a 1998-2001 muestran que esa tendencia continuó con una disminución importante de los sueldos reales en Indonesia, Filipinas, Túnez, Uruguay, Chile, Argentina, Senegal y la República Unida de Tanzania. 54 En gran parte de África los ingresos de los docentes en 2000 fueron en términos reales inferiores a los de 1970. Las cifras recientes son con frecuencia la última manifestación de esa reducción. 55 53. Sin embargo, en términos relativos entre 1994 y 2001 disminuyeron los sueldos de los docentes en catorce de los diecinueve países de la OCDE sobre los que se dispone de datos (véase OCDE, 2004e, pág. 4). 54. Los datos correspondientes a los primeros seis países figuran en Siniscalco (2004, Gráfico 7) y los de Senegal y Tanzania relativos al decenio 1991-2000, en Lambert (2004, Cuadro 3). 55. Véanse Lambert (2004, Cuadro 3) y Colclough (1997 y 1991).
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Informe <strong>de</strong> Seguimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>Educación</strong> <strong>para</strong> Todos en <strong>el</strong> Mundo<br />
Recuadro 4.13. Los maestros <strong>de</strong> primaria en Sierra Leona<br />
Al terminarse en 2001 una guerra civil que había durado 11 años<br />
y efectuarse cambios importantes en <strong>el</strong> sistema educativo,<br />
como <strong>la</strong> supresión <strong>de</strong> los costos <strong>de</strong> esco<strong>la</strong>ridad y <strong>la</strong> generalización<br />
<strong>de</strong> los restaurantes esco<strong>la</strong>res, se produjo un consi<strong>de</strong>rable<br />
aumento <strong>de</strong> <strong>la</strong> matrícu<strong>la</strong> <strong>de</strong> primaria. El número <strong>de</strong> alumnos<br />
se triplicó en menos <strong>de</strong> cuatro años, mientras que <strong>la</strong>s<br />
restricciones presupuestarias hicieron que <strong>la</strong> proporción<br />
<strong>de</strong> alumnos por docente (<strong>de</strong> p<strong>la</strong>ntil<strong>la</strong>) pasara <strong>de</strong> 32/1 en 1992<br />
a 72/1 en 2003. Una consecuencia es que cerca d<strong>el</strong> 20% <strong>de</strong><br />
los maestros <strong>de</strong> primaria <strong>de</strong> <strong>la</strong>s escu<strong>el</strong>as públicas no figuran<br />
en <strong>la</strong> p<strong>la</strong>ntil<strong>la</strong>. En efecto, muchos son “voluntarios” o maestros<br />
“comunitarios” con poca o ninguna formación profesional, que<br />
reciben <strong>de</strong> <strong>la</strong> escu<strong>el</strong>a respectiva una remuneración mínima. Con<br />
frecuencia, en <strong>la</strong>s zonas rurales alejadas representan más <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong> mitad <strong>de</strong> los maestros <strong>de</strong> <strong>la</strong>s escu<strong>el</strong>as públicas <strong>de</strong> enseñanza<br />
primaria. El número excesivo <strong>de</strong> alumnos por au<strong>la</strong>, combinado<br />
con <strong>la</strong> falta <strong>de</strong> equipo básico y material didáctico, ha tenido<br />
como consecuencia <strong>la</strong> baja <strong>calidad</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> enseñanza primaria.<br />
Si bien los su<strong>el</strong>dos <strong>de</strong> los docentes son más o menos<br />
com<strong>para</strong>bles con los <strong>de</strong> profesiones equivalentes d<strong>el</strong> sector<br />
público, <strong>la</strong> mayoría <strong>de</strong> los maestros viven en <strong>la</strong> pobreza.<br />
A finales <strong>de</strong> 2003 <strong>el</strong> su<strong>el</strong>do medio (más los subsidios) <strong>de</strong><br />
un maestro era <strong>de</strong> 50 dó<strong>la</strong>res mensuales. Los maestros<br />
“comunitarios” <strong>de</strong> <strong>la</strong>s escu<strong>el</strong>as públicas ganaban mucho<br />
menos. También se han creado escu<strong>el</strong>as comunitarias,<br />
pero <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción rural es <strong>de</strong>masiado pobre <strong>para</strong> aportar<br />
lo suficiente a su mantenimiento. En muchas <strong>de</strong> <strong>el</strong><strong>la</strong>s <strong>la</strong><br />
comunidad paga a los maestros en especie, trabajando<br />
en sus granjas. Su baja remuneración, con frecuencia sin<br />
periodicidad alguna, suscita graves interrogantes sobre<br />
<strong>la</strong> viabilidad <strong>de</strong> <strong>la</strong>s escu<strong>el</strong>as comunitarias.<br />
Los maestros están cada vez más <strong>de</strong>smoralizados. En su<br />
gran mayoría abandonarían <strong>la</strong> profesión si pudieran hacerlo.<br />
Por lo general <strong>de</strong>ben sostener a una familia <strong>de</strong> cuatro o cinco<br />
personas con un su<strong>el</strong>do inferior a 2 dó<strong>la</strong>res diarios. Incluso<br />
un maestro calificado sólo gana <strong>la</strong> cuarta parte d<strong>el</strong> ingreso<br />
mínimo necesario <strong>para</strong> mantener un hogar <strong>de</strong> cuatro personas.<br />
En términos reales, los su<strong>el</strong>dos han disminuido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mediados<br />
<strong>de</strong> los años noventa en más d<strong>el</strong> 50%, mientras que ha<br />
aumentado consi<strong>de</strong>rablemente <strong>el</strong> volumen <strong>de</strong> trabajo, sobre<br />
todo <strong>para</strong> los maestros <strong>de</strong> los primeros cursos.<br />
Al bajo su<strong>el</strong>do se agrega <strong>el</strong> retraso en <strong>el</strong> pago. A<strong>de</strong>más son<br />
muy <strong>de</strong>ficientes <strong>la</strong>s condiciones <strong>de</strong> vivienda tanto en <strong>la</strong>s zonas<br />
urbanas como en <strong>la</strong>s rurales. Muchos maestros <strong>de</strong> escu<strong>el</strong>as<br />
urbanas tienen que recorrer gran<strong>de</strong>s distancias hasta <strong>el</strong> lugar<br />
<strong>de</strong> trabajo. Sin embargo, <strong>todos</strong> <strong>de</strong>sean trabajar en <strong>la</strong>s zonas<br />
urbanas porque pue<strong>de</strong>n tener ingresos complementarios<br />
gracias a c<strong>la</strong>ses privadas y otras activida<strong>de</strong>s. Esta práctica<br />
tien<strong>de</strong> a minar <strong>el</strong> sentido <strong>de</strong> responsabilidad. En efecto, se ha<br />
seña<strong>la</strong>do que algunos docentes no enseñan d<strong>el</strong>iberadamente<br />
todo <strong>el</strong> programa <strong>para</strong> obligar a los alumnos a recibir c<strong>la</strong>ses<br />
privadas. Incluso en <strong>la</strong>s escu<strong>el</strong>as rurales <strong>la</strong>s “c<strong>la</strong>ses<br />
complementarias” al término <strong>de</strong> <strong>la</strong> jornada esco<strong>la</strong>r son <strong>la</strong><br />
norma <strong>para</strong> los grados 5° y 6°. Pero su costo, complemento<br />
d<strong>el</strong> su<strong>el</strong>do d<strong>el</strong> maestro, representa una carga consi<strong>de</strong>rable<br />
<strong>para</strong> los hogares pobres y contribuye a aumentar <strong>la</strong> tasa <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>serción esco<strong>la</strong>r.<br />
La generalización <strong>de</strong> <strong>la</strong> pobreza en <strong>la</strong>s zonas rurales hace<br />
que no sea fácil <strong>para</strong> los maestros aumentar sus ingresos<br />
con c<strong>la</strong>ses privadas. Es normal que vendan past<strong>el</strong>es y<br />
caram<strong>el</strong>os durante <strong>el</strong> recreo y con frecuencia los alumnos<br />
trabajan en sus granjas. En algunas escu<strong>el</strong>as esta actividad<br />
forma parte d<strong>el</strong> horario esco<strong>la</strong>r.<br />
Pese a su creciente <strong>de</strong>smoralización, parece que <strong>el</strong> índice<br />
general <strong>de</strong> absentismo <strong>de</strong> los docentes ha disminuido en los<br />
últimos años: era <strong>de</strong> cerca d<strong>el</strong> 20% a finales <strong>de</strong> 2001, cuando<br />
gran parte d<strong>el</strong> país se estaba pacificando, y en <strong>la</strong> actualidad<br />
tal vez sea sólo <strong>la</strong> mitad. No existe información fiable sobre <strong>el</strong><br />
niv<strong>el</strong> o <strong>la</strong>s ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> <strong>de</strong>sgaste <strong>de</strong> los maestros, pero <strong>el</strong> P<strong>la</strong>n<br />
nacional <strong>de</strong> acción <strong>de</strong> <strong>Educación</strong> <strong>para</strong> Todos seña<strong>la</strong> una “alta<br />
movilidad” <strong>de</strong> los docentes. Dadas <strong>la</strong>s limitadas oportunida<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> educación terciaria, muchos estudiantes optan por cursos<br />
<strong>de</strong> formación pedagógica, teniendo poca o ninguna intención<br />
<strong>de</strong> escoger <strong>la</strong> docencia como profesión <strong>para</strong> toda <strong>la</strong> vida.<br />
Fuente: Bennett (2004).<br />
52. Los orígenes <strong>de</strong> esta<br />
diferencia se remontan al<br />
periodo colonial. Según <strong>la</strong>s<br />
políticas coloniales <strong>de</strong><br />
Francia, <strong>el</strong> único idioma <strong>de</strong><br />
enseñanza era <strong>el</strong> francés, <strong>la</strong>s<br />
escu<strong>el</strong>as eran instituciones<br />
<strong>la</strong>icas y los docentes percibían<br />
<strong>el</strong> mismo su<strong>el</strong>do que sus<br />
homólogos metropolitanos.<br />
En los países sometidos al<br />
imperio británico, <strong>la</strong>s escu<strong>el</strong>as<br />
r<strong>el</strong>igiosas formaban parte<br />
integrante d<strong>el</strong> sistema<br />
educativo y recibían subsidios<br />
oficiales. Por otra parte, no<br />
había equivalencia alguna<br />
entre los su<strong>el</strong>dos locales y los<br />
<strong>de</strong> Gran Bretaña. Por lo tanto,<br />
<strong>la</strong>s colonias británicas tenían<br />
más escu<strong>el</strong>as primarias que<br />
<strong>la</strong>s francesas, y a menor costo<br />
(véase Cogneau, 2003).<br />
resultado natural d<strong>el</strong> aumento global <strong>de</strong><br />
personas educadas y formadas: ha disminuido <strong>la</strong><br />
insuficiencia r<strong>el</strong>ativa <strong>de</strong> personas aptas <strong>para</strong><br />
ejercer <strong>la</strong> profesión. Asimismo, los avances hacia<br />
<strong>la</strong> generalización <strong>de</strong> <strong>la</strong> educación han limitado <strong>la</strong><br />
capacidad <strong>de</strong> los gobiernos <strong>de</strong> aumentar periódicamente<br />
<strong>el</strong> promedio <strong>de</strong> su<strong>el</strong>dos. En <strong>el</strong><br />
Cuadro 4.10 se muestra <strong>la</strong> ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los<br />
su<strong>el</strong>dos medios <strong>de</strong> los maestros <strong>de</strong> primaria en<br />
los países en <strong>de</strong>sarrollo entre 1975 y 2000, en<br />
r<strong>el</strong>ación con <strong>el</strong> PNB por habitante. Al inicio <strong>de</strong><br />
ese periodo eran seis veces más <strong>el</strong>evados que <strong>el</strong><br />
PNB por habitante, pero a comienzos d<strong>el</strong> siglo <strong>la</strong><br />
proporción había disminuido en casi <strong>la</strong> mitad.<br />
Esta reducción fue muy acentuada en África,<br />
sobre todo en los países <strong>de</strong> hab<strong>la</strong> francesa y en<br />
<strong>el</strong> Sah<strong>el</strong>, don<strong>de</strong> <strong>la</strong> proporción pasó a ser aproximadamente<br />
un tercio d<strong>el</strong> niv<strong>el</strong> anterior. No <strong>de</strong>ja<br />
<strong>de</strong> ser significativo que <strong>la</strong> cobertura <strong>de</strong> los<br />
sistemas <strong>de</strong> educación primaria sigue siendo<br />
baja en los países don<strong>de</strong> <strong>la</strong> proporción<br />
mantenida en los su<strong>el</strong>dos es más <strong>el</strong>evada. 52<br />
La com<strong>para</strong>ción con <strong>el</strong> PNB por habitante constituye<br />
sólo una aproximación <strong>para</strong> compren<strong>de</strong>r en<br />
qué medida los docentes se sienten más pobres