Los Perros del Collar Rojo, en la lucha contra la rabia La campaña ...

Se cree que la rabia fue introducida por
el perro de un pescador que llegaba
de la isla vecina de Flores, donde el
gobierno había matado cientos de
miles de perros en un intento fallido por
controlar la rabia.
El gobierno de Bali no había tenido que
responder anteriormente a un brote de
rabia y su respuesta inicial consistió en
matar miles de perros, creyendo que
erradicando los perros erradicarían
también la enfermedad.
Más de 130.000 perros muertos por
envenenamiento con estricnina, los
cuales sufrieron un profundo dolor
por muchos minutos y, en algunos
casos terribles, por más de una hora,
mientras que el veneno los paralizaba y
los mataba.
Pero la matanza no funcionó. Para
marzo de 2011, el número de casos de
rabia había aumentado: cerca de 60
casos en humanos y aproximadamente
200 en perros fueron confirmados por
análisis de laboratorio.
En respuesta a esta gran matanza
de perros, trágica e
innecesaria, la WSPA
y la Asociación de
Bienestar Animal de Bali
(BAWA, por sus siglas
en inglés) trabajaron
en conjunto para
convencer al gobierno
de que les permitiera
demostrar lo que la
ciencia confirma: la
vacunación funciona y
es la solución.
El gobierno,
desesperado por
eliminar la rabia de
la isla y convencido
por los argumentos,
permitió llevar a cabo
un programa de
vacunación masiva de
perros en Gianyar, una de las nueve
provincias de Bali.
El programa local de vacunación
fue un éxito, mostrando resultados
suficientemente convincentes para
que el gobierno se pusiera de acuerdo
con la WSPA, la BAWA y otros
colaboradores para vacunar perros a lo
largo de la isla.
Los resultados en toda la isla fueron
increíbles: en menos de seis meses
210.000 perros fueron vacunamos,
con una gran disminución del 48 por
ciento en el número de casos de rabia
humana y del 45 por ciento en la
cantidad de casos de rabia canina.
El enfoque compasivo también es
el más efectivo: estos resultados no
fueron, ni podrán ser alcanzados a
través de la matanza. El gobierno de
Bali reconoce esta situación y se ha
comprometido a continuar la campaña
de vacunación para prevenir la
amenaza mortal del regreso de la rabia.
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