Educación para todos: el imperativo de la calidad - unesdoc - Unesco

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5 0 160 / CAPÍTULO 4 0 2 Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo Es esencial el papel del gobierno como el protagonista más indicado para trascender las realidades e intereses de corto plazo e invertir en la calidad de la educación. 1. Véase en el Capítulo 3 la sección sobre las evaluaciones nacionales e internacionales de las competencias cognitivas. 2. Véase, por ejemplo, la Declaración sobre la Educación para Todos, adoptada en la Consulta de las ONG, Dakar, 25 de abril de 2000. (www.unesco.org/education/ efa/wef_2000/cov_ngo_decla ration.shtml). 3. Véase el Cuadro 2.3 del Capítulo 2: Todos los países ambiciosos, a excepción de Sudáfrica con el 5,8%, están por debajo de este índice que varía entre 1,3% del PIB en Sri Lanka y 4,2% en Brasil. De los países de alto rendimiento Cuba y Finlandia están por encima con el 8,7 y 6,4% respectivamente, mientras que Canadá con el 5,3% y la República de Corea con el 3,6% invierten por debajo del umbral mínimo. Definir un marco de políticas Hay innumerables motivos para seguir invirtiendo en el mejoramiento de la calidad de la educación. Sin embargo, no es una inversión fácil para quienes pueden obtener los mayores beneficios. En efecto, los pobres ya pagan sumas elevadas por una educación de sus hijos cuyos beneficios sólo verán mucho más tarde. Por lo demás, como muchos de los beneficios que conlleva una educación básica de calidad son amplios y generales, es difícil movilizar recursos privados significativos para mejorar la calidad. Es esencial, por lo tanto, el papel del gobierno como el protagonista más indicado para trascender las realidades e intereses de corto plazo e invertir en calidad. Se ha preconizado que los gobiernos inviertan en educación por lo menos el 6% del PIB (UNESCO, 1996). Aunque este índice no representa de por sí una garantía de calidad, la idea de fijar un punto de referencia tiene considerable valor político 2 y lograr ese objetivo elevaría en muchos países el índice de los recursos disponibles. 3 Desde luego, en cada país existe un umbral mínimo de gasto público que es preciso respetar para que no se vea afectada la calidad de la educación. Sin embargo, en el presente Informe no se confirma ninguna norma práctica más general para las inversiones a nivel macroeconómico (para una visión macroeconómica del gasto público en educación, véanse en el Capítulo 3 el Gráfico 3.27 y el Gráfico 3.29 sobre gasto y rendimiento). Como se señala en el Capítulo 2, no hay una relación directa entre inversión y calidad, medida en términos de rendimiento. Además, existen muchos otros factores que afectan al nivel de inversión, por ejemplo, la cuantía del PIB, la demografía y la inversión pública en otros sectores sociales. Si la producción económica es baja y los niños constituyen una parte significativa de la población, podría ser necesario aumentar la proporción del PIB destinada a la educación. Si el sistema de salud es muy deficiente, será difícil determinar la asignación de recursos entre los distintos sectores sociales. Esas opciones deberán estar informadas por la idea de que una buena educación puede contribuir a superar problemas más amplios de carácter social y económico, por ejemplo un sistema deficiente de salud y nutrición, los conflictos y el VIH/SIDA. No obstante, con los actuales niveles de inversión, incluidos los países muy dependientes de ayuda, los gobiernos y partes interesadas pueden adoptar decisiones importantes para mejorar la calidad. Esas opciones constituyen el núcleo del presente capítulo, que examina lo que pueden hacer los gobiernos para crear mejores condiciones de aprendizaje sin perder de vista las limitaciones presupuestarias. Tomando como base lo expuesto en el Capítulo 2 sobre lo que determina la calidad y utilizando la experiencia de los países que han avanzado de manera considerable, se examinan las opciones políticas clave en los distintos niveles del sistema educativo, a sabiendas de que la calidad es el objetivo. Reconociendo la importancia de las circunstancias específicas y utilizando los argumentos expuestos más arriba, este capítulo está orientado por un marco (Gráfico 4.1) destinado a mejorar la calidad del proceso didáctico. Este modelo reorganiza las cinco dimensiones del marco heurístico del Capítulo 1 (contexto, características de los educandos, enseñanza y aprendizaje, aportes materiales y humanos y resultados) y presenta una estructura holística y más sistemática de análisis. Mientras que en el Capítulo 2 se examinan varios indicadores de los elementos que determinan la calidad, éste se centra en lo que pueden hacer los distintos protagonistas de la educación para mejorarla realmente. El marco en cuestión coloca al educando en el centro del proceso didáctico, destacando que desde un principio las políticas deberán reconocer sus diversas características, circunstancias y necesidades de aprendizaje. Este énfasis es importante para fijar los objetivos de una mejor calidad y definir las estrategias necesarias para lograrla. Así, el punto de partida de este capítulo es el papel central del educando, que lleva a examinar cómo la enseñanza y el aprendizaje en el aula pueden atender verdaderamente a sus necesidades, gracias a la elaboración de los planes de estudio y su aplicación. El anillo del Gráfico 4.1 abarca además los resultados (competencias y valores) previstos en los objetivos de los planes de estudio y logrados en el proceso didáctico. Fuera del aula, hay muchas formas de crear un entorno facilitador del aprendizaje. Mejores docentes, mejores escuelas y una buena infraestructura de

POLÍTICAS PARA MEJORAR LA CALIDAD / 161 conocimientos pueden contribuir de manera considerable a la calidad de la educación. Por último, dentro de este marco figuran una política del sector de educación coherente y las reformas que los gobiernos podrían llevar a cabo a nivel nacional. Así pues, este capítulo se centra esencialmente en los protagonistas: el educando, el docente, elder o administrador escolar, el especialista y el encargado de elaborar decisiones. El modo de análisis difiere del de los capítulos anteriores por cuanto se basa en parte en las enseñanzas sacadas de la experiencia, valiéndose de iniciativas que han tenido éxito o no y aceptando que la relación de causalidad suele ser menos clara que en los análisis basados sobre todo en datos cuantitativos. Este capítulo no pretende ser exhaustivo. Busca lo alcanzable y no lo ideal. Examina la manera de fijar las prioridades, ya difícil de por sí, y está centrado primordial, pero no exclusivamente, en la enseñanza formal. Gráfico 4.1: Marco de política para mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje Infraestructura de los conocimientos Política del sector de educación Entorno facilitador Enseñanza El educando Aprendizaje Recursos humanos y materiales Gestión y buen gobierno de las escuelas Empezar por el educando ““La calidad de la educación es y debe ser el centro de la EPT” (UNESCO, 2000a). Siendo esto así, el educando es el elemento central de todo proyecto destinado a mejorar la calidad de la educación. Aunque esto parezca obvio, no siempre se refleja en la práctica. Todas las actividades encaminadas a obtener buenos resultados deberían partir del principio de que los educandos son personas que tienen diferentes aptitudes y estilos de aprendizaje, además de ciertos atributos personales en los que influyen su hogar y sus antecedentes sociales (Lubart, 2004). Por consiguiente, las estrategias para mejorar la calidad deberían valerse del talento, los conocimientos, los intereses y la capacidad del educando. Como se destacaba en la edición anterior de este Informe al examinar la igualdad entre los sexos, no se puede tratar a los educandos como unidades normalizadas de un proceso uniforme. La educación deberá ser integradora, atender a las diversas necesidades y circunstancias del educando y dar el debido peso a la capacidad, la competencia y el saber que aportan al proceso didáctico. El Marco de Acción de Dakar explica que un entorno integrador de aprendizaje es un atributo esencial de una educación de buena calidad. 4 En este contexto es importante exponer brevemente las condiciones en que viven millones de niños. En el África Subsahariana más de 11 millones de niños menores de 15 años han perdido por lo menos a uno de sus progenitores a causa del SIDA. Se prevé que esta cifra puede elevarse a 20 millones en 2010 (ONUSIDA/UNICEF, 2003). 5 Sus posibilidades de aprendizaje se ven considerablemente mermadas por la necesidad de cuidar a los miembros de la familia enfermos o más jóvenes, por la disminución de los ingresos del hogar, por el peso que representan la orfandad y el dolor, y por el estigma y la discriminación que puede conllevar el SIDA. Se estima que en el mundo hay unos 150 millones de niños con discapacidades, de los cuales no va a la escuela ni siquiera el 2%. Esta es una categoría diferente que abarca discapacidades intelectuales, físicas, sensoriales y psíquicas (Disability Awareness in Action, 2004). Según una encuesta reciente en diez países afectados por conflictos o recién salidos de ellos, hay más de 27 millones de niños y jóvenes, incluidos los refugiados y las personas desplazadas dentro del propio país, que no tienen acceso a la educación formal. (Comisión de El Marco de Acción de Dakar explica que un entorno integrador de aprendizaje es atributo esencial de una educación de buena calidad. 4. Véase la estrategia viii: Crear un entorno educativo seguro, sano, integrador y dotado de recursos distribuidos de modo equitativo, a fin de favorecer la excelencia del aprendizaje y niveles bien definidos de resultados para todos (UNESCO, 2000a). 5. El número de huérfanos varía según la metodología utilizada en las estadísticas.

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conocimientos pue<strong>de</strong>n contribuir <strong>de</strong> manera<br />

consi<strong>de</strong>rable a <strong>la</strong> <strong>calidad</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> educación.<br />

Por último, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> este marco figuran una<br />

política d<strong>el</strong> sector <strong>de</strong> educación coherente y<br />

<strong>la</strong>s reformas que los gobiernos podrían llevar<br />

a cabo a niv<strong>el</strong> nacional.<br />

Así pues, este capítulo se centra esencialmente<br />

en los protagonistas: <strong>el</strong> educando, <strong>el</strong> docente,<br />

<strong>el</strong> lí<strong>de</strong>r o administrador esco<strong>la</strong>r, <strong>el</strong> especialista<br />

y <strong>el</strong> encargado <strong>de</strong> <strong>el</strong>aborar <strong>de</strong>cisiones. El modo<br />

<strong>de</strong> análisis difiere d<strong>el</strong> <strong>de</strong> los capítulos anteriores<br />

por cuanto se basa en parte en <strong>la</strong>s enseñanzas<br />

sacadas <strong>de</strong> <strong>la</strong> experiencia, valiéndose <strong>de</strong> iniciativas<br />

que han tenido éxito o no y aceptando que<br />

<strong>la</strong> r<strong>el</strong>ación <strong>de</strong> causalidad su<strong>el</strong>e ser menos c<strong>la</strong>ra<br />

que en los análisis basados sobre todo en datos<br />

cuantitativos. Este capítulo no preten<strong>de</strong> ser<br />

exhaustivo. Busca lo alcanzable y no lo i<strong>de</strong>al.<br />

Examina <strong>la</strong> manera <strong>de</strong> fijar <strong>la</strong>s priorida<strong>de</strong>s,<br />

ya difícil <strong>de</strong> por sí, y está centrado primordial,<br />

pero no exclusivamente, en <strong>la</strong> enseñanza formal.<br />

Gráfico 4.1: Marco <strong>de</strong> política <strong>para</strong> mejorar <strong>la</strong> <strong>calidad</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> enseñanza<br />

y <strong>el</strong> aprendizaje<br />

Infraestructura<br />

<strong>de</strong> los<br />

conocimientos<br />

Política d<strong>el</strong> sector <strong>de</strong> educación<br />

Entorno<br />

facilitador<br />

Enseñanza<br />

El<br />

educando<br />

Aprendizaje<br />

Recursos<br />

humanos<br />

y materiales<br />

Gestión y buen<br />

gobierno <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong>s escu<strong>el</strong>as<br />

Empezar por <strong>el</strong> educando<br />

““La <strong>calidad</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> educación es y <strong>de</strong>be ser <strong>el</strong><br />

centro <strong>de</strong> <strong>la</strong> EPT” (UNESCO, 2000a). Siendo esto<br />

así, <strong>el</strong> educando es <strong>el</strong> <strong>el</strong>emento central <strong>de</strong> todo<br />

proyecto <strong>de</strong>stinado a mejorar <strong>la</strong> <strong>calidad</strong> <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> educación. Aunque esto parezca obvio, no<br />

siempre se refleja en <strong>la</strong> práctica. Todas <strong>la</strong>s<br />

activida<strong>de</strong>s encaminadas a obtener buenos<br />

resultados <strong>de</strong>berían partir d<strong>el</strong> principio <strong>de</strong><br />

que los educandos son personas que tienen<br />

diferentes aptitu<strong>de</strong>s y estilos <strong>de</strong> aprendizaje,<br />

a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ciertos atributos personales en los<br />

que influyen su hogar y sus antece<strong>de</strong>ntes<br />

sociales (Lubart, 2004).<br />

Por consiguiente, <strong>la</strong>s estrategias <strong>para</strong> mejorar<br />

<strong>la</strong> <strong>calidad</strong> <strong>de</strong>berían valerse d<strong>el</strong> talento, los<br />

conocimientos, los intereses y <strong>la</strong> capacidad<br />

d<strong>el</strong> educando. Como se <strong>de</strong>stacaba en <strong>la</strong> edición<br />

anterior <strong>de</strong> este Informe al examinar <strong>la</strong> igualdad<br />

entre los sexos, no se pue<strong>de</strong> tratar a los<br />

educandos como unida<strong>de</strong>s normalizadas <strong>de</strong><br />

un proceso uniforme. La educación <strong>de</strong>berá ser<br />

integradora, aten<strong>de</strong>r a <strong>la</strong>s diversas necesida<strong>de</strong>s<br />

y circunstancias d<strong>el</strong> educando y dar <strong>el</strong> <strong>de</strong>bido<br />

peso a <strong>la</strong> capacidad, <strong>la</strong> competencia y <strong>el</strong> saber<br />

que aportan al proceso didáctico. El Marco <strong>de</strong><br />

Acción <strong>de</strong> Dakar explica que un entorno<br />

integrador <strong>de</strong> aprendizaje es un atributo esencial<br />

<strong>de</strong> una educación <strong>de</strong> buena <strong>calidad</strong>. 4<br />

En este contexto es importante exponer<br />

brevemente <strong>la</strong>s condiciones en que viven<br />

millones <strong>de</strong> niños.<br />

En <strong>el</strong> África Subsahariana más <strong>de</strong> 11 millones<br />

<strong>de</strong> niños menores <strong>de</strong> 15 años han perdido por lo<br />

menos a uno <strong>de</strong> sus progenitores a causa d<strong>el</strong><br />

SIDA. Se prevé que esta cifra pue<strong>de</strong> <strong>el</strong>evarse a<br />

20 millones en 2010 (ONUSIDA/UNICEF, 2003). 5<br />

Sus posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> aprendizaje se ven consi<strong>de</strong>rablemente<br />

mermadas por <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong><br />

cuidar a los miembros <strong>de</strong> <strong>la</strong> familia enfermos o<br />

más jóvenes, por <strong>la</strong> disminución <strong>de</strong> los ingresos<br />

d<strong>el</strong> hogar, por <strong>el</strong> peso que representan <strong>la</strong><br />

orfandad y <strong>el</strong> dolor, y por <strong>el</strong> estigma y <strong>la</strong> discriminación<br />

que pue<strong>de</strong> conllevar <strong>el</strong> SIDA.<br />

Se estima que en <strong>el</strong> mundo hay unos<br />

150 millones <strong>de</strong> niños con discapacida<strong>de</strong>s, <strong>de</strong><br />

los cuales no va a <strong>la</strong> escu<strong>el</strong>a ni siquiera <strong>el</strong> 2%.<br />

Esta es una categoría diferente que abarca<br />

discapacida<strong>de</strong>s int<strong>el</strong>ectuales, físicas, sensoriales<br />

y psíquicas (Disability Awareness in Action, 2004).<br />

Según una encuesta reciente en diez países<br />

afectados por conflictos o recién salidos <strong>de</strong> <strong>el</strong>los,<br />

hay más <strong>de</strong> 27 millones <strong>de</strong> niños y jóvenes,<br />

incluidos los refugiados y <strong>la</strong>s personas <strong>de</strong>sp<strong>la</strong>zadas<br />

<strong>de</strong>ntro d<strong>el</strong> propio país, que no tienen<br />

acceso a <strong>la</strong> educación formal. (Comisión <strong>de</strong><br />

El Marco <strong>de</strong> Acción<br />

<strong>de</strong> Dakar explica<br />

que un entorno<br />

integrador <strong>de</strong><br />

aprendizaje es<br />

atributo esencial<br />

<strong>de</strong> una educación<br />

<strong>de</strong> buena <strong>calidad</strong>.<br />

4. Véase <strong>la</strong> estrategia viii:<br />

Crear un entorno educativo<br />

seguro, sano, integrador y<br />

dotado <strong>de</strong> recursos distribuidos<br />

<strong>de</strong> modo equitativo, a fin <strong>de</strong><br />

favorecer <strong>la</strong> exc<strong>el</strong>encia d<strong>el</strong><br />

aprendizaje y niv<strong>el</strong>es bien<br />

<strong>de</strong>finidos <strong>de</strong> resultados <strong>para</strong><br />

<strong>todos</strong> (UNESCO, 2000a).<br />

5. El número <strong>de</strong> huérfanos<br />

varía según <strong>la</strong> metodología<br />

utilizada en <strong>la</strong>s estadísticas.

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